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Estación Simón Bolívar

Buenas tardes
señores pasajeros
en el papel que toman en sus manos
explico a detalle por qué he llegado aquí
con mis criaturas

He cruzado ríos
empezando por el Cabriales desde niña
sin pensar en las piedras del futuro

No tengo frío
Han muerto mis samanes

Desde el Táchira
he conocido la línea de una frontera de ropas

Corrí sin zapatos entre los ramajes del Río Guáitara

He escondido soles
en la sombra de un paradero
por temor a morir de una puñalada

Llego a La Cañada junto a mi madre en huesos

No tienen que creer en mi relato de muerte


Para ustedes soy otra mendiga
Ustedes reclaman posesiones
confundiéndonos con gritos de centro
Niegan a Bello el poeta AMERICANISTA
cuando olvidan las zanjas
¡Pobre gente que muere de frío en el desierto!

No les miento
respiro con dificultad
por culpa del uso excesivo de SALBUTAMOL

Con las manos vacías


Acepto efectivo

Les repito por si acaso en el parlante


Esta es mi desventura de madre soltera

Se preguntarán
¿Dónde está la patria de ceiba de tus ancestros?
Soy parte de sus destrozos
Me aparecen como almas en pena
en los cantos de la caña recién cortada

He venido hasta acá a este metro


de gente que ama las victorias de la última guerra
Sin afán de mostrar la punzada en la costilla
Solo con verdad de bromelias y República BA NA NE RA (cambur)
Pueden darme
lo que salga de sus corazones
Diosceline Camacaro Martínez (Valencia, Venezuela, 1988). Periodista, escritora y editora.

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