Está en la página 1de 3

Abril 2, 1921

El alma que obra en la Divina Voluntad da


por todos y recibe por todos.
Mi pobre mente me la sentía como aturdida, y
me faltan las palabras para poner en el papel lo
que siento, si mi Jesús quiere que escriba se
dignará decir en palabras lo que infunde por vía
de luz en mí. Recuerdo solamente que al venir
me ha dicho:
“Hija mía, quien en mi Voluntad reza, ama,
repara, me besa, me adora, Yo siento en ella
como si todos me rezaran, me amaran, etc.,
porque mi Voluntad envolviendo todo y a
todos, en mi Querer el alma me da el beso, el
amor y la adoración de todos, y Yo mirando a
todos en ella, doy a ella tantos besos, tanto
amor por cuanto debería dar a todos. El alma en
mi Voluntad no está contenta si no me ve
completado por el amor de todos, si no me ve
besado, adorado, rogado por todos. En mi
Voluntad no se pueden hacer cosas a la
mitad, sino completas y Yo al alma que obra en
mi Querer no le puedo dar cosas pequeñas, sino
inmensas, que pueden ser suficientes para
todos. Yo hago con el alma que obra en mi
Querer, como una persona que necesitara un
trabajo de diez personas, ahora de estas diez,
sólo una se ofrece a hacer el trabajo, todas las
demás lo rechazan, ¿no es justo que todo lo que
debería dar a las diez, lo dé a una sola? De otra
manera, ¿dónde estaría la diferencia entre
quien obra en mi Querer y entre quien obra
en su voluntad?”
Libro De Cielo. Abril 2, 1921 Volumen
12
“Hágase Tu Voluntad En La Tierra Como En El
Cielo”

“Mi Voluntad es de todos, soy Jesús de todos, y por


eso sólo estoy contento cuando la criatura hace
suya mi Voluntad, mi Vida, y me quiere dar a
todos, ella es mi alegría y mi fiesta continua.”
Julio 4, 1936 Vol. 34
“Quien está en mi Voluntad abrazando todo,
rezando y reparando por todos, toma en sí sola el
amor que tengo por todos, así que el amor que tengo
por todos lo encierra ella sola, y por cuanto la amo,
otro tanto me es querida, otro tanto bella, así que
todo deja atrás de ella.”
Diciembre 14, 1912 Vol. 11

“Por eso hija mía, en mi Divina Voluntad tus


actos, tus oraciones, el pedir su reino, deben tener
el movimiento incesante para poder impetrar por
todos que el Fiat Divino sea conocido y amado por
todos.” Julio 30, 1927 Vol. 22

También podría gustarte