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El Rey resucitado
Mas él les dijo: No os asustéis; buscáis a Jesús nazareno, el que fue crucificado; ha resucitado, no está
aquí; mirad el lugar en donde le pusieron. —Marcos 16:6
Objetivos:
Comprender las poderosas verdades de la resurrección de Jesucristo.
Muchos ven a Jesús como una figura histórica de la Biblia, y eso es lo que enseñan acerca de Él,
porque no han recibido la poderosa revelación de que Él es el Cristo resucitado. ¡Jesús no está muerto!
Él está vivo, y hoy quiere revelarse a cada uno de nosotros.
ORACIÓN DE ACTIVACIÓN
“Amado Padre Celestial, hoy confieso a Jesucristo como mi Señor y Salvador. Creo que Él murió en la
cruz y resucitó al tercer día. Creo que Él venció a la muerte y a Satanás; creo que por la obra de Cristo
en la cruz todos mis pecados han sido perdonados. Creo que Él está vivo, y Su Espíritu Santo está aquí
con nosotros. Creo que Él sigue sanando a los enfermos, expulsando demonios y resucitando a los
muertos a través de mí. Creo que he sido activado en el poder de la resurrección, y que estoy lleno de
vida y poder. Creo todo esto en el poderoso nombre de Jesús.
PREGUNTAS FINALES
¿Cuáles son las poderosas verdades de la resurrección?
¿Cómo podemos recibir el poder de la resurrección?
ACTIVACIÓN
El líder hará el llamado a la salvación.
Guiará a todos a repetir la oración de activación.
Llamará a personas con las siguientes condiciones: dolores en el cuerpo, problemas de la piel,
diabetes, artritis, pies planos, asma, órganos faltantes y enfermedades incurables, y demostrará
el poder de la resurrección ministrando sanidad, liberación y milagros.
Tomará testimonios y reportará los testimonios a su pastor.
DIEZMOS Y OFRENDAS
“Cristo nos redimió de la maldición de la ley, hecho por nosotros maldición (porque está escrito: Maldito
todo el que es colgado en un madero)”. —Gálatas 3:13
En la cruz, Jesús se hizo maldición para liberarnos de la maldición de la enfermedad, muerte y pobreza.
En medio de la crisis Él desea que tengamos salud, vida y prosperidad. No hay otra fuente de provisión
más poderosa que la cruz.