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Des-privatizar el sentido común sobre la violencia de género

Análisis de casos de femicidio en Córdoba, Argentina

De-privatize common sense about gender violence


Analysis about femicide cases in Córdoba, Argentina

María Eugenia Gastiazoro | ORCID: orcid.org/0000-0003-4216-3230


megastiazoro@yahoo.com.ar
Universidad Nacional de Córdoba
Argentina

Recibido: 31/10/17
Aceptado: 29/1/18

Resumen Abstract
E ste trabajo, presenta un panorama sobre la
situación del femicidio en Córdoba, Argen-
tina. Se propone analizar qué tipo de hechos
T his work presents an analysis about the si-
tuation of femicide in Córdoba, Argentina.
It reveals what kind of events occurred in a
ocurridos en un contexto de violencia de género context of gender violence are addressed by
se abordan por la justicia, qué víctimas son las justice, which victims are those within the de-
que están dentro de las cifras declaradas y cuáles clared figures and which are not yet covered
todavía no son abarcadas y quedan por fuera sin and remain outside without being included and
encontrarse incluidxs y narradxs. El artículo se narrated. This leads us to investigate what are
propone trabajar la problemática de la violencia the forms of femicide that are visible in the jus-
contra las mujeres para problematizar el sentido tice today. The article proposes to work on the
común privatizador de la categoría de femicidio problem of violence against women in order to
que lo reduce al marco de vínculos de pareja e understand the privatizing common sense of the
intrafamiliares, heterosexuales, dentro de la category of femicide that reduces it to the frame-
construcción binaria individual de víctima- work of intrafamily tie, heterosexual, within
victimario. the individual binary construction of victim-
victimizer.

Palabras clave: Femicidio, Violencia, Femi- Keywords: Femicide, Violence, Gender, Femi-
nismo, Género, Sentencias. nism, Judgment.

Gastiazoro, M. E.
“Des-privatizar el sentido común sobre la violencia de género” | pp. 241-252 [ 241 ]
Introducción

E n la última década, en distintos países de


América Latina se han llevado a cabo refor-
mas importantes en materia de legislación penal
-entre ellos a los poderes judiciales- cuentan con
el respaldo mediático y estatal y a diferencia de
otros períodos en que las demandas feministas
dirigida a la regulación del delito de femicidio/fe- sobre las violencias de género eran desoídas, se
minicidio1, concepto teórico y político que pretende encuentran actualmente incluidas dentro de la
visibilizar la forma en que ciertas muertes se ins- agenda de la sociedad y el Estado. Sin embargo,
criben en la estructura de relaciones desiguales de si bien bajo el grito de NUM cobró mayor visi-
poder entre varones y mujeres (UFEM, 2016:7). En bilidad la violencia machista, se fortalecieron
Argentina se incluyeron los crímenes contra las -en un contexto mundial de profundización
mujeres, los producidos en razón de la identidad del neoliberalismo- las propuestas punitivistas,
de género y los de orientación sexual. poniendo en un dilema a la lucha feminista
Tales reformas fueron posibles y se compren- (Arnés, 2017). Es decir, que la necesidad de un
den en el marco del/los feminismos latinoame- sistema penal que garantice -que haga justicia- es
ricanos que pusieron en agenda la problemática, innegable pero también sabemos que los femicidios
para pensar desde este continente las categorías y las violaciones no se acaban con la acción disci-
teóricas de abordaje como las acciones y deci- plinadora de la cárcel (Arnés, 2017:1).
siones sociales y políticas (Carcedo y Sagot, 2000; La respuesta del máximo tribunal de Córdoba,
Lagarde, 2006; Carcedo, 2010; Segato, 2013). En Tribunal Superior de Justicia (TSJ) un día después
Argentina, en el año 2012 se discute, aprueba de la marcha del 8 de Marzo de 2017 (8M), haciendo
y publica la modificación al código penal, por lugar a la agravante de violencia de género en el
medio de la ampliación de delitos de homicidio crimen hacia Paola Acosta5, fue un acto que vibró
agravados en razón de violencia de género2. La en consonancia, con la legitimación mediática y
normativa no utiliza la nominación de femicidio/ estatal que tienen en la actualidad estos reclamos,
feminicidio como se observa en otros países de la y en respuesta a la movilización social y política;
región3, si bien el término se encuentra instalado lo que revela su importancia en la concientización
en los medios de comunicación, en la población para accionar ante las injusticias sociales como las
en general, como en los mismos operadores de provocadas desde el mismo poder judicial cuando
justicia4. toma decisiones que no contempla los derechos de
En Argentina, como señala Martínez (2017) a las mujeres.
partir de la marcha Ni Una Menos (NUM-2015) Este trabajo, presenta un panorama sobre la
los reclamos de acciones concretas al Estado situación del femicidio en Córdoba, Argentina,
1
Aunque la muerte de las mujeres está formalmente contenida con el objetivo de pensar cómo se aborda este tipo
en los Códigos Penales, su configuración típica convencional no de hechos ocurridos en un contexto de violencia
se ajusta a los bienes jurídicos afectados ni al daño que genera de género, qué mujeres son las que están dentro
esta conducta, ni a las condiciones de subalternabilidad de las de las cifras declaradas y cuáles todavía no son
mujeres víctimas (Garita Vílchez, 2012:44). abarcadas y quedan por fuera sin encontrarse
2
La Ley 26.791 sancionada en 2012 introdujo cambios en el
Código Penal. Se modificaron los incisos 1° y 4° del artículo incluidxs y narradxs.
80 y se incluyeron los incisos 11° y 12° que imponen la Con este objetivo, se recurre a datos cuantitativos
pena de prisión o reclusión perpetua a quien matara a (de elaboración propia y de informes del Poder
una mujer cuando el hecho sea perpetrado por un hombre y Judicial) y cualitativos (discurso de sentencias)
mediare violencia de género (inciso 11°) y a quien lo hiciera para comprender qué relevancia tiene en el ám-
con el propósito de causar sufrimiento a una persona con la
que se mantiene o ha mantenido una relación en los términos bito jurídico, como categoría, la violencia de gé-
del inciso 1° (inciso 12°). Es decir, se incorporan como agra- nero en homicidios, qué casos son identificados
vantes del homicidio y si bien se trata de las figuras de como femicidio en nuestros tribunales, qué mu-
femicidioyfemicidio vinculado, la ley no las nomina en esos jeres son nombradas por medio de las sen-tencias
términos. Además el inciso 4, amplió el catálogo de crímenes y cuáles son excluidas del sistema. El artículo se
de odio por cuestiones de género y orientación sexual.
3
Ejemplos de países que usan la palabra femicidio/femi- 5
La sentencia de la Cámara 11 del Crimen de Sala Colegiada en la
nicidio, ya que lo incorporan en su legislación como un provincia de Córdoba, integrada por jurados populares, resolvió
delito autónomo: Chile, Costa Rica, Guatemala y Nicaragua el caso por la muerte de Paola Acosta. La joven fue asesinada por
lo denominan femicidio, y El Salvador, México y Perú lo una ex pareja que también intentó matar a la hija de ambos de
llaman feminicidio (Garita Vilchez, 2012). un año y medio, cuando se encontraron para que él pagara la
4
El uso del término femicidio en el ámbito de la justicia cuota alimentaria. A pesar de la condena a prisión perpetua, los
Argentina se revela en distintos documentos, ya sea en los fundamentos negaron que se trate de un femicidio (ELA, 2015:1).
informes estadísticos como en decisiones oficiales (por En el año 2017, el Tribunal Superior de Justicia de Córdoba
ejemplo: sentencias condenatorias). resolvió calificar el homicidio como femicidio.

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propone problematizar la matriz de inteligibilidad ro institucionalizada en el mundo jurídico que
de las experiencias (Trebisacce, 2016:291; Cano, reduce y circunscribe la figura en el marco de lo
2016) que recorta y comprime las modalidades privado a vínculos de pareja e intrafamiliares,
de femicidio sobre un sentido común de privati- heterosexuales, dentro del binomio víctima-
zación e individualización de la violencia de géne- victimario.

La frontera del sentido común dentro y fuera del derecho

S egato (2017) define el campo jurídico como


un campo discursivo, donde la Lucha por el
Derecho, comprende la lucha por la nominación,
la forma por excelencia del poder simbó-
lico de nominación que crea las cosas nom-
bradas y, en particular los grupos; el dere-
es decir: cho confiere a esas realidades surgidas
de sus operaciones de clasificación toda
la consagración jurídica de los nombres del la permanencia, la de las cosas, que una
sufrimiento humano, por entronizar jurí- institución histórica es capaz de conferir a
dicamente los nombres que ya se encuen- instituciones históricas. (p. 202)
tran en uso, y es también la lucha por pu-
blicitar y colocar en uso, en boca de las Como el mismo autor sugiere, el derecho hace
personas, las palabras de la ley. (p. 127) el mundo social, pero con la condición de no olvidar
que él es hecho por ese mundo (Bourdieu, 2000:205)
La lucha por el derecho comprende tanto y es por esto mismo que los avances jurídicos en
su formulación en leyes, esto es en los códigos, torno al reconocimiento legal de la categoría de
como hacer efectiva las ya formuladas, tanto en femicidio no se pueden comprender sin la movi-
los tribunales como en las relaciones cotidianas, lización social y las discusiones que desde el
revelando el derecho su carácter instrumental feminismo han significado en la visibilización
en manos de personas como repertorio de palabras pública de este conflicto, como en el corrimiento
consagradas por la narrativa eminente que son los de la frontera de un derecho que se presenta
códigos jurídicos (Segato, 2017:127). como neutral frente al género, y que oculta su
La tipificación del femicidio en Latinoamérica carácter patriarcal y androcéntrico. Justamente,
se encuentra dentro de la línea de producción le- antes de que el femicidio fuera reconocido legal-
gislativa dirigida a abandonar las disposiciones mente en el código penal, y frente a las mis-
neutrales respecto del género, para generar nue- mas resistencias de los juristas y jueces a utili-
vas formulaciones que nombran y abordan espe- zarlo una vez regulado, el término ya existía
cíficamente la violencia, en este caso contra las de hecho y se encontraba instalado en el uso
mujeres (Toledo Vásquez, 2010)6. La inclusión de cotidiano de la población como en los medios de
este tipo de delitos importa en tanto que el Estado comunicación (Segato, 2011). Sin embargo, la ins-
otorga reconocimiento al incluirlas dentro del talación de la figura de femicidio como las que
discurso jurídico, lo que implica entender que las también implican a otros grupos en razón de su
leyes son la forma en que las naciones consagran, a identidad de género y orientación sexual, abarca
través de los Estados, la acogida y el reconocimiento una dimensión ética, la que se evidencia siempre
de la existencia de cada comunidad de intereses y cuando la normativa tenga esa capacidad de im-
y acatan su “yo acuso” idiosincrático particular pactar y modelar, con las categorías que consagra
(Segato, 2017:128). legislativa y jurídicamente la sensibilidad ética de
En este sentido, podemos retomar la definición las personas… (Segato, 2017:127).
de Bourdieu (2000) quien considera al derecho En este marco la ley es un poder simbólico de
como: nominación y como tal crea las cosas nombradas,
y en particular los grupos, sin embargo tal consa-
6
Esta tendencia cuenta además, en Latinoamérica, con el res- gración implica cierta estabilidad que conlleva el
paldo del Mecanismo deSeguimiento de la Implementación de riesgo de la reducción de las categorías jurídicas
la Convención de Belém do Pará, que recientemente ha reco- si la interpretación legal, como de los hechos,
mendado a los Estados evitar la adopción de normas neutras pierde la mirada histórica en el proceso de insti-
para enfrentar la violencia contra las mujeres, ya que importan
la posibilidad de que puedan utilizarse, eventualmente, en contra tucionalización. Es decir, si lo visibilizado en tér-
de mujeres víctimas de violencia que atacan o dan muerte a sus minos de femicidio queda circunscripto, como
agresores (Toledo Vásquez, 2010:174). sugiere Trebisacce (2016:291), a una matriz de

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inteligibilidad de las experiencias, resultado de una los crímenes de género en la intimidad van
interpretación del funcionamiento de opresión de las decreciendo en número notable siendo la
mujeres, que anticipa las experiencias posibles de ser impersonalidad un trazo que se afinca en
reconocidas como tales y las recorta de otras que no los crímenes de género, y que esto se en-
consiguen siquiera ser visualizadas. En este sentido, cuentra asociado a los escenarios de cre-
desde una perspectiva foucaultiana, Cano (2016) ciente conflictividad, es decir, de las nuevas
se pregunta sobre los límites y las potencias del formas de guerra, caracterizadas por la
discurso construido sobre la figura penal del fe- informalidad. (Segato, 2017:137)
micidio al abordar el carácter productivo de la
razón femicida. La autora cuestiona fuertemente la privatiza-
La consagración del término en América ción del concepto de feminicidio, en el marco de
Latina, se remite a Marcela Lagarde (2006) en la oposición jerárquica moderna de lo público
México, -quien en los años noventa, lo discute y lo privado, donde lo primero es de interés
y toma de Diana Russell y Jill Radford-, para general y lo segundo parcial y particular, y pro-
traducirlo como feminicidio, el cual remarca, no pugna instalar las relaciones de género en una
es un homicidio en femenino: plataforma de importancia general. Esto impli-
ca que introduciremos retóricamente en el sentido
una violencia ejercida por hombres contra común patriarcal el carácter público de la experiencia
mujeres, pero no sólo por hombres, por femenina y validaremos su victimización como
hombres colocados en supremacía social, problema del interés general (Segato, 2017:149).
sexual, jurídica, económica, política, ideoló- Es esta validación como problema general y de
gica y de todo tipo, sobre mujeres en condi- carácter público la que ha quedado plasmada y
ciones de desigualdad, de subordinación, legitimada en la sociedad como en los medios a
de explotación o de opresión, y con la parti- partir de NUM, saliendo del marco de lo privado
cularidad de la exclusión. (p.221)7 e individual para posicionarse en el centro de
reclamos oídos por el Estado.
Lagarde (2006) amplía el término desarrollado Sin embargo, como sostienen determinadas
por Russell (1992), ya que identifica el rol del Esta- autoras siguiendo a Virginia Cano (2016) el pro-
do como actor político clave en la persecución y greso de la denuncia feminista en el orden jurí-
sanción de este tipo de delitos. En este sentido, la dico revela también sus límites. Por un lado, Tre-
extensión en el tiempo de estos crímenes se liga a bisacce (2016) entiende que resulta maniquea
la inexistencia o debilidad del estado de derecho. la incorporación de la perspectiva de género y
Si bien, Lagarde (2006) distingue conceptual- feminista por medio de acciones positivas para
mente los términos femicidio y feminicidio, subsanar por medio de la ley y la ficción de un
se observa que la legislación sancionada en los derecho liberal injusticias sociales. En el marco de
distintos países de América Latina, al utilizar una discurso legal informado en teoría feminista
uno u otro término (femicidio/feminicidio) no con- se asigna a las mujeres lugares de la debilidad y
sidera las diferencias sustantivas que están en el ausencia de poder, sustrayéndole la posibilidad
origen del concepto ylo utiliza indistintamente, a de acción y violencia al señalarlas como víctimas
pesar del debate político-jurídico que en la región pasivas, relegando las acciones empoderantes
se ha generado alrededor de estos conceptos (Garita que implican la descalificación del sujeto en el
Vilchez, 2012:15). pedido de justicia (Trebisacce, 2016). Sin embargo,
En este punto resulta de importancia pensar lo que más remarca la autora es el discurso jurí-
en el problema de la privatización del concepto dico que se vuelve discurso performático de la
de femicidio/feminicidio. El análisis de Segato realidad social, y en este sentido, ya no es que
(2011) nos sugiere la pregunta sobre quiénes traducimos nuestros problemas a sus términos, sino
quedan hoy narradxs en el discurso de femicidio que sus términos definen nuestros problemas (Tre-
en Argentina. En este sentido, una de las cues- bisacce, 2016:293). Como tal, concluye que la
tiones que marca la autora es el cambio de escena condición de víctima se concibe como un relato
tradicional de los crímenes de género para la re- que determina toda la verdad de la situación
gión, donde observa que contrariamente a lo que -obstruyendo la complejidad de la realidad como
el sentido común dispone: otras potencialidades de los sujetos- y no como
una estrategia frente a una sociedad patriarcal,
7
Cuando traduje el texto de Diana Russell, me tomé la libertad
racista y capitalista.
de modificar el concepto, ella lo llama femicide y entonces Por otra lado, Martínez (2017) sostiene, si-
yo lo traduje desde hace ya varios años como feminicidio, guiendo también a Virginia Cano (2016), el pro-
precisamente para que no fuera a confundirse en castellano greso desde una paradigma patologizante a
como femicidio u homicidio femenino; no, yo quería que fuera uno jurídico penal que criminaliza la misoginia
un concepto claro, distinto, para que entonces viniera junto con
todo el contenido del concepto, que es, como ya lo expliqué, muy
como extremo de la manifestación social y cul-
complejo. Diana Russell me dio permiso de usarlo así, traducido tural. Señala también la simplificación de la vio-
como feminicidio (Lagarde, 2006:221). lencia machista en dos categorías excluyentes

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en términos de víctimas y culpables. En este venciones asistencialistas y punitivas en términos
sentido, persisten las ontologías individualistas heterosexistas, para mujeres-víctimas y varones-
y personalizantes, y se siguen requiriendo inter- culpables (Martínez, 2017:5).

¿Qué femicidios se visibilizan? Datos cuantitativos

D esde el año 2015, la Corte Suprema de Justicia


de la Nación (CSJN), elabora el Registro
Nacional de Femicidios de la Justicia Argentina,
sexual, no fue calificado desde un principio como
violencia de género, ya que el fiscal de la causa
entendió que no había indicios, deteniendo a su
quecuantifica las muertes violentas de mujeres autor con la imputación de homicidio simple.
por razones de género. La definición que utiliza Sin embargo, para las organizaciones9 el crimen
de femicidio es la que ha sido elaborada en el fue un femicidiotrans, ya que la manera en que
marco de la Declaración sobre el Femicidio del año fue asesinada, revela que hubo violencia por su
2008, la que establece lo siguiente: condición de género. Finalmente se logró que el
caso sea calificado como femicidio a los efectos
la muerte violenta de mujeres por razones de ser elevado para su juzgamiento.
de género, ya sea que tenga lugar dentro Por otra parte, resulta de importancia analizar el
de la familia, unidad doméstica o en cual- vínculo entre las partes, es decir, agresor y víctima.
quier otra relación interpersonal; en la co- En este aspecto se observa que las estadísticas
munidad, por parte de cualquier persona, o muestran que los crímenes que se visibilizan
que sea perpetrada o tolerada por el Estado quedan ligados principalmente al ámbito de lo
y sus agentes, por acción u omisión. (p.4) privado, en este sentido, la mayoría de los casos
evidenciados son de muertes de mujeres por par-
Se considera en el presente trabajo el Registro te de sus parejas o ex parejas. El Registro es un
realizado para el año 2016, el cual abarca todas avance respecto de la problemática femicidios,
las causas por muerte violenta de mujeres (niñas, como en el cumplimiento a las obligaciones inter-
adolescentes y/o adultas) perpetradas por varo- nacionales suscritas por el Estado Argentino ob-
nes enel año 2016, hayan sido o no tipificadas co- servándose una progresiva comprensión sobre
mo femicidio8. Una cuestión de importancia de estos tipos de crímenes contra las mujeres en
este último informe es que incorpora la variable América Latina. Sin embargo, el tipo de vínculo
sexo/género de la víctima a los efectos de abarcar visibilizado en las estadísticas ligado al orden
los transfemicidios. de lo intrafamiliar o de pareja, puede reducir la
El informe muestra que en dicho año en el país perspectiva de que mujeres quedan nombradas
se registraron, de acuerdo a los datos brindados dentro de estos números y limitar la expresión a
por los poderes judiciales de cada provincia, 254 los crímenes de mujeres en razón de su género en
víctimas, relevándose 249 víctimas biológica- la intimidad de sus relaciones. En consecuencia,
mente femeninas y 5 mujeres trans. Esto eviden- como sostiene Segato (2017), si bien por una
cia un subregistro entendido como cifra negra parte la identificación creciente de casos como
respecto de homicidios sobre mujeres trans, lo femicidio ayuda a las audiencias a percibir el volu-
que revela el sesgo que existe en el número de men de los crímenes misóginos, por otro, refuerza la
muertes reportado por las provincias. El último privatización de la violencia de género y dificulta
registro está procurando explicitar tal cuestión 9
Para las organizaciones, el crimen de Azul fue un femicidio
al incorporar este indicador en la estadística. Un trans. “Aquí hubo violencia por su condición de género. La ma-
ejemplo de esto se observa en un hecho reciente nera en que la mató claramente habla de odio, de violencia,
en la Ciudad de Córdoba, donde el homicidio de desprecio hacia esa vida”, dijo Celeste Giacchetta, titular de
violento de una mujer trans que ejercía trabajo la filial cordobesa de la asociación de Travestis Transexuales
y Transgéneros de Argentina (ATTTA). La organización pedi-
8
El informe aclara lo siguiente: quedaron por fuera de este rá constituirse en querellante. “Para la Justicia, nunca son fe-
relevamiento las muertes violentas de varones comprendidos en micidios nuestras muertas, y debemos reclamar para que lo con-
las previsiones del artículo 80, inciso 12° del Código Penal (Ley sideren así”, agregó Giacchetta (En Por ahora está imputado por
26.791), denominados femicidios vinculados, y los femicidios homicidio simple, Nota publicada el 20 de octubre de 2017 en
en grado de tentativa (Registro Nacional de Femicidios de la La Voz del Interior, http://www.lavoz.com.ar/ciudadanos/por-
Justicia Argentina, 2017:3). ahora-esta-imputado-por-homicidio-simple)

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percibir las manifestaciones de esa misma violencia go, tal permeabilidad resulta criticable si el dis-
que forman parte de otras escenas (Segato, 2017:143). curso jurídico se vuelve performático de la reali-
El informe de la CSJN, revela que el 61% del dad social (Trebisacce, 2016), ya que al ser sus
total de víctimas de femicidio en el país durante términos los que definen los conflictos la verdad
el 2016, tuvieron un vínculo de pareja o ex­-pareja, se reduce a lo privado-intrafamiliar-matrimonial,
con el imputado, el 14% eran familiares, el 11% heterosexual, en el marco del binomio víctima-
eran conocidos no familiares, el 8% inexistente victimario, determinando una aplicación restric-
y el 6% sin datos. El dato se profundiza si se ob- tiva de la figura. Incluso las interpretaciones para
serva el Informe estadístico publicado por el determinar quién es una víctima frente a su ex-
Poder Judicial de la provincia de Córdoba, el que tremo del victimario revelan cierta continuidad en
muestra que en el año 2016 hubo 23 mujeres víc- el discurso jurídico (antes y después de la reforma)
timas de femicidio. Los casos se produjeron en al definirlas a partir de características como la
el marco de relaciones de pareja o ex pareja, ya vulnerabilidad y la pasividad para legitimarlas
que en 21 casos el imputado y víctima tenían o como tales.
tuvieron ese vínculo, y solo en uno el delito fue a Se trata de mujeres víctimas de vínculos cer-
causa de un extraño. Esto revela que la mayoría canos, mediados por la violencia de género. Es
de casos identificados en Córdoba quedan en- decir, la mayoría de los casos elevados a juicio y
marcados en las relaciones interpersonales cer- sentenciados se enmarcan en el contexto de re-
canas familiares o de pareja, lo que da cuenta de laciones interpersonales de vínculos de pareja o
cómo el femicidio cometido en otros contextos afines. Solo un caso (de los dieciocho que com-
de violencia de género no se encuentran visibi- ponen el corpus de sentencias analizadas) refiere
lizados como tales. En este aspecto, la investi- a una tentativa de femicidio ocurrida en la calle
gación conducida por Meneghel (2013) en Brasil, donde una mujer fue atacada y violentada por
pretende visibilizar los femicidios como crímenes un desconocido, siendo juzgado su agresor con
de naturaleza política, y se dirige a denunciar la pena de 11 años de prisión. Este es el único
esas muertes evitables, cuyas víctimas son, en su caso que se sale de la esfera intrafamiliar o in-
mayoría, mujeres: jóvenes, negras, profesionales terpersonal de relaciones de pareja o afines, y ha
del sexo y moradoras de territorios marcados por sido encuadrado como violencia de género. Por
el tráfico y la pobreza. otra parte, como ya se expuso más arriba, no se
La misma cuestión se revela si analizamos las encuentran casos de trans-femicidios para ese
sentencias condenatorias dictadas en la provincia año, en este sentido todas las víctimas involucra-
de Córdoba (Ver cuadro, Anexo, Tabla 1)10, por das son mujeres en términos biológicos.
las distintas Cámaras que la componen. En la En general, los homicidios fueron penalizados
provincia de Córdoba, el homicidio calificado a cadena perpetua, a excepción de un caso (muy
por el vínculo se juzga por medio de un tribunal controvertido) en el cual el tribunal entendió
colegiado que se conforma con los jueces técnicos que no había agravante de vínculo, y condenó a
de la Cámara Penal y ocho jurados populares 16 (dieciséis) años. Solo en un caso el acusado fue
(ciudadanos convocados por sorteo a dirimir en absuelto, a pesar de que el requerimiento fiscal de
el caso). La modificación del Código Penal en sus elevación a juicio consideraba que se trataba de una
agravantes, incidió en el aumento del número de tentativa de homicidio calificado por el vínculo.
causas elevadas a juicio con jurados. Esto resulta criticable ya que en el caso la víctima
Observamos que en el año 2016 fueron juzgados de desdice de lo sucedido lo cual es considerado
18 (dieciocho) casos en los cuales mujeres fueron por el tribunal e impacta en la decisión. Por otra
agredidas por parte de un hombre, los delitos parte, tres casos que fueron elevados a juicio en
van desde homicidio, tentativas de homicidio a términos de tentativa, luego fueron sentenciados
lesiones. La mitad de los casos fueron calificados como delitos menores de lesiones.
por violencia de género, utilizándose la palabra Si bien la existencia de denuncias por violencia
femicidio en solo tres de los casos sentenciados. previa suele ser considerado por el tribunal para
Esta nominación resulta de importancia, ya calificar como femicidio, se observa que esto solo
que a pesar de la no incorporación del término puede ser tenido en cuenta en los casos que im-
en el Código Penalel mismo ha ingresado en el plican relaciones familiares o de pareja. Como
uso jurídico.La expresión es utilizada por los muestra el Registro Nacional elaborado para el
mismos operadores de la justicia, lo que marca 2016 en el país en el 25% de las causas (60 de ellas)
la permeabilidad de la cultura legal estatal al se registraban denuncias previas. Respecto de las
concepto instalado desde el feminismo que ha sentencias condenatorias, se registra que en ocho
conseguido su institucionalización. Sin embar- casos (sobre los diecinueve resueltos) había de-
nuncias previas de violencia familiar, esto resulta
10
En el marco del proyecto avalado por la Secyt-UNC de importancia si tenemos en cuenta el rol que se
sobre jurados populares en Córdoba, se recolectaron las le otorga al Estado en casos de femicidios.
sentencias dictadas por tribunales compuestos con jurados.
Se sistematizaron las decisiones judiciales de las Cámaras Los datos relevados en la provincia de Córdoba,
del Crimen de la Provincia de Córdoba vinculadas a violencia coinciden de alguna manera con las conclusiones
de género, lo cual se presenta en la tabla 1 del Anexo. del informe elaborado por UFEM (2016) sobre

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sentencias en casos de homicidio dictadas por dos condenas por el asesinato de mujeres
tribunales de todo el país, que han aplicado al- trans (en una de los cuales además se consi-
guno de los agravantes de la ley 26.791. Sobre la deraron circunstancias extraordinarias de
jurisprudencia sistematizada observa que los ca- atenuación). Hay una única y muy reciente
sos recaen sobre hechos cometidos en el ámbito condena por crimen de odio a la orientación
de pareja o intrafamiliar, siendo, dentro de este sexual; sólo tres casos de femicidios sexuales
universo, restrictiva la aplicación de la figura de fuera del ámbito intrafamiliar y ningún ca-
femicidio. Señala, además, la subrepresentación so de homicidio de una mujer en situación
de casos ante la ausencia de sentencias sobre fe- de prostitución, en contexto de trata o explo-
micidios no íntimos y crímenes de odio por géne- tación sexual ni vinculado con disputas de-
ro y orientación sexual. Al respecto concluye que: rivadas de actividades de narcocriminalidad
o crimen organizado en general, etc. En este
colectivos altamente vulnerabilizados por sentido, podría estar operando una apli-
género casi no aparecen en las sentencias; cación restrictiva de las agravantes por gé-
tampoco los hechos cometidos fuera del nero, al circunscribir la violencia y el odio de
marco intrafamiliar. Por ejemplo, solo hay género al ámbito privado. (UFEM, 2016:18-19)

La violencia de género de modo transversal


Notas sobre el caso Paola Acosta. La decisión del TSJ en Córdoba

L a sentencia de Cámara sobre el femicidio de


Paola Acosta11 revela aspectos de esta matriz
de inteligibilidad (Cano, 2016; Trebisacce, 2016)
Ninguno de ellos conocía a los parientes o
amigos del otro, no frecuentaban sus res-
pectivas casas ni cualquier lugar de espar-
que reduce las experiencias justiciables sobre fe- cimiento donde pudieran relacionarse con
micidio en términos de lo privado, intrafamiliar otras personas. Sus encuentros se limitaron
- heterosexual - mujer víctima-pasiva. a unas tres o cuatro salidas donde tuvieron
Si bien tanto el auto de elevación a juicio como encuentros íntimos. La falta de compromiso
la solicitud del Fiscal de Cámara sostuvieron que del acusado se patentiza cuando ni siquiera
se trataba de un femicidio, lxs jueces de la Cá- a su íntimo amigo le había contado de esta
mara (acompañados con jurados populares) en- relación. Pero también se evidencia esa
tendieron lo contrario no aplicando la calificante carencia de compromiso emocional por
al interpretar que los hechos acaecidos no encua- parte de Paola Acosta, cuando su propio
draban en violencia de género. amigo y confidente Leonardo Bustamante
Como primera cuestión, lxs jueces hacen hin- relató en el debate que a Paola no le inte-
capié en el vínculo que había entre ambos, es resaba Lizarralde, no estaba enamorada,
decir en lo familiar. Al respecto entendieron ni enganchada, lo único que la ilusionaba
que la relación que entablaron Lizarralde y Paola era su hija. (Cámara once en lo Criminal de
Acosta fue informal y poco duradera, de unos pocos Córdoba, Lizarralde, G. M. p.s.a. homicidio
meses, en este sentido le dan importancia a la calificado y homicidio calificado en grado de
constitución de la “pareja” estable, de caracterís- tentativa, S. nº 46, 22/10/2015)
tica heterosexual como piso para abordar la vio-
lencia de género, estableciendo que estas carac- En segundo término, sostuvieron que para
terísticas no se encontraban en el caso. Remarcan tal encuadre se requería estar ante una víctima
la brevedad de la relación la que a su vez describen mujer vulnerable en el marco de relaciones de
que carece de compromiso emocional o afectivo desigualdad y de poder asimétricas entre los sexos,
tanto de parte de Gonzalo Lizarralde como de que subordinen a la mujer. Apoyados en la pieza
Paola Acosta. Esto lo fundamentan en cuestiones Acusatoria recurren a la descripción de Paola
familiares como lo siguiente: Acosta que dice:
11
Cámara Once en lo Criminal de Córdoba, Lizarralde, G. M. no se trataba de una mujer que se colocaba a
p.s.a. homicidio calificado y homicidio calificado en grado de
tentativa, S. nº 46, 22/10/2015. sí misma en el rol fijado socioculturalmente

Gastiazoro, M. E.
“Des-privatizar el sentido común sobre la violencia de género” | pp. 241-252 [ 247 ]
para el género femenino, que tolera y so- de 2017, luego de la marcha que conmemora el
porta toda conducta abusiva del hombre, día Internacional de la Mujer (8M), resolviendo
sino que muy por el contrario, se mostró la apelación del fallo sobre el crimen de Paola
como una persona decidida a defender su Acosta, para encuadrar finalmente el caso como
derecho y los de su hija. (Cámara Once en lo femicidio. Esta decisión contiene tres aspectos
Criminal de Córdoba, Lizarralde, G. M. p.s.a. claves:
homicidio calificado y homicidio calificado en
grado de tentativa, S. nº 46, 22/10/2015) ◊ Primero, y de acuerdo a lo expresado por el
máximo tribunal, la nominalización de la
Para afirmar que Todo lo dicho nos aleja de violencia de género requiere correr la fron-
esa mujer vulnerable, sumisa, dominada, tera de las clásicas categorías de dogmática
víctima de una desigualdad de poder y nos jurídica, es decir entiende que:
coloca frente a una mujer fuerte, decidida,
pero atacada sorpresiva y alevosamente… La mayoría de los episodios de violencia,
(Cámara Once en lo Criminal de Córdoba, como el que comentamos, son el resultado
Lizarralde, G. M. p.s.a. homicidio calificado y de una serie de condicionamientos que no
homicidio calificado en grado de tentativa, S. se conforman con los estándares jurídicos
nº 46, 22/10/2015). clásicos sino que, según las directrices sen-
tadas en los apartados anteriores, exigen
Esto evidencia la construcción de una imagen una tarea más profunda por parte de los
de Paola en términos de “mala víctima” en con- órganos judiciales que excede las clásicas
traposición a la “buena víctima” (ELA, 2015) iden- categorías de dogmática jurídica… (TSJ, Sa-
tificada como vulnerable y pasiva. En este sentido, la Penal, Lizarralde, S. n° 56, 09/03/2017, pp.
la decisión de no encuadrar como femicidio se 125-126)
establece sobre el extremo de no estar ante una
víctima desposeída, abandonada, vulnerable. Esto implica sensibilidad para detectar los indi-
Por último, entienden lxs decisores que no hay cadores de desigualdad en el femicidio. En este
violencia psicológica ni económica, por más que sentido, agregamos la dogmática jurídica re-
se negó a reconocer a su hija desde un primer quiere de la perspectiva feminista y de género
momento, lo que significó para Paola recurrir a para abordar los estándares jurídicos clásicos, y
tribunales a los efectos de solicitar un ADN, para repensar la neutralidad que propugna.
que cumpla con la cuota alimentaria y demás
deberes. Todo lo contrario, el tribunal justifica ◊ Segundo, la interpretación del TSJ, despri-
el accionar del imputado, ya que entiende que vatiza el sentido común (sostenidos en
la reticencia de asumir su responsabilidad ante los medios como en la justicia) que liga el
la niña era entendible ya que no había relación femicidio al ámbito de lo familiar y/o rela-
estable de pareja, interpretando que no se encon- ciones de pareja, exigiendo un vínculo entre
traba obligado ni a la contención psicológica ni el agresor y la víctima. Si bien declara que
económica de las víctimas, más allá de que eventual- es el “caso común” difundido en tiempos
mente pudiera caberle algún reproche de tipo recientes como femicidio, el que resulta del
moral (Cámara once en lo Criminal de Córdoba, homicidio cometido por el cónyuge o ex
Lizarralde, G. M. p.s.a. homicidio calificado y homi- cónyuge, o el novio o ex novio, en contra de
cidio calificado en grado de tentativa, S. nº 46, su pareja o ex pareja mujer. En contrario,
22/10/2015). el TSJ, reafirma la definición del art. 2 de
Una de las cuestiones que complejiza la rea- la Convención Belém do Pará, en la cual la
lidad es el lugar que tienen las categorías de raza proyección de la violencia de género es en-
y clase, en este sentido ambos son descriptos en tendida de modo transversal:
su color de piel como en su diferencia de posición
económica: en la sentencia ella es caracterizada en la medida que ésta tenga lugar dentro
de tez trigueña, sin piercing, tatuaje o marca algu- del grupo familiar o unidad doméstica o
na, ojos oscuros de color marrón, mientras que él en cualquier otra relación interpersonal
de cabellos de color negros o castaños oscuros, de -con o sin convivencia del agresor-, en la
tez blanca, de ojos color marrones, remarcándose comunidad y sea perpetrada por cualquier
en los argumentos de la fiscalía que la conducta persona, o que sea perpetrada o tolerada por
machista que asumió el acusado determinó a esta el propio Estado o sus agentes donde quiera
mujer, de notorios recursos económicos menores a que ocurra. (TSJ, Sala Penal, Lizarralde, S. n°
los del hombre, a gestionar por su propia cuenta el 56, 09/03/2017, pp. 107)
reconocimiento judicial de la paternidad.
En este marco resultó de importancia la ◊ Tercero, remarca la desigualdad de género,
sentencia emitida por el Tribunal Superior de en cuánto dimensión social para entender el
Justicia de la provincia de Córdoba, el 9 de marzo contexto de violencia de género en el cual se

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desarrollaron los hechos que finalmente es aguda sensibilidad para detectar los indica-
el crimen de Paola Acosta y la tentativa de dores de desigualdad que colocan a la mu-
homicidio de su hija. Sin embargo, subraya jer en una situación de inferioridad en la
que esto requiere un esfuerzo mayor para que el hombre ejerciendo su poder la lesio-
quienes como operadores jurídicos están na física, sexual o psicológicamente, o de un
como magistrados tomando la decisión en modo más extremo, le causa su muerte (TSJ,
estos casos. Importa, como señala el TSJ, Sala Penal, Lizarralde, S. n° 56, 09/03/2017,
una: pp. 128).

A modo de cierre: nombrar todas las violencias

E n Argentina, como en América Latina, se ha


avanzado en términos jurídicos, políticos y so-
ciales en el creciente reconocimiento de los femi-
sobre el sentido común patriarcal a los efectos
de nombrar y visibilizar los femicidios íntimos,
como los no íntimos, como los transfemicidios,
cidios/ feminicidios. Desde el año 2015, el poder femicidios sexuales como aquellos marcados por
judicial de la Nación elabora un registro nacional el odio a la orientación sexual para instalar la
anual. Sin embargo, las estadísticas de femicidios violencia de género en su dimensión estructural
publicadas oficialmente, como el relevamiento de del poder en nuestras sociedades
datos realizado para este trabajo sobre sentencias Si bien la institucionalización marca el progre-
en Córdoba, muestra la privatización y reducción so en los derechos frente a la violencia de género,
de la categoría limitada al espacio íntimo. Es decir, su formalización requiere una mirada constante
que los hechos capturados por el sistema judicial que desestabilice el sentido común legitimado
comprenden en su mayoría casos vinculados a como verdad jurídica. El discurso jurídico vuelve
relaciones de pareja ligado al espacio de lo priva- a centrar el femicidio en lo particular, familiar,
do, privatizando y enmarcando el femicidio en en vínculos de pareja heterosexual, extrayéndolo
una violencia doméstica-hetero- sexista. del orden de lo público anclado en un sistema
En este sentido, el reto del feminismo será patriarcal, racista, de políticas neoliberales, don-
ahondar en la sensibilidad social para avanzar de las soluciones punitivistas se profundizan.

Gastiazoro, M. E.
“Des-privatizar el sentido común sobre la violencia de género” | pp. 241-252 [ 249 ]
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[ 250 ] RevIISE | Vol 11, Año 11 | abril 2018 - septiembre 2018 | Dossier Hacia un buen vivir feminista
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Anexo. Tabla 1: Casos juzgados en el año 2016 de homicidios calificados
o tentativa, en contexto de violencia de género, en la Provincia de Córdoba.

Fuente: Sentencias dictadas con jurados populares en la Provincia de Córdoba. Datos procesados en la presente investigación, 2017.

Denuncias
Sexo/género
Sentencia Delito Vínculo Pena Requerimiento fiscal previas de
de la íctima
violencia F.
Achaval, A.
Homicidio/
Cámara novena Ídem a sentencia
vínculo/ género Mujer Pareja Perpetua Sí
en lo Criminal condenatoria
y agresión
20/12/2016
Agüero, E. A.
Lesiones Tentativa homicidio
Cámara sexta en lo 5 años de
leves de cal y Mujer Ex pareja calificado vínculo y Sí
Criminal prisión
amenazas violencia de género
01/03/2016
Alvarez, L. M. Lesiones graves
Cámara quinta en Vínculo 5 años de Tentativa de
Mujer Pareja No
lo Criminal (justifican no prisión Homicidio Calificado
10/06/2016 género)
Aragallo, W. O.
Homicidio/
Cámara en lo
vínculo, Pareja Homicidio Calificado,
Criminal de Río Mujer Perpetua No
alevosía y extramatrimonial alevosía y género
Cuarto
femicidio
09/03/2016
Barrionuevo, I. M.
Cámara en lo
Homicidio/ Ídem a sentencia
Criminal de Cruz Mujer Concubina Perpetua No
vínculo condenatoria
del Eje
29/02/2016
Bonelli, S. Homicidio /
Homicidio agravado
Cámara quinta en arma de fuego 16 años
Mujer Pareja por vínculo y No
lo Criminal (descartaron de prisión
uso de arma de fuego
30/11/2016 vínculo)

Bongiovanni, M. D.
Homicidio/
Cámara en lo
vínculo Ídem a sentencia
Criminal de San Mujer Ex pareja Perpetua Sí
y género condenatoria
Francisco
(femicidio)
08/09/2016
“Consol, R. G.”,
Cámara en lo Homicidio / No figura
Ídem a sentencia
Criminal de Bell vínculo y Mujer Ex pareja Perpetua en la
condenatoria
Ville, 13/10/2016. Femicidio sentencia

Ferreyra, O. A.
4 años y 6
Cámara quinta Lesiones Graves Tentativa de
Mujer Ex novia meses de Si
en lo Criminal / género Homicidio Calificado
prisión
22/08/2016
González Brítez, M. A.
Cámara en lo Homicidio/
Homicidio agravado
Criminal de Río vínculo y Mujer Ex pareja Perpetua Si
por el vínculo
Cuarto género
07/04/2016
Herrera, J. G.
Tentativa Tentativa homicidio
Cámara en lo Sin ningún
homicidio / 11 años de calificado por
Criminal de Río Mujer vínculo previo No
ensañamiento y prisión ensañamiento y en
Cuarto Extraña
género razón del género
07/11/2016

Gastiazoro, M. E.
“Des-privatizar el sentido común sobre la violencia de género” | pp. 241-252 [ 251 ]
Lopez, R. J.
Homicidio/
Cámara once Ídem a sentencia
vínculo y Mujer Ex pareja Perpetua Sí
en lo Criminal condenatoria
género
16/09/2016

Martínez, H. I. Tentativa de
Cámara segunda homicidio/ 14 años de Ídem a sentencia
Mujer Pareja Sí
en lo Criminal vínculo y prisión condenatoria
25/02/2016 género
Mohamet Allende,
J. A. Tentativa de
10 años Ídem a sentencia
Cámara trece en lo Homicidio/ Mujer Pareja No
de prisión condenatoria
Criminal vínculo
21/11/2016
Orellano, C. E. Homicidio
Cámara séptima /vínculo Ídem a sentencia
Mujer Concubina Perpetua No
en lo Criminal (fundamenta no condenatoria
02/06/2016 género)

Tentativa de
Oroná, A. F.
Homicidio
Cámara séptima en 10 años y Ídem a sentencia
/vínculo Mujer Concubina Sí
lo Criminal 6 meses condenatoria
(fundamenta
12/20/2016
no género)

Tentativa
Vaca Palleres, L. homicidio
Tentativa homicidio
Cámara cuarta / Vínculo y
Mujer Pareja 10 años Calificado por el No
en lo Criminal alevosía
Vínculo
19/05/2016 (fundamenta no
género)

Vergara, A. N.
Absolución Tentativa homicidio
Cámara primera
(la mujer se Mujer Pareja 0 Calificado por el Sí
en lo Criminal
desdice) Vínculo
20/11/2016

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