Nombre: María Isabel Lozano Becerro

La crítica a la situación de los moros a principios del siglo XVII en la novela de Don

Quijote de la Mancha

“¿esta señora es cristiana, o mora? Porque el traje y el silencio nos hace pensar que es

lo que no querríamos que fuese.” (1: 37; 390)

Todos sabemos que el Quijote es una obra que critica muchos de los comportamientos

sociales de la época de su escritor, Cervantes, y en este ensayo he querido tratar otro

tema que está muy latente durante toda la obra pero que puede pasar desapercibido.

Los moriscos y la intención de Cervantes de hacer una crítica al desprecio que se les

tenía en esa época.

Desde el principio vemos se hacen varias menciones a Dios, tenemos un personaje

que es cura y, en general, vemos en muchos pasajes guiños al catolicismo. Sin

embargo, no es hasta este capítulo treinta siete que vemos una aparición clara de otra

religión, la musulmana. En este capítulo llega una mora a la venta en la que se

encuentran todos los personajes. Esta mujer va vestida con ropaje de mora, sin

embargo, las mujeres que se encuentran en la venta a pesar de reparar en ello, no

dudan en ir a ayudarle y ofrecerle todo lo que necesite. La mora nunca responde, pues

según el cautivo que la acompaña dice, esta solo sabe hablar árabe. Es entonces

cuando Dorotea hace la pregunta que encabeza este ensayo, dejando claro que no le

gustan los moros y que espera que esta señora a la que ha ofrecido ayuda no sea mora.

Además, también vemos estos desprecio por ella misma hacia su propia religión,

como cuando dice “¡No, no Zoraida: María, María!” (11: 37; 391), con lo que denota

que hasta ella misma reniega ya de su propia religión, aunque no nos queda claro si

por miedo o porque de verdad piensa que es mala esta.

Para concluir, decir que a pesar de esta mala imagen que se muestra que los

personajes tienen sobre los moros, también existen ciertas alabanzas, como la ayuda

de las mujeres de la que hemos hablado al principio, o la afirmación de todos de que

la belleza de la mora igualaba la del resto de mujeres, las cuales son cristianos,

poniendo así a las dos religiones al mismo nivel. Por lo que podemos deducir que el

resto de acciones negativas hacia la religión pueden ser o bien para poder pasar la

censura de aquella época, o bien para mostrar al pública la realidad de la situación y a

la vez lo absurdo de esta.