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La Minería ilegal en Colombia viene acechando desde los siglos XIX y XX en la colonia antigua nueva grada cuando los primeros colonos observaron como las tribus indígenas trabajaban diferentes minerales como el oro, esmeraldas, cuarzos, entre otros. En el año 1886 la constitución retorna a la nación (llamada por esta constituyente la República de Colombia, como se le conoce a la nación hasta el día de hoy) todas las minas que se encontraban bajo dominio de los Estados Federados. En el siglo XIX
La Minería ilegal en Colombia viene acechando desde los siglos XIX y XX en la colonia antigua nueva grada cuando los primeros colonos observaron como las tribus indígenas trabajaban diferentes minerales como el oro, esmeraldas, cuarzos, entre otros. En el año 1886 la constitución retorna a la nación (llamada por esta constituyente la República de Colombia, como se le conoce a la nación hasta el día de hoy) todas las minas que se encontraban bajo dominio de los Estados Federados. En el siglo XIX
La Minería ilegal en Colombia viene acechando desde los siglos XIX y XX en la colonia antigua nueva grada cuando los primeros colonos observaron como las tribus indígenas trabajaban diferentes minerales como el oro, esmeraldas, cuarzos, entre otros. En el año 1886 la constitución retorna a la nación (llamada por esta constituyente la República de Colombia, como se le conoce a la nación hasta el día de hoy) todas las minas que se encontraban bajo dominio de los Estados Federados. En el siglo XIX
Se reportaron 39 canteras existentes en la Localidad de Usme, 28 en Ciudad Bolívar, 17 en
Rafael Uribe Uribe, 13 en San Cristóbal, 10 en Usaquén y una en Santa Fe. El informe de la Personería también detalló que un fallo del Consejo de Estado del 23 de junio de 2010 esta- bleció que en Bogotá la única zona compatible con la minería está en el área rural de la Lo - calidad de Ciudad Bolívar, adyacente a Soacha, y concluyó que los parques mineros indus- triales de Tunjuelo, Usme y El Mochuelo, no pueden seguir siendo explotados, así como otras zonas de Usaquén y la Sabana de Bogotá. De acuerdo con el informe, las canteras afectan a más de 826.000 habitantes que viven cerca de estas, debido al alto grado de emi- siones de partículas de polvo y combustibles tóxicos.