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Enfermedades de transmisión sexual

Gonorrea:
Qué es
La gonorrea es una infección de transmisión sexual (ITS) causada por una
bacteria denominada Neisseria gonorrhoeae, que afecta al tracto genital, la
boca y el ano. Se contagia mediante el contacto sexual y también se denomina
“blenorragia” o “gonococia”.
La gonorrea puede ser un factor de riesgo de otras enfermedades si no se trata
con inmediatez. Es una infección muy común, especialmente en las personas
jóvenes de 15 a 24 años.
Causas
La gonorrea es una enfermedad que se propaga por el contacto sexual, que en
el caso de las mujeres embarazadas, puede causar un parto prematuro o
infecciones en la sangre, en las articulaciones o en los ojos del recién nacido.
Las bacterias causantes de esta infección crecen en las zonas del cuerpo que
se encuentran húmedas y cálidas. En las mujeres, estas bacterias se pueden
localizar en el aparato reproductor o incluso en los ojos. Existe mayor
probabilidad de contagio si:
 No se usa condón en las relaciones sexuales, sobre todo, si se tienen
múltiples compañeros sexuales.
 Se mantienen relaciones sexuales con una persona contagiada.
 Se consume alcohol o drogas en exceso (esto suele producirse en un
número mínimo de casos).
Síntomas
Los síntomas de la gonorrea suelen aparecer de 2 a 5 días después de
producirse la infección en el caso de las mujeres, mientras que en los hombres
suele llegar a tardar hasta un mes.
Es importante tener en cuenta que en algunos casos no se observan síntomas
iniciales de la infección, de hecho, cuatro de cada cinco mujeres y uno de cada
diez hombres con gonorrea desconocen su diagnóstico.
Los síntomas que pueden aparecer en las mujeres son:
Dolor abdominal.
Flujo vaginal amarillento.
Sangrado entre periodos menstruales.
Dolor al tener relaciones sexuales y al orinar.
Necesidad de orinar más frecuentemente.
Vómitos.
Hinchazón o sensibilidad en la vulva.
Fiebre.
Irregularidades en la menstruación.
En el caso de los hombres, los síntomas pueden ser:
Secreción parecida al pus en el pene.
Dolor o sensación de ardor al orinar.
Necesidad de orinar más frecuentemente.
También existen otros síntomas comunes en ambos sexos que pueden ser:
picazón en el ano o secreciones y movimientos intestinales dolorosos. En el
caso de que se sufra picazón o dolor de garganta puede ser por una infección
bucal, aunque éstas no presentan síntomas en su gran mayoría.

Sifilis.
La sífilis es una infección de transmisión sexual (ITS) causada por la bacteria espiroqueta
Treponema pallidum. Esta infección se manifiesta en la zona genital, los labios, la boca o el
ano, entre otras zonas, y puede producirse tanto en hombres como en mujeres.

En términos generales, se suele contagiar al mantener relaciones sexuales con una persona
infectada o, en el caso de los bebés, si su madre la tiene durante el embarazo.

Causas

La bacteria Treponema pallidum causa la infección al penetrar en la piel o en las membranas


mucosas con soluciones de continuidad que, por lo general, se localizan en los genitales.

Esta enfermedad puede ocurrir en cualquier zona del mundo, siendo más común que aparezca
en las zonas urbanas. En los últimos años está aumentando más rápidamente en los hombres
homosexuales.

La población con más riesgo de contraerla está entre los 15 y 25 años pero en la actualidad el
organismo humano no puede combatirla.

Síntomas

Los síntomas se dividen en 3 fases:

Primera fase

En la primera etapa de la enfermedad, aparece una llaga en la zona donde se originó el


contagio, pero es probable que existan más. En términos generales, esta llaga es dura, redonda
e indolora y por esta última característica suele pasar desapercibida para el paciente.

Estas llagas suelen durar entre 3 o 6 semanas en el cuerpo y se curan independientemente de


que se reciba el tratamiento o no, ya que, si aparecen estas llagas, es fundamental que el
enfermo acuda al especialista para evitar que la infección pase a la segunda etapa.

Segunda fase
En la fase secundaria son comunes las erupciones en la piel e incluso la aparición de llagas en
la boca, la vagina o el ano, también denominadas lesiones de la membrana mucosa.

Prevención

Para evitar contraer esta enfermedad, los especialistas recomiendan las siguientes medidas de
precaución:

No mantener relaciones sexuales con personas contagiadas.

Mantener relaciones con una pareja a la que le hayan realizado pruebas de la ITS y hayan
salido negativas.

Usar medidas de precaución a la hora de mantener relaciones sexuales: condones de látex, por
ejemplo.

Lavarse las zonas genitales con frecuencia o realizarse una ducha vaginal después de mantener
relaciones sexuales no previene de la enfermedad, pero Sí disminuye el riesgo.

Herpes Genital.
¿Qué es el herpes genital?

El herpes simple genital es la infección de transmisión sexual causada por virus, que se
caracteriza por episodios repetidos que se desarrollan con una erupción de pequeñas
ampollas, generalmente dolorosas, sobre los genitales.

¿Cuál es la causa que lo provoca?

El herpes genital es ocasionado por dos virus que pertenecen al grupo herpesvirus hominus,
conocidos, respectivamente, como herpes simple tipo 1 (HSV-1) y como herpes simple tipo 2
(HSV-2). El HSV-l es responsable, aproximadamente, del 5 al 10% de los herpes genitales.
Ambos virus son transmitidos por contacto sexual. Es normal que ocurra un cruce de
infecciones de tipo 1 y 2 durante el contacto sexual oral - genital.

La infección inicial de herpes oral ocurre normalmente en la niñez y no está clasificada como
una enfermedad de transmisión sexual. El 80% de la población adulta es candidata a portar el
HSV-1 y puede haberlo adquirido de una forma no sexual.

La incidencia total de herpes genital está estimada en 1 de cada 1000 personas.

¿Cómo puedo prevenirme?

La prevención es muy difícil desde el momento en que el virus puede contagiarse incluso a
partir de personas infectadas que no presentan síntomas. Sin embargo, evitando el contacto
directo con una lesión abierta rebajamos el riesgo de infección. Las personas con herpes
genital deben evitar el contacto sexual cuando tienen las lesiones activas. Las personas con
herpes genital conocido pero sin síntomas clínicos presentes deben informar a su pareja de
que tienen la enfermedad. Esto permitirá a ambos usar barreras protectoras (preservativos)
para prevenir el contagio.

El preservativo es la mejor protección frente al herpes genital cuando se es sexualmente


activo. El uso sistemático y correcto de un preservativo ayuda a evitar el contagio.

Enfermedades Pelvica-Inflamatorias
La enfermedad pélvica inflamatoria es una infección grave que aparece cuando ciertas
enfermedades de transmisión sexual (ETS) u otras infecciones no reciben tratamiento. Puede
causar dolor crónico e infertilidad.

La enfermedad pélvica inflamatoria es una infección grave que aparece cuando ciertas
enfermedades de transmisión sexual (ETS) u otras infecciones no reciben tratamiento. Puede
causar dolor crónico e infertilidad.

Si no se tratan, la clamidia y la gonorrea pueden llevar a que contraigas la enfermedad pélvica


inflamatoria. Esta también puede deberse a otras infecciones sin tratamiento, por ejemplo, la
vaginosis bacteriana.

La enfermedad pélvica inflamatoria es común: más de un millón de personas la padecen cada


año.

¿Cuáles son los síntomas de la enfermedad pélvica inflamatoria a los que debo prestar
atención?

En la etapa inicial de la infección, muchas personas no saben que tienen esta enfermedad. Esto
se debe a que no suele manifestar síntomas y, si lo hace, son tan leves que no se sienten (en
especial cuando recién contraes la infección). Cuanto más tiempo tengas la infección, los
síntomas tienden a empeorar.

Los síntomas de la enfermedad pélvica inflamatoria incluyen los siguientes:

 Periodos menstruales largos, dolorosos y con flujo abundante


 Dolor en el abdomen
 Mucho cansancio
 Fiebre o escalofríos
 Flujo vaginal con olor desagradable
 Dolor durante las relaciones sexuales

Si tienes alguno de estos síntomas, consulta a tu médico o al Centro de salud de Planned


Parenthood local de inmediato. La enfermedad pélvica inflamatoria puede ser peligrosa si no
se trata.

Algunos síntomas de esta enfermedad se pueden confundir con otros problemas de salud,
como la apendicitis o la endometriosis. Por eso, la única manera de saber con certeza qué
ocurre es mediante una exploración médica.

Clamidia.
¿Qué es la infección por clamidia?

La infección por clamidia es una ETS común que puede infectar tanto a los hombres como a las
mujeres. Puede causar daños graves y permanentes en el aparato reproductor de una mujer y
hacer más difícil o imposible que quede embarazada en el futuro. La infección por clamidia
también puede provocar un embarazo ectópico (embarazo que ocurre fuera del útero) que
puede ser mortal.

¿Cómo se propaga la infección por clamidia?


Usted puede contraer la infección por clamidia al tener relaciones sexuales anales, vaginales u
orales con una persona que tenga esta infección.

Si su pareja sexual es hombre, usted puede contraer la infección por clamidia aunque él no
eyacule (acabe).

Si ya ha tenido la infección por clamidia y recibió tratamiento en el pasado, usted puede


todavía volver a infectarse si tiene relaciones sexuales sin protección con una persona
infectada.

Si está embarazada, usted puede transmitírsela a su bebé durante el parto.

¿Cómo puedo evitar contraer la infección por clamidia?

Usted puede protegerse de contraer la infección por clamidia si:

no tiene relaciones sexuales;

tiene una relación mutuamente monógama a largo plazo con una pareja a quien se le hayan
realizado pruebas y haya tenido resultados negativos para las ETS;

usa condones de látex y diques dentales en forma correcta cada vez que tiene relaciones
sexuales.

¿Tengo riesgo de contraer la infección por clamidia?

Cualquier persona que tenga relaciones sexuales puede contraer la infección por clamidia
mediante relaciones sexuales anales, vaginales u orales sin protección. No obstante, las
personas jóvenes sexualmente activas tienen mayor riesgo de contraer esta infección. Esto se
debe a factores conductuales y biológicos comunes entre las personas jóvenes. Los
homosexuales, bisexuales y otros hombres que tienen relaciones sexuales con hombres
también corren riesgo debido a que la infección por clamidia puede propagarse mediante las
relaciones sexuales orales y anales.

Ladilla.
¿Qué son las ladillas?

Las ladillas son unos diminutos insectos ectoparásitos que se alimentan exclusivamente de
sangre y que, generalmente, se encuentran en área genital de la persona contagiada,
concretamente en el vello púbico.

Aunque, a diferencia de otros insectos parásitos como los piojos, estos insectos no pueden
saltar, también pueden alojarse en otras zonas del cuerpo de la persona que estés recubiertas
de vello grueso y áspero, como las pestañas, las cejas o la barba y bigote.

Habitualmente, la principal vía de contagio de las ladillas son las relaciones sexuales. Sin
embargo, es posible contagiarse mediante abrazos e, incluso, besos. Además, aunque no es lo
habitual, una persona también puede contagiarse al compartir ropa, toallas o ropa de cama
con una persona infectadas.

Cualquier persona es susceptible de ser contagiada, incluso los niños, al compartir toallas o
armarios con personas infectadas. En el caso de los niños, las suelen afectar a cejas y pestañas,
dando lugar a posibles infecciones.
No obstante, son bastante más comunes en adolescentes y adultos sexualmente activos, por lo
que son consideradas como una infección de transmisión sexual (ITS), siendo una de las más
contagiosas.

Como se menciona anteriormente, las ladillas se alimentan de sangre, y su mordedura puede


causar una sensación de picor muy intensa y sumamente molesta. El tratamiento para
eliminarlas se suele incluir la aplicación de cremas y lociones que acaban con la vida de estos
insectos y de los posibles huevos que pongan.

Se estima que, en la actualidad, la prevalencia mundial de las ladillas está alrededor del 2% de
la población humana. Sin embargo, estas cifras no resultan del todo fiables ya que en muchos
países, no se consideran una enfermedad notificable o, incluso, puede llegar a ser deshonrosa,
por lo que muchos casos son tratados de manera encubierta y no notificados por los médicos.

Finalmente, los estudios sugieren que la incidencia de los contagios por ladillas ha disminuido
considerablemente debido a un aumento en el número de personas que deciden eliminar su
vello púbico.

Tricomoniasis
¿Qué es la tricomoniasis?

La tricomoniasis (o “tric”) es una enfermedad de transmisión sexual (ETS) muy común causada
por la infección transmitida por el parásito protozoario llamado Trichomonas vaginalis. Los
síntomas de la enfermedad pueden variar, y la mayoría de hombres y mujeres que tienen el
parásito no saben que están infectados.

¿Qué tan frecuente es la tricomoniasis?

La tricomoniasis es considerada la enfermedad de transmisión sexual curable más común. En


los Estados Unidos, se calcula que 3.7 millones de personas tienen esa infección, pero solo
alrededor de un 30% presenta algún síntoma. Es más frecuente en las mujeres que en los
hombres y las mayores son más propensas que las jóvenes a tener la infección.

¿Cómo se contrae la tricomoniasis?

Una persona infectada puede transmitirle el parásito a otra persona que no tenga la infección
durante las relaciones sexuales. En las mujeres, el área del cuerpo infectada con más
frecuencia es la parte baja del aparato genital (la vulva, la vagina o la uretra) y en los hombres
es la parte interna del pene (uretra). Durante las relaciones sexuales, el parásito por lo general
se transmite del pene a la vagina o de la vagina al pene, pero también se puede transmitir de
una vagina a otra. No es frecuente que el parásito infecte otras partes del cuerpo, como las
manos, la boca o el ano. No está claro por qué algunas personas con la infección presentan
síntomas y otras no, pero probablemente depende de factores como la edad de la persona y
su salud en general. Las personas infectadas que no tengan síntomas de todos modos pueden
transmitirles la infección a otras.

¿Cuáles son los signos y síntomas de la tricomoniasis?

Alrededor del 70% de las personas infectadas no presentan signos ni síntomas. Cuando la
tricomoniasis causa síntomas, pueden variar entre irritación leve e inflamación grave. Algunas
personas presentan los síntomas durante los 5 a 28 días después de haberse infectado, pero
otras los presentan mucho más tarde. Los síntomas pueden aparecer y desaparecer.
Los hombres con tricomoniasis pueden sentir picazón o irritación dentro del pene, ardor
después de orinar o eyacular, o pueden tener alguna secreción del pene.

Las mujeres con tricomoniasis pueden notar picazón, ardor, enrojecimiento o dolor en los
genitales, molestia al orinar, o una secreción clara con un olor inusual que puede ser
transparente, blanca, amarillenta o verdosa.

¿Cuáles son las complicaciones de la tricomoniasis?

La tricomoniasis puede aumentar el riesgo de contraer o propagar otras infecciones de


transmisión sexual. Por ejemplo, puede causar inflamación genital que hace más fácil
infectarse con el virus del VIH o transmitírselo a una pareja sexual.

Hepatitis B
Qué es

La hepatitis B es una infección hepática que está causada por el virus de la hepatitis B. Según la
Organización Mundial de la Salud (OMS), esta patología supone un importante problema de
salud a nivel mundial, ya que es el tipo más grave de hepatitis viral.

La hepatitis B puede causar hepatopatía crónica y conlleva un alto riesgo de muerte por
cirrosis y cáncer de hígado.

El período medio de incubación de la hepatitis B es de 75 días, pero puede oscilar entre 30 y


180 días. El virus, que se puede detectar entre los 30 y los 60 días de la infección, persiste
durante un período de tiempo variable.

Incidencia

Esta enfermedad se puede manifestar en cualquier parte del mundo. Sin embargo, la máxima
prevalencia se localiza en Asia oriental y en el área del África subsahariana. En estas zonas las
infecciones se suelen producir en la infancia, aunque entre el 5 y el 10 por ciento de la
población adulta tienen la enfermedad cronificada.

Otros lugares con tasas altas de hepatitis B son Europa central y oriental y la cuenca del
Amazonas. Según los últimos datos, entre un 2 y 5 por ciento de la población de Oriente Medio
tiene hepatitis crónica. En el caso de América del Norte y Europa occidental, la hepatitis B
afecta a menos del 1 por ciento de la población.

Causas

Las causas de la hepatitis B se centran en el contagio por el virus de la hepatitis B.

En las zonas donde la prevalencia del virus es muy alta, la hepatitis B se suele transmitir de la
madre al bebé en el parto o durante la primera infancia a través del contacto interpersonal.

La transmisión perinatal o en la primera infancia puede representar más de una tercera parte
de las infecciones crónicas en zonas de baja endemicidad, aunque en esos entornos las
principales vías de contagio son la transmisión sexual y el uso de agujas contaminadas,
especialmente entre los consumidores de drogas por vía parental.

Una de las características del virus de la hepatitis B es que puede sobrevivir fuera del
organismo hasta siete días. En ese período todavía puede causar infección si penetra en el
organismo de una persona no protegida por la vacuna.
A diferencia de la hepatitis A, no se contagia a través de alimentos o agua contaminada, ni por
contactos ocasionales en el lugar de trabajo.

Síntomas

Al igual que en la hepatitis C, la mayor parte de los afectados no presentan síntomas durante la
fase aguda. No obstante, en algunos casos, los pacientes pueden presentar un cuadro agudo
con manifestaciones que pueden permanecer durante varias semanas. Esos síntomas son:

 Coloración amarillenta de la piel y los ojos (ictericia).


 Orina oscura.
 Fatiga extrema.
 Náuseas.
 Vómitos.
 Dolor abdominal.
 Diarrea.

En algunos casos la hepatitis B puede causar también una infección hepática crónica que
podría desembocar en cirrosis o cáncer del hígado.

“Más del 90 por ciento de los adultos sanos infectados con el virus de la hepatitis B se
recuperarán y se librarán del virus en un plazo de seis meses”, destacan desde la OMS.

Prevención

En 1982 se desarrolló la vacuna contra la hepatitis B. Hoy por hoy es la principal vía para
prevenir el contagio de la hepatitis B. De hecho, las autoridades sanitarias recomiendan que se
administre la vacuna a todos los recién nacidos en las primeras 24 horas de vida.

Desde que se administra la vacuna se ha reducido el contagio a menos del 1 por ciento entre
los niños vacunados.

La dosis inicial deberá ir seguida de dos o tres dosis para completar la serie primaria. La serie
completa puede generar unos niveles de protección superiores al 95 por ciento en lactantes,
niños y adultos jóvenes. Esta protección dura por lo menos 20 años y, en algunos casos, toda la
vida

Los grupos de riesgo que deben administrarse la vacuna son:

 Niños y adolescentes de menos de 18 años que no hayan sido vacunados con


anterioridad.
 Pacientes que necesitan transfusiones y receptores de trasplantes de órganos sólidos.
 Personas que están en prisión.
 Consumidores de drogas por vía parenteral.
 Parejas y contactos familiares de pacientes con infección crónica por el virus de la
hepatitis B.
 Personas sexualmente promiscuas, así como el personal sanitario y otras personas que
por su trabajo podrían estar expuestas al contacto con sangre y productos sanguíneos.

Personas que no hayan completado la serie de vacunación contra la hepatitis B y prevean


viajar a zonas en las que la enfermedad es endémica.
SIDA
La palabra SIDA proviene de las iniciales de Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida, que
consiste en la incapacidad del sistema inmunitario para hacer frente a las infecciones y otros
procesos patológicos. El SIDA no es consecuencia de un trastorno hereditario, sino resultado
de la exposición a una infección por el VIH, que facilita el desarrollo de nuevas infecciones
oportunistas, tumores y otros procesos. Este virus permanece latente y destruye un cierto tipo
de linfocitos, células encargadas de la defensa del sistema inmunitario del organismo.

Qué es

Sida es un acrónimo que significa síndrome de inmunodeficiencia adquirida. Es el conjunto de


manifestaciones clínicas en el organismo derivadas de la pérdida de las defensas, secundaria a
la infección por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH). Es la expresión final de la
enfermedad, caracterizada por la presencia de infecciones oportunistas y/o de ciertos
tumores.

Los primeros casos de sida se detectaron en 1981 en Estados Unidos, aunque probablemente
existiera en otras partes del mundo en fechas anteriores. Los científicos establecieron en 1984,
que el sida es la enfermedad causada por el VIH (en ingles HIV), un virus indestructible hasta el
momento, que se transmite de una persona a otra a través de la sangre o por contacto sexual.

Prevalencia e incidencia

“Los datos de Onusida de 2017 nos hablan de 37 millones de personas con VIH en el mundo,
con 1,8 millones de nuevos casos cada año (5.700 cada día) y 1 millón de muertes por sida. En
España estimamos que hay entre 140.000 y 170.000 personas infectadas y la tasa de
transmisión anual en los últimos años está estable, en torno a las 3.400 nuevas infecciones”,
dicen Javier de la Torre y Marisa Montes, miembros de la Junta Directiva de Gesida (Grupo de
estudio del sida de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica).

Causas

La causa es la infección por el VIH, virus que se trasmite por vía sanguínea, sexual y por la leche
materna.

En concreto, el virus del sida se transmite a través de la sangre, el semen (incluido el fluido
preseminal o previo a la eyaculación), así como el fluido vaginal y la leche materna. El VIH
puede introducirse en el organismo por el recto, la vagina, el pene, la boca, otras mucosas,
como el interior de la nariz, o directamente a través de las venas. Las vías de contagio más
frecuentes son:

 Por relación sexual (vaginal, oral u anal) con una persona infectada por el VIH.
 Al compartir agujas, material de inyección o de consumo de drogas.
 Por la llamada transmisión vertical (de madre a hijo).
 Ser receptor de una transfusión de sangre o de un producto hemoderivado con fecha
anterior a 1987 en España.

Sin embargo, el virus del sida no se transmite:

 Por el aire ni por el agua.


 A través de animales o insectos (como los mosquitos).
 Por compartir los cubiertos, las servilletas, los aseos o cualquier otro instrumento que
no implique contacto sanguíneo o de fluidos sexuales.
 Por las heces, el fluido nasal, la saliva, el sudor, las lágrimas, la orina o los vómitos, a no
ser que estén contagiados de sangre.
 Por tocar, besar, acariciar o abrazar a una persona infectada.

Síntomas

Los síntomas son muy variados y dependen del estadio de la enfermedad. Cuando solo se está
infectado por el VIH, pero no se ha desarrollado el sida, lo más frecuente es estar asintomático
o presentar herpes zóster o infección por cándida en la boca. Una vez que la enfermedad se
desarrolla, los síntomas se relacionan con las infecciones o tumores que ocurren como
consecuencia de la pérdida de la función del sistema inmune.

La infección aguda curso como un cuadro gripal intenso con mucha fiebre, cansancio y
aumento del tamaño de los ganglios.

De hecho, entre un 50 y un 90 por ciento de las personas que se han infectado por el virus del
sida experimentan síntomas similares a un catarro o una gripe leve (cansancio, fiebre, pérdida
de apetito) que remite a los pocos días. También pueden sufrir diarrea, sudoraciones
nocturnas o aumento de los ganglios linfáticos.

La única forma de saber que se ha contraído la infección es con una prueba específica realizada
por un profesional sanitario. Muchos VIH positivos no manifiestan los síntomas de la infección
hasta que han transcurrido varios años; de ahí la importancia de conocer qué prácticas y
situaciones pueden determinar la infección y actuar consecuentemente.

Papiloma.
Un papiloma es una lesión de la piel provocada por una infección vírica. El papiloma puede
localizarse en cualquier zona del cuerpo infectando piel y mucosas. Cuando se localiza en el pie
también se le conoce como verruga plantar.

El papiloma aparece en ocasiones recubierto de callosidad, lo que le hace difícil de diagnosticar


a simple vista, ya que se puede confundir con un simple callo. Es de tamaño variable,
pudiéndose presentar como la cabeza de un alfiler o tener el diámetro de una moneda de 100
ptas. El papiloma siempre empieza siendo una pequeña lesión que se confunde con un callo o
una ampolla. A medida que transcurren los meses el papiloma crece aumentando de tamaño
pudiendo incluso infectar zonas cercanas y creando una especie de colonia de papilomas.

¿Por qué se produce?

El virus que provoca el papiloma humano es el papilomavirus. Este tipo de virus tiene
diferentes subtipos y cada uno de ellos provoca una infección distinta. Afortunadamente en la
mayoría de las ocasiones las lesiones son benignas y tan sólo son peligrosas en determinadas
localizaciones como en el caso del papiloma genital.

Los papilomavirus son un género de la familia de los papovavirus. Los papilomavirus son virus
pequeños 52-54um de diámetro. El virus del papiloma humano comprende una familia de más
de 70 tipos de virus.

Mecanismos de producción
El mecanismo de producción del papiloma obedece al proceso de infección provocado por el
virus. El calor y la humedad son factores que ayudan sustancialmente a que se produzca la
infección, ya que dilatan los poros de la piel facilitando de esta forma la penetración del virus.

El inicio de la enfermedad comienza con el contacto de la piel del pie de la persona con el
virus. Esta circunstancia se ve facilitada por la existencia de alguna fisura de la piel que ayude a
la inoculación del virus. Las zonas traumatizadas con mucho más sensibles a padecer este tipo
de infecciones ya que existe mayor probabilidad de que existe una rotura de la piel aunque sea
microscópica.

El calor y la humedad son factores que ayudan sustancialmente a que se produzca la infección,
ya que dilatan los poros de la piel facilitando de esta forma la penetración del virus.

Por otro lado el medio acuoso produce en la piel maceración, hecho que contribuye a que la
piel sea más vulnerable al virus. Esta circunstancia explica que los papilomas se contagien con
facilidad en duchas, piscinas, gimnasios y en general zonas donde la gente habitualmente
camina descalza y existe humedad.

¿Por qué se produce?

El virus que provoca el papiloma humano es el papilomavirus. Este tipo de virus tiene
diferentes subtipos y cada uno de ellos provoca una infección distinta. Afortunadamente en la
mayoría de las ocasiones las lesiones son benignas y tan sólo son peligrosas en determinadas
localizaciones como en el caso del papiloma genital.

Los papilomavirus son un género de la familia de los papovavirus. Los papilomavirus son virus
pequeños 52-54um de diámetro. El virus del papiloma humano comprende una familia de más
de 70 tipos de virus.

Mecanismos de producción

El mecanismo de producción del papiloma obedece al proceso de infección provocado por el


virus. El calor y la humedad son factores que ayudan sustancialmente a que se produzca la
infección, ya que dilatan los poros de la piel facilitando de esta forma la penetración del virus.

El inicio de la enfermedad comienza con el contacto de la piel del pie de la persona con el
virus. Esta circunstancia se ve facilitada por la existencia de alguna fisura de la piel que ayude a
la inoculación del virus. Las zonas traumatizadas con mucho más sensibles a padecer este tipo
de infecciones ya que existe mayor probabilidad de que existe una rotura de la piel aunque sea
microscópica.

El calor y la humedad son factores que ayudan sustancialmente a que se produzca la infección,
ya que dilatan los poros de la piel facilitando de esta forma la penetración del virus.

Por otro lado el medio acuoso produce en la piel maceración, hecho que contribuye a que la
piel sea más vulnerable al virus. Esta circunstancia explica que los papilomas se contagien con
facilidad en duchas, piscinas, gimnasios y en general zonas donde la gente habitualmente
camina descalza y existe humedad.

Diagnóstico

Para hacer un diagnóstico exacto de la lesión es necesario practicar una biopsia de la piel
donde se encuentra y remitirlo a estudio anatomo-patológico, que consiste en estudiar la piel
microscópicamente utilizando diversos agentes que colorean distintas zonas de la misma. A
parte del estudio mediante biopsia, el papiloma se puede diagnosticar de acuerdo a la forma
en la que se presenta.

Para diferenciarlo de una callosidad resulta útil lo que se conoce como el signo del timbre.
Consiste en pellizcar la verruga, y si se incrementa el dolor sustancialmente respecto al dolor
que produce la presión, existen posibilidades de que sea una verruga plantar.

Tratamiento para los papilomas

Existen varios tratamientos para solucionar los papilomas del pie. La existencia de una amplia
gama terapéutica nos hace pensar que ningún tratamiento definido para la solución de la
verruga plantar se ha impuesto como indiscutible frente a los demás.

Los tratamientos de los papilomas que normalmente se usan son:

Tratamientos mediante la utilización de sustancias ácidas o callicidas, que normalmente van a


producir una quemadura de la piel para de esta forma eliminar el papiloma que se encuentra
incluida en ella. Estos tratamientos son más tradicionales y se vienen usando desde hace
muchos años. Cuentan con varios inconvenientes: uno de ellos es que son tratamientos que se
alargan bastante debido a la dificultad de controlar la cantidad de ácido que se aplica en la
verruga, otra es la incomodidad que supone el tener que llevar una cura que no se puede
mojar ni lavar y también es importante tener en cuenta la posibilidad de extender la lesión por
la agresión del ácido.

Otro tratamiento consiste en la aplicación en el interior de la lesión de un fármaco citostático


como es el caso de la bleomicina. El uso de este tratamiento está sujeto a las complicaciones
que pueden surgir de la utilización de este fármaco.

¿Cómo evitarlo?

Para prevenir el contagio de papilomas deberé de tener en cuenta:

 Nunca caminar descalzo en playas, piscinas, duchas comunes o gimnasios.


 No intercambiar zapatos ni calcetines con familiares, amigos o en el trabajo.
 No mojarnos el pie en piscinas ni en duchas comunes si se tiene una herida o rozadura
en el pie.
 Usar calcetines de lana, hilo o algodón y evitar el uso de fibras sintéticas.
 No usar calzado que impida la correcta transpiración del pie y que mantenga el pie
húmedo.
 Usar un desodorante del pie de forma regular después de la higiene diaria.
 Lavar el pie todo los días y si se suda mucho dos veces y cambiarse todos los días de
calcetines.
 Secar cuidadosamente el pie después del baño o la ducha para impedir la maceración.
 Acudir al podólogo si tengo callosidades o durezas, para que las diferencia de posible
papilomas.

Familia y sexualidad: Se habla de sexualidad. Si o no? ¿Por


qué?
Tabú es la conducta que escapa de nuestra capacidad de comprensión y aceptación o conducta
señalada como fuera de lo normal. Están relacionados, en la mayoría de las ocasiones, con la
sexualidad orientados más bien hacia desviaciones y obsesiones sexuales.

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