Franklin proponía usar 5 horas del día, de lunes a viernes –el fin de semana era para descansar–, del siguiente modo:
1) levantarte temprano para leer y escribir;
2) hacer una lista de objetivos y evaluar si se están cumpliendo; 3) asociarse con personas con ideas parecidas para intentar cambiar y mejorar el mundo; 4) llevar tus ideas a la práctica; 5) tomarse un tiempo en las mañanas y en las tardes para reflexionar.