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3. TrortAs DeonTOLéaicAs: KANT TE Existe una diversidad de teorfas deontologicas que compiten en- tre ellas y con lag teorfas consecuencialistas, En esta breve intro- PLANTEOS CLASICOS Y TEORIA DE LOS PRINCIPIOS 9 ucci6n se presentaré una de las posiciones més influyentes y clé- sicas como es la de Immanuel Kant (1724-1804). ELtérmino “deontolégico” deriva del griego deén, que signi- fica.obligacién. A diferencia del utilitarismo, las teorias deontolé- ¢gicas sostienen que los conceptos de obligacién y de correcciGn moral son independientes del concepto de bien. Kant argumenta que lag consecuencias no hacen correcta o incorrecta, sino que el factor moralmente decisivo es el principio en funcién del cual el agente actiia* La ética kantiana se basa en su concepcién antropolégica. Para Kant, el hombre es un ciudadano de dos mundos: el sensible sometido a las leyes de la naturaleza, el inteligible sometido a las leyes de la raz6n. Asi, las acciones humanas pueden estar deter- minadas por la raz6n 0 por las inclinaciones (las pasiones, los sen- timientos, los deseos). En funcién dé esta concepcién, Kant disting} dlasesde actos y da-los siguientes ejemplos: “) actos contrarios al deber: son aquellos moralmente ineorrec- tos: Por ejemplo, un comerciante que cobra a los compradores me ros experimentados un precio més alto por sus mercaderias. 2) actos de acuerdo con el deber: son aquellos moralmente neu- tos. Aqui Kant distingue aquellos que se hacen por inclinacin me diata (por ejemplo, siel comerciante vende su mercaderfa a todas las personas al mismo precio porque esto es conveniente para su negocio, no actiia de este modo porque lo exige el deber, sino por- que este acto es un medio para alcanzar un findeseado) y aque- Hlos que se hacen por inclinacin inmediata (por ejemplo, si el co- merciante vende su mercaderia a todas las personas al mismo snidad). En ambos casos, actus conforme jo que debia), pero no porde- deseos y pasiones) fueron la ra- rmerecen alabanza y es- diferentes precio por amor a la humat alideber (cobr6 la mercaderia al ‘ber. Sus:inclinaciones (intereses, zon de suacci6n, Kant-diré que estos actos timulo pero no estima: John Arras y Nancy Rhoden, op il P15 BASES TEORICAS DE LA BIOETICA 5. En este 3) onto por debe: nom los aston morale coree : «aso, el comerciante deberia cobrar a todas las personas el mismo precio, aunque esto fuera en contra de sus intereses y no tuviera 3 ingiin dese: de este modo. eee eee ee cane psacion qe tienen valor mora. Unagy os que nos necesitan y carecen de recursos porque lo disfrutamos, nuestras acciones no tendrén valor moral. S6lo lo tendran si las hacemos por deber. Muy elocuentemente, Kant expone el siguiente ejemplo: Ser benéfico en cuanto se puede es un deber; pero, ademés, hay ‘muchas almas tan llenas de conmiseracién, que encuentran un placer intimo en distribuir la alegria en torno de ellas, sin quea ello les impulse ningtin movimiento de vanidad o de provecho propio, y que pueden regocijarse del contento de los demés, en ‘cuanto que es su obra. Pero yo sostengo que, en tal caso, semejan- tes actos, por muy conformes que sean al deber, por muy dignos no tienen, sin embargo, un valor moral verda- dero y corren parejos con otras inclinacion afén de honras, el cual, cuando, por for son en realidad de general provecho, fento, honrosas, merece alabanzas y e de amor que sean, \es; por ejemplo, con el tuna, se refiere a cosas que conformes al deber y, por stimulos, pero no estima- , Fundamentak : P33 y At ela metaisica de las costumes, Madrid, PLANTEOS CLASICOS Y TEORIA DE LOS PRINCIPIOS 4 Te queda todavia con qué hacer el bien a otros miserables, aunque la miseria ajena no le conmueve, porque le basta la suya para ocuparle; si entonces, cuando ninguna inclinacién le empuja a ello, sabe desasirse de esa mortal insensibilidad y realiza la ac- ‘como aliviar el sufsimiento o prolongar la vida de una person" las etapas finales de una enfermedad. Por ejemplo, esto corres?" © Mark Timmons, op. cit,, pp. 159 y 35- ee “Por ejgmplo, Timmons deiende una mirada mds casustca. See, Pera Kant, la aplicacion de las gpa cequieze el uso del buen JC ‘yendo el ser sensible alos detalles de los casos individuales. Ibid P- PLANTEOS CLASICOS Y TEORIA DELOSPRINCIPIOS 45 dria al cao delineado previamente respecto de a decision de uti- tear drogas que quitan el dolor pero pueden acortar la vida, ‘Aunque Kant no trata explicitamente el problema de obliga- ciones en conflito, parece comprometerse con la prioridad de las epee deer de no wile gus. dere ene cioné de la experimentaci6n parece ir el ejemplo perfecto. ‘Un kantiano sostendré que es inaceptable moralmente realizar tal experimento, si esto implica mentir y reducir a otras personas a | congjillos de India. No importa cudnto bienestar se pueda brindar ala humanidad. 3.3. El respeto a las personas Como ya habré observado el lector, otro punto fundamental en la nuestro estatus como agentes racionales o personas. Tal posicié ta explicitamente en otra formula- ion ivo categorico: _ otro, siempre como fin, nunca slo como un medio” Esta formulacién traza una distincién radical entre sonas, Para Kant, I n valor de d cosas y per- wales deus pvones Som 16 dion pte jose puede ver en & las esterilizaciones involuntarias de mujeres de escasos recursos. ‘© Amymaniel Kant, op ty Pe 104. us BASES TEORICAS DE LA BIOETICA La posicion kantiana ha tenido y tiene una gran inlueni en bioética, por ejemplo en la insistencia de que se trate als puch? tes como agentes morales auténomos. También se hace manf, en la defensa del consentimiento informado, tanto en lainvesign ci6n como en la clinica. Estas précticas implican tomar al sujeto 4g investigacién y al paciente como un sujeto auténomo y raciona| que puede tomar sus propias decisiones si es correctamente info. mado. En este sentido, es interesante el andlisis que se podria ha- cer del uso del placebo a la luz de los planteos kantianos. Mientras 3 fambign la distincin entre personas y cosas ser recogida &x- tensamente en la bioética. En estos términos se pueden condenar Jos casos de esterilizacién involuntaria al servicio de politicas po- blacionales. Esterilizar Mujeres sin su consentimiento implica to ‘marlas como meros medios para otros fines (por ejemplo, evitar la Superpoblacién o la reproduccién de personas sin recursos). Y, este sentido, se proponen lecturas interesantes de Kant. Sin embargo, ilmamente puede comprobarse un cierto abus enel empleo de tal distincién, Entre otras cuestiones, se esgrime caso del alquiler de vientre cuando se objeta que se toma aI (* Vease Imanuel Kant, Préjimo”, en Cundernos de Brio”, en Cuadernos de ‘Sobre un presunto derecho a mentir por amor al ica, nim, 2/3, -98, Alli expone un & ataque a ern pai 8: 2/3, 1987, pp. 998, Al expo PLANTEOSCLASICOS Y TEORIA DELOSPRINCIFIOS 47 mujeres como meros medios. Sin embargo, se deja de mencionar elhecho de que éstas se prestan voluntariamente y dan su consen- timiento, un punto fundamental en la ética de Kant. Asi, si se si- gue una interpretacién kantiana, no queda claroque ol argumento de los meros medios sea el adecuado en esta situacién.” Atin més cuestionable es el uso que se hace del concepto de dig- nidad.\Como se ha visto, para Kant la dignidad deriva de la capaci- dad dellas personas de darse leyes racionales, y alli reside su natura- Jeza como agerites morales aut6nomos. Una aplicacién correcta es aquella que sefala que la vida de una persona no tiene precio, sino que posee dignidad. Un'kantiano puede oponerse férreamente ala utilizacién de una persona en una investigacién sin un verdadero consentimiento, sin suaprobacién en tanto agente moral. O, en re- lacién con el ejemplo del sheriff que se analiz6 en la seccién 2.3, un kantiano jamas permitiria el sacrificio de un chivo expiatorio. ‘Sinembargo, en el tiltimo tiempo se ha extendido este concept a entidades no abarcadas por el concepto kantiano original: se habla de la dignidad de los embriones del genoma.* Estas entidades no poseen racionalidad, no pueden erigirse como agentes autolegisla- dores, por lo tanto, en términos kaittianos, carecen de dignidad 3.5. Algunas objeciones a la teorfa kantiana En primer lugar, se sefalan problemas con la formulacién de las, ‘méximas y la aplicacién del imperativo categérico. Considérese la siguiente situacién. Nadie elevaria a ley universal “Miente cuando te resuilte conveniente”. Pero zqué se sostendria de “Miente cuan- do pienses que decir la verdad puede causar dafios a otros” o “Siempre que un médico tenga buenas razones para creer que la Lon probemes orale qu lane lg devine my com eee eas eae oes dl pro tel. sus ein abordados con rotunda en rer parte dle bro. nases TEORICAS DE LA BIOBTICA 8 vida de su paciente estd en gu condicién, debe mentir” peligro pot deci la verdad acerc g Las tres formulaciones se Peden, aplicar a la misma situacion, Pareceria que se Puede obrar com, Ma rioseribe la accibn muy detalladamente. En este oy, ee itan especificaciones, el caso tido, cuando se agregan 0 qu! lalsidd eonndiclon wae descripto de manera diferente y su juici ee cin también, variard. Kant no aclara eudndo un aspecto del caso es moralmente indo no lo es." a otra objecién respecto de la distinciénente diferentes tipos de obligaciones. En primer lugar, no resulta obvio gue siempre tengan que prevalecer las obligaciones perfectas so tre las imperfectas, Supéngase que alguien promete encontrarse ‘on un amigo a almorzar (una obligaciOn perfecta: fidelidad a las, promesas). Cuando esté dirigiéndose al lugar, se encuentra con tina persona que necesita urgentemente su ayuda para llegar al hospital ya que si vida corre peligro (una obligacién imperfecta: beneficencia). ;Quién podria recriminarle que actué incorrecta- mente al Ilevar a esa persona al hospital? Pareciera que algunas obligaciones imperfectas pueden tener precedencia sobre las per- fectas. Si no es asi, se generan conclusiones contraintuitivas a raiz del mandato de las distintas obligaciones. Hay algo cuestionable en una teoria que sostiene que mantener las promesas es una obli- gacién perfecta, aun cuando las promesas sean triviales y las con- ‘secuencias sean desastrosas.°9 Otro tipo de critica apunta a la falta de ayuda para decidir acerca de obligaciones perfectas en conflicto. Por ejemplo, entre la En una linea Semejante, Timunon ited plete Fimmons sefiala que se necesita que Kant dé una ue purdan spot ui inte posible or etna de las muchas ott plicarsé para testear lamoralidad de una accién. Mark Timmons, °p. cit, p.173, Una propuesta aKant de fe eo semis ¢s la de Korsgaard. Esta autora trata de salvar tm asesing gu vena ae ei siempre la verdad, por ejemplo, en el caso Hana tradi ata BAF a un inocente al cual, segun la propuesta Ha" #6 le pyede mentir. Véase Christine M. Korsgaard, “Th Right to Lie: Kar : Kant : 15,4 1986 pp ae Mt Evil, en Philsophy and Public Aas PLANTEOS CLASICOS Y TEORIA DE LOS PRINCIPIOS 49 obligacién perfecta de respetar nuestras promesas y aquella de no daar a personas inocentes. ¢Cémo debemos actuar si respetar la promesa a A puede dafiar seriamente a B? Finalmente, hay objeciones a la nocién de persona. Kant esta considerando como persona al adulto normal que puede razonar y darse su propia ley moral. Esto implica que no pueden aplicarse los mismos pardmetros a aquellos que no son personas, y tal seria el caso de los fetos, los recién nacidos, los comatosos, aquellos que padecen serias enfermedades mentales 0 los incompetentes.* Si bien no se puede negar el peso de las criticas formuladas contra Kant, asi como su excesivo rigor, es indudable que este filé- sofo encontré la formula para que cada persona fuera su propio legislador. A partir de él no pudo ignorarse la autonomia de las personas como un valor fundamental.

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