Instituto Superior del Profesorado de Inglés N° 4001, “Estela Guinle de Cervera”

TRABAJO PRÁCTICO

Sophie Scholl y la consciencia moral frente a los totalitarismos

Ética

Poggi, Ayelén

Ferrer, Giovanna

Santa Fe – 2020
 Instituto Superior del Profesorado de Inglés N° 01 – Tercer año – Ética

Sophie Scholl y la consciencia moral frente a los totalitarismos.

1. ¿Cuáles son las características que tienen las personas que pertenecen al nazismo
en la película? Fundamentar dicha respuesta teniendo en cuenta la siguiente
afirmación que leemos en el artículo: “(...) la gente común puede cometer actos
terribles debido simplemente a que los actos son desarrollados de manera
sistemática y dentro de un contexto socialmente aprobado que no exige ni alienta la
responsabilidad personal.
(...) la ley asume el papel que a menudo desempeña la consciencia. Les dice qué es
correcto e incorrecto hacer, y ellas obedecen.”
2. Analizar el diálogo citado en el artículo entre Mohr y Sophie.
3. Teniendo en cuenta el punto anterior, realizar un texto argumentativo en el cual el
dilema de la consciencia, entre la elección de la ley natural y la escrita, se explique
como una constante de la humanidad desde “Antígona” de Sófocles hasta nuestros
días.
4. Explicar y desarrollar la siguiente afirmación: “El totalitarismo moderno no se limita a
destruir las capacidades políticas de los hombres; destruye también los grupos e
instituciones que entretejen las relaciones privadas de los hombres, enajenándolos
del mundo y de su propio yo” (cita de Jorge Arnoletto).
Dar ejemplos de cómo se lleva a cabo la destrucción de las relaciones privadas en
los regímenes totalitarios y por qué esto es tan importante para los mismos, si
quieren mantener su poder.

1- Algunas características que se pueden ver notablemente en la película de Sophie Scholl

son las siguientes:
Todos buscaban cumplir una obligación, tenían una obligación respecto a un partido; era
obligación del Estado proveer la oportunidad de buena vida para todos los ciudadanos y si
la gente desafiaba el régimen, eran culpados y expuestos a la pena máxima.

A su vez eran fieles a su ideología; creían que los judíos eran los que traían el mal y que
sus vidas no tenían valor. No eran capaz de aceptar la realidad; no tenían conciencia de lo
que estaban haciendo y solamente cumplían órdenes. Cada persona creía que tenía un rol

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“importante” y por esto se puede ver un sentimiento de inferioridad ya que se tomaban muy
serio su trabajo, aunque el mismo sea algo mínimo. Un ejemplo es el portero de la escuela
que atrapa a Sophie y su hermano, donde se ve que cumple con orgullo su puesto, aunque
el mismo no sea muy superior. Esto pasa porque les llenan la cabeza para que sean como
engranajes y no pongan en cuestión lo que se les manda.

Por otra parte, en cuanto a que la ley suplanta la consciencia, podemos ver que se refleja
en dos ocasiones. La primera, es cuando el abogado visita a Sophie en la celda, para ser
presentado ante ella. Allí se muestra totalmente ‘convencido’ de sus ideales y de las
órdenes que tiene que llevar a cabo, por lo que no escucha los planteos de la joven ni
tampoco busca defenderla. La segunda, es en el juicio contra los tres amigos, donde el juez
era un ex socialista ruso, el que buscaba el ‘perdón’ y la ‘aprobación’ del nacismo, por ende,
a los acusados no los dejaba casi emitir palabra, ya que sabían lo que estaba pasando y
negaban todo lo ocurrido alrededor.

2- En este diálogo que tiene Sophie con Mohr, se ven representadas muchas
contradicciones respecto a lo moral y a lo que dice la ley. Al principio, el criminalista hace
entender que los arrestan por usar slogans falsos, pero a su vez emplear medios pacíficos,
lo cual no es ningún delito, pero, como las frases son utilizadas contra ellos, prefieren
tomarlo como crimen. Además, hace alusión a una ley impuesta para mantener el orden, y
que, sin ella, todo sería un caos, no se puede confiar en otra cosa. Pero, lo que se ve en la
película, es que solamente hacen cumplir las normas que los favorecen. Sophie, se
mantiene siempre en cumplir la ley moral, la que siempre existió y la que, como dice al final,
nunca cambia, ya que la consciencia siempre es la misma. Con esto, también se refiere a
las leyes de su Dios, que no se pueden traspasar ni ignorar. Esta actitud de Sophie se
refleja en muchas partes de la película en las cuales se la ve rezando e implorando por su
vida y la de las demás víctimas de este régimen.

3- El dilema de la consciencia, entre la elección de la ley natural y la escrita, es una

constante de la humanidad. En Antígona vemos como se da la disputa entre ambas leyes
todo el tiempo. La joven, tanto como Sophie, siempre ponen lo racional en algo superior a
ellas, creen en que hay un ser mayor el cual impone normas fundamentales, naturales, para
emplear un orden, y las cuales nunca deben ser sobrepasadas por las leyes humanas o
escritas. En cambio, tanto Creonte como los soldados del nacismo, se creen con el poder y
derecho para romper lo natural y así aplicar otras cuestiones que lo favorezcan a ellos y a lo
que quieren construir. El problema se encuentra, en que ésta última ley, es totalmente

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opuesta a la impuesta por Dios/los dioses, entonces se crea un conflicto enorme cuando los
ciudadanos deciden seguir cumpliendo y siguiendo la ley primera, que no cambia nunca (la
consciencia). En las dos historias, estos ciudadanos pagan caro y con su vida, el mantener
sus creencias sin importar los cambios y, además, se crea un ‘desorden cósmico’. En el
caso de Antígona, se forma un huracán como manifestación, y en el caso de Sophie, hay
padres que pierden a sus hijos y éstos mismos se quedan imposibilitados a realizar sus
vidas con total normalidad y libertad.

4- El propósito de los regímenes totalitarios es conquistar y controlar de manera absoluta

todo lo correspondiente al Estado y la sociedad, lo que implica dominar de forma
permanente todas las características de la vida de cada individuo.
Para esto, la lógica totalitarista se basa en transformar las clases en masas, convertir los
sistemas políticos en una hegemonía de un solo partido, modificar los poderes legales de
manera que se vuelvan arbitrarios, dar culto -casi divino- a un “jefe”, e infundir terror y
amenazas como la medida principal para el cumplimiento de las leyes. Además, como
afirma Hannah Arendt (2007), el totalitarismo se caracteriza por una ruptura radical con los
fenómenos sociales.
Si tomamos como ejemplo a Stalin y la sociedad soviética, la destrucción de las masas fue
alcanzada por medio de las purgas (de la burguesía del campo y de la ciudad, del
proletariado industrial, por ejemplo), los despidos del trabajo y las amenazas. Éstas últimas
fueron la clave para destruir las relaciones entre los ciudadanos soviéticos, ya que
comprometían no sólo la seguridad y el bienestar del acusado, sino también el bienestar y
libertad de sus conocidos, amigos y/o parientes.
Este sistema lo que hacía era convertir a los amigos del acusado en sus enemigos, y, para
salvarse, estos últimos empezaron a crear acusaciones contra su “amigo” para confirmar las
pruebas inexistentes dirigidas hacia él. Estas falsas acusaciones eran la única forma de
probar que eran confiables y llevaban a que, como modo de precaución, uno evite todos los
contactos íntimos si es posible, para eliminar así a todas aquellas personas que puedan
tener interés en denunciarte y/o la necesidad de acusarte simplemente porque su vida se
encuentra en peligro.
“Los Gobiernos totalitarios, como todas las tiranías, no podrían ciertamente existir sin
destruir el terreno público de la vida, es decir, sin destruir, aislando a los hombres, sus
capacidades políticas. Pero la dominación totalitaria como forma de gobierno resulta nueva
en cuanto que no se contenta con este aislamiento y destruye también la vida privada. Se
basa ella misma en la soledad, en la experiencia de no pertenecer en absoluto al mundo,

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que figura entre las experiencias más radicales y desesperadas del hombre” (Arendt, H.
2007)

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