Dios Todopoderoso y Eterno: Tú eres la fuente de toda vida. Sólo tú tienes
dominio sobre ella. La vida y la relación con las que dotaste a Adán y Eva se vieron empañadas cuando se apartaron de Ti. ¡Pero a través de Su vida, muerte y resurrección, Tu Hijo Jesucristo nos hizo Tus Hijos Adoptivos! Ahora, nos dirigimos libremente a ti, nuestro Padre, como hijas e hijos fieles, y te invocamos con confianza, valor y un gran sentido de urgencia. Como Herodes eligió matar a los niños por miedo a un rey que lo desafiaría, hoy, bajo la apariencia de conveniencia, el asesinato selectivo de los no nacidos continúa. Te imploramos: Envía tu Espíritu para guiarnos mientras peregrinamos para proclamar tu mensaje de vida. Cada persona, nacida y no nacida, es un recordatorio de tu antigua instrucción: ¡Elige la vida! Quédate con nosotros. Camina con nosotros. Danos valor y perseverancia en nuestros esfuerzos permanentes en este momento de peregrinación y siempre. Bendícenos este día, y concédenos estar a salvo en esta Peregrinación por la Vida. +Amen Reverendísimo Gerald A. Gettelfinger Obispo Emeritus, de la Diocesis de Evansville