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PPS Modulo Psicopatologia UCES
PPS Modulo Psicopatologia UCES
Duración: Cuatrimestral
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En primer lugar, es necesario detenernos en lo que implica un diagnóstico
psicótico, donde retomaremos la definición de Esquizofrenia, ya que es el diagnóstico
mayoritario en los usuarios observados, desarrollada en el DSM-IV2, el cual la explica
como una “alteración que persiste durante por lo menos 6 meses e incluye por lo
menos 1 mes de síntomas de la fase activa (p. ej., dos [o más] de los siguientes: ideas
delirantes, alucinaciones, lenguaje desorganizado, comportamiento gravemente
desorganizado o catatónico y síntomas negativos).” (pág.279) Donde los síntomas
característicos incluyen la percepción, el pensamiento inferencial, el lenguaje y la
comunicación, la afectividad, la fluidez y productividad del pensamiento y el habla, la
capacidad hedónica, la atención, entre otros. Es importante destacar que la aclaración
en cuestión al diagnóstico, ya que no se considera al síntoma aislado a la hora de
hacerlo, si no que implica el reconocimiento de un conjunto de signos y síntomas que
se encuentran asociados a un deterioro de la actividad laboral o social. (pág.280) Es
aquí donde nos encontramos ya con lo expuesto por García Urcola 3 donde retoma y
desarrolla en profundidad lo expuesto por Perec4, en tanto las clasificaciones
funcionan como ordenamiento de elementos que componen un todo, y que no hacen
más que disimular aquello que no entra en ellas, algo queda afuera por que funciona
como elemento inexpresable. Perec, también menciona lo tentador que resulta
distribuir al mundo en tanto una ley universal, que englobe un conjunto de fenómenos,
pero que dicha ley nunca funcionaria. La necesidad de nombrar y agrupar cuenta
como una ficción útil, para ordenar el mundo. (pág.64) El interrogante que se
desprende de esto se encuentra en que tan útil es agrupar un conjunto de signos y
síntomas al diagnosticar, si comenzamos a dejar de lado la individual misma de los
sujetos que diagnosticamos.
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crisis, va a referirse a un cierto “saber inconsciente”, este saber al que él se refiere
circulando en el en una tarea de totalidad, es algo de lo cual es sujeto saca cierta
significación, es decir, existe una significación ya sea a partir de un efecto metafórico,
incluso en una errancia que parece pura metonimia. (pág.31) Errancia que se refiere al
acto de errar, “(...) errar en el sentido de atravesar el mundo y sus caminos. (...) Errar
por que no existe un lugar a partir del cual podemos medir la significación de lo que
estamos haciendo.”(pág.13) Por lo tanto nos encontramos con la posibilidad de que
exista una significación en las acciones, así como un acto discursivo en el cual existe
una consciencia en el sujeto. Calligaris va a decir que “(...) cualquier paciente psicótico
en verdad puede perfectamente reconstruir su historia, incluso edípica . Cualquier
psicótico dispone fácilmente de los significantes de su historia edípica. (...) No es que
el paciente psicótico no disponga de significantes para hablar de su padre, de su
familia.” (pág.48) He aquí, donde existe un primer encuentro con la estigmatización del
“loco” que no sabe lo que dice, que no entiende lo que le pasa, que encontramos
actualmente en la sociedad. Es por esto que es necesario un trabajo de
deconstrucción, no sólo como crítica social, sino como crítica hacia nosotros mismos,
como estudiantes y futuros profesionales, ya que es preciso decir que nos
encontramos con un antes y después en tanto las concepciones que teníamos acerca
de la psicosis o la esquizofrenia como tal. Después de poder dialogar con los usuarios
de las respectivas casas, comprendimos que ni ellos están tan “locos”, ni nosotros tan
“cuerdos”, nos encontramos con usuarios con una gran autonomía, que podían
contarnos su historia familiar completa, que saben varios idiomas, iban a la escuela,
realizan talleres de teatro, entre tantas cosas más.
Visión. Cap. I: “La estructura psicótica fuera de la crisis”; Cap. II: “Desencadenamiento y evolución de la crisis”
6 LUALE, L. (2008). El diagnóstico: entre lo general y lo singular. En Revista CLEPIOS 46 (N° 2 Volumen XIV). Buenos
Aires.
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con lo que Freud7 desarrollaba como, la singularidad del caso, y allí reside la eficacia
del análisis en el tratamiento del síntoma, en su Conferencia 16, que trata sobre las
diferencias existentes entre psicoanálisis y medicina, va a mencionar que “El
psicoanálisis es a la psiquiatría lo que la histología a la anatomía: esta estudia las
formas exteriores de los órganos; aquella, su constitución a partir de los tejidos y de
las células. Es inconcebible una contradicción entre estas dos modalidades de estudio,
una de las cuales continúa a la otra.” Es decir, ambos no deben trabajar por separado,
por que no se contradicen uno al otro, entonces, ¿Por qué nos encontramos hoy en
día todavía con un diagnóstico psiquiátrico en pacientes, y una falta de tratamiento
psicoanalítico?
7 Freud, S. (1916-1917). Conferencias de introducción al psicoanálisis. Buenos Aires: Amorrortu. Conferencia 16.
“Psicoanálisis y Medicina”
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antipsicótica, pero ninguno bajo tratamiento psicológico, además al describir a los
usuarios del dispositivo existe un constante recordatorio de sus diagnósticos, “Todos
son esquizofrénicos, acá los únicos neuróticos somos los del personal” fueron
palabras de estos. Es claro que se encuentra una primacía del área psiquiátrica en el
mismo discurso, nos damos cuenta que los usuarios son hablados, más que
escuchados. Con nuestras visitas, pudimos dar cuenta de la subjetividad de cada
usuario, donde conversábamos, nos contaban historias, hasta inclusive nos pedían
que les llevemos cosas, en el caso de las mujeres que habitan ahí, es importante
destacar que viven tanto mujeres como hombres, nos encontramos con el caso
particular de una de las usuarias, la más joven, de 22 años aproximadamente que fue
descrita por los profesionales como la más violenta, que se negaba a recibir su
medicación, y que tenía diariamente ataques de agresividad repentinos donde pegaba
y maltrataba a sus compañeros y a los profesionales. Es aquí donde una vez más,
hablamos de la limitación de la individualidad de cada uno, pero poniendo en foco una
variable más, además de su diagnóstico, nos hizo reflexionar en la relación que tiene
convivir siendo una mujer joven, entre hombres, nos planteamos una vez más, la
indiferenciación que existe entre el diagnóstico y ellos como sujetos, en ningún
momento al hablar con los profesionales, existió en su discurso el planteamiento de
que sus ataques de agresividad tengan que ver con algo más allá de su diagnóstico de
esquizofrenia, si bien, cómo mencionamos antes, son 8 personas residiendo en estas
casas, creemos que es un claro ejemplo de cómo se puede dejar de lado ante un
diagnóstico, la individualidad de cada uno, incluyendo hasta su género.
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CONCLUSIÓN
Esto nos conlleva a pensar como futuros profesionales, desde una visión crítica de
nuestro sistema, además de poder plantearnos la capacidad de lograr reflexionar a
futuro sobre como se desenvuelve la salud mental en el contexto donde nos
encontramos viviendo, y ponernos como objetivo la posibilidad de aumentar la práctica
interdisciplinaria, y así poder lograr desde nuestra posición reconocer la
estigmatización que sufren los usuarios de salud mental, así como las barreras
institucionales y nosotros como estudiantes tratar de posicionarnos desde otro
enfoque, priorizando no solo el diagnóstico, sino también incluyendo el tratamiento
psicoanalítico.
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BIBLIOGRAFÍA