¡VERGÜENZA INACEPTABLE!
Un sector del Poder Judicial quiere continuar con su “pedagogía de la muerte”: resuelven
sentencias con la figura de la “culpa” (pariente de lo accidental) que se asemejan a un tirón
de orejas.
Nos quieren seguir enroscando la víbora de que “el dolo es algo que sucede adentro de la
cabeza del criminal” y, por lo tanto, como no se ve, no hay forma de probarlo.
Presten ustedes atención a estos datos probados en el juicio al homicida de Luciano:
- Gonzalo Soria conducía muy borracho donde rige cero alcohol = Conducta dolosa.
- Soria conducía a 116,9 Km/H en una vía con máxima de 60 Km/H = Conducta dolosa.
- Soria vio a las víctimas (les hizo seña de luces) e igual las atropelló = Conducta dolosa.
- Soria se fugó del lugar del crimen sin asistir ni pedir auxilio = Conducta dolosa.
Gonzalo Soria ya había tenido episodios que lo sitúan como conductor peligroso que
desprecia la vida.
¿Necesitan que sigamos? ¿De verdad no pueden comprender esto?
Violar leyes y normas viales que es obligatorio conocer y cumplir configura,
automáticamente, asumir conscientemente situaciones de peligro para la vida. Significa
transformar conscientemente al vehículo en arma. Y si como resultado de esa decisión
consciente se producen daños o muertes, hay dolo ¡Hasta criaturas pequeñas en las
escuelas lo entienden!
Hay un sector del Poder Judicial que pretende que vivamos en peligro, entre homicidas que
manejan violando normas porque total, si matan, recibirán un tirón de orejas.
Señores Jueces y Fiscales: asuman la realidad de los hechos.
¡BASTA, A ESTO LA SOCIEDAD NO LO ACEPTA MÁS!