La fe da sentido dad celestial que alcanzar ni una finalidad que manteniendo.
A esta causa inteligente los cre-
dé sentido a su viaje. Sólo existe el camino y sus yentes la llamamos Dios. a nuestra vida vicisitudes en el buen tiempo y en el malo. Los Cuando estudiamos la evolución de los seres Un día, mi mejor amigo estaba pensativo y, con caminantes no tienen distintas expectativas so- vivientes nos damos cuenta que conservan una cierta preocupación, me dijo: «César yo no bre las cosas que encontrarán en su camino, sino finalidad interna que los orienta en una direc- creo». Yo le respondí: «Pero hombre, tendrás al- únicamente sobre su último destino. Al volver la ción, de la que no son dueños ni responsables. guna dudilla, como todos». Él insistió: «No, no, última curva es cuando se verá que uno ha teni- Todo esto nos lleva a pensar en un Hacedor. que no creo…, pero me gustaría creer». Enton- do razón todo el tiempo, y que el otro ha estado Finalmente deseo mencionar la belleza. Ésta ces le dije: «Bueno, tú haz como si creyeras». Él siempre equivocado». se manifiesta de manera esplendida y variada en respondió: «Pero eso sería una hipocresía». En este relato cada caminante tiene sus razo- la naturaleza con sus bosques, prados y flores. Más tarde, movido por el deseo de ayudar a nes: uno para creer y el otro para no creer; sólo También la encontramos en las innumerables mi amigo a recuperar la fe y el sentido de la vi- al final del camino (al morir) se podrá verificar obras de arte de la literatura, la música, la pintu- da, empecé a leer algunos artículos sobre la quién estaba en lo cierto. Pero entonces ya no ra, etc. Todo esto nos remite a la fuente origina- existencia de Dios. A modo de introducción en- habrá posibilidad de volver al comienzo y hacer ria: la belleza trascendente del Creador. contré una parábola del teólogo presbiteriano de nuevo el viaje. Puestas así las cosas, quizá Al considerar la inmensidad del cosmos, la John Hick que refleja la postura de creyentes y más de uno podría pensar que «lo más conve- evolución de los seres vivientes y la belleza de no creyentes, dice así: niente» es creer; teniendo como telón de fondo la naturaleza, el espíritu humano se siente des- «Dos hombres avanzan juntos por un camino. ese «por si acaso». Pero aceptar la existencia de bordado en sus posibilidades de comprensión e Uno de ellos está convencido de que la ruta Dios por miedo no parece elegante. La acepta- imaginación, y piensa que una obra de tal mag- conduce a la ciudad celestial, mientras que el ción debe apoyarse en argumentos que logren nitud y calidad requiere un Dios Creador de in- otro opina que no conduce a ninguna parte; pe- demostrar de manera satisfactoria que existe. finita sabiduría. ro, como no hay otro camino, viajan juntos. El Catecismo de la Iglesia dice que «El hom- Estas pruebas son múltiples y permiten al ser Ninguno de los dos ha recorrido jamás ese itine- bre, creado a imagen de Dios, está llamado a humano, mediante la luz natural de la razón, lle- rario; por ello, ninguno puede decir qué hallará conocer y amar a Dios y, cuando le busca, des- gar a conocer con certeza la existencia de una a la vuelta de cada curva. Durante el viaje, viven cubre ciertas “vías” para conocerle. También se realidad que es la causa primera y el fin último momentos fáciles y gozosos, pero también mo- las llama “pruebas de la existencia de Dios”, no de todo. A esta realidad los creyentes la llama- mentos difíciles y peligrosos. Durante todo el en el sentido de las pruebas propias de las cien- mos Dios. Pero «el hombre, con su apertura a la tiempo, uno de ellos piensa en el viaje como una cias naturales, sino en el sentido de “argumentos verdad y a la belleza, con su sentido del bien mo- peregrinación a la ciudad celestial. Interpreta los convergentes y convincentes” que permiten lle- ral, con su libertad y la voz de su conciencia, con momentos agradables como estímulos, y los gar a verdaderas certezas» (CCE 31). su aspiración al infinito y a la dicha» (CCE 33) obstáculos como pruebas de su propósito y lec- está capacitado para dar un paso más y conocer a En las catequesis de san Juan Pablo II, de fe- ciones de perseverancia, preparadas por el rey Dios de manera más profunda en la divina Reve- liz memoria, he encontrado un buen resumen de de aquella ciudad y destinadas a hacer de él un lación (cf. CCE 34-35). Ella nos habla de un algunas pruebas sobre la existencia de Dios: habitante digno del lugar al que se encamina. Dios creador del universo que hizo al hombre a Pero el otro no cree en nada de esto y considera La ciencia dice que el universo está en cons- tante movimiento y expansión. Este hecho re- su imagen y semejanza (cf. Gn 1,26). el viaje como una marcha inevitable y sin obje- También nos habla del pecado original tivo. Dado que no hay opción, disfruta del bien quiere una causa que, además de haberle dado el ser, le haya comunicado el movimiento y lo siga de nuestros primeros padres y como, y soporta el mal. Para él no existe ninguna ciu- «después de su caída, Dios alentó en ellos la es- Frases célebres peranza de la salvación con la promesa de la re- dención» (CCE 55). Y, al llegar la plenitud de los tiempos, Dios envió a su único Hijo al mundo pa- “No hay reloj sin relojero, ni mundo ra que todo el que crea en él no perezca, sino que sin Creador” (Refrán popular). tenga vida eterna (cf. Jn 3,16). Dios, nuestro Padre, es misericordioso y “Lo que sabemos es una gota, lo que «quiere que todos se salven y lleguen al cono- cimiento de la verdad» (1Tm 2,4). Pero nos ha ignoramos es un inmenso océano. La creado libres y respeta nuestra libertad para admirable disposición y armonía del aceptar o rechazar la salvación que nos ofrece universo, no ha podido sino salir del por medio de Jesucristo, su Hijo. plan de un ser omnisciente y omnipo- Actualmente son muchos los fieles que se han tente” (Isaac Newton). alejado de la Iglesia y de la práctica religiosa, y buscan su realización personal en el disfrute pa- “Sólo conozco dos tipos de personas sajero de los bienes de la sociedad de consumo. razonables: las que aman a Dios de Pero cuando uno sustituye la fe por alguna forma de increencia y “vive como si Dios no existiera”, todo corazón porque le conocen, y las La fe da sentido que le buscan de todo corazón porque entonces la vida pierde la expectativa del más no le conocen” (Blaise Pascal). a nuestra vida allá que le da sentido y finalidad. Ante la falta de valores espirituales, algunos, de los que antes se habían distanciado de la Igle- “Como cristianos aceptamos una sia, han decidido volver a ella para recuperar la verdad fundamental: Dios existe y de fe en Dios y la esperanza de la vida eterna. esta forma todo lo demás tiene senti- La fe es necesaria para la salvación y debe ir do. Un ateo para negar a Dios tiene acompañada de buenas obras (cf. Sant 2,26). que aceptar explicaciones increíbles Nuestros deseos de agradar a Dios se pueden para todo lo demás. Creo que se nece- concretar en rezar todos los días, asistir a misa los domingos y fiestas de guardar, frecuentar los sita más fe para negar a Dios que pa- sacramentos y procurar ser amables y serviciales ra creer en Él” (John MacArthur). con los que nos rodean. “Nos hiciste, Señor, para ti, y La fe en el Señor y la pertenencia a su Iglesia “No somos fruto de la casualidad o nuestro corazón está inquieto, son dones que debemos conservar, por encima de la irracionalidad, sino que en el origen hasta que descanse en ti” todo, pues a ellos está vinculada nuestra salva- de nuestra existencia hay un proyecto ción. Personalmente agradezco a Dios por la fe de amor de Dios” (Benedicto XVI). (San Agustín) recibida, y con plena alegría y satisfac- ción puedo decir que lo que más aprecio en esta vida es ser cristiano y católico.