El mercantilismo es el conjunto de ideas económicas que consideran que la
prosperidad de un Estado depende del capital que pueda tener, y que el
volumen global de comercio mundial es inalterable. El capital, que está representado por los metales preciosos que el Estado tiene en su poder, se incrementa sobre todo mediante una balanza comercial positiva con otras naciones (o, lo que es lo mismo, que las exportaciones sean superiores a las importaciones). El mercantilismo sugiere que el gobierno dirigente de una nación debería buscar la consecución de esos objetivos mediante una política proteccionista sobre su economía, favoreciendo la exportación y desfavoreciendo la importación, sobre todo mediante la imposición de aranceles. La política económica basada en ideas a veces recibe el nombre de «sistema mercantilista».
El liberalismo económico es una doctrina que propone un desarrollo favorable
a través del libre mercado y la mínima intervención del Estado en asuntos económicos. Este se dice funcionar cuando la demanda de un servicio o bien aumenta entre los consumidores y así se logran crear mejores ofertas, incentivando la creación de empresas o la inversión en producción.
La fisiocracia, nacida en el 1750, fue una corriente de pensamiento económico,
la cual basaba su ideología principal en la escasa intervención del Estado en la economía. Los fisiócratas, en contraposición del mercantilismo y su fuerte apuesta por la intervención del Estado en la economía, apoyaban una corriente más libre. Una corriente basada en que la economía poseía un fenómeno natural, el cual da origen a parte del término “fisiócrata» (“physis”, naturaleza en griego), que regulaba el mercado por sí solo. Quesnay, así como Turgot, formaron lo que sería una de las primeras escuelas en contra de la intervención del Estado. Por otro lado, dando origen, posteriormente, al liberalismo económico, al influir en la vida de Adam Smith. Los fisiócratas creían en un fenómeno natural del mercado que garantizaba el buen funcionamiento del Estado sin necesidad de que este intervenga en él. Entre sus expresiones más reconocidas, se encuentra el término “Laissez Faire”, frase que, en francés, significa “dejar hacer”. La Escuela Clásica empieza con el padre del liberalismo económico, Adam Smith, (S. XVIII), que, junto con Malthus, David Ricardo y John Stuart Mill defendían la propiedad privada, los mercados y creían, como decía Mill, que “sólo a través del principio de la competencia tiene la economía política una pretensión de ser ciencia” El alcance de la ciencia económica se amplió de manera considerable cuando Smith subrayó el papel del consumo sobre el de la producción. Asimismo Smith confiaba en que era posible aumentar el nivel general de vida del conjunto de la comunidad. Este ilustre economista, afirmaba que las fuerzas del mercado se regían a través de una “mano invisible”, tanto ofertantes como consumidores llegan al equilibrio siempre de manera natural y que para que esto pasara, el gobierno o debe de intervenir de ninguna forma. Según Smith, el egoísmo del individuo hace que a su vez exista más competencia y que todos los ofertantes de beneficien de ello. Además, defendía que era esencial permitir que los individuos intentaran alcanzar su propio bienestar como medio para aumentar la prosperidad de toda la sociedad. De manera general tenemos que la Escuela Clásica de Adam Smith se describe: Problema Económico: Funcionamiento Sistema Económico Supuesto o Leyes: El valor de una cosa depende del trabajo necesario para producirla. El individuo, al perseguir su interés personal, promueve el interés general. La producción aumenta como consecuencia de la división del trabajo y de la especialización resultante. Libertad Económica. No a la intervención del estado en la Economía. Solución: Ventajas del libre comercio.