Está en la página 1de 35

El amor y la inteligencia

“EL AMOR Y LA INTELIGENCIA”

AUTORES:
Burga Montenegro Sandra Fabiola
Vargas Abanto José Carlos Miguel.
Romero Gonzales Clever.

CURSO:
FILOSOFÍA

PROFESORA:
Pisfil Becerra María del Carmen

Chiclayo, Julio del 2010

USAT Pá gina 1
El amor y la inteligencia

DEDICATORIA
A nuestras madres, las personas que
nunca han dejado de creer en
nosotros, por sus desvelos, su
cariñ o sin igual, por permitirnos
caminar a su lado y ser fuente
eterna de amor y ternura.

A nuestra profesora, dulce ejemplo a


seguir, que con su paciencia, entrega
y dedicació n nos nutre con sus
enseñ anzas y nos conduce por el
camino correcto a seguir.

USAT Pá gina 2
El amor y la inteligencia

INTRODUCCIÓN

CAPITULO I: EL AMOR
1.1 Etimología
1.2 Definición y Tipos de amor
1.3 Falsos rostros del amor
1.4 Manifestaciones del amor

CAPITULO II: LA INTELIGENCIA


2.1 Definición
2.2 Sistema Límbico
2.3 Relación Amor – Inteligencia

CAPITULO III: AMOR EN LA ACTUALIDAD


3.1 ¿Cómo ama el joven hoy en día?
3.2 Amor - Relativismo

CAPITULO IV: LA EDUCACIÒN DE LA AFECTIVIDAD


4.1 La Afectividad
4.2 Como podemos aprender a amar
CONCLUSIÓN

BIBLIOGRAFÍA

INTRODUCCIÓN
USAT Pá gina 3
El amor y la inteligencia

Existen en nuestra sociedad cursos de todo tipo, sobre cualquier tema. Lo más
importante de nuestra vida pasa por el amor. ¿Y quién nos ha enseñado a
amar sana y sabiamente? Si el fundamento de nuestra existencia es el amor a
Dios y al prójimo, si la base de la sociedad es la familia, y la esencia de la
familia es el amor... es hora de que aprendamos qué es el amor y cómo se
lleva a la realidad de cada día. Amar es pertenecer, entregar, recibir, abrigar,
florecer. El amor es esa fuerza que protege lo más valioso que Dios nos ha
dado: la vida. El amor se regocija con la planta que crece, con el nacimiento; se
conmueve ante el dolor y la pérdida. El amor nos arraiga al mundo y nos hace
volar hacia Dios. Nos enlaza con la vida, y paradójicamente nos libera con la
libertad verdadera. Definir qué es la inteligencia es siempre objeto de polémica;
las definiciones de inteligencia pueden clasificarse en varios grupos: las
psicológicas, mostrando la inteligencia como la capacidad cognitiva, de
aprendizaje, y relación; las biológicas, que consideran la capacidad de
adaptación a nuevas situaciones; las operativas, etc. Además, el concepto de
inteligencia artificial generó hablar de sistemas, y para que se pueda aplicar el
adjetivo inteligente a un sistema, éste debe poseer varias características, tales
como la capacidad de razonar, planear, resolver problemas, pensar de manera
abstracta, comprender ideas y lenguajes, y aprender. Tal diversidad indica el
carácter complejo de la inteligencia, la cual sólo puede ser descrita
parcialmente mediante enumeración de procesos o atributos que, al ser tan
variados, hacen inviable una definición única y delimitada. Si fusionamos el
amor y la inteligencia en cada aspecto de nuestras vidas, encontraremos una
forma de interactuar con el mundo que tiene muy en cuenta los sentimientos, y
engloba habilidades tales como el control de los impulsos, la autoconciencia, la
motivación, el entusiasmo, la perseverancia, la empatía, la agilidad mental, etc.
Ellas configuran rasgos de carácter como la autodisciplina, la compasión o el
altruismo, que resultan indispensables para una buena y creativa adaptación
social. Las personas con habilidades emocionales bien desarrolladas también
tienen más probabilidades de sentirse satisfechas y ser eficaces en su vida.

Hemos planteado este tema para aprender a amar verdaderamente, es una


invitación para que sepamos cómo transitar ese camino del amor, el único que
nos salva y que puede ayudar a los hombres a vivir mejor, a encontrar felicidad,
a encontrar el Reino de Dios. Esperamos que este trabajo sea una guía para
todos, que nos ayude a sembrar, a dar luz en la sombra. Pero esto no es algo
cerrado, estático, un modelo terminado a seguir. Todo lo contrario. No hay
recetas para el amor, pero hay un amor que es sano y es sabio y hay otro amor
que no lo es. Uno es eterno, y el otro muere, indefectiblemente... tarde o
temprano.

USAT Pá gina 4
El amor y la inteligencia

CAPITULO

EL AMOR

USAT Pá gina 5
El amor y la inteligencia

1.1 ETIMOLOGÌA

Según Gottfried Leibniz:

“Habitualmente se interpreta como un sentimiento, relacionado con el


afecto , el apego; resultante y productor de una serie de emociones,
experiencias y actitudes”
El amor (del latín amor, oris) es un concepto universal relativo a la afinidad
entre seres, definido de diversas formas según las diferentes ideologías y
puntos de vista (científico, filosófico, religioso, artístico). Con frecuencia el
término se asocia con el amor romántico. Su diversidad de usos y
significados, combinada con la complejidad del sentimiento implicado en
cada caso, hace que el amor sea especialmente difícil de definir de un
modo consistente. Las emociones asociadas al amor pueden ser
extremadamente poderosas, llegando con frecuencia a ser irresistibles. Con
todo, el amor interpersonal se considera sano o «verdadero» cuando es
constructivo para la personalidad, para lo cual es indispensable tener una
buena autoestima.
«Amar es encontrar en la felicidad de otro tu propia felicidad».

1.2 DEFINICION Y TIPOS DE AMOR

Según Agustín García Calvo:

“El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no


es jactancioso, no se envanece; no hace nada indebido, no busca lo
suyo, no se irrita, no guarda rencor; no se goza de la injusticia, mas
se goza de la verdad. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo
lo soporta. El amor nunca deja de ser amor”.

El amor se considera normalmente un sentimiento profundo e inefable de


preocupación cariñosa por otra persona. Incluso ésta limitada concepción
del amor, no obstante, abarca una gran cantidad de sentimientos
diferentes, desde el deseo pasional y de intimidad del amor romántico
hasta la proximidad emocional asexual del amor familiar y el amor
platónico, y hasta la profunda unidad de la devoción del amor religioso.

1.2.1 LAS FASES DEL AMOR


De acuerdo con Melendo, se puede manifestar dos fases dentro del amor,
y estas son:
USAT Pá gina 6
El amor y la inteligencia

A) ATRACCIÓN INICIAL Y ENAMORAMIENTO


Muchas personas consideran el amor, en su conjunto, como una realidad
fatal, que impone su ley a cuantos caen bajo su dominio, sin permitirles otra
salida que la de consentirse a las múltiples exigencia que él establece. El
enamoramiento se configura como el primer momento de interrupción
activa de la voluntad amorosa y como el fundamento siempre mantenido
del proceso conyugal en todas sus etapas.

B) PERSISTENCIA DEL AMOR: FIDELIDAD


En la etapa del enamoramiento se ha señalado el papel insustituible de la
elección voluntaria, una función similar se vuelve primordial y evidente en
ese largo desenvolvimiento del amor, que se pueda calificar con una sola
palabra como “felicidad”. Todo autentico amor es por su misma naturaleza,
infinito y eterno.
El término “eterno”, aplicado al hombre, compuesto de espíritu y materia,
alude a una eternidad participada que se manifiesta en el matrimonio como
la suma de un compromiso para siempre y de una felicidad constantemente
mantenida y renovada.

1.2.2 CARACTERÍSTICAS DEL AMOR


Siguiendo la perspectiva de Melendo, el amor nos puede expresar las
características más relevantes tales como:

CORROBORAR EN EL SER
Con esta característica se presenta el primer momento constitutivo de todo
amor verdadero, de todo amor de amistad, y confirmación en el ser de
modo alguno constituye una simple voluntad o deseo. Pues el amor hacia
la persona querida posee la virtud de hacerla realmente real para nosotros,
de hacer que no nos resulte indiferente, que nos importe y que nos
incumba totalmente.
Está claro que no amar a una persona es excluirla de la vida, mientras que
amarla, es el contrario, es confinarla en su ser. Amar de verdad es estar
enamorado es querer hasta tal punto que el termino de la existencia de
nuestro amor seria como un universo incompleto.

DESEOS DE PLENITUD
Debemos tener en claro que amor no aspira exclusivamente a que el ser
querido viva, sino, en el mejor sentido de la expresión a que la persona
amada viva bien, que llegue a la plenitud del propio ser para que así logre
alcanzar su perfección. Es el mismo acto de amor el que rectifica en el ser
a la persona querida y el que la impulsa a avanzar en el camino de su
perfección.

USAT Pá gina 7
El amor y la inteligencia

ENTREGA
La entrega constituye el momento termina a la culminación del amor. La
entrega es el sello soberano del amor electivo ya que quien ama y percibe
a la otra persona como una apasionada y perfecta aventura , digna de
vivirse, apreciando su nobleza , pensándola toda el tiempo y sintiéndose
impulsado a exclamar. ¡Vale la pena que me ponga plenamente a tu
servicio. Es evidente que quien ama desea o anhela completar acto de
querer con la donación de si mismo y con la entrega de su propio ser.

1.2.3 TRES FORMAS DE EXPERIENCIA DEL AMOR

Von, D. (1998), manifiesta que para entender la relación entre amor y


felicidad, es conveniente recordar que el amor se puede descubrir de
modos muy diferentes. Veamos cómo se dan.

EL AMAR
La esencia del amor se muestra desde ángulos muy distintos. En primer
lugar, se descubre lo que es el amor cuando nosotros mismos amamos a
alguien: en este descubrimiento se halla la extraordinaria fuente de
experiencia que involucra amar verdaderamente. El ser humano al amar
experimenta lo que es el amor.

EL SER AMADO
En segundo lugar, la esencia del amor se nos revela en otras personas. El
ser humano es testigo del amor de una persona por otra. La esencia del
amor, su peculiar cualidad, la entrega que implica, el gozo que implica y
muchas otras cosas se manifiestan en el amor a los demás.

EL CONOCIMIENTO DE AMOR DE LOS TERCEROS


Existe un tercer modo en que se abre la esencia del amor, al ser amado,
cuando alguien nos ama, cuando el rayo de su amor penetra en nuestra
alma , cuando su amor nos envuelve, se abre la esencia del amor de una
manera nueva. En este caso el ser humano es afectado por el amor de
otro.

TIPOS DE AMOR

RECORDANDO:

La lengua griega, utilizada en el Nuevo Testamento, distingue cuatro tipos


de amor: 

A. El amor erao ("eros"): amor de deseo, atracción, pasión. Deseo de


poseer el amado.

USAT Pá gina 8
El amor y la inteligencia

Ej. El hombre que se siente atraído a una mujer y desea ser


correspondido. 

B. El amor stergo: el amor familiar,

Ej: de una madre a sus hijos. Los cristianos deben amarse


mutuamente con amor de familia. "Ámense cordialmente los unos a los
otros" (Rom 12,10). Los cristianos deben sentirse miembros de una
misma familia.

C. El amor fileo: Amor de amistad.

"Señor, aquel a quien tú quieres (fileo) está enfermo" (Jn.11, 2); "Al
otro discípulo a quien Jesús amaba (fileo)" (Jn 20, 2). "Ustedes son mis
amigos (filos) si hacen lo que yo les mando" (Jn.15, 14).

D. El amor agapao (agape): El amor de la caridad. No espera nada en


retorno. Es un amor abnegado y sacrificado. Ama aun cuando no es
correspondido y cuando no siente el deseo.

Ej.:"Sabiendo Jesús que había llegado su hora de pasar de este


mundo al Padre, habiendo amado a los suyos, los amó hasta el
extremo" (13, 1); "Como el Padre me amó, yo también los he amado.
Permanezcan en mi amor" (Jn.15, 9); "Nadie tiene mayor amor que el
que da su vida por sus amigos" (Jn.15, 13).

CLASIFICACIÒN ACTUAL

1. EL AMOR FRATERNAL:

Es el que se siente por los hermanos y por todas las personas; y el que
representa la unión y solidaridad con todos los hombres. Lo superficial
es lo que nos separa y el amor el que nos une, porque es el centro el
que expresa los sentimientos genuinos, la misma identidad, el que
puede alcanzar la misma profundidad en el otro.
El amor al desvalido es el principio del amor fraternal, porque amar a
nuestros padres o hijos no constituye ninguna hazaña.
La compasión por el necesitado aumenta el amor a nosotros mismos y
a nuestros hermanos, porque compasión significa conocimiento e
identificación.
EJ: cuando uno tiene un hermano y ves que necesita apoyo moral,
necesita el consejo de un amigo, de un hermano, que le brinde el
tiempo y la atención necesaria para encaminarlos por lo bueno.

2. EL AMOR MATERNO:

USAT Pá gina 9
El amor y la inteligencia

Es la única clase de amor incondicional que existe, la más alta


expresión de amor generoso y altruista. Incluye tanto el cuidado y la
responsabilidad por el niño y su crecimiento, como la alegría que
experimenta la madre de estar viva y de su amor por la vida.
La mayoría de las madres brindan a su hijo el alimento para su
desarrollo, pero solo unas pocas le inculcan también la felicidad de
estar vivas; porque para lograrlo deben ser madres felices y no todas
alcanzan ese objetivo. Tanto el amor como la ansiedad van con la leche
materna e influyen en la personalidad del niño.
Las madres aman a sus hijos mientras son pequeños y su deseo
debería ser que crezcan, para independizarse de ella.
Una madre con verdadero amor hacia su hijo debe alentar esa
separación; y esto representa un acto de generosidad, o sea el haber
dado todo sin desear nada más que la felicidad de su hijo. Esto sólo lo
logrará la mujer con actitud amorosa, que es capaz de sentir amor
fraternal a todo el mundo y también a su hijo.
EJ: La esencia misma de este amor es cuidar de que el niño crezca, y
esto significa desear que el niño se separe de ella. El amor maternal
por el niño crece. Amor que no desea nada para sí, es quizá la forma
de amor más difícil de lograr”.

3. AMOR ERÓTICO:

El que puede amar a su hermano, puede amar a su prójimo; el que ama


a su hijo amará a todos los que necesitan de su ayuda.
En cambio, el amor erótico es el deseo de fusión completa que se lo
puede confundir con el enamoramiento, pero a diferencia de éste, es
una experiencia de efímera intimidad sexual que por naturaleza es de
poca duración, ya que este tipo de intimidad tiende a disminuir con el
tiempo. El deseo sexual busca un nuevo amor, engañándose con la
ilusión de que el próximo será distinto.
Desear físicamente a alguien no es amor, porque es el amor el que
tiene que inspirar el deseo.
El amor debe ser un acto de voluntad y compromiso, la elección de
dedicar toda la vida a otra persona; porque en esencia todos somos
iguales, varía solamente nuestra parte superficial pero no la vivencia de
la esencia de cada ser. Si fuera solo un sentimiento no tendría base
para sustentar una promesa a largo plazo.
EJ: cuando se ve al sexo opuesto únicamente como objeto de placer,
se siente cariño y afecto, pero no amor, porque en ese momento pasa a
segundo plano.

4. EL AMOR A SÍ MISMO:

USAT Pá gina 10
El amor y la inteligencia

La religión considera egoísmo al amor a si mismo que Freud llama


narcisismo. Sin embargo, si es bueno amar al prójimo también debe
serlo amarse a sí mismo.
El que puede amar a los demás también se quiere él mismo. El egoísta
solo se interesa por sí mismo, no en dar sino en tomar.
El egoísmo y el amor a si mismo son opuestos. El egoísta no se ama,
se odia, es infeliz y desea satisfacciones para llenar su vacío y su
frustración.
EJ: el siempre tratar de verse bien, saludable, feliz, solucionar los
problemas de la manera más salomónica sin lastimar a nadie ni
lastimarnos nosotros mismos, por los efectos secundarios que pueda
tener nuestra acción.

5. EL AMOR A DIOS:

El amor como actitud, es la necesidad de superar la angustia de la


separabilidad por medio de la unión; lo mismo es el amor a Dios.
Dios es el símbolo del principio de unidad que subyace al mundo de las
cosas, la fuente de todo, pero no podemos saber quién es Él con el
pensamiento sino con la experiencia de unidad cuando nos
identificamos con Él; de manera que lo más importante es la forma de
vivir correcta. En la madurez Dios deja de ser un poder exterior cuando
el hombre ya ha incorporado sus principios de amor y justicia y se ha
convertido en uno con él.

1.3 FALSOS ROSTROS DEL AMOR:

Según Erich Fromm:

“La relación con los demás involucra, siempre, el problema de la


separabilidad, que es una de las dicotomías existenciales humanas y
que forman parte de la naturaleza del hombre”.
La separabilidad, el aislamiento, la soledad pueden llevar a la locura o al
suicidio. Por eso los seres humanos se aferran desesperadamente a
muchas formas de relaciones que les impiden enfrentar la experiencia de
separabilidad. Pudieran resolverla positivamente, porque es perfectamente
posible, pero si se asustan o se angustian pueden recurrir a formas
patológicas de apego.

Entre estas formas, las más comunes son las siguientes:

1. AMOR CENTRADO EN LA MADRE:


Cuando una persona se ve imposibilitada para madurar y separarse de
la madre para lanzarse solo al mundo y resolver el problema de su

USAT Pá gina 11
El amor y la inteligencia

propia existencia, crece intelectualmente, pero afectivamente sigue


siendo un niño que busca una madre que sustituya a la verdadera, pero
que de lo mismo: amor incondicional, protección y admiración, tan sólo
porque la persona existe. En estos casos, se busca a una mujer de ese
tipo. Este tipo de falso amor está destinado al fracaso porque ninguna
mujer, por madura o inmadura que sea, puede fungir como madre y
porque la naturaleza humana lucha una y otra vez por lograr que el
hombre logre su madurez, lo que genera conflictos, desilusiones,
angustia, depresión, etc. Cuando se habla de que una persona se ve
imposibilitada a madurar y separarse de la madre, se puede deber a la
actitud del hijo o de la madre, esto último es lo más frecuente. Es un
abuso porque el niño está indefenso ante la manipulación psicológica de
ella.
EJ: El complejo de Edipo.
2. AMOR CENTRADO EN EL PADRE:
Este tipo de apego suele producir una persona sumisa y eternamente
angustiada por ser aceptada. Escoge como pareja a una persona que
sea exigente y condicionante como el padre. Si es mujer busca no quien
la acepte, sino quien la guíe y la domine; si es hombre, busca una mujer
ambivalente, es decir que sea dominante en algunos aspectos y muy
sumisa en otros. Difícilmente llega el amor en estas relaciones y por el
contrario son fuente de conflictos y violencia psicológica o física entre la
pareja.
EJ: El complejo de Electra.
3. AMOR IDOLÀTRICO:
La persona percibe lo que es necesario hacer en la vida y tiene plena
conciencia de que ella misma no lo hace. Entonces encuentra “todo” lo
ideal, en otra persona, la cual le parece la suma de todo lo bueno y lo
deseable. Para esta persona el otro o la otra es “lo máximo” que pudo
haber encontrado. Se enamora súbitamente y hace todo lo que quiere su
“gran amor”. La desilusión llega muy pronto cuando la “otra persona” es
percibida en su realidad. Las personas que tienden al amor “idolátrico”
no aprenden de sus experiencias, los episodios se repiten varias veces
en su vida.
4. AMOR SENTIMENTAL:
Es un tipo de pseudo amor parásito que vive de los sentimientos de
otras personas ya que la persona misma es incapaz de vivirlos. Es el de
las personas que son sentimentales, que se emocionan al máximo con
una película, una canción o una novela de amor pero son cobardes y
cuidan sus posibles sentimientos como si usarlos fuese gastarlos. En
general se unen a otras personas incapaces de amar como ellas sólo
USAT Pá gina 12
El amor y la inteligencia

para ver y observar el amor y el fracaso sentimental de otras personas.


Viven de sentimientos y emociones ajenas y no propias. Son muy
“sociables”, ya que requieren de constante materia prima para alimentar
sus propias carencias afectivas.

5. AMOR ABSTRACTIFICADO:

Es otro tipo de falso amor que se localiza en el pasado y o en lo futuro,


pero jamás en el presente. Se vive de la emoción de lo vivido que,
cuando fue presente, no fue amoroso y se tiene la esperanza de que en
el futuro “vendrá el amor”.
Fromm dice que es un sustituto del amor para aliviar el dolor de la propia
realidad, soledad y ausencia de amor.

6. AMOR PROYECTIVO:
Se da cuando uno de los integrantes de la pareja alivia su angustia por
la falta de evolución propia atribuyendo a otros (generalmente a la
pareja, pero puede proyectarse también a los hijos y parientes) todos los
defectos propios. De esta manera, se le corrige y se le acusa, se le
domina y se le somete sistemáticamente. Este tipo de reacción está
dominada por motivos violentos y es causa de angustia constante para
todos los involucrados, porque su costo es mayor sumisión o mayor
dominio lo que no resuelve el problema existencial y sí lo agudiza.

7. AMOR FILIAL DESTRUCTIVO:

Cuando ambos padres o uno de ellos ha fracasado en resolver el


problema de la propia existencia, puede desear tener hijos para que
realicen lo que ellos, él o ella, no pudieron realizar. Convierten a los hijos
en instrumentos de su propio fracaso y en general, ocurre un fracaso
general, de la propia persona y de los hijos, pues nadie puede vivir por
otro.

1.4 MANIFESTACIONES DEL AMOR

En las relaciones de la persona con su medio, el amor puede presentar


una o más de una de las manifestaciones siguientes:

1. AMOR AUTO PERSONAL:

La autoestima o amor propio es el amor hacia uno mismo. Es algo


positivo para el desarrollo personal e indispensable para las buenas

USAT Pá gina 13
El amor y la inteligencia

relaciones interpersonales. Se basa en la aceptación de las virtudes y


defectos propios y la percepción de éstos en su justa medida. No debe
confundirse con el narcisismo, que conlleva egocentrismo y que suele
existir como consecuencia de una autoestima baja. Vulgarmente y con
frecuencia se malinterpreta el concepto de autoestima al referirse al
narcisismo patológico como «autoestima demasiado alta» o «demasiado
amor propio». La autoestima es el requisito necesario para que exista
amor real en cualquiera de sus manifestaciones.

2. AMOR INCONDICIONAL:

Es el que se profesa sin esperar nada a cambio. El amor espiritual,


predicado por las diferentes religiones, es el amor incondicional por
antonomasia. El amor maternal, o amor de madre a hijo, se reconoce
también como amor de este tipo; este último, por tradición, se considera
motivado por un fuerte instinto que lo hace especialmente intenso; no
obstante, hay también quien cuestiona la existencia de dicho instinto.

3. AMOR FILIAL:

Entre hijos y padres (y, por extensión, entre descendientes y ancestros).

4. AMOR FRATERNAL:

En su sentido estricto, es el afecto entre hermanos, aunque puede


extenderse a otros parientes exceptuados los padres y los
descendientes. Nace de un sentimiento profundo de gratitud y
reconocimiento a la familia, y se manifiesta por emociones que apuntan
a la convivencia, la colaboración y la identificación de cada sujeto dentro
de una estructura de parentesco. Lo mismo que el amor filial, y desde el
punto de vista del psicoanálisis, el fraternal es sublimado, ya que está
fundado en la interdicción del incesto.

5. AMOR ROMÁNTICO:

Nace en la expectativa de que un ser humano cercano colme a uno de


satisfacción y felicidad existencial. Este sentimiento idealiza en cierto
grado a la persona objeto de dicha expectativa, definida en la psiquis.

6. AMOR CONFLUENTE:

Amor entre personas capaz de establecer relaciones de pareja definido


a mediados del siglo XX. Aparece por oposición al amor romántico: no

USAT Pá gina 14
El amor y la inteligencia

tiene que ser único, no tiene que ser para siempre, no supone una
entrega incondicional etc.

7. AMOR SEXUAL:

Incluye el amor romántico y el amor confluente. El deseo sexual se


considera una manifestación del amor únicamente si nace de la
autoestima.

8. AMOR PLATÓNICO:

Con propiedad, es un concepto filosófico que consiste en la elevación


de la manifestación de una idea hasta su contemplación, que varía
desde la apariencia de la belleza hasta el conocimiento puro y
desinteresado de su esencia. Para Platón, el verdadero amor es el que
nace de la sabiduría, es decir, del conocimiento. Vulgarmente, se
conoce como una forma de amor en que no hay un elemento sexual o
éste se da de forma mental, imaginativa o idealista y no de forma física.

9. AMOR A LOS ANIMALES Y A LAS PLANTAS: Nace de un sentimiento


protector.

10. AMOR HACIA ALGO ABSTRACTO O INANIMADO:

A un objeto físico, una idea, una meta, a la patria (patriotismo), al lugar


de nacimiento, al honor, a la independencia (integridad). Puede
considerarse amor platónico en su sentido filosófico.

11. AMOR HACIA UN DIOS O UNA DEIDAD (DEVOCIÓN):

Suele nacer de la educación recibida desde la infancia. Considera a Dios


como la fuente de todo amor y se basa en la fe. En la mayoría de los
casos, se considera que tras la muerte Dios premiará de alguna forma a
las personas que la correspondiente religión considere virtuosas.

12. AMOR UNIVERSAL:

Amor espiritual que, según diferentes religiones, todas las personas


pueden llegar a sentir por el medio natural y que los grandes místicos

USAT Pá gina 15
El amor y la inteligencia

experimentan como nirvana, éxtasis o iluminación, manifestación


sublime en la que se eclipsan o confluyen el resto de las
manifestaciones. Eckhart Tolle sostiene que el amor, como estado
continuo, aún es muy raro y escaso, tan escaso como un ser humano
consciente.

USAT Pá gina 16
El amor y la inteligencia

CAPITULO

II

USAT Pá gina 17
El amor y la inteligencia

La Inteligencia

2.1 LA INTELIGENCIA:

La inteligencia es la capacidad de asimilar, guardar, elaborar información


y utilizarla para resolver problemas, cosa que también son capaces de
hacer los animales e incluso los ordenadores. Pero el ser humano va
más allá, desarrollando una capacidad de iniciar, dirigir y controlar
nuestras operaciones mentales y todas las actividades que manejan
información. Aprendemos, reconocemos, relacionamos, mantenemos el
equilibrio y muchas cosas más sin saber cómo lo hacemos. Pero
tenemos además la capacidad de integrar estas actividades mentales y
de hacerlas voluntarias, en definitiva de controlarlas, como ocurre con
nuestra atención o con el aprendizaje, que deja de ser automático como
en los animales para focalizarlo hacia determinados objetivos deseados.

Según Daniel Goleman:

Una de las definiciones que mejor se adaptan a nuestra forma de


entender el término, es la que nos dice que inteligencia, es "la aptitud
que nos permite recoger información de nuestro interior y del
mundo que nos circunda, con el objetivo de emitir la respuesta más
adecuada a las demandas que el vivir cotidiano nos plantea", según
acuerdo generalizado entre los estudiosos del tema depende de la
dotación genética y de las vivencias que experimentamos a lo largo de la
vida.

2.2 SISTEMA LÌMBICO:

El sistema límbico, también llamado cerebro medio, es la porción del


cerebro situada inmediatamente debajo de la corteza cerebral, y que
comprende centros importantes como el tálamo, hipotálamo, el hipocampo,
la amígdala cerebral (no debemos confundirlas con las de la garganta).

Estos centros ya funcionan en los mamíferos, siendo el asiento de


movimientos emocionales como el temor o la agresión.

En el ser humano, estos son los centros de la afectividad, es aquí donde


se procesan las distintas emociones y el hombre experimenta penas,
angustias y alegrías intensas

El papel de la amígdala como centro de procesamiento de las emociones


es hoy incuestionable. Pacientes con la amígdala lesionada ya no son
capaces de reconocer la expresión de un rostro o si una persona está
contenta o triste. Los monos a las que fue extirpada la amígdala
manifestaron un comportamiento social en extremo alterado: perdieron la
USAT Pá gina 18
El amor y la inteligencia

sensibilidad para las complejas reglas de comportamiento social en su


manada. El comportamiento maternal y las reacciones afectivas frente a
los otros animales se vieron claramente perjudicados.

Los investigadores J. F. Fulton y D. F. Jacobson, de la Universidad de


Yale, aportaron además pruebas de que la capacidad de aprendizaje y la
memoria requieren de una amígdala intacta: pusieron a unos chimpancés
delante de dos cuencos de comida. En uno de ellos había un apetitoso
bocado, el otro estaba vacío. Luego taparon los cuencos. Al cabo de unos
segundos se permitió a los animales tomar uno de los recipientes
cerrados. Los animales sanos tomaron sin dudarlo el cuenco que contenía
el apetitoso bocado, mientras que los chimpancés con la amígdala
lesionada eligieron al azar; el bocado apetitoso no había despertado en
ellos ninguna excitación de la amígdala y por eso tampoco lo recordaban.

El sistema límbico está en constante interacción con la corteza cerebral.


Una transmisión de señales de alta velocidad permite que el sistema
límbico y el neocórtex trabajen juntos, y esto es lo que explica que
podamos tener control sobre nuestras emociones.

Hace aproximadamente cien millones de años aparecieron los primeros


mamíferos superiores. La evolución del cerebro dio un salto cuántico. Por
encima del bulbo raquídeo y del sistema límbico la naturaleza puso el
neocórtex, el cerebro racional.

A los instintos, impulsos y emociones se añadió de esta forma la


capacidad de pensar de forma abstracta y más allá de la inmediatez del
momento presente, de comprender las relaciones globales existentes, y de
desarrollar un yo consciente y una compleja vida emocional.

Hoy en día la corteza cerebral, la nueva y más importante zona del cerebro
humano, recubre y engloba las más viejas y primitivas. Esas regiones no
han sido eliminadas, sino que permanecen debajo, sin ostentar ya el
control indiscutido del cuerpo, pero aún activas.

La corteza cerebral no solamente ésta es el área más accesible del


cerebro: sino que es también la más distintivamente humana. La mayor
parte de nuestro pensar o planificar, y del lenguaje, imaginación,
creatividad y capacidad de abstracción, proviene de esta región cerebral.

Así, pues, el neocórtex nos capacita no sólo para solucionar ecuaciones de


álgebra, para aprender una lengua extranjera, para estudiar la Teoría de la
Relatividad o desarrollar la bomba atómica. Proporciona también a nuestra
vida emocional una nueva dimensión.

USAT Pá gina 19
El amor y la inteligencia

Amor y venganza, altruismo e intrigas, arte y moral, sensibilidad y


entusiasmo van mucho más allá de los rudos modelos de percepción y de
comportamiento espontáneo del sistema límbico.

Por otro lado -esto se puso de manifiesto en experimentos con pacientes


que tienen el cerebro dañado-, esas sensaciones quedarían anuladas sin
la participación del cerebro emocional. Por sí mismo, el neocórtex sólo
sería un buen ordenador de alto rendimiento.

Los lóbulos prefrontales y frontales juegan un especial papel en la


asimilación neocortical de las emociones. Como 'manager' de nuestras
emociones, asumen dos importantes tareas:

·     En primer lugar, moderan nuestras reacciones emocionales, frenando


las señales del cerebro límbico.

·     En segundo lugar, desarrollan planes de actuación concretos para


situaciones emocionales. Mientras que la amígdala del sistema límbico
proporciona los primeros auxilios en situaciones emocionales extremas, el
lóbulo prefrontal se ocupa de la delicada coordinación de nuestras
emociones.

Cuando nos hacemos cargo de las preocupaciones amorosas de nuestra


mejor amiga, tenemos sentimientos de culpa a causa del montón de actas
que hemos dejado de lado o fingimos calma en una conferencia, siempre
está trabajando también el neocórtex.  

I N T E L I G E N C I A E M O C I O N A L :

Es la capacidad humana para resolver problemas relacionados con las


emociones. Y aunque parezca que este tipo de inteligencia es poco
importante, se ha demostrado que es igualmente válida para tomar
decisiones ya que en estos momentos, los sentimientos y cómo nos
sentimos tienen mucho que ver a la hora de elegir.

La inteligencia emocional es un complemento indispensable en la


relación con sí mismo y con los demás. No sirve de nada ser el alumno
con mejores calificaciones si el niño no tiene amigos y se siente
acomplejado. Saber manejar nuestras emociones también tiene que ver
con la seguridad que debe estar presente en situaciones como un
examen o una entrevista en las que los nervios pueden “borrar de
nuestra mente” todo lo que sabemos.

La Inteligencia Emocional comprende y se desarrolla en cinco áreas


fundamentales de habilidades:
USAT Pá gina 20
El amor y la inteligencia

1. Autoconocimiento Emocional: reconocer un sentimiento mientras


éste se presenta es la clave de la Inteligencia Emocional. La falta de
habilidad para reconocer nuestros propios sentimientos nos deja a
merced de nuestras emociones. Las personas con esta habilidad
consiguen conducir mejor sus vidas.
2. Control Emocional: Es la habilidad de lidiar con los propios
sentimientos, adecuándolos a cualquier situación. Las personas que
carecen de esta habilidad caen constantemente en estados de
inseguridad, mientras que aquellas que poseen un mejor control
emocional tienden a recuperarse más rápidamente de los reveses y
contratiempos de la vida.
3. Automotivación: Dirigir las emociones para conseguir un objetivo es
esencial para mantenerse en un estado de búsqueda permanente y para
mantener la mente creativa para encontrar soluciones. Las personas que
tienen esta habilidad tienden a ser más productivas y eficaces, cualquiera
que sea su emprendimiento.
4. Reconocimiento de las Emociones Ajenas: La empatía es otra
habilidad que construye autoconocimiento emocional. Esta habilidad
permite a las personas reconocer las necesidades y los deseos de otros,
permitiéndoles relaciones más eficaces.
5. Habilidad para las Relaciones Interpersonales: El arte de
relacionarse es, en gran parte, la habilidad de producir sentimientos en
los demás. Esta habilidad es la base en la que se sustenta la popularidad,
el liderazgo y la eficiencia interpersonal. Las personas con esta cualidad
son más eficientes en todo lo que dice relación con la interacción entre
individuos. Son las "estrellas sociales". Las tres primeras habilidades se
refieren a la Inteligencia Intrapersonal y las dos últimas a la Inteligencia
Interpersonal.

2.3 AMOR - INTELIGENCIA

Una de las razones de esto es la educación percibida por ambas partes


y a causa de padres y entorno familiar en general. Ambos sexos reciben
conductas para actuar en pareja (machismo). La capacidad de controlar
y dominar los sentimientos y las pasiones es signo de madurez (tener
visión de futuro). El amor conyugal hay que cuidarlo a base de cosas
pequeñas y protegerlo de los vientos exteriores. La moral y la
inteligencia nos enseñan a saber vivir.

Según Enrique Rojas:

USAT Pá gina 21
El amor y la inteligencia

“Enamorarse consiste en encontrarse a sí mismo. Es querer a


alguien en exclusividad y pensar con ella y en ella para compartir el
futuro”.

Donde más se refleja o define el ser humano es en la elección amorosa,


la belleza actúa como catalizador y abre las puertas a la ilusión, ser en
ella, y darle lo mejor que tenga; hay que lograr que permanezca atento,
siempre dispuesto a lo mejor, integrando al amor inteligente en corazón,
cabeza y espiritualidad. Un amor liviano es mera superficialidad.

Debemos de entender que está bien admirar a quien es nuestra pareja


sentimental, pero sin llegar al exceso d creerlo más que cualquier otra
cosa o persona. Pues también de darnos cuenta de que ese mundo
rosita no es del todo así, que la felicidad se logra a base de esfuerzos,
que sean constantes, y no sólo por arte de magia el amor siempre va a
existir.

Es bueno saber que existe una especie de inteligencia que va enfocada


a la afectividad, con ella reconocemos que son los sentimientos
compartidos y sabremos cómo manejarlos, y sacarles el mayor
provecho. Nuestra convivencia con la “otra” persona. Es bueno,
además de lo anterior, meter un poquito de voluntad a nuestra vida
sentimental, ya que, con ella venceremos pequeñas batallas que se nos
presenten a lo largo de la relación; superando caprichos y sumando
victorias.

No es lógico que aquí empiece una relación y todo se dé por obra de


magia (o de Dios, para los católicos o creyentes) y ser conscientes de
que hasta el motivo más tonto, es digno de tener a su causa una
discusión y una solución. Con ello mismo sabremos reconocer cuando
tenemos una crisis en nuestra vida sentimental. Para superarlas se debe
ser maduro, persuasivo, inteligente, y tolerante; no creer en
vulnerabilidades absurdas, frivolidad, creer en exceso sobre una vida
social desmesurada, y desconocer el buen funcionamiento de una vida
sexual en pareja”.

USAT Pá gina 22
El amor y la inteligencia

CAPITULO

III

USAT Pá gina 23
El amor y la inteligencia

Amor En La Actualidad

3.1 ¿CÓMO AMA EL JOVEN HOY EN DÍA?

Hoy en día el amor o lo que se cree el verdadero amor se expresa de


tantas maneras que hasta nos podría confundir y creer muchas veces
que esa sea la manera correcta de expresar nuestras emociones y
sentimientos. Sin duda, esto conlleva a que se viva de forma vertiginosa
(repentina o pasajera). Muchos consumen relaciones como si se tratara
de productos: los bienes y las parejas se manejan como "hoy contigo y
mañana con aquél (lla)". Tal parece que los humanos estamos
sometidas a una suerte de coleccionismo que busca llenar vacíos a
partir de la acumulación. Es cierto, esperamos que el amor perdure en el
tiempo, pues es la última utopía que nos queda, pero otra parte de
nosotros(as) contempla la probabilidad de que eso no ocurra. Por
consiguiente lo más importante es que, en vez de exigirle a alguien que
sea quien siempre fue, uno esté dispuesto a jugarse la apuesta de que
cambien juntos.

Según Bauman, Zygmunt:

"Hoy la pareja supone la expectativa de una gratificación


constante"

Si uno quiere ropa, va al negocio y trata de encontrar la más fascinante,


la que más placer le da al ponérsela. La paga, vuelve a la casa y espera
que le quede perfecta y que el deseo que tenía al comprársela quede
satisfecho. Si eso no ocurre, o uno devuelve la prenda (posiblemente
diciendo que fue engañado, que no era lo pactado) y recupera el dinero,
o la tira a la basura. Esa es la forma de lidiar con los objetos materiales.
Supongo que no hay otra forma, dado que su único valor, y por ende, el
único examen que tienen que pasar, es dar satisfacción a quien los
consume. El problema es cuando tratamos a los seres humanos de la
misma manera: en cuanto alguien deja de satisfacernos o de
sorprendernos, o simplemente se vuelve parte de una rutina, lo
descartamos o cambiamos por otro. Lo peor es que hasta el tipo de
consejos que se suele recibir de los psicólogos y los terapeutas de
pareja apunta en esa dirección. Si algo no satisface en el corto plazo, no
sirve; no hay que demorar la gratificación, dicen a menudo a sus
pacientes, lo cual está hecho a medida para fomentar las expectativas
consumistas. ¿Todo tiempo pasado fue mejor para las relaciones? ¿Era
mejor quedarse atrapado en una relación, por mala que esta fuese?

USAT Pá gina 24
El amor y la inteligencia

Según Anthony Giddens:

Habla de las relaciones actuales como relaciones "puras", en el sentido


de que están limpias, emancipadas de toda carga adjunta como, por
ejemplo, el compromiso de mantenerlas hasta que la muerte los separe.
Una relación de pareja hoy se afronta con la expectativa de una
gratificación mutua constante. Si deja de ser así o no resulta tan
fantástica como se esperaba, no tiene sentido mantenerla. Giddens cree,
justamente, que eso es muy liberador. Antes, alguien que era infeliz con
su pareja y quería abandonarla no podía divorciarse y buscar una nueva,
y él considera que esto era muy restrictivo respecto a la libertad del
individuo. Giddens tiene razón, pero la idea de que si se sacan las
restricciones entramos en el paraíso es errada, porque sin las
restricciones entramos en un mundo de incertidumbre continua respecto
al futuro, que trae una enorme ansiedad a las partes involucradas. Para
entrar en una relación pura hace falta el consentimiento de dos
personas, lo cual es bueno. Pero para romperla, con la voluntad de una
sola basta. Si un solo miembro de la pareja dice "Necesito más
espacio" o cree que el pasto es más verde en el jardín de al lado, todo
se acabó. Por eso, ambas partes viven con el miedo permanente a ser
descartados o cambiados. Era una pesadilla vivir sin la posibilidad de
poder escapar de las relaciones. Pero es también una pesadilla vivir
siempre en un estado de ansiedad respecto al futuro de la relación en la
que se está. En ambos tipos de arreglos hay aspectos muy negativos.
Por eso no es que estemos progresando al pasar de un tipo de vida a
otro, sino que pasamos de uno con ventajas y desventajas a otro con
ventajas y desventajas, solo que distintas.

3.2 AMOR - RELATIVISMO

Emilio López Baraja: (2010) Lado Oscuro del Amor.

“El relativismo ha llevado a gran cantidad de gente en las


sociedades modernas avanzadas a la convicción de que no hay
más verdad en este universo que aquella que fluye desde la
conciencia personal del “mundo interior”, ya que la única fuente de
la “verdad” emerge desde el contexto social, y éste se “construye”
en el devenir histórico, más concretamente, en el devenir de cada
comunidad cultural. La afirmación de que no es posible conocer lo
que el amor sea en sí, es decir, como valor esencial, cerró las
puertas al sentido del amor, y las abrió al significado propio del
relativismo cultural y ético del mismo”.

USAT Pá gina 25
El amor y la inteligencia

El relativismo es una pérdida de confianza en la razón humana para


alcanzar nociones universales, valores universales, afirma en
consecuencia que el conocimiento humano del amor no puede ir más
allá del correspondiente a una experiencia sensible, de la que solo es
posible alcanzar un sentido “fenoménico”, una realidad que no pasaría
de ser una representación mental del mismo. El sentido del amor como
“valor universal”, esencial, no sería posible al entendimiento humano, y
consecuentemente tendría que ser establecido por consenso de la
comunidad.

El lado oscuro del relativismo del amor, y sus consecuencias negativas,


anida en el sentido del procedimiento de verificación intersubjetiva
mediante el consenso. Si sólo cupiese al entendimiento humano esta
posibilidad, habría que justificar cualquier acuerdo acerca del amor por el
solo hecho de que fuese una definición comunitaria, lo que legitimaría
éticamente algunas nociones contradictorias del amor, y, a veces,
incluso perversas, por ejemplo, el caso de la ablación del clítoris de las
adolescentes en algunos contextos del África subsahariana o la
lapidación de la mujer por razones de adulterio en ciertos contextos
islamistas. Éste es el lado oscuro del relativismo del amor.

Las formas propias de la democracia, que es el mejor de los sistemas


posibles, no legitima la emergencia de normas que hacen imposible la
vida de familia, el amor y la vida plena, aunque la metodología del
consenso se haya cumplido puntualmente. La memoria histórica nos
recuerda que algún estado fundamentalista, integrista, confesional, ha
sido constituido desde el “consenso social”, por ejemplo, el iraní que lo
fue en su momento por la vía de sufragio universal, por no citar el
acceso al poder del nacionalsocialismo alemán constructor del
holocausto judío. La norma jurídica que no respeta la objeción de
conciencia es tiránica, y por tanto es fuente de violencia y desamor.

El navegante necesita de la “carta de navegación” donde encuentra


datos útiles como son: el contorno de la costa, los faros, las boyas, las
declinaciones magnéticas, las corrientes, los bajos y la calidad de los
mismos, las sondas, etc. y, además, un piloto experto que sepa leer la
brújula o las estrellas. La aventura del amor necesita de la “carta de la
verdad” para que no se convierta en un proceso azaroso y acabe en el
desamor. El relativismo no permite una aventura del amor sostenible
porque ignora lo esencial del amor. Los efectos de relativismo del amor
son más negativos en algunos casos que los producidos por el consumo
del tabaco u otra cualquier forma de adición que se genera al situar el
placer como finalidad última.

USAT Pá gina 26
El amor y la inteligencia

La aventura del amor entraña sin duda un riesgo, pero cuando se trata
de esquivarla se expone uno a un peligro incluso mayor. Y esto es así
porque la felicidad humana pasa siempre por el amor. El protagonista
social moderno, que se monta en el carro del relativismo de los valores y
por tanto “ignora” el sentido del amor en su contenido esencial, camina
de forma decidida hacia el desamor, ya que cuando se trasgrede la
naturaleza de este don maravilloso, cuando se considera que el amor
“se hace, se construye” y no advierte que la clave está en descubrirlo,
ocurre como en la narración de Sófocles, y que canta Antígona,
advirtiendo al tirano en su ignorancia que el amor, en este caso fraterno,
es anterior a la norma. Las leyes, que tendrían que proteger al amor, se
convierten, se pueden convertir desde una actitud relativista, no sólo en
un antropocentrismo soberbio sino en un anti humanismo práctico.

Quien “hace” sólo el amor, donde está ausente la poesía, convierte el


lecho, el jardín del amor, en un cierto prostíbulo, si es que no lo era ya
en su mente constructivista. Las mujeres que tienen un alma más
sensible al verdadero amor, sean agnósticas o creyentes, detectan a
diario este reduccionismo genital del amor. Además en las sociedades
machistas al separar la sexualidad del amor envenenan el sexo hasta
convertirlo en objeto de consumo.

Las cosas no son siempre como parecen, aunque esto no significa que
nunca lo sean. El amor no es la búsqueda de un “emotivismo” sin más,
no son sólo las impresiones, las sensaciones y las percepciones
excitantes de lo inmediato en la vida las fuentes de la felicidad. El amor
precede al deseo, ésta es la posición estratégica de la aventura del amor
que, como ocurre en la guerra, sitúa al amante y al amado en una
posición de superioridad, antes de llegar a la táctica del cuerpo a cuerpo,
es más, para que emerja la chispa de amor humano, cada día, para que
el hogar sea luminoso y alegre, hay que respetar este “ordo amoris” de
los sentimientos. De lo contrario, el sabor que parecía dulce como la miel
nueva en el vino de Pramne, cuando se trasgrede la naturaleza del
amor, se hace pronto amargo, letal para el espíritu, como es el caso de
la degradación erótica.

La posición escéptica del relativista se bloquea en el amor, le atenaza de


forma egocéntrica en su “castillo interior”, y le impide, en algunos
casos, salir al lance y la ronda del amor, como le ocurre también frente a
la realidad de la vida, y la verdad de la vida plena.

USAT Pá gina 27
El amor y la inteligencia

CAPITULO

IV

USAT Pá gina 28
El amor y la inteligencia

La Educación de la Afectividad

4.1 La Afectividad y el amor:


La dimensión sensible es constitutiva de la persona, pero el corazón
humano trasciende la mera capacidad de reacciones emotivas. No se trata
del corazón "que palpita por una cita o por una mirada, sino la totalidad
más profunda del hombre, la imagen del sitio físico donde razón y emoción
se enlazan armoniosamente y se funden en Algo más grande. Ese
Corazón, en fin, que todas las religiones señalan como la esencia más
verdadera y profunda del hombre" (SusannaTamaro).
De esa dimensión sensible de la persona va a depender una parte de
nuestra percepción de la realidad, pues interviene en el conocimiento
propio, de los demás y del mundo que nos rodea. La sensibilidad personal
amplía o limita el horizonte vital: de ella depende la capacidad de que nos
afecten o no las cosas que merecen la pena; las reacciones ante los
impulsos sensibles que nos vienen desde fuera; la manera como dirigimos
los resortes de nuestra capacidad de querer, sobre todo la ternura. Y la
afectividad es el modo cómo nos afecta lo que percibimos, la resonancia
activa -en la conciencia de la persona-de su relación existencial con el
ambiente y de su estado vital, que se muestra al exterior; los afectos y sus
expresiones están presentes en nuestra vida y forman parte de nuestro yo.
En la historia del pensamiento no se ha tenido demasiado en cuenta la
afectividad. Es pacíficamente admitida la dificultad de encontrar a la
afectividad un lugar propio en la Antropología y en la Ética Filosófica; y
tampoco ha sido valorado por la Teología Moral su papel en la vida
cristiana, antes de la segunda mitad del siglo XX.
Quizá esto explica que, cultural e intelectualmente, exista un cierto recelo y
desconfianza respecto a la esfera afectiva. Pero afectos, emociones y
sentimientos tienen un papel legítimo y necesario para que la vida sea
plenamente humana; la indiferencia estoica nunca ha producido grandes
santos ni grandes personas, pues sofocar intencionadamente la afectividad
es ir en contra de lo más íntimo de nuestro ser. No se trata de huir de los
afectos, sino de redescubrir su sentido positivo y reconducirlos. Los
problemas de la educación de la afectividad en nuestros días no se deben
sólo, ni principalmente, a que falten hábitos intelectuales y de la voluntad.
Sin duda alguna influye, pero con sólo la inteligencia y la voluntad, no es
posible educar bien a una persona. El ser humano no es una cuadriga con
muchos caballos -la dimensión sensible- a los que el conductor domina con
las dos manos de la voluntad y la inteligencia. O todo está integrado y hay
armonía, o lo caballos se pueden desbocar y la cuadriga se vuelca. La
persona es una unidad indisoluble de cuerpo y espíritu. Cuando no se la
trata así, pasa factura. El buen gusto, el saber amar lo amable, el conseguir
que las cosas, personas y acontecimientos nos afecten en la medida justa,

USAT Pá gina 29
El amor y la inteligencia

es fundamental para una vida moralmente sana.


La dimensión sensible es puerta de entrada del mundo en el yo interior. De
esta manera tenemos una primera noticia de las cosas, que es el punto de
arranque de nuestros actos. Pero los sentimientos no son libres; sólo
después de que aparezcan puede actuar la voluntad y podemos tomar
postura ante ellos. El corazón y la voluntad tienen un papel insustituible en
el proyecto de plenitud personal: hacernos capaces de amar cada vez más.
Tradición y pensamiento cristianos sobre la afectividad:
Para los primeros cristianos, el sentido positivo de la afectividad humana
era algo connatural y muy cercano. Lo habían aprendido de SAN PABLO
"tener los mismos sentimientos que tuvo Cristo Jesús" o incluso
conviviendo con el mismo Cristo. Pero a partir del siglo XVIII empieza a
darse la distorsión. Sobre todo cuando la moral kantiana separa la vida
afectiva de la conducta moral: al afirmar que la ley moral está en
contraposición con el impulso natural, se produce la escisión y se
desarrolla una visión negativa de la dimensión sensible.

El cristianismo, el catolicismo, más en concreto no mide la bondad de las


cosas por la dificultad que supone el alcanzarlas, sino por la con
naturalidad con el bien; tampoco se plantea que la ley moral esté en
contraposición con el impulso natural. Si así fuera, lo más bueno sería lo
que costara más trabajo. TOMÁS DE AQUINO mantiene que "la esencia
de la virtud reside más en el bien que en la dificultad"; "por tanto, no todo lo
que es más difícil es más meritorio, sino que si es más difícil ha de serlo de
tal forma que sea al mismo tiempo mayor bien". Además, no duda en
afirmar que la virtud nos pone en situación de ser dueños de nuestras
inclinaciones naturales y nos perfecciona hasta el punto de seguirlas
rectamente; simplemente nuestros impulsos no son fiables y, por lo tanto,
no son infalibles ni nuestros sentimientos ni nuestros afectos. Pero no
significa que no sean importantes: "No te digo que me quites los afectos,
Señor, porque con ellos puedo servirte, sino que los acrisoles", escribió
SAN JOSEMARÍA ESCRIVÁ hace muchos años.

La enseñanza de la Iglesia desde los primeros siglos, es clara y positiva.


SAN AGUSTÍN, afirma que "si algunos tienen a gala no verse exaltados o
excitados, ni dominados o doblegados por sentimiento alguno, en lugar de
obtener la serenidad verdadera, pierden toda la humanidad. Porque no se
es recto por ser duro, ni se alcanza un estado de ánimo perfecto por ser
insensible". Y SAN JUAN CRISÓSTOMO: "siendo hombres, dice no nos es
posible carecer por completo de emociones; podemos dominarlas, pero no
vivir sin ellas". No se puede decir más en menos.

De nuevo TOMÁS DE AQUINO hace hincapié en que "el principio del amor
es doble, pues se puede amar tanto por el sentimiento como por el dictado

USAT Pá gina 30
El amor y la inteligencia

de la razón. Por el sentimiento, cuando el hombre no sabe vivir sin aquello


que ama. Por el dictado de la razón, cuando ama lo que el entendimiento le
dice... Y nosotros debemos amar a Dios de los dos modos, también
sentimentalmente, para que el corazón de carne se sienta movido por Dios,
conforme a lo que expresa el salmo: 'mi corazón y mi carne se regocijaron
en el Dios vivo. Y el CATECISMO DE LA IGLESIA CATÓLICA hace
referencia al mismo texto de la Escritura y dice que "la perfección moral
consiste en que el hombre no sea movido al bien sólo por su voluntad, sino
también por su apetito sensible según estas palabras del salmo".

4.2 ¿COMO PODEMOS APRENDER A AMAR? :

El ser humano ha nacido para amar, para vivir en pareja. Sin embargo
este "arte" no se suele enseñar en la escuela, es más un instinto que
se desarrolla según nuestra personalidad y experiencias previas. No
existe una fórmula para amar de forma precisa, porque tampoco hay
dos personas con características iguales. La forma ideal de amar
depende de cómo sean las personas que toman la decisión de
aventurarse en el amor.

Pero si se pueden establecer unas reglas mínimas de partida:

Para amar bien, hay que saber amarse y valorarse a uno mismo
primero. Alguien que no se quiere a sí mismo no puede amar bien
porque tratará de encontrar lo que no tiene y tapar su insatisfacción
personal con el otro, y eso conduce a decepciones y exigencias, y
sobre todo a no ser valorado como debe por la otra persona. El amor
lleva parte de atracción, admiración, respeto, amistad y otros valores.
Centrándonos en la admiración y en el respeto, si estas dos faltan el
amor se hace cuesta arriba. Por supuesto que deben ser sensaciones
mutuas. La amistad no puede faltar, a menos que confundamos el
amor con sexo y/o compañía. El amor es compartir, es amistad. Amar
es saber perdonar. Pero perdonando olvidando, porque en caso
contrario no se perdona de verdad. Siempre habrá fallos y
decepciones, si estas se van acumulando como una especie de lista, el
amor se acabará. Para amar bien hay que saber ser feliz uno mismo, y
luego hacérselo a la otra persona. Es duro, complicado hacer
responsable a la pareja de la propia felicidad porque tan altas
expectativas suelen acabar en frustración. Uno es feliz en su vida, y en
esa vida entra el amor, y ese amor lo aporta la pareja
bidireccionalmente. Es decir, basar la propia felicidad en lo que te dan
o no te dan, puede ser peligroso, y no es bueno para ninguna de las
dos partes. Claro está, lo primero de todo, la pareja debe ser
compatible, tener gustos y ambiciones encajables no tienen que ser

USAT Pá gina 31
El amor y la inteligencia

necesariamente los mismos, pero sí compatibles y maneras de ser al


menos complementarias sino son iguales. Como decimos, saber amar
de forma correcta depende de la propia persona y de la persona
destino. En consecuencia para aprender a amar hay que aprender
primero a conocer a la pareja, saber a qué es receptivo, lo que le gusta
y lo que le disgusta, sus pensamientos y metas, sus necesidades y
carencias, y todo lo que sea preciso para poder apoyarle en sus malos
momentos y disfrutar los buenos. Pero sí hay un ingrediente esencial
en el amor, ese es la comunicación. De esta forma vivimos "en directo"
los problemas y los éxitos del amor, y es un arma para curar todo a su
debito tiempo. Si a todo esto se añade sentido del humor y paciencia,
no es se garantice la buena salud del amor, pero si tendrá posibilidades
de seguir y crecer.

USAT Pá gina 32
El amor y la inteligencia

CONCLUSIONES:

La inteligencia y amor son importantes en la vida de las personas,


porque les permite ser equilibrados ante reacciones emocionales,
controlándolas.

Esto le otorga a la persona la capacidad de ser mejor individuo, con


mejores relaciones interpersonales en lo que respecta a su vida
personal, familiar, profesional y social. Al lograr una personalidad
madura, como conjunto existencial y dinámico de rasgos físicos,
temperamentales, afectivos y volitivos propios, que nos hacen ser
únicos y originales, habremos encontrado el punto exacto para una
vida plena y positiva.

Al inicio de nuestro trabajo, explicábamos que si sumamos el amor más


la inteligencia correctamente, a nuestro parecer nos ofrecía como
resultado una adecuada inteligencia emocional por los puntos antes ya
expuestos, porque ésta inteligencia ya no depende tan solo del corazón
sino también de las capacidades intelectuales superiores del hombre
en las que está presente un cerebro creado específicamente para ser
inteligente y capaz de procesar informaciones adquiridas del medio que
rodea al ser humano.

Para lograr las conexiones entre corazón y cerebro tendremos que


crear hábitos positivos sobre las emociones, lo que lograra que
nuestras sinapsis sean mejores y más rápidas. Desarrollar una
adecuada inteligencia emocional nos hará mejores personas, y a la
vez nos permitirá que los seres que nos rodean también lo sean.

USAT Pá gina 33
El amor y la inteligencia

BIBLIOGRAFÍA

 García, Agustín (1984), El amor y los 2 sexos. “Del tiempo de amor


y olvido”. Editorial Lucina, Zamora. (2. ª ed. 1991).

 Manglano, José P. (2007). “El amor y otras idioteces”, Editorial


Planeta.
 Delgado, Ramón. (1936). Diccionario del amor. Gráficas
"RECORT", Barcelona.
 Hildebrand, Dietrich. (1998). Clásicos de Matrimonio y Familias
Serias. La Esencia del Amor. EUNSA. ISBN 8431315989,
9788431315986.
 Santamaría, G. Mikel. (1196). “Saber Amar Con El Cuerpo”;
Ediciones Palabra, (2009).
 Rojas, Enrique. (1997). “El Amor, Corazón y Cabeza”, Ediciones
Temas de Hoy, Madrid. (1ª. Ed. 1997)
 Sternberg, R. J. (1985) “A Triarchic Theory of Intelligence”.
Cambridge University Press.
 Bauman, Zygmunt: (2000) El amor: Sociedad Líquida, Poznan,
Polonia.
 Anthony Giddens: (1995) Sexualidad, amor y erotismo en las
sociedades modernas: La Transformación de la Intimidad, Londres,
Inglaterra.
 Levis C., S. (2002), Los cuatro amores. España. Editorial Rialp.
Novena Edición.

 Goleman, Daniel. (1996). “Inteligencia emocional”. Kairos.


Barcelona.
 Melendo, Tomas. (2002), Ocho lecciones sobre el amor humano.
España. Editorial Rialp. Cuarta Edición.
 http://books.google.com.pe/books?
id=rvI1tt5i2uYC&pg=PA157&dq=La+esencia+del+amor:
+Dietrich+Von+Hildebrand&hl=es&ei=-
E4hTO_sA8H98Abh9bGZAQ&sa=X&oi=book_result&ct=result&res
num=2&ved=0CCcQ6AEwAQ#v=onepage&q&f=false
 http://books.google.com.pe/books?id=M458YWnGT-
oC&pg=PA5&dq=Mikel+Gotzon+:
+Saber+amar+con+el+cuerpo&hl=es&ei=Kk0hTLbPCcKB8gaKoJx
u&sa=X&oi=book_result&ct=result&resnum=2&ved=0CCoQ6AEwA
Q#v=onepage&q=Mikel%20Gotzon%20%3A%20Saber%20amar
%20con%20el%20cuerpo&f=false
 http://books.google.com.pe/books?
id=uhgQJnpDKnIC&lpg=PA12&dq=La%20primac%C3%ADa

USAT Pá gina 34
El amor y la inteligencia

%20del%20amor%3A%20Paul%20J.
%20Wadell&pg=PA12#v=onepage&q&f=false
 http://filosofia.laguia2000.com/general/diversas-clases-de-amor

USAT Pá gina 35

También podría gustarte