Está en la página 1de 29

REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

PODER JUDICIAL
Sala 2
Corte de Apelaciones del Circuito Judicial Penal del estado Zulia
Maracaibo, 10 de Julio de 2014
204º y 155º

ASUNTO PRINCIPAL : VP02-P-2014-015789


ASUNTO : VP02-R-2014-000542

DECISIÓN N° 167-14

I
Ponencia de la Jueza de Apelaciones Dra. NOLA GOMEZ RAMIREZ

Han subido las presentes actuaciones en virtud del recurso de apelación


interpuesto por el abogado ANGEL IVAN QUINTERO, inscrito en el
Inpreabogado bajo el N° 85.281, en su carácter de defensor del imputado
KELVIN JOSE ESCOBAR BOLIVAR, titular de la cédula de identidad N°
12.717.979, en contra de la decisión N° 413-14 dictada en fecha 14-04-14,
por el Juzgado Cuarto de Primera Instancia en Funciones de Control del
Circuito Judicial Penal del estado Zulia, mediante la cual decretó la
Inmovilización de las Cuentas Bancarias en las Distintas Entidades
Financieras del País, asimismo acordó La Superintendencia de Bancos
(SUDEBAN), La Prohibición de Firmar en Registros y Notarías (SAREN), y La
Prohibición de Salida del País, todo en contra del prenombrado; todo de
conformidad con lo establecido en los articulo 23, 111, 120, 265, 282 y 285 del
Código Orgánico Procesal Penal.

Se ingresó la presente causa en fecha 16 de junio de 2015 y se dio cuenta en


Sala, asignándose la ponencia a la Jueza Dra. Nola Gómez Ramírez, quien
con tal carácter suscribe la presente decisión.

Esta Sala Nº 2 de la Corte de Apelaciones del Circuito Judicial Penal del


estado Zulia, en fecha 19 de junio de 2014, declaró admisible el recurso, por
lo que encontrándonos dentro del lapso legal, se procede a resolver sobre la
procedencia de la cuestión planteada en los siguientes términos:

II
DEL RECURSO DE APELACIÓN

MOTIVOS SOBRE LOS CUALES VERSA EL RECURSO DE APELACION


INTERPUESTO POR EL RECURRENTE ANGEL IVAN QUINTERO
RAMÍREZ, DEFENSOR DEL CIUDADANO KELVIN JOSE ESCOBAR
BOLIVA.

El profesional del derecho ANGEL IVAN QUINTERO RAMIREZ, actuando con


el carácter de defensor del ciudadano KELVIN JOSE ESCOBAR BOLIVAR,
formuló su apelación en los siguientes términos:

En el punto denominado “EL DERECHO”, el apelante señaló que se han


transgredido una serie de derechos y garantías que en todo momento debe
asistir a su defendido, al imponerle la Juzgadora unas medidas innominadas
de 1.- AUTORIZACIÓN DE INMOVILIZACIÓN DE LAS CUENTAS
BANCARIAS EN LAS DISTINTAS ENTIDADES FINANCIERAS DEL PAÍS, 2.-
ASI COMO LA PROHIBICIÓN DE FIRMAR EN REGISTROS Y NOTARÍAS, Y
3.- LA PROHIBICIÓN DE SALIDA DEL PAÍS en contra del ciudadano KELVIN
JOSÉ ESCOBAR BOLÍVAR, sin previa imputación formal y sin haber
efectuado por lo menos una notificación a su representado, afectando con ello
de manera evidente el derecho a la propiedad y a la libre disposición de
bienes de mi defendido, así como se vulnero con la decisión proferida y la
petición fiscal el derecho a la defensa toda vez que se lleva una investigación
totalmente a espaldas de su representado, sin permitirle en ningún momento
el tiempo y los medios para ejercer su defensa, el cual es un mandato
constitucional que debe imperar en todo proceso judicial.

Alegó el recurrente que, el Ministerio Público solicitó dichas medidas


innominadas, tomando en consideración la presunta existencia de los
requisitos de ley para su procedencia y el Juzgador violando normas
constitucionales y procedimentales acordó tales cautelas. A efectos
ilustrativos, es importante analizar la figura de las medidas innominadas en el
ordenamiento jurídico penal, de modo que se verifique si en efecto se
impusieron de conformidad con lo previsto en la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela y las demás leyes aplicables. Continuó citando
doctrina referente a las medidas cautelares.

En tal sentido, indicó el impugnante que, la titularidad de la acción


corresponde al Estado a través del Ministerio Público, quien viene obligado a
ejercerla, la cual se concreta en la imputación de determinados hechos
punibles que la vindicta pública le hace a una o varias personas, al término de
la investigación que se apertura a consecuencia de la denuncia. Ese ejercicio
de la acción penal se extiende también, a las diligencias de investigación y a
las llamadas medidas, las cuales son nominadas (embargo de bienes
muebles, secuestro de bienes determinados y prohibición de enajenar y
gravar bienes inmuebles) o innominadas (que carecen de denominación legal
debido a su generalidad, tanto material como formal, es decir, dependen del
caso concreto], en lo referente al campo jurídico, vienen a ser la intervención
por parte del juez en precaución para evitar un riesgo, a solicitud de la parte
interesada en la imposición de las mismas, pudiendo ser negadas por el juez
debido al incumplimiento de requisitos necesarios de procedibilidad o porque
a su criterio, tales medidas pudiesen resultar impertinentes por no existir
peligros por parte del demandado o del investigado. Por ello acordarlas o no,
es facultad del juez, en todo caso, su procedencia atañe al cumplimiento de
requisitos mínimos exigidos en la ley; pero responden a una manifestación del
poder de prevención de todos los órganos del Poder Público, en nuestro caso
específico, a los órganos del Poder judicial, incluida la jurisdicción penal, por
cuanto ellas sólo comportan una precaución de daño contra el proceso
mismo.

Refirió que, no obstante a ello, y como se planteó con anterioridad, dicha


imposición de medidas responde a ciertos límites exigidos por la norma, para
con ello evitar que se transgredan derechos inherentes a las personas sin
justa causa o de manera desproporcionada. Como el caso de autos que con
la simple interposición de la denuncia y una escasa investigación pretenden
imponer cautelas excesivas a espaldas de patrocinado. Citó criterios
jurisprudenciales referentes a las medidas cautelares.

Así las cosas, advirtió la defensa que, de acuerdo a los criterios


jurisprudenciales arriba transcritos, la decisión que aquí se impugna
menoscabó el ejercicio del derecho constitucional a la propiedad en perjuicio
de su defendido, visto que la referida providencia judicial restringió
ilegítimamente la libre disponibilidad de sus derechos patrimoniales sobre sus
bienes muebles e inmuebles, activos en cuentas bancadas y cualquier otro
instrumento financiero, además de prohibir su salida del país, sin ni siquiera
notificarlo debidamente para ejercer su derecho a la defensa, y basándose
hechos totalmente irreales e imposibles de demostrar. En relación a este
particular, es necesario acotar que mi defendido se ponen al tanto de la
situación, en reciente fecha al intentar realizar una transacción bancaria y al
intentar viajar al exterior a cumplir compromisos laborales en el Béisbol
Profesional la cual es la principal actividad de su representado, además que
informaron a mi defendido en el banco de la inmovilización de sus cuentas, lo
cual se agrava si tenemos en cuenta que ni siquiera había sido citado
efectivamente para comparecer ante el ministerio público ni citado por el
Juzgado informando de las medias decretadas en su oportunidad.

Afirmó el apelante que, la imposición de medidas de coerción personal tiene


límites temporales; no pudiendo sobrepasar la pena mínima prevista para los
respectivos delitos, y no pueden tampoco exceder del plazo de dos años
contados a partir desde su decreto, para reforzar sus argumentos menciona
al autor Arquímedes González Fernández, en su obra "Código Orgánico
Procesal Penal con Práctica Forense".

Consideró el recurrente que, resulta evidente la violación de una serie de


derechos y garantías que debieron ser respetadas y protegidas por el Tribunal
Cuarto Estadal de Primera Instancia de Control del Circuito Judicial Penal del
Estado Zulia, tales como el derecho a la propiedad, al derecho a la defensa y
al debido proceso, consagrados constitucionalmente en los artículos 115, 26 y
49 de nuestra carta magna fundamental, que fueron inobservadas al decretar
sin imputación previa las medidas cautelares innominadas de 1.-
AUTORIZACIÓN DE INMOVILIZACIÓN DE LAS CUENTAS BANCARÍAS EN
LAS DISTINTAS ENTIDADES FINANCIERAS DEL PAÍS, 2, LA
PROHIBICIÓN DE FIRMAR EN REGISTROS Y NOTARÍAS, y 3.- LA
PROHIBICIÓN DE SALIDA DEL PAÍS en contra del ciudadano KELVIN JOSÉ
ESCOBAR BOLÍVAR, es decir sobre LA TOTALIDAD de bienes y cuentas,
ADEMAS DE LA PROHIBICIÓN DE SALIDA DEL PAÍS, lo cual se traduce en
la nulidad absoluta de dichas actuaciones de conformidad con lo dispuesto en
el artículo 174 del Código Orgánico Procesal Penal, en concordancia con el
artículo 25 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.

Por esto, acotó el recurrente, que sobre este respecto se ha violentado el


derecho a la Defensa y el Debido Proceso, establecido en el artículo 49 de
nuestra Constitución Nacional, así como el derecho a La Propiedad, a La
Libertad Personal, y hasta el Derecho al Trabajo al Inmovilizar sus cuentas
Personales, previstos estos derechos en los artículo 44, 89 y 115 eiusdem,
todo lo cual denuncio en este recurso, situación que debe ser considerada por
esta Corte de Apelaciones al momento de emitir su sentencia, tomando en
cuenta que, con dicha inmovilización de cuentas, se limitan de manera
desproporcionada los derechos no solo de mi defendido sino también de sus
familiares y descendientes, quienes subsisten y dependen del producto del
trabajo de su patrocinado.

Manifestó el impugnante que, ante la insostenibilidad de las medidas


cautelares decretadas en el marco del proceso penal seguido en contra de su
representado, siguiendo los criterios jurisprudenciales reseñados del Tribunal
supremo de Justicia y demás tribunales del país, lo procedente en derecho a
consideración de ésta defensa técnica es la REVOCACIÓN DE DICHAS
MEDIDAS CAUTELARES INNOMINADAS DECRETADAS, por cuanto son
absolutamente NULAS, y así pidió que lo declare esta digna Corte de
Apelaciones.

Resaltó la defensa que, el hecho de que el Ministerio Publico solicito tales


cautelas judiciales para otro ciudadano a parte de mi mandante; el ciudadano
ALBERDI ROSARIO LUQUE CHACÓN, a quien la Juzgadora no decreto
ninguna cautela judicial, y para ello no fundamento su decisión al respecto, y
es por ello que pregunta esta defensa técnica ¿Por qué para un imputado si v
para el otro no? si el representante del estado requiere las cautelas judiciales
para ambos ciudadanos denunciados. A criterio de quien aquí suscribe
indudablemente la decisión impugnada, adolece del vicio de motivación,
tomando en consideración que no explica los fundamentos de hecho y de
derecho tanto para acordar las cautelas decretadas a su mandante, como no
motiva por qué no decreta las referidas medias al otro ciudadano mencionado
en los hechos que originaron el presente proceso. Tal omisión esta defensa
técnica la traduce en una total inmotivación de la decisión y a tal efecto
nuestro máximo tribunal

A modo ilustrativo, consideró el apelante, que la Juzgadora en su decisión se


refiere a la presunta presencia únicamente del delito de Estafa, y no como lo
pretende hacer ver el representante del estado que en su solicitud indica el
referido delito y el de Asociación Ilícita para Delinquir, el cual evidentemente
no existe ni la más mínima tipicidad en los hechos denunciados para presumir
la existencia del referido delito de delincuencia organizada máxime si
tomamos en consideración los recientes pronunciamiento de las diferentes
salas de la corte de apelaciones de este Circuito Judicial Penal; y en atención
a ello no puede dejar de mencionar que tal y como lo expresa en su decisión
la Juzgadora que solo menciona uno de los delitos (ESTAFA), es claro que
estamos en presencia de un delito menos grave a tenor de los establecido en
el novísimo procedimiento especial para el juzgamiento de los delitos menos
graves, que no exceden en su límite máximo de 08 años como posible pena a
imponer, por ende al estar en presencia de un delito de ese tipo (menos
grave), resulta excesivo que la juzgadora impusiera a su representado 3
medidas cautelares, conculcando con ello lo establecido en el artículo 242 en
su parte in fine y lo que hace el fallo proferido susceptible de nulidad absoluta
de conformidad con lo establecido en los artículos 174, 175 y 180 del Código
Orgánico Procesal Penal, y así solicito sea declarado; cito lo establecido en la
norma adjetiva penal articulo 242. Citó criterios jurisprudenciales.

Arguyó el defensor que, es claro y evidente que el fallo que impugno está
viciado de nulidad absoluta, no solo por violentar normas procesales como el
artículo 242 del Código Orgánico Procesal Penal, sino que la decisión como
un todo vulnera derechos de rango y valor constitucional como lo son la
Defensa, El Debido Proceso, Propiedad, El Trabajo, todos consagrados
constitucionalmente en los artículos 26, 44, 49, 89 y 115.

En el aparte denominado “PETITORIO” solicitó primero, sea admitido el


recurso de apelación en contra de la decisión N° 413-14 de fecha 14 de Abril
de 2014 emitida por el Tribunal Cuarto de Primera Instancia Estadal en
Funciones de Control del Circuito Judicial Penal del Estado Zulia en la causa
identificada con el NQ 4C-S-2697-14, que decretó las medidas innominadas
de 1.- AUTORIZACIÓN DE INMOVILIZACIÓN DE LAS CUENTAS
BANCARIAS EN LAS DISTINTAS ENTIDADES FINANCIERAS DEL PAÍS, 2.-
LA PROHIBICIÓN DE FIRMAR EN REGISTROS Y NOTARÍAS, y 3.- LA
PROHIBICIÓN DE SALIDA DEL PAÍS dictadas en contra del ciudadano
KELVIN JOSÉ ESCOBAR BOLÍVAR; segundo, sean admitidos y valorados los
medios de prueba promovidas por la defensa como fundamento del recurso
de apelación; y tercero: sea declarado con lugar el recurso y, en
consecuencia, sea decreta la nulidad absoluta de las medidas innominadas
dictadas en el marco del proceso penal seguido en contra de su defendido,
por contravenir el derecho constitucional a la defensa, debido proceso, a la
defensa, y a la propiedad (artículos 26, 49 y 115 constitucionales) de su
mandante por las razones y fundamentos suficientemente desarrollados en el
presente escrito; y cuarto: solicitó a la Corte de Apelaciones que una vez
declarada con lugar la apelación, sea ordenada inmediatamente el cese de
las medidas anteriormente mencionadas, y se oficie a las instancias
correspondientes a tales efectos de suspender las mismas

III
DE LA CONTESTACION AL RECURSO DE APELACION

El profesional del derecho MELVIN ENRIQUE HERNANDEZ ACOSTA,


inscrito en el Inpreabogado bajo el N° 123.213, actuando en el carácter de
apoderado del ciudadano LUIS ALBERTO BRACHO VALBUENA (víctima),
dio contestación al recurso de apelación de la siguiente manera:

Luego de hacer referencia a lo alegado por la defensa en su escrito de


apelación, manifestó quien contesta en el aparte denominado “DE LA
CONTESTACION AL RECURSO DE APELACION” , una larga ilustración al
apelante sobre el concepto de gravamen irreparable, y posteriormente señaló
como primer punto que va referido a la falta de imputación previa para
imponer las medidas "innominadas" y de notificación el decreto de las
mismas, es importante destacar que la Fiscalía del Ministerio Publico
consideró pertinente solicitar dichas medidas, por cuanto de las actas de
investigación que rielan en autos, se pudo comprobar que el ciudadano
KELVIN JOSÉ ESCOBAR BOLÍVAR efectivamente recibió en su cuenta
VEINTE MILLONES DE BOLÍVARES (20.000.000 BsF) por medio de depósito
efectuado por la victima de autos, y que a pesar de dicho pago, el
denunciado, en concurso con el ciudadano ALBERDI ROSALIO LUQUE
RONDÓN y otro sujeto aun por identificar, lo ESTAFÓ, pues no concretó el
negocio ni devolvió el dinero, contándose en actas con diligencias tales como:
LA DENUNCIA presentada por el ciudadano LUIS ALBERTO BRACHO
VALBUENA con sus respectivos anexos, INFORMACIÓN BANCARIA de las
cuentas tanto de la víctima como del investigado, ACTAS DE ENTREVISTA
de testigos presenciales de los hechos, INSPECCIÓN TÉCNICA DEL SITIO
DE LOS ACONTECIMIENTOS, acreditación de la víctima como Ganadero
reconocido de la región zuliana, entre otras, que hacen presumir la
perpetración de los delitos de ESTAFA y ASOCIACIÓN PARA DELINQUIR.

Afirmó que, la referida a la falta de imputación previa para imponer las


medidas "innominadas" y de notificación el decreto de las mismas, es
importante destacar que la Fiscalía del Ministerio Publico consideró pertinente
solicitar dichas medidas, por cuanto de las actas de investigación que rielan
en autos, se pudo comprobar que el ciudadano KELVIN JOSÉ ESCOBAR
BOLÍVAR efectivamente recibió en su cuenta VEINTE MILLONES DE
BOLÍVARES (20.000.000 Bs F) por medio de depósito efectuado por la
victima de autos, y que a pesar de dicho pago, el denunciado, en concurso
con el ciudadano ALBERDI ROSALIO LUQUE RONDÓN y otro sujeto aun por
identificar, lo ESTAFÓ, pues no concretó el negocio ni devolvió el dinero,
contándose en actas con diligencias tales como: LA DENUNCIA presentada
por el ciudadano LUIS ALBERTO BRACHO VALBUENA con sus respectivos
anexos, INFORMACIÓN BANCARIA de las cuentas tanto de la víctima como
del investigado, ACTAS DE ENTREVISTA de testigos presenciales de los
hechos, INSPECCIÓN TÉCNICA DEL SITIO DE LOS ACONTECIMIENTOS,
acreditación de la víctima como Ganadero reconocido de la región zuliana,
entre otras, que hacen presumir la perpetración de los delitos de ESTAFA y
ASOCIACIÓN PARA DELINQUIR.

Aunado a ello, acotó quien contesta que, dada la magnitud del daño
patrimonial causado por los investigados, y en aras de salvaguardar los
derechos de la victima en autos y que no se haga ilusoria la ejecución del
fallo, solicitó la imposición de las referidas medidas que en definitiva fueron
declaradas con lugar por el juzgado a quo. Cabe destacar que la Fiscalía
Décimo-Tercera del Ministerio Público de esta circunscripción judicial ha
citado oportunamente a KELVIN JOSÉ ESCOBAR BOLÍVAR para que acuda
con su abogado de confianza para realizar la imputación formal, según se
puede evidenciar en boleta emitida el 07 de Mayo de 2014 a la dirección
siguiente: CALLE AUTOCINE; CONJUNTO RESIDENCIAL PLAZA REAL,
TORRE E, PISO 01, APARTAMENTO 13-E, SECTOR LOS PINOS,
URBANIZACIÓN LA BOYERA, MUNICIPIO EL HATILLO DEL DISTRITO
CAPITAL, para que acuda en calidad de imputado a dicho despacho fiscal en
fecha 19 de Mayo de 2014, a la cual hizo caso omiso el referido ciudadano,
aun a pesar que en fecha 13 de Mayo consignó el nombramiento de su
defensor de confianza, tuvo acceso a las actas y sabía que debía acudir ante
el despacho fiscal en la fecha arriba indicada, y siendo necesario por su
incomparecencia la emisión de una segunda boleta de citación a la dirección
antes mencionada para que acuda en fecha 02 de Junio de 2014 y ejerza su
derecho a la defensa, el cual no ha sido coartado de manera alguna y en todo
momento ha sido garantizado tanto por la representación fiscal como en sede
jurisdiccional. Es oportuno acotar que en fecha 21 de Mayo el ciudadano
KELVIN JOSÉ ESCOBAR BOLÍVAR solicito AUTORIZACIÓN PARA VIAJAR
a los Estados Unidos de América con fecha de ¡da para el 27 de Mayo del
año en curso, y retornando el 03 de Junio de 2014, por lo cual infiere que no
acudirá a la segunda oportunidad prevista por la vindicta pública para realizar
el acto de imputación, todo ello según lo expresa su defensa e la referida
solicitud.

Asimismo, argumentó que, se hace palpable el fundamento utilizado por el


tribunal a quo para imponer las cautelas mencionadas, las cuales pueden
subsistir aún sin existir imputación previa, y tomando en consideración que en
efecto la Fiscalía encargada de llevar a cabo la investigación ha citado al
ciudadano KELVIN JOSÉ ESCOBAR BOLÍVAR a los efectos que acuda con
su defensor para realizar el acto de imputación y que declare lo que a bien
tenga que decir en su defensa, al igual que han tenido acceso a las actas que
conforman la investigación, lo que se demuestra con el escrito de fecha 13 de
Mayo de 2014 en donde el referido ciudadano acudió de manera espontánea
al despacho fiscal a ponerse a su disposición y manifestar su voluntad de
presentarse las veces que fuera necesario en tales oficinas para esclarecer
los hechos y defenderse de los hechos denunciados, lo cual ha quedado en
entredicho dada su ausencia al acto de imputación fijado para el día 19 de
mayo de 2014 y notándose con ello indicios de que el investigado está
obstaculizando el proceso y la búsqueda de la verdad en el caso de autos.

Ahora bien, expresa quien contesta, que en cuento o la falta de notificación


alegada por el recurrente, dicha omisión queda subsanada por ellos mismos,
toda vez que se constata de la revisión de las actas que rielan en el presente
expediente, que en fecha 15 de Mayo de 2014 fue recibido por ante el
Departamento de Alguacilazgo del Circuito Judicial Penal del Estado Zulia, en
donde KELVIN JOSÉ ESCOBAR BOLÍVAR se da por notificado de las
medidas cautelares impuestas por lo decisión 413-14

Manifestó la representación judicial, es importante señalar que las medidas


impuestas responden a criterios de necesidad y urgencia, lo cual conlleva a
que se concedan en aquellos casos en que se requiere de manera inmediata
la prevención de perjuicios graves o de tal naturaleza que no pueden
repararse por la sentencia que pongan fin al proceso principal. La urgencia es
asimismo la razón de que las medidas cautelares del proceso se adopten
inaudita parte, sin menoscabo del ulterior contradictorio. Entonces se
pregunta esta representación judicial, acaso ¿es violatorio el Derecho a la
Defensa la emisión, por ejemplo, de una orden de aprehensión, un
allanamiento, o una entrega controlada, sin notificarse al imputado?
Evidentemente no, pues existen medidas cautelares que dada su naturaleza y
el fin que persiguen, son acordadas "inaudita altera parte" para asegurar que
dichos decretos cumplan su cometido de asegurarlas resultas del proceso, y
la comparecencia del investigado a los actos en los cuales se requiera su
presencia, cuando se tenga la presunción del humo del buen derecho, que
quede ilusoria la ejecución del fallo, que exista peligro de fuga u
obstaculización del proceso, y que exista un daño inminente a los derechos
de la víctima de autos, todos debidamente acreditados en la sentencia
recurrida.

Advirtió que no habiéndose verificado una violación a los derechos a la


defensa y/o al debido proceso por parte del tribunal a quo en referencia a lo
mencionado con anterioridad, resulta inequívoco que tales argumentos no
encuentran basamento jurídico alguno, razón por la cual esta representación
judicial solicita con el debido respeto a esta corte de apelaciones sea
desestimado por infundado el recurso de apelación presentado por el
ciudadano ÁNGEL IVAN QUINTERO RAMÍREZ.

Por otra lado, en aparte “SEGUNDO ARGUMENTO”, refirió sobre la


inmotivación del fallo, primero que nada resulta oficioso mencionar que las
medidas no fueron impuestas sobre "LA TOTALIDAD DE BIENES Y
CUENTAS" del ciudadano KELVIN JOSÉ ESCOBAR BOLÍVAR tal y como lo
afirma temerariamente la defensa privada, sino exclusivamente sobre las
cuentas bancarias que a título personal posee el referido ciudadano dentro
del territorio nacional dado el daño patrimonial causado y evidenciado por las
diversas actas de investigación que imponen la necesidad de asegurar los
objetos pasivos del delito de conformidad con el Código Orgánico Procesal
Penal y la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela; y del
mismo modo indican que la decisión recurrida es nula de nulidad absoluta por
adolecer del vicio de falta motivación, no constituyendo esto violación a
ninguna garantía ni principio constitucional, en contraposición a lo que se
puede considerar como "vicio de falta de motivación" o "inmotivación del fallo"
que si representarían un perjuicio directo a la tutela judicial efectiva y debido
proceso que hasta el día de hoy se han mantenido incólumes en todo
momento en el presente proceso penal.

A juicio de quien contesta, señala que la decisión proferida por el Juzgado a


quo, se puede observar claramente que expresó positivamente las razones
de hecho y de derecho que fundamentaron su fallo; del mismo modo todas
las normas adjetivas aplicables a las cuales se subordinan los hechos;
concatenando las normas con los supuestos tácticos en un todo armónico,
llevando a dictar la decisión profería dentro del marco de la legalidad y
atendiendo a la existencia de los requisitos previstos en la norma adjetiva
penal a los efectos de asegurar los bienes activos y pasivos relacionados con
la perpetración, e indicando taxativamente que tales medidas recaen
exclusivamente sobre KELVIN JOSÉ ESCOBAR BOLÍVAR, por cuanto fue en
beneficio de su cuenta bancaria que se hizo el depósito del dinero destinado
al negocio efectuado con la víctima, no encontrando en consecuencia
fundamento para decretarla en contra del ciudadano ALBERDI ROSALIO
LUQUE RONDÓN. Con ello se evidencia que efectivamente el juzgado a quo
motivó el por qué tales medidas se aplicaban en un caso y no en el otro,
contrariamente a lo que afirma la defensa técnica en el caso de autos, quien
parte de un falso supuesto atendiendo a las consideraciones claramente
expuestas en este escrito y en la propia decisión recurrida.
Señaló que, en su fundamentación la juzgadora contrasta la medida de
aseguramiento probatorio impuesta (de inmovilización de activos en las
cuentas bancarias) con las medidas cautelares, en tanto las primeras
"procuran discernir, obtener y conservar las fuentes de prueba que delatan la
comisión del hecho punible y sus probables responsables" en tanto las
segundas "tienden a evitar que la resolución judicial definitiva sobresalga por
su imposible cumplimiento; el propósito de tales providencias desemboca en
la loable misión de que el fallo judicial no devenga en ilusorio."

En ese orden de ideas, esgrime que, la afirmación realizada por la defensa


técnica al manifestar que se impuso en contra de su representado TRES
MEDIDAS CAUTELARES, o como lo manifiesta en reiteradas oportunidades,
TRES MEDIDAS INNOMINADAS, siendo ello un desacierto, toda vez que de
lo analizado con anterioridad, tomado de la misma fundamentación del
tribunal para decidir, se puede diferenciar que se aplicaron una medida de
coerción personal vale decir, LA PROHIBICIÓN DE SALIDA SIN
AUTORIZACIÓN DEL PAÍS, prevista en el numeral 4o del artículo 242 del
Código Orgánico Procesal Penal, y la PROHIBICIÓN DE FIRMAR EN
REGISTROS Y NOTARÍAS, que es una MEDIDA CAUTELAR INNOMINADA
por no encontrarse prevista taxativamente en la norma, ambas teniendo su
propósito en garantizar la eficacia de los procesos, y por ende asegurar que
no quede ilusoria la ejecución del fallo como cometido principal de la función
cautelar, destacando, además, el hecho de que la función jurisdiccional
cautelar tiene también un cometido de orden público, que consiste en evitar
que la inexcusable tardanza del proceso se convierta en una limitación de la
justicia y por consiguiente en una disminución de la autoridad del Estado.

Añadió que, efectivamente estamos en presencia de los requisitos


mencionados por la sentencia, la apariencia del buen derecho o fumus bonis
iuris, en atención a los hechos plasmados en la denuncia y los actos de
investigación señalados, resulta razonada la atribución de los hechos
punibles señalados al ciudadano Kelvin Escobar; por otro lado, el periculum in
mora o el riesgo manifiesto de que quede ilusoria la ejecución del fallo, que
según CALAMANDREI, se configura específicamente con el riesgo de un
ulterior daño marginal que podría derivar del inevitable retraso de la
resolución definitiva, y reflejado en las posibilidades de que durante el
proceso el ciudadano KELVIN ESCOBAR pueda dificultar o imposibilitar la
ejecución de un eventual fallo al desaparecer los objetos pasivos del delito,
pudiendo del mismo modo sustraerse de la justicia contando con los medios
económicos para ello dada su condición de ex deportista; finalmente, el
periculum in damni característico de las medidas innominadas, que se
manifiesta en el peligro de que los delitos perpetrados por los denunciados
puedan ocasionar aun mas daños, agravando o prorrogando las
consecuencias del hecho punible.

Puntualiza quien contesta que, ante el argumento expuesto por la defensa


privada y contrastarlo con el fallo recurrido, la representación judicial
considera que la decisión se encuentra ajustada a derecho, pues en virtud de
los elementos de convicción o medios de pruebas recabados por el Ministerio
Público existentes en actas, se acredita la presunta responsabilidad penal en
los hechos que se investigan al ciudadano KELVIN JOSÉ ESCOBAR
BOLÍVAR, quien hasta la fecha no ha solicitado en sede fiscal ninguna
diligencia que le favorezca, faltando a la primera citación como imputado y a
quien recientemente se le AUTORIZÓ PARA SALIR DEL PAÍS, elementos
que deben ser tomados en cuenta por esta honorable corte de apelaciones
para confirmar el fallo proferido por el Juzgado Cuarto de Primera Instancia
Estadal en funciones de Control del Circuito Judicial Penal del Estado Zulia.
De igual manera, arguyó es convicción de esta representación judicial que la
decisión dictada por la recurrida, se encuentra ajustada a derecho, al estar
cumplidos los requerimientos exigidos por el legislador venezolano en aras de
fundamentar su decisión, de conformidad con lo previsto en el artículo 157 de
nuestro Código Orgánico Procesal Penal, el cual establece que: "Las
decisiones del tribunal serán emitidas mediante sentencia o auto fundados,
bajo pena de nulidad, salvo los autos de mera sustanciación"; observando en
la sentencia recurrida una motivación suficiente, exhaustiva y verosímil,
siendo concluyente al establecer los motivos de hecho y de derecho para
imponer las medidas solicitadas por el Ministerio Público, entre los cuales se
encuentran la defensa de los intereses de la víctima y el deber del estado de
protegerla y procurar que los daños causados por delitos en su contra sean
reparados, según lo prevé el articulo 30 de nuestra Constitución Nacional y de
conformidad con el 23 del Código Orgánico Procesal Penal; razón por la cual
considera quien aquí suscribe, se declare sin lugar la apelación interpuesta
por el abogado ÁNGEL IVAN QUINTERO RAMÍREZ, en defensa del
ciudadano KELVIN JOSÉ ESCOBAR BOLÍVAR, ambos plenamente
identificados en autos, contra la decisión objeto de estudio.

En el aparte denominado “PETITORIO”, solicitó sea declarado sin lugar el


recurso y en consecuencia sea confirmada la decisión N° 413-14 de fecha 14
de Abril de 2014 emanada por el Juzgado Cuarto de Primera Instancia
Estadal en funciones de Control del Circuito Judicial Penal del estado Zulia,
por cuanto la misma se encuentra plenamente ajustada a derecho y el escrito
recursivo es claramente infundado e incongruente, y así pido que lo confirme
esta respetada Corte de apelaciones. Al confirmar la decisión recurrida, se
estaría garantizando en consecuencia las posibles resultas del proceso, y del
mismo modo los derechos de la víctima que han sido afectados en gran
magnitud, evidenciándose en el deposito realizado al ciudadano KELVIN
JOSÉ ESCOBAR BOLÍVAR, por la cantidad de VEINTE MILLONES DE
BOLÍVARES FUERTES (20.000.000,00 Bs F) o lo que es igual, VEINTE MIL
MILLONES DE BOLÍVARES (20.000.000.000,00) de los de antes, según los
estados de cuenta emanados por la institución bancaria BANESCO y
consignadas en la investigación, situación que no puede pasar por alto por
esta corte de apelaciones y así pido que sea considerado a los efectos de su
decisión.

IV
CONTESTACION AL RECURSO DE APELACION POR PARTE DEL
MINISTERIO PUBLIO
Las profesionales del derecho JORGE RAMIREZ GUIJARRO y EDGAR
PONTILES ARIAS, actuando en el carácter de Fiscal Principal y Auxiliar
adscritos a la Fiscalía Décima Tercera del Ministerio Público, de la
Circunscripción del estado Zulia, dieron contestación al recurso de apelación
de la siguiente manera:

Comenzaron su escrito esbozando lo alegatos del recurrente, y señalaron que


los fundamentos formulados por la defensa del ciudadano KELVIN JOSE
ESCOBAR BOLIVAR, resultan a todas luces falsos y carentes de asidero
legal en el derecho procesal, toda vez que para decretar medidas preventivas
tanto de aseguramiento probatorio como cautelares, el juez puede dictarías
”IN AUDITA ALTERA PARS", precisamente porque participarle y advertirle a
la parte contra la cual se decretan las medidas que se va a tornar esa
decisión haría ilusoria la medida pues tendría el demandado o imputado la
oportunidad de evadir el efecto de cualquier medida que lo pudiera afectar en
su patrimonio, lo que evidentemente violentaría lo señalado en el artículo 30
de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, así como
también los artículos 23 y 120 del Código Orgánico Procesal Penal.

Indicaron que, resulta incongruente lo alegado por la defensa del ciudadano


KELVIN JOSÉ ESCOBAR BOLÍVAR, de que se le han vulnerado los derechos
a la propiedad, a la defensa y al debido proceso, cuando evidentemente se
encuentra haciendo uso del derecho a la defensa y al debido proceso al
interponer el recurso de apelación contra la decisión impugnada,
precisamente en el libre ejercicio de su sagrado derecho de defensa
establecido constitucionalmente, manifestando desde el inicio de su escrito
que su representado “se dio por notificado voluntariamente en fecha
15-05-2014" de la referida decisión impugnada, en consecuencia de lo cual
carece de veracidad su alegato y debe ser declarado sin lugar dicho recurso
por tal motivo.

Continúan alegando los Fiscales del Ministerio Público que, el apelante que
las medidas innominadas fueron decretadas sin realizar el Tribunal de Control
una imputación previa de su defendido, y que dichas medidas fueron
realizadas sobre LA TOTALIDAD de bienes y cuentas de su defendido, lo
cual, al decir del mismo, se traducen en la nulidad absoluta de dichas
actuaciones, aunado a que si bien el Ministerio Público solicitó las cautelas
para ambos ciudadanos, es decir, tanto para su defendido KELVIN JOSÉ
ESCOBAR BOLÍVAR, como para el ciudadano ALBERDI ROSALIO LUQUE
RONDÓN, “la decisión impugnada, adolece del vicio de motivación (sic),
tornando en consideración que no explica los fundamentos de hecho y de
derecho tanto para acordar las cautelares decretadas a mi mandante, como
NO MOTIVA por qué decreta las referidas medias (sic) a! otro ciudadano
mencionado en los hechos que originaron el presente» proceso. Tal omisión
esta defensa técnica la traduce en una total inmotivación" para finalmente
agregar que "...RESULTA EXCESIVO que la Juzgadora impusiera a mí
representado 03 MEDIDAS CAUTELARES, conculcando con ello lo
establecido en el artículo 242 en su parte in fine y lo que hace el fallo
proferido susceptible de nulidad absoluta de conformidad con lo establecido
en los artículos 174, 175 y 180 del Código Orgánico Procesal Penal, y así
solicito sea declarado,..".

Señaló el Ministerio Público que, pudo comprobar que ciertamente el


ciudadano KELVIN JOSÉ ESCOBAR BOLÍVAR recibió en su cuenta corriente
la cantidad de VEINTE MILLONES DE BOLÍVARES FUERTES (Bs.F
20.000.000,00), a través de un depósito que le realizó la victima de autos, y
que no obstante haber recibido la mencionada suma de dinero, no concretó el
negocio que había pactado con él sobre los toros ni le devolvió su dinero,
estando hablando de una suma bastante considerable, todo lo cual se
evidencia en actas de las diferentes diligencias de investigación que cursan
hasta la fecha tales como la denuncia presentada por el ciudadano LUIS
ALBERTO BRACHO VALBUENA; la inspección técnica del sitio de los
hechos; la información de los bancos sobre las cuentas tanto de la víctima
como del denunciado de autos, donde se evidencia el débito y el crédito
existente en las referidas cuentas sobre la cantidad de dinero que asciende a
VEINTE MILLONES DE BOLÍVARES FUERTES (Bs.F 20.000.000,00);
aunado a las entrevistas de testigos presenciales de los hechos investigados:
y la constancia de la víctima corno ganadero; como también la planilla de
depósito original N° 1214011331, que igualmente cursa en autos, hacen
presumir la existencia y efectiva perpetración de los delitos de ESTAFA y
ASOCIACIÓN PARA DELINQUIR, señalados por el Ministerio Publico en el
escrito de solicitud de las medidas innominadas, lo cual fue considerado
como motivo más que suficiente por esta Representación Fiscal, debido a la
magnitud del daño patrimonial causado, por los investigados, y con el
propósito de salvaguardar los derechos de la víctima, a objeto de que no se
haga ilusoria la ejecución del fallo, para solicitar las referidas medidas
innominadas.
Argumentan quienes contestan que, la juzgadora en la decisión apelada
acuerda la AUTORIZACIÓN DE INMOVILIZACIÓN DE LAS CUENTAS
BANCARIAS EN LAS-DISTINTAS ENTIDADES FINANCIERAS DEL PAÍS,
como medida de aseguramiento probatoria, mientras que LA PROHIBICIÓN
DE ..FIRMAR EN REGISTROS Y NOTARÍAS Y LA PROHIBICIÓN SIN
AUTORIZACIÓN DE SALIDA DEL PAÍS, las decreta como providencias
cautelares, lo que evidencia la falsedad de lo argumentado por la defensa del
ciudadano KELVIN JOSÉ ESCOBAR BOLÍVAR, de que fueron tres (03) las
medidas cautelares decretadas por el Tribunal de Control, aparte de que
resulta comprobado suficientemente en las actas con la Planilla de Depósito
en original que el ciudadano LUIS ALBERTO BRACHO VALBUENA, víctima
de autos, efectivamente depositó la cantidad de VEINTE MILLONES DE
BOLÍVARES FUERTES (Bs. F 20.000,000,00), como pago por un negocio en
el cual el imputado fe ofreció en venta. DOS MlL (2.000) Toros destinados a
Matadero o Beneficio, a razón de DIEZ MIL BOLÍVARES FUERTES (Bs. F
10.000,00) por cada toro, a la cuenta personal de! ciudadano KELVIN JOSÉ
ESCOBAR BOLÍVAR perteneciente a te institución financiera BANESCO,
Banco Universal, N° 0134 0185 3118 5305 7416, en fecha 18 de junio de
2013, según consta en Planilla de Depósito origina! N° 1214011931, siendo
esta circunstancia la tomada en cuenta por la juzgadora para decretar la
medida de AUTORIZACIÓN DE INMOVILIZACIÓN DE LAS CUENTAS
BANCARÍAS EN LAS DISTINTAS ENTIDADES FINANCIERAS DEL PAÍS,
únicamente en contra de KELVIN JOSÉ ESCOBAR. BOLÍVAR, más no en la
persona del ciudadano ALBERDI ROSALIO LUQUE RONDÓN, determinando
la juzgadora de autos en su decisión claramente el por qué lo hace con el uno
y no con el otro, lo cual evidencia la falsedad de lo alegado por la defensa del
ciudadano KELVIN JOSÉ ESCOBAR BOLÍVAR.

Alegaron que, se encuentra ajustada a derecho la decisión del tribunal de


control al imponer las medidas cautelares mencionadas, sin existir imputación
previa, ya que la Representación Fiscal ha citado en varias oportunidades al
ciudadano KELVIN JOSÉ ESCOBAR BOLÍVAR, para que asista con su
defensor debidamente juramentado para realizar formalmente el acto de
imputación en la sede fiscal, por aparecer presuntamente incurso en la
comisión de los delitos de ESTAFA, previsto y sancionado en el artículo 462
del Código Penal, y ASOCIACIÓN PARA DELINQUIR, previsto y sancionado
en el artículo 37 de la Ley Orgánica contra la Delincuencia Organizada y
Financiamiento al Terrorismo, teniendo acceso a las actas procesales de la
investigación, como se evidencia del escrito de fecha 13 de mayo de 2014, en
el cual consta la comparecencia a la sede fiscal y se pone a la disposición y
manifiesta expresamente su voluntad de presentarse las veces que sea
necesario para esclarecer los hechos y defenderse de los hechos
denunciados.

Indicaron en cuanta a la falta de presunta falta de notificación alegada por el


recurrente, dicha omisión queda subsanada en autos cuando presentan en el
expediente, escrito de fecha 15 de mayo de 2.014, por ante el Departamento
de Alguacilazgo del Circuito -Judicial Pena! del estado Zulla, en el que se
evidencia que el ciudadano KELVIN JOSÉ ESCOBAR BOLÍVAR, se da por
notificado de las medidas cautelares impuestas por la decisión impugnada.

Manifestaron los representantes del Ministerio Público, que la decisión se


encuentra ajustada a derecho, pues en ella se acredita la presunta
responsabilidad penal en los hechos, que se investigan por parte del
ciudadano KELVIN JOSÉ ESCOBAR BOLÍVAR, y al cual SE LE AUTORIZÓ
PARA SALIR DEL PAÍS, lo que desvirtúa sin lugar a dudas que se le haya
conculcado o violentado el debido proceso en esta causa, constituyendo
dicha circunstancia una demostración de la falsedad de los argumentos
empleados por la defensa del mencionado ciudadano para tratar de endilgarle
fallas a la decisión impugnada y proferida por el Juzgado Cuarto de Primera
instancia Estadal en funciones de Control del Circuito Judicial Penal del
estado Zulia.

Finalmente, los Fiscales del Ministerio Público, refirieron que la decisión


apelada se encuentra ajustada |a derecho, al cumplir con los extremos
exigidos por el legislador venezolano, observando además la debida
motivación requerida por nuestro Máximo Tribunal, en cuanto al
establecimiento de los motivos de hecho y de derecho para imponer las
medidas solicitadas por el Ministerio Público, entre los cuales se encuentran
también como objetivos del proceso penal, como ya lo expusimos con
anterioridad, la defensa de los Intereses de la víctima y el deber del Estado
de protegerla y procurar que los daños causados le sean reparados, de
acuerdo a lo previsto por el artículo 30 de la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela, y los artículos 23 y 120 de! Código Orgánico
Procesal Penal siendo lo procedente en derecho solicitar sea declarado sin
lugar la apelación interpuesta por el abogado ÁNGEL IVAN QUINTERO
RAMÍREZ, en su carácter de defensor privado del ciudadano KELVIH JOSÉ
ESCOBAR BOLÍVAR, y consecuencialmente, sea confirmada la decisión
apelada.
V
CONSIDERACIONES DE LA SALA PARA DECIDIR

Este Tribunal de Alzada, una vez analizados como han sido los fundamentos
de derecho explanados por el recurrente en su escrito de apelación, y las
contestaciones al mismo, pasa a resolver sobre el fondo de sus pretensiones
de la siguiente forma:

Alega el recurrente que interponen su recurso de apelación, ya que la


decisión impugnada le causa un gravamen irreparable a su defendido, por
cuanto la Jueza de Instancia Autorizó la Inmovilización de las Cuentas
Bancarias en las Distintas Entidades Financieras del País, La Prohibición de
Firmar en Registros y Notarías y La Prohibición sin Autorización de Salida del
País al ciudadano KELVIN JOSE ESCOBAR BOLIVAR, conculcándose con
ello garantías constitucionales.

En tal sentido, se evidencia que, el recurso de apelación tiene como propósito


que, esta Instancia de Alzada revoque la decisión N° 413-14, dictada en fecha
14 de abril de 2014 emitida por el Tribunal Cuarto de Primera Instancia
Estadal en Funciones de Control del Circuito Judicial Penal del estado Zulia,
en razón que, según lo argüido por el recurrente, ciudadano ANGEL IVAN
QUINTERO RAMIREZ, actuando con el carácter de defensor del ciudadano
KELVIN JOSE ESCOBAR BOLIVAR, se han contravenido una serie de
derechos y garantías que en todo momento deben asistir a su defendido, al
mantener las medidas innominadas en contra de los bienes del mencionado
ciudadano, ya que a su parecer ha sobrepasado el límite legal establecido por
el Código Orgánico Procesal Penal para el decreto de dichas medidas, en tal
sentido, solicitó sea declarado con lugar el recurso de apelación interpuesto y
sea decretado el levantamiento de las medidas innominadas referente a la
Autorización la Inmovilización de las Cuentas Bancarias en las Distintas
Entidades Financieras del País, La Prohibición de Firmar en Registros y
Notarías y La Prohibición sin Autorización de Salida del País, impuestas al
ciudadano KELVIN JOSE ESCOBAR BOLIVAR, por la presunta comisión de
los delitos de ESTAFA, previsto y sancionado en el artículo 462 y el
ASOCIACION PARA DELINQUIR, previsto y sancionado en el artículo 37 de
la Ley Contra La Delincuencia Organizada y Financiamiento al Terrorismo;
esta Tribunal de Alzada realiza las siguientes consideraciones:

Es preciso señalar, en términos generales las medidas cautelares personales


y reales en nuestro proceso penal presentan las siguientes características: 1.-
Instrumentalidad: A juicio de algunos autores (Manuel Ortells Ramos y María
Pía Calderón Cuadrado, “La Tutela Judicial Cautelar en el Derecho Español”
Editorial Comares, Granada, España, 1996, página 8), la instrumentalidad
viene siendo la característica esencial que define a una medida cautelar y que
la distingue de otras instituciones procesales, ya que no constituyen una
finalidad en sí mismas, sino que se hayan necesariamente vinculadas a la
sentencia que pueda dictarse en el proceso principal con la función de
asegurar su efectividad práctica, y por ello concluyen estos autores que,
siendo esta la característica esencial de las medidas cautelares surgen como
consecuencia las demás, en el sentido que sólo pueden adoptarse estando
pendiente un proceso principal, que deben extinguirse cuando el proceso
principal termine, que presentan en un conjunto de efectos jurídicos diferentes
según las medidas de que se trate. También esta instrumentalidad significa
que las medidas cautelares están al servicio de un proceso penal en curso, y
tienen relación con el objetivo que se le atribuye a éste, como lo es asegurar
la realización de los fines del procedimiento; 2.- Provisionalidad: Las medidas
cautelares, pueden ser dejadas sin efecto desde el momento que varían las
circunstancias o requisitos que las autorizaron primitivamente; 3.-
Jurisdiccionalidad: Únicamente el órgano jurisdiccional es el facultado por la
Constitución y la Ley para poder ser decretadas, con las excepciones en el
proceso penal, de detención de una persona por particulares, por policías o
por otras autoridades de orden administrativo en algunos casos muy
puntuales; 4.- Temporales: Puede decretarse su terminación cuando no
subsistan los motivos que las hubieran justificado y, tratándose de la prisión
preventiva cuando la duración de ésta hubiera alcanzado la mitad de la pena
privativa de libertad que se pudiera esperar en el evento de dictarse sentencia
condenatoria o de la que se hubiera impuesto existiendo recursos pendientes;
5.- Homogeneidad: Las medidas cautelares personales no son pena
anticipada de manera que no implican una identidad con la pena que pudiera
recibir el imputado, pero en todo caso estimamos que concurre una
homogeneidad desde que son similares por cuanto la privación de libertad en
caso de la prisión preventiva se materializa en los centros de cumplimiento
penitenciario o cárcel con las únicas limitaciones de estar en módulos
separados los imputados y los condenados. Además también se habla de
homogeneidad desde que el tiempo de privación de libertad se abona a la
pena que se pudiere dictar en la sentencia condenatoria; 6.- No oficialidad:
Ello significa que el Juez no puede decretarlas de oficio, en efecto, siempre
se requiere de solicitud de parte, y además se requiere de la comparecencia
de éstas (partes) salvo algunas medidas en forma excepcional.

Una vez establecidas las características generales de las medidas cautelares,


se pasa a puntualizar algunas consideraciones con respecto a las medida
cautelares innominadas, toda vez, que en el caso sub-judice se aplica el
procedimiento establecido en el Código de Procedimiento Civil, y no el
aplicado por la Jueza de Instancia, ni lo establecido en el escrito de
apelación, en razón de que no se trata de una medida de coerción personal;
en tal sentido, se tiene que el artículo 518 del Código Orgánico Procesal
Penal, dispone expresamente lo siguiente:

“Remisión. Las disposiciones del Código de Procedimiento Civil relativas a la


aplicación de las medidas preventivas relacionadas con el aseguramiento de
bienes muebles e inmuebles, serán aplicables en materia procesal penal”

Considerando la remisión expresa de nuestra norma adjetiva penal, señalada


ut supra, tal resolución se fundamentará en las normas que rigen la materia
relativa a las medidas preventivas relacionadas con el aseguramiento de
bienes muebles e inmuebles, en cónsona aplicación de lo establecido en el
Código de Procedimiento Civil.

En tal sentido, el artículo 585 del Código de Procedimiento Civil, dispone


claramente todo lo relativo a las medidas cautelares, estableciendo que:

“Condiciones de Procedibilidad. Las medidas preventivas establecidas en


este Titulo las decretará el Juez, sólo cuando exista riesgo manifiesto de que
quede ilusoria la ejecución del fallo y siempre que se acompañe un medio de
prueba que constituye presunción grave de esta circunstancia y del derecho
que se reclama.”

Igualmente, artículo 587 del Código de Procedimiento Civil, hace referencia


de los bienes sobre los cuales recaen las medidas cautelares preventivas
acordadas por el tribunal, en los siguientes términos:
“…Prohibición de afectar bienes que no sean propiedad del sujeto pasivo.
Ninguna de las medidas de que trata este Título podrá ejecutarse sino sobre
bienes que sean propiedad de aquél contra quien se libren, salvo los casos
previsto en el Artículo 599…’

De igual forma, artículo 588 del Código de Procedimiento Civil, está referido a
los diferentes tipos de medidas cautelares preventivas, que consagra el
mencionado instrumento legal adjetivo y dispone claramente:

“…Clases de Medidas Cautelares. En conformidad con el artículo 585 de este


Código, el Tribunal puede decretar, en cualquier estado y grado de la causa,
las siguientes medidas:
1° El embargo de bienes muebles;
2° El secuestro de bienes determinados;
3° La prohibición de enajenar y gravar bienes inmuebles.
Podrá también el Juez acordar cualesquiera disposiciones complementarias
para asegurar la efectividad y resultado de la medida que hubiere decretado.
Parágrafo Primero. Además de las medidas preventivas anteriormente
enumeradas, y con estricta sujeción a los requisitos previstos en el Artículo
585, el Tribunal podrá acordar las providencias cautelares que considere
adecuadas, cuando hubiere fundado temor de que una de las partes pueda
causar lesiones graves o de difícil reparación al derecho de la otra. En estos
casos para evitar el daño, el tribunal podrá autorizar o prohibir la ejecución de
determinados actos, y adoptar las providencias que tengan por objeto hacer
cesar la continuidad de la lesión…”

En este orden de ideas, debe tenerse presente siempre que las medidas
cautelares preventivas, como su mismo nombre lo indica, se encuentran
advertidas en la Ley para asegurar el vigor y rigor del proceso, garantizando
la eficacia de la sentencia, aunado a que la función jurisdiccional cautelar
tiene también un cometido de orden público.

El Código de Procedimiento Civil establece dos requisitos para la procedencia


de las medidas cautelares preventivas, esto es, la llamada presunción grave
del derecho que se reclama, mejor conocida como fumus boni iuris y la
presunción grave de que quede ilusoria la ejecución del fallo, también llamada
periculum in mora, en tal sentido, el peligro en la mora tiene dos causas
motivas, una constante y notoria que además no requiere ser probado, esto
es, la inexcusable tardanza del juicio de conocimiento, el tiempo que
necesariamente transcurre desde la demanda hasta la sentencia
ejecutoriada, y la otra, constituida por los hechos realizados por el
demandado durante todo ese tiempo para burlar o desmejorar la efectividad
de la sentencia esperada por el accionante.

Es así como encontramos las llamadas medidas cautelares nominadas e


innominadas de carácter asegurativo, que sirven para garantizar la
satisfacción de la pretensión del actor, relacionada con un derecho real o un
derecho personal, o un derecho de crédito, y donde figuran el secuestro, el
embargo y la prohibición de enajenar y gravar.

Para mayor comprensión debemos hacer una pequeña definición de lo que se


entiende por el fumus boni iuris y el periculum in mora. En primer lugar, el
fumus boni iuris, se establece con el objeto de concretar la presunción grave
de violación o amenazas de violación, que emane de los argumentos de
inconstitucionalidad que se formulen en la petición y, en segundo lugar, el
periculum in mora, es el elemento que se determina por la sola verificación
del requisito anterior, pues la circunstancia de que exista presunción grave de
violación de un derecho constitucional, el cual por su naturaleza debe ser
restituido de forma inmediata, ante el riesgo inminente de causar un perjuicio
irreparable en la definitiva a la parte que alega la lesión.

A mayor abundamiento, sobre la necesidad de la verificación de tales


requisitos a los efectos de la procedencia de toda medida cautelar la Sala
Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, estableció en sentencia Nº
269, del 16 de marzo de 2005, con ponencia del Magistrado Pedro Rondón
Haaz, lo siguiente:
”…Tal como pacíficamente sostuvo esta Sala, el poder cautelar general del
juez constitucional puede ejercerse en el marco de los procesos de nulidad de
actos de naturaleza legislativa, con el objeto de dictar las medidas que
resulten necesarias para el aseguramiento de la eficacia de la sentencia
definitiva; medidas cuya procedencia, según se expuso -entre otras muchas-
en sentencias de 8-6-00, caso Alexis Viera Brandt, y de 13-6-02, caso
Ordenanza de Timbre Fiscal del Distrito Metropolitano de Caracas, depende,
fundamentalmente, del cumplimiento de los requisitos que establece la Ley
adjetiva, y, concretamente los artículos 585 y 588 del Código de
Procedimiento Civil…”

La Ley Orgánica del Tribunal Supremo de Justicia recogió, de manera


expresa, ese derecho a la tutela cautelar, que es garantía del derecho a la
tutela judicial eficaz y postuló la existencia de un poder cautelar general en el
marco de los procesos que se sustancien de conformidad con esa Ley. Así,
se lee en el artículo 19, parágrafo 11, de la Ley Orgánica del Tribunal
Supremo de Justicia lo siguiente:

“En cualquier estado y grado del proceso las partes podrán solicitar, y el
Tribunal Supremo de Justicia podrá acordar, aun de oficio, las medidas
cautelares que estimen pertinentes para resguardar la apariencia de buen
derecho invocada y garantizar las resultas del juicio, siempre que dichas
medidas no prejuzguen sobre la decisión definitiva…”

La norma hace suyo el primero de los requisitos de procedencia propios de


toda medida cautelar: la apariencia de buen derecho (fumus boni iuris).
Además, y aunque no lo establezca con la misma claridad, exige el segundo
de los requisitos inmanentes a toda medida cautelar, como lo es la
verificación del riesgo manifiesto de que quede ilusoria la ejecución del fallo
(periculum in mora), desde que dispone que la cautela no tiene otra finalidad
que la garantía de las resultas del juicio.

No podría entenderse de otra manera, pues la exigencia de ambos requisitos


es consustancial a la naturaleza jurídica de toda medida cautelar, tanto así
que si el legislador prescindiera de alguno de tales supuestos, estaría
desnaturalizando la esencia misma de las medidas cautelares (Calamandrei,
Piero, Providencias Cautelares, traducción de Santiago Sentis Melendo,
Editorial Bibliográfica Argentina, Buenos Aires, 1984, pp. 69 y ss.).

Quienes aquí deciden consideran que puede afirmarse que el juez dictará la
medida preventiva cuando exista presunción del derecho que se reclama
(fumus boni iuris) y riesgo de que quede ilusoria la ejecución del fallo, esto es,
de que no sean plenamente ejecutables las resultas del juicio (periculum in
mora), ya que, en función a la tutela judicial efectiva, las medidas cautelares,
en este ámbito, no son meramente discrecionales de los jueces, sino que,
una vez que se verifique el cumplimiento de los requisitos que establece la
norma para su otorgamiento, el órgano jurisdiccional debe acordarlas.
En definitiva, el otorgamiento de una medida cautelar sin que se cumplan los
requisitos de procedencia violaría flagrantemente el derecho a la tutela
judicial eficaz de la contraparte de quien solicitó la medida y no cumplió con
sus requisitos; y, al contrario, negarle tutela cautelar, a quien cumple
plenamente con dichas exigencias, implicaría una violación a ese mismo
derecho fundamental, uno de cuyos atributos esenciales es el derecho a la
ejecución eficaz del fallo, lo cual sólo se consigue, en la mayoría de los
casos, a través de la tutela cautelar (Cfr. González Pérez, Jesús, El derecho a
la tutela jurisdiccional, segunda edición, Civitas, Madrid, 1989, pp. 227 y ss.).

Asunto distinto es que en la ponderación del cumplimiento de los supuestos


que se reclaman para la tutela cautelar, el juez tenga una amplia facultad de
valoración que lo lleve a la conclusión de que, efectivamente, existen
condiciones suficientes para el pronunciamiento de la medida.

Tales extremos deben cumplirse de manera concurrente, por lo que si falta


alguno de estos elementos, el juez no podría decretar la cautela. En este
orden de ideas, debe agregarse que, en materia de Derecho Público y más
concretamente en el ámbito de la jurisdicción constitucional, donde
necesariamente están en juego intereses generales, el juez también deberá
realizar una ponderación de los intereses en conflicto para que una medida
particular no constituya una lesión a los intereses generales en un caso
concreto.

Ahora bien, en el proceso penal venezolano el Ministerio Público tiene la


tarea de ordenar y dirigir, en la fase preparatoria, la investigación, en el caso
de la supuesta comisión de un hecho punible, con el objeto de determinar si
se cometió el delito, la circunstancia en las cuales se llevó a cabo y la
identidad de sus autores y partícipes, así como recabar los elementos de
convicción necesarios para presentar el acto conclusivo ante el juez de
control (Vid. Sentencia N° 1.427, Sala Constitucional del Tribunal Supremo de
Justicia, con ponencia de la Magistrada Luisa Estella Morales Lamuño, de
fecha 26 de julio de 2006).

Los integrantes de este cuerpo colegiado, observan que en el caso bajo


estudio, fueron solicitadas ante el Juzgado Cuarto de Primera Instancia en
funciones de Control de este Circuito Judicial Penal del estado Zulia, medidas
cautelares innominadas consistentes en la referente a la Autorización la
Inmovilización de las Cuentas Bancarias en las Distintas Entidades
Financieras del País; La Prohibición de Firmar en Registros y Notarías y La
Prohibición sin Autorización de Salida del País, impuestas al ciudadano
KELVIN JOSE ESCOBAR BOLIVAR, siendo que, las medidas innominadas
son de carácter preventivo, establecidas para la fase de conocimiento y no
para la fase ejecutiva de las sentencias (sólo en los casos señalados en el
artículo 532 del Código de Procedimiento Civil). Siendo ello así, se subvertiría
el orden procesal y por tanto el debido proceso, pues aún no se ha emitido
acto conclusivo ninguno y menos sentencia firme en contra el ciudadano
antes mencionado, por los delitos que se le investiga, evidenciándose que se
encuentran satisfechos los requisitos de procedencia de las medidas
cautelares como lo son la apariencia del buen derecho (fumus boni iuris) y el
riesgo manifiesto de que quede ilusoria la ejecución del fallo (periculum in
mora).

En cuanto al hecho que la A-quo, presuntamente inobservó principios y


garantías constitucionales y legales relativas a la tutela judicial efectiva, el
debido proceso y el derecho a la defensa, e igualdad de las partes, violando
con tal veredicto el artículo 49 de la Constitución de la República Bolivariana
de Venezuela, al proceder a decretar las medidas innominadas sin que hasta
la presente conste previa acusación fiscal en contra de su patrocinado;
observó esta Alzada, luego del análisis exhaustivo de las actas que
conforman el presente expediente, y en total apego a la letra jurisprudencial,
que el decreto de las medidas innominadas por el Tribunal Cuarto de Primera
Instancia, en ningún momento lesionó las garantías mínimas atinentes al
debido proceso, por lo que no hubo vulneración a ninguna garantía ni
procesal, ni constitucional prevista en el artículo 49 de la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela, por cuanto, sin lugar a dudas, según la
jurisprudencia anteriormente transcrita el Ministerio Público tiene total facultad
para solicitar en este caso específico el decreto de las medidas sin que
previamente se haya realizado el acto de imputación formal ante la sede de
su organismo; igualmente esta Alzada ha verificado, tal como ya se ha dicho
anteriormente, que la Jueza de Control cuyo fallo se impugna, decretó
adecuadamente las medidas cautelares innominadas al ciudadano KELVIN
JOSE ESCOBAR BOLIVAR ya que se ha cumplido con los extremos
establecidos en los artículos 585 y siguientes del Código de Procedimiento
Civil; observando, asimismo, que no han sido vulnerados derechos de las
partes, constatando que el fallo de la Jueza de Instancia, da por demostrado
que la solicitud realizada por el Fiscal del Ministerio Público cumple con las
condiciones exigidas por el legislador para poder decretarla, máxime cuando
nos encontramos, en la etapa inicial del proceso donde la Vindicta Pública,
cuenta con un lapso, para presentar los elementos de convicción, bien sea
para inculpar como para exculpar al imputado; por lo que este Tribunal
Colegiado estima ajustada a derecho la actuación de la A-quo, y por ende,
considera que la decisión impugnada se encuentra ajustada a derecho,
cumpliendo con las formalidades esenciales de un pronunciamiento, por lo
que se declara sin lugar el presente recurso de apelación. Todo de
conformidad con el artículo 518 del Código Orgánico Procesa Penal, en
concordancia con el artículo 585 del Código de Procedimiento Civil. Así se
decide.

En este orden de ideas, en lo que respecta a la denuncia por falta de


motivación a la cual hace referencia el recurrente; observa esta Sala que
hubo suficiente motivación para decretar las medidas innominadas, tomando
en cuenta que nos encontramos en la en la fase incipiente del proceso, en el
cual se recaban los elementos tendentes a confirmar o descartar la sospecha
acerca de la comisión de algún hecho punible y sus posibles autores o
partícipes, a fin de que el Ministerio Público, en definitiva, logre el
correspondiente acto conclusivo, que bien puede ser para promover el juicio
penal (acusación), solicitar su archivo o para clausurar la persecución penal
(sobreseimiento); en este sentido ha señalado la jurisprudencia de nuestro
Máximo Tribunal de Justicia lo siguiente:

Al respecto la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, mediante


en decisión N° 1297, de fecha 28 de Julio de 2011, con ponencia del
Magistrado Francisco Carrasquero, acerca de la motivación de las decisiones:

“…la motivación de la sentencia constituye una consecuencia esencial de la


función que desempeñan los jueces y de la vinculación de éstos a la ley,
siendo también que este requisito constituye para el justiciable un mecanismo
esencial para contrastar la razonabilidad de la decisión, a los fines de poder
ejercer los recursos correspondiente, y en último término, para oponerse a las
resoluciones judiciales arbitrarias (sentencia nro. 1.120/2008, del 10 de julio),
siendo que tal exigencia alcanza a todas las decisiones judiciales, en todos
los grados y jurisdicciones, y cualquiera que sea su contenido sustantivo o
procesal y en su sentido favorable o desfavorable…
…uno de los requisitos que debe cumplir la motivación de toda decisión
judicial, es la RACIONALIDAD, la cual implica que la sentencia debe
exteriorizar un proceso de justificación de la decisión adoptada que posibilite
el control externo de sus fundamentos, y además, que para tal justificación se
utilicen argumentos racionales, es decir, argumentos válidos y legítimos, ya
que deben articularse con base en los principios y normas del ordenamiento
jurídico vigente, y en los conocimientos desarrollados por la comunidad
científica…”. (Las negrillas y el subrayado son de esta Alzada).

Los miembros de esta Alzada consideran que, no se evidencia en el presente


caso, vicio alguno de inmotivación de la resolución impugnada, ya que de la
misma se desprenden los argumentos que la justifican, y lo sustentan con los
argumentos presentados por el Ministerio Público, y considerados por la
Jueza A-quo; además tiene una argumentación ajustada al thema
decidendum, lo que permite conocer las razones que condujeron al
dispositivo del fallo, de manera tal que puede comprobarse que la solución
dada a lo expuesto por las partes, es consecuencia de una interpretación
racional de los asuntos sometidos al análisis de la Jueza ajustados al
ordenamiento jurídico, por tanto, concluyen los integrantes de este Cuerpo
Colegiado, que lo procedente en derecho es desestimar este motivo de
impugnación. Así se Decide.

En razón de las circunstancias que se han planteado en el caso sometido a


estudio, los integrantes de este Órgano Colegiado considera que, lo
procedente en derecho es declarar SIN LUGAR el recurso de apelación
interpuesto por el profesional del derecho ANGEL IVAN QUINTERO,
presentemente identificado, en su carácter de defensor del imputado KELVIN
JOSE ESCOBAR BOLIVAR, antes identificado, en contra de la decisión N°
413-14 dictada en fecha 14-04-14, por el Juzgado Cuarto de Primera
Instancia en Funciones de Control del Circuito Judicial Penal del estado Zulia,
antes identificado, en consecuencia se debe CONFIRMAR la decisión N° la
decisión N° 413-14 dictada en fecha 14-04-14, por el Juzgado Cuarto de
Primera Instancia en Funciones de Control del Circuito Judicial Penal del
estado Zulia, mediante la cual Autorizó la Inmovilización de las Cuentas
Bancarias en las Distintas Entidades Financieras del País, La Prohibición de
Firmar en Registros y Notarías (SAREN), y La Prohibición de Salida del País,
todo en contra del ciudadano KELVIN JOSE ESCOBAR BOLÍVAR; todo de
conformidad con lo establecido en los articulo 23, 111, 120, 265, 282 y 285 del
Código Orgánico Procesal Penal, en la causa seguida en su contra por la
presunta comisión de los delitos de ESTAFA, previsto y sancionado en el
artículo 462 y el ASOCIACION PARA DELINQUIR, previsto y sancionado en
el artículo 37 de la Ley Contra La Delincuencia Organizada y Financiamiento
al Terrorismo. Así se decide

Por último, se insta al Ministerio Público, para que finalice con su labor
investigativa, y presente el respectivo acto conclusivo, a los fines de
garantizar los derechos constitucional como la Tutela Judicial Efectiva, Debido
Proceso y el Derecho a la Defensa, inherente en todo Proceso Penal.

V
DISPOSITIVA
Por los fundamentos anteriormente expuestos, esta SALA Nº 3 ACCIDENTAL
DE LA CORTE DE APELACIONES DEL CIRCUITO JUDICIAL PENAL DEL
ESTADO ZULIA, administrando justicia, en nombre de la República
Bolivariana de Venezuela y por autoridad de la Ley, DECLARA:

PRIMERO: SIN LUGAR el recurso de apelación interpuesto por el abogado


ANGEL IVAN QUINTERO, inscrito en el Inpreabogado bajo el N° 85.281, en
su carácter de defensor del imputado KELVIN JOSE ESCOBAR BOLIVAR,
titular de la cédula de identidad N° 12.717.979, en contra de la decisión N°
413-14 dictada en fecha 14-04-14, por el Juzgado Cuarto de Primera
Instancia en Funciones de Control del Circuito Judicial Penal del estado Zulia;

SEGUNDO: CONFIRMA la decisión N° 413-14 dictada en fecha 14-04-14, por


el Juzgado Cuarto de Primera Instancia en Funciones de Control del Circuito
Judicial Penal del estado Zulia, mediante la cual Autorizó la Inmovilización de
las Cuentas Bancarias en las Distintas Entidades Financieras del País, La
Prohibición de Firmar en Registros y Notarías (SAREN), y La Prohibición de
Salida del País, todo en contra del prenombrado; todo de conformidad con lo
establecido en los articulo 23, 111, 120, 265, 282 y 285 del Código Orgánico
Procesal Penal, en la causa seguida en su contra por la presunta comisión de
los delitos de ESTAFA, previsto y sancionado en el artículo 462 y el
ASOCIACION PARA DELINQUIR, previsto y sancionado en el artículo 37 de
la Ley Contra La Delincuencia Organizada y Financiamiento al Terrorismo.

Publíquese, regístrese en el libro respectivo, déjese copia certificada en


archivo, remítase la presente causa al Juzgado Cuarto de Primera Instancia
en funciones de Control del Circuito Judicial Penal del estado Zulia, en la
oportunidad legal correspondiente.

LA JUEZA PRESIDENTA

Dra. NOLA GÓMEZ RAMÍREZ


Ponente

LOS JUECES PROFESIONALES


Dra. ELIDA ELENA ORTÍZ Dr. ROBERTO QUINTERO VALENCIA

LA SECRETARIA,

ABOG. PAOLA URDANETA NAVA

En la misma fecha se publicó la anterior decisión y se registró bajo el Nº


167-14 del libro copiador de autos llevado por esta Sala en el presente mes y
año, se compulsó por Secretaría copia certificada en archivo, y se remite la
causa en la oportunidad legal correspondiente.

LA SECRETARIA,

ABOG. PAOLA URDANETA NAVA

NGR/jd.-
Causa Nº VP02-R-2014-000542

También podría gustarte