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DE.SA.

CO
Carrera de Nutrición

Asignatura: Anatomía y Fisiología

TEXTO GUÍA

SISTEMA INMUNE

Dra. Berta Gagliano


SISTEMA INMUNE

El sistema inmune es un sistema esencial para la supervivencia. Defiende en forma


constante al organismo contra bacterias, virus, hongos y otras sustancias extrañas con
las que estamos en permanente contacto. También lo defiende de moléculas y células
anormales que de modo periódico se producen en el cuerpo, como moléculas
resultantes de la renovación y destrucción normal de los tejidos.

Un aspecto esencial es la capacidad de reconocer cantidades casi ilimitadas de


invasores extraños y sustancias no propias y distinguirlas de aquellas que son propias.
En el caso de las sustancias propias que resultan de la renovación tisular, estas se
desnaturalizan o se modifican perdiendo su identidad de pertenencia.

El sistema inmune comprende un sistema amplio que abarca al sistema linfático, a


células de la sangre, fundamentalmente leucocitos; a barreras como la piel y las
mucosas que poseen elementos que actúan como sustancias y células protectoras
ante la posible entrada de elementos extraños; y sustancias químicas que actúan en
los tejidos o circulan en el plasma.

Los elementos que el organismo detecta como extraños reciben el nombre de


antígenos y sobre ellos se desarrolla la respuesta de defensa. Tomaremos como
ejemplo de antígeno a las bacterias que pueden producir enfermedad, pero contamos
entre ellos virus, hongos, parásitos, partículas, restos celulares y células anómalas
como las cancerosas.

Es un sistema que se ha comenzado a entender en sus mecanismos de acción recién


en los últimos 50 o 60 años, por lo que es un sistema de conocimiento reciente en los
elementos celulares y bioquímicos que involucra.

DEFENSA INMUNITARIA INNATA Y ADQUIRIDA

Hay dos tipos de defensa inmunitaria: las reacciones tempranas de la inmunidad


innata y las más tardías de la inmunidad adquirida.

La inmunidad innata o inespecífica es la resistencia natural con la que nace una


persona. Este tipo de defensa proporciona resistencia al través de varios mecanismos
físicos, químicos y celulares.
Los microorganismos encuentran primero las capas epiteliales, barreras físicas de
nuestra piel y mucosas y posteriormente la actividad celular que comprende la
secreción de sustancias químicas, migración de células fagocíticas y modificaciones
en la temperatura de la zona afectada o de la totalidad del cuerpo (fiebre).A través de
la inmunidad innata el cuerpo puede evitar la colonización, ingreso y diseminación de
los organismo de manera inespecífica, es decir, como una reacción que se realiza sin
el reconocimiento particular ante el agente que produce el daño o puede producirlo
potencialmente.

Un tipo de respuesta que corresponde a este mecanismo innato es la respuesta


inflamatoria, una forma de reacción inicial tendiente a eliminar la causa de la lesión
tisular, así como las células y los tejidos necróticos resultantes de esa lesión. Esto se
logra mediante la neutralización o destrucción de los agentes perjudiciales para luego
dar lugar a la etapa de reconstrucción de los sitios de lesión.

La inflamación corresponde a la reacción de los tejidos vascularizados frente a la


agresión de un agente patógeno y suele dividirse en una etapa aguda y una crónica.
Etapa aguda: es la reacción temprana (casi inmediata) a la lesión. Es inespecífica
porque puede producirse ante cualquier agente y dura poco tiempo.

Todxs hemos experimentado alguna vez un corte, un golpe, la presencia de una astilla
en alguna región del cuerpo. Y habremos podido notar que la zona afectada sufre
cambios que se distinguen por cuatro elementos: rubor (enrojecimiento), tumor (o
tumefacción o edema), calor y dolor.

Estos signos tienen que ver con la respuesta ante el agente. El cuerpo organiza en la
zona una vasodilatación y un aumento de la permeabilidad vascular para un mayor
flujo de elementos desde la sangre ; el líquido pasa a los tejidos generando edema
localy pasaje de células facilitado por el cambio vascular, lo que genera mayor
actividad celular con eliminación de sustancias y efectos en las terminales nerviosas
que se encuentran en una zona alterada por la tumefacción y el edema y la
acumulación de células, restos celulares y sustancias químicas.( rubor, tumor, calor y
dolor).

En esta etapa aguda las células características son glóbulos blancos fagocíticos de la
serie granulocitos y monocitos.
Los granulocitos son identificables por sus gránulos citoplasmáticos característicos y
núcleos multilobulados. Los neutrófilos son los primeros granulocitos que llegan al
sitio afectado.Contienen enzimas y otras sustancias que se utilizan en la destrucción
del agente extraño. Los neutrófilos eliminan sustancias de desecho, como restos
celulares y elementos de los microorganismos invasores. Son atraídos a la zona de
lesión por sustancias liberadas por las células dañadas por el agente llamadas
quimiotaxinas, atraviesan los vasos sanguíneos y destruyen e ingieren a los microbios
(microbio es un término que se utiliza para designarbacterias, virus, hongos o
parásitos sin especificar su tipo) mediante fagocitosis. En este proceso puede
formarse pus, que consta de células muertas o vivas, tanto microbios como
fagocitos.Otros granulocitos que migran al foco son los eosinófilos (que reciben ese
nombre porque sus gránulos citoplasmáticos se tiñen de rojo con el colorante eosina) y
los basófilos(coloración azul con azul de timol). Los primeros aumentan especialmente
en los procesos parasitarios y las reacciones alérgicas a través de sustancias
liberadas por sus gránulos citoplasmáticos. Los segundos liberan histamina,
vasodilatador que actúa en la reacción vascular y que puede encontrarse aumentado
en los procesos alérgicos.

Los linfocitos T killer (natural killer) son potentes macrófagosque destruyen células
señaladas por anticuerpos (Los TNK tienen reacción inespecífica, aunque estén
guiados por anticuerpos)

Los monocitos migran más tardíamente. Son mononucleares, viven más tiempo que
los granulocitos y responden en una cantidad mucho mayor con una capacidad de
fagocitosis más intensa.

Otra célula que resguarda especialmente mucosas, piel y tejido conectivo son los
mastocitos, que pueden aumentar su actividad de manera excesiva generando
cuadros de alergia e hipersensibilidad.

La migración de los leucocitos desde los vasos sanguíneos recibe el nombre de


quimiotaxis. Se realiza mediante movimientos ameboides estimulados por las
sustancias químicas secretadas por las células del foco y por el endotelio vascular
afectado. Luego se produce la fagocitosis que cuenta con tres pasos:

opsonización: reconocimiento gracias a la adhesión de moléculas marcadoras emitidas


por las células de defensa, internalización: por el proceso de incorporación al
citoplasma (fagocitosis propiamente dicha) con la formación de vesículas en el
citoplasma y, destrucción: mediante la acción de enzimas que digieren al
microorganismo.

Otras sustancias que son secretadas por las células en este proceso son pirógenos,
que aumentan la temperatura local y, si pasan a la sangre, actúan sobre el hipotálamo,
un núcleo del sistema nervioso central que regula la temperatura (también las
sensaciones de hambre y sed y la función del sistema nervioso autónomo y endócrino)
generando fiebre; interleuquinas, que estimulan la migración y el aumento de
leucocitos;histamina y leucotrienos, productores de vasodilatación; bradiquinina, que
aumenta la permeabilidad vascular y sensibiliza al dolor,tromboxanos, que estimulan la
acción de plaquetas sanguíneas en forma local y prostaglandinas.

Si la defensa tuvo éxito, el agente extraño será eliminado y el tejido volverá a


reconstituirse por el proceso de cicatrización, con migración de fibroblastos y
permanencia de leucocitos que ocuparán la zona afectada hasta ser reemplazados por
las células específicas del tejido.

Si la situación inflamatoria persiste o reaparece en forma intermitente estamos ante un


proceso crónico que intentará aislar al agente extraño a través de un granuloma
rodeado de una cápsula por lo que se producirá la migración de fibroblastos y
permanencia de macrófagos y linfocitos.

La inmunidad innata también se produce sobre microorganismos que ingresan por


primera vez al cuerpo de manera sistémica (no sólo local) y pueden o no generar
síntomas como fiebre, decaimiento, inflamación de mucosas, piel y otros tejidos. Es
inespecífica, o sea que no reconoce particularmente al antígeno, ya que es la
respuesta al contacto que el cuerpo establece con ese antígeno por primera vez. Las
células involucradas son macrófagos y neutrófilos y células dendríticas(cuya función
es adherirse al antígeno para señalarlo).

Otra parte del sistema inmune es un conjunto de proteínas plasmáticas que actúan en
la respuesta innata y en la adquirida denominado sistema de complemento. Su función
es semejante a la de los anticuerpos, pero sin especificidad, adhiriéndose al cuerpo
del antígeno para señalarlo o para generar daños que faciliten su destrucción o
inactivación.
El proceso de respuesta innata permite que vaya realizándose un segundo proceso,
que llevará a la respuesta inmune adquirida. En ella participan los linfocitos T y B.
Los primeros conforman la inmunidad celular y los segundos la inmunidad humoral.
Los linfocitos T terminan su maduración en el timo, un órgano del sistema linfático. Allí
los linfocitos T desarrollarán la capacidad de reconocer específicamente cada tipo de
antígenos y generarán poblaciones en las que permanecerá esa información. Este
proceso se denomina memoria celular, ya que la función de estos linfocitos una vez
reconocido el antígeno es la de fagocitarlos.

Los linfocitos B tienen un proceso de maduración aún no determinado, pero


desarrollan memoria humoral, generando también familias celulares con datos
específicos para reconocer antígenos. Su respuesta se realiza a través de la síntesis y
eliminación hacia el plasma de proteínas específicas o anticuerpos (por eso humoral)
que actuarán en la señalización del antígeno o en la destrucción de sus estructuras
(por ejemplo, producen ruptura de la membrana celular bacteriana). Los linfocitos B en
el proceso de sintetizar y eliminar anticuerpos se transforman en células plasmáticas.

Los linfocitos T y B contactarán con el antígeno una primera vez de manera


inespecífica, pero una vez relevados los datos de identidad del mismo, guardarán esa
información. En un próximo contacto con ese antígeno la respuesta del sistema será lo
suficientemente rápida para evitar la propagación del germen y la generación de
enfermedad.

En este proceso son importantes las moléculas del complejo mayor de


histocompatibilidad (CMH), proteínas celulares que señalan la identidad de las células
propias del cuerpo para diferenciarlas de los antígenos. Es fundamental su
identificación en cada individuo en los procesos de transplantes de órganos.

El proceso de inmunidad inespecífica y específica puede ejemplificarse con muchas


enfermedades de la infancia como el sarampión, las paperas o la varicela, en donde el
primer contacto con el germen produce la manifestación de la enfermedad de manera
limitada por la inmunidad innata o inespecífica pero genera memoria humoral y celular,
de manera que no vuelve a producirse enfermedad en posteriores contactos con el
microorganismo (esto sucede en condiciones normales: en cuadros como desnutrición
o ciertas enfermedades, a veces el primer contacto tiene una intensidad mortal o no
logra establecer memoria).
Los anticuerpos o inmunoglobulinas son proteínas que circulan en plasma que se
dividen en cinco clases: Ig G, Ig A, IgM, IgD eIg E. Cada una tiene características
especiales, entre ellas, la IgG atraviesa la placenta, es la inmunoglobulina con la que
el feto recibe inmunidad de su madre y la más importante en la respuesta adquirida, la
A se encuentra en las secreciones como saliva o lágrimas, la M es la primera en
secretarse en respuesta a un antígeno, la D es parte de la membrana celular de los
linfocitos B y actúa como receptor del antígeno y la E participa en el proceso
inflamatorio, alergias y combate en parasitosis.

INMUNIZACIÓN ACTIVA Y PASIVA

Estos mecanismos permiten establecer métodos de prevención o curación de


enfermedades infecciosas o tóxicas.

Inmunización activa: en esta forma de inmunización lo que se hace es poner al


sistema inmune en contacto con un germen atenuado o muerto, de manera que sean
reconocidas sus características antigénicas y se estimule la respuesta adquirida con
linfocitos T y B que ya habrán hecho contacto con el antígeno en situación controlada.
Este es el caso de las vacunas.

Inmunización pasiva: muchas situaciones no permiten esperar una respuesta del


sistema inmune, ya que la rapidez y la gravedad del proceso sobre el cuerpo no da
tiempo al establecimientode la respuesta adquirida. Es el caso de ciertos venenos
como los de serpientes o alacranes, o ciertas virosis. No habrá intención de estimular
al sistema y lo que se hará será introducir anticuerpos formados en otro individuo
(humano o animal), específicos para ese antígeno. Esto es lo que se denomina suero,
ya que es plasma sin células ni factores de coagulación, pero que posee las
inmunoglobulinas específicas.

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