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Revista Espariola de Drogodependencias 22 (4) 253-256 1997 EDITORIAL Emilio BoganiMiquel.Inmemoriam Francesc Freixa i Sanfeliu ‘Todo intento de glosar la figura de Emilio Bogani y establecer su sentido y significado en el campo del saber y de la profesién de psiquiatra, oconmistigoralade “alcohélo- ‘g0", va unido en mi caso particular con una reflexiénsobreenquémedioy circunstancias entramos en relacién personal y cémo, a pesar de maneras diversas de entender y comprender la realidad ¢ incluso de estilos de vida personales contradictorios y divergentes, nuestra relacién y amistad permaneci6, se sostuvo y acrecent6 con los aiios, superando incluso en determinados momentos verdaderas divergencias y puntos de vista radicalmente opuestos. ‘Comprender la urdimbre de emociones y sentimientos que habfamos compartido antesdeconocernoses,amicriterio, laclave para vislumbrar c6mo una amistad a veces se fundamenta no en lo inmediato, en lo urgente de hoy y agué, sino en haber compartidoen momentos biograficos clave para cada uno de nosotros, experiencias en lanitiezy enlaadolescenciamuy semejantes. Ambos éramos hijos de losperdedores ena contienda que enfrenté el nacionalismo espafiolista mis cuartelero y de pronun- ciamiento decimonénico, con matices ‘musolinianos-hitlerianosdadalaépoca, con un conjunto de ciudadanos de diversa ideologfa y sentimientos -quizé los iltimos utépicos- que estaban absolutamente convencides que es posible mejorar el destino humano y reducir el sufrimiento. La posguerra fue para ambos una experiencia traumética, imborrable, en Ta ‘que en nuestroencuentro podiamos resonar emocional-mente por la similitud de experiencias y, en especial, por el medio adverso paranosotros y nuestros familiares, condicionado por el mismo poder y la misma autoridad. Muchos de los intereses que en Tas largas conversaciones con Emilio le habjan levado al campo de la Psiquiatrfa y de lo psico- 253 Emilio Bogani Miquel. In memoriam patolégico eran paralelos a los que habfan condicionado mi propio interés. Todo el proceso de estudiar en Ja Facultad de Medicina de Valencia, como en mi casoen la de Barcelona, estaba impregnado de la asignatura "Formacién del Espiritu Nacional’ -Ia politica, como se le Hamaba coloquialmente-y tantoenelcasode Emilio comoen el mio, la versi6n "oficial nacional sindicalista" de los acontecimientos que precedieron al alzamiento militar contra el Gobierno legitimode la Segunda Repablica Espaftola, los que siguieron desde 1936 a 1939 y la represi6n posterior continuada y sostenida hasta la década de los sesenta con una virulenciainusual; en ambos casos, repito, lainformacién "oficial" enlaFacultad, laprensay laradio no coincidia en absoluto con Io que viviamos en nuestros hogares. ‘Se nos ocultaba sistematicamente el exilio de los intelectuales mas valiosos y prestigiosos del pafs, y a su vez tampoco se nos decfa nada sobre la famosa obra del entonces epfgono de la Psiquiatrfa oficial, que ya habfa publicado en 1934, tituladaZa asexualizacién de los psicépatas. Higiene dela raza, que coordinaba con el film Raza cuyo guidn firmabaun tal Jaimede Andrade. En aquellas condiciones, en Valencia y Barcelona se ofa de tapadillo hablar de Ya obrade unexiliado, nacidoen Cubay formado en Catalufia; Emilio Mira, Ademés, con el pretexto de una supuesta autarqufa, la de la miseria, los "salvadores de Occidente” querfan y lograron situarnos cen una posicién de manifiesta inferioridad en relacién a pafses como Francia, Gran Bretaiia, Holanda Bélgica. En aquel contexto se intent6, por iniciativa del profesor Sarr6, crear una Unidad de Psiquiatria en el marco de un Hospital General. ¥ esenesta Unidad Psiquidtricade un Hospital General -no en un manicomio- donde pudimos observar un tipo de pacientes que ingresaban con manifesta- iones de tipo psicopatolégico sobreagudas delirium exgenocontiesgoevidenteguod vitam-(no podemos olvidar queen 1952-53 el delirium tremens enélico era mortal en mas del 50% de los casos), eso si lograban recuperarse y no padecfan una pseudo- pardlisis alcohdlica o demencia. Pero a las pocas semanas, una vezresueltoel trastomo agudo, el paciente era tan normal como sus cuidadores ¢ incluso sus terapeutas, en el sentido clésico y convencional de lo psicopatolégico en aquellos afios. Contra- tiamentealaaparente ausenciade los rasgos psicopatol6gicos convencionales de las grandes psicosis (esquizofrenia y maniaco- depresiva), existian graves desajustes familiares, personales, laborales e incluso sociales. Ademis, estos pacientes tenfan un némero muy elevado de reingresos, aunque con manifestaciones comporta- mentales que podian subsumirse en aquel entonces en epfgrafe de conductas psico- paticas y no en el de psicéticas. Cuando intentamos, como estudiantes de Medicina, buscar en los grandes tratados de Psiquiatrfa vigentes en los afios 1953- 1954 cémo abordaban la problemitica del alcoholismo, el panorama de Ia literatura a nuestro alcance no podfa ser mas desolador. Todos los tratados y manuales deseribfan con detalle, esmeto y justicia los cuadros psiquiitricos y neurolégicos agudos 0 crénicos del alcoholismo (Wernicke- Korsakoff, Morel, demenciaalcohélica, etc.) pero en ningin momento se nos daban datos de algo que habfamos aprendido en Patologia General y en las Médicas: la Historia Natural de la Enfermedad. Pero no dejaba de ser curioso y amativo que los datos en Medicina Interna referidos a patologiasatribuibles claramenteal alcohol también eran confusos: se afirmaba que existfa una "predisposici6n" (sic) a suftir cirrosis hepatica alcohdlica. 254 — Esta situacién de confusién se modifies cuando, por razones desconocidas por nosotros, en el afio 1964 aparece en una fugaz visitaa Barcelona Emilio Bogani y nos, habla por primera vez de Lederman y, con ‘unas malas mimeograffas, de un cursillo realizadoen Francia, Nosinformaque existen cevidencias de que la reduccidn de la oferta influye positivamente en la disminuciGn de laincideneiay de laprevalenciade lacirrosis. Este primer contacto fugaz fue muy significativo paraadoptaruna posicién muy critica y razonable sobre los supuestos de la Psiquiatrfa convencional y_manicomial sobre el aleoholismo. Pero también en aquellos afios, Tegan a nosotros los trabajos de Jellineck y, precisamente através de Emilio Bogani, los de Le G6, con lo que se establece una comrientedeidasy venidas, mésde Barcelona a Valencia, puesto que tanto la Residencia ‘Alameda desde 1965 hasta 1989, comoenel antiguo Hospital de Jestis (Padre Jofre), como enel Hospital Psiquitrico de Bétera, elintercambiode experiencias, ladiscusion y la diversidad de intentos terapéuticos se entran graciasalos contactos, sugerencias y relacién con Emilio, en un aspecto del iratamientodelaenfermedad alcohdlica que sigue siendo fundamental, "la via regia parael tratamiento" dice Emilioen laprimera edicién de su libro El alcoholismo, enfermedad social (Pulso Editorial, Libros de Bolsillo Dr. 1971, Barcelona). En dicha ‘obra se esbozan muchos de los avances reales en el conocimiento de la Historia Natucal dela Enfermedad; se explicita queen los aprendizajes para la ingesta de bebidas alcoh6licas intervienen miiltiples factores que, distorsionados, conducen inexo- rablementealatoxicomaniaenstica; se ponen enevidencia las relaciones complejas entre al paciente y el grupo primario familiar, advirtiendo la necesidad de “tratar" dicho grupoy laconductanegativa y distorsionada 255 FRANCESC FREIXA | SANFELIU delos familiares-aeste conjuntode factores hoy se le conceptualiza comocoadiccidn-; € incluso determinadas evidencias de la Historia Natural del Alcoholismo de Vaillant (1983) estén sefialadas ya en la obra de Emilio. Para Emilio, lapsicopatologiaenel alcohé- lico se ocuparia del modo 0 modos de expresién 0 manifestacién de lo que constituyen los contenidos psiquicos, pero valorando no sélo lo que se expresa sino como se expresa y en qué medida las conductas -en el caso del aleohdlico- no corresponden a la manifestacién de lo internalizado y siesta disonancia expresiva estd en relacién con los efectos t6xicos neurobiolégicos del etanol sobre el sistema nervioso central. La psicopatologia con- vencional intents conocer la enfermedad comopathos mas que comonosos, esdecir, como algo que evoluciona, Emilio intenta acercarse al alcoholismo comoun trastorno evolutivo. Discute que el alcoholismo constituya un fallo mecénico exclusivo, aunque éste sea el principio inicial de la medicina cientifica del siglo XVIII, y nos recuerda que los propios médicos tavieron que enfrentarse a los desafios de las epidemias, o sea, a la Higiene y a la Salubridad; quizas es por ello que el profesor José Lépez. Pirlero, catedritico de Historia de la Medicina de la Facultad de Valencia, accedié a prologarla primeraedici6n y lassucesivas reediciones. En alcoholismo, los estudios de Lederman sonpionerosenel siglo XX deeste abordaje, ‘queen laactuatidad denominaremosde Salud Publicay Epidemiologia. Es lamentable que una obra como la de Emilio Bogani se hundaenel proceloso mar del exceso de informacién electrénica, que cn realidad nos aleja de la clinica y del enfermo. Emilio Bogani Miquel. Ia memoriam Como escribié el profesor Lopez Pifiero en el prélogo de 1971: "(...) Este libro no es habitual dentro del panorama de nuestras, publicacionesmédicas(...).Sedestinaigual al lector medio y al médico deseoso de tener informacién sobre un tema muy descuidado y carece en absoluto de retérica. Espero y deseo que sea un fuerte aldabonazo en nuestra anestesiada conciencia social” Creo que para un grupo concreto de profesionales, entre los que sin duda me cuento, constituyé un impacto que atin persiste, pero sinceramente pensamos que a anestesia alcohética atin es evidente en ‘unamplio abanico de profesionales y que la conciencia social sigue como minimo adormilada. Francesc Frelxa es mécico, psiquiatra yneurblogo ‘en Barcelona. 256.

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