Liderazgo

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 Indice
Liderazgo 3
Texto claves 3
1. El liderazgo: una habilidad fundamental 3
2. Dirigir y liderar 5
1.1. El liderazgo carismático 6
1. 2. El liderazgo transformacional 8
1. 3. El liderazgo transaccional 10
3. El carisma 11
Bibliografía y referencias 15
Texto Referencial 16
Actividades prácticas 17

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materia que encuentras en el apartado de RECURSOS.

Texto claves

Presentación de la unidad

1. El liderazgo: una habilidad fundamental

Desde los últimos tiempos se viene observando un giro importante en los perfiles y demandas de oferta
formativa de las escuelas de negocios y universidades más punteras del mundo, indicador avanzado de las
tendencias de los mercados. Mientras que hace décadas lo que más se solicitaba era, particularmente,
aprender procesos y realizarlo con velocidad y eficiencia, ahora lo que se persigue es, además, estimular la
innovación y la creatividad y ayudar a que las personas lo hagan con rapidez. Identificar un problema y
entender las necesidades de los clientes era parte de la tradicional estrategia empresarial. Ahora es no
esperar a los problemas, anticiparlos y evitar quedarse estancado en caminos definidos, crear nuevas
sendas y atajos. El interés por aprender e innovar, y por potenciar el emprendimiento y las habilidades
directivas, ha ganado una gran fuerza en los últimos tiempos, donde el liderazgo tiene un peso central.

No hay que esperar a los problemas, hay que avanzarse a ellos.

La bibliografía sobre el liderazgo es muy abundante. Ha aumentado de forma destacada. Tradicionalmente,

los trabajos sobre esta temática se centraban en el uso del poder y de la autoridad. El Príncipe, de Nicolás
Maquiavelo, es el paradigma de este modelo. Con el tiempo, se fue ampliando a otras áreas vinculadas a las
ciencias del comportamiento como la psicología, particularmente.

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Los líderes son verdaderos agentes de cambio. Esta es su característica esencial. Al hablar de esta forma,
debemos entender que la idea de agente de cambio no debe asociarse a algo necesariamente positivo. Mao
Zedong o Mussolini, fueron incuestionables líderes; Jesucristo o Nelson Mandela también. El liderazgo
implica el uso de la influencia sobre el comportamiento y el desempeño de los seguidores y se calibra por
la masa crítica que arrastrar y por el logro de sus metas. Etimológicamente, “liderazgo” se deriva del
verbo inglés to lead , que podríamos traducir como “guiar”, “conducir” o “mostrar el camino”. A este
respecto poco tiene que ver con el poder de mando y obediencia. Esta era la asociación que sí hacía el
sociólogo Max Weber, uno de los grandes autores que teorizó sobre el fenómeno de la dominación y la
autoridad. El verdadero líder por tanto muestra el camino, conduce o guía.

Imagen 1.1. Leadership

Fuente: Flirkc.com

Tradicionalmente, no ha habido una diferencia clara entre liderazgo y autoridad. Max Weber vinculaba en
buena parte estos dos conceptos. Las aportaciones posteriores lo separan.

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El liderazgo supone un poder de bases informales. No se es líder por decreto, por galones, rango o
veteranía, sino por su visión, por su magnetismo y por la capacidad de influencia que tiene en su
entorno.

Autoridad

En cambio, la autoridad sí que es un poder posicional a partir de bases formales. La autoridad precisa
de un reconocimiento explícito y oficial. Por ejemplo, el padre o la madre tienen autoridad sobre la
familia, pero no necesariamente son sus líderes.

Ciertamente, el liderazgo puede ser innato pero también se cultiva, como la inteligencia, la práctica de
idiomas o tocar el piano. Determinados patrones de personalidad son más proclives que otros a desarrollar
liderazgos efectivos, pero todos y cada uno de nosotros podemos cultivar y estimular el propio liderazgo
en las facetas más comunes de nuestra propia vida. Es una habilidad clave. Los cargos directivos de hoy
en día tienen ante sí nuevos retos y desafíos. El impacto de la globalización, la revolución tecnológica y de
las comunicaciones, los nuevos y viejos valores, la mezcla de etnias, orígenes lingüísticos, edades y
perfiles en todas las organizaciones obliga a unos y otros a gestionar escenarios cambiantes y movibles.

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2. Dirigir y liderar

No es lo mismo dirigir que liderar. Son asuntos distintos, aunque cercanos.

¿Qué es el liderazgo?

El liderazgo pone el acento en los recursos emocionales, espirituales o transcendentes. Dispone de una
gran capacidad comunicativa, donde sugiere conducir de forma compartida. Apunta el camino a seguir.
Es una autoridad relativamente informal.

¿Qué es la dirección?

A diferencia del liderazgo, la función directiva tiene un componente más institucional, más formal,
orientada a la gestión de recursos, a la administración y gestión de la propia organización, del día a día.

Podemos indicar de una forma bien visible que, mientras que el director o el gestor gestiona lo complicado
de las organizaciones, entendiendo como complicada aquella situación que busca descubrir las variables
que intervienen en un determinado entorno, para comprender el funcionamiento de las partes y entender y
gestionar el sistema en su conjunto; el verdadero liderazgo, en cambio, se mueve en entornos complejos,
entendiendo complejidad como aquella situación con información desconocida o con interrelación entre
variables incomprensibles o sorpresivas. Así, mientras escalar el Annapurna resulta complicado, entender la
física cuántica es complejo. Los verdaderos líderes lo son porque gestionan la complejidad.

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Una forma de distinguir la dirección del liderazgo es considerar que la dirección trata de afrontar lo
complicado de una organización, mientras que el liderazgo afronta el cambio en escenarios complejos.
Cuando se aúna dirección y liderazgo en una única persona nos hallamos ante perfiles de gran calado,
llamados a dejar una huella en cualquier organización.

Resumiremos a continuación tres de las aportaciones más destacadas que recogen el tema del liderazgo: el
liderazgo carismático, el liderazgo transformacional y el liderazgo transaccional.

Los líderes son verdaderos agentes de cambio.

1.1. El liderazgo carismático

Carisma, en griego, significa una facilidad innata de hacerse querer, un poder de atracción y magnetismo
personal. Max Weber estudió esta característica de los líderes como una forma de influencia basada no
en sistemas de autoridad tradicional o legal, sino en la percepción de los seguidores de que el líder tiene
unas cualidades sobrenaturales (Weber, 2002).

A partir de estas ideas iniciales, se entiende que:

1. El líder carismático posee cualidades excepcionales que motivan e inspiran a sus seguidores a
realizar algo diferente de lo que harían estos en ausencia de él, y esto puede resultar positivo si
por ejemplo se persigue una causa humanitaria, o por el contrario negativo si se sigue a un
líder de una secta destructiva.
2. Los líderes carismáticos emergen con más facilidad en contextos de crisis. Cuando hay
esperanzas truncadas, ausencia de futuro o percepción de amenazas el contexto puede
favorecer la eclosión de alguien que ofrezca esperanzas y certezas, que se presente como un
salvador.

A partir de Lussier y Achua podemos destacar las características más relevantes de los líderes
carismáticos.

Visión de futuro

Se orientan hacia el devenir. Transmiten una visión compartida con alta emotividad.

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Habilidades comunicativas

Seducen cuando transmiten su visión. Persuaden de forma incuestionable. Poseen una personalidad
atractiva.

Confianza en sí mismos y convicción moral

Tienen una inquebrantable confianza, así como una sólida fe, capacidad de sacrificio y convicción
moral.

Inspiran confianza

Ganan la confianza de sus seguidores a partir de transmitir la propia. Manifiestan un sólido

compromiso con las necesidades de los seguidores.

Orientación al riesgo

Asumen riesgos personales por encima del resto. Se exponen al peligro, cuestión que les reporta una
admiración y respeto de sus incondicionales.

Gran energía y orientación a la acción

Son personas de acción, actúan. Se convierte en ejemplo para el resto. Salen al campo de batalla. Se
muestran luchadores junto al resto de seguidores.

Gran capacidad relacional

Socializan su pensamiento, lo expanden. Son personalidades claramente sociales y usan esas

relaciones para reproducir sus puntos de vista.

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Mínimo conflicto interno

Son férreos en sus convicciones. Sus ideas son sólidas. Están profundamente convencidos de su
postura. No dudan.

Delegan

Confieren autoridad a sus colaboradores y refuerzan continuamente su confianza convenciéndoles de

sus capacidades. Crean entornos de emociones positivas y entusiasmo (Lussier y Achua, 2005).

1. 2. El liderazgo transformacional

El perfil de un líder transformacional es para autores como Bass, aquel que tiene una gran capacidad
para cambiar el statu quo (Bass, 2007). Son líderes con una visión clara y definida de lo que debe ser la
nueva sociedad u organización. Ponen en marcha audaces estrategias para transformar o alinear su
empresa en el punto que visualizan. Desean transformar y se centran más en sus logros que en sus
cualidades personales. Los líderes transformacionales se fundamentan en tres pilares.

1. El carácter moral del líder

2. Los valores éticos de su visión
3. El compromiso de buscar un bien colectivo

Complementariamente a estas ideas base, María Teresa Palomo determina que el líder transformacional
se distingue por una serie de características fundamentales.

Visión

Comunica de forma magistral y hace partícipes de su visión a sus colaboradores y seguidores.

Creatividad

Innova y da nuevas orientaciones a los viejos problemas a partir de nuevas interpretaciones.

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Interactividad

Está en permanente contacto con su entorno del que se nutre y al que influye.

Gestionar el empoderamiento

Libera al personal de los viejos controles rígidos. Les ofrece libertad y responsabilidad. Con todo
esto busca su implicación y satisfacción.

Pasión

El líder transformacional muestra pasión por su misión y con las personas.

Ética

Manifiesta un comportamiento ético en cualquier situación. Cuenta con un alto nivel de moralidad.

Prestigio

Su imagen y su prestigio es muy positiva. Es la consecuencia de su credibilidad e integridad.

Orientación hacia las personas

No actúa como un controlador, sino como un facilitador. Considera las diferencias individuales y
busca aunarlas con el objetivo de la organización.

Coherencia

El líder transformacional es coherente en sus acciones con la misión, la visión y los valores de la
organización (María Teresa Palomo, 2010).

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El liderazgo puede ser innato, pero también se cultiva.

1. 3. El liderazgo transaccional

El liderazgo transaccional se basa en el intercambio en la transacción. Particularmente en el mundo de la

empresa, el ejemplo sería cuando el empleado obtiene un salario en sus diferentes modalidades
(pecuniario, en especie, prestigio…) y el líder facilita los recursos necesarios para conseguir lo que se
persigue. En este caso, los empleados reciben la recompensa y estos responden con su trabajo. Así, la
característica fundamental del liderazgo transaccional es que se fundamenta en la política de premios
según rendimiento y se basa en la gratificación y en el respeto por el compromiso mutuo. No hay duda
de que este tipo de enfoque es imprescindible para el funcionamiento de la empresa, en particular para
todo el sector vinculado con las áreas de venta y comercialización.

El liderazgo transaccional se caracteriza cuando un líder y sus seguidores intercambian alguna cosa a
cambio de cumplir unos objetivos. Ese intercambio puede realizarse en términos políticos (por ejemplo:
votos, apoyos parlamentarios...), económicos (por ejemplo: dinero, cargos…) o simbólicos (confianza,
seguridad…). En buena medida todos los liderazgos son de una forma u otra, transaccionales ya que,
siguiendo las indicaciones de Bass, se fundamentan en un proceso de intercambio o transacción. En este
tipo de liderazgo los seguidores están motivados por las promesas de recompensa que promete el líder.

Ventajas del liderazgo transaccional:

Se centra en los resultados

Es una forma efectiva de liderar ya que hay beneficios inmediatos.
El trabajo es el eje central.

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Desventajas del liderazgo transaccional:

Es cortoplacista
Dura mientras haya activos que intercambiar
La lealtad está condiciona a los premios. Cuando estos desaparecen, desaparece la
implicación

Imagen 1.2. Eficiencia y compromiso en el liderazgo.

Fuente: https://commons.wikimedia.org

El tipo de liderazgo transaccional usualmente debe poder complementarse con otro tipo de liderazgo, ya
sea el carismático o el transformacional. En caso contrario, y de forma muy concreta en el mundo de la
empresa, la impersonalidad y la desafección pueden afectar negativamente el clima de trabajo y
la implicación afectiva de los equipos.

3. El carisma

El carisma resulta crucial en muchos ámbitos de nuestra vida. Carisma, es la cualidad de que dispone una
persona a partir de su poder de atracción y de su magnetismo personal para atraer la atención de los
demás, ya sea por su palabra o personalidad.

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Actitudes para desarrollar el magnetismo

Olivia Fox Cabane, a partir de El mito del carisma (Fox, 2020) considera que cualquier directivo puede
desarrollar su magnetismo y para ello selecciona tres actitudes para lograr ese efecto en los demás. Son
los siguientes:

1. Presencia: Ser carismático no depende del cuánto tiempo tengas, sino de lo presente que
estás en cada interacción. Las personas carismáticas recuerdan el nombre de las personas, el
de sus hijos o parejas, sus particularidades, las historias que le contaron, en lugar de estar
encerrados en sus propios pensamientos o esperando su turno de intervención.
2. Poder: La persona con carisma se encuentra empoderada, es decir transmite la capacidad de
llevar a cabo aquello que se propone. El empoderamiento es un proceso a través del cual el
individuo adquiere control sobre su propia vida.
3. Calidez: Las personas carismáticas nos atraen por su magnetismo. Nos hacen sentir bien. Su
tono de voz, sus mensajes a partir de la honestidad que proyectan, provocan un entorno de
cercanía y naturalidad. La persona con carisma que admiramos es como nos gustaría ser,
nosotros en versión mejorada (Fox, 2020).

Estos tres elementos son señas del nuevo carisma.

Trampas que deben ser evitadas

Aun así, y siguiendo con Fox Cabane, se deben tener en cuenta una serie de trampas que acechan y que
deben ser evitadas. Tres entre las más destacadas:

1. Acaparar la atención. Hay que saber retirarse a tiempo. Si causamos una buena impresión
con una buena historia, no la alarguemos, porque la magia se desvanece. Administrar el tiempo
de exposición es clave.
2. Soluciones, no problemas. Las personas con carisma brillan porque muestran esperanzas,
elaboran relatos positivos y no se desgastan en el decálogo de lamentaciones, críticas y
problemas. Ven esperanza y soluciones donde otros solo ven problemas y oscuridad.
3. El teléfono móvil lejos. Si una persona consulta mucho su móvil, el que la observa entiende
que no es importante para él. La persona carismática, en encuentros sociales, tiene lejos su
móvil y se entrega 100% a su auditorio. La gente importante mantiene a raya su celular.

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Las personas carismáticas buscan el cambio sin cesar, se muestran impacientes por lograr el progreso que
anhelan y se muestran insatisfechos con el estado de las cosas. Generan relatos sencillos y comprensibles
para cualquiera, que nutren de beneficios para todos y ahondan en el sentimiento de pertenencia.

Imagen 1.3. Liderazgo

Fuente: www.pixabay.com

A finales del pasado siglo, Stephen Covey publicó uno de los libros más influyentes en la literatura de
negocios de las últimas décadas : Los siete hábitos de la gente altamente efectiva. El interés y utilidad de los
siete hábitos que enumera y desarrolla radica en que permiten dar una visión integradora y global de
habilidades directivas. Estos son:

Ser proactivo

Hábito de la visión personal. Ser proactivo es ser responsable de nuestra vida. No culpar a las
circunstancias, sino asumir nuestra conducta basada en valores. Se trata de anteponer al determinismo la
libertad humana para reaccionar ante los hechos y nuestro poder creador. Los proactivos centran su
energía en aquello que pueden controlar en lugar de aquello que está fuera de su círculo de influencia.

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Empezar con un fin en la mente

Hábito de liderazgo personal. Comenzar con un fin en mente significa tener claro el destino deseado. No
estar ocupado sin ser efectivo. No permitir que los demás actúen por uno mismo. En este contexto, la
elaboración de la misión sea a nivel personal o a nivel empresarial, adquiere todo su sentido.

Primero lo primero

Hábito de la organización personal. Organizar y administrar el tiempo y acontecimientos en función de

las prioridades. No importa quién o quiénes lo demanden, siempre y cuando las prioridades se
encuentren bien definidas.

Pensar en ganar-ganar

Hábito del liderazgo interpersonal. Cuando se piensa en ganar-ganar la efectividad es lograda con el
esfuerzo conjunto de las personas implicadas. Ganar implica siempre un beneficio mutuo; sin embargo,
hay quienes creen que para obtener éxito la otra parte debe perder.

Procurar comprender y ser comprendido

Hábito de la comunicación efectiva. El ser un comunicador efectivo implica entender el punto de vista
del otro antes que buscar que le comprendan. Generalmente, se tiende primero a ser comprendido o a
decir cosas como: “sé por lo que estás pasando”, mientras que lo correcto es empezar por ver el
mundo de la misma manera que el que habla. Para influir hay que ser influido, siempre y cuando seamos
conscientes de dicha influencia.

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Sinergizar

Hábito de la cooperación creativa. La sinergia es parte de la naturaleza. Dos mentes pueden producir
mejor que una. Alguien eficaz es lo suficientemente humilde como para reconocer sus limitaciones y
valorar los recursos diversos que tiene a su alrededor. Solo los inseguros se rodean de gente que piensa
igual para mostrar ser más inteligentes y ser los “líderes”.

Afilar

Hábito de la mejora continua: nunca hay que olvidar que la vida exige mejorar lo que tenemos. Esta
renovación está constituida por cuatro dimensiones: la física (ejercicio, nutrición, control del estrés), la
emocional-social (servicio, empatía, sinergia, seguridad intrínseca), la mental (leer, visualizar, planificar,
escribir) y la espiritual (clarificar los valores, compromiso con los valores, estudio y meditación). Todo
ello define algunas de las características del líder.

En definitiva, un listado de hábitos que debidamente desarrollados y llevados a cabo, son de sumo interés y
utilidad y dan una visión integradora y global de las habilidades directivas.

Bibliografía y referencias

Brent, Mark (2019). Liderazgo: mejora tus habilidades de comunicación e influye como
un líder poderoso. New York: Bebelcube.
Bass, B. M. (2017). Handbook of Leadership . New York: Free Press.
Bass, B. M. (2015). Leadership and performance beyond expectations . New York: Free
Press.
Berson, Y., Dan, O. & Yammarino, F. J. (2016). “Attachment style and individual
differences in leadership perceptions and emergence”. Journal of Social Psychology,
146, 165-182.
Castro, R. (2020). Preparados para un mundo global. 50 cosas que hay que saber para
manejarse bien en el siglo XXI. Málaga: Editorial Seleer.
Covey, S. R. (2011). Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva. Barcelona: Paidós.
Fox Cabane, Olivia (2020). El mito del carisma. Como cualquier persona puede
perfeccionar el arte del magnetismo personal. Madrid: Empresa Activa.

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Harvard Business Review (VV.AA) (2019). Liderazgo (Leadership Presence).

Barcelona: Editorial Reverté-Management.
Lussier, R. N., y Achua, C. F. (2017). Liderazgo: teoría, aplicación y desarrollo de
habilidades . New York: Cengage Learning.
Palomo, M. T. (2020). Liderazgo y motivación de equipos de trabajo . Madrid: ESIC
Editorial.
Weber, Max (2019). Economía y sociedad . Madrid: Fondo de Cultura Económica.

Texto Referencial
Para este tema el material básico de estudio consiste en las lecturas y en la lección magistral que se indica a
continuación:

Páginas 319-327 lectura del capítulo 39: Aptitudes

Castro, Román (2020). Preparados para un mundo global. Málaga: Editorial Seleer.

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