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LA COMUNICACIÓN NO VERBAL

La conducta verbal como no, es el medio por el que las personas se comunica con
los demás y constituyen los elementos básicos de la habilidad social. La conducta
no verbal es inevitable y si alguien decidiera el no hablar, aún así sigue emitiendo
señales no verbales porque el lenguaje corporal puede revelar tanta o más
información que las palabras, ya que transmite constantemente información
sensible sobre nuestras intenciones, sentimientos,
conocimiento o personalidad. Incluso cuando estamos quietos o en silencio,
los gestos, las posturas, las expresiones faciales y la apariencia hablan por
nosotros e incluso puede desmentir lo que estamos diciendo en ese momento.
La conducta no verbal, las emociones y el inconsciente manejan nuestra forma de
comunicarnos y aunque no podemos saber lo que piensa una persona por su
conducta no verbal, si podemos intuir lo que siente, qué rasgos dominan su
personalidad o cuáles son sus intenciones, una información que en ocasiones
resulta mucho más valiosa que las palabras.

ELEMENTOS DE LA COMUNICACIÓN NO VERBAL


Mirada: la mirada se define como el mirar a la otra persona en o entre los ojos, o
más generalmente, en la mitad superior de la cara. La mirada es única en el
sentido de que es un canal receptor como una señal emisor. Un período de
contacto ocular a menudo hace que comience una interacción, el que escucha
mira habitualmente al que habla, cuya mirada puede desviarse una buena parte
del tiempo mientras habla y el que habla se encontrará con la mirada del que
escucha para averiguar si está atento. Por lo tanto, podemos decir que una de las
funciones de la mirada es sincronizar, acompañar o comentar la palabra hablada.
Mientras se escucha miramos más al otro (70%) que cuando se habla (40%). El
hacer contacto ocular con otra persona es, normalmente, una señal de
implicación, mientras que el desviar la mirada significa, a menudo, un deseo de
querer evitar el contacto o timidez. En general, si la persona que escucha mira
más, produce más respuestas por parte del que habla y si el que habla mira más
se ve como más persuasivo y seguro.
Expresiones faciales:
Las expresiones faciales son el indicador emocional más potente. La cara es lo
primero que capta nuestra atención al interactuar. En fracciones de segundo
nuestro cerebro emocional decide por su cuenta, si una cara nos gusta o no, es un
proceso en el que inicialmente no interviene la razón, y en el que no hay tiempo
para pronunciar una palabra. En la cara se reflejan de manera innata y universal
las siete emociones básicas: alegría, sorpresa, tristeza, miedo, ira, asco y
desprecio. Cada una tiene su propio código. Aprender a distinguirlas resulta
imprescindible para dominar el lenguaje corporal.
Sonrisa: la sonrisa puede tener un gran impacto sobre la calidad de nuestros
intercambios: puede suavizar un rechazo, comunicar una actitud amigable y
animar a los demás a que te devuelvan la sonrisa o gesto. La sonrisa sirve
también para transmitir el hecho de que a una persona le gusta otra. La sonrisa (y
el parpadeo)es utilizada para coquetear.
Algunos tipos de sonrisa son:
• Sonrisa auténtica
• Sonrisa amortiguadora: la persona manifiesta que tiene sentimientos positivos,
aunque procura disimular su verdadera intensidad.
• Sonrisa triste: pone de manifiesto la experiencia de emociones negativas.
• Sonrisa conquistadora: el individuo muestra una sonrisa auténtica al mirar a la
persona que le interesa y, de inmediato, aparta la vista de ella, pero enseguida
vuelve a dirigir una mirada furtiva y desvía la vista nuevamente.
• Sonrisa de turbación: se baja la vista o se aparta para no encontrarse con los
ojos del otro.
• Sonrisa mitigadora: hecha con el fin de limar las asperezas de un mensaje
desagradable o crítico, forzando al receptor de la crítica a que devuelva la sonrisa,
a pesar de la molestia que pueda producirle.
• Sonrisa falsa: su finalidad es convencer al otro de que se siente una emoción
positiva, cuando en realidad no es así. El tiempo de desaparición de esa sonrisa
parecerá inapropiado.
Postura corporal: la posición del cuerpo y de los miembros, la forma cómo se
sienta una persona, cómo está de pie y cómo pasea refleja sus actitudes y
sentimientos sobre sí misma y su relación con los otros.
Movimientos de cabeza: los asentimientos de cabeza juegan una parte importante
en la interacción: indican acuerdo, buena voluntad de que el otro siga hablando y
actúan como refuerzos de alguna conducta durante la interacción, aunque también
pueden señalar un deseo de terminar la conversación. El sacudir la cabeza
moverla horizontalmente de un lado a otro indican todo lo contrario.
Distancia: el grado de proximidad expresa claramente la naturaleza de cualquier
encuentro. Clasificación de la distancia por zonas:
• Íntima:   0-45 cm. Se da en las relaciones íntimas. En esta distancia el contacto
corporal es fácil, se puede oler al otro y sentir su calor.
• Personal: 45-1,20 m. Se da en las relaciones cercanas porque se puede tocar al
otro y se puede ver mejor que en la distancia anterior, pero no participa el olfato.
• Social: 1,20-3,65 m. Se da en relaciones más impersonales y se necesita un
mayor volumen de voz.
• Pública: 3,65 m. Hasta el límite de lo visible. Se da en muchos actos formales.
Contacto físico: de todos los canales de comunicación, el tacto es el que se
encuentra más reservado, el más fuertemente proscrito y el menos utilizado, y la
más primitiva, directa e intensa de todas las conductas de comunicación. El
contacto corporal indica proximidad y solidaridad cuando se emplea
recíprocamente, y estatus o poder cuando se usa en una sola dirección.
Diferentes clases de tacto incluyen:
• Tacto cortés/social: su finalidad es la de afirmar la identidad de la otra persona
como perteneciente a la misma especie, comunidad, círculo social, entre otros.
Por lo general es un apretón de manos o ayudar a alguien a ponerse el abrigo.
• tacto amigable: aquí se reconoce el carácter único del otro y se expresa afecto
por esa persona (poner los brazos alrededor de los hombros de un amigo, un
abrazo…)
• Tacto íntimo: la otra persona es el objeto de nuestros sentimientos de intimidad o
amor. Por ejemplo, entrelazar las mano, besarse y más.
La apariencia personal: aspecto exterior de una persona, las ropas y accesorios
juegan un papel importante en la impresión que los demás forman de un individuo.
Los componentes en los que se basa el atractivo y las percepciones son la ropa, el
físico, cara, cabello y manos. El principal fin de la manipulación de la apariencia es
la autopresentación, que indica cómo se ve a sí mismo el que así se presenta y
cómo le gustaría ser tratado.
Las características de la apariencia personal ofrecen impresiones a los demás
sobre el atractivo, estatus, grado de conformidad, inteligencia, personalidad, clase
social, estilo y gusto, sexualidad y edad de ese individuo.
Proxémica: Es el canal más directo del lenguaje corporal a la hora de mostrarnos
cercanos o distantes. La proxémica tiene su origen en la antropología, y nos
informa del uso del espacio en la interacción. Algunos autores dividen la distancia
entre individuos en íntima (-45 cms), personal (entre 45 cms y 120 cms), social
(+120 cms) y pública (+360 cms), en función del tipo de relación. Lo cierto es que
cada persona tiene su propio espacio, y además puede variar según su estado de
ánimo o las circunstancias ambientales. La forma más sencilla de mostrarnos
cercanos es aproximándose físicamente a nuestro interlocutor; y también, enfocar
la atención a cualquier señal de incomodidad que genere nuestro acercamiento .
Paralenguaje: es el indicador emocional más fiable, junto con las expresiones
faciales. Ya que el volumen, tono o velocidad de nuestra voz revela importante
información, especialmente cuando intentamos ocultar emociones. La voz tiene
influencia en la credibilidad y la persuasión: voces nasales, tonos agudos o
volúmenes altos tienen menos crédito en el público, por otro lado, el silencio
también comunica.
Otros canales como la cronémica y la oculésica se especializan en el valor que
el tiempo y la mirada tienen en la comunicación no verbal, aunque ambos se
caracterizan por su trasversalidad y están presentes en los elementos no verbales
descritos.

Las utilidades del lenguaje corporal


1. Comunicar nuestra identidad.
2. Informar sobre nuestra capacidad de relacionarnos.
3. Lograr precisión y entendimiento.
4. Gestionar la interacción.
5. Transmitir emociones y sentimientos.
6. Influir en los demás y en nosotros mismos.
7. Producir engaño

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