cuando ya terminas te traen un último plato. ¿Cómo te sentirías? Feliz? Triste? Molesto? Creo que para la mayoría, lo último no? Pero vas a dejar de sentirte así cuando empieces a comprender que en este plato hubo comida, comida que Dios proveyó, que se acordó de ti y de tus familiares, que nunca te dejo. Y es en las cosas pequeñas donde Él se glorifica y es que suceden varios milagros durante el día pero por las cosas mundanas de la vida que nos atan, no nos dejan verlas y seguir a Dios. Si quieres aprender más de estás ataduras te invitamos a participar a nuestro tercer tema de crecimiento: Rompiendo Ataduras. Hoy a las 8pm. Los esperamos.