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Régimen laboral de la republica cafetalera de El

Salvador
La República Cafetalera de El Salvador, se remonta a la época de la Colonia, en la cual se
iniciaba el cultivo del café. Para ello los gobiernos incentivaban con exonerar a los que
sembraran y produjeran el "Grano de Oro”.
En El Salvador fue en el año de 1840 que inició el cultivo del café, aunque otros señalan
que fue en el año de 1846 a iniciativa del presidente Eugenio Aguilar.
El cultivo del café a El Salvador no fue por casualidad. El añil mostraba signos de
agotamiento en sus exportaciones, el aparecimiento de productos químicos, los europeos
compraban añil de Asia, etc. 
Son algunas de las causas por las cuales se dio origen al cultivo del nuevo producto agrícola
de exportación.

Inicio del cultivo del café en El Salvador


Según fuentes consultadas, el café se introdujo a El Salvador en la época de la Colonia, a tal
grado que se reconoce que en el año de 1740 llegó a este país desde las islas del Caribe.
Se dice que el cultivo del café en Centroamérica fue con fines comerciales a partir de 1803,
con la exoneración del impuesto del diezmo y la alcabala por un período de 10 años a
toda persona que sembrara en el reino de Guatemala.
En el caso de El Salvador, fue en 1840 con la llegada del inmigrante brasileño Antonio
Coelho, que estimuló la producción de café en su hacienda " La Esperanza", ubicada en las
afueras de San Salvador.
Otras fuentes manifiestan que el café se introdujo a El Salvador en el año de 1846, por el
presidente Eugenio Aguilar.  Este dato es el más reconocido, ya que estimuló la producción
de café con acuerdos proteccionistas para que cultivasen el nuevo producto que
contrarrestará los efectos de la caída de la exportación del añil. Esto se debió a la aparición
de los colorantes artificiales en Alemania, China y otras zonas asiáticas. 
El ingreso del café a El Salvador no fue por casualidad. Existen varios motivos por la
cual se dio, entre los que se destacan:
1-La industria añilera, que era el principal producto agrícola de exportación, mostraba
signos de agotamiento, debido a la guerra civil interna en los Estados Unidos; esta
guerra hizo que los Estados Unidos bajara el valor y el volumen de las exportaciones
añileras de El Salvador.
2-Los comerciantes europeos aumentaron sus compras de añil proveniente de Asia.
3-El aparecimiento de los productos químicos. Su aparición sustituyó al añil. Esto hizo que
la demanda de añil se redujera drásticamente como producto de exportación.
4-El cultivo del café ya se venía dando desde varias décadas anteriores, por lo que, al dejar
de cultivar el añil, aumentó un avance del cultivo del café.

Campesinos, jornaleros y peones


         La expansión del cultivo del café modificó la tenencia de la tierra y la estructura agrícola.
Algunos campesinos propietarios de pequeñas parcelas continuaron produciendo granos,
frutas y otros artículos.
         Los grandes terratenientes se adueñaron paulatinamente de estas parcelas, dado que los
campesinos no podían pagar las deudas contraídas con ellos, de esta manera, estos
campesinos se convirtieron en jornaleros que buscaban trabajo en las fincas o haciendas.

Control estatal del Régimen Laboral


El crédito agrícola era un factor importante para el desarrollo del cultivo del café. Sin
embargo, pocos caficultores podían obtenerlo y, consecuentemente, dedicarse a su cultivo.
La negativa de los bancos se basaba en las limitaciones económicas durante los primeros
cinco años del cultivo, durante los cuales no se recoge cosecha alguna.
La elite cafetalera se consolidó y el estado adoptó políticas para proteger a sus miembros.
Estas acciones propiciaron la estabilidad e incrementaron las utilidades, Por esta razón,
sus intereses se plasmaron en las leyes y gobernaron el país hasta 1931, cuando empezaron
a compartir el poder con los militares.
A partir del cultivo del café y de sus beneficios en la economía nacional, el estado adoptó
leyes que sentaron las bases de la economía agraria, al mismo tiempo fortalecieron al
ejército para guardar el orden público y hacer cumplir las leyes.
Los jueces, los alcaldes y los comisionados cantonales jugaron un papel importante en el
control de quienes trabajaban en las fincas, pues estos eran nombrados por los
terratenientes locales y por los municipios.
En 1912, se creó la Guardia Nacional para contrarrestar los conflictos entre los campesinos
y los terratenientes. La Polarización de interés se tradujo en un alto potencial de rebelión
del campesinado y la incapacidad del ejército para evitar disturbios. La gran influencia
ejercida por la clase cafetalera salvadoreña en el estado limitaba el protagonismo político
de los sectores subordinados.

Los resultados de la República Cafetalera


A inicios del siglo XX, se calculaba que una quinta parte del país estaba cultivada con café:
Santa Ana, La Libertad y Usulután eran los tres departamentos donde la actividad
caficultora había tenido mayor desarrollo. Las exportaciones de café se habían
incrementado, ocupando el primer lugar. De esta manera se generaron ingresos que el país
necesitaba para construir carreteras que unieran las zonas productoras con los puertos La
Libertad y Acajutla.
Se introdujeron los ferrocarriles necesarios para el transporte y comercialización del grano,
mientras que el cultivo creaba empleos permanentes o temporales.
El estado fortaleció el ejército mediante la adjudicación de una buena parte del
presupuesto nacional, como respuesta a los conflictos frecuentes con Guatemala.
En el área de salud, se emprendieron campañas de vacunación masiva.
Aunque el sistema educativo era deficiente, en las principales ciudades se inició la
introducción de tuberías para el agua potable y la construcción de pilas públicas para su
distribución. Se introdujo el teléfono y el telégrafo, la electricidad y pavimentación en San
Salvador.

Consecuencias sociales y económicas


La expansión de la producción del café estuvo acompañada de cambios significativos en la
economía que creció a un ritmo vertiginoso. Este crecimiento económico favoreció
desigualmente a los sectores de la sociedad, pues solo una parte se benefició de esta
producción.
Este grupo estaba compuesto por los principales inversionistas y comerciantes, quienes
participaron en la expansión de los productos de exportación como el café y azúcar,
Además, el cultivo del café trajo un pequeño grupo de inmigrantes europeos quienes
buscando acrecentar sus fortunas, vinieron a invertir sus capitales en la producción,
financiamiento y exportación del café.
Dado el rol importante del café en las economías rurales de la región, las consecuencias
sociales y económicas de la crisis son varias:
         Bajas en los ingresos
         Pérdidas de empleos
         Hambruna
         Pérdidas de cubiertas permanentes de suelos que afectan a las fuentes de agua
Crisis política
En 1881 el presidente Zaldívar decreta varías leyes para despojar a los indígenas de sus
tierras comunales y ejidales.
Las tierras pasan a manos de unos pocos, así nace la oligarquía cafetalera, los campesinos e
indígenas despojados de sus tierras, se ven obligados a trabajar en las fincas de café para
sobrevivir.
De este modo, El Salvador se hizo un país productor exportador, es decir, las mejores
tierras del país se destinaron a un solo cultivo: café.

Conclusión
La llegada del café a El Salvador dio como resultado la definición de un modelo económico
basado en la gran propiedad privada, y sustentado en la teoría del liberalismo económico.
El cultivo del café no solo estableció el rumbo económico de El Salvador, sino que además
definió las clases sociales basadas y originarias a partir de la oligarquía cafetalera.
Grupos beneficiados

Además de los caficultores, la institución armada se benefició con la bonanza cafetalera. A


principios del siglo XX, esa institución era una de las mejores de la región. Los gobernantes
se preocuparon por reforzarla estableciendo el servicio militar obligatorio, se mejoró la
Escuela Militar y se creó la Guardia Nacional. Los beneficiadores y exportadores de café
también obtuvieron mejores ingresos, ya que el procesamiento y la comercialización del
grano tenían excelentes precios en ese momento. La bonanza económica facilito la
inversión en otros sectores. Ejemplo de ello fue el incremento salarial a profesionales y al
desarrollo de grupos comerciales. Proliferaron los almacenes y las tiendas con productos
del hogar, alimentos, medicinas, ropa y calzado. La movilidad de la población también
mejoro con la apertura de nuevos caminos y la inversión en infraestructura vial. Se
comenzó a dotar d energía eléctrica a sectores que no la tenían y se aumentaron los
proyectos de agua potable en las principales ciudades mediante el método de cantareras
comunitarias.

Historia Republica Cafetalera de El Salvador


1876-1931
A mediados del siglo XIX, el café sustituyó al añil como base de la economía nacional.
Antes de que la exportación del café tomara gran importancia en los mercados europeos y
norteamericanos, este grano se producía solo en pequeñas cantidades; pero el
descubrimiento de colorantes sintéticos provocó la pérdida de importancia del añil como
colorante y su demanda fue decreciendo a nivel mundial rápidamente, teniendo como
efecto la crisis de la economía exportadora del país.

Fue entonces que los grupos dominantes encontraron como forma de mantener el vínculo
con el mercado capitalista el nuevo producto: el café. Para impulsar su producción, los
gobiernos salvadoreños exentaron a particulares interesados en el cultivo de pago de
impuestos y del servicio militar.

Como incentivo a la producción cafetalera, el general liberal Gerardo Barrios transfirió en


1859 haciendas públicas y los puso en manos de las grandes haciendas productoras o
interesadas en el café. La primera modificación a la forma de propiedad se dictó en febrero
de 1881 con la “Ley de Extinción de  las Comunidades” decretando la abolición de la
propiedad de tierras comunales y donde se afirma que “…la indivisión de los terrenos
poseídos por comunidades impide el desarrollo de la agricultura, entorpece la circulación
de la riqueza y debilita los lazos de la familia y la independencia del individuo…”

De igual forma el 2 de marzo de 1882, se aprobó “La Ley de Extinción de Ejidos” por la cual
las tierras ejidales fueron expropiadas y declaradas propiedad privada y en 1887 por la
“Ley de Titulación de Terrenos Rústicos”, se estableció la potestad de los alcaldes para
entregar la propiedad de la tierra a los nuevos dueños, en este caso, mayoritariamente por
parte del reducido de hacendados cafetaleros.
Destacamos que aunque en 1872 el añil alcanzó el precio más alto en su historia, las
exportaciones de café a California se duplicaron en 1877; de 5 381 sacos ascendieron a 10
545 y ya para 1879 la exportación del café superó la del añil, representando el 48% de los
ingresos totales del ramo de exportaciones.

Los hacendados y oligarcas fueron concentrando la propiedad de la tierra y se fueron


adueñando de la economía nacional. Tanto liberales como  conservadores pertenecían a
este sector privilegiado y desde el poder hicieron las transformaciones para su propio
beneficio: reformaron el sistema de tenencia de la tierra, liberación de la mano de obra o lo
que es lo mismo explotación de os trabajadores agrícolas, contratados por salarios de
miseria y creación de cuerpos represivos como garantes de los explotadores.

Con el despojo de sus tierras los campesinos se vieron obligados a vender su fuerza de
trabajo en el campo, migraron a las ciudades o fueron a trabajar en las plantaciones
bananeras en Honduras. Para reclutar, controlar y garantizar que la mano de obra no
“escapara” de la región, se creó la Ley sobre jornaleros y de jueces agrícolas. En 1889 se
creó la policía rural en los departamentos cafetaleros y en 1912 la Guardia Nacional. Esta
última instancia va a jugar desde su creación un papel represivo a lo largo de la historia
salvadoreña junto con la Guardia Civil.

Los principales interesados en el cultivo del café fueron, además del sector cafetalero, los
migrantes europeos que arribaron al país entre 1869 y 1872 y fundaron compañías
exportadoras, controlaron el mercado y parte de los créditos. Cuando en la segunda década
del siglo XX los precios del café empezaron a declinar, el control quedó completamente en
manos del sector cafetalero ya que los campesinos que aún no habían sido afectados por la
Ley de expropiación, tuvieron que vender sus tierras comunales.

A la vez los grandes propietarios del sector cafetalero, los poseedores de las tierras,
pasaron a controlar otras ramas económicas del país, especialmente la banca,
consolidándose un capital financiero como lo refleja la creación del Banco Internacional
(1880), el Bando Particular (1885), el Banco Occidental (1889) y el Banco Agrícola
Comercial (1895) el cual funcionó como banco emisor hasta 1933.

Consideramos que en las dos últimas décadas del siglo XIX quedo configurado el “bloque
de poder”, que llegó a imponerse mediante la importación de las diversas actividades
cafeteras como clase fundamental y dirigente del sistema hegemónico, formado por los
grandes productores del café, los inmigrantes que controlaban las firmas comerciales
importadoras-exportadoras, incluidos los capitalistas financieros. Y en esta última
categoría incluimos a “la burguesía financiera inglesa a través de sus representantes
bancarios, empresarios mineros y representantes ferrocarrileros.

El imperialismo inglés fortaleció su posición luego de la salida de España de la región, con


la independencia política lograda en 1821. Contactaron a los nuevos líderes republicanos e
iniciaron una era de intercambios comerciales y préstamos, por medio de empréstitos
estatales y como inversión directa.

La primera exportación de capital inglés se registra en 1888, bajo el gobierno liberal de


Francisco Menéndez (1885-1890),  y está destinada a la minería. Los Estados Unidos
llegaron  hasta veinte años después, en 1908 y en el ramo de los ferrocarriles. Estamos
hablando de la empresa inglesa  “Divisadero Gold and Silver Mining Co. Ltd.” Estuvo en
producción hasta 1920, cuando fue vendida a una empresa norteamericana.

El siguiente año, 1889, comienzan los empréstitos ingleses para la construcción del
ferrocarril. Esto le permitió a la Corona Británica el “control  del comercio exterior
salvadoreño mediante casas comerciales inglesas, a las que luego se sumarían las alemanas
y francesas.”

En 1893, bajo el gobierno liberal de Carlos Ezeta (1890-1894) inicia la exportación de


capital bancario con lo que se cierra el triángulo inversor británico: minas, ferrocarriles y
bancos. En 1899 se forma la empresa  “Salvador Railway Co., para administrar las líneas
ferrocarrileras. Con una inversión de 485, 000 dólares, se autoriza en 1893 el
establecimiento de una sucursal del “Banco de Nicaragua.” Por su parte  “en 1880, con
capital inglés, se fundó el primer banco llamado Internacional.”

En 1899, bajo el gobierno de Tomas Regalado,  se consolida la presencia inglesa en la


minería con la apertura de una nueva explotación en La Unión, esta vez de la “Butters
Salvador Mines Ltd.” En 1914, bajo el gobierno de Carlos Meléndez, se crea el Anglo South
American Bank, que posteriormente cambiaría su nombre por el de Banco de Londres y
Montreal.

Se estima que tanto el presidente Manuel Enrique Araujo como “todos los gobiernos que le
precedieron eran pro-ingleses…” pero que ya empezaban a surgir fraccionamientos al
interior del bloque oligárquico, “con la introducción de un nuevo grupo…los capitalistas
norteamericanos, que…desplazan a los ingleses de su posición influyente en las relaciones
económicas y políticas del país.”

A la vez la continua  modernización requería construir obras de infraestructura. En 1908


construyeron vías ferroviarias para articular las zonas cafetaleras con el puerto de Acajutla.
Para tener una rápida comunicación entre la zona oeste con el este del país se construyó
sobre el río Lempa el “Puente de oro”. Los financiamientos y las inversiones
norteamericanas fueron desplazando a los ingleses. La alianza con la oligarquía y con la
burguesía agrícola fue la política que los Estados Unidos siguieron para expandir su
dominio político y económico en la región, método a la vez para desplazar al capital inglés.

En 1908, un año después de la Conferencia de Washington [7], bajo los gobiernos de


Teodore Roosevelt y de Fernando Figueroa,  es el año en que los Estados Unidos inician la
exportación de capitales hacia nuestro país, en dos vías, en minería (se adquiere la Butters
Salvador Mines) y en la construcción de una nueva instalación ferroviaria, que partiendo
de Guatemala llegaba a La Unión.

Y además incluía la construcción del muelle de Cutuco. Minas y ferrocarriles, y muy pronto
se sumaría el capital bancario, para seguir el libreto inglés, aunque con el agregado ahora
de puertos.  Como trasfondo se encuentra la disputa imperial con los ingleses y la decisión
de hacer fracasar la línea ferroviaria británica y su respectivo puerto de Acajutla.
También se notó un crecimiento en la actividad artesanal y el incremento del comercio
interior, pasando esta producción artesanal a una producción manufacturera.

En el plano político y como planteamos anteriormente el presidente Rafael Zaldívar, que


había sustituido a González en 1876, decretó en 1881 y 1882, varias leyes que anularon el
sistema de tierras comunales y ejidos, prevalente en el país, desde la época colonial. Esta
legislación virtualmente permitió que unas pocas familias se adueñaran de grandes
extensiones de tierras. Zaldívar fue derrocado en 1885, sucediéndolo el general Francisco
Menéndez, quién promulgó la Constitución de 1886, de principios liberales. Durante este
período, familias europeas llegaron al país y rápidamente se colocaron en una situación
económica poderosa debido a su conocimiento del mercado internacional. Estas familias se
desarrollaron en el área del comercio y en la producción e industrialización del café.

A partir de 1898, con la llegada al poder del general Tomás Regalado y hasta 1931, se
sucedieron una serie de gobiernos relativamente estables, producto de que la presidencia
quedó en manos de los grandes terratenientes cafetaleros. La élite económica gobernó el
país pasándose la presidencia en forma directa. A este período histórico se le conoce como
la “República Cafetalera”.

El Dr. Manuel Enrique Araujo, presidente entre 1911 y 1913, creó la Guardia Nacional y
tomó una serie de medidas para aumentar la presencia del Estado en el interior del país. La
actual bandera del país fue adoptada en 1912 durante la presidencia de Araujo, quién fue
asesinado en febrero de 1913. Después del atentado de Araujo, la poderosa familia de los
Meléndez-Quiñonez gobernó el país hasta 1927.

Miembros de la élite económica conocida como las 14 Familias (número que es


evidentemente simbólico, por los catorce departamentos) u Oligarquía Criolla, por ser
descendientes directos de españoles nacidos en el país. Además de estas familias estaban
también los Dueñas, los Araujo, los Orellana, los Álvarez y los Meza-Ayau. Al final del
período, asignaron a Pío Romero Bosque a la presidencia, pero éste organizó elecciones
que fueron ganadas por el Partido Laborista del Arturo Araujo. El Partido Laborista recibió
el apoyo de estudiantes, obreros y del Partido Comunista Salvadoreño (PCS), que había
sido fundado en 1930 por un grupo de militantes entre los que se encontraba Agustín
Farabundo Martí. El Dr. Araujo instauró un régimen de apertura política y permitió la
inscripción del PCS como partido político legal.

Ante la grave situación económica que vivía el país por la caída de los precios del café [8],
el gobierno de Araujo entró en crisis y fue derrocado por un grupo de militares el 2 de
diciembre de 1931. Éstos entregaron el poder al vicepresidente de Araujo, general
Maximiliano Hernández Martínez, dando inicio a un período de gobiernos autoritarios
controlados por la Fuerza Armada y apoyados por los terratenientes cafetaleros.

Desde 1931 hasta 1979, los gobiernos autoritarios de este régimen militar-oligárquico
emplearon una política que combinaba la represión política y las reformas limitadas para
mantenerse el poder, resguardando los privilegios de la oligarquía salvadoreña.

El Personaje
Rafael Zaldívar

(San Alejo, 1834 - París, 1903) Político y destacado médico salvadoreño, presidente de la
República en varias ocasiones. Realizó estudios de Medicina y llegó a ser profesor de
fisiología e higiene en la Universidad de Guatemala. Elegido diputado en el año 1860, ese
fue el año de inicio de una gran carrera política. Ocupó diversos cargos diplomáticos y la
cartera del Ministerio de Guerra.

Fue elegido presidente de El Salvador con apoyo del guatemalteco Justo R. Barrios en el
año 1876, tras el derrocamiento de Andrés Valle. Reelegido para la presidencia en 1880 y
1884, llevó a cabo una política de tipo anticlerical, unionista y conservadora. Efectuó
también importantes obras públicas en todo el país. Además, fomentó la educación pública
y la industria. Logró, por otra parte, amortizar la deuda pública nacional. Fue un opositor a
la idea de la reunificación centroamericana que pretendía el presidente guatemalteco Justo
Rufino Barrios.

En el año 1885 el general Menéndez lo derrocó del poder. Aprovechó para realizar un viaje
a Europa, pasando por Madrid, donde fue recibido por el rey Alfonso XII, que le ofreció
una cena en palacio. Fue elegido académico de la Lengua y de Medicina, y se le hizo socio
del Ateneo y de la Asociación Económica de Amigos del País de Madrid. A su vuelta a El
Salvador, fue uno de los fundadores de la Academia salvadoreña, correspondiente de la
española.
Gerardo Barrios

(Cacahuatique o La Poza de la Juana, 1813 - San Salvador, 1865) Político y militar


salvadoreño que fue presidente de la República entre 1859 y 1863. Liberal moderado, tomó
medidas contra el clero, hecho que fue aprovechado por el dictador guatemalteco Rafael
Carrera para invadir El Salvador, destituir a Barrios e imponer a Francisco Dueñas.
Detenido en Nicaragua, Gerardo Barrios fue entregado a Dueñas, quien lo hizo ejecutar.

Hijo de José María Barrios y de Petrona Espinoza de Barrios, ricos terratenientes de origen
franco-español, recibió su primera instrucción de su abuelo Pedro Joaquín Barrios, quien
le enseñó a leer y escribir. Prosiguió su formación con un tutor francés, buen amigo de su
familia, que le enseñó gramática española, geografía e historia de América y Europa,
matemáticas, astronomía y física, e inculcó en el joven Barrios el espíritu liberal ilustrado
que recorría Europa tras la Revolución Francesa.
Gerardo Barrios inició su carrera pública a muy temprana edad como secretario de la
municipalidad de Cacahuatique (actual Ciudad Barrios). Posteriormente se alistó en el
ejército, en el cual sirvió a las órdenes del general Francisco Morazán. Junto a Morazán
combatió los intentos separatistas dirigidos por José María Cornejo. Por esas fechas,
Barrios inició su militancia en el Partido Liberal. Años después, destacó en la defensa de
Centroamérica contra el filibustero estadounidense William Walker: en 1856 dirigió las
tropas salvadoreñas que viajaron a Nicaragua para combatir la invasión.

El 10 de enero de 1859 el presidente de la República, Miguel Santín del Castillo, nombró


ministro de Gobernación a Francisco Dueñas, lo que provocó el descontento de una parte
de la oficialidad del ejército. Al día siguiente del nombramiento, el general Gerardo Barrios
se sublevó y expulsó del país a Francisco Dueñas. La reacción de Santín del Castillo no se
hizo esperar, y el día 19 de enero destituyó a Barrios como comandante general del ejército,
cargo que asumió el propio Santín. Barrios no aceptó su destitución y sublevó al ejército,
con el cual depuso al presidente.
La Presidencia quedó entonces en manos del vicepresidente Joaquín Eufrasio Guzmán.
Bajo este gobierno, en el que el hombre fuerte era el general Barrios, la Asamblea
legislativa estableció el período presidencia en seis años (hasta entonces había sido de dos
años). Finalmente, el 12 de marzo de 1859 el general Barrios se autoproclamó presidente
de la República. El 21 de enero de 1860, una vez concluido el período legal para el que
Barrios se había proclamado presidente, la Asamblea Legislativa le nombró Senador
Designado, y siete días más tarde la Cámara de los Diputados y Senadores lo proclamó de
nuevo presidente de la República para el período 1860-1865. Barrios tomó posesión el 1 de
febrero.

Desde ese momento, asumiendo sus funciones de jefe de Estado, proclamó su intención de
llevar adelante una serie de reformas que perseguían el bienestar y el progreso del país.
Entre otros aspectos, Gerardo Barrios asumió, como objetivos prioritarios de su gobierno
provisional, sanear las finanzas públicas, así como recuperar la agricultura y la industria, y
fortalecer la educación general y universitaria.

Entre 1860 y 1863 Barrios impulsó la reorganización de las finanzas públicas, alentó la
producción de café y las actividades relacionadas con la elaboración de la seda, se propuso
crear una institución armada de carácter permanente y profesional, y favoreció la
educación pública de naturaleza laica. Además, en los primeros años de su mandato buscó
la convivencia pacífica con el gobierno de Guatemala, lo cual se tradujo en una visita a ese
país en 1860. Sin embargo, no faltaron los conflictos, especialmente con la Iglesia.

Uno de los primeros incidentes fue la expulsión de tres religiosos capuchinos que hacían
cruzada contra el amancebamiento. En 1860 los conflictos se agravaron a tal punto que el
clero se negó a juramentar la Constitución de la República, aduciendo por boca del obispo
Tomás Pineda y Zaldaña que ninguno de los párrocos estaba obligado a cumplir los
preceptos del gobierno, ya que las únicas autoridades a que estaban sometidos eran las de
Dios, el obispo y el papa.

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