PERSPECTIVA DE GÉNERO:

MITOS QUE MARCAN.

Cuando yo era joven, muchas personas de mis círculos cercanos e incluso familiares
directos me comentaban, o según ellos me advertían, ahora que lo pienso, de una situación
muy desmotivadora, pero en esa época no lo veía así pues yo era pequeño y no podía discernir
la verdadera situación.

Ellos me decían que llegar a una carrera universitaria solo era para personas acomodadas
económicamente, que esas “oportunidades” solo se les daba a los hijos de personas con
buenos trabajos o adinerados y yo crecí pensando que eso era verdad, incluso me llegó a
pasar que por casualidad conocí a alguna persona cuyos sus papás tenían más recursos
económicos e inmediatamente me preguntaba qué carrera escogería esa persona y pensaba
que era injusto que esas personas pudieran incluso elegir cualquier carrera que ellos quisieran.

También recuerdo que me aferraba a esa idea porque era más fácil para mi no esforzarme en
la escuela, escondiéndome en mis propios complejos y seguir pensando que era culpa de que
los estudios son para “hijos de papi”.

Con el tiempo fui creciendo y, por ejemplo, ya con la mayoría de edad esa idea estaba aún muy
metida en mi forma de pensar. Recuerdo que si conocía alguna chava que me gustaba y tenía
alguna carrera universitaria, en automático me dejaba de gustar o la dejaba de buscar aún
cuando nos gustamos los dos.

Ahora entiendo que eso era un muy mal prejuicio, incluso una forma de discriminacion en la
que yo estaba cayendo; no me daba siquiera la oportunidad de conocer a esas personas y
creo que eso es lo más triste, pues ahora que lo pienso bien, tal vez perdí muchas relaciones;
esas amistades sinceras que tanto cuestan conseguir.

Sé que las oportunidades las tenemos todos por igual, solo que la diferencia la hacemos
nosotros mismos con el empeño y disciplina que le ponemos a lo que queremos realizar y,
sobre todo, teniendo la disposición y la sensatez de no permitir que las excusas y las
justificaciones sin sentido gobiernen nuestra vida.