Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Monición: En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén. Iniciamos una
nueva semana, a punto de finalizar este mes consagrado a María, por lo cual, mañana vamos
a clausurar con una solemne procesión y la coronación de nuestra Madre, como Reina y
superiora de nuestra comunidad educativa.
Lectura del santo evangelio según san Juan
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Así estaba escrito: el Mesías padecerá,
resucitará de entre los muertos al tercer día y en su nombre se predicará la conversión y el
perdón de los pecados a todos los pueblos, comenzando por Jerusalén. Ustedes son testigos
de esto. Yo les enviaré lo que mi Padre ha prometido; ustedes quédense en la ciudad, hasta
que se revistan de la fuerza de lo alto.» Después los sacó hacia Betania y, levantando las
manos, los bendijo. Y mientras los bendecía se separó de ellos, subiendo hacia el cielo. Ellos
se postraron ante él y se volvieron a Jerusalén con gran alegría; y estaban siempre en el
templo bendiciendo a Dios.
Palabra del Señor
REFLEXIÓN
La Ascensión no es cuestión de lugar, ni es sólo cuestión de la ausencia física de Jesús,
sino de una nueva presencia.
El Espíritu de Jesús, presente y actuante, ocupa el lugar de Jesús, inspira y eleva los
corazones, sopla donde quiere, abre los labios a la alabanza, hermana a sus seguidores
y hace creíble el testimonio de los creyentes.
La Ascensión de Jesús a la derecha del Padre no supone que quedemos abandonados a
nuestra suerte; al contrario, a partir de entonces podemos experimentar la plenitud de
Jesús dentro de nosotros.
Jesús ya no pertenece ni al tiempo, ni a una cultura determinada. Constituido Señor del
Universo, ascendido al Padre, pertenece ya a todos los hombres, a todas las épocas y a
todos los pueblos. Todos tenemos acceso a Él.
En nuestra comunidad educativa experimentamos esta presencia de Jesús de manera
cercana a través de los diferentes momentos escolares, pastorales y espirituales. Tal es
el caso de este tiempo que hemos consagrado a la Virgen María
ORACIÓN
Para que con la intercesión de la Virgen María experimentemos la presencia cercana del
Señor Resucitado. Rezamos tres veces el Ave María: Dios te salve María, llena eres de gracia
…. Invocamos la bendición del Señor. En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.
Amén.