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Universidad de Antioquia

Departamento de Historia
Asignatura: Teoría de la Historia II
Taller # 2 Annales, Marxismo británico y medicalización
Valor: 25%
Fecha: miércoles 25 de mayo de 2022

Nombre estudiante: Kevin Alejandro Torres Londoño

Lecturas guía:

Burke, Peter, “El periodo Braudel”, La revolución historiográfica francesa. La escuela de los Annales: 1929-
1989, Barcelona, Gedisa, 1990, 38-67.
Aguirre, Carlos, “El legado de los Annales braudelianos: 1956-1968”, Iztapalapa. Revista de Ciencias Sociales
y Humanidades 36 (1995): 51-72.
Foucault, Michel, “Historia de la medicalización”, Educación médica y salud 11. 1 (1977): 3-25.
Hobsbawm, Eric, “Marx y la historia”, Sobre la historia, Barcelona, Crítica, 1998, 163-175.
Kaye, Harvey J. Los historiadores marxistas británicos. Un análisis introductorio, Zaragoza, Prensas
Universitarias, 1989. “La formación de una tradición teórica”, “La contribución colectiva”, 2-22, 199-
224.
Pierre, Matari, “Eric Hobsbawm, el marxismo y la transformación de la historiografía”, Nueva Sociedad 243
(2013): 153-163.
Thompson, Edward Palmer, “Prefacio”, La formación histórica de las clase obrera inglesa, Madrid, Laia, 1977,
XIII-XVIII.

Preguntas:
1. De acuerdo con las lecturas, las corrientes teóricas de Annales y Marxismo británico, cuentan con
enfoques, modelos, hipótesis, metodologías, bases teóricas, (etc.) claramente diferenciadas y –en
apariencia– opuestas; sin embargo, apreciamos la existencia de diálogos, comunicaciones y
colaboraciones entre estas dos “escuelas” a lo largo de su evolución historiográfica en el siglo XX.
¿Cuáles son esas características particulares de cada vertiente teórico/historiográfica? Y ¿A qué se
atribuye dicho traspaso de sus fronteras?

R/ En cuanto a la historia total como pretensión de la disciplina histórica surgida a mediados del siglo XX y
en la cual tres historiadores cumplen roles representativos como lo son Eric Hobsbawm, Fernand Braudel e
Immanuel Wallerstein, las diferencias son notables. “En el trabajo de Braudel, la experiencia humana es
principalmente materialista y la dimensión política minimizada o rechazada en una totalidad estructurada
espacialmente por el entorno y temporalmente por la long durée. En el trabajo de Wallerstein, la experiencia
humana es básicamente económica y lo político se minimiza o se niega en una totalidad determinada por el
sistema mundial específicamente económico. Pero la obra de Hobsbawm, como análisis de la lucha de
clases, aunque reconoce la determinación de las relaciones sociales de producción, no reduce la experiencia
humana a lo económico o incluso a lo político-económico”1

No obstante sus diferencias, las distintas escuelas coincidieron en un objetivo fundamental: la


modernización de la disciplina histórica. La conquista de movimiento historiográfico por la modernización
epistemológica quedó definida por la integración de las contribuciones de todas las ciencias humanas. En
este sentido, tanto Hobsbawm como Braudel eran idénticos en torno al programa de una historia total.2

1
Harvey J. Kaye, Los historiadores marxistas británicos. Un análisis introductorio (Aragón: Universidad de Zaragoza, 1989) 150.
2. El concepto de medicalización enunciado por Michel Foucault (1926-1984) constituye una
herramienta conceptual para el análisis sociológico de la medicina, la salud y la enfermedad. Según
el texto Historia de la medicalización, ¿Cuáles fueron los procesos y problemas sociológicos que el
concepto de medicalización permitió identificar?

R/ El autor analiza la historia del sistema médico en Occidente, siguiendo la hipótesis de que la medicina
moderna es una práctica social que, por lo tanto, debe ser estudiada en relación a la sociedad capitalista del siglo
XVIII hasta comienzos del siglo XIX, como el periodo de formación del modelo dominante. Atendiendo a la
estructura social de la época en Alemania, Francia e Inglaterra explica por qué en cada Estado fue producido un
método y sistemas normativos de la medicina diferentes en función del contexto. En Alemania surge la
medicina de Estado -asistencialista y estatizada-, en Francia la medicina urbana -centrada en el control- y en
Inglaterra la medicina de la fuerza laboral, con mejores desarrollos en torno a la indagación de conocimiento en
la medicina.

3. Los historiadores marxistas británicos aquí estudiados (Eric Hobsbawm, E. P. Thompson) y los que
los analizan (Harvey J. Kaye, Pierre Matari), coinciden en la existencia (o necesidad) de un alejamiento
de la práctica de la historiografía marxista británica, con respecto a los escritos de Karl Marx. Según
los autores ya leídos, ¿Cuáles son esos preceptos, –conceptos, métodos, ideologías, dogmas, etc. –, del
pensamiento marxista que deben ser superados, reinterpretados, adaptados, en el ejercicio de la
disciplina (o ciencia) histórica en la actualidad? Y ¿Es posible hablar de una evolución del Marxismo
británico en cuanto a teoría, conceptos, métodos, objetos de estudio (etc.)?

R/ El sistema teórico marxista pretende que las transformaciones sociales se deben completamente al plano del
modo de producción material de la vida. En este sentido -una interpretación a título personal- si la cultura
sexual en Occidente se muestra hoy sorprendentemente liberada comparada con la vida sexual de hace 80 años,
este cambió a los ojos de un marxista ortodoxo no se debería a cambios en la mentalidad o cultura de masas
producto de las luchas sociales, sino que se explicarían a partir de la invención de los métodos anticonceptivos
modernos. De esta manera, un cambio en el plano técnico determinaría la transformación de la cultura y los
prejuicios que recaían sobre la vida sexual.
La historiografía marxista británica se caracteriza como escuela por la utilización de los conceptos
fundamentales del materialismo histórico diseñados por Karl Marx. Estos conceptos son al menos dos: el
esquema estructural base (económica y tecnológica) y superestructura (ideológica, política y sociocultural), y el
concepto de lucha de clases. Efectivamente, dicha escuela propone un alejamiento o más bien una
flexibilización de las y transformación de tales conceptos a la hora de interpretar las transformaciones históricas
de las sociedades. Además, se puede hablar de una evolución teórica de la escuela marxista británica en al
menos tres de sus figuras más importantes: Eric Hobsbawm, Edward Palmer Thompson y Christoper Hill. Cada
uno de ellos demostró capacidad para reflexionar y replantear con el paso de los años sus propios problemas
historiográficos. Cambios en el pensamiento que respondieron en gran medida a los acontecimientos políticos y
económicos que les tocó vivir, como también a la larga trayectoria de trabajo dentro de un mismo campo
problemático.

Así lo hace Christoper Hill (1912-2003) en su estudio sobre la revolución inglesa de 1640 en el además de
ampliar la perspectiva histórica de la guerra civil aporte también al campo de estudios sobre el siglo diecisiete
en Inglaterra. En 1940 sostuvo la tesis de que los acontecimientos había significado de la revolución burguesa -
empleando idénticos términos de Marx- en tanto en cuanto tuvo como resultado la sustitución del feudalismo
por el capitalismo y porque fue llevada a cado por la burguesía (una nueva clase de comerciantes y agricultores
capitalistas) como intento para arrebatar el poder político a la aristocracia feudal y a la monarquía, con le fin de
acelerar el desarrollo del capitalismo, es decir los propios intereses económicos de esa clase. La modificación de
2
Pierre Matari, “Eric Hobsbawm, el marxismo y la transformación de la historiografía”, Nueva Sociedad (Ciudad de México) enero-
febrero, 2013: 154.
su punto de vista demuestra una interpretación menos taxativa como resultado de “su continuo desarrollo del
análisis de la lucha de clases” llevada a cabo en los años sesenta. En este punto emplea el análisis de la lucha de
clases para explicar las trasformaciones de la sociedad en las áreas de la agricultura y las relaciones agrarias, la
industria, el gobierno, la política exterior, la religión y la vida intelectual. 3 Por ejemplo, en cuanto a la
agricultura y las relaciones agrícolas, señala que aunque hubieron revueltas campesinas en los siglos anteriores,
la creciente diferenciación entre los campesinos impidió que ninguna rebelión de la clase campesina viera
realizados sus propósitos, porque los campesinos mejores acomodados trataban de compartir la visión de los
caballeros y comerciantes más que la de los trabajadores sin tierra. De esta manera, un resultado importante de
la revolución inglesa fue el impulso al proceso de cercamiento de tierras, lo que aceleró la expansión del
capitalismo agraria y facilitó la acumulación de capital necesario para el desarrollo industrial. Entonces, Hill ya
no refiere una confrontación entre aristocracia feudal y burguesía capitalista, pero seguirá sosteniendo el
argumento de la revolución burguesa ya que tuvo consecuencias que favorecieron de forma decisiva el
desarrollo del capitalismo.4 En 1972, también replantea su conceptualización sobre la totalidad de la experiencia
de clase presentando una “sociología de la cultura y de las ideas” que seguiría siendo materialista pero ya no
basada en el modelo base/superestructura, indicando que un análisis de la lucha de clases es tan cultural como
económica, es decir qe la lucha y experiencia de clases son sociales en el sentido más amplio del término.5

Eric Hobsbawm (1917-2012) trató de desarrollar una historia del trabajo como historia de la “clase obrera” no
limitada a los trabajadores organizados, sus instituciones y líderes, es decir una historia elitista, sino dirigida a
las experiencias de las clases trabajadoras. Al igual que Hill, Hobsbawm se caracteriza por una preocupación
por la “totalidad” de la experiencia de la clase obrera. 6 Un buen ejemplo de análisis de la lucha de clases y de
una historia de abajo arriba es el del movimiento obrero temprano frente a la irrupción de las máquinas
industriales. Desde esta perspectiva Hobsbawn no considera tales movimientos como no políticos o apolíticos
sino que rescata que estos movimientos pre-políticos de los grupos precapitalistas campesinos en su
confrontación al desarrollo del capitalismo no fueron marginales para la historia. Esta es la novedad de
Hobsbawm, amplía el campo de estudios sobre la clase trabajadora en Europa y afirma la existencia de una
lucha de la clase trabajadora en el periodo preindustrial -algo que Marx nunca propuso porque según este la
clase trabajadora se conformaría en términos de lucha y conciencia de clase, en relación a la industria moderna-.
La utilidad del análisis de la lucha de clases se demostró que antes de las acciones de los rebeldes de 1830 la
sociedad rural había experimentado un crecimiento económico importante que llevó a la privatización de las
tierras de los trabajadores y la creación de relaciones entre dueños y trabajadores mediado únicamente por le
dinero, aparejado a la pérdida de derechos tradicionales de los trabajadores. Pero motivados por la crisis
económica del “1828-30” y estimulados por la revolcuion francesa y belga de 1830, empezaron las primeras
manifestaciones que por contraste dichos movimientos carecieron una organización o modo de “autodefensa”
usual en la configuración trabajadora en el contexto de urbe industrializada. A pesar de esto, Hobsbawm
demostró que estas acciones llevaban en si una motivación política como lo fueron la defensa de derechos
tradicionales y la restauración del orden social que “-al menos así lo parecía retrospectivamente- les habían
dado seguridad.”7 En este sentido, Hobsbawm establece como desarrollo de la teoría de la determinación de
clases que esta tiene diversos grados, por ejemplo, como ya lo sugerimos, los campesinos serían una clase de
“baja clasicidad”, teniendo en cuenta que la ausencia de conciencia de clase en el sentido moderno no implica la
ausencia de clases y de conflicto de clases. Discute igual que los otros historiadores de la escuela británica, el
concepto de “base” refiriéndolo no solo a lo meramamente económico y/tecnológico sino a la “totalidad de las
relaciones de producción, es decir, la organización social en su más amplio sentido aplicada a un nivel dado de
las fuerzas materiales de producción”.

Para finalizar, en cuando a E. P. Thompson (1924-1993), propone discutir la interpretación del devenir socio
desde las estructuras económicas, desde un enfoque que incluye las conductas sociales arraigadas en la cultura
3
Kaye 100, 101, 103
4
Kaye 108
5
Kaye, 95, 109
6
Kaye, 124, 129
7
Kaye, 136-140,
como factor explicativo de la aparición de la clase obrera trabajadora inglesa, más apegado a las estructuras
mentales (usos y costumbres) de larga duración. Es la propuesta metodológica de que las mentalidades que
preexisten son otras estructuras que interactúan, comprenden y modifican las nuevas formas de sociabilidad
industrial porque los usos y costumbres significan los resortes mentales o las bases que va a intentar reemplazar
la modernidad política y que de todas maneras no son completamente avasalladas por las formas de sociabilidad
industrial capitalista. Así que, a través del estudio de las estructuras culturales de la religión, la sexualidad, el
campesinado es posible comprender la experiencia de las sociedades que atravesaban la transformación socio-
económica y ver el grado de asimilación o repulsión generan dicha confrontación.

Por otro lado, la interpretación de la universalidad del capital es verdadero sólo en términos relativos. En este
sentido, Fontana dice que “Podemos ver una cierta lógica en las respuestas de grupos laborales similares que
tienen experiencias similares, pero no podemos formular ninguna ley. La conciencia de clase surge del mismo
modo en distintos momentos y lugares, pero nunca surge exactamente de la misma forma.” 8

Thompson al igual que Fernando Guillén Martínez en el contexto colombiano, ambos en 1967 dialogan con
Max Weber para flexibilidad y de alguna manera, superar dialécticamente el esquema base-superestructura, en
el camino de comprender los comportamientos de las sociedades y los grados de transformación, asimilación de
las lógicas modernas. Ambos historiadores discuten con la sociología más en boga en ese momento, o sea, con
el método estructural funcionalista de corte parsoniano, que veía el significado de la acción social solamente
dentro de las estructuras institucionales tal y como funcionan en el presente, dejando completamente de lado el
pensamiento histórico, el cual Marx destacó en la introducción a El Capital como el método de su trabajo.

Un caso dentro de la historiografía colombiano lo representa el libro La Batalla de los Sentidos de Hermes
Tovar Pinzón9 en el que asume de la metodología de Thompson en cuanto a la categoría de economía moral de
las multitudes para analizar el comportamiento sexual de la sociedad subalterna neogranadina en las
postrimerías del siglo XVIII según la hipótesis de que la subversión sexual de la sociedad plebeya antecedió y
predispuso la revolución política de la élite criolla. En el contexto mexicano, Carlos Alberto Aguirre también
utiliza la misma categoría, pero para varias cosas. La primera, escribir un trabajo que narra el surgimiento del
concepto en el pensamiento del británico, las diversas interpretaciones que adquirió el concepto en el trabajo de
otros académicos y aportar un balance sobre la vigencia del concepto de la economía moral de la multitud. La
segunda -dentro del mismo trabajo- desde la sociología analizar el pasado reciente del semi continente
latinoamericano poblado de fenómenos de movilización social a la luz de este concepto.10

8
Edward Palmer Thompson “Formación de la clase obrera”
9
Tovar Pinzón, Hermes, “La batalla de los sentidos: Infidelidad, adulterio y concubinato a fines de la Colonia” (Bogotá: Ediciones
Uniandes, 2012)
10
Aguirre Rojas, Carlos Antonio, “Economía moral de la multitud” (México: Universidad Nacional Autónoma de México, 2010)

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