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Rehabilitación pulmonar

La rehabilitación pulmonar es el uso del ejercicio, la educación y la


intervención conductual para mejorar el funcionamiento de las personas
con enfermedad pulmonar crónica en la vida diaria y mejorar su calidad
de vida.
La rehabilitación pulmonar es un programa diseñado para quienes padecen
enfermedades respiratorias crónicas. El objetivo principal para las personas
afectadas es obtener y mantener el máximo grado de independencia y de
funcionalidad. Aunque la mayor parte de los programas de rehabilitación se
concentran en las necesidades de la persona afectada de enfermedad
pulmonar obstructiva crónica (EPOC), también pueden ser beneficiosos para
quienes padecen otro tipo de enfermedad pulmonar.
Los programas de rehabilitación pulmonar pueden mejorar la calidad de vida
gracias a
 Reducir la dificultad respiratoria
 Aumentar la tolerancia al ejercicio
 Promover una sensación de bienestar
 Disminuir el número de hospitalizaciones
Sin embargo, estos programas no alargan de modo significativo el tiempo de
supervivencia.
La rehabilitación pulmonar antes y después de la cirugía puede ser beneficiosa
para las personas con cáncer sometidas a resección pulmonar, las personas
con enfermedad pulmonar obstructiva crónica sometidas a cirugía de reducción
de volumen pulmonar y las personas con enfermedad pulmonar grave que se
someten a un trasplante de pulmón.
Los programas de rehabilitación pulmonar se suelen llevar a cabo en centros
ambulatorios (en otras palabras, la persona afectada tiene citas regulares en un
consultorio o en una clínica) o en el propio domicilio.
Antes de que la enfermedad pulmonar de una persona se agrave, pueden
emplearse los programas de rehabilitación pulmonar. Incluso las personas con
una enfermedad menos grave pueden beneficiarse de la terapia para reducir la
dificultad respiratoria y aumentar la capacidad de hacer ejercicio.
Los programas de rehabilitación más exitosos son los realizados por un equipo
multidisciplinar (llamado equipo de rehabilitación pulmonar) para la
coordinación de servicios médicos complejos. Por ejemplo, el equipo mínimo
debería estar integrado por: un fisioterapeuta o un terapeuta respiratorio, un
médico, un miembro del personal de enfermería, un psicólogo o un trabajador
social y un nutricionista. La mayoría de las personas permanecen en estos
programas durante, más o menos, unas 8 o 12 semanas. Sin embargo, las
técnicas aprendidas durante el programa han de continuarse en casa después
de finalizar el programa de rehabilitación, para evitar perder lo que se haya
conseguido.
La terapia de mantenimiento respiratorio, que incluye la oxigenoterapia y
la fisioterapia torácica, puede llevarse a cabo conjuntamente con la
rehabilitación pulmonar. La terapia de mantenimiento también es beneficiosa
para las personas que, aun no estando inscritas en esta clase de programas,
padecen enfermedades pulmonares crónicas (como fibrosis
quística y bronquiectasia) o enfermedades pulmonares agudas (como
la neumonía).
Inscripción en el programa y determinación de objetivos para cada
persona
El primer paso del equipo de profesionales es determinar los objetivos a corto y
a largo plazo para cada afectado. Por ejemplo, una persona mayor puede
desear acompañar diariamente a su nieto al autobús escolar andando. Si la
persona puede caminar solo 300 pies (unos 90 m) debido a la dificultad
respiratoria pero debe caminar 1000 pies (300 m) hasta la parada del autobús,
el objetivo inicial a corto plazo puede ser aumentar la distancia a pie,
comenzando con pequeños incrementos. El equipo de profesionales debe
alentar a la persona afectada a lograr objetivos realistas. Es importante
asegurarse periódicamente (semanalmente) de que los objetivos se van
cumpliendo.
Es también muy importante que el equipo identifique los factores que pueden
limitar la efectividad del programa para cada persona en particular. Estos
factores pueden incluir problemas relacionados con los recursos financieros, el
transporte al centro de rehabilitación, la cognición (en particular con respecto al
uso adecuado de los dispositivos que administran medicamentos inhalados) y
la dinámica familiar. Un ejemplo de problema relacionado con la capacidad de
comprensión puede ser el de una persona con demencia que además padezca
una enfermedad pulmonar. Para este tipo de personas se hace necesario un
enfoque específico para mejorar dicha comprensión. Un ejemplo del problema
relacionado con la dinámica familiar puede ser el de una persona que participa
en esta clase de programas y que está bajo el cuidado de otra persona que a
su vez no es capaz de ayudarle en la rehabilitación en el hogar. Es importante
que los miembros del equipo reconozcan este tipo de problemas y busquen
maneras de ayudar al afectado.
También se establecen unos objetivos a largo plazo, y el equipo enseña a las
personas afectadas a reconocer los cambios en su enfermedad pulmonar, para
que los comuniquen rápidamente al médico. Puede ser necesario modificar el
tratamiento en función de los cambios en los síntomas.
Componentes de la rehabilitación pulmonar
Un programa de rehabilitación pulmonar tiene varios componentes, incluyendo
 Ejercicios físicos
 Entrenamiento de los músculos inspiratorios
 Estimulación eléctrica neuromuscular
 Asesoramiento psicosocial
 Evaluación nutricional y asesoramiento
 Educación, incluyendo el uso adecuado de los fármacos prescritos
Ejercicios físicos
Los ejercicios físicos son la parte más importante de la rehabilitación pulmonar.
Reducen los efectos de la inactividad y el mal estado físico, lo que da como
resultado una menor sensación de dificultad respiratoria (disnea) y un
incremento en la capacidad para realizarlos. Sin embargo, algunas limitaciones
físicas restringen el tipo de ejercicios que se pueden practicar.
Tanto el ejercicio aeróbico como el entrenamiento de la fuerza son
componentes importantes del entrenamiento físico en personas con trastornos
pulmonares.
Ejercitar las piernas es la piedra angular del ejercicio físico. Muchos programas
de rehabilitación utilizan la marcha (a veces sobre una cinta de correr) como
modo principal de entrenamiento, porque es necesaria en la mayor parte de las
actividades diarias. Algunas personas prefieren ejercitarse en una bicicleta
estática. La elección de un ejercicio cómodo y satisfactorio mejora la
disposición para seguir un programa de ejercicio prolongado.
Los ejercicios para los brazos son también beneficiosos para las personas con
enfermedades pulmonares crónicas que tienen dificultad respiratoria (disnea) u
otros síntomas durante la realización de sus actividades rutinarias, como
lavarse la cabeza o afeitarse. Tal entrenamiento es necesario porque la
enfermedad pulmonar crónica puede causar la pérdida de masa muscular, y
algunos de los músculos del hombro se usan tanto para respirar como para
mover los brazos. Las actividades que comportan trabajar con los brazos
pueden sobreforzar rápidamente estos músculos.
Entrenamiento de los músculos inspiratorios
El entrenamiento muscular inspiratorio (EMI) suele formar parte de la
rehabilitación pulmonar. Con el EMI, la persona afectada emplea ejercicios y
dispositivos respiratorios para fortalecer los músculos involucrados en la
respiración. El EMI se suele emplear junto con el ejercicio aeróbico tradicional y
ayuda a reducir la dificultad para respirar y a aumentar la capacidad de la
persona para hacer ejercicio.
Estimulación eléctrica neuromuscular
En la estimulación eléctrica neuromuscular se emplea un dispositivo que aplica
impulsos eléctricos a través de la piel a los músculos seleccionados para
estimular la contracción y así fortalecerlos. La estimulación eléctrica
neuromuscular puede ser eficaz en personas con enfermedad pulmonar y/o
cardíaca grave porque no causa la falta de aliento que impide con frecuencia
que estas personas participen en un entrenamiento de ejercicio convencional.
Asesoramiento psicosocial
La depresión y la ansiedad son reacciones frecuentes a los cambios vitales que
experimenta la persona afectada de enfermedad pulmonar. Además, la propia
dificultad respiratoria (disnea) puede causar ansiedad y depresión, afectar a la
actividad sexual y dificultar el control del estrés y la relajación. Con
asesoramiento, terapia de grupo y, cuando sea necesario, administración de
medicamentos, las personas afectadas ganan capacidad para hacer frente a
estos problemas psicosociales. A veces los familiares de la persona enferma
participan en las sesiones de asesoramiento para ayudarles a enfrentarse al
estrés que supone el hecho de cuidar a un enfermo pulmonar.
Evaluación nutricional y asesoramiento
Las personas que padecen enfermedades pulmonares a menudo necesitan
evaluación nutricional y asesoramiento. Por ejemplo, quienes sufren
enfermedad pulmonar obstructiva crónica grave experimentan con frecuencia
pérdida de peso. Los programas de rehabilitación pulmonar ayudan a evitar la
pérdida de peso y mantener la masa muscular. Debe enseñarse a la persona a
alimentarse de manera que mantenga una ingestión calórica adecuada,
evitando llenarse por completo (hartazgo), porque esto puede afectar a la
respiración. Por el contrario, algunas personas aumentan de peso a causa de
la reducción del nivel de actividad. En este caso, la respiración impone una
mayor demanda sobre un sistema respiratorio ya cargado. En estos casos es
beneficiosa una pérdida de peso.
Uso de medicamentos y educación
Las personas con enfermedad pulmonar grave suelen tomar varios fármacos. A
menudo esta medicación debe tomarse siguiendo unas instrucciones precisas y
un plan terapéutico complejo. Con un programa de rehabilitación, la persona en
cuestión aprende la importancia de observar las dosis del fármaco recetado y
los tiempos de administración. La educación consiste en la información acerca
de la naturaleza de la enfermedad pulmonar, el papel que desempeñan los
medicamentos recetados (incluyendo tanto los beneficios esperados como los
posibles efectos colaterales) y el uso correcto de los inhaladores. Los
programas verifican mediante un seguimiento muy atento si se siguen las
instrucciones e instruyen a las personas que sufren la enfermedad y a sus
familiares acerca de la importancia de una utilización correcta de los
medicamentos.
A las personas también se les instruye acerca de la necesidad de dejar de
fumar y se les enseñan estrategias de respiración (como la respiración con los
labios fruncidos, donde las exhalaciones comienzan contra los labios cerrados
para disminuir la frecuencia respiratoria y la dificultad para respirar) y los
principios de la conservación de la energía física.
Rehabilitación pulmonar
La rehabilitación pulmonar es el uso de ejercicios, educación y cambios de los
hábitos para mejorar la capacidad funcional y la calidad de vida en pacientes
con trastornos respiratorios crónicos.
En muchos pacientes con trastornos respiratorios crónicos, el tratamiento
clínico sólo alivia parcialmente los síntomas y las complicaciones del trastorno.
La participación en un programa global de rehabilitación pulmonar puede
conducir a una mejoría clínica importante al
 Disminución de la disnea
 Aumento de la tolerancia al ejercicio
 En menor medida, a través de la disminución del número de
hospitalizaciones
Sin embargo, estos programas no mejoran la supervivencia.
Indicaciones
En el pasado, la rehabilitación pulmonar estaba reservada para pacientes con
 EPOC grave (enfermedad pulmonar obstructiva crónica)
Sin embargo, un creciente cuerpo de evidencia sugiere un beneficio para los
pacientes con
 Asma
 Bronquiectasias
 Fibrosis quística
 Enfermedad pulmonar intersticial (EPI)
 Cáncer de pulmón
 Afecciones neuromusculares
 Sarcoidosis
Los pacientes sometidos trasplante de pulmón y cirugía de reducción de
volumen pulmonar también se han beneficiado con la rehabilitación pulmonar
antes y después de la cirugía.
Los estudios realizados en pacientes con enfermedad pulmonar obstructiva
crónica han sugerido que la rehabilitación pulmonar debe comenzar antes de
que la enfermedad pulmonar obstructiva crónica se vuelva grave (es decir,
según se identifique por el grado de obstrucción del flujo aéreo) porque parece
haber una escasa correlación entre la gravedad de la enfermedad y el
rendimiento enel ejercicio. Además, incluso los pacientes con enfermedad
menos grave probablemente se beneficien con disnea reducida, tolerancia
mejorada al ejercicio, fuerza muscular mejorada, acondicionamiento, mejora de
la fisiología pulmonar y cardíaca, hiperinflación dinámica reducida y los
beneficios psicosociales que acompañan a la rehabilitación pulmonar (1). Sin
embargo, las guías más recientes recomiendan considerar la derivación a la
rehabilitación pulmonar para la EPOC estable, moderada a grave, definida por
las clasificaciones B, C o D de GOLD (2).
Contraindicaciones
Las contraindicaciones son relativas e incluyen comorbilidades (p. ej., angina
no tratada, disfunción del ventrículo izquierdo) que podrían complicar los
intentos de aumentar el nivel de ejercicio del paciente. Sin embargo, estas
enfermedades concomitantes no impiden la aplicación de otros componentes
de la rehabilitación pulmonar.
Complicaciones
La rehabilitación pulmonar no produce complicaciones más allá de las
esperadas por el esfuerzo físico y el ejercicio.
Procedimiento
La rehabilitación pulmonar se administra mejor como parte de un programa
integrado de
 Entrenamiento de ejercicio
 Educación
 Intervenciones psicosociales y conductuales
La rehabilitación pulmonar es administrada por un equipo de médicos,
enfermeros, fisioterapeutas respiratorios, terapeutas físicos y ocupacionales y
psicólogos o trabajadores sociales. La intervención debe ser individualizada y
dirigida a las necesidades del paciente. La rehabilitación pulmonar se puede
iniciar en cualquier etapa de la enfermedad con el objetivo de minimizar la
carga y los síntomas de la enfermedad.
El entrenamiento físico implica la realización de ejercicios aerobios y el
entrenamiento de fuerza de los músculos respiratorios y de los miembros. Cada
vez hay más evidencia que respalda el entrenamiento de fuerza y el
entrenamiento de los miembros en el intervalo.
El entrenamiento muscular inspiratorio (EMI) es un componente importante
de la rehabilitación pulmonar. El EMI fortalece los músculos respiratorios
utilizando dispositivos que imponen una carga resistiva que se establece en
una fracción de la presión inspiratoria máxima de un individuo. Cuando se usa
solo, el EMI puede disminuir la disnea, pero no está claro si puede mejorar la
tolerancia al ejercicio y el rendimiento de las actividades de la vida diaria. Sin
embargo, el uso de EMI además del ejercicio de rehabilitación pulmonar
tradicional resulta en una reducción clínicamente significativa de la disnea
durante las actividades de la vida diaria y en un aumento de la distancia
recorrida.
La estimulación eléctrica neuromuscular (EENM) usa un dispositivo que
aplica impulsos eléctricos transcutáneos a los músculos seleccionados para
estimular la contracción y así fortalecerlos. La EENM puede ser eficaz en
pacientes con enfermedad pulmonar grave porque minimiza la demanda
circulatoria y no causa la disnea que a menudo limita a estos pacientes de
participar en el entrenamiento típico. Por lo tanto, la estimulación eléctrica
neuromuscular es especialmente adecuada para pacientes con un importante
desacondicionamiento o para pacientes con una exacerbación aguda de la
insuficiencia respiratoria.
La educación tiene muchos componentes. Es importante el asesoramiento
psicológico sobre la necesidad de dejar de fumar. La enseñanza de estrategias
para la respiración (como la respiración con los labios fruncidos, en la que las
espiraciones se comienzan contra los labios cerrados para disminuir la
frecuencia respiratoria, por lo que disminuye el atrapamiento de gas) y los
principios de conservación de la energía física son útiles. Es necesario explicar
el tratamiento, incluido el uso correcto de drogas y planificar la atención en
el estadio terminal de la enfermedad.
Las intervenciones psicosociales incluyen el asesoramiento y la
retroalimentación para la depresión, la ansiedad y el temor que dificultan la
participación plena de los pacientes en las actividades. Las estrategias de
modificación del comportamiento y un énfasis en el autocontrol son
componentes críticos de la rehabilitación pulmonar. Las estrategias incluyen
técnicas para la fijación de objetivos y la resolución de problemas, la toma de
decisiones, el cumplimiento de la medicación y el mantenimiento del ejercicio
de rutina y la actividad física (1).
Aunque se desconoce la estrategia de mantenimiento más óptima, la
participación continua en un programa de ejercicios es esencial para mantener
los beneficios de la rehabilitación pulmonar.
Referencias generales
 1. Rochester CL, Vogiatzis I, Holland AE, et al: An Official American
Thoracic Society/European Respiratory Society Policy Statement:
Enhancing Implementation, Use, and Delivery of Pulmonary
Rehabilitation. Am J Respir Crit Care Med 192:1373–1386, 2015. doi:
10.1164/rccm.201510-1966ST.
 2. Global Initiative for Chronic Obstructive Lung Disease: Global strategy
for the diagnosis, management, and prevention of chronic obstructive
pulmonary disease (2020 report).
REHABILITACION PULMONAR
La rehabilitación pulmonar es el uso de ejercicios, educación y cambios de los
hábitos para mejorar la capacidad funcional y la calidad de vida en pacientes
con trastornos respiratorios crónicos. En muchos pacientes con trastornos
respiratorios crónicos, el tratamiento clínico sólo alivia parcialmente los
síntomas y las complicaciones del trastorno. La participación en un programa
global de rehabilitación pulmonar puede conducir a una mejoría clínica
importante al  Disminución de la disnea Aumento de la tolerancia al ejercicio.
En menor medida, a través de la disminución del número de hospitalizaciones.
Sin embargo, estos programas no mejoran la supervivencia. Indicaciones. En el
pasado, la rehabilitación pulmonar estaba reservada para pacientes
con  EPOC grave (enfermedad pulmonar obstructiva crónica) Sin embargo, un
creciente cuerpo de evidencia sugiere un beneficio para los pacientes con:
 – Asma
 – Bronquiectasias
 – Fibrosis quística
 – Enfermedad pulmonar intersticial (EPI)
 – Cáncer de pulmón
 – Afecciones neuromusculares
 – Sarcoidosis
Los pacientes sometidos trasplante de pulmón y cirugía de reducción de
volumen pulmonar también se han beneficiado con la rehabilitación pulmonar
antes y después de la cirugía. Los estudios realizados en pacientes con
enfermedad pulmonar obstructiva crónica han sugerido que la rehabilitación
pulmonar debe comenzar antes de que la enfermedad pulmonar obstructiva
crónica se vuelva grave (es decir, según se identifique por el grado de
obstrucción del flujo aéreo) porque parece haber una escasa correlación entre
la gravedad de la enfermedad y el rendimiento enel ejercicio. Además, incluso
los pacientes con enfermedad menos grave probablemente se beneficien con
disnea reducida, tolerancia mejorada al ejercicio, fuerza muscular mejorada,
acondicionamiento, mejora de la fisiología pulmonar y cardíaca, hiperinflación
dinámica reducida y los beneficios psicosociales que acompañan a la
rehabilitación pulmonar (1). Sin embargo, las guías más recientes recomiendan
considerar la derivación a la rehabilitación pulmonar para la EPOC estable,
moderada a grave, definida por las clasificaciones B, C o D de GOLD (2).
Contraindicaciones Las contraindicaciones son relativas e incluyen
comorbilidades (p. ej., angina no tratada, disfunción del ventrículo izquierdo)
que podrían complicar los intentos de aumentar el nivel de ejercicio del
paciente. Sin embargo, estas enfermedades concomitantes no impiden la
aplicación de otros componentes de la rehabilitación pulmonar. Complicaciones
La rehabilitación pulmonar no produce complicaciones más allá de las
esperadas por el esfuerzo físico y el ejercicio. Procedimiento La rehabilitación
pulmonar se administra mejor como parte de un programa integrado de 
Entrenamiento de ejercicio Educación Intervenciones psicosociales y
conductuales
La rehabilitación pulmonar es administrada por un equipo de médicos,
enfermeros, fisioterapeutas respiratorios, terapeutas físicos y ocupacionales y
psicólogos o trabajadores sociales. La intervención debe ser individualizada y
dirigida a las necesidades del paciente. La rehabilitación pulmonar se puede
iniciar en cualquier etapa de la enfermedad con el objetivo de minimizar la
carga y los síntomas de la enfermedad.
El entrenamiento físico implica la realización de ejercicios aerobios y el
entrenamiento de fuerza de los músculos respiratorios y de los miembros. Cada
vez hay más evidencia que respalda el entrenamiento de fuerza y el
entrenamiento de los miembros en el intervalo.
El entrenamiento muscular inspiratorio (EMI) es un componente importante de
la rehabilitación pulmonar. El EMI fortalece los músculos respiratorios utilizando
dispositivos que imponen una carga resistiva que se establece en una fracción
de la presión inspiratoria máxima de un individuo. Cuando se usa solo, el EMI
puede disminuir la disnea, pero no está claro si puede mejorar la tolerancia al
ejercicio y el rendimiento de las actividades de la vida diaria. Sin embargo, el
uso de EMI además del ejercicio de rehabilitación pulmonar tradicional resulta
en una reducción clínicamente significativa de la disnea durante las actividades
de la vida diaria y en un aumento de la distancia recorrida.
La estimulación eléctrica neuromuscular (EENM) usa un dispositivo que aplica
impulsos eléctricos transcutáneos a los músculos seleccionados para estimular
la contracción y así fortalecerlos. La EENM puede ser eficaz en pacientes con
enfermedad pulmonar grave porque minimiza la demanda circulatoria y no
causa la disnea que a menudo limita a estos pacientes de participar en el
entrenamiento típico. Por lo tanto, la estimulación eléctrica neuromuscular es
especialmente adecuada para pacientes con un importante
desacondicionamiento o para pacientes con una exacerbación aguda de la
insuficiencia respiratoria.
La educación tiene muchos componentes. Es importante el asesoramiento
psicológico sobre la necesidad de dejar de fumar. La enseñanza de estrategias
para la respiración (como la respiración con los labios fruncidos, en la que las
espiraciones se comienzan contra los labios cerrados para disminuir la
frecuencia respiratoria, por lo que disminuye el atrapamiento de gas) y
Las intervenciones psicosociales incluyen el asesoramiento y la
retroalimentación para la depresión, la ansiedad y el temor que dificultan la
participación plena de los pacientes en las actividades. Las estrategias de
modificación del comportamiento y un énfasis en el autocontrol son
componentes críticos de la rehabilitación pulmonar. Las estrategias incluyen
técnicas para la fijación de objetivos y la resolución de problemas, la toma de
decisiones, el cumplimiento de la medicación y el mantenimiento del ejercicio
de rutina y la actividad física (1).
Aunque se desconoce la estrategia de mantenimiento más óptima, la
participación continua en un programa de ejercicios es esencial para mantener
los beneficios de la rehabilitación pulmonar.

REHABILITACION RESPIRATORIA
CONTROL SEMÁNTICO
Rehabilitación respiratoria: Es el conjunto de acciones médicas y
kinesioterapéuticas, cuyo propósito fundamental es la prevención y el
tratamiento de las insuficiencias respiratorias, que ayudan al organismo a
utilizar todos los mecanismos anatomofuncionales de la manera más eficaz,
que impidan la instauración del menoscabo de la función respiratoria. 3
Drenaje postural: Es la técnica fisiológica respiratoria basada en la adopción de
diferentes posiciones por parte del paciente, capaces de facilitar mediante la
acción de la gravedad, la salida de las secreciones afectadas del árbol
bronquial, acumuladas en las bases pulmonares en forma de esputo, para
sustituir de este modo la función empobrecida de los cilios bronquiales. 5
Indicaciones de la rehabilitación respiratoria
1. Tuberculosis pulmonar.
2. Intervenciones quirúrgicas sobre el tórax.
3. Enfermedades pulmonares obstructivas crónicas (EPOC).
4. Bronquiectasias.
5. Fibrotórax.
6. Empiema.
7. Pleuresías exudativas.
Las EPOC se caracterizan por la acumulación de secreciones afectadas en el
árbol bronquial que tienden a ir hacia las bases por la acción de la gravedad.
Se produce una obstrucción de los bronquios, lo que obstaculiza la entrada de
aire a los pulmones.
Contraindicaciones de la rehabilitación respiratoria
1. En la fase activa de cualquier proceso o enfermedad pulmonar, por
ejemplo tuberculosis, abseso del pulmón, neumotórax, derrame pleural,
etcétera.
2. En los pacientes con descompensación cardiovascular.
3. En las intervenciones quirúrgicas recientes.
4. En las epilepsias descompensadas.
5. En pacientes con antecedentes de isquemia cerebral, pues la posición
de drenaje en declive, favorece el aumento de la presión intracraneal.
6. En las insuficiencias ventilatorias severas con gran disnea.
7. En las crisis y los status de asma bronquial.
Objetivos del tratamiento físico
1. Fluidificar o hidratar las secreciones bronquiales mediante la ingestión
previa de agua o líquidos, vaporizaciones, humedificación del aire,
infusiones, aerosoles, etcétera.
2. Estimular la cinética del sistema bronquial (cilios), para disminuir la
obstrucción (a través de los drenajes posturales).
3. Aumentar la expansión de la caja torácica.
4. Reeducación funcional muscular para disminuir la hipotonía y fortalecer
la musculatura mediante la realización de ejercicios generales.
5. Reeducación funcional respiratoria, mediante los ejercicios
diafragmáticos abdominales.
Resultados que se logran con la rehabilitación respiratoria
1. Contribuye a la desobstrucción de las zonas pulmonares colapsadas.
2. Ayuda a mejorar el intercambio gaseoso O 2-CO2.
3. Interviene en la eliminación de procesos infecciosos y en la absorción de
exudados pleurales.
4. Ayuda a mejorar la mecánica circulatoria y perfusoria pulmonar.
5. Alivia las algias producidas por posturas defectuosas.
Esquema de tratamiento
EJERCICIOS DE RELAJACIÓN
En decúbito supino se coloca al paciente en la posición más cómoda, de
preferencia en un lugar tranquilo, con poca luz y sin ruidos, se le ordena
contraer los músculos flexionando el cuello durante 2 o más segundos, y se le
ordena relajarse inmediatamente. La maniobra se repite varias veces con los
ojos cerrados, para que el paciente tenga conciencia del estado de contracción
y relajación. A continuación se le ordena con una voz suave y pausada que
vaya relajando cada parte de su cuerpo, comenzando por los pies y recorriendo
todo el cuerpo hasta llegar a los músculos faciales, indicándoles respirar lento y
profundo, relajándose cada vez más en cada respiración. Una vez relajado se
le indica permanecer en ese estado por un tiempo variable no mayor de 5
minutos. Después de varias sesiones, el paciente aprenderá a relajarse en
cualquier posición y situación.
TOS AUTOASISTIDA
(para enseñar al paciente a toser)
Se debe hidratar previamente al paciente, mediante la administración de 1 a 2
vasos de agua.4,6-8
Técnica
Sentado, con el tronco erecto, miembros inferiores relajados, colocar las manos
de manera alternante sobre las últimas costillas y con el puño de la mano
ahuecado contraria en la boca, inspirar, apretando dichas costillas, emitiendo
un sonido único y fuerte (toser). Esta acción se repite mientras exista tos
productiva.
EJERCICIOS RESPIRATORIOS
1. Paciente en decúbito supino con almohada en la región poplítea y un
saco de arena de 5 libras sobre el abdomen. El paciente inspira
protruyendo el abdomen y espira introduciéndolo, emitiendo un sonido
de F o S.
2. Igual posición que el anterior, elevando los brazos a 180 ° en
inspiración y bajándolos en espiración.
3. Igual posición y acción que el anterior, pero elevando los hombros.
4. Igual posición, manos en la nuca, codos unidos, inspirar con abducción
horizontal y sin retirar las manos de la nuca, espirar.
5. Paciente en posición de Williams, inspiración y al espirar flexionar las
caderas ayudándose con las manos como si quisiera comprimir la región
abdominal con el muslo. Alternar con la otra pierna.
6. Igual que el anterior, pero con ambas piernas.
7. Paciente en decúbito supino, inspirar con elevación de los brazos,
espirar flexionando el tronco a 90 °. Fijar por los tobillos. (Este ejercicio
está contraindicado en los pacientes portadores de algias vertebrales y
en los obesos).6,8
8. Paciente de pie, manos en los hombros opuestos, inspirar en abducción
horizontal y espirar regresando a la posición inicial.
9. Igual posición, manos en abdomen siguiendo la línea de las últimas
costillas y en el centro, inspirar, espiración con flexión del tronco
presionando la región abdominal hacia adentro y arriba, expulsando el
aire con la mano en forma de cono.
10. Igual posición, manos debajo de las últimas costillas, inspirando con
rotación y espiración con presión hacia adentro y arriba del abdomen
con la mano contraria del lado del abdomen y viceversa (figuras 1 y 2).

FIGURA 1. Ejercicios respiratorios.


DRENAJES POSTURALES
Las posiciones de drenaje postural deben tener una duración entre 5 y 20
minutos.3 Si es posible se le deben colocar agentes calóricos superficiales en
forma de compresas de agua tibia, bolsas tibias, mantas eléctricas o lámparas
infrarrojas por espacio de 5 a 10 minutos previo a la iniciación de los drenajes.
Una vez colocado el paciente en la posición de drenaje se procede a aplicar
estimulaciones con los dedos sobre la orquilla esternal, para producir el reflejo
de la tos, a lo que se llama tos provocada o asistida, mientras que sobre el
segmento que se quiera drenar, se ejecutarán maniobras de puño-percusión
con la palma de la mano ahuecada, masaje vibratorio mecánico o manual,
rozamientos, etcétera, que faciliten la movilización de las secreciones. Estas
maniobras se aplicarán hasta tanto se consiga que se inicie el drenaje.

FIGURA 2. Posiciones de drenaje.


POSICIONES DE DRENAJE
Lóbulo superior de ambos pulmones (figuras 1, 2 y 3)
1. Segmentos apicales: Posición: Semisentado (Fowler), calzar cabeza y
rodillas con almohadas.
2. Segmentos posteriores: Posición: Sentado, inclinado a 45 ° hacia
adelante, almohada bajo las axilas y las rodillas, lateralizar el tronco
sobre el lado opuesto a drenar.
3. Segmentos anteriores: Posición: Decúbito supino, cama normal,
horizontal, almohada bajo la región poplítea, calzar bajo el hombro a
drenar.
Lóbulo medio del pulmón derecho (segmentos medial y lateral)
Segmentos lingular superior e inferior del pulmón izquierdo (figuras 4 y 5).
Posición: En semitrendelenburg, a 45 °, de semilado, calzado con almohada
del lado a drenar, elevando los pies de la cama con ladrillos hasta 30 cm.
Lóbulo inferior de ambos pulmones (figuras de la 6 a la 9)
Segmento apical: Posición: Decúbito prono, cama normal, almohada bajo el
abdomen (sin inclinación).
1. Segmento basal anterior: Posición: Decúbito prono, semitrendelemburg,
rodillas flexionadas, con almohadas debajo de la región poplítea, elevar
los pies de la cama 45° (30 cm).
2. Segmento basal posterior: Posición: Decúbito prono, almohada bajo el
abdomen, semitrendelemburg o paciente atravesado en la cama con el
tórax fuera de la cama, elevar los pies de la cama 30 cm.
3. Segmentos basales mediales y laterales: Posición: Decúbito lateral,
opuesto al lado a drenar, semitrendelemburg, elevar la cama a 30 cm y
colocar almohada bajo el costado.
Conclusiones
1. El tratamiento de los pacientes con enfermedades pulmonares
obstructivas crónicas es factible de realizar en la comunidad mediante el
esquema propuesto.
2. El esquema de tratamiento sugerido representa un arma más dentro del
arsenal terapéutico de que disponen los médicos y enfermeras de la
familia para el tratamiento de pacientes con enfermedades respiratorias
crónicas.

Referencias bibliográficas

1. Haas A, Cardon, H: Rehabilitation in chronic obstructive pulmonary disease.


Med Clin of North Ame 1969;53(3).
2. Symposium on Emphysema and the Chronic Bronchitis Syndrome, Aspen,
Colorado, june, 1990.
3. González Más R. Tratado de rehabilitación médica. Editorial Científico
Médica. 1971.
4. Pallares Vera A. Ejercicios y fisioterapia para el tratamiento del asma.
Editorial Científico-Técnica. 1983.
5. Rusk HA et al. Rehabilitation of patients with pulmonary problems. En:
Rehabilitation Medicine. St Louis, C.V Mosby, 1964.
6. Lapierre A. La reeducación física. Ed. Cientifíco Médica.1981.
7. Estevez de Miguel R. Rehabilitación en ortopedia y traumatología. Ed. JIMS.
1967.
8. Licht S, et al. Terapéutica por el ejercicio. 1969. Ed. Revolucionaria.

Técnicas de fisioterapia respiratoria


Empezaremos con ejercicios dirigidos a mejorar la función pulmonar y el
aumento de volumen pulmonar. Estos ejercicios serán aún más efectivos en
pacientes que han pasado el virus acompañado de neumonía, mejorando la
dificultad respiratoria del paciente.
1. Respiración con labios fruncidos:
Al hacer este ejercicio estamos intentando dificultar la salida del aire, obligando
a los pulmones a realizar una fuerza mayor, entrenando su fuerza de
espiración. También podemos combinarlo con ejercicio físico habitual.
 Inspirar lentamente por la nariz.
 Aguantar el aire 2-3 segundos, si se puede.
 Soplar lentamente frunciendo los labios.

2. Respiración abdominal o diafragmática:


 Paciente tumbado boca arriba con piernas flexionadas o tambien lo
puede hacer sentado en una silla.
 Colocará las manos en el abdomen para notar como la barriga se infla al
coger aire y se desinfla al expulsarlo.
 Tomaremos aire en cantidad máxima que se pueda por la nariz y lo
expulsaremos por la boca lentamente con los labios fruncidos.
 Lo debemos hacer 2 o 3 veces al día, unas 15 repeticiones cada vez .

3. Respiración costal:
La única diferencia es donde dirigimos el aire:
 El paciente estará con piernas estiradas o sentado en una silla.
 Ahora pondremos las manos en el tórax que es lo que vamos a notar
como se infla al coger aire, y se desinfla a expulsarlo.
 Tomaremos aire en cantidad máxima que se pueda por la nariz y lo
expulsaremos por la boca lentamente con los labios fruncidos.
 Lo debemos hacer 2 o 3 veces al día, unas 15 repeticiones cada vez.

Ejercicios de favorecer secreciones bronquiales.


Las personas infectadas con el virus Covid19 tienen una tos seca, sin
espectoración de mucosidad. Pero hay pacientes con enfermedades
pulmonares de base, las cuáles se podrán beneficiar de estos ejercicios para
provocar su espectoración y así seguir ayudando a su efectividad ventilatoria.
Las medidas de higiene son indispensables durante estos ejercicios, no solo
por nuestra propia higiene, sino por la facilidad de contagio de este virus hacia
otras personas. Por supuesto los pañuelos serán desechables y deberán tirarse
a una bolsa de basura bien cerrada. La higiene de manos y desinfección de
objetos cercanos debe ser obligatoria con productos que ya sabemos que
desinfectan y matan este virus. Acabaremos lavándonos las manos con agua y
jabón.
1. Ejercicios de espiración lenta con la boca abierta:
Este ejercicio ayudará a mover secreciones que puedan estar de manera “más
profunda” en los pulmones hacia la zona más cercana a la boca, y después
expulsaremos con una tos.
 Tumbado de lado en una superficie plana (como la cama) o sentado en
una silla.
 Inspirar por la nariz de manera normal.
 Espirar con la boca abierta de manera lenta y hasta vaciar del todo los
pulmones. Realizar durante 5 minutos, y repetir lo mismo tumbado sobre
el otro lado.
 Realizar dos veces al día (mañana y tarde).
NOTA: si en algún momento durante el ejercicio aparece tos para expulsar una
secreción, se recomienda pasar a la posición de sentado, inspirar
profundamente y toser.

Es aconsejable, aunque no obligatorio, que las expectoraciones sean sentado y


ligeramente reclinados hacia delante para facilitar dicha acción.

2. Ejercicios de espiración con ayuda de presión espiratoria positiva


doméstica.
Lo que vamos a intentar es dificultar ligeramente el expulsar el aire con el
objetivo de ayudar a mover las secreciones más profundas. Una vez que las
aproximemos al exterior nos ayudaremos de la tos para expulsarlas.
Vamos a realizar espiraciones en una botella de agua a través de una pajita o
tubo de plástico, durante 5-10 minutos, dos veces al día.

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