De acuerdo con el más reciente informe sobre la situación en Honduras, la Comisión
Interamericana de Derechos Humanos señala que existe una realidad que no se puede ocultar: “la persistencia de problemas estructurales como la pobreza, desigualdad y discriminación, la corrupción. La pobreza golpea a más del 67% de la población y la desigualdad coloca al país como el tercer más desigual del mundo, solo detrás de Sudáfrica y Haití, lo cual se agrava por la política tributaria que carga con más impuestos a las mayorías y por la debilidad institucional para luchar firmemente contra la corrupción. La mayor parte de los Hondureños viven en pobreza extrema y en violencia que vulnera sus derechos, según varias organizaciones mundiales. Sin olvidar que no cuentan con acceso a la educación. El último informe de Casa Alianza afirma que unos 435 mil Hondureños trabajan en diferentes rubros. Tegucigalpa y San Pedro Sula registran 15 mil personas que se encuentran en situación de calle o mendicidad. El director de Casa Alianza, confirmó que en los últimos cinco años la cifra de personas en esta situación pasó de 415 mil a 435 mil. Los Hondureños están entre las edades de seis años en adelante. Las áreas en que los Hondureños son forzados a trabajar son: La agricultura, agroindustria y labores domésticas. En agosto del año en curso, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) alertó que la pobreza en Honduras es la más severa en toda América Latina. Los indicadores son aún más abrumadores en indígena, afrodescendiente y con discapacidad.