NULIDAD DEL MATRIMONIO: Casado, tíos, suegros, cuñado, presunto asesino del conyuge.

ANULABILIDAD DEL MATRIMONIO: Los adolescentes, solo con dispensa judicial los de 16 años
cuando salió embarazada, luego puede confirmarse por el juez.

277.5 (parcial) De quien lo contrae por error en la identidad física: gemelos, es estéril,
operaciones.

277.6 de quien lo contrae bajo amenaza: Una amenza de un mal grave e inminente

277.7 de quien adolece impotencia absoluta: no puede desarrollar una relación sexual por que no
tienen como. El plazo de caducidad persiste.

277.8: de quien de buena fe lo celebra ante funcionario funcionario competente, un aspecto de

formalidad.

Los matrimonios putativos son matrimonios que se constituyen y se desenvuelven dentro de la

figura común del matrimonio con su propia naturaleza y con los requisitos constitutivos, ya que la
putatividad es una cualidad conocida posteriormente a consecuencia de la declaración judicial de
nulidad y concurriendo los demás requisitos legales. Es un matrimonio que ha desplegado sus
efectos, los cuales se han realizado o vivido por los cónyuges a través de las situaciones y
relaciones jurídicas correspondientes. Pero, esos efectos deberían interrumpirse cuando una
sentencia firme declara la nulidad del matrimonio y, al referirse la nulidad radical al momento de
la celebración del matrimonio, llevaría consigo la nulidad de los efectos producidos desde aquel
momento de acuerdo con el principio de justicia «quod nuttum est, nullum producit effectum».

Ciertos autores respecto a la buena fe y la exigencia de justicia para amparar la putatividad del
matrimonio celebrado por violencia o miedo se inclinan por el criterio psicologista, teniendo en
cuenta elementos correctores de la buena fe, como la lealtad y la corrección de las conductas, o se
identifica la buena fe con un comportamiento objetivo de la parte inculpable valorado por el
ordenamiento como no querido y deliberadamente concurrente a la subsistencia del matrimonio,
después declarado nulo. Ai es que, Vassalli sostiene que «el matrimonio fue contraído de buena fe
tantas veces cuanto los cónyuges, o al menos uno de ellos, ignoraron que existiese la causa por la
cual el matrimonio fue declarado después nulo

Asi mismo, la doctrina española se limita a aceptar con toda naturalidad y convicción que la buena
fe abarca los supuestos de nulidad por coacción o miedo.