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Su padre,
Serguei Soloviev, profesor y más tarde rector de la Universidad de
Moscú, se hizo célebre por su magna obra Historia de Rusia. Tras
publicar varias obras filosóficas, se enfrentó con las posturas nacio
nalistas eslavófilas predominantes en su país. Desilusionado, Solo
viev se convence de que el pecado de Rusia está en el cisma religio
so que la alejó de la catolicidad y se consagra al acercamiento entre
las Iglesias. Se interesa por los eslavos católicos, defiende a los
polacos frente a la política de rusificación. El 13 de febrero de 1896
comulga de la mano de un sacerdote católico. Soloviev morirá a los
47 años de edad el 13 de julio del 1900.
OBRAS PUBLICADAS:
Antonio Amado
La Educación Cristiana
Vladimir Soloviev
Los tres Diálogos y el
Relato del Anticristo
EN PREPARACIÓN:
AAVV
Los Cristeros
BALMES distribuidora
c. Durán y Bas 11
08002 - Barcelona
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Los Tres Diálogos y
el Relato del Anticristo
por
Vladimir Soloviev
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Vladimir Soloviev
nmr
Biblioteca Episcopal de Barcelona
13030000034066
T E X T O S C L Á S I C O S
INDICE
SEGUNDO DIÁLOGO.................................... 63
Vladimir Soloviev
1Este prefacio fue publicado en su forma original en el periódico Rossije con el título:
Del verdadero bien.
2 Un primer acercamiento a esta cuestión se encuentra en los tres capítulos iniciales de
mi Filosofía teórica. (N. del A.)
14 LOS TRES DIÁLOGOS Y EL RELATO DEL ANTICRISTO
7 Metropolita de la Iglesia Rusa entre 1354 y 1378, san Alexis consiguió aplacar la ira
del khan tártaro Berdibek, evitando que devastase el país.
8 El Orda (de Oro) era el estado fundado por los tártaros, con capital en Saraj, en el
curso inferior del Volga, que durante más de dps siglos (X1II-XV) dominó la tierra
rusa.
9 San Sergio de Radonez, figura cimera de la espiritualidad rusa.
10 Dimitri Donskoj, príncipe de Moscú, derrotó a los tártaros en la célebre batalla de
Kulikovo (1380), sin conseguir expulsar definitivamente el poder tártaro de Rusia
pero demostrando, por primera vez, su vulnerabilidad.
18 LOS TRES DIÁLOGOS Y EL RELATO DEL ANTICRISTO
7 Metropolita de la Iglesia Rusa entre 1354 y 1378, san Alexis consiguió aplacar la ira
del khan tártaro Berdibek, evitando que devastase el país.
8 El Orda (de Oro) era el estado fundado por los tártaros, con capital en Saraj, en el
curso inferior del Volga, que durante más de dos siglos (XIII-XV) dominó la tierra
rusa.
9 San Sergio de Radonez, figura cimera de la espiritualidad rusa.
10 Dimitri Donskoj, príncipe de Moscú, derrotó a los tártaros en la célebre batalla de
Kulikovo (1380), sin conseguir expulsar definitivamente el poder tártaro de Rusia
pero demostrando, por primera vez, su vulnerabilidad.
20 LOS TRES DIÁLOGOS Y EL RELATO DEL ANTICRISTO
12 Ap 13, 13.
22 LOS TRES DIÁLOGOS Y EL RELATO DEL ANTICRISTO
PERSONAJES
El General
El Político
El Príncipe
El Señor Z.
La Señora
PRIMER DIÁLOGO
5 Epicuro (341-271 a.C.), filósofo griego que consideraba el placer como objeto de la
vida.
6 Voltaire (1694-1778), escritor francés ilustrado, enciclopedista y anticlerical.
28 LOS TRES DIÁLOGOS Y EL RELATO DEL ANTICRISTO
19 El autor utiliza el término desarrollo para hacer un juego de palabras entre el desa
rrollo en sentido moral y el desarrollo entendido como progresismo ilustrado.
20 Lord Herbert Kitchener (1850-1916), derrotó a las fuerzas mahdistas en Jartum y
guió al ejército inglés en la guerra contra los boer.
21 En francés en el original: en su casa.
22 Población nómada de origen turco que en aquel entonces estaba instalada en el
territorio de Rusia meridional.
23 Gran Príncipe de Kiev desde 1113 hasta 1125, fue una de las más significativas
figuras de la antigua Rusia.
46 LOS TRES DIÁLOGOS Y EL RELATO DEL ANTICRISTO
24 En el texto los campesinos son llamados con el término arcaico smerd (que aquí
traducimos como aldeanos, que posteriormente tomó un significado fuertemente des
pectivo, semejante a “plebeyo” o “canalla**. De aquí la reacción de la Señora.
25 Se trata de los antiguos anales monásticos que han transmitido las vicisitudes de los
primeros siglos de Rusia.
26 Entre 1237 y 1240 Rusia cayó bajo el dominio de los mongoles de Gengis Khan,
cuyo ejército se nutría principalmente del pueblo turco de los tártaros. El periodo
siguiente de sumisión, que duró hasta 1480, fue extremadamente importante para la
evolución histórica del país y se le denomina como “yugo tártaro o mongol”.
27 Se trata del célebre Iván el Terrible (1530-1584), que llevó a cabo una feroz política
antinobiliaria para reforzar así su poder autocrático.
VLADIMIR SOLOVIEV 47
32 Se trata de la guerra ruso-turca de 1877, que terminó con una completa victoria del
Imperio zarista, después neutralizada por la intervención de las potencias europeas
que, con el tratado de Berlín (1878) obligaron a Rusia a rebajar sus pretensiones. El
episodio narrado por el General no se refiere al principal frente bélico, el balcánico,
sino al caucásico, en el que la intervención rusa estuvo ligada a la naciente «cuestión
armenia».
33 Caudillo turco que comandaba las tropas otomanas.
34 La versta es una antigua medida lineal rusa que equivale a 1.607 metros.
50 LOS TRES DIÁLOGOS Y EL RELATO DEL ANTICRISTO
35 Los basi bozuk eran tropas irregulares, mayoritariamente de etnia kurda, utilizadas
en la segunda mitad del siglo XIX por el gobierno otomano para realizar purgas en el
interior del imperio. Sus víctimas principales, como en el caso narrado por el General,
eran los armenios.
VLADIMIR SOLOVIEV 51
todas partes, golpeándose los unos con los otros. Entonces no
sotros, con los cosacos y los dragones, nos lanzamos sobre su
flanco izquierdo. Los que se habían librado de la metralla caye
ron bajo nuestras armas. Pocos consiguieron escapar. Algunos
lanzaron el fusil, bajaron del caballo y pidieron que se les res
petara la vida. Bueno, yo no di ninguna orden al respecto, pero
mis hombres comprendieron bien que no se podía perdonar la
vida. Los cosacos y dragones mataron hasta el último.
Y pensar que si, tras la segunda descarga a quemarropa, estos
diablos sin cerebro, en vez de huir, se hubieran lanzado sobre
los cañones, no hubiéramos tenido salvación porque no hubie
ra habido tiempo de disparar de nuevo.
Bueno, ¡Dios nos ayudó! Todo había acabado y mi alma res
plandecía de alegría, como en la Pascua del Señor. Recogimos
a nuestros caídos: treinta soldados habían entregado su alma a
Dios. Les pusimos uno al lado del otro en un lugar plano y les
cerramos los ojos. En la tercera compañía había un viejo sub
oficial, un tal Odarcenko, hombre religiosísimo y de gran capa
cidad. En Inglaterra habría llegado a primer ministro y sin
embargo acabó en Siberia al oponerse a las autoridades por la
clausura de un monasterio de cismáticos37 y en la destrucción
de la tumba de uno de sus venerados stárets38. Lo hice llamar y
le dije: «Odarcenko, ya lo sabes, estamos en guerra y no tene
mos un sacerdote para cantar los himnos por nuestros caídos.
¡Hazlo tú!». Obviamente no podría haberle dado una satisfac
ción mayor. «Lo haré lo mejor que pueda, excelencia». Aquel
hombretón estaba radiante. Encontramos también cantantes
para el coro y todo se hizo de la mejor de las maneras. No se
pudo dar la absolución sacerdotal, pero no era necesaria: los
caídos habían sido ya absueltos por las palabras de Cristo so
bre aquellos que dan la vida por sus amigos. Así es como re
37 Por cismáticos (raskoVniki) o ‘'viejos creyentes” (starovery) se conoce a los des
cendientes de quienes, en la segunda mitad del siglo XVII, rechazaron las innovacio
nes litúrgicas introducidas por el patriarca Nikón, sufriendo una incesante persecu
ción por parte de la jerarquía eclesiástica ortodoxa y del gobierno.
38 El término stárets significa literalmente “anciano”, pero en la tradición espiritual
rusa designa a un monje que, tras una larga vida de ascesis y oración, llega a ser
considerado como un guía espiritual.
54 LOS TRES DIÁLOGOS Y EL RELATO DEL ANTICRISTO
cuerdo aquel funeral. Era un día otoñal, nuboso, pero poco antes
de la puesta de sol las nubes se abrieron y, mientras abajo, en la
garganta, oscurecía, en lo alto, el cielo se iluminaba, como si las
constelaciones brillaran todas a la vez. En mi alma había toda
vía un sentimiento de fiesta. Tenía una serenidad y una ligere
za indescriptibles, como si hubiera sido purificado de toda
mancha y librado de todo peso terreno. Un estado de ánimo
paradisíaco: percibía a Dios y nada más. Y cuando Odarcenko
empezó a nombrar a los soldados caídos en el campo de bata
lla por la fe, el zar y la patria, supe que no se trataba de retórica
ni de aquellos «títulos» de los que se hablaba anteriormente.
Comprendí que existe verdaderamente un ejército cristiano y
que la guerra ha sido, es y será siempre, hasta el fin del mundo,
algo grande, puro y santo...
EL PRÍNCIPE, después de unos instantes de silencio - ¿Y cuándo
hizo sepultar a sus soldados en ese luminoso estado de ánimo,
no se acordó también de los enemigos que había matado en tan
grande cantidad?
EL GENERAL - Gracias a Dios conseguimos alejarnos antes de
que el hedor de aquella carroña nos los recordara.
LA SEÑORA - Eso, ahora lo ha estropeado todo. ¿Pero cómo
es posible comportarse así?
EL GENERAL, dirigiéndose al Príncipe - ¿Y qué debería haber
hecho, según usted? ¿Dar cristiana sepultura a esos chacales
que no eran ni cristianos ni musulmanes, sino algo que sólo el
diablo sabe39? Además, si hubiera cometido la locura de orde
nar que fueran sepultados con la misma ceremonia fúnebre que
mis cosacos, ahora me acusarían de prevaricación religiosa. ¿Y
por qué aprovechar su muerte para someter a ritos toscos y
pseudocristianos a aquellos que durante toda su vida habían
rezado al fuego y adorado al diablo? No, yo tenía otra preocu
pación. Llamé a los capitanes de mis compañías y les di la or
39 El General hace referencia probablemente a los yezidos, los llamados “adoradores
del diablo”, una población de raza y lengua kurda cuya religión funde elementos zo-
roástricos, cristianos, islámicos y que podían formar parte de los basi bozuk, pero no
de forma mayoritaria.
VLADIMIR SOLOVIEV 55
del Altísimo con mis treinta cosacos caídos, y todos juntos ha
bríamos tomado asiento en el paraíso junto al buen ladrón evan
gélico. No en vano el Evangelio le pone allí.
EL PRÍNCIPE - Cierto, pero el Evangelio no dice que al buen
ladrón sólo se le puedan acercar nuestros correligionarios y
compatriotas, y no los hombres de todos los pueblos y de todas
las religiones.
EL GENERAL - ¿Pero por qué me atribuye cosas que no he
dicho jamás? ¿Cuándo he hecho yo distinciones de nacionali
dad o de religión? ¿Y los armenios, eran tal vez mis paisanos y
correligionarios? ¿Es qué me pregunté por la raza o la fe a la
que pertenecían aquellas gentes diabólicas a quienes derroté a
golpes de metralla?
EL PRÍNCIPE - Pero usted continúa olvidando que esa misma
gente diabólica estaba compuesta de hombres, que en el hom
bre el bien coexiste con el mal, y que todo bandido, cosaco o
basi bozuk, puede revelarse como un buen ladrón evangélico.
EL GENERAL - ¡Bravo por quien lo entienda! Hace un mo
mento ha dicho que el hombre malvado es como una bestia
irresponsable y ahora, según usted, ¡incluso un basi bozuk que
quema a un niño puede revelarse como un buen ladrón evan
gélico! Y todo esto con el único fin de no tocar el mal con la
mano. Para mí no tiene importancia que en el hombre exista
tanto el principio del bien como el principio del mal, sino sólo
cuál de los dos prevalece. Con el zumo de la vid se puede hacer
tanto vino como vinagre, pero yo quiero saber exactamente cuál
es el contenido de la botella: ¿vino o vinagre? Porque si le ofrezco
a alguien una botella de vinagre con el pretexto de que está
hecho con el mismo material que el vino, el único resultado de
esta genial idea será algún estómago oxidado. Todos los hom
bres son hermanos. Magnífico, esto me llena de alegría. ¿Pero y
después? También los hermanos son de diversos tipos, ¿o bien
cree que no se debe distinguir entre Caín y Abel? Y precisa
mente porque no soy indiferente a mis hermanos, si mi herma
no Caín agrediera a Abel en mi presencia, le daría una bofeta
da tal que se le quitarían las ganas de intentarlo otra vez. Usted
VLADIMIR SOLOVIEV 57
Dirigiéndose al Político
tono.
EL SEÑOR Z. - Sin duda. En cuanto se encuentra ante la hipo
condría moral, de repente, se convierte en un filósofo casi fata
lista. Por ejemplo, entusiasmó a una culta e inteligente viejecita
que, siendo de fe rusa, había recibido una educación extranje
ra. Habiendo oído hablar mucho de Varsonofij, quería presen
tarse ante él como ante un directeur de conscience, pero no tuvo
el tiempo de alargarse sobre sus problemas espirituales. Varso
nofij la interrumpió diciendo: «¿Pero por qué das tanta impor
tancia a estas tonterías? ¿De qué sirve? Yo que soy un simple
campesino me aburro al escucharte, ¿y piensas que le puede
interesar a Dios? Y además, no hay por qué hablar tanto: tú
eres vieja, débil y ya no puedes mejorar». Me lo contó riendo,
pero con lágrimas en los ojos; incluso había intentado contes
tarle, pero había sido definitivamente derrotada por un relato
extraído de la vida de los antiguos eremitas; un relato que Var
sonofij había recordado a menudo también a mi amigo. Es real
mente un bello relato, pero creo que no tendré tiempo de con
tarlo ahora.
LA SEÑORA - Cuéntenoslo en cuatro palabras.
EL SEÑOR Z. - Lo intentaré. Dos anacoretas se habían estable
cido en el desierto de Nitria47para buscar la salvación. Sus gru
tas eran vecinas, pero ellos no se hablaban nunca; alguna vez
leían juntos los salmos. Transcurrieron así muchos años y su
gloria empezó a difundirse por todo Egipto y en los países cir
cundantes. En una ocasión, sin embargo, el diablo consiguió
introducir en sus almas el mismo propósito, contaminándolas
a ambas. Sin decirse nada, los dos eremitas se dedicaron a fa
bricar cestas y esteras trenzando ramas y hojas de palmera.
Luego se dirigieron juntos a Alejandría. Allí vendieron sus ar
tesanías y durante tres días y tres noches se mezclaron con bo
rrachos y prostitutas. Después volvieron a su desierto. Uno de
ellos empezó a sollozar y a atormentarse.
- ¡Estoy perdido, maldito por siempre! Después de esta
47 Se trata del actual Wadi Natrun, una región desértica de Egipto, entre Alejandría y
El Cairo y la frontera libia.
VLADIMIR SOLOVIEV 71
69 Aquí y a continuación se entiende por «etíopes» a los pueblos cristianos que vivían
en el imperio otomano.
84 LOS TRES DIÁLOGOS Y EL RELATO DEL ANTICRISTO
70 Iván IV, el Terrible, para consolidar su poder autocrático, realizó una feroz política
de represión de la nobleza y de las ciudades libres, especialmente sobre Novgorod.
71 Ahogamientos y fusilamientos, métodos empleados por la República Francesa en la
represión de los movimientos contrarrevolucionarios.
VLADIMIR SOLOVIEV 85
77 Se refiere a la quinta y sexta guerra ruso-turca causadas por las disputas balcánicas
en tiempos del zar Alejandro II.
88 LOS TRES DIÁLOGOS Y EL RELATO DEL ANTICRISTO
alemanes.
EL GENERAL - Justamente, ése es el punto clave: hacer que la
cruz no sea sólo imaginaria.
EL POLÍTICO - Pero, ¿quién materializará esa cruz? Mientras
usted no encuentre el médium idóneo, lo único que nos pide
nuestro orgullo nacional, y siempre en los límites razonables
dentro de los que este sentimiento es admisible, es redoblar
nuestros esfuerzos para alcanzar a las otras naciones en todos
los campos en los que se han distanciado, concentrando la fuer
za dispersa en los varios comités eslavos y en otras estupideces
del mismo género. Además, si en Turquía somos actualmente
impotentes, podemos por el contrario jugar un excepcional
papel civilizador en Asia central y en el Extremo Oriente, es.
decir, en regiones hacia las que la historia está desplazando su
centro de gravedad. Por su posición geográfica y por otra serie
de razones Rusia puede hacer aquí más que cualquier otra na
ción, excepto, obviamente, Inglaterra. Esto significa que la ta
rea de nuestro país en este campo consiste en un constante y
sincero acuerdo con los ingleses a fin de que nuestra colabora
ción civilizadora con ellos no degenere en una hostilidad sin
sentido y en una indigna competencia.
EL SEÑOR Z. - Desgraciadamente, tanto entre los hombres
como entre los pueblos, esta degeneración acaba siempre por
suceder, de manera fatal.
EL POLÍTICO - Sí, sucede. Por otra parte, sin embargo, no co
nozco en la vida de los hombres ni en la de los pueblos un solo
caso en el que una relación de colaboración convertida en hos
til y llena de envidia haga más fuerte, rico y afortunado. Esta
experiencia universal y sin excepción es observada por las per
sonas inteligentes, y yo espero que también por un pueblo sen
sato como el ruso. Enfrentarse con un inglés en el Extremo
Oriente sería el colmo de la locura, aunque sólo sea porque no
está bien que los familiares se peleen en presencia de extraños.
¿O acaso cree usted que los rusos estamos más cerca de los chi
nos que de nuestros compatriotas Shakespeare y Byron?
VLADIMIR SOLOVIEV 95
así desde el principio, pero sobre todo desde los tiempos del
khan Baty91. El elemento asiático ha entrado en la naturaleza de
los rusos, convirtiéndose en una especie de segunda alma. Los
alemanes lo dirían así:
Zwei Seelen wohnenf achí In ihrer Brust
Die eine will sich von der andern trennen92.
91 Nieto de Gengis Khan, sometió Rusia entre 1237 y 1240, dand(^pbi<5 al ÍÍá^j|<|^
«yugo tártaro o mongol». Cfr. la nota 26. F& /
92 En alemán en el original: dos almas habitan, ¡ah! en su pechtpjjfy la ynh q u i ^ '
separarse de la otra. \
100 LOS TRES DIÁLOGOS Y EL RELATO DEL ANTICRISTO
100 Juego de palabras entre buryj (rubios) y bury (boers), palabras qué en ruso son casi
idénticas fonéticamente.
101 Otro juego de palabras: en ruso «brunos» y «calembours» suenan respectivamente
bury y calembury.
102 En francés en el original: esto no tiene nombre.
104 LOS TRES DIÁLOGOS Y EL RELATO DEL ANTICRISTO
esto es, de los boers, pues bien, no podré hacer otra cosa que
desear su conclusión con una completa sumisión de los pen
dencieros africanos; y que no se hable más de su independen
cia. De hecho, su éxito, no imposible si consideramos la extre
ma lejanía de esos territorios, representaría el triunfo de la bar
barie sobre la cultura, y para mí, como ruso y como europeo,
sería un día de doloroso luto nacional.
EL SEÑOR Z., lentamente al General - Qué bien hablan estos
dignatarios; igual que aquel francés que decía: ce sabré d'honneur
est le plus beau jour de ma vie103.
LA SEÑORA, al Político - No, no estoy de acuerdo. Si tenemos
simpatía por Guillermo Teil, ¿por qué no deberíamos tener sim
patía por estos transboers?
EL POLÍTICO - Esto sólo podría suceder en el caso de que
fuese creada su propia leyenda nacional, inspirando a artistas
como Schiller104 y Rossini105, o bien si hubieran producido un
Jean-Jacques Rousseau106 u otros escritores y estudiosos.
LA SEÑORA - Todo esto, no obstante, ha venido después. En
un principio también los suizos eran simples pastores... Pero
dejemos aparte a los suizos. Dígame: ¿los americanos se distin
guían tal vez por su cultura cuando se rebelaron contra los in
gleses? En absoluto. No eran brunos, sino de piel roja y deso-
lladores, como nos cuenta Mayne Reid107. Sin embargo Lafa-
yette108tenía simpatía por ellos, y tenía razón. Por ejemplo, ahora
han conseguido reunir en Chicago a todas las religiones del
mundo y organizar una gran muestra con ellas. No se había
visto jamás nada parecido. En París han querido hacer lo mis-
103 En francés en el original: este sable de honor es el más bello día de mi vida.
104 Federico Schiller (1 7 5 9 -1805), poeta romántico alemán.
105 Giacomo Rossini (1 7 9 2 -1868), compositor italiano especialmente conocido por
sus óperas.
106 Jean-Jacques Rousseau (1712-1738), filósofo, pedagogo y escritor suizo, autor del
famoso Contrato social.
107 Novelista inglés (1 8 13-1883), que vivió durante largo tiempo en América y escri
bió novelas de aventuras.
108 Lafayette (1 7 5 7 -1 8 3 4 ), marqués, general y político francés que combatió en las
colonias inglesas de América del Norte junto a los sublevados, siendo nombrado ge
neral del ejército por el Congreso norteamericano.
VLADIMIR SOLOVIEV 105
109 Charbonnel, nacido en 1863, sacerdote, literato y periodista francés que apoyó las
tesis del catolicismo liberal y colaboró en el intento de reunir un Congreso universal
de las religiones. Acabó secularizado, casado y realizando conferencias anticlerica
les.
110 Ernesto Renán (18 2 3 -1 8 92), escritor francés positivista que profesaba una fe utó-
pico-idealista en la ciencia como sustituto de la religión y autor de una célebre Vida de
Jesús .
106 LOS TRES DIÁLOGOS Y EL RELATO DEL ANTICRISTO
111 Protagonista de la obra homónima de Víctor Hugo cuya vida transcurre en las
barricadas de la Francia revolucionaria y que es utilizado en el habla popular con el
significado de pilluelo o golfo.
1.2 En francés en el original: decididamente, usted está volviéndose malvado.
1.3 En francés en el original: ¿A quién frecuenta allá abajo? A las familias de los
croupiers, sin duda.
114 Bossuet (1 6 2 7 -1 7 0 4 ), obispo de Meaux, famoso orador, escritor y filósofo católi
co.
1,5 Protagonista de la novela homónima de Zola.
VLADIMIR SOLOVIEV 107
125 En francés en el original: me parece, por otra parte, que la cultura y el arte culinario
forman buena pareja.
TERCER DIÁLOGO
126 En latín en el original: un poco de religión puede persuadir del mal, Lucrecio, De
rerum natura, 1 , 111.
VLADIMIR SOLOVIEV 115
ramente más profundo y por eso más interesante para mí. Ade
más, tal punto de vista me ha llegado tan sólo en su forma ins
titucionalizada, y ésta no me satisface. Me encantará pues es
cuchar finalmente no la retórica bienintencionada, sino una
palabra humana y natural.
EL SEÑOR Z. - Entre todas las estrellas que iluminan el hori
zonte intelectual del hombre dedicado a nuestros libros sagra
dos, la más luminosa e inolvidable es aquella que resplandece
en estas palabras evangélicas: «¿Pensáis que he venido a traer
paz a la Tierra? Os digo que no, sino división»132. Cristo ha ve
nido a traer la verdad a la Tierra y ésta, como también el bien,
antes que nada divide.
LA SEÑORA - Esto ha de explicarse. ¿Por qué entonces Cristo
es llamado príncipe de la paz y por qué ha dicho que los pacífi
cos serán llamados «hijos de Dios»133?
EL SEÑOR Z. - ¿Me permite que intente conciliar entre sí estos
textos que se contradicen?
LA SEÑORA - Por supuesto.
EL SEÑOR Z. - Fíjese entonces que estos textos sólo pueden
ser concillados distinguiendo entre el mundo bueno o auténti
co y el mundo malo o falso. Y esta distinción ya la hizo Aquel
que trajo la auténtica paz y la buena hostilidad: «La paz os dejo,
mi paz os doy; no como el mundo la da yo os la doy»134. Esto
significa que existe una paz buena, la paz de Cristo, fundada
sobre aquella división entre bueno y malo, entre verdadero y
falso que Él mismo ha traído a la Tierra; y hay otra paz, la paz
del mundo, fundada por el contrario sobre la confusión, es de
cir, sobre la unión exterior de aquello que está interiormente en
conflicto.
LA SEÑORA - ¿Y cuál es la diferencia entre la paz buena y la
mala?
EL SEÑOR Z. - Más o menos aquella de la que hablaba el otro
132 Le 12, 51.
133 Cfr. Mt 5.
134 J 14, 27
VLADIMIR SOLOVIEV 121
en el pecho de Delarue
y éste, quitándose el sombrero, le dijo con respeto:
«muchas gracias».
Entonces, en el lado izquierdo, el malhechor
le clavó el horrendo puñal.
Y dijo Delarue: «Su puñal
es verdaderamente bello».
El malhechor, entonces
en el lado derecho lo hiere.
Y Delarue le amenazó,
pero sólo con una sonrisa astuta.
Y todo el cuerpo el malhechor
lo cosió a puñaladas.
Y Delarue: «Se lo ruego, venga a las tres
por una taza de té».
Y el malhechor cayó de rodillas,
derramando lágrimas y temblando como una hoja.
Delarue: «¡Levántese, por el amor de Dios!
El pavimento está un poco sucio».
Y con el corazón conmovido
a sus pies sollozaba el malhechor.
Y dijo Delarue, alargando los brazos:
«¡Y ahora esto! ¿Pero es posible
llorar tan fuerte
por una nadería?
Le conseguiré una pensión, querido amigo,
sí ¡una buena pensión!
Y sobre las espaldas un san Estanislao137,
como ejemplo para todos.
Que para aconsejar a la autoridad
tengo todo el derecho: ¡soy chambelán!
¿Quiere como esposa a mi hija Dunja?
Para ayudarla
le daré cien mil rublos
a su nombre en el banco.
144 Me 1 1 ,2 7 -3 3 .
VLADIMIR SOLOVIEV 137
extenuación.
EL GENERAL - O quizás es el diablo que tapa la luz divina con
su cola. Quién sabe, ¡tal vez esto sea también un signo del An
ticristo!
LA SEÑORA, señalando al señor Z. que se acerca - Bueno, ahora
sabremos algo de todo esto.
1541 Cor 1 4 ,2 0 .
VLADIMIR SOLOVIEV 163
mismo.
El «hombre del futuro» no se presentaba todavía con este ros
tro bien definido y original. En relación a Cristo se veía como
otro Mahoma, es decir, un hombre justo que no puede áer acu
sado de mala intención.
Justificaba la orgullosa preferencia de sí mismo sobre Cristo en
base a este razonamiento: «Cristo, que ha predicado y realiza
do en su vida el bien, ha sido el reformador de la humanidad,
mientras que yo estoy llamado a ser el bienhechor de esta huma
nidad en parte enmendada, en parte incorregible. Yo daré a
todos los hombres aquello que necesitan. Cristo fue un mora
lista que dividió a los hombres según el bien y el mal, pero yo
los uniré con beneficios que son necesarios tanto para los bue
nos como para los malos. Yo seré el verdadero representante
de aquel Dios que hace resplandecer el sol sobre los buenos y
los malos, que hace caer la lluvia sobre los justos y los injustos.
Cristo ha traído la espada, yo en cambio traeré la paz. Él ame
nazó al mundo con el terrible juicio universal, yo, por el con
trario, seré el último juez, y mi juicio no será sólo de justicia,
sino también de clemencia. Habrá justicia en mi juicio, pero
una justicia distributiva, no retributiva. Distinguiré entre to
dos, pero a cada uno le daré aquello que necesite».
Con esta magnífica actitud esperaba una clara llamada divina
que le incitara a iniciar la obra de la nueva salvación de la hu
manidad, un testimonio evidente y extraordinario que lo de
clarase hijo mayor y amado primogénito de Dios. Esperaba, y
en esta espera se nutría de la conciencia de sus dones y de sus
virtudes sobrehumanas porque, como se ha dicho, era un hom
bre de absoluta moralidad y genio extraordinario.
Este justo lleno de orgullo esperaba una sanción suprema para
iniciar su obra de salvación de la humanidad, pero era una es
pera sin éxito. Fue entonces cuando en su mente empezó a co
brar forma un pensamiento que lo penetró con un escalofrío
hasta la médula: «¿Y si...? ¿Y si no fuese yo, sino el otro, el gali-
leo...? ¿Y si él no fuese solamente mi precursor, sino el verda
dero, el primero y el último? Entonces él debería estar vivo...
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156 En el texto ruso hay un juego de palabras entre prynjcityj (acogido) y prijatnyj
(agradable).
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161 El nombre de este segundo y último Pedro se relaciona con el del primero, Simón
hijo de Juan (Bar Ion significa hijo de Juan, de donde se deriva Barionini).
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167 En latín en el original: j Venga! ¡Venga pronto! ¡Ven, Señor Jesús, ven!
168 En latín en el original: por testigo de los dos difuntos se tiene Ernst Pauli.
184 LOS TRES DIÁLOGOS Y EL RELATO DEL ANTICRISTO
Declaró que con el poder de sus llaves había abierto las puertas
que separaban el mundo terreno del de ultratumba, y efectiva
mente, la comunicación entre vivos y muertos, e incluso entre
hombres y demonios se convirtió en habitual; se desarrollaron
también formas nuevas e inauditas de orgías místicas y de de-
monolatría. Pero justo cuando el emperador empezaba a creer
se seguro en el campo religioso tras haberse declarado única y
verdadera encarnación de la suprema divinidad universal, si
guiendo las apremiantes insinuaciones de la misteriosa voz del
«padre», una nueva desgracia se abatió sobre él, precisamente
por donde nadie lo esperaba: los judíos se rebelaron. Esta na
ción, que había llegado a los treinta millones, no era del todo
ajena a la preparación y a la consolidación de los éxitos univer
sales del superhombre. Cuando el emperador se trasladó a Je
rusalén hizo correr la voz en los círculos judíos de que su obje
tivo principal era instaurar el dominio universal de Israel so
bre todo el mundo. Los judíos, entonces, le reconocieron como
Mesías y su fidelidad no tuvo límites. Pero de repente los ju
díos se sublevaron furiosos y clamando venganza. Es probable
que el padre Pansofij haya presentado de manera demasiado
simple y realista este cambio que ya está profetizado en la Es
critura y en la Tradición. El caso es que los judíos, que conside
raban al emperador un israelita puro y perfecto, descubrieron
casualmente que ni siquiera estaba circuncidado. Ese mismo
día Jerusalén se sublevó y al día siguiente lo hizo toda Palesti
na. La devoción ardiente e ilimitada en el salvador de Israel, el
Mesías largamente anunciado, se transformó en un odio igual
mente ardiente e ilimitado hacia el astuto impostor. La totali
dad del mundo hebreo se sublevó como un solo hombre y sus
enemigos descubrieron con sorpresa que el alma profunda de
Israel no vive de los cálculos ni de las pasiones de Mamón, sino
de la fuerza de un sentimiento sincero, de la esperanza y el
deseo de su milenaria fe mesiánica. El emperador, que no espe
raba semejante estallido, perdió el control de sí mismo y decre
tó un edicto que condenaba a muerte a todos los rebeldes ju
díos y cristianos. Miles de personas que no tuvieron tiempo de
armarse fueron masacrados sin piedad. Pero en seguida un ejér
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