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capítulo 14

“Los estadounidenses, que están marcadas para su presa!” Jesuitas

y la Decimonovena del siglo nativista Impulso

Robert Emmett Curran

1 Además le cambio, más le même

En febrero de 2017, la New York Times publicó un artículo sobre la extraña


alineación del Presidente Donald Trump (en la oficina 2017-) ex estratega jefe,
Steve Bannon (nacido en 1953), con ciertos funcionarios del Vaticano oponen a las
políticas progresistas de Francisco (r.2013-). El autor señaló que entre las
convicciones Bannon y esta proporción bloque del Vaticano es la creencia de que la
era moderna es testigo de un choque fundamental de civilizaciones musulmanas
Este contra el Occidente judeocristiano. Bannon, por supuesto, tiene una larga
historia de promoción de la identidad blanca y la política de islamofobia. Es el colmo
de la ironía de que un Catho- lic, como Bannon identifica a sí mismo, debe ser un
jugador importante en este nuevo nativismo, si se considera la cantidad de católicos
fueron retratado por los viejos nativistas del siglo XIX como la principal amenaza
para los Estados estados, con los jesuitas en el núcleo de la amenaza católica. Además
le cambio, más le même. 1

2 La ciudadanía en la época colonial

A partir de nuestra época colonial hasta nuestros días, el nativismo ha sido una fuerza ulent particularmente vir-

en la vida estadounidense. Como John Higham lo definió en su estudio clásico,

Extranjeros en la tierra ( 1955), el nativismo denota “una intensa oposición a una minoría terno in- en el suelo
de sus extranjeros (es decir, 'anti-estadounidense') conexiones.” Higham señalar que el anticatolicismo es la
forma más antigua de esta xenofobia, pero que el enlace a cabo sólo el que se notaron los católicos a ser
agentes de extranjeros

1 Jason Horowitz, “Steve Bannon lleva batallas a otro concentrador influyente: El Vaticano” Nuevo
York Times ( 7 de febrero de, 2017), A1.

© Koninklijke Brill nv, Leiden, 8 | doi 0,63 / 97890043738_06


“Los estadounidenses, que están marcadas para su presa!” 303

intereses determinados a desestabilizar, si no destruir, este republic.2 más veces que no, se los
jesuitas que proporciona la conexión externa como los agentes titious surrep- de la papa y otros
gobernantes despóticos católicas en Europa, usando su influencia para socavar la gran experimento
en democracia. El jesuita, después de todo, era el epítome de lo que significaba ser antiamericano.

Que el estado de los jesuitas como el núcleo de la amenaza católica a la empresa protestante en los
Estados Unidos se remonta a los inicios de la experiencia católica en América británica. Una vez que George
Calvert (1579 / 80-1632) trajo Andrew White (1579-1656) para que le ayuden en la planificación de su colonia
americana en la zona de Chesapeake en 1630, la Sociedad se convirtió en la cara pública del catolicismo en
las colonias británicas de Norteamérica, una posición que mantuvo jesuitas hasta que la supresión de la
Compañía de Jesús en 1773. levantamientos contra los gobernantes católicos en Maryland y Nueva York en
el siglo XVII, inevitablemente incluido entre sus objetivos, con trágicos resultados en algunos casos.

A raíz de las 1689 revoluciones en Nueva York y Maryland, la Era Penal mucho
tiempo en América británica comenzó para los católicos, un tramo de casi noventa
años en el que los católicos fueron sometidos a las mismas leyes penales que
tenían, al menos en parte, huyó Inglaterra para escapar. No lo hicieron, sin
embargo, van silenciosamente en la noche, y jesuitas estaban en el medio de la
resistencia. En 1720, por ejemplo, Peter Attwood (1682-1734), el superior de la
misión jesuita en Maryland, escribió un artículo como el representante de la minoría
católica que sistemáticamente destruirse el argumento de que los católicos no
podían acogerse a la ciudadanía ya los católicos eran no es cierto ingleses, no ser
capaz o dispuesto a tomar los juramentos nece- sarios de lealtad a su monarca
como rey y cabeza de la iglesia. Attwood utiliza la propia historia de Maryland para
demostrar que,

A pesar de la polémica de Attwood, católicos permanecieron una minoría marginada a través del período

colonial. En la década de 1750, hubo un fuerte aumento de anti-catolicismo en Maryland, que prevé una

epidemia de nativismo un siglo más tarde. Entonces, como en su manifestación más tarde, el nativismo fue

impulsado por un aumento de la inmigración Cath- Olic, además de temores infundados de los católicos nativos

conspirar con la usurpación francesa y sus aliados indios. Entre la legislación punitiva aprobada por la Asamblea

de Maryland, a mediados de la década de 1750 fue un proyecto de ley que autoriza la incautación de los bienes

de los jesuitas. Las autoridades habían convencido a sí mismos que los de su Jesu- eran la cabeza y el alma de

la comunidad católica de Maryland. Para obligarlos

2 John Higham, Extranjeros en la tierra ( New Brunswick, NJ: Rutgers University Press, 1992
[1955]), 4.

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