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La revolución boliviana del 9 de abril del 1952

Introducción:
La Revolución del 52 amplió la cobertura del derecho al voto en Bolivia, la
distribución de tierras a través de una controversial reforma agraria con no pocas
expropiaciones violentas y control del Estado sobre los recursos naturales y la
economía boliviana.

Antecedentes:
Los orígenes de esta revolución se encuentran en la Gran Depresión y la derrota de
Bolivia en la Guerra del Chaco. La Gran Depresión debilitó a la industria minera,
auspició el ingreso del Estado a la economía a través del control de divisas y la
asignación de cuotas de exportación de estaño entre los diferentes productores.
Asimismo, durante los años veinte, el gobierno nacionalista de Hernando Siles Reyes
trató de aplicar medidas correctivas a algunos problemas socioeconómicos
fundamentales en el país. La década siguiente, los gobiernos militares de Germán
Busch y David Toro profundizaron estas medidas con influencia de los nacionalismos
europeos.
Por otro lado, la Guerra del Chaco tuvo como resultado un profundo cuestionamiento
del modelo político y social vigente en los años treinta. Esto generó toda una
generación de escritores, pensadores y líderes políticos que buscó en las ideologías
formas de solucionar los problemas materiales del momento. Entre ellos, destacan el
católico Óscar Únzaga de la Vega, quien dirigió la Falange Socialista Boliviana (FSB),
con influencias de la democracia cristiana de Jacques Maritain y la Doctrina Social de
la Iglesia, impulsada sobre todo por los papas León XIII y Pío XI. También figura José
Antonio Arze, fundador del Partido de Izquierda Revolucionaria, o el ateo Carlos
Montenegro, miembro fundador del MNR.
En mayo de 1949, luego de una huelga general, se desató un conflicto severo en las
minas de Siglo XX, propiedad del magnate Simón I. Patiño, en el departamento de
Potosí. El presidente Mamerto Urriolagoitia ordenó el arresto de algunos dirigentes,
y en respuesta los mineros tomaron como rehenes a dos empleados extranjeros y
terminaron asesinándolos. El gobierno reaccionó con intervención militar y la trágica
Masacre de Siglo XX.El 27 de agosto de ese mismo año se desató la Guerra Civil de
1949, mediante la cual el MNR dirigió una sublevación en cuatro ciudades de Bolivia.
Luego de unos días, emergió un gobierno revolucionario en el departamento de
Santa Cruz al oriente del país, y estuvo liderado por Edmundo Roca, miembro del
grupo Acción Obrera, que se incorporó al MNR.

Durante estos acontecimientos, los revolucionarios tenían bajo control más de la


mitad del país, principalmente las ciudades de Cochabamba y Santa Cruz. Tuvieron
lugar sendos choques armados en las localidades cruceñas de Yacuiba (al mando de
Froilán Calleja), Camiri e Incahuasi. La Revolución proclamó a Víctor Paz Estenssoro
como presidente y a Edmundo Roca como vicepresidente, a pesar de que el primero
estaba exiliado. Mientras tanto, Urriolagoitia movilizó al ejército comandado por el
Gral. Ovidio Quiroga, quien logró reconquistar primero Cochabamba y después Santa
Cruz. Se precisó de aviones bombarderos para las operaciones militares en ambas
ciudades.
En Potosí, luego de retomar la plaza principal, se fusiló en el Cuartel Manchego a
algunos cabecillas del movimiento, como Lidio Ustárez. Algunos trabajadores
tomaron las minas y se declaró huelga en varios centros industriales de mineral. Para
el 1º de septiembre, el gobierno ya había retomado el control del país, y el 15 de ese
mismo mes, muchos de los insurrectos de Santa Cruz salieron del país en aviones de
la empresa Lloyd Aéreo Boliviano (LAB).

Personajes:
Víctor Paz Estenssoro, Hernán Siles Zuazo, Juan Lechín Oquendo, Walter Guevara,
Ñuflo Chávez Ortiz, Carlos Montenegro.
Otros Revolucionarios

• Adrián Barrenechea, Roberto Méndez Tejada, Lydia Gueiler, Mario Sanjinés, Raúl
Canedo Reyes, Emma Bedregal, Guillermo McLean, Germán Butrón, Hugo Roberts,
Jorge Ríos Gamarra, Alfredo Candia, Hernán Sanjinés Uriarte, René Gonzales Valda,
Jorge del Solar, Alvaro Pérez del Castillo, Fernando Gutiérrez de las Muñecas,
Federico Alvarez Plata y Mario Guzmán entre otros.

Desarrollo histórico:
El Movimiento Nacionalista Revolucionario, había sido fundando justo tras el fin de
la Guerra del Chaco, cuando el país se encontraba en una crisis de confianza. Las
clases dominantes, oligarcas, barones del estaño y grandes hacendados empezaron a
ser criticados.
Este partido político apareció con la intención de defender los intereses de los
trabajadores y las clases medias. Tenía también un fuerte contenido nacionalista y
no descartaba la revolución como método para llegar al gobierno.
La Revolución del 52 amplió la cobertura del derecho al voto en Bolivia, la
distribución de tierras a través de una controversial reforma agraria con no pocas
expropiaciones violentas y control del Estado sobre los recursos naturales y la
economía boliviana. Además, incorporó a la vida política al sector campesino y
femenino al establecer el voto universal. Fue una Revolución política que en su
momento se equiparó a la Revolución mexicana y que antecedió a la Revolución
cubana. Se desarrolló en el contexto de la Guerra Fría y fue la única de las
revoluciones sociales de América Latina que contó con el apoyo de los Estados
Unidos.
Ideológicamente, la Revolución del 52 se nutrió de varias corrientes de pensamiento,
principalmente en torno al MNR. Por un lado, el partido del MNR, cuyos principales
pensadores fueron Carlos Montenegro y Augusto Céspedes, tuvo influencia de los
nacionalismos europeos: desde Oswald Spengler hasta Benito Mussolini. Esto explica
que en los años cuarenta el partido haya tenido una influencia fascista y antisemita.
Posteriormente, el MNR se nutrió de influencias marxistas debido a sus alianzas
estratégicas con otros grupos comunistas, como el Partido de Izquierda
Revolucionaria (PIR). Finalmente, después de haber obtenido el poder y probar unos
primeros años de relativa estabilidad en el gobierno, el partido derivó en una
democracia liberal al estilo de las potencias vencedoras de la Segunda Guerra
Mundial, llegando en los años ochenta con el presidente Víctor Paz Estenssoro a lo
que algunos denominan neoliberalismo.
Sin embargo, el impacto más importante de la Revolución del 52 fue haber
incorporado el indigenismo al debate sociopolítico hegemónico. Esta corriente de
pensamiento, cuyo principal exponente fue el filósofo Franz Tamayo, sostenía que el
indígena estaba excluido de la vida civil y que debía incorporársele adaptándolo a
modelos europeos de integración social, comenzando por la cobertura de la
enseñanza educativa. Esta apertura a nuevas ideologías abriría posteriormente
espacios para otras corrientes más radicales, como el indianismo, del filósofo
anticristiano Fausto Reinaga en los años setenta, o el Movimiento Al Socialismo
(MAS), liderado por el dirigente cocalero Evo Morales en la primera década del 2000.
A pesar de sus aparentes logros, esta Revolución tuvo entre sus deficiencias la
violación de los derechos humanos debido a sus campos de concentración, instalados
en poblaciones de clima frío en los andes bolivianos. Se condujo a muchos enemigos
políticos del régimen del MNR a dichas zonas, principalmente falangistas, y bajo
autoridad del Control Político dirigido por Claudio San Román.
Consecuencias y Causas:
De acuerdo a muchos historiadores bolivianos, los gobiernos de la revolución
significaron un paso adelante para el país. Las políticas desarrolladas supusieron un
gran cambio en todos los ámbitos.

Sufragio universal.- Una de las primeras medidas aprobadas por el gobierno del MNR
fue la implantación del sufragio universal. Hasta julio de 1952, cuando se aprobó la
medida, no podían votar ni analfabetos, ni indígenas ni mujeres. El número de
electores aumentó en más de 800.000 personas.

Reforma del ejército.- Después de haberlo derrotado en las jornadas de abril de 1952,
el nuevo gobierno emprendió una reforma en profundidad del ejército. Para
empezar, legisló para que pasara de contar con 20000 efectivos a que solo tuviera
5000.

Otra medida fue la reducción del presupuesto destinado a las Fuerzas Armadas hasta
dejarlo en un 6,7% del total. Para reemplazar a los militares se crearon milicias, tanto
en el campo como en la ciudad. Estas tuvieron mucho poder hasta 1956. A partir de
ese año fueron perdiendo prerrogativas en favor, de nuevo, del ejército.
Nacionalización de las minas.- Antes de la revolución, las minas bolivianas estaban
en manos de tres grandes empresas: Aramayo, Patiño y Hoschild). En un primer
momento, Estenssoro no tenía claro si proceder a nacionalizarse, ya que,
anteriormente, la postura del MNR había sido la de implementar más control por
parte del Estado pero sin expropiarlas.

Su primera medida fue en ese sentido. El Presidente prefirió que el Banco Minero
tuviera el monopolio de las exportaciones y que todas las divisas conseguidas se
ingresaran en el Banco Central.
Sin embargo, la Central Obrera presionó para que se procediera a nacionalizar todos
los yacimientos mineros. Paz Estenssoro seguía dudando, ya que temía la reacción
exteriro, sobre todo la de los EE.UU.
Finalmente, el gobierno encargó a una comisión que estudiara como proceder. La
conclusión fue que se podía llevar a cabo la nacionalización, siempre y cuando se
compensara debidamente a las empresas.
Así, el último día de octubre de 1952, el gobierno oficializó la decisión. Desde ese
momento, 163 minas pasaron a estar en manos del Estado, que creó la Corporación
Minera de Bolivia para gestionarlas.
Reforma agraria.- La estructura de propiedad de la tierra en la Bolivia previa a la
revolución estaba dominada por los grandes terratenientes. El 70% de los terrenos de
cultivo estaban en manos de solo un 4,5% de la población.
Los trabajadores, por su parte, padecían unas condiciones laborales miserables. Los
indígenas, muy numerosos entre estos trabajadores, estaban obligados a llevar sus
propias herramientas e, incluso, las semillas. Por otra parte, la productividad de las
explotaciones agrícolas era realmente baja. De hecho, el país tenía que comprar al
exterior gran parte de los alimentos que necesitaba.
Todo esto explica la necesidad de una reforma agraria que resolviera los problemas.
Como ocurrió con las minas, el gobierno encargó a una comisión que estudiara cómo
realizarla. Tras un tiempo de análisis, la ley se promulgó en agosto de 1952. Esta
reforma agraria expropió gran parte de las tierras a los latifundistas, que fueron
compensados económicamente. Los indígenas recibieron los terrenos, aunque se les
impidió venderlas posteriormente.
A pesar de las buenas intenciones, la reforma agraria arrancó con muchas
dificultades. No fue hasta después de 1968 cuando los resultados comenzaron a ser
positivos.
Reforma educativa.- Más del 65% de los bolivianos, según datos de 1952, eran
analfabetos. El gobierno del MNR creó la Comisión Nacional de la Reforma Educativa
para solventar esta gran carencia social. La legislación resultante pretendía extender
la educación por toro el país. Los resultados fueron desiguales: en las ciudades la
iniciativa se desarrolló con éxito, pero en el campo, a pesar de crecer el número de
estudiantes, la educación impartida no tenía la calidad necesaria.

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