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EL EMPRENDEDOR
ESTUDIANTE:
CODIGO D0105733
MATERIA:
ESPIRITU EMPRESARIAL
DOCENTE:
YOLANDA HERNANDEZ
En primera instancia, el emprendimiento se relaciona con la noción del ser como actor
principal, que crea su realidad, se relaciona con un individuo responsable de sus acciones, que
busca su crecimiento personal y profesional, y que es responsable de identificar y desarrollar
oportunidades para mejorar su entorno, y por ende calidad de vida. De forma que el
emprendimiento revela la motivación y la capacidad de una persona de identificar una oportunidad
y trabajar por conseguir un nuevo logro económico.
De igual forma, la innovación es otro factor determinante del emprendimiento, que incluye
la creatividad y el conocimiento. La creatividad es una capacidad que junto con la actitud para
aprovechar oportunidades propias del emprendimiento da lugar a grandes innovaciones muy
beneficiosas para la empresa y los individuos. Un emprendedor tiene esa capacidad de generar y
hacer realidad nuevas ideas con eficacia lo que le permite dar forma a la idea inicial dando lugar a
nuevos productos, procesos o servicios (innovación). El emprendedor tiene la capacidad de
percibir una oportunidad en un nuevo mercado y/o nuevo servicio y/o avance tecnológico
definiendo, diseñando, produciendo un invento (Montoya, 2015).
A su vez, el emprendimiento guarda una relación muy estrecha con la motivación al logro
siendo esta la que hace que las personas se establezcan metas, a partir de las cuales empieza a
trabajar en diseñar e implementar estrategias para el logro de las mismas y a aumentar su
desempeño para obtener muy buenos resultados. Por tanto, la motivación genera comportamientos
que lleven a establecer metas específicas y a buscar lograrlas para satisfacer necesidades de la
persona.
Shapero (1985 citado por Marulanda y Morales, pág 16), afirma que “son más propensas a
la creación de empresas aquellas culturas que valoran el ser negociante, el emprendimiento y los
comportamientos asociados a estas actividades, como la independencia, la innovación y la toma
de riesgos.”
De forma tal, se puede pensar en el emprendimiento como aquel que hace que la persona
tenga el logro como motivación lo cual lleva al desarrollo de nuevos proyectos, manejo eficiente
de la incertidumbre, toma de riesgos. El emprendimiento hace que la persona se fije metas, retando
sus capacidades y haciendo que cuando se alcanzan estas metas, el individuo se fije unas de mayor
dificultad, se exija más para lograr mejores desempeños para posicionarse mejor en el mercado.
En este sentido, el fomento del emprendimiento requiere que los gobiernos aseguren un
entorno de estabilidad económica, baja inflación, etc., que sea favorable para la creación de
empresas y que impulse su crecimiento. Además, que los gobiernos desarrollen medidas a favor
de las PYMES y de ayuda a los emprendedores. Sumado a todo ello, el fomento del
emprendimiento exige una educación que se oriente a promoverlo y mostrar la contribución de
este al desarrollo personal y profesional, de ahí, se deben dar cursos sobre creación de empresa
que motiven y preparen para el emprendimiento. También se debe brindar capacitaciones y
acompañamiento permanente a los emprendedores. Esta es una forma de enfrentar las barreras más
comunes a la creación de empresa, la falta de recursos económicos y la falta de conocimientos y
experiencia.
En Colombia, para fomentar la cultura empresarial, se creó la Ley 1014 de enero de 2006.
Esta ley establece la obligación de impartir cursos de emprendimiento para fomentar la cultura
empresarial ya que está claro que la educación empresarial (desarrollar en los estudiantes una serie
de conocimientos, acciones, formación en competencias emprendedoras, fomento de la
independencia y del capital creativo de la persona. y valores en empresarios de base universitaria)
juega un papel importante en el propósito de promover el emprendimiento de forma que los
estudiantes se motiven a ser empresarios, que en lo posible lleve a crear una Colombia de
empresarios (Álvarez y Matos, 2014). Pero se necesita que estos empresarios creen buenas
empresarias es decir que trabajen en fortalecerlas y desarrollarlas para que sean empresas que
realmente generen desarrollo económico y que creen la cultura para las generaciones futuras de
que vale la pena crear empresa.
Por tanto, se establece que si es necesario formar y educar personas con emprendimiento,
de tal forma, que al graduarse, creen empresas y generen empleo contribuyendo al desarrollo
económico y social de los países.
Bibliografía