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El Tratado de Libre Comercio (TLC) entre Colombia y Estados Unidos fue firmado

el 27 de febrero de 2006 en el primer gobierno del ex presidente Álvaro Uribe


Vélez y después de más de cinco años de dilatado el proceso de ratificación por
parte del congreso Norteamericano, mediante un proceso de rondas, reuniones e
intervención de varias empresas que creían importante la entrada en vigor del TLC
y que finalmente culminó su proceso de ratificación en el Congreso
estadounidense en octubre de 2011.
Tras la VI Cumbre de las Américas, que se realizó entre el 9 y 15 de abril de 2012,
en Cartagena (Colombia), las autoridades de ambos países anunciaron la puesta
en marcha del TLC entre Colombia y Estados Unidos, el 15 de mayo de 2012; esta
cumbre es realizada por una serie de organismos multilaterales bajo el auspicio de
la Organización de los Estados Americanos (OEA), entre los lideres de los países
de Norteamérica, Centroamérica, Suramérica y el Caribe y la cual tiene alta
relevancia para los países del continente, ya que su principal objetivo es fomentar
la discusión de una variedad de temas que afectan al hemisferio occidental. El
TLC entre Colombia y Estado Unidos estuvo paralizado en el Congreso
estadounidense hasta octubre del año 2012, más de 5 años en el cual se
evidencio la oposición del Partido Demócrata a aprobarlo debido a la presión que
ejerce los sindicatos Estadounidenses en ese partido, así como las reiteradas
denuncias de violación de los derechos sindicales y laborales en Colombia y para
Colombia la negativa de los partidos de la oposición como son el Polo
Democrático y en cierta forma el partido Liberal Colombiano, que se oponían en su
momento a la puesta en marcha del tratado, aduciendo la ruptura de las procesos
de las empresas colombianas por la entrada de uno de los mercados más grandes
del mundo.
Es un reto para Colombia la puesta en marcha de este (TLC) y más cuando la
crisis financiera está azotando una de las potencias del mundo, lo cual contrajo la
demanda interna en Estados Unidos, la baja en los precios de las materias primas
y los productos agrícolas y la fluctuación hacia la baja de la tasa de cambio, no ha
permitido que la balanza comercial Colombiana sea positiva, sin embargo hemos
comprobado casos exitosos de exportadores que entraron al comercio
Norteamericano con mucha fuerza y que ahora se posicionan en ese mercado por
su calidad, precio e innovación.
El TLC se define como un acuerdo comercial regional o bilateral para ampliar el
mercado de bienes y servicios entre los países participantes, el cual tiene el objeto
de eliminar o rebajar sustancial los aranceles para los bienes entre las partes y
lograr acuerdos en materia de servicios. Este acuerdo se rige por las reglas de
la Organización Mundial del Comercio o por mutuo acuerdo entre los países.
Es importante destacar que entre Colombia y Estados Unidos la firma del Tratado
tiene sus antecedentes con los programas de Atpa (La Ley de Preferencias
Arancelaria Andina) un programa a través del cual Estados Unidos concede
entrada de mercancía libre de impuestos a Bolivia, Colombia, Ecuador y Perú. La
Ley de Preferencias Arancelarias Andina fue promulgada el 4 de diciembre de
1991. El objetivo de la "ATPA" es combatir la producción de narcóticos y el
narcotráfico mediante el otorgamiento de beneficios comerciales para ayudar a los
países a diversificar y fortalecer industrias legítimas.

En el marco de la Ley de Comercio de 2002, la "ATPA", que terminaría el 4 de


diciembre de 2001, se extendió mediante la Ley de Preferencias Arancelarias
Andinas y Erradicación de Drogas ("ATPDEA") que fue firmada el 6 de agosto de
2002 y registrada como Ley 107-210. 

A partir de estos eventos surgen nuevas actas entre los congresos de ambos
gobiernos los cuales dieron el inicio y finalmente la firma de las negociaciones del
TLC.

Además del TLC con Estados Unidos, conocido como Acuerdo de promoción
Comercial, Colombia ha firmado diversos Tratados de Libre Comercio con otros
países y que a la fecha están en vigencia tales como; TLC con el Triangulo Norte
de Centro América, (Guatemala, El salvador y Honduras); TLC con Chile, TLC con
México, TLC con Canadá y TLC con la Unión Europea.

Los sectores beneficiados serán principalmente, industriales, agropecuarios y de


servicios, no obstante, se establecen también amplios plazos de desgravación, un
periodo de cinco años para algunos productos agrícolas, y productos de la
industria como papel, tintas, hierro y acero y partes de vehículos.

La mayoría de los productos importados por Colombia son maquinarias, equipos,


vehículos y sus partes, teléfonos y accesorios, medicamentos, entre otros.

El Tratado del Libre Comercio no solo abarca una integración económica, social y
política regional, esto conlleva también aspectos de presupuesto, política fiscal,
movimiento de personas, mejoras ambientales, mutua cooperación, solución de
controversias y organismos políticos comunes.
Este tratado es una gran oportunidad para la producción colombiana, para
aumentar la inversión y competitividad, lograr la expansión hacia un gran mercado
y la generación de empleo, ya que la economía de un país no se mide solo por el
Pib que produzca sino también por la burocracia y poder político que establezcan. 

A pesar de las innumerables críticas al TLC Colombia- E.U, sobre todo para
aquellos trabajadores que conforman las centrales sindicales, los cuales
manifiestan estar en desacuerdo con dicha implementación por verse afectados
directamente, ocasionando precariedad en las condiciones laborales en el país,
violencia sindical, y por verse afectados sectores como el campesino.

A tan evidente oposición, es preciso aclarar que en el largo plazo del tratado se
verán reflejado los beneficios esperados logrando una economía más globalizada,
a pesar que algunos sectores de la economía se vean afectados y no estén
preparados para afrontar dicho Tratado, se podrán diseñar posibles alternativas
para mejorar su sostenimiento y evitar su deterioro.
El cierre de la negociación del Tratado de Libre Comercio –TLC- de Colombia
con los Estados Unidos representa un gran éxito de la política de integración
comercial con el mundo, que viene adelantando el gobierno colombiano. Con
el TLC, Colombia logra acceso preferencial permanente a los Estados
Unidos, que se suma al que ya tenemos en México y los países de
Suramérica.
Colombia ahora hará parte de un reducido grupo de países con acceso
preferencial al mercado estadounidense. Este acceso privilegiado es una gran
oportunidad para nuestro país, es el espacio comercial que necesitamos para
aprovechar nuestra energía empresarial y transformarla en bienestar y
riqueza para todos. Los colombianos tenemos grandes cualidades. Podemos
competir con el resto del mundo exitosamente. El TLC abre oportunidades y
retos y los colombianos, mediante un trabajo conjunto entre el gobierno y los
ciudadanos, estamos a la altura del momento histórico y podemos hacer los
ajustes y cambios que determinarán un mejor futuro para todos nosotros.

La integración comercial con el mercado más grande del mundo convierte a


Colombia en una plataforma de exportaciones y nos convierte en un polo
atractivo para la inversión nacional y extranjera. Más inversiones y más capital
son el complemento ideal para impulsar nuestro espíritu empresarial.

El TLC es una gran oportunidad histórica para Colombia por tres razones. En
primer lugar, estamos aprovechando la oportunidad de consolidar para el país
las preferencias que nos fueron otorgadas en el ATPDEA, gracias a las cuales
han evolucionado importantes renglones de exportación como las flores, los
textiles, el calzado, y los cigarrillos, sólo para citar algunos casos. ATPDEA
representó US$ 4.935 millones de exportaciones en 2005, el 52.8% de lo
exportado a EEUU. En segundo lugar, estamos ganando espacio en
comparación con otros países que son nuestros directos competidores en el
ámbito internacional. Los países que ya tienen un TLC como Chile, México y
los países centroamericanos no podrán tomarnos ventaja ganando un espacio
comercial importantísimo para Colombia, sin el cual nuestras exportaciones se
reducirían considerablemente y los demás países serían mucho más
atractivos para nuevas inversiones. En tercer lugar, estamos ganando una
herramienta muy importante para ganar competitividad y para conquistar
mercados antes de que países como China e India lo hagan.
Estados Unidos es la mayor economía del mundo (32% del PIB del mundo
en 2003) y es un mercado con alto poder de compra; su ingreso per cápita en
2004 fue de US$ 35.500, en tanto que el de Colombia fue de US$ 2.000. Es
una economía que compró a los demás países del mundo bienes por US$ 1.4
billones en 2004, que equivalen a casi 200 veces nuestras exportaciones
hacia ese mercado.

Un acuerdo comercial como el que se acaba de negociar tiene implicaciones


económicas notables por la importancia relativa de Estados Unidos y por los
positivos impactos económicos en el empleo y la disminución de la pobreza.

El TLC es el complemento necesario de otras políticas gubernamentales


orientadas al logro de mayores tasas de crecimiento económico. Los
estudios indican que el crecimiento de la economía puede estar hasta en
4.2% como consecuencia del TLC, y el empleo crecerá en al menos 380 mil
puestos de trabajo en un período de 5 años. Adicionalmente, el TLC es un
factor que hace atractiva la inversión extranjera en el país. Un estudio del
Banco de la República estima que entre 2007 y 2010 los flujos de inversión
crecerían en US$2.135 millones como resultado del TLC. La experiencia
internacional muestra que estos resultados son factibles en economías que se
integran más a la economía mundial.
La entrada en vigor de este acuerdo de promoción comercial abre un abanico
de posibilidades para que un país como Colombia tome ventaja de esto y se
vuelva más competitivo, ya que este ejercicio permite “un mayor acceso del
aparato productivo colombiano a la adquisición de bienes de capital,
fundamentalmente maquinaria y equipo importada de los Estados Unidos por
la eliminación inmediata de la gran mayoría de los aranceles (entre el 5% y el
20%). El efecto será un incremento de competitividad para todo el aparato
productivo nacional tanto industrial como agropecuario.” (Ministerio de
Comercio, Industria y Turismo, 2006) “El esquema de desgravación
arancelaria acordada para el ámbito industrial maximiza las oportunidades
competitivas de nuestro aparato productivo. Abre el acceso libre de aranceles
para el 99% de los productos de exportación colombiana de manera
inmediata. Colombia otorga desgravación inmediata para el 82% de nuestras
exportaciones a Estados Unidos, la mayor parte bienes de capital o bienes no
producidos en el país.” (Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, 2006).
Según estudios realizados por el Banco Mundial sobre el Tratado de Libre
Comercio entre Colombia y Estados Unidos, los sectores que se verán más
beneficiados son: pesca, petróleo y gas, azúcar, textiles y prendas de vestir,
cueros, calzados, industrias de porcelana y joyería.

El Tratado reconoce que existe la necesidad de fortalecer la capacidad


comercial de Colombia y por ende se busca impulsarla, construir mejores
condiciones comerciales y crear valor en diversas áreas. Esta necesidad se
reconoce como una de las funciones de la Comisión Administradora del
Tratado y para implementar este fortalecimiento mismo se crea el Comité para
el Fortalecimiento de las Capacidades Comerciales. Este comité se encarga
de gestionar los procesos de cooperación internacional a partir de una
estrategia nacional de cooperación definida por Colombia. Desde el inicio de
la negociación se ha convocado diferentes fuentes de cooperación, públicas y
privadas, entre las que se encuentran agencias del gobierno de EEUU, la
Corporación Andina de Fomento –CAF-, el Banco Interamericano de
Desarrollo –BID-, la Organización de Estados Americanos – OEA- y la
Comisión Económica para América Latina –CEPAL-. Cabe resaltar que
dentro del Tratado se usan recursos de cooperación técnica internacional y
no de deuda pública.

La observación y análisis de la evolución de un TLC representa la posibilidad


de identificar las desventajas y ventajas que este puede representar para las
empresas colombianas. Las entidades estatales son un arma fundamental
para el aprovechamiento máximo de las oportunidades que brinda un acuerdo
de este nivel para las empresas, y de igual manera para la preparación de las
posibles desventajas que este puede representar.
El gobierno colombiano al firmar un tratado de libre comercio con estados unidos
se ve obligado a enfrentarse a las ventajas y desventajas que presenta este tipo
de acuerdos.
A nivel de ventajas la firma de este tratado favorece a muchas empresas
colombianas, ya que les da la posibilidad de exportar sus productos hacia el norte
del continente americano, beneficiando así al Sector agropecuario principalmente,
el sector industrial (cosméticos, calzado, confecciones), de servicios y las Pymes,
permitiéndoles competir con países que están dentro de este mercado al mismo
nivel. Países como son Países Bajos, Hong Kong y Corea. Irlanda, Nueza
Zelanda, Países Bajos y Brasil.
Según cifras del gobierno colombiano mas de 8 mil empresas han podido exportar
sus productos a estados unidos, mas de 286 productos nuevos han ingresado en
exportaciones a ese mercado con pocos aranceles, por otro lado, Colombia ha
aumentado las exportaciones no minero-energéticas.
También este tratado ha atraído nuevas inversiones, ya que ha generado
seguridad y estabilidad para los inversionistas estadounidenses que le han
permitido confiar en Colombia como destino. Durante el periodo de vigencia del
Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos han llegado desde dicho país
capitales por USD 13.908,5 millones hasta el 2017.gracias a la llegada de nuevos
inversionistas, desde estados unidos han llegado miles de turistas, tanta ha sido la
llegada de turistas que es Estados Unidos se convirtió en el segundo país que
más viajeros emitió a Colombia
Los productores nacionales que han aprovechado estas ventajas han tenido que
hacer grandes esfuerzos para cumplir con todos los estándares de calidad,
capacitando constantemente su capital humano, disminuyendo los sobrecostos si
dejar de lado la tecnología y la automatización de los procesos.
Después de haber comentado sobre las ventajas que supuestamente nos deja
este tratado pasamos a las desventajas. Entre las desventajas se puede
considerar que ingresarán muchos productos al país, pretendiendo reemplazar el
ya fabricado, generando así perdida y perturbaciones de tipo tributario al no
albergar esos impuestos por concepto de las importaciones, las pequeñas
empresas no tendrán como competir a nivel internacional ocasionando que se
vean estancadas y limitándose a la fabricación de productos solo para los pocos
clientes locales que puedan quedar, el sector productivo igualmente será
perjudicado al no recibir el apoyo esperado tanto para el cultivo como la cosecha
de sus productos, logrando así perdidas económicas por la no compra de su
laboreo. Por otro lado, cabe destacar que ha Colombia no le ha favorecido de
mucho este tratado ya que ha desacelerado el crecimiento del país según cifras
del DANE. Si bien el tratado ha facilitado muchas cosas en ese tratado Colombia
no esta en igualdad de condiciones frente a estados unidos. Por otro lado el país
se ha visto en desventaja debido a que esta muy mal parado mundialmente en
cuanto a las Tecnologías de la información y la comunicación (TIC).

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