Está en la página 1de 4

LAS DOCTRINAS DE LA GRACIA

Sesión 2: La Depravación Total. Parte 1: La extensión de la corrupción.

Bosquejo:

Introducción:
¿Qué estaba pasando en la Iglesia durante el siglo IV entorno al tema de la corrupción del
hombre? Repaso histórico.

Desarrollo:
¿Qué tanto ha afectado el pecado de Adán a él y su descendencia? La prueba bíblica.

Conclusión:
- Aclaraciones. Qué es y qué no es la depravación del hombre.

- ¿Cómo se ve esta doctrina en la vida? Entendiendo el comportamiento humano a la luz de la


Biblia.

Introducción

• AVISOS: Les recordamos que durante las sesiones usted es libre para tomar apuntes y que si
necesita reforzar algún punto, usted contará con las grabaciones de esta y la siguiente serie
grabadas. Si por alguna razón dejamos de transmitir durante el curso de las clases, seguirá
contando con el audio de cada sesión.

Le recuerdo también que si usted tiene alguna duda acerca del desarrollo histórico o de alguno
de los versos que estaremos enlistando durante las clases, usted tiene la oportunidad de
escribirla, con o sin nombre, para que sea tomada en cuenta en la sesión de preguntas y
respuestas que se está planeando.

• Salmo 51.5. Oremos.

Depravación total/depravacion radical (véase Efesios 2.1, Juan 6.44, Rom 8.7,8, Gen 6.5, 8.21). Todas
las personas son concebidas en pecado y nacidas como hijos de ira, incapaces para cualquier bien
que los salve, inclinados hacia el mal, muertos en sus pecados, y esclavos al pecado. Sin la gracia
regeneradora del Espíritu Santo ellos no están dispuestos ni son capaces de regresar a Dios, ni de
reformar su naturaleza distorsionada o incluso de disponerse a ser reformados (Mateo 19.26).

INTRODUCCIÓN. Repaso histórico.

Recordemos de forma breve el contenido de la primera sesión. Aunque las doctrinas de las que hablamos
se encuentran en la Biblia, existe oposición a ellas, desde el día que fueron pronunciadas hasta hoy. Una
de las razones de esta oposición es el orgullo del hombre, porque específicamente este conjunto de
doctrinas llamadas de la Gracia, como su nombre lo dice, colocan al hombre en su lugar correspondiente,
y a Dios, y Su gracia, donde corresponden también.

1
LAS DOCTRINAS DE LA GRACIA

Existen 2 periodos de gran oposición: en el siglo IV, durante le era de los Padres de la Iglesia, y en el
siglo XVI, durante la reforma protestante. 1 evento en el siglo IV, entre Aurelio Agustín y el monje Pelagio,
que se resolvió en el Concilio de Cartago. Y 2 eventos durante la Reforma, entre Martin Lutero y Erasmo
de Roterdam, que se resolvió en el Sinodo de Trento, y entre Juan Calvino y Jacobo Arminio, que se
resolvió en el Sínodo de Dort. Las doctrinas se habían debatido antes, durante y después de estos 3 casos,
pero mayormente en estos 3 casos.

DESARROLLO. Las consecuencias del pecado de Adán

LA CONTROVERSIA AGUSTINA-PELAGIANA.

El santo caos se desató cuando Agustín escribió en sus Confesiones, un libro que usted puede y lo
animamos a adquirir, que el hombre, a causa de su condición caída, no posee las cosas que Dios le pide,
ni tiene la capacidad de adquirirlas. Esto despertó una gran inconformidad en Pelagio, quien leyó en el
libro de Agustín una de sus oraciones que decía: “Señor, danos lo que ordenas, y ordena lo que
desees.” Déjeme explicarle esto. Agustín, un hombre entendido en la Biblia como pocos ¿por qué no
escribió “Señor, ordena lo que desees, y yo lo haré.”? Porque él reconocía que las exigencias de santidad
y obediencia de Dios no pueden ser cumplidas por el hombre en la condición en la que se encuentra.

Pelagio entendió lo que Agustín trataba de decir. Pero para Pelagio, no tenía sentido lo que Agustín
escribió, y por el contrario, lo percibió como un ataque a la libertad humana. “Agustin ¿Por qué te pediría
Dios hacer algo que tu no puedes hacer?” Por el contrario, pensaba Pelagio “Si Dios le pide al hombre
ser o hacer algo, es porque el hombre tiene la capacidad de serlo o hacerlo.”

La discusión entre Agustin y Pelagio fue llamada La Controversia Agustina-Pelagiana. Suena mas
complicado de lo que es en realidad. Lo que significa es simplemente que hubo una discusión entre
Agustin y Pelagio. Ahora, la controversia se desató por esa oración, pero no terminó ahí. La oración de
Agustin lanzó una pregunta al aire, y alrededor de esa pregunta giró toda la controversia: ¿El pecado
de Adán afectó su corazón y el de su descendencia? Pelagio respondió: no. Agustin respondió: sí.

Pelagio creía que el pecado de Adan tuvo consecuencias, pero meramente superficiales. Consecuencias
que lo lastimaron, pero que no dañaron el núcleo de su ser, sino solamente la superficie.

Pelagianismo: “El pecado de Adán tuvo sus consecuencias, pero no dañó su naturaleza (esencia,
corazón), ni a su descendencia. Sus descendientes nacen en la misma condición en la que Adan
fue creado: libres de pecado, buenos en su naturaleza y con la capacidad de obedecer, entender
y amar a Dios sin la necesidad de la intervención de la gracia divina. Es posible pecar, y
permanecer básicamente buenos. La gracia facilita nuestra búsqueda de Dios, mas no es
necesaria.

Esta controversia llamó la atención de la Iglesia, y en el año 412 d.C, convocaron una reunión para aclarar
el asunto de una vez por todas. A esta reunión se le conoce como el Concilio de Cartago (norte de
Africa). Y después de estudiar ambas posturas a la luz de la biblia, el concilio determinó que la postura
de Pelagio no era bíblica, sino una herejía (una mentira acerca de Dios), y que el hombre había sido

2
LAS DOCTRINAS DE LA GRACIA

afectado hasta la raíz, que el núcleo de nuestro ser, lo que la Biblia llama corazón, fue dañado a tal grado
que todo lo que el hombre siente, piensa, y hace está contaminado de pecado porque sale de un corazón
pecaminoso.

El concilio determinó que:

1. El corazón del hombre pasó de estar inclinado hacia el bien, a estar inclinado hacia el mal y
2. Debido al estado de su corazón, su naturaleza pecaminosa, pasó de hacer siempre el bien a hacer
siempre el mal (Gen 1.26,31; 6.5; 8.21). [uno de las cosas que Pelagio defendía era la inocencia
del hombre. Que aunque el hombre nacia siendo bueno, podía ser influenciado a hacer el mal
por el entorno que lo rodea, y que si continuaba por ese camino, no era debido a que esa fuera
su naturaleza sino a la influencia externa que lo condujo al pecado. Agustin y el Concilio de
Cartago respondieron a esto declarando que el entorno puede solo propiciar o acelerar la
manifestación de la condición natural del hombre; no crearla].
3. Pasó de complacer a Dios tanto en las obras como en las motivaciones, a sólo tener virtud civil*
y no una motivación que agrade a Dios (*obras que exteriormente se conforman a la ley de Dios,
pero no se consideran buenas porque Dios evalúa la motivación detrás del acto) (Salmo 14.2,3)
[no hay quien haga lo bueno. El texto es una evaluación divina de la humanidad, una
evaluación del hombre desde el punto de vista de Dios. Es una declaración, una proposición
universal negativa, es decir que no hay una sola persona que esté exenta en esta evaluación. Esta
declaración en forma negativa puede cambiarse por su forma positiva. Si no hay nadie que
haga lo bueno, significa entonces que todos hacen lo malo. La incapacidad de hacer lo
bueno es equivalente a decir que solo somos capaces de hacer lo malo]. [las leyes y el castigo
por infringirlas pueden limitar la expresión de nuestra naturaleza, o podemos tener virtud civil
con motivaciones personales o el aplauso de los hombres; en todos los casos, lo que está ausente
es el amor por Dios].

Ni siquiera uno. Deja en claro que esta declaración no es un poema, una metáfora, una
hipérbole, ni otra figura literaria, sino una declaración llana de la condición real del hombre.
4. Pasó de ser capaz de hacer, entender y amar el bien, a ser incapaz de hacer, entender y desear
el bien (hacer - Mt 7.17,18 el árbol; Rom 8.7,8; Jn 6.44, 65; entender – Efesios 4.17,18; Juan
8.43; Isaias 6.9-Mt 13.14; 1 co. 1.18-21, 2.14; hch 16.14; desear – Jn 8.42,44, Ef 2.3a).
5. El pecado de Adán afectó, no la superficie de su persona, sino su nucleo, la raíz y centro de su
ser. Cada una de sus facultades, incluyendo la voluntad, el entendimiento y las emociones fueron
corrompidas sin dejar una sola virtud afectada. La corrupción no proviene de los malos ejemplos
que en los demás hayamos podido ver, sino que salimos del vientre materno con la perversidad
que después exhibimos.

LA CONTROVERSIA MONEGISTA-SINERGISTA

3
LAS DOCTRINAS DE LA GRACIA

Aunque el Concilio de Cartago rechazó por completo las enseñanzas de Pelagio, pasó desapercibido para
la gran mayoría de los cristianos que Pelagio y sus seguidores habían sido catalogados como herejes, y
con el paso del tiempo sus doctrinas terminaron formando la teología de la Iglesia durante el
Oscurantismo o Edad Media. No fue sino hasta la Pre-reforma, que algunos monjes católicos
comenzaron a notar las diferencias entre la doctrina de la Iglesia y la de la Biblia. El mismo tema no
tardó en discutirse de nuevo, pero en esta ocasión la pregunta alrededor de la cuál giró la controversia
fue la siguiente: ¿Hasta qué grado fue afectado Adán a causa de su pecado?

En este debate participaron algunos hombres notables, pero se concentró especialmente en 2: Martin
Lutero, quien defendía la postura de la muerte espiritual del hombre, y Erasmo de Roterdam, quien
defendía la postura del hombre enfermo. En el análisis final, estas 2 posturas tenían consecuencias
graves en la doctrina de la salvación (soteriología), porque si todo lo que el pecado hizo en Adán fue
enfermarlo, entonces como cualquier enfermo en la vida, el hombre todavía podría hacer algo para
cooperar con la gracia de Dios, y así formar un equipo en donde el hombre enfermo pone de su parte al
obedecer las indicaciones de Dios, y Dios pone de su parte al proporcionarle al hombre lo que necesita
para recuperarse de su enfermedad. A esta postura de trabajo en equipo se le llamó Sinergismo. Syn =
conjunto, grupo + gismo = ergo, trabajo o tarea = trabajo en conjunto o tarea en equipo.

Los obispos y pastores de las congregaciones identificaron esta postura como una versión de las
doctrinas de Pelagio, pero que en lugar de describir al hombre como espiritualmente vivo, lo describían
ahora como espiritualmente enfermo. Debido a las similitudes que tiene con el Pelagianismo, el
Sinergismo se conoció también como Semi-pelagianismo. Esta postura se resumió así:

“El pecado de Adan lo afectó a él y a su descendencia, pero sin llegar a incapacitarlo para
obedecer, entender y amar a Dios, de manera que el hombre puede y coopera con la gracia de
Dios para alcanzar la salvación.” Era una forma de salvación por obras.

Martin Lutero respondió a Erasmo con su libro “La Cautividad de la Voluntad,” profesando la misma
teología que Agustin defendió. Martin Lutero creía que el nuevo nacimiento era la obra de Dios
solamente y que decir lo contrario era un ataque a la gloria de Dios, porque si el hombre participaba en
su salvación entonces el hombre podía llevarse algo de crédito por hacer algo tan maravilloso como es
la salvación.

Lutero y Erasmo intercambiaron respuestas a través de sus escritos y la controversia creció hasta llamar
la atención de la Iglesia Catolica. El asunto se consideró en el Concilio de Trento, en donde la Iglesia
Católica condenó las doctrinas de Lutero. Sin embargo, la Iglesia Alemana, después de la muerte su,
compiló una declaración de fe basada en las enseñanzas de Lutero en un libro llamado El Libro de la
Concordia, en el cual se escribió:

El hombre por si mismo o por sus poderes naturales, no puede contribuir nada ni ayudar a su
conversion. Y su conversion es no en parte, sino por completo una tarea, don, regalo y obra del
Espíritu Santo solamente, quien lleva la lleva a cabo y la efectua por Su virtud y poder, a través
de la Palabra en el entendimiento del corazón y voluntad del hombre. (Ef 2.1, 5; Col 2.13)

También podría gustarte