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El imperio bizantino

El imperio bizantino, también llamado Bizancio e Imperio romano de Oriente, fue un


estado que surgió a raíz de la división del Imperio romano, en el 395 d.C., cuya vida se
prolongó por poco más de 1.000 años, hasta 1453, cuando cayó Constantinopla en
manos de los turcos otomanos.

Características del imperio bizantino


Fue un imperio multiétnico, cristiano (que a partir del siglo XI sería cristiano ortodoxo, con una
cultura marcadamente griega). El griego era la lengua oficial del imperio.

Además de la influencia griega hay que destacar que Constantinopla llegó a contar con barrios
de venecianos y genoveses, que ejercieron una importante labor como comerciantes y
diplomáticos.

Política del imperio bizantino


Correspondía a un estado principalmente teocrático debido a que el emperador se encontraba
muy ligado a la religión del imperio siendo considerado el representante de Dios en la tierra y
tenía un gran poder tanto político como religioso.

Sociedad del imperio bizantino


Su sociedad se encontraba jerarquizada y estratificada. Los principales grupos sociales que
dividían el imperio eran los esclavos, campesinos, comerciantes, clérigos, militares y la
nobleza. Por encima se encontraba el emperador, rodeado de gran lujo.

Economía del imperio bizantino


La economía bizantina fue la base que permitió al Imperio Romano de Oriente su expansión
territorial. En su economía cobran protagonismo las actividades agropecuarias, cuyos
productos abastecían a las ciudades y los sectores industrial y artesanal mantenían un gran
vigor.

la principal actividad económica del Imperio Bizantino era la textil. La tela producida era
exportada a Europa occidental.

Religión del imperio bizantino


Los bizantinos pretendían ser los representantes del cristianismo original y mantuvieron
conflictos permanentes con el papado instalado en Roma.

Arte y cultura del imperio bizantino


El arte bizantino es una expresión artística que se configuró a partir del siglo IV, fuertemente
enraizada en el mundo helenístico y oriental, como continuación del arte paleocristiano. Desde
sus primeros momentos, Bizancio se consideró como el continuador político del Imperio
Romano.
Ubicación del imperio bizantino
el Imperio bizantino ocupaba partes de lo que hoy es África, Egipto, España, Italia, Turquía,
Croacia, Asia Menor y otros territorios.

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