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jacobo grin bnberg z zyberbaun la oa nterna 4 (8ltrillas la experiencia interna jacobo grinberg zylberbaum tt Primera edici6n, enero 1975 Primera reimpresion, agosto 1980 La presentacién y disposicién en conjunto de LA EXPERIENCIA INTERNA, son propiedad del editor. Prohibida la reproduccién parcial o total de esta obra, por cualquier medio o método, sin autorizaciOn por escrito del editor Derechos reservados conforme a la ley ©1975, Editorial Trillas, S. A., Av, Rio Churubusco 385 Pte., México 13, D. F. Miembro de la Cémara Nacional de la Industria Editorial. Reg. mim. 158 Impreso en México ISBN 968-24-0360-X Esta obra terminé de imprimirse el dia 21 de agosto de 1980, en ios talleres de Imprenta Técnica S.A. se encuadernd en Servicios Editoriales Profesionales. S. A., se tiraron 1 000 ejemplares, mas sobrantes de reposicion KC-100 PROLOGO La psicologia que en la actualidad mas difusién y éxito tiene y que ha sufrido un desarrollo mas pronunciado, es aquella que considera como esencia del conocimiento psicoldgico el andlisis de la manifestacién externa de la actividad de un organismo, sobre todo aquella que se relaciona con la actividad motora. No se dis- cute aqui la importancia que tiene ese andlisis, sino mas bien el enfoque que se le ha dado. Se maneja la actividad motora como si ésta fuera la manifestacién directa e incuestionable de los pro- cesos mediatorios y no se pone en duda jamds esa conexién apa- rentemente tan evidente. El psicdlogo que estudia la manifestacién motora tiene la con- fianza absoluta de que su estudio lo llevar a entender lo que ore en el interior del organismo, sin necesidad de penetrar en él. Tiene la misma aproximacién que el estudioso de electroence- falografia, quien cree que al analizar el trazo de una plumilla tiene acceso al conocimiento de lo que ocurre en el cerebro, sin saber que mucha de la actividad sdélo representa ruido, o Ja sleformacién impuesta por el tamafio de los electrodos y por el sistema electrénico utilizado. El estudio de la actividad motora en si, es sélo un capitulo de la fisiologia de los sistemas piramidal y extrapiramidal y nunca deberfa constituir la esencia y base del conocimiento psicoldgico. La manifestacién conductual puede o no eStar directamente relacionada con la actividad interna de un sujeto, es mds, puede representar exactamente lo contrario de lo que se supone repre- senta. Si se trata de analizar esta manifestacién én si, no hay discusién, pero si se pretende considerar que un sujeto es su manifestacién conductual, se cae en el peligro de aceptar como evidente aquello que no ha podido ser sometido cabalmente a prueba experimental. Los comentarios que integran esta obra ponen en duda el pos- tulado, segrin el cual se es lo que se manifiesta. No se pretende que por si mismos constituyan una evidencia irrefutable —esto sdlo puede decidirlo quien los lea—; simplemente se intenta plantear la interrogante y poner sobre aviso a quienes gustan de manejar postulados como si representaran verdades incuestionables. 5 PROLOGO Los comentarios analizan también otro principio que en apa- riencia es evidente y que como tal es manejado por la psicologia actual, el de que la realidad existe en el exterior del organismo, pudiéndose diferenciar entre una realidad interna y una externa. Esta postulacién me parece absurda, aunque légica por provenir de seres humanos que han sido sometidos al proceso de sociali- zacion que se les ha impuesto. En este punto existe ya evidencia experimental que pone en duda la postulacién; sabemos, por ejem- plo, que el proceso perceptual es fundamentalmente de tipo activo, que la codificacién de la informacién es un proceso que implica una construccién mas que una recapitulacién. Desde este punto de vista somos nosotros los que construimos la realidad. Esta reali- dad que Ilamamos externa no es mas que una descripcion que se ha constituido estable a través de un proceso de socializacién que en el fondo no es otra cosa sino un simple chantaje emocional. Incluso desde un punto de vista puramente fisiolégico, o mejor atin, partiendo de un conocimiento fisiolégico se hace evidente que todo lo que ocurre sélo ocurre en nuestro interior. Una evi- dencia concreta en este sentido Ja constituyen los estudios de potenciales provocados en diferentes estructuras cerebrales, mis- mos que cambian dependiendo del estado interno del organismo aun cuando el estimulo que los provoca mantenga constantes sus caracteristicas “fisicas”. Los comentarios ponen en duda la bondad del proceso de socia- lizacion, llevan implicita la idea de que al socializar a un sujeto Jo tinico que hacemos es impedir su desarrollo, puesto que pone- mos en duda su capacidad de decisién y evitamos, de esa manera, que logre respetarse a si mismo. Formamos, asi, sujetos que sé6lo manifiestan en su conducta lo que se espera de ellos y que por lo mismo tienen una completa nulidad afectiva. Por ultimo, en los comentarios queda clara la idea de que no existe un determinismo, que éste es sdlo aparente en la manifes- tacién conductual motora la cual, sin lugar a dudas, si puede ser sometida a control. Esta posibilidad de control y la postulacién de que el sujeto es su manifestacién explican este enfoque sostenido por la psicolo- gia contempordnea, pero de ninguna manera lo validan o comprue- ban puesto que el argumento, si es que tiene algun ingenio, es el de ser completamente circular y ad hoc. La obra esté dividida en dos partes; en la primera se presenta una serie de cuentos y en la segunda se incluyen los comentarios propiamente dichos. 6 PROLOGO Tanto los cuentos como los comentarios son aleatorios en su ordenacién, el nico orden lo determiné la sucesién cronolégica de las vivencias que me hicieron recordarlos. Quiero agradecer la colaboracién de Celia Arellano en la redac- cién. Al doctor Lazaro Brener por su paciente revisién del manuscrito. A Lizette Arditti y a Marianela Garcia por el Despertar. A Ana Soni por todo lo que aprendimos juntos. INDICE GENERAL RIMERA PARTE: CUENTOS a} El pez y el ave, 13. - La abeja y su panal, 15. - A 43 afios luz de Alfa de Centauro, 17. - Maese Augustus, 23. EGUNDA PARTE: COMENTARIOS 31 Primero: de la percepcién, 33. Segundo: de los juegos, 35. Tercero: de la realidad y de los juegos, 36. Cuarto: del decididor de realidades, 38. Quinto: de la realidad fisica, 41. Sexto: de las estructuras y de los acuerdos, 42. Séptimo: de las apariencias, 49. Octavo: del ceder y del evaluar, 51. Noveno: de las metas, 53. Décimo: de las interdependencias, 55. Undécimo: de los roles, 56. Duodécimo: de las ensefianzas y de las imposiciones, 57. Décimotercero: del futuro, 58. Décimocuarto: del dolor, 59. Décimoquinto: del mundo y sus descripciones, 60. Décimosexto: de los ocultamientos, 61. Décimoséptimo: del querer y del poseer, 62. Décimoctavo: de los sentimientos de culpa, 63. Décimonoveno: de la libertad, 64. Vigésimo: del querer, 65. Vigésimoprimero: de tas dependencias, 66. Vigésimosegundo: de las invalidaciones, 70. Vigésimotercero: del conocimiento, 71. Vigésimoquinto: del lenguaje y de las estructuras, 73. Vigésimosexto: de la riqueza, 74. Vigésimoséptimo: del detectar, 75. de las respuestas y de las relaciones, 76. : de las manipulaciones, 83, Trigésimo: de la necesidad de imponer, 85. Trigésimoprimero: de la trilogia: superioridad-inferioridad- dependencia, 87. INDICE GENERAL imosegundo: de Ia expresién del pensamiento, 88. motercero: del poeta, 90. mocuarto: de los lideres y de sus dependencias, 91. imoquinto: del ser espectador de si mismo, 92. ésimosexto: del entender, 94. ésimoséptimo: de Jas causas, 96. Trigésimoctavo: de la filosofia, 98. Trigésimonoveno: de la ironta, 99. Cuadragésimo: de ser un efecto, 101. Cuadragésimoprimero: del grado de socializacién, 102. Cuadragésimosexto: de la ciencia, 109. Cuadragésimoséptimo: del miedo, 111. Cuadragésimoctavo: del ser, 112. 10 Soy contrario a términos como fantasia 0 simbolismo, Todo nuestro mundo interior es realidad; tal vez més real que el mundo que vemos, Marc CiAGaLt Las estrellas estdn en nuestro cerebro. Bertrand RusELL RIMERA PARTE CUENTOS €L PEZ Y EL AVE Un pez dorado estaba asombrado por el vuelo de las aves. Le gustaba asomarse a la superficie del agua y ver como la golondrina se trasladaba por el espacio abierto al agitar sus alas. Le encantaba analizar sus movimientos y pensar que éstos le permitian alcanzar grandes velocidades. Entendia el mecanismo del vuelo... y deseaba volar. Una golondrina estaba asombrada por el nado de los peces. Le gustaba volar por encima del estanque para ver cémo el pez do- rado, al mover su cola, se trasladaba en el agua, transparente y fresca. Le encantaba analizar la forma en que el pez se quedaba flo- tando: inmévil y sin esfuerzo, y cémo en un santiamén cambiaba su posicién. Entendfa el mecanismo del nado... y deseaba nadar. Un dia de sol, Ja golondrina le hablé al pez: —Si tt me ensefias a nadar, yo te ensefiaré a volar. Y el pez le contesté con una sonrisa: —Trato hecho. +A partir de ese momento se hicieron amigos. El pez le explicé a la golondrina todos los secretos de la nata- cién’ y la ensefid a doblar sus alas y moverse de tal forma que le permitiera penetrar en el agua y trasladarse en ella. La golondrina, a su vez, ensefié al pez cémo adquirir suficiente impulso en un movimiento ascendente desde la profundidad del estanque. Le explicé que este impulso le haria salir del agua y que, una vez en el espacio, tendria que mover la cola y asi podria volar. El aprendizaje fue lento y riesgoso, pero Megé el momento en que todos los movimientos fueron aprendidos y se decidié hacer la prueba final. La golondrina, ansiosa, le dijo al pez: —Estds preparado para volar, ahora debes intentarlo. Y el pez, preocupado, replicé —Tu también lo estas, si asi lo deseas puedes nadar. Los dos se prepararon, respiraron hondo y después de un mo- mento de vacilacién, se atrevieron... Alguien, a la orilla del estanque, tuvo una vision fantastica: vio volar a un pez dorado y nadar a una golondrina. 13 st 23s vaed oftp ‘ziay ayuaue}a]dut09 esiuos vypod ou eroye oxed ‘pepuingos eunxyur eun opep exatqny, 9] Ojua|Wesuad Ja ‘sajUe :epe}tooUCOsap enUas os vfeqe ey res “nB10 aymues sopond ‘opfare jo 10d uprenoYoy 94 “uoIq Any, aa JOUIA OwaUIESUEd UA “Sa10LI9 O[[ey OU ‘ootipuL ~ey_opepenb ezaiqny ou enb ojund unsje zexU0.Ua Op opurzesy ‘eradsta ey oysoy ojgazie yo seuojue sns woo %qe001 ‘ajUapiooe yep re8ny je gors0e as gex vfaqe ey ‘ojuam3is eueueur ay «trionye o3e 9qstxe ***Binjontjsa eB] S29 Opo} ou ‘sa90u00 ou onb sesoa sey, sopeyonosa 1s v ozaduio oprumn & piqop Anut ojustures -uad un & eyajoa K eyaqoa usta e[ o1ed **-euejuoUr op eanosaay 9p Jojo un & opryyo ‘oro ap oy un ‘**1epsooa1 vyiionb on “resuvosap & onj as A eipuodsaiz09 a] onb re8ny ja ua v1v0 e] Ooo[oo ‘ejarI3 eT O[FoxE 8X BT “uap1O ef BIA [e}— jsepjeo sey ap eydoz1ed eMjonysa ey A epnawioed ey op viony ‘so arpeu! —sezueuosua Se] elo seso— ijeued [op erony aystxo epeu!— :4ey1odos expod o[ ou gex vfeqe ey] ‘euejUoU ep 1odea uoo oosoay ose syulope £ ‘opyrgo A ayueiq unjsap OTT FY un ‘eje113 e] aod zny opuexue eqeisq “ajJOrysyye. ey 9p ren] Te 911409 ‘oorued ap wuay] 4 epensnsue ‘gex efage eT ‘sopered se] ap wun gyalige sows ye £ auiewe ns ap 9rpucidsep os vied op ued,un ‘eued Jo ua osed og[e ‘erp oyaI9 ‘orjuape **Oopionoe jo A einjoniyso ey ‘zoprsir RB ‘Wepro Ty ‘eonye ***royasmi un X so] vun ‘ose, uN ‘Jos uy “epejecivous **-epeinjonijsa £ epeULWLeIop ‘soyusruNAOUX sns UD voIpOIaUN ‘eaIsesgo ‘ezarduIT] nS 9p Opuepino ‘sep[so sey opuaruey ‘toj1oyUT ns ua geK efoqe vy ‘opeuapso ‘oopurayeur ‘ory ‘ornoso ***[eued up “louasimi un ***onuazut ®@ osuajur ‘opeorfep A ]IaIA ‘epia ap oyueo un ‘fomd & oojuouLe ‘ayueiquied opruos ug “10jy eun ‘**uajod op saquejsadxe ‘sayens cas ‘soqoaI9 sopystd ‘opeyioxe o1jua2 uoo ofor uaumyjoa up ‘ose] un 4 Jos ap emp un **-emosary ve] op opuarsins oyueyeo £ opsumYy dodea up ‘seyjausa op eualy A yraour ‘epeajed apoysodns eug TNKd NS A “Da KT PL “avjoa v euLrpuojo3 un A Jepeu e opuatpueide eqrysa opeiop zad un °° ‘anbuejso jp "9199 Bypoons ouLIxe O8[e eIp asa ap anszed v anb ueyusn5 “spurl Jeyasue yIpod sou qu sofa eios epeu & soutos mb Of soularas sop soy ord ‘1y ua Of A UT Ua spiejsa ny ‘upIquIey peu n osoy[iaereur svur oy Pras ofana ru °° “yen! pies oyUSUIOUL so op atited e epeu ‘ourstu of oprpuside sowlay sop soy— JUO9 9f Ojopuyzerqe £ zad [e oo1a08 9S ‘elaruOS eULIpUojos eT “uos O] Sesoo sequie anb 9s eroye ***oAn} of OWI0D SOULIZY Ue} Jas efpod ou oyut of onb eqesuad ‘ny ourOD 0s eLionb Ojena ny eFOA [Os ‘oprajo Jap uOzeI e Jpuajua ‘spuope’ --— romBisoxd zod Jo uty sod ‘earjesuod equiodsa viso eULIpUo[os eT Op eISTA ve] UOS asieJUOIJUa OpULIAd v0 ey] ua sand Sop £ ug}oarip wun ve equitur ‘“reUMULIO) v eI oUe es OU Zad Tq - spur Pe ‘oT[aq UpIquie; so zepeu onb opeprajo eiqey eur onb & vyeur yne UN OOD Opepeu eiqeYy sajuL onb Tuas ‘ojona m4 op oyUarayIp 9 OU opeu Tur anb adns **-esoo e130 JAqnosap usiquiey © *-— jzoa eun ap oprp!—-:-opueurap 9y eurp uofos ey ‘osoued o jroyyrp Anur o8[e sep soroNb vyoared ‘anbue}so 9 We eqejoTy anb eloy wun osW ‘,,oladarjuo Jo opustounsy,,‘zad pq “OUST O[ UBS OX— t91sajU09 9] ‘epeforuos ‘euLIpuc[os eT “ok opuats TM) opuals oyana fw AIA ‘9UIZeUTT OU sozUe wOUNU OUOD 109002 pod 24 anb yuas ‘oyuorunsqnosap uN aomy vqejoa opuenj— toftp ay A eraueduioo ns e osu zad 1g souaras Ke opunjord ofajjax un vio ‘sofo soy ua [eradsa ojfq un eyuaz oun epes enb uoiejou sop soy ‘1e1}U0DUa & UOJOTATOA as opueng SOININD “ALUVd VUIWId PRIMERA PARTE. CUENTOS —Esta sensacién es absurda, una abeja no debe pensar, sdlo debe hacer bien su trabajo. Ya mas tranquila, se fue a limpiar, ordenar y construir celdas, Jas abejas a su lado hacfan lo mismo, luego todo estaba bien, fijo y seguro. Tres dias después, un sonido traspasé las paredes herméticas del panal, era un canto armonioso y dulce, las obreras se mira- ron... era necesario engrosar Jas paredes para que ningun sonido les hiciera interrumpir su trabajo. La abeja X38 sintié un intenso deseo de seguir escuchando pero, puesto que todas sus compafie- ras opinaban que era importante engrosar las paredes, fue a ayudarlas. Extraiio sentimiento; la X38 no engrosaba las paredes como sus compaiieras, se vefa a si misma haciéndolo: _ “Una abeja no puede pensar en si misma y menos atin verse a si misma.” Algo extrafio estaba pasando; habia luz y calor y olor y canto. La majfiana siguiente se inicié la busqueda, la abeja X38 habia desaparecido, No hubiera habido problema alguno si la desapari- cién hubiera sido resultado de un accidente. Si la X38 hubiese sido muerta o raptada, nadie se preocuparia; pero la desaparicién no habia sido accidental. iLa X38 habia sido sorprendida saliendo por sus propias alas del panal! Jamas se habfa visto tal afrenta y tal traicién. Era necesario encontrarla para que se convenciera de que el panal era lo unico que existia, que todo lo demas era una fantasia y un peligro. La abeja X38 estaba admirando el lago, jamds habiase sentido tan feliz, sintié la frescura del agua, olid la delicia de la flor y canté con el ruisefior. No hubo tiempo para més... A 4.3 ANOS LUZ DE ALFA DE CENTAURO A 43 afios luz de Alfa de Centauro, en la interseccién de las Iineas Grif y Son-Tawori de desdoblamiento magnético nuclear, se realiza la vigesimosexta conferencia de los pueblos del universo WZ-38H. Existe. gran expectacién por ofr a Yun, delegado de la conste- Jacién Di-ipsi-son, Yun ha desarrollado un sistema de deteccién que permite loca- lizar sistemas antientrépicos de alta integracién, y ademés averi- guar su estructura interna, Yun es egresado del famoso Instituto de Investigaciones Anti- entrépicas de Andromeda y como tal, siempre ha pensado que 20 mil millones es el minimo numero de elementos necesarios para lograr un mecanismo con pandeterminismo. Durante dos eones, Yun ha estado recabando informacién que le permita comprobar esta idea y ahora, en Ja vigesimasexta conferencia, se ha anunciado que presentara los informes definitivos al respecto, Sil, presidente de la conferencia, toma la “palabra”: - “Estimados delegados de los pueblos de nuestro universo, nos hemos reunido una vez mas a fin de conocer el resultado de las investigaciones acerca de Ja evolucién de los sistemas antientré- Picos. Desde el descubrimiento del gran Gardielli, nos hemos reuni- do eonalmente durante 26 eones a fin de determinar cudles son Jas caracteristicas de esos sistemas. "Hemos Iegado a la conclusién de que los sistemas antientré- Picos evolucionan a partir del momento en que una estructura se vuelve lo bastante compleja como para avanzar desde un determi- nismo absoluto a un autodeterminismo y de alli a un estado que hemos denominado Pandeterminismo, donde el sistema no sélo es capaz de fijar sus leyes sino también de cambiar las relaciones entrépicas del universo circundante. El estado de pandeterminismo ocurre cuando un sistema es capaz de representarse el universo, siendo esta representacién lo suficientemente exacta y segura como para ser més real que lo que la rodea, "Las investigaciones tealizadas hasta la fecha han indicado que existe un paso abrupto entre el auto y el pandeterminismo, y que un sistema pertenece a una u otra categoria. 17 PRIMERA PARTE. CUENTOS ”E] dia de hoy, Yun nos presentara datos que sefialan la exis- tencia de un estado intermedio que posee caracteristicas muy espe- ciales; pero, sera mejor que nos lo explique el propio Yun...” Las esferas energetizadas cambiaron de tonalidad, lo cual signi- ficaba que un estado de expectacién habia sido provocado por las palabras del presidente. Yun ordené sus pensamientos y empezé a transmitirlos. Cada uno de los delegados comenzé a seguir las experiencias de Yun como si fueran propias. Primero les hizo ver el mecanismo del detector de antientropias, luego todos los pasos de su desarrollo y los problemas su construccién. Fue como si hubieran vivido lo mismo que vivié Yun; todos admiraban la técnica de presenta- cién que utilizaba. Si bien era cierto que como sistemas pandeter- minados todos podian transmitir experiencias, la perfeccién en el dominio de esta técnica era inigualable en Yun. Seguin explicé Yun, el detector de antientropia se basaba en el principio de la holografia trasmolecular y estaba acoplado a un cafién mesénico de deteccién que barria una porcién del espacio y localizaba cualquier punto que mostrara una organizacién molecu- Jar autoestable. La mayoria de las detecciones revelaban sistemas menores a los 5 mil millones de elementos y éstos quedaban catalogados como antientrépicos de clase I, o sea, sin autodeterminismo. En el barrido N°’ 256 000 se habia localizado un sistema de 12 mil millones de elementos, caso tinico que permitiria probar la hipétesis de que 20 mil millones era el limite inferior del pandeterminismo, A partir de ese descubrimiento, Yun dedicé toda su atencién a establecer las caracteristicas de tan singular sistema. Lo primero que observé fue que el sistema se mantenfa activado por una compleja infraestructura energetizadora que lo oxigenaba y alimentaba. Después se dio cuenta de que el sistema y su infraes- tructura permanecian activos durante un tiempo ridiculo que correspondfa a entre 80 y 100 orbitales del planeta que los sostenia. El sistema sélo se podia comunicar a través de alteraciones en Ja presién de la atmésfera que lo envelvia y sélo se podia tras- Jadar de un punto a otro activando ciertas prolongaciones de su infraestructura. Tanto las alteraciones en la presién atmosférica como la activacién de las prolongaciones se regian por una serie de reglas establecidas por una comunidad de sistemas. Definitivamente no habia sefiales de pandeterminismo y ape- nas algtin signo de autodeterminismo, sin embargo, en ocasio- nes el sistema actuaba como si poseyera ambos. Esto intrigaba sobremanera a Yun, no podia entender a qué se debian las fluc- tuaciones que estaba detectando. 18 4 4.3 ANOS LUZ DE ALFA DE CENTAURO Decidié hacer un estudio profundo del sistema en diferentes etapas de su desarrollo. Para ello localizé primero un sistema de 1/4 de orbital de vida y recorrié todas sus experiencias, Yun resumié los datos obtenidos, en la siguiente forma: “Las primeras etapas de desarrollo de este sistema se carac- terizan por un continuo crecimiento de circuitos que establecen conexiones entre los elementos que lo constituyen. Los circuitos y sus conexiones alcanzan un grado autoestable entre el primero y el tercer orbital de vida, Las particularidades de los circuitos permiten una representacién interna del universo inmediato y aun un germen de pandeterminismo, sin embargo, éste no se desarrolla. Las razones de esta falta de desarrollo resultan del énfasis que estos sistemas otorgan al mantenimiento de un de- terminismo social.” En ese punto Yun percibid un dejo de duda entre los dele- gados, decidié transmitir una escena detectada recientemente, que ejemplificaba y daba valor a la conclusién anterior. Apareci6é entonces una visién fantdstica y nunca antes vista: Un lugar encerrado por bloques rectangulares, y en el centro una especie de cajén rodeado de barrotes. Dentro del cajén ha- bfa una forma alargada con cinco prolongaciones; cuatro de ellas terminaban en cinco tentaculos y la otra tenia forma esférica. En la esfera se hallaban incrustadas dos formas ovales lateralizadas y tres cavidades frontales, ademas una excrecencia central en cuya porcién inferior se notaban dos pequefios orificios. Lo mas extrafio de todo es que en la porcién superior de la esfera scbresalia un numero extraordinariamente grande de del- gados tentaculos que cambiaban de lugar cuando aquella forma rosada, eldstica y caliente cambiaba de posicién. La iluminacién de aquel Jugar era tenue, y la forma se movia continuamente. En determinado instante la cavidad frontal infe- rior empez6 a contraerse y, como resultado de este movimiento, empezaron a notarse complejos cambios en la posicién de Jas mo- iéculas que la rodeaban... Eva, la madre del nifio, oy6 que su hijo hablaba en suejios, decidié levantarse de Ja cama para ir a ver qué sucedfa; José, su marido, empez6 a disgustarse por los ruidos que hacia la mujer, pero ésta Je hizo callar con un rapido y demandante movimiento de brazos. Eran las tres de la mafiana y afuera lloviznaba; Eva se cubrié con un chal y se acercé a la cuna en donde estaba su hijo. Este, completamente despierto, le conté a su madre: —Mami, el oso era muy grande y volaba en el aire, estaba buscando a su hijito que se habia perdido en el bosque y de repen- te aparecié un Aguila que se lo queria comer... 19 PRIMERA PARTE. CUENTOS Mientras el nifio hablaba, Eva pensaba preocupada: “Todas las noches sucede lo mismo, por més que le he explicado que esas cosas que ve son sdlo suefios y por lo mismo no tienen realidad, él no entiende, tengo que hacer algo drdstico, de otra manera jamds podremos dormir a gusto.” Eva encendié la luz y buscé un libro de estampas, lo abrié en Ja imagen de un oso y la mostré a su hijo: —Mira, esto es un oso, pero no es un oso de verdad, es sdlo un oso pintado, no existe, es sélo un dibujo. —El oso que viste tampoco es real, es como este dibujo, sdlo existe en tu cabecita cuando suefias, no es como los osos del zooldgico, ellos si son reales, los otros sélo te los imaginas. EI nifio miraba a su madre con los ojos muy abiertos y, con una expresién de asombro repetia: —Los osos del cuaderno y los osos de la noche no son verda- deros; slo los osos del zoolégico son reales. La madre continué: —Tu papa y yo necesitamos dormir bien porque trabajamos mucho durante el dia y td, con tus cosas, no nos dejas descansar. Si vuelves a despertarte en la noche imagindndote tonterias lo tnico que vas a lograr es que nos enojemos y te dejemos de Diciendo esto, Eva salié del cuarto. Juanito no podia entender, estaba seguro de que el oso que habfa visto era tan verdadero como el del zoolégico pero... si su madre decia que no lo era, y si ademas lo iban a dejar de querer... “Los osos del cuaderno y los osos de la noche no son de verdad, slo los osos del zoolégico son reales.” Yun desconecté Ja imagen, se sentfa inquieto y empezé a trans- mit “Cuando detectamos por primera vez esta experiencia crefamos que habia alguna falla técnica, no eran posibles tanta ceguera y tal egoismo. Un sistema de 12 mil millones de elementos deberia ser mAs inteligente y por lo menos reconocer el camino de su evolucién, impulsandolo y nunca inhibiéndolo... era absurdo e inconcebible, pero no era ninguna falla técnica, el detector se revis6 una docena de veces y todo funcionaba a la perfeccién. La nica conclusién posible es que el sistema estudiado posefa la ca- pacidad de representacién interna y por tanto estaba muy cerca del pandeterminismo, sin embargo, esta capacidad no era alentada sino, por el contrario, inhibida.” Y transmitié esta conclusién: “Los efectos de esta inhibicién son multiples; los sistemas en desarrollo, sometidos a tratamientos similares comienzan a perder 20 A 4.3 AROS LUZ DE ALFA DE CENTAURO su capacidad de representarse el universo y ademas, pierden su autodeterminismo al dejar de confiar en la existencia de una rea- lidad interna y tener que someterse al juicio de realidad dado por el otro sistema.” Yun conecté nuevamente el transmisor de ex- periencias: De nuevo, un espacio rodeado de bloques rectangulares, aun- que mayor que el de la visién anterior. Multitud de formas se hallaban cubriendo Ia base del espacio y parecian estar dobladas por su mitad y apoyadas sobre ciertas estructuras delgadas de forma oval. Enfrente de ellas una forma mayor contraia su cavidad frontal inferior: “Estimados colegas, la sociedad psiquidtrica internacional se honra con su presencia. El dia de hoy serdn presentados dos casos dignos de atencién. El primero: un nifio de seis afios con sintomas claros de esquizofrenia...” Juanito se retorcia en su cama, en la mafiana habia ido a su escuela y durante la clase de actividades estéticas habia empezado el terrible dolor de cabeza y las nduseas... Juanito miré a sus compafieros y después al maestro, a quien dijo casi lorando: —No puedo imaginarmelo, no es real. El maestro, enfadado, repitié por enésima vez: —Lo unico que quiero que hagas es que te imagines un oso volando y que después lo pintes en el pizarrén. - —No puedo, no puedo, no puedo... El maestro sentia que estaba a punto de explotar; como nunca habia visto tal terquedad, decidid que ésta se corregiria con un castigo. —Lo que sucede es que no quieres, eres un nifio mal educado y esttipido; como castigo, quiero que escribas cien veces lo siguiente: “Los nifios deben portarse bien, deben obedecer a sus mayores pues ellos saben lo que esta bien y lo que esté mal...” Yun desconecté la imagen. Era la maxima incongruencia y todos asi lo sentian. No podian entender como un sistema de 12 mil millones de elementos podia caer en tales contradicciones. Sil empezé a transmitir una pregunta: “@Cual es el segundo caso?” ... Yun miré a los ojos de Sil, los dos habian recibido la noche anterior el tratamiento electroconvulsivo de costumbre: como siempre, sdlo habia quedado esa sensacién de opresidn, y las terri- bles ganas de Ilorar. Trataron de hablar pero no pudieron, era algo oscuro, impre- ciso, vacio... se miraron... 21 PRIMERA PARTE. CUENTOS A 43 afios luz de Alfa de Centauro, dos psiquiatras charlaban en un café: —

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