Una noche antes de regresar a aguantó un solo día.
Se fue a El compraron libros Financiero y tras
un riguroso examen fue aceptado como corrector de galeras Luis Enrique. Harto de trabajar de noche (de 9 a 4 de la mañana: horario de talleres), tenía decidido renunciar y regresarse a su tierra, pero un amigo le consiguió una oportunidad en la naciente sección cultural de ese diario. Víctor Roura lo puso a prueba un mes y resolvió darle el puesto de reportero. “Usted es para hacer entrevistas, maestrísimo”, le dijo moviendo su melena frente a una copa de ron añejo., en la colonia del Valle. Como aquella diminuta habitación carecía de ventanas, no tuvo otra que asomarse a lasmuseos y galerías, asistieron a conciertos,