Primeros años

Guillermo surgió en La Haya, el 14 de noviembre de 1650, siendo el exclusivo hijo

de Guillermo II, príncipe de Orange-Nassau, y de María Estuardo, princesa real. 8
días previo a nacer, el 6 de noviembre, su papá falleció víctima de viruela; de
esta forma, Guillermo le ocurrió como príncipe soberano de Orange a partir del
mismo instante de nacer.

El 23 de diciembre de 1660, una vez que Guillermo poseía apenas 10 años de edad,
su mamá murió de viruela a medida que visitaba a su hermano, el monarca Carlos II
de Inglaterra. En su testamento, denominó a Carlos II como tutor legal de
Guillermo. Carlos dejó esta responsabilidad en la abuela paterna de Guillermo, la
princesa Amalia de Solms-Braunfels, con la condición de que buscaran su consejo en
los asuntos de regimen constantemente que fuera primordial.

Entrada en la política

Una vez que Guillermo cumplió 16 años en 1666, los Estados En general de las
Provincias Unidas le brindaron de manera oficial un puesto en la sala
gubernamental, o como Guillermo mismo comentó, le hicieron un Infante del Estado.
Esto se logró en teoría para elaborar a Guillermo para el regimen de la país,
aunque no se especificó cuál podría ser este papel. Una vez que su tiempo en la
sala gubernamental concluyó 3 años después, Guillermo regresó a la vida privada.

En 1672, Guillermo obtuvo el cargo de estatúder de Holanda, Zelandia, Utrecht,

Güeldres y Overijssel. Las 5 provincias, no obstante, habían suspendido el cargo de
estatúder tras el deceso de Guillermo II. A lo largo de la "Primera Correspondió a
Estatúderes", el poder de facto estuvo en manos de Johan de Witt y Andries de
Graeff. En 1667, una vez que Guillermo se acercaba a la edad de 18 años, el partido
pro-Orange trató de restablecer al príncipe en el poder, asegurándole los cargos de
estatúder y de capitán general. Para prevenir la reposición de la predominación de
la Vivienda de Orange, De Witt, De Graeff, Gaspar Fagel y Gillis Valckenier
procuraron la emisión del nombrado Decreto Eterno (o Decreto Perpetuo), que
declaraba que el Capitán Gral. o Almirante Gral. de las naciones Bajos no podría
servir como estatúder en ni una provincia. Además, la provincia de Holanda
suprimiría el cargo de estatúder (otras provincias siguieron su ejemplo).

Enfrentamientos

1672 ha sido un año calamitoso para las naciones Bajos, que alcanzó ser conocido
como el "año del desastre". Las naciones Bajos fueron invadidos por Francia, por
orden de su monarca, Luis XIV, que contaba con la ayuda de Inglaterra, (tercera
guerra anglo-neerlandesa), Münster, y Colonia (en neerlandés: Keulen, en alemán:
Köln). La fuerza armada francés tomó inmediatamente la más grande parte de las
naciones Bajos, aunque Holanda se las arregló para continuar siendo segura. De Witt
fracasó al no poder garantizar el bienestar con Francia, y ha sido derrocado.
Después los hermanos, Johan y Cornelis de Witt, fueron linchados brutalmente por
una muchedumbre molesta en La Haya. Hoy, la mayor parte de los historiadores asumen
que Guillermo estuvo implicado en el homicidio. El triunfo para el partido de
Orange ha sido completa: el Decreto Eterno ha sido proclamado nulo, y Guillermo
escogido estatúder de Holanda, Zelandia y Utrecht, y además le designaron Capitán
Gral. y Almirante Gral. de las naciones Bajos. Güeldres y Overijssel, que ya tenían
a un pariente de Guillermo como estatúder, no lo escogieron hasta 1675.

Guillermo continuó luchando contra los invasores de Inglaterra y Francia,

aliándose después con España. Luego de que el almirante Michiel de Ruyter hubiera
derrotado a la flota inglesa, Guillermo firmó el bienestar en 1674 con la país que
posteriormente gobernaría, Inglaterra.
 Para consolidar su postura, se comprometió con su prima María, la hija de Jacobo,
duque de York (el futuro Jacobo II de Inglaterra). El matrimonio se celebró el 4 de
noviembre de 1677 en el palacio de St. James, Londres. La alianza ha sido infeliz e
infructuosa, puesto que la princesa perdió los 3 embarazos que tuvo. Encontrando
que una guerra con Inglaterra y las naciones Bajos podría ser desventajosa, Luis
XIV de Francia firmó el bienestar en 1678. Luis, no obstante, continuó su
acometida, realizando que Guillermo se uniera en 1686 a la Liga de Augsburgo (una
coalición antifrancesa que además integraba al Sacro Imperio Romano Germánico,
Suecia, España y diversos Estados alemanes).

En 1685, Jacobo subió al trono inglés como Jacobo II; un monarca católico que era
impopular en sus reinos protestantes. Guillermo procuró conciliar con Jacobo, que
él esperaba que se uniría a la Liga de Augsburgo, mientras tanto que
simultáneamente intentaba no ultrajar el partido protestante en Inglaterra. Empero
anterior a 1687 quedó claro que Jacobo II no entraría en la Liga. Para ganarse el
favor de los protestantes de Inglaterra, Guillermo manifestó su desaprobación a la
política religiosa de Jacobo. Varios políticos de Inglaterra comenzaron a verlo
como un amigo y empezaron a comerciar con él una futura invasión armada de
Inglaterra.

Ascenso al trono de Inglaterra

Guillermo se oponía inicialmente al plan de invasión. a medida que tanto, en

Inglaterra, la segunda señora de Jacobo II, la reina María de Módena, entregó a luz
un hijo, Jacobo Francisco Eduardo, que desplazaba a María, la señora de Guillermo,
de la primera línea de la sucesión. La cólera pública protestante además incrementó
debido al juicio de 7 obispos que se habían contrario en público a la política
religiosa de Jacobo II y le habían requerido su reforma. La absolución de los
obispos supuso una derrota fundamental para el regimen de Jacobo II y agregó una
resistencia adicional a sus ocupaciones.

Sin embargo, Guillermo todavía aparecía renuente a la invasión, con la creencia de

que el poblado inglés no reaccionaría bien frente a un invasor extranjero. Por lo
cual exigió que los protestantes de Inglaterra más eminentes le invitaran primero a
que irrumpiera el territorio. El 30 de junio de 1688 —el mismo día que los obispos
eran absueltos— un conjunto formado por figuras políticas conocidas como los "7
Inmortales" cumplen con su demanda, enviándole una invitación formal. Guillermo
inició a hacer los preparativos para la invasión; sus intenciones eran de
entendimiento público en septiembre de 1688. Guillermo llegó a Brixham, en el
sudoeste de Inglaterra, el 5 de noviembre de 1688, con un batallón neerlandés.
Alcanzó tierra en la nave Brill pilotada por un pescador local, Peter Varwell, para
publicar "las libertades de Inglaterra y de la religión protestante que mantendré".
Guillermo había traído consigo 15 500 militares y hasta 4000 caballos. Los leales a
Jacobo se dispersaron casi velozmente. Los oficiales protestantes desertaron del
batallón inglés (el más importante de ellos ha sido John Churchill, el comandante
más eficaz de Jacobo), y los nobles influyentes declararon por medio de la nación
su ayuda al invasor. Aunque la invasión y el derrocamiento siguiente de Jacobo II
se conocen usualmente como la Revolución Gloriosa, ha sido en verdad un coup d'état
(golpe de Estado).

Jacobo II, trató en comienzo de aguantar a Guillermo, sin embargo vio que sus
esfuerzos eran en vano. Mandó representantes para comerciar con Guillermo, y trató
secretamente de huir el 11 de diciembre. Un conjunto de pescadores lo capturó;
llevado otra vez a Londres, consiguió huír exitosamente en un segundo intento, el
23 de diciembre. En verdad, Guillermo había autorizado que Jacobo huyera de la
nación ya que no deseaba realizarlo un mártir para la causa católica.

Reinado
 Guillermo III de Inglaterra» y María II.

Una Convención Parlamentaria convocada en 1689 por el príncipe de Orange abrió la

sesión, y entregó inicio una disputa en cuanto a la línea de conducta que debía
seguirse. Guillermo III se sentía inseguro en su postura; aunque sólo su mujer era
formalmente elegible para aceptar el trono, él deseaba reinar como monarca por
propio derecho, en vez de ser un mero consorte. El exclusivo antecedente para una
monarquía común en Inglaterra databa del siglo XVI, una vez que la reina María I se
casó con el príncipe español Felipe (luego monarca Felipe II de España): Se convino
entonces que Felipe tomaría el título de monarca, sin embargo seguiría siendo
monarca únicamente en vida de su señora, y con limitaciones en su poder. Por otro
lado Guillermo exigió avanzar como monarca inclusive luego de el deceso de su
mujer. Aunque ciertos propusieron a su mujer hacerla soberana exclusiva, María,
leal a su esposo, rechazó la iniciativa.

El 13 de febrero de 1689, el Parlamento decretó que el monarca Jacobo II, en su

intento de fuga del 11 de diciembre de 1688, había abdicado gubernamental del
reino, de tal modo que el trono quedaba vacante. La corona no ha sido ofrecida al
hijo mayor de Jacobo II, Jacobo Francisco Eduardo (quien en situaciones clásicos
hubiera sido el heredero natural), sino a Guillermo y a María como soberanos en
términos generales. Esto, no obstante, bajo la condición de que "el ejercicio
exclusivo y completo del poder real se encuentre sólo ejecutado por el dicho
príncipe de Orange en nombres suyo y de la princesa a lo largo de sus vidas en
común".

Guillermo y María fueron coronados ligados en la iglesia de Westminster el 11 de

abril de 1689 por el obispo de Londres, Henry Compton. Comúnmente, la coronación
era hecha por el arzobispo de Canterbury, empero el arzobispo en aquel entonces,
Guillermo Sancroft, se negó a reconocer la deposición de Jacobo II. El día de la
coronación, la convención de los Estados escoceses —que estaba muchísimo más
dividida que el Parlamento inglés— al final manifestó que Jacobo no era más el
monarca escoceses. Ofrecieron a Guillermo y María la corona escocesa, que aceptaron
el 11 de mayo. En Escocia, Guillermo era denominado de manera oficial "Guillermo
II", pues había únicamente un monarca escocés anterior denominado Guillermo I.

En el último mes del año de 1689, se aprobó el Certificado de Derechos, uno de los
documentos constitucionales más relevantes de la historia inglesa, en la que se
regulaba, entre otras cosas, la sucesión de la corona. En primera instancia,
Guillermo III seguiría reinando todavía si su señora María II hubiera muerto; la
siguiente en la línea sucesoria podría ser la princesa Ana y sus descendientes,