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JESÚS ESTÁ EN TOTAL DESACUERDO

Raymundo Ramos

Cuando le damos la espalda y juzgamos sin misericordia al que cometió pecado


como si nosotros fuéramos perfectos y no tuviéramos pecado, esto va en vs de:
“Aquel de ustedes que esté libre de pecado, que tire la primera piedra” (Jn 8,7).

Cuando nos creemos superiores a otros cristianos que no son de nuestra


denominación, como si nosotros fuéramos los únicos vs:
“Entonces él se sentó y llamó a los doce, y les dijo: Si alguno quiere ser
el primero, será el postrero de todos, y el servidor de todos” (Mc 9,35).

Cuando violentamos con palabras y acciones terribles al que es y piensa diferente


a nosotros, somos como dos porras que se quieren matar por ser de diferente
equipo vs:
Ustedes han oído que se dijo: “Ama a tu prójimo y odia a tu enemigo”.    Pero yo les
digo: Amen a sus enemigos y oren por quienes los persiguen (Mt 5,43-44).

Cuando despreciamos y condenamos a otras iglesias, como si la nuestra fuera


perfecta y la única que Dios quiere salvar, nada más lejano que eso vs:
“Maestro, hemos visto a uno que echaba fuera demonios en tu nombre; y se lo
prohibimos, porque no sigue con nosotros. Jesús le dijo: No se lo prohibáis;
porque el que no es contra nosotros, por nosotros es” (Lc 9,49-50).

Cuando nos espantamos del cristiano que cree diferente a nosotros y lo juzgamos
como si nosotros fuéramos Dios, y nosotros decidiéramos si se salva o no vs:
“Jacobo y Juan, dijeron: Señor, ¿quieres que mandemos que descienda fuego del
cielo, como hizo Elías, y los consuma?  Entonces volviéndose él, los reprendió,
diciendo: Vosotros no sabéis de qué espíritu sois; porque el Hijo del Hombre no
ha venido para perder las almas de los hombres, sino para salvarlas”. (Lc 9,54-56)

Cuando marginamos a la mujer en la iglesia escudándonos en el patriarcalismo y


malinterpretando textos a nuestra conveniencia vs:
“Y había allí una mujer que desde hacía dieciocho años tenía espíritu de
enfermedad, y andaba encorvada, y en ninguna manera se podía
enderezar. Cuando Jesús la vio, la llamó y le dijo: Mujer, eres libre de tu
enfermedad. Y puso las manos sobre ella; y ella se enderezó luego, y glorificaba a
Dios” (Lc 13,11-13).

Cuando manipulamos a la congregación para que haga lo que a nosotros nos


gusta y nos traiga ventaja vs:
“Mas el asalariado, y que no es el pastor, de quien no son propias las ovejas, ve
venir al lobo y deja las ovejas y huye, y el lobo arrebata las ovejas y las dispersa”
(Jn 10,12).
Cuando nos alegramos de que un hermano se pierda, se salga, se duela o se
muera vs:
“Os digo que así habrá más gozo en el cielo por un pecador que se arrepiente,
que por noventa y nueve justos que no necesitan de arrepentimiento”.
(Lc 15,7).

Cuando destruimos a otros difamándolos o calumniándolos en la iglesia vs:


“Y como queréis que hagan los hombres con vosotros, así también haced
vosotros con ellos” (Lc 6,31).

Cuando le mentimos, manipulamos o le exigimos a la congregación por dinero vs:


“Jesús, oyendo esto, le dijo: Aún te falta una cosa: vende todo lo que tienes, y
dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven, sígueme” (Lc 18,22).

Cuando les imponemos a los hermanos cargas que ni nosotros somos capaces de
cumplir o llevar vs:
“Y él dijo: ¡Ay de vosotros también, intérpretes de la ley! porque cargáis a los
hombres con cargas que no pueden llevar, pero vosotros ni aun con un dedo las
tocáis” (Lc 11,46).

Cuando nos interesa más la institución, las reglas o las doctrinas, antes que el ser
humano vs:
“El día de reposo fue hecho por causa del hombre, y no el hombre por causa del
día de reposo. Por tanto, el Hijo del Hombre es Señor aun del día de reposo” (Mc
2,27-28).

Cuando criticamos al otro para destruir y no para edificar vs:


“No juzguéis, para que no seáis juzgados.   Porque con el juicio con que juzgáis,
seréis juzgados, y con la medida con que medís, os será medido. ¿Y por qué
miras la paja que está en el ojo de tu hermano, y no echas de ver la viga que está
en tu propio ojo?” (Mt 7,1-3).

Cuando dividimos una iglesia y lo justificamos diciendo que abrimos una nueva
misión vs:
“Y si Satanás se levanta contra sí mismo, y se divide, no puede permanecer, sino
que ha llegado su fin” (Mc 3,26).

Cuando queremos acaparar y aparecer en los mejores lugares, nos interesa ser
famosos, populares o que nos admiren y no le damos lugar a los demás vs:
“Guardaos de los escribas, que gustan de andar con ropas largas, y aman las
salutaciones en las plazas, y las primeras sillas en las sinagogas, y los primeros
asientos en las cenas” (Lc 20,46).
Cuando pasamos por encima del pobre, el ignorante, el que más necesita, y
ponemos primero nuestra religión y egoísmo vs:
“¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque devoráis las casas de las
viudas, y como pretexto hacéis largas oraciones; por esto recibiréis mayor
condenación” (Mt 23,14).

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