soltera con sus tres hijos que habían nacido fruto del amor, no correspondido, con un marinero español. Este hombre, que los niños conocían de visitas esporádicas, una noche de invierno volvió a la casa y aprovechando que no se encontraba su mujer se llevo a los 3 hijos consigo.
Cuando la mujer volvió y no los encontró
enloqueció, pregunto a todos en el pueblo pero nadie pudo decirle nada. Siguió su búsqueda incansable durante meses hasta que la fatiga pudo con ella y se perdió en la oscura noche hasta que se convirtió en un alma en pena, alma que ahora recorre su pueblo con un lamento inquietante que se puede escuchar en las noches más frías de invierno.