OBJETIVO DE LA GUÍA:
Comprender a qué dilemas éticos se enfrentan las personas en su vida cotidiana en relación a la propiedad privada, el
derecho al trabajo y los dilemas morales al respecto
CONTENIDOS:
• La propiedad privada y el derecho al trabajo
ACTIVIDADES DE APRENDIZAJE
PRIMERA ACTIVIDAD. LEE EL SIGUIENTE TEXTO QUE APARECE A CONTINUACIÓN; RESPONDE LAS PREGUNTAS QUE
APARECEN LUEGO (MINIMO 4 REGLONES POR PREGUNTA).
Karl Marx y Friedrich Engels escriben en el Manifiesto comunista de 1848 que el programa del comunismo podía
resumirse «en una expresión: la abolición de la propiedad privada». En contra de esta tesis, los cristianos católicos y
cristianos evangélicos han defendido siempre el derecho a la propiedad privada. Al mismo tiempo, no obstante, ha
subrayado que Dios creó la tierra y sus bienes para provecho de todos los seres humanos. La doctrina social de la Iglesia
se refiere a esto con la expresión «la disposición común de los bienes de la tierra». De aquí surge el principio de la
responsabilidad social de la propiedad, según el cual no se debe utilizar la propiedad de forma puramente egoísta, sino
que debe usarse para el bien de todos. Cabe aplicarlo ante todo a la relación entre propiedad y trabajo: las inversiones
deben estar al servicio de la creación de nuevos puestos de trabajo y al aumento del bien común.
El trabajo remunerado es la fuente más importante de ingresos, y con frecuencia la única, para la mayoría de las
personas. Pero no solo es importante por esto: el trabajo es una dimensión esencial de la autorrealización humana y
de la participación social. Y, a la inversa, el desempleo significa mucho más que la mera pérdida material de ingresos. El
desempleo produce con frecuencia aislamientos, falta de autoestima, menosprecio social y enfermedad. Por eso, desde
la ética social cristiana se habla de un derecho moral al trabajo. Todas las fuerzas sociales -empresas, sindicatos,
partidos políticos- tienen el deber de que se cumpla este derecho al trabajo y de perseguir el objetivo del pleno empleo.
Los cristianos están llamados a cuidar a quien pasa necesidad, como lo hizo Cristo. La necesidad es especial en el caso
de aquellos trabajadores que son dejados al margen de la sociedad por «condiciones laborales precarias» o al
convertirse en mano de obra barata (salarios insuficientes en los segmentos inferiores). Así pues, la precariedad
laboral surge cuando el salario se encuentra por debajo del salario medio, cuando las personas no pueden planificar
más su futuro y cuando se reducen los derechos de protección de los trabajadores. Las personas tienen derecho a un
trabajo y a una remuneración justa. Esto vale también para los jornaleros y los migrantes. A todos se nos exige actuar
cuando el mercado presiona contra unas relaciones salariales justas con el fin de sustituirlas por un jornal precario. El
Estado puede y debe proporcionar un marco de condiciones en el que los empresarios ofrezcan trabajo, por ejemplo,
mediante la creación de un «segundo mercado de trabajo» en el que se haga un trabajo socialmente necesario
independientemente del mercado. Ahora bien, todas estas medidas deben realizarse según el principio de
subsidiaridad, es decir, son medidas transitorias que tienen que conducir al primer mercado laboral y nunca entrar en
competencia con este.
Con frecuencia se tiene la impresión de que las exigencias del mundo laboral se oponen irreconciliablemente a las de la
vida familiar. Sin embargo, es el trabajo el que aporta los fundamentos materiales y morales para crear la vida de la
familia. El salario asegura el sustento de la familia y, con su trabajo, los padres son un modelo importante para la
formación de los hijos. Sin embargo, a muchas personas no les resulta fácil compaginar la familia y la profesión. Esto
sucede especialmente en las familias en las que tanto el padre como la madre quieren o deben realizar cada uno su
propia profesión. Los empresarios, los sindicatos y los políticos deben esforzarse conjuntamente por desarrollar un
nuevo modelo flexible del trabajo remunerado, que posibilite una mejor conciliación entre profesión y familia.
En los países desarrollados de Occidente está ampliamente extendida la emancipación de la mujer. Desde el punto de
vista de la ética social cristiana se celebra y apoya. Las mujeres deben desempeñar en todos los ámbitos de la vida
social su función con los mismos derechos que los hombres. El requisito para ello, no obstante, es que debe prestarse
atención a la situación específica de las mujeres. En particular las mujeres que están embarazadas y son ya madres
necesitan una protección especial del ordenamiento jurídico y de toda la sociedad. De un modo muy específico esto se
aplica al mundo laboral. Sin embargo, esto es algo que aún no sucede en muchas partes del mundo. Las mujeres están
expuestas en muchos lugares a una discriminación y explotación denigrantes. El Estado, la sociedad y la Iglesia deben
oponerse contundentemente a esta injusticia.
Al principio de la industrialización, la explotación de los niños en el trabajo supuso uno de los mayores escándalos en
Norteamérica y Europa. Aún hoy está extendido el trabajo de niños en los países emergentes y países en vías de
desarrollo. A menudo las familias se ven obligadas por mera subsistencia a hacer que sus hijos realicen un trabajo
remunerado. Por eso el objetivo debe ser crear en todo el mundo unas condiciones sociales que ofrezcan a todas las
familias una existencia segura sin que los niños tengan que contribuir a los ingresos familiares. En ninguna circunstancia
debe tolerarse el trabajo infantil, que provoca daños en el desarrollo mental y corporal de los niños. La explotación y la
esclavización de los niños es una injusticia que clama al cielo.
SEGUNDA ACTIVIDAD. ELABORA CINCO DIBUJOS DONDE SE EXPRESE LA RELACIÓN CORRECTA, ÉTICAMENTE, ENTRE LOS
PATRONOS (DUEÑOS DE LAS EMPRESAS) Y LOS TRABAJADORES
TERCERA ACTIVIDAD. BUSCA EN LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE COLOMBIA LOS ARTÍCULOS EN LOS CUALES SE EXPRESE
QUE EL ESTADO COLOMBIANO DEFIENDE A LOS TRABAJADORES CONTRA LA EXPLOTACIÓN LABORAL
Se calificará la estética y la ortografía en la realización de las actividades. Es importante que redacten siguiendo la
estructura simple de la gramática española (Sujeto + verbo + complemento.).
Cada actividad se debe argumentar muy bien, de manera que aporte claridad en las ideas, coherencia y cohesión
textual. Se deben seguir las instrucciones dadas en la Guía y las aclaraciones que el docente haya hecho en clase.
También se tendrá en cuenta la entrega oportuna del trabajo en el tiempo acordado.