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Morteros, Definición y Clasificación
Morteros, Definición y Clasificación
Definición y Clasificación
Definición:
Se denomina mortero a toda materia plástica obtenida por mezcla de uno o varios
conglomerantes, arena, agua y posibles aditivos (de estos últimos puede carecer).
Clasificación:
Morteros especiales:
Morteros de cemento-cola.
Morteros hidrófugos.
Morteros coloreados.
Morteros expansivos o sin retracción.
Morteros ligeros.
Morteros sin finos.
Morteros con aireante.
Morteros ignífugos.
Morteros refractarios.
Morteros aislantes.
Los morteros con escasez de cemento dan morteros ásperos, por entrar en
fricción los granos de arena que los componen y son difíciles de trabajar. Si por el
contrario, la cantidad de cemento que contiene es excesiva, producirá
retracciones, apareciendo fisuras.
Mortero de cal:
Formados por cal y arena. La cal puede ser aérea o hidráulica, de diferentes tipos y
que están reflejadas en las normas UNE 41.066, 41.067 y 41.068. En cualquier
caso, las resistencias mecánicas de estos morteros son bajas y en particular los
confeccionados con cal aérea, si bien en un mortero, muchas veces, no se pretende
tener resistencias mecánicas altas y son más importantes otras propiedades como
pueden ser la plasticidad, trabajabilidad, el color, etc.
Morteros de cemento-cola:
Se denominan de esta forma a aquellos morteros a los que se ha añadido una serie
de productos de origen orgánico o inorgánico que pueden proporcionarles
características especiales, tales como aire antes; fluidificantes, activadores o
retardadores del fraguado, anticongelantes, hidrófugantes, etc. , así como lograr
que sean expansivos u obtengan una coloración determinada.
Morteros ignífugos:
Son morteros que se emplean para revestir estructuras metálicas, formadas por
elementos de acero, o cualquier otro elemento al que se le tenga que proporcionar
resistencia al fuego.
Actúan como protector del elemento sobre el que se aplica. Son morteros en los
cuales se sustituye la arena, parcial o totalmente, por materiales resistentes al
fuego, como puede ser el asbesto o amianto previamente preparado. Su aplicación
deberá cumplir lo especificado en las normas NBE-IPF y NBE-CPI-81.
Morteros refractarios:
Son morteros que se fabrican empleando sólo arenas que contengan la fracción
gruesa, suprimiendo todos los tamaños de sus granos que pasan por el tamiz de 1,25
mm de luz de malla de la serie UNE- 7050. La relación w/c es muy baja. Se
caracterizan estos morteros por presentar, una vez endurecidos, una masa con
muchos huecos (porosa). Se utilizan principal- mente para la fabricación de piezas
de mortero aligerado (de poco peso o densidad) y para pavimentos filtrantes.
Conglomerantes:
Los conglomerantes que se emplean para la confección de los morteros son las
cuales y los cementos, en sus diversos tipos y clases.
Cales:
Cementos:
Arena:
Las arenas cuyos granos son angulosos y ásperos dan morteros broncos de peor
trabajabilidad que las de granos lisos y redondeados.
Las arenas que tienen los granos en forma de laja, laminares o aciculares, deben
emplearse única y exclusivamente cuando se quiera obtener morteros poco
compactos, pues se acuñan con facilidad, dejando huecos y dan morteros poco
compactos.
Río: Sus yacimientos se encuentran en los cursos de los ríos de cauce actual. Sus
granos, según el tramo en curso, pueden ser de aristas vivas, vivas y redondeadas,
o totalmente redondeadas. Las arenas de aristas vivas dan morteros de difícil
trabajabilidad y si no se toman precauciones pueden presentar poca compacidad,
debido al acuñamiento de sus granos; por pertenecer al curso superior de los ríos,
salvo en épocas de avenidas, se presentan limpias; las de los cursos inferiores
suelen tener ausencia de fracción gruesa de sus granos y un mayor porcentaje de
arcilla y limos.
Playa: Estas arenas, según las zonas costeras, serán de un tipo de roca distinto;
todas: tienen granulometría unimodular y, salvo excepciones, son finas. Debido a las
sales del agua de mar, se hace necesario su lavado, previo a la utilización.
Duna: Este tipo de arena suele tener las aristas desgastadas por la acción eólica.
Su granulometría es unimodular, dando mala compacidad a los morteros.
Granulometría continua: Son aquellas en las que están presentes todos los
tamaños de granos que definen una arena.
Granulometría discontinua: Son aquellas a las que les falta una fracción
intermedia de su granulometría.
Granulometría unimodular: Son aquellas que solo poseen uno o dos tamaños de
los que caracterizan a la arena.
Por lo visto hasta ahora, se puede decir que las arenas generalmente empleadas en
construcción no presentan una composición química uniforme, por proceder de
yacimientos producidos por sedimentación en los ríos, torrentes, playas o depósitos
aluviales antiguos, donde se han mezclado productos clásticos de muy diversa
procedencia; no obstante, para su empleo en construcción, como componente de
morteros para uso en fábricas resistentes de ladrillo, deben de observarse las
siguientes recomendaciones:
Que sean puras, estables y limpias (es decir, estar exentas de impurezas tales
como mica, algez, feldespato descompuesto, pirita granulada y sustancias que en
general resulten nocivas para los morteros, por retrasar el fraguado del
conglomerante o debilitar su resistencia), admitiéndose, no obstante, una presencia
global de impurezas de hasta el 2% del total del árido, tal como lo expresa en su
apartado 3.1.3 la N BE FL-90 para muros resistentes de fábrica de ladrillo.
Además del exceso de agua, la humedad de la arena puede producir otro efecto
pernicioso, ya que, con ciertos grados de humedad, la arena experimenta un
aumento de volumen que se conoce con el nombre de entumecimiento.
Si a partir de un determinado volumen de arena saturada, se aumenta la humedad,
poco a poco se va produciendo un aumento de volumen hasta llegar aun máximo y
decrecer después, llegando a ocupar el mismo volumen que al principio cuando la
arena está totalmente empapada.
Este fenómeno es tanto más acentuado cuanto más fina es la arena, llegando a
producirse un aumento de volumen del orden de140% con una cantidad de agua del
orden del 8 al 9%.
Densidad de la arena
La densidad de conjunto de una arena o PESO POR LITRO, varía entre 1,2 y 1,7
Kg/dm3 y la densidad relativa estará comprendida entre 2,5 y 2,7 Kg/dm3,
pudiéndose tomar como promedio aproximado 1,5 Kg/dm3 y 2,6 Kg/dm3,
respectivamente. Todos estos son valores orientativos; para la determinación
exacta, se seguirán los métodos de ensayo de las normas UNE correspondientes.
Las arenas deberán almacenarse de tal forma que queden protegidos de una posible
contaminación por el ambiente y especialmente, por el terreno.
Granulometría
Ya se ha indicado que el tamaño de los granos de la arena tiene una gran influencia
sobre la compacidad, impermeabilidad y resistencias mecánicas de los morteros.
Definición de granulometría:
Para determinar la línea granulométrica de una arena los tipos de tamices más
comúnmente empleados son los de la serie UNE 7050.
Las aberturas de los tamices de la serie UNE 7.050 son las siguientes:
Tamiz
Abertura en milímetros
Líneas granulométricas:
Total, se expresa por una línea dibujada con unos ejes coordenados. Esta línea
recibe el nombre de línea granulométrica
Se tamiza la arena sobre la serie de tamices de 5 -2,5 -1,25 -0,63 -0,32 -0,16 mm.
Sumando a lo que retiene cada tamiz lo que ha quedado retenido en los tamices de
luz de malla mayor, obtenemos la cantidad de gramos que existen en esa arena con
dimensión mayor que la luz de malla de ese tamiz, (lo llamaremos PESO RETENIDO
y ACUMULADO, y nos expresa la cantidad de arena que retendría ese tamiz si la
muestra no se hubiese hecho pasar por los tamices de luz de malla mayor).
Sabiendo el porcentaje que retiene cada tamiz, podemos calcular el porcentaje que
pasa por un determinado tamiz restando de 100 el porcentaje retenido y
acumulado en él, (lo llamaremos TANTO POR CIENTO QUE PASA).
Los resultados así obtenidos se llevan sobre un gráfico, donde las abscisas
representan las aberturas de los tamices y las ordenadas el porcentaje del árido
que pasa. La curva así obtenida recibe el nombre de Línea granulométrica.
Mezclas de arenas:
El Agua De Amasado:
Porosidad Y Permeabilidad
Porosidad:
Se puede definir la porosidad en un mortero, como los huecos existentes que son
susceptibles de colmatarse de un líquido que accede por capilaridad o presión.
Permeabilidad:
Una de la principales propiedades que debe tener un mortero para poderse utilizar
en revestimientos exteriores, es la impermeabilidad.
Para una correcta utilización de los morteros es necesario realizar una correcta
dosificación.
Definición:
C: cemento.
ca: cal.
A: arena.
W: agua.
C: ca: a: w
1: ca: a: w
1: a: w
Cada uno de estos componentes tiene una misión definida. Los conglomerantes,
cuya misión es de ligante de la masa, le comunican al mortero las características
esenciales que se ponen de manifiesto después del endurecimiento, siendo
necesaria la presencia de agua para hidratar el cemento y dar plasticidad a la masa.
En todo caso, se debe conseguir la mayor compacidad posible del conjunto, por lo
que se tratara de llenar los huecos de la arena con conglomerante ya su vez los
huecos del conglomerante con agua, consiguiéndose entonces que el volumen
relativo de los componentes sea igual al volumen del mortero resultante.
Ahora bien, en general, no nos es posible obtener de una manera sencilla los
volúmenes relativos de los productos granulares que componen los morteros, siendo
más sencillo obtener los volúmenes aparentes o de conjunto de los mismos,
estudiándose las relaciones entre ambos volúmenes en el apartado siguiente.
Dosificación de morteros:
Pm = Pc + Pa + Pw
Siendo:
Dosificación en volumen:
En la que Pah es el peso total de arena húmeda. Esta Pah se puede descomponer en
dos sumandos:
Resistencias:
Cuando se emplea el mortero para unir piezas de una fábrica resistente, este actúa
como elemento resistente. Estas resistencias se combinan con las de otros
elementos constructivos (ladrillos, bloques de hormigón, etc.).
Por lo expuesto las medidas directas de resistencia sobre el mortero no son válidas
para conocer la resistencia de la obra realizada con él, pero son el criterio
adoptado por las Normas Internacionales, puesto que permiten un control
estadístico del mortero en sí, independientemente de los otros materiales de
construcción.
Resistencia a flexión:
La resistencia a flexión del mortero será el valor medio de los 3 valores obtenidos
expresado en Kp/cm2.
Resistencia a compresión:
Para determinarla, cada uno de los trozos del prisma roto por flexión, se ensaya
después a compresión, ejerciendo el esfuerzo sobre una sección de 4x4 cm. La
resistencia a compresión del mortero será el valor medio de los 6 valores
obtenidos, expresado en Kp/cm2.
Adherencia:
La adherencia es la capacidad del mortero de absorber tensiones normales o
tangenciales a la superficie mortero-base. En principio, es la principal cualidad que
se exige aun mortero, ya que de ella depende la resistencia de los muros frente a
solicitaciones de cargas excéntricas, transversales, o de pandeo, la estabilidad de
los recubrimientos bajo tracciones externas o internas, y la perfecta unión de
azulejos o losas a sus bases respectivas.
En general para bases muy porosas (ladrillos, losetas y tejas cerámicas, bloques de
hormigón celular, etc.), se recomienda la humectación para evitar una succión
excesiva.
Retracción:
Si se trata de un mortero, la arena actúa como esqueleto sólido que evita en parte
los cambios volumétricos por secado y el peligro de agrietamiento subsiguiente. Si
el secado es lento, el mortero tiene tiempo de alcanzar suficiente resistencia a
tracción como para soportar las tensiones internas que se forman; pero cuando el
tiempo es caluroso o con fuerte viento, que favorece la evaporación, la perdida de
agua origina grietas de retracción, fácilmente apreciables en los recubrimientos a
los que divide en porciones más o menos poligonales.
Estos riesgos aumentan con el espesor del recubrimiento, así como con la riqueza
en conglomerante del mortero. Por ello, cuando se realiza un recubrimiento por
capas, debe protegerse cada una de ellas de la evaporación excesiva, y no aplicar
una segunda capa si la primera todavía no ha desarrollado toda su retracción, y se
recomienda el empleo de morteros con arena de buena granulometría, no
excesivamente fina. Para disminuir la velocidad de evaporación se aconseja cubrir
la fábrica de ladrillo o los recubrimientos recientes, con arpilleras humedecidas o
telas de plástico, o regar frecuentemente con agua.
Durabilidad:
Heladicidad:
Se evitan los peligros de helada a edad temprana con el uso de morteros más ricos,
que alcanzan mayores resistencias iniciales, capaces, por tanto, de soportar sin
daños la presión.
Pero en tiempo frío, no solo el mortero esta expuesto a las bajas temperaturas.
También las bases muy húmedas pueden sufrir descascarillados y grietas por
efecto de la congelación. Se deberá evitar, por consiguiente, la practica de
humedecer los ladrillos o soportes de enfoscados en tiempo frío, y se desecharan
los materiales que presenten hielo o escarcha. El agua de amasado o los áridos,
pueden calentarse antes de su empleo en la confección del mortero, pero
manteniendo siempre la temperatura de este alrededor de 10°C. La obra se
protegerá del frío con arpilleras o calefacción (preferentemente calor húmedo),
pero evitando las corrientes de convección que puedan provocar grietas de
retracción, y el uso de hogueras que manchen los recubrimientos.
Penetración de humedad:
Eflorescencias:
Las eflorescencias pueden ser debidas a cualquier sal soluble, pero las más
frecuentes son las producidas por sulfatos, nitratos y cloruros. Las sales, sobre
todo el SO4Na2 pueden provenir del ladrillo, del cemento, del árido, del agua, de
reacciones ladrillo-mortero, del suelo y de los aditivos.
El mortero puede ser atacado por productos sólidos, líquidos y gaseosos. Los
sólidos pueden realizar un ataque puramente mecánico, por ejemplo, por abrasión
debida al polvo arrastrado por el viento, roces de diversos elementos sobre el
muro, etc. Para evitarlo, se puede proteger la superficie del mortero con
endurecedores del tipo de los filosilicatos de cinc y aluminio, impregnaciones con
resinas, etc.
Los líquidos agresivos pueden serlo por sí mismos, o por las sales que llevan
disueltas, como los que pueden provocar eflorescencias, o productos expansivos
con el mortero. El ataque por suelos agresivos, se realiza a través de las aguas de
lluvia, que disuelven los iones peligrosos (SO4= Cl-, NO3-, H+, etc.).
Los que poseen carácter ácido (ácidos minerales, ácidos orgánicos procedentes de
fermentaciones de productos alimenticios como vinagres, leche, vino, ciertos
productos de limpieza, etc.). Atacan porque este posee carácter básico, de Ph
aproximadamente igual a 11, e incluso superiores en los morteros bastardos.
Aguas muy puras (agua de deshielo, agua de condensación), que disuelven las sales
del mortero. .
Entre los gases corrosivos para el mortero, los más corrientes son:
Choque térmico:
Consistencia:
Cuando la consistencia es seca, el conglomerante solo rellena los huecos entre los
áridos, quedando estos en contacto, con los rozamientos subsiguientes entre
partículas, que se traducen en masas ásperas e intrabajables.
Entre estas situaciones, existen casos intermedios, siendo la zona que rodea a la
consistencia plástica la de mejor trabajabilidad.
Granulometría de la arena.
Aditivos.
Tipo de conglomerante.
Todos ellos influyen para lograr que la pasta conglomerante sea capaz de bañar la
superficie del árido. Por ejemplo, a igualdad de los otros factores, el aumento del
agua de amasado incrementa la cantidad de pasta susceptible de mojar la arena.
Retención de agua:
Segregación de la arena:
La medida de los componentes, para cada amasada, debe hacerse en peso ya que las
medidas en volumen son más imprecisas, a causa de la humedad y la compactación.
El agua puede medirse en volumen, puesto que en este caso la precisión es la misma
en peso y en volumen.
En general es más económico que el amasado a mano (salvo que se trate de una
cantidad pequeña).
Con temperaturas inferiores a 5°C, debe calentarse el agua de amasado para evitar
el riesgo de helada.
Tiempo de utilización:
Una vez amasado el mortero puede ajustarse su consistencia por amasado manual
con más agua. Si el mortero no se usa de modo inmediato, debe colocarse al abrigo
de la intemperie hasta su utilización, protegido de una evaporación excesiva o del
frío, con plásticos o arpilleras.
MORTEROS INDUSTRIALES
El mortero es, por su naturaleza, un material complejo, de tal forma que sus
propiedades dependen fundamentalmente de la clase y cantidad de los
componentes empleados en su elaboración, del sistema de fabricación utilizado, que
debe proporcionar mezclas estadísticamente homogéneas, y de su correcta puesta
en obra. Variables, todas ellas, que convenientemente seleccionadas y utilizadas
permiten obtener morteros de calidad aptos para el fin deseado.
Estos motivos han originado la sustitución, cada vez más generalizada, de los
morteros confeccionados en obra, sin garantía de una correcta dosificación ni
homogeneidad en las distintas amasadas, por los morteros industriales, que son
morteros elaborados en fábrica y suministrados a obra.
Los tiempos de utilización, en horas, de estos morteros son 4,8,24,36 y 72. Esto
permite evitar los tiempos de espera, al principio de la jornada laboral, que se
origina en el resto de los morteros, industriales o morteros amasados
convencionalmente, dado que hay que esperar a la elaboración de la primera
amasada del día para iniciar la utilización de ellos en los diferentes tajos de la
obra.
Cálculo exacto del precio del m3 de mortero y del consumo de mortero en obra.
MORTERO DE YESO:
Se preparan con yeso hidratado con agua. El contenido de agua es variable según el
grado de cocción, calidad y finura de molido del yeso. En obras corrientes se
agrega el 50%, 115 para estucos el 60% y para moldes el 70%. El mortero se
prepara a medida que se necesita, pues comienza a fraguar a los cinco minutos y
termina más o menos en un cuarto de hora.
MORTERO DE ALBAÑILERIA:
Crea un sello apretado entre las piezas y corta la entrada del aire y humedad.
Crea enlaces entre el refuerzo común, los tirantes de metal, y los anclajes, si los
hay, de modo que trabajen integralmente con la albañilería.
Luego del amasado no se debe agregar mas agua si el producto se queda seco en el
recipiente de amasado.
ANEXOS
MORTERO
MORTERO DE YESO
MORTERO DE CAL
MORTERO DE CEMENTO
MORTEROS MIXTOS
Colocación de guardavivos:
Son elementos que se colocan en las esquinas salientes que forman los paramentos
verticales, y protegen las aristas de los revestimientos de mortero contra golpes,
roces u otras acciones similares.
Pueden ser de chapa de acero galvanizada de espesor 0,6 mm, cuya sección está
formada por un cuerpo central, que forma el vivo de chapa lisa y dos bandas
laterales de la misma chapa, perforada o desplegada 30 mm a uno y otro lado para
permitir su unión al soporte.
Los guardavivos pueden ser también de plástico, y suelen utilizarse con una
longitud de 2 m aproximadamente, siendo esa altura la de la zona más expuesta.
Preparación de juntas:
Juntas estructurales:
Juntas de trabajo:
En el caso de utilizar perfiles de aluminio para marcar los despieces, estos perfiles
deberán estar lacados o protegidos convenientemente.
Colocación de malla:
Deben colocarse mallas en zonas tales como uniones entre distintos materiales,
forjados, pilares, cajas de persianas, y en puntos donde se concentran tensiones,
como en los ángulos de los marcos de puertas y ventanas, etc.; principalmente para
evitar fisuras. La malla debe cubrir cada lado de la unión unos 20 cm como mínimo,
y en los ángulos mencionados la malla se coloca en diagonal en trozos de 20 x 40
cm.
Amasado de mortero:
El espesor óptimo de raseo debe estar entre 10 y 20 mm, en ningún caso será
inferior a 10 mm. Para espesores superiores, el trabajo debe realizarse en dos
veces, colocando una malla resistente a los álcalis en el centro del espesor del
raseo, pero nunca superando los 40 mm totales de espesor.
Acabado:
El acabado final puede variar en función de criterios estéticos, pudiendo ser liso,
rústico, tirolesa, raspado,…