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Lbs {CTO vel aw i ES CREER EN TI Y TRABAJAR POR TUS SUENOS ; y ie ay \ a y 4 jEl préximo emprendedor eres tu! Registrate en posible.org.mx pee | = = es atthe om = = Mujeres al grito de guerra a guerrano tiene rostro de mujer es el nombre de un magnifico libro de la Premio Nobel de Literatura Svetlana Alexiévich, “la voz de los sin voz”. Coneste titulo, la autora queria re marcar la profunda falta de verdad que hay en laconcepcién de que las mujeres, durante losconilictos, permanecen dis- tanciadas, ajenasa loque sucede, debidoa que su naturaleza no es beligerante, a que es doméstica o que, en todo caso, se ocupan, en la “protegida” retaguardia, “tan s6lo” de las tareas que los hombres enel frente no pueden realizar. Pero si para algo sirve la historia es para desmenuzar las lecturas e interpretaciones que hacemos, En este ntimero de MUY HISTORIA intentamos comprender la complejidad del papel de las mujeres en la Segunda Guerra Mundial, porqueellasno nada mis se encargaron del trabajo de las fabricas y los campos: combatieron, fueronespias, contribuyeron con su trabajo cientifico alesfuerzo bélico, re- sistieron y fustigaron en loscamposdeconcentracion, apoyaron yamaron a loslideres deambos bandos, su cuerpo fue ofrecido, sin su consentimiento, para el deseanso de los soldados, tuvieron que enfrentarse a una posguerra tan dura y desoladora como la propia guerra... Estamos seguros de que la Jecturade este ntimero no te dejard indiferente. Disirutade ella. © MUJERES EN LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL | sy Ponerse el uniforme de trabajo Imagen femenina en la propaganda bélica 2 Resistencia es nombre de mujer 20 Mujeres en el Eje del mal 28 WAACy Army Nurse Corps 42 En elfrente de combate. 50 Mujeres en los laboratorios de guerra 58 Lasespias enelfrente ElHolocausto con perspectiva de géner “Comfort women” Mujeres en la posguerra éSabes qué pasaria sino existiera la luna? Suscribete y averigualo en nuestro podcast = Seer ety ened Tard rent ory foeten) OLE Pee eee hen ne mA IRRUPCION DE LAS MUJERES EN EL AMBITO LABORAL PONERSE OTe) U3 EBS lale (RCI ae MU al fue uno de los puntos de Tali oR ela} para la incorporacién de la (ae acme dem area] Sin embargo, el empleo femenino —derivado de la EUR Muat- ear RoC fabricas y oficinas— estuvo sometido a los prejuicios sexistas presentes todavia en la sociedad occidental de los afios 40. a ag Dre Koats eee eee een Cees pesar de que la inte gracién de la mujer al trabajo en el mundo occidental data de fi nales del siglo XVIII y de que esta legé de la mano de la Revolucion Industrial, el empleo femenino de plenos derechos necesité varios siglos de madu racién. En un primer momento, las socie dades industrializadas desplegaron sus fabricas en los paises emergentes y conta ron para su avance sin frenos con todo tipo de trabajadores y trabajadoras. Empero, la desigualdad salarial y la discriminacion de la mujer para realizar ciertas labores estu vieron siempre presentes, Con el paso del tiempo, industrias muy especificas (como Ja textil) acabaron repletas principalmente de empleadas, pero seguian teniendo re muneraciones muy distantes de las maseu. linas. Esta tendencia se mantuvo hasta bien entrado el siglo XX, tras haberse superado etapas clave como el logro del voto feme nino en determinadas naciones ola entrada de la mujer en las universidades para es tudiar una serie de carreras profesionales consideradas “apropiadas” para su género. Con la legada de la Primera Guerra Mun dial, muchas mujeres tuvieron una primera toma de contacto con empleos que estaban reservados tinicamente a los hombres. Aun que algunas de estas trabajadoras se enlista los ejércitos, al igual que sucederia en la Segunda Guerra Mundial, en estas lineas nos centraremos en aquellas mujeres jéve nes y maduras que abandonaron sus hogares ‘osusempleos como enfermeras, maestras, ron secretarias, camareras...~ y se dispusieron a ponerseel uniforme de trabajo y sostener con fuerza las herramientas que harfan funcio nara sus naciones durante estas duras etapas de conflictos bélicos de larga duracién. Con tuna gran mayoria de hombres en los frentes, aquellas a las que hasta ese momento la so ciedad sélo consideraba como amas de casa 0 cempleadas de segunda se convirtieron en las encargadas de impulsar los motores econd micos de las comunidades industrializadas. Asi, durante las contiendas, las mujeres que permanecieron en sus territorios y que no cubrieronlos frentes tuvieron laoportunidad de demostrarsu valia en diversos campos. > Mies Reino Unido y EUA. Ariba, obreras britéicas rmanufacurando Urajstugos pare la RAFy los cuerpos de bomberos en una Fabrica de Slough, Reino Uni, en 194, Ala derecho poster el Servicio Nacional fe Salud de EUA que anima alas mujeres aserenfermeras tare (1942). cia econémica de la mujer con un cartel Mite 7 MUJERES EN LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL Campaiias para atraer a la mujer in muchos paises se realizaron campafias publictarias para araer ala mujer aa esfera labora Ast, en Alemania se puso en marcha toda la maquinaria propagandistica propia de su régimen, con mensajes contundentes que animaban a las amas de asa a salir de sus hogares de forma temporal para contsbuir a la defensa de a pavia, De tl suerte, el lema Kinder, Kache, Kirche (Nis, casa, ialesia) fue acuiiado durante el conflicts. lgval que en Rusa, Inglateray otros teritorios que incorporaron a la mujer ala industria, en ‘Alemania se cre6 una red de guarderias para que las mujeres pudiesen acudir asus puestos de trabajo con la tranqulidad de saber que tus hijs, mientras tanto, estaban siendo bien cuidados. Para ello también fue necesaia una labor de mercadatecnia que quitaba el [peso de la maternidad de los hombros de las amas de casa inyecndoles a cambio el orgullo de sstener a su nacién, Segin cuenta Mara Vidaureta Campillo en su estudio "Madurez industrial, gueray condicién femenina”: “En algin momento, ‘durante la guerra de 1939, pudo verse en todo el Reino Unido un cartel de lo més impresionante:reproducta la fotografia de una joven que ba de uniforme y cubierta con un caso de acero, en el momento de sacar de ent las llamas de una casa bombardeada a ‘un nfo aterrrizado". Se trataba de una imagen que representaba el instinto maternal dela mujer l mismo tiempo que su fortaleza y eficienci. Junto con ls carteles de las enfermeras dela Cruz Roja, fue una de las publcidades que honraron el papel dela mujer como rescatadora y bienhechora durante la Segunda Guerra Mundial {cone del feminisme. Este mito cartel (9943), recuperado en fos wo como stmbolo feminist, paséen sumomento, tas un breve impact iil, cas inner, Representa a Rosie la Remachadora sacando mosculo bajo ellema We Can Do it (CiNosaras poderos hacerlo". ylogistica que permitiré el empoderamiento femenino ala postre. Ese mismo afio Estados Unidos afronta ba una cifra de desempleo de mis de cineo millones de personas; en 1943 se reduce a 600,000. Muchos obreros se alistan en las Fuerzas Armadas, mientras que otros aban- donan sus puestos en sus fébricas habituales para instalarse temporalmente en la indus- triaarmamentistiea. Segtin Vidaurreta Cam pillo, “es solamente cuando es reabsorbido ese desempleo masculino cuando se piensa enla posibilidad de acrecentar el empleo fe menino para hacer frente a las necesidades de una economia de guerra”. Por otra parte, edd en los demas paises, una Be mH gran parte de las trabajadoras se encarga ron de gestionar las granjas familiares. Es tas mujeres sostuvieron el sector primario mientras que otras companeras dedicaron sufuerza, voluntady talentoal trabajo en fa- bricas yoficinas, AdemAs, taly como deseri bela profesora Laura Lara Martinez, “fueen a agricultura y la ganaderfa donde se not6 menosladiscriminacién de género, pues era fuente de subsisteneia dentro de economtas més familiares. Ahi, lo que la fuerza de tra bajo dela mujer le permitiera ganar era para su célula o para su hogar” tra incorporacién que merece especial mencién es la que Estados Unidos hizo de las trabajadoras afroamericanas. No obs tante, estas sufrieron en sus puestos labo rales una doble diseriminacién, derivada de una época todavia dominada por leyes de segregacién racial. No fue hasta que sus compafieras blaneas estuvieron lo bastan te introducidas en la industria cuando unos pocos empleadores decidieron abrirles las puertas a las denominadas por aquel en tonces como “chicas de color”. Hasta 1940, una gran mayoriadelasmujeresnegras eran empleadas domésticas (en un porcentaje cereano al 70%), mientras que el resto so Ma dedicarse ala ganaderfa y la agricultura, habitualmentecomo obreras. Con la llegada dela Segunda Guerra Mundialel porcentaje de afroamericanas empleadas se cuadripli 6. En relaci6n con ello, al igual que suce did con otras mujeres blaneas de estratos sociales més bajos, muchas jévenes negeas pudieron acceder a una instruccién y una educacién destinada a mejorar sus habi dades, pudiendo muchas de ellas mostrarsu gran valia frentea los prejuicios de la socie- dad estadounidense. La Alemania nazi: un avance social forzado Cuando estallé la guerra y la Alemania nazi tuvo que instar alas mujeres a cubrir pues- tos de trabajo en fabricas, oficinas, sector primarioy sectoresdeservicios, Adolf Hitler tuvo que incurrir en una contradiccién po- litica. El dictador aleman habia planteado un sistema social donde la “correcta femi- nidad” se basaba en ser exclusivamente ama decasa, madre y esposa. La propaganda nazi jugé un papel determinante cuando el ré- gimen necesito de la fortaleza fisica e inte- lectual de las mujeres no sélo en el ejército, sino también en las industrias del pais, en especial en la armamentistica. Asi, Gertrud Scholtz-Klink, lider de la Organizacion de Mujeres Nacionalsocialistas, se dirigié de esta manera a las germanas adeptas al régi- men, buscando atraerlas hacia el necesario empleo femenino: “Nuestros hombres en el frentecumplen con sudeber antela muerte; nosotras, las mujeres ent casa, con el mismo coraje inquebrantable, vamos en la direc cidn que indiqueel Fahrer”. ‘Sin embargo, tal y como indica la historia dora Lisa Pine en su articulo “Las mujeres alemanas y el frente interno en la Segunda Guerra Mundial”, “al comienzo de la guerra, el gobierno habia proporcionado generosos complementos de ingresos a las mujeres cu- yos maridos habfan sido convocados, y las mujeres que habfan dejado sus trabajos no estaban necesariamente dispuestas a volver trabajar”. El ntimero de mujeres empleadas en Alemania se redujo entre 1939 y 1941. En 1942 esta cifra era todavia menor que antes dela guerra. Mientras que la dictadura hitle- riana esperaba que las mujeres de los estratos sociales altos dieran ejemplo y contribuyeran voluntariamente con la sociedad, la realidad resulté ser distinta. Es imprescindible ha- blar de una deriva hacia el clasismo extremo durante esta época, ya que al final fueron las, mujeres de clases mas humildes quienes se vieron empujadas a cubrir los puestos de tra- bajo en las industrias. Las mujeres de la clase trabajadora cumplieron con su rolen granjas, fabricas, oficinas, transporte y otros servi- cios, mientras queuna gran partedesuscom- pafieras mas adineradas evitaron emplearse fuera del hogar. Porlotanto,aquellasde esta~ tusmisbajose vieron obligadasacompaginar sus labores domésticas y de euidado de hijos conextenuuantes jornadas laborales. > Ocuparse del campo, trade las consecuendias dea guerra fe el abandono e stares agrclas hasta que, una ver mds ls mujeres se Ficeron cargo. Junio estas ines, una ‘miebra del WLA (eh, ératoFemenino de {Camp un cuerpo ‘ceado en Inglaterra) ‘cupada en arr Hitler tuvo que contradecirse y pedir a cada ama de casa, madre y esposa alemana que se sumara al mercado laboral. Mites MUJERES EN LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL En las fabricas soviéticas el porcentaje de empleadas fue mayoritario: en 1943 Ileg6 al 52%. ime atu hogar” OCBOBOMEHHBIE COBETCKKE MOT! BBI M3BABIPHbI OT THETA @AILIMCTCKOM HEBOM— BOSBPAIJAMTECh CKOPEE HA PONMHY! Mito 13 MUJERES EN LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL FREE A MARINE’ TO FIGHT Dos eras < insdlitas, hipnéticos disefios cubistas y anaeaen montajes fotograficos de vanguardia que su. arteunavin one —_gerian la posibilidad de colmar los anhelos fore ramemare’ de la época. La psicologia de las masas (1895), paralaiuca" (pier de Gustave Le Bon, cuyas técnicas estan im Gerectamiento Sounders) a Plicitas en el Mein Kampy de Adolf Hitler, y lado,carelnuso de _‘las técnicas de Lavrenti Beria para el NVD 145 tulad Par . “i =4 ~que, yaacabada laguerra, serfan claves para eltexto fundacional Psicopolitica: técnica del lavado de cerebro (1956), de Kenneth Goff- forjarén la propaganda del momento pero también el futuro del control biopolitico a través del deseo, en clave foucaultiana. Lamujerenel.cartelismo EL control mental y emocional por medio de la danza, el monumento y la misica de marchas heroicas fue més propio, en lineas generales, de los Estados totalitarios como ‘Alemania y la URSS; mientras que en los paises anglosajones las tacticas se centra ban en mecanismos compensatorios y nar. cotizantes como la sexualizacién del icono El control mental y emocional fue mas propio en general de Estados totalitarios, como Alemania y la URSS. Ox ses Side femenino; el nacionalismo econdmico de consumo, el cine y la miisica ragtime. Sin embargo, también el erotismo estaba pre sente en la Wehrmacht alemana, cuyo tiem- polibrey periodos vacacionalesestaban bajo elcontrol del plan Kraft durch Freude (Fuerza a través de la Alegria), en el que se permi- tian, a pesar de las durisimas prohibiciones estatales, teatros de travestismo y bailes desaforados, como se muestra en las mas de 200 fotos que Martin Dammann recopilé de numerosos archivos privados y publicé en su libro Soldier Studies, Cross-Dressing der Wehrmacht (2019). E}.cartelismo alemin, bajo la tutela de Goebbels como conductor del puebloa tra és de las artes plasticas y la miisica como eje aglutinador, apelaba a los tradicionales valores culturales, exhibia el potencial bé: lico, incentivaba el odio a judios y bolehe- iques y mostraba hileras de gimnasticos y monumentales varones de medio perfil, en plano contrapicado, mientras se alen. taba a las mujeres a colaborar en servicios auxiliares en la enfermer‘a, el transporte o el aprovisionamiento, sin desatender sus labores domésticas como madres y espo- sas, Sélo excepcionalmente se mostraban como victimas ante el riesgo de ser vejadas si caian presas de sus perversos enemigos, YOUR RED CROSS NEEDS YOU! apelindose asia la urgencia del combate. S-Frawen -Warte m: reotiposy alentaba alas jévenes a formarse en la Liga de Muchachas Alemanas (BDM) de las Juventudes Hitlerianas, que fueron puestas al servicio de la Sociedad Lebens- born, ideada por Himmler para expandirla raza aria y que acabaria convirtiendo sus La revista aba este centros de muchachas en criaderos dearios para madres solte En la Unién Sov Guerra Patria se entendia como un choque tica, en donde la Gran de ideologias del cual s6lo un sistema politi co podia salir ganador, con un ojo puesto en elincipiente capitalismo estadounidense movilizaron 800,000 mujeres voluntariasen > Propaganda hbumanitaria, Poster de cartels, pintory dbujante ‘tadounidense James ‘Monigomery Flagg (1877-1960) en el que eupera la figura del Tio Sam -smbolo oficiso de EUA-, que leo la fama en oto Cartel de propaganda Dalia de 1917 Agu ‘acompata a una joven efermera y afiar “iu Gur Rojate neces” Mito 15 MUJERES EN LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL Feminidadaria, —_< el frente, alentadas por la idea del patriotis eats semi, : - ete mo y de manera homogénea con los hom. Goebiels mist de bres. As{ Iucharon las aviadoras nocturnas, Propaganda,exak0ala_ jHamadas por los alemanes “las Brujas de la “ra superior” gemam,engenerl Noche”, y las francotiradoras, como cuenta através de modelos J hhistoriadora y traductora Lyuba Vinogta- asain, pero con y i exeepdonescoma_dova en dos libros con esos mismos titulos seoedcteing Sinembargo, elideal de mujersoviética habia Hohe vuelto a ser, para el cartelismo de la Segun- da Guerra Mundial, la koljosiana y la gestora del hogar tradicional, dejando atrés las lu- chas feministas de la época revolucionaria y Jaliberacién sexual -articuladas bajo el lema nudista “Abajo la vergenza” como prejuicio burgués-, que habian iniciado Aleksandra Kolontai y Nadezhda Kripskaya asumiendo el sexo como necesidad biologica que debia estar al aleance de todos, como lo esta “un vaso de agua”, Habian abogado por un nuevo orden familiar queno necesitara la bendicién eclesiastica -aunque sfla estatal- y en el que Algunas mujeres vieron la nueva situacién como una oportunidad para alcanzar mayor autonomia personal. 16+ mi Ja mujer quedara liberada de las labores do- mésticas y la crianza de los hijos, asumidas porel Estado ylasociedad, Pero con lallegada delestalinismo, la nueva mujer soviética ha- bia vueltoaserla vieja mujerrusa, De Rosie al fenémeno pin-up También en el Ambito anglosajén se incen— tivaba a las mujeres a alistarse en el ejército paralabores auxiliares, pero la necesidad del mantenimiento de la produceién industrial para la economia estatal y el abastecimiento militar, junto conel miedoa una nueva crisis financieratraselCrac del 29, Hlevé al llamado masivo para cubrir las vacantes en las fabri cas bajo la consigna We Can Dol! (“Nosotras podemos hacerlo!") del cartel de Rosie la Remachadora, que seria retomado en los afios 80 como emblema de la lucha feminista [ver articulo anterior}, Algunas mujeres vieron la nueva situacién como una oportunidad para alcanzar nuevos niveles en su autonomia personal, mientras que para otras suponia una contradiccién frente a los valores en los que habfan sido educadas. La incorporacién de la mujer a la actividad productiva origi 6 unaserie de cambios en el ambito laboral que se debatian entre la seguridad en el tra~ bajoyel morbo que producia vera una mujer enel rol tipico deun hombre La firma Willson Goggles, famosa por sus gafas de proteccién para trabajadores, in vents el sujetador rigido Saf-t-Bra, también llamado torpedo o bala por su morfologia, impreseindible para las trabajadoras de em— presas como Lockheed Corporation y cuya publicidad cireulé como postales picantes. El desafiante sostén fue puesto de moda por las sweater girls, actrices eomo Jane Russe- I, que se mostraba incisiva bajo su ajustado suéter en El forajido (1943), con un sujeta~ dor diseftado por el propio Howard Hughes. Aunque la prueba de que seguridad y sen— sualidad no acababan de hacer buen equi- po fue el cambio del peinado peekaboo de Veronica Lake cuando esta llevé a cabo una campafia para que las mujeres trabajadoras adoptaran un recogido masseguro, como los victory rollsen loaltode la cabeza que popu- larizé Ingrid Bergman. Otras actrices, como Rita Haywortho Betty Grableenaquella em— blematica foto mostrando la espalda ~cuya postura pocos sabian que era para disimular {OOUCED AND DIRECTED BY HERBERT WILCOX su embarazo y de la que Twentieth Century Fox repartié cinco millones de copias entre las tropas-, se sumaron a las campafias de recaudacién de bonos de guerra convirtién, dose en ejemplos pin-up. Elbatallénestadounidensede mujeres mis humeroso que estuvo enel frente en aquella contienda fue, precisamente, el de las pin- up en forma de postal o de recorte. La esté- tica pop que destilaban las hacia propicias para soportar todo tipo de inclemencias: bolsillos, doblecesinoportunos, chinchetas, Stung \ ANNA NEAGLE y ROBERT NEWTON almohadas y salpicaduras organicas propias de una vida al limite. Suaspecto ligero y pa tridtico era el mas adecuado para enardecer los corazones, moldear caracteres, distraer mentes, procurar un bienestar compensa torio, fomentarla camaraderia entre los chi cos y aportar una esperanza en el futuro si salfan con vida de aquel infierno, idealizado enlaculminaciéndesusdeseos més bisicos: elcarifo y afecto propio del hogar, también de cardcter materno, y una atencién siem pre complaciente, como si ellas hubieran > Mujeres empoder EL cne también bizo propaganda dela feva ynecesatia presencia de la mujer en ambitos antes masculinos, como enelflne brio Wings and the Woman (98, Herbert Wien, ‘ata biogaica de la aviadora Amy Johnson, Mit ea7 oe enn NJ wahit y e Perfecta madrey — < estado aguardando todo el tiempo su regre UTE: so. Mientras, la mujer a pie de calle buscaba alemanas haa quela_parecerse a ellas adoptando la depilaci6n fuera oblgd shacer como modo de suplir la escasez de medias Gateeedoralde” yy sin renunciar al aconsejado maquillaje 4252 Cieraevans,— discreto que tenia como imprescindibles el vwiaporHiter}.A labial carmin y el delineador de ojos de Max acer Factor, firma que también producia pintura mmuesraa urajoven de camuflaje para el Cuerpode Marines. Bexdando Elorigen de las pin-up hay que busearloen los programas, fanzines y carteles del bur lesque norteamericano de finales del siglo XIX, deudordel teatro victoriano fusionado conel music hall, imagenes que mostraban, piernasalaire, vestidosabiertos, pompones para pezones y travestismo, sobre las que no tard6 en caer el peso dela censura puritana, Como cuenta Maria Elena Buszek, profeso rade Historia del Arte en el Kansas City Art Institute, en su libro Pin-up Grrrls: Feminism, Sexuality, Popular Culture as Flappers (2006), las pin-up acortaron el pelo de las Gibson girlsy la falda de las flappers, aprendierona ase mi Karin - Ute - denny EUsrainaee vsny- mone seducirconel cuerpomientrasaguantaban la mirada con insolencia, fumaban desca radamente, asumfan en ocasiones una es tética andrégina y parecian no necesitar padre o marido, aunque siguieran siendo pintadas por hombres. La revista y los ca lendarios Esquire, con el dibujante perua- no Alberto Vargas y dirigidos a un puiblico masculino, impusieron ya en los afios 30 el gusto por la femme fatale, que suponia un reto en la dialéctica de la seduccion y que marcarfa el cine negro de los afios 40. Pero yaen plenacontienda, las Elvgren girls, chi. cas picantes de cardcter mas ingenuo de la mano del publicista Gil Elvgren, al servicio de Coca-Cola y de los calendarios de Louis F, Dow, mostraban un aspecto mas pasivo, vestidasenocasionesconatuendomilitaro de enfermera, aspecto que les conferfa una a como objeto cercania a la mufieca erét de deseo y posesion. Las pin-up fueron emblemitica yartistica mente replicadas como objeto del nose art: un arte utilitario que se aplicaba al fuselaj delantero de los aviones norteamericanos. A pesar de la prohibicién expresa, no sélo se toleré la representacién de las bomber girls por cuestiones tcticas, sino también para elevar la moral de los pilotos dada su sole dad y lasimbiosiscon la maquina queempu. faban. La técnica del pintado de emblemas El recluta era advertido de los peligros de la femme fatale: podia ser una espia o la letal transmisora de venéreas. era utilizada a modo de reconocimiento de aviones amigos, a falta de otrottipo de distin- tivos, dado que la mayoria de aviones deja~ ban los paneles de aluminio pulidosa la vista paraaligerar peso. Adolf Galland, general de laLuftwaffe en la Legi6n Condor, se hizo co nocido, paradéjicamente, por pintara Mic~ key Mouse y escogerlo como emblema de batallén, mientras que los legendarios Tigres Voladores pintaban los frentes desus apara~ tos con una boca de tiburén, como también hicieron los rusos, que preferian estampar animales emblematicos y pequefias inscrip- cionesantes que chicas ligeras de ropa. ‘También en los clasicos animados de pro- paganda, como Little Chicken (1943) olas su- cesivas versiones de Los tres cochinitos ~en las que el lobo habia dejado de ser un repul- sivo judio para convertirse en un despre~ ciable nazi-, hicieron su aparicién estelar las pin-up en su lado més oscuro, unos aftos mastardedeltriunfodeBetty BoopenlaPa- ramount. En cortos como Ducktators (1942), de Disney, oseries como Private Snafu (1942- 1945), con los Looney Tunes de la Warner, los reclutas eran advertidos de los peligros de sucumbira la fatal seduccién femenina, puesto que ellas podian ser insensibles es- pias ola letal via de transmisién de enfer- medades venéreas. Documentos de barbarie Terminada la guerra, los comics asumie~ ron la misidn de la venganza simbdlica en folletines con marcada carga erética en los que soldados estadounidenses veneian y torturaban a los nazis, hasta la legada de personajes de cine como el de Ilsa, la loba de las $5 (1975), que tuvo que ser producida en Canada. Y no sélo en EUA, sino también en Israel, corrieron como la pélvora los Stalags a finales de los aftos 50 y durante los 60a pesar desu prohibicién. Los Stalags eran li- britos pornograficos en los que imaginarias yexplosivas oficiales de las SS infligfan do- lor-placera soldados estadounidenses 0 in- gleses hasta que estos tomaban el mando y lassometfanaellasen venganza por a Shod. Estaban escritos en hebreo simulando ser una traduccién del inglés y circulaban en un momento en el que, entre los propios ju- dios, corria la idea de la culpabilidad de las supervivientes, puesto que suponian que debian serlo por su condicién de prostitutas © colaboracionistas. El tenso silencio tras la publicacién de La casa de muttecas (1955), de Ka-Tretnik, en el que se destapaba la si- tuacién de las esclavas sexuales en las Joy Divisions (“Divisiones de la alegria”, los prostibulos de los campos de concentra- cin), terminé al tiempo que el proceso de Eichmann quedaba listo parasentencia, de- jandoala vista de todos elauténtico horror. Una vez descubierto el monstruo, ani- quilado el fascismo, repartido el botin, sa~ queados los bienes culturales, sefialados los, héroes, devueltas las mujeres a sus casas y celebrados los desfiles pertinentes, seimpu- so el documento de historiaque, noen vano, esal tiempo documento de barbaric. @ ‘Nose art. Se lam ast alasrecreacones de pinup gis “rebauiradas ‘camo bomber Bts-quelosptotos Porteamericanos pintaban en la parte elantera de sus aviones. Agu, sargento 3S. Wison ddbuja una de esas eta imagenes, Mit 19 MUY INTERESANTE MIsTORIA | Wis COMBATIENTES CONTRA LOS NAZIS RESISTENCIA ES NOMBRE DE ns En el estudio de los episodios de la Segunda Guerra Mundial, el papel desempefiado por la mujer casi siempre queda relegado a cuestiones anecdoticas. En el caso de las resistencias contra la ocupacidn nazi, la presencia femenina tampoco ha sido muy valorada, cuando la realidad de los hechos demuestra que su participacion fue decisiva. Por José Luis Hernandez Garvi etodoslos movimientos clandestinos 0 grupos de partisanos que lu charon contra las fuer- zas alemanas, el de la Resistencia francesa es quizé el que ha acapa~ rado el mayor nimero de titulares. Impreg- nadodeun aura no exenta de romanticismo, el relato de sus acciones casi siempre est protagonizado por hombres; sin embargo, la Resistencia no hubiera sido posible sin la participacién femenina, Integradas en sus filas, las mujeres realiza- ton todo tipo de misiones, desde albergar y esconder a refugiados judios 0 pilotos aliados derribados hasta participar en acciones ar ‘madas, sin olvidar la difusién de propaganda, recopilar informacién o la organizacién de actividades subversivas. A pesar deesta labor, alla sociedad francesa de posguerra, todavia dominada por principios machistas, le cost6 reconocer los méritos de su participacién Para hacernos una idea de esta discrimina- cidn, de los mas de 1,000 combatientes de la Resistencia condecorados sélo seis fueron mujeres... ycuatrodeellasatitulo péstumo. Durante la contienda, el régimen colabo- racionista de Vichy sustituyé el lema naci nal de “Libertad, Igualdad, Fraternidad”, surgido de la Revolucion Francesa, por el de “Trabajo, Familia, Patria”, declaracién de intenciones que ensalz6 el papel de la mu- jer en sus facetas de madre y esposa. En este sentido, se impusieron restricciones sobre el divorcio y el aborto, considerando este tilti- ‘mo como un crimen contra la seguridad del Estado, al mismo tiempo que se faculté a los fiscales para procesara las esposas de prisio- neros de guerra acusadas de adiilteras. Ante tal contexto, la participacién feme- nina en la lucha de la Resistencia francesa sufrié una doble persecucién por parte del Estado: por un lado, en materia represiva, poratentar directamente contra el régimen; por otro, el de la condena moral a unas mu- jeres a quienes se acusaba de una degenera- ci6n de las costumbres por no concentrarse en las labores del hogar y en la procreacién de hijos varones, de los que necesitaba una sociedad inspirada porel totalitarismo, ‘A pesar de sufrir la incomprensién y el re- chazo de muchos de sus compatriotas, es~ tas mujeres siguieron arriesgando sus vidas en defensa de la libertad. En muchos casos fueron las primeras en eneabezar protestas y huelgas ante la pasividad de unos hombres {quese mostraron temerosos ante las posibles represalias. A la hora de profundizar en esta cuesti6n encontramos numerosos ejemplos de valentia femenina, tantos que superarian con creces los limites de estas paginas. He aquialgunos de los mas resenables. Francesas contra alemanes Marie-Héléne Lefaucheux se unié a la Resistencia junto a su esposoy en su depar- tamento parisino establecieron un punto de reunién seguro para sus integrantes, al mismo tiempo que preparaban paquetes de ayuda para los presos politicos y sus familia Al finalizar la guerra, Lefaucheux fue con— decorada con a Orden Nacional de la Legion de Honor y trabajé en la delegacién france- sa ante las Naciones Unidas. En su seno fue fundadorade la Comisin dela ONU sobre la Condicién Juridica y Social de la Mujer, or- ganismo del que incluso serfa presidenta, De origen neerlandés, Suzanne Hilter- mann-Souloumiac, conocida como Touty en la Resistencia, se habia trasladadoa Paris para estudiar Etnologia en la Universidad de laSorbona. Poliglota queadems del francés dominaba el inglés y el aleman, se uni6 ala > Mite 20 MUJERES EN LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL La afroamericana afincada en Paris y mitica bailarina, Joséphine Baker, ayudo a la Resistencia. Marle-Hélene Lefaucheux. sta resitente francesa (1904-1964) fue condecorada tras a fuera con la Legion de Honor yrabajé en la elegactin de Franca ante as Nacones Unides,compromiso (que cumpla en sta fotopatia. < Resistencia en 1943 y asumié la responsabi- lidad de dar cobijo a numerosos pilotos alia- dos derribados sobre Francia antes de que la ted llamada Dutch-Paris los pusiera a salvo a través de vias de escape seguras. Traicio- nada por una denuncia, fue detenida por la policfa francesa, que la entregé ala Gestapo. Torturada por sus captores, fue deportada al campo de concentracion de Ravensbrick, donde destacé ayudando a otras prisioneras. Hiltermann sobrevivi6 a la guerra y el pre- sidente'Truman la condecoré con la Medalla de la Libertad por salvar las vidas de muchos pilotos estadounidenses. Genevieve de Gaulle era hija del hermano mayor del general De Gaulle. Estudiante de Historia en las aulas de la Sorbona, se unié al Groupe du Musée de I’ Homme, una célula de la Resistencia formada por intelectuales y académicos de la institucién. Editora de un periddico clandestinoque informabasobre la represion nazi, al igual que Suzanne Hilter- ‘mann-Souloumiac también fue traicionada yllevada a Ravensbriick. En octubre de 1944 fue separada del resto de prisionerasy confi- nada en una celda de aislamiento por orden directa de Himmler, que la queria mantener con vida para poder utilizarla como moneda de cambio, Genevieve recuperé la libertad el 25 de abril de 1945, cuando el campo fue liberado por tropas sovieticas. En recom- pensa por su sacrificio fue la primera mujer en recibir la Gran Cruz dela Legion de Honor y después de la guerra dedicd sus esfuerzos a luchar contra la pobreza enel planeta 226 MH Poco después de la entrada de las tropas alemanas en Paris, la anglofrancesa Cecile Pearl W. Cornioley se exilié con su madre y tres hermanas en Londres, Aburrida de rea~ lizar tareas administrativas en el Ministerio del Aire, donde habia encontrado trabajo, Cecile solicité su traslado al Special Opera tions Executive (SOE), la organizacién creada por Churchill para llevar a cabo operaciones encubiertas y de sabotaje en la Europa ocu- pada, Después de un duro entrenamiento en operaciones especiales fue lanzada en para~ caidas sobre territorio galo. Bajo el nombre clave de Marie, Cornioley organizé varios grupos de la Resistencia en el departamento de Indre, donde causaron mas de un millar de bajas entre las fuerzas alemanas sin apenas suftir pérdidas en sus filas. Los nazis llegaron a ofrecer una recompensa de un milln de francos por cualquier informacién que per- mitiera su captura, pero nunca consiguieron atraparla, Su participacién fue decisiva en las operaciones del Dia D y en reconocimiento a su labor fue nombrada dama de la Legién de Honor. £n. 2006, dos aftos antes de su fallect miento, recibié la Cruz de Vuelo Distinguido de la RAF, después de que durante toda una vida se le negara la Cruz Militar Britaniea por elsimple hecho de ser mujer. Joséphine Baker es mAs conocida por su faceta frivola como bailarina y cantante de ‘music hall que por su labor dentro de la Re sistencia, donde desempef un activo pa pel humanitario y como agente informante Desde el principio de la ocupacién alemana laartista se negéa actuar para el enemigo, y en la zona de Gare du Nord dirigi6 un centro de acogida de refugiados que financié ella ‘misma con sus propios recursos. Sus buenos contactos en los circulos de la alta sociedad le abrieron muchas puertas en recepciones y embajadas, donde consiguié informacién de los germanos que se apresuré a transmi- tir alos mandos de la Resistencia. También se esforz6 por convener a importantes per- sonalidades para que se unierana la causa de Ja Francia Libre. De ellase cuenta la anécdota de que utiliz6 las partituras musicales de sus especticulos para esconder mensajes de la Resistencia. Por su comportamiento durante Jaguerra recibié la Medalla de la Resistencia y afios mas tarde fue condecorada por el gene- ral De Gaulle con la Legién de Honor. Si las mujeres han sido las grandes olvida- das en esta lucha, de las republicanas espa~ Aolas que encontraron refugio en Francia tras la Guerra Civil y que se unieron a la Resis~ tencia poco ha trascendido. Una de las mas relevantes fue Neus Catala, militante de las Juventudes Socialistas Unificadas de Catalu- fla, que juntoa su marido Albert Roger utili- 26 su domicilio como centro de recepeién y transmisién de mensajes para la Resistencia, almacén dearmas refugio para lospersegui- dos porlos nazis. Denunciada por uncolabo- racionista, fuedetenidaen 1943, Deportadaa Ravensbrilck. fue utilizada como trabajadora esclava en la fabricacion de armamento, Alli formé parte del Hamado “comando de las gandulas”, un grupo de mujeres irreducti- bles que se dedicé a sabotear la produceién. Sobrevivié al campo de concentracién [ver articuloen la pégina 96] y ella misma declaré en una ocasién: “No fuimos simples auxilia- res, fuimos combatientes”. Contra el fascismo italiano Menos mitificada que la francesa, la resis~ tencia italiana, conocida también como re- sistencia partisana, nutrié sus filas con miles de combatientes. Sus acciones guerrilleras se intensificaron a partir del armisticio con los aliados, decretado el 8 de septiembre de 1943 por el mariscal Badoglio, y se centra- ron en las fuerzas fascistas de la Repiblica Social Italiana y las tropas de ocupacién ale~ ideologia y procedencia social de sus miembros era variopinta, lo que provocé violentas disensiones internas que acaba~ ron en enfrentamientos armados y cruen- tos ajustes de cuentas. Se calcula que en su momento de mayor expansion la resistencia partisana conté con 300,000 combatientes, deloscualesalrededorde35,000 fueron mu- jeres. Como ocurrié con otros movimientos armados de este tipo en la Europa ocupada, fueron ellas las que asumieron en gran parte laorganizacién clandestina del movimiento, mientras sus compafieros masculinos se de- dicaban a la lucha guerrillera. Después de la guerra los nombres de las ms destacadas partisanas italianas ca~ yeron en elolvido, a pesar de que muchas ocuparon después cargos en la politica % nacional. En una sociedad profundamen- ® te machista, que todavia no aceptaba el manas. Li aENE\ reo Pagers nuevo papel de la mujer fuera de los este- reotipos tradicionales, se tardé demasiado enreconocersus méritos, Una de estas luchadoras fue Teresa Noce. Nacida en el seno de una familia con esca- 808 recursos, se vio obligadaa abandonarlos estudios para ponerse a trabajar y susten tara los suyos. De formacién autodidacta, Noce milité desde muy joven en el Partido Comunista Italiano, Perseguida por el régi- men faseista de Mussolini, se exili6 en Parts junto asu maridoy desde all{realizé nume rosos viajes clandestinos a Italia para orga- nizar el movimiento opositor antifascista. Alestallar la Guerra Civil en Espaita, los dos se unieron a las Brigadas Internaciona~ les, donde ella desarrollé una intensa labor propagandistica con el nombre de guerra de Estela. Al comienzo de la contienda mun- dial Noce fue detenida por las autoridades francesas y trasladada al campo de concen- tracién de Rieucros, destinado a albergar a aquellos extranjeros considerados indesea bles. La mediacién de las autoridades so viéticas le permiti6 obtener el permiso para viajara Moscti, oportunidad que se vio frus- trada con la invasi6n alemana de Rusia. En Marsella se unié a los Franes-tireurs et par- tisans, uno de los grupos que formaban par tede la Resistenci Acomienzos de 1943 Noce fue detenida en el transcurso de una misidn en Paris. Encar celada por los alemanes, los agentes de la Gestapo, tan concienzudos en otros casos, francesa. fueron ineapaces de descubrir la verdadera > Genevidve de Gaul Sobrina dl general preset de a Repabic, esta mujer admirable (1920- 2002) luis ena Resistencia, sobrevi aRavensbrickyse ‘ohio activa por os Gerechos humanasy conta a pobreza, Mit 23 MUJERES EN LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL Simone Weil idsfay actvstapoica, a estora francesa Simone Well encama ‘el paradigma del papel intelectual de la mujer en la lucha contra los totaltarismos dea Europa de entregueras y del nazismo en particular, aunque no fue la Gnica. Entre las pensadoras que combatie~ fon actvamente a as tropas oupantes también nos enconramas con el nombre de Simone de Beawoit. adda ene eno de una familia juda resident en la capital frances, ‘Weil crecié rodeada de un ambiente intelectual que alenté su talento, innato. Estudiante de flosoffa y lenguas clasicas, alos 19 afios fue admitida, con la calificacién més alta de su generacién, en la Escuela ‘Normal Superior de Paris, institucién académica de gran prestigio en la que se forman profesores y catedraticos siguiendo una formacién cultural. de alto nivel que prepara a sus alumnos tanto para la investigacion ientifica como para la ensefianza. Simone Weil se gradué a los 22 afios 'y desarrolié su carrera como docente en varios liceos; aunque sus inquie- tudes politicas y sindicales le acarrearon problemas con las autoridades: educative, poco acostumbradas a dsideni, Deca a conocer por si ‘misma la realidad de los menos favorecidos, a los 25 afios dejé la ense~ jianza para trabajar en una fabrica de la industria pesada y luego como ‘peona agricola, donde entrd en contacto directo con las duras condiciones devida que sopotaan obrers ycampesnas, embrutecids pr Jornadas ‘interminables de trabajo a cambio de sueldos de miseria. Estas experienc srvieron para for su carter trazaton as ineas de su pensamiento filosdfico, Dispuesta a ver con sus propios ojos los turbulentas cambios que se estabanproducendo en Europa, a principios de la década de los aiios 30 viajé hasta Alemania, SEP conde ents en contacto drecto con el auge de namo. Su lucider la hizo vere destino que le esperaba al Vio Continente, reflexiones que plasmé en escritos de una elevada categoria intelectual. Dedaradaatestalnta y admiada por sus contempors- ‘neos como una mujer inteligente y audaz, su pacifismo mi- {itante no le impidié unirse al bando republicano durante la Guerra Civil espafiola. Integrante de la Columna Durruti (en a imagen), trabajé desde la retaguardia en Barcelona como ‘propagandista redactando articulos, crénicas y escritos. En contradic con su priniis, se unié a a lea armada en el Frente de Aragén, donde particips en algunas acciones militares. Desencantada cn el umibo que tmaba a contends, abandoné Espajia después de asistir al fusilamiento de un joven falangista. Testigo de la invasion alemana de Francia, en 1942 yt viajé con sus padres y hermano hasta Estados Unidos huyendo dela pesecucién naz. Cuando su familia estuvo a salvo se embarcd en un buque de regreso a Inglaterra, donde no tardé en unirse a lasers de a Fania Ubre que luchaban conta la ocupacénalemana. ‘Su deseo hubiera sido unirse a la lucha en suelo galo, pero su debilitada sald la obliga elar areas adminiatvas. Gravemente enferma de tuberculosis, la joven intelectual francesa defensora de la libertad a la ‘que Camus describié como “el Gnico gran espiritu de nuestro tiempo", fallecié el 24 de agosto de 1943. Simone Weil tenia sélo 34 afios. 240 mi ‘ eile Peart W. Cornoley La agente angotrancesa de SOE, el grupo de operaciones especiales de Church recibeen 2006 de manos de rena label lla Cruz de Vuelo Bistnguido. importancia de la detenida, error que en un principio la salvé de una muerte segura. Internada primero en el campo de concen tracién de Ravensbriick, después fue trasla- dada al de Holleischen, donde trabajé en las brigadas de mano de obraesclava fabrieando municiones. Nocesobrevivié alaguerray en 1946 figurdentre la veintenade mujeres ele- gidas para ocupar un escafio en la Asamblea Constituyente italiana y participé en la co- misién encargada de redactar y proponer el proyecto dela nueva Constitucién del pats. Heroinas del movimiento partisano Otra de estas valerosas mujeres fue Tina Anselmi, una joven de ideologia demo- cristiana que habia visto cémo su padre era perseguido por los fascistas italianos por defender sus ideas socialistas. Con apenas 17 afios, fue obligada por tropas de las SS a contemplar junto a un grupo de estudiantes el ahorcamiento de una treintena de jéve- nes partisanos. Aquella experiencia la hizo unirse a las filas de la resistencia, en concre- toa la Brigata Cesare Battisti, bautizada con ese nombre en honor al politico socialista y héroenacional quese enfrenté a los austria~ cos durante la Primera Guerra Mundial En 1944 se afilié al Partido de la Democra- cia Cristiana y al final de la guerra se matri- culé en la Universidad Catdlica de Milan. Al terminar sus estudios ejercié como maestra de escuela primaria y compaginé su trabajo en el sector de la ensefanza con puestos de responsabilidad en sindicatos cristianos. A partir de entonces desarrollé una intensa carrera politica que la llevé en 1976 a con vertirse en la primera mujer italiana nom— brada ministra, al asumir la secretaria de ‘Trabajo. Dos afios después fue secretaria de Sanidad y en 1981 presidié la comision que investigé la trama de la logia masénica Pro- paganda Due (P-2), escndalo de corrup- cidn que sacudié al paisentero. Teresa Mattei mostré desde muy joven su oposiciénal fascismo. Iba todavia ala escuela cuando desafié a las autoridades académicas al negarse a ir a clase en protesta por la ley dictada porel gobierno de Mussolini que pro- hibjaa losalumnos judios asistir a los centros educativos. Su rebeldia le costé la expulsién Afiliada al Partido Comunista desde 1942, un afio después se unié a la resistencia partisa~ na. En febrero del ato siguiente, su hermano Gianfranco se suicidé en una celda de la pri- sién romana de Tasso cuando iba a ser tor- turado para que revelara los nombres de sus compafierosen a resistencia. Bajoel nombre deguerra de Chiechi, Tere~ sa Mattei se mostrémuy activa enlosgrupos clandestinos que operaban en la ciudad de Florencia. Elsacrificiode su hermanosiem- pre inspiré su lucha y el 15 de abril de 1944 planed junto a su marido el atentado mortal ejecutado contra Giovanni Gentile, desta cado idedlogo fascista. Acabada la guerra, contaba 25 afios cuando fue elegida dipu- tada de la Asamblea Constituyente. Aligual que Teresa Noce, participé en la Comision que redacté la nueva Constituci6n italiana, De Carla Capponi, apodada la Inglesita, te- nemos un testimonio directo de una de las aceiones armadas en las que participd. Ori- ginaria de Roma, se afilié al Partido Comu- nista cuando las tropas alemanas ocuparon Italia, Uno de sus camaradas masculinos la describié como una “joven rubia que sale de noche a matar enemigos”. Su belleza y apa rente candidez no despertaban sospechas entre sus victimas. Siempre iba armada y de ella se dijo que participé en una docena de operaciones; en una de ellas abatié a un oficial alemsn que portaba documentos con planes para la defensa de la ciudad, Como Después de la guerra, los nombres de las _ mas destacadas ? partisanas italianas 2 cayeron en el olvido. ellamismanarré en una carta, le disparé por la espalda y despues le arrebaté la cartera. Este asesinato supuso para ella una dramati- caexperienciade la quese recuperéal pensar enlos camaradas que morian porla causa. Capponi ascendié répidamente hasta al- canzar el grado de vicecomandante de una unidad del Gruppi di Azione Patriottica, or- ganizacion responsable del atentado con ex- plosivos que el 23 de marzo de 1944 cost6 la vida a 32 soldados de la Policia del Orden de las $$ mientras marchaban por las calles de Roma, Esta accidn provocs la ira de Hitler, que ordené como represalia la que es conoei- da como Masaere de las Fosas Ardeatinas, en aque 335 civiles italianos fueronasesinados. ‘Condecoradaconla Medallade Oroal Valor Militar, en1953Carla Capponi fueelegida di- putada por el Partido Comunista en dos pe- riodos legislativos y formé parte del comité ejecutivo de la Asociacién Nacional de Par- tisanos Italianos hasta su muerte, en el aio 2000. Al contrario que sus compaferas de lucha armada, Gina Galeotti no sobrevivié a laguerra. Conapenas 16 aftos se uniéal movi- miento antifascista y en 1943 participé acti- vamente en la convocatoria de varias huelgas, en protesta contra la guerra. Detenida y tor- turada por su militancia politica, fue puesta cenlibertad tras la firma del armisticio con los aliados. Dirigente del comité provincial delos, Grupos de Defensa de las Mujeres, onganiza- cion pionera del feminismo en Milin que se dedicaba a brindarayuda a las familias en las, quealguno de sus miembros habia sido vie~ tima de la represién nazi, fue asesinada el 25, de abril de1945, un diaantes de que laciudad > junto a su ertonces ‘omandante en ete, Fietro Badoglio (17 1956), qu maria cl amis con ls aliados en 19432 ‘espa del Duce Mit» 25 MUJERES EN LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL << fuera liberada. Esa tarde acudiaen bicicleta al hospital delbarrio obrero de Niguarda, unode los nticleos de resistencia contra.l fascismo Pedaleaba en compaiifa de su amiga Stellina Veechio, con quien ibaa atender a los parti sanos heridos. Ocultos bajo elabrigo llevaban grandes paquetes de volantes para entregar sus compafieros en los que se anunciaba el levantamiento de Milin para el dfasiguiente. Eran las 15:30 cuando las dos mujeres Ile garon frente al edificio rodeado de tropas alemanas y un grupo de irreductibles fas cistas italianos. Al pasar junto a ellos, un vehiculo de las tropas de ocupacién disparé su ametralladora contra los civiles concen trados aleanzando mortalmente a Gina, que estaba embarazada de ocho meses. En ho menaje a esta luchadora de la Resistencia, que no pudo cumplir su suefto de ver nacer su hijoen libertad, muralesde vistosos co lores recuerdansu nombreen|as paredes del barrio de Niguarda Por los Paises Bajos Las jovenes neerlandesas que sembraron el terror entre los nazis fueron Hannie Schatt de 19 aftos, y las hermanas Truus y Freddie uerriteray minisira Tne Arselni Oversteegen, de 16 y 14, respectivamente, (9272016),at0l0— Cuando Ale id i ay tres (emegscteag cuando Alemania invadié su pais. Las tr conlosparisenos eran amigas y compartian secretos y confi yrs le guerra, se Yas equera se dencias de adolescentes mientras vivian sin Cistiama A@baa ——_preocupaciones. Laguerralo cambiarfa todo. seroma, _ Las hermanas Oversteegen crecieron solas aos 70 60. junto a su madre, una mujer de profundas convicciones antifascistas que habia mos. © trado ptblicamente su apoyo al gobierno de la Repitblica durante la Guerra Civil espafiola. Alestallarla contienda mun dial, las tres mujeres cobijaron bajo el techo de su casa de Amsterdam a re fugiados que huian del rég entre ellosa varios judios, Truus y Freddie y su amiga Hannie, una joven que se habia visto obligada a abandonar sus estudios de Derecho por negarse a jurar fidelidad al Fahrer, fueron testigos de primera mano de la brutalidad de la represion nazi y juntas decidieron tomar ac cidn uniéndose a la resisten- cia neerlandesa. Los lideres del movimiento eran todos men nazi, 266 MHL Giovanni Gentile iso eideslogo cwya dacrina sinié de base ineleua al fascism tino, Fue asesnado el 15 de abl de 1984 por un grupo uerilero en el que estaba intgrada Teresa Mate, hombres que no veian con buenos ojos que mujeres j6venes pudieran implicarse en una lucha clandestina contra los alemanes. Ante la insistencia de las hermanas Oversteegen, al final las aceptaron entre sus filas, aunque asdestinarona realizar tareas menores como el reparto de propaganda antinazi o ejercer comoenlaces, Las dos hermanas cumplieron con éxito as misiones encomendadas, dando mues tras de una valentia encomiable que no se encontraba en muchos hombres. Su amiga Hannie Schaft se uniria a ellas en 1943, Sus actuaciones Hamaron la atencién de Frans van der Wiel, responsable del Consejo de Resistencia local, que las invitéa unirse a su. grupo. Sin embargo, segufan sin contar con la confianza plena desussuperiores, que por el hecho de ser mujeres no las consideraban aptas para emprender acciones de sabotaje oatentados contra las fuerzas de ocupacién. Van der Wiel fue el tinico queaposté porellas y las puso a prueba en operaciones contra instalaciones y vias de comunicacién con. troladas por las fuerzas de ocupacién Las tres chicas pasaron la prueba y fue entonces cuando se plantearon llegar mas lejos en su lucha, aunque para ello tuvie ran que recurriral asesinato. Su odio hacia os nazis las llev6 a oftecerse para cometer atentados contra ellos y aquellos traidores neerlandeses que los apoyaban. En muchos casos los colaboracionistas eran peores que los alemanes, al denunciar a sus compa- triotasy apoyaren la persecucién de los ju- dios. Impresionados por la serena frialdad desu compromisocon la causa, los mandos de la resistencia aceptaron entonces sus ofrecimientos. Segiin el testimonio de Truus Oversteegen, fuesu hermana Freddie la primera que asesi- 16 por la causa de la libertad, El objetivo fue tuna mujer a la que la Resistencia neerlande~ sa habia sefialado como confidente del$D, el servicio de inteligencia de las SS, al que su- ministraba informacién sobrejudios que per- manecian escondidos. Freddie localiz6 a su victimaen.un parque y se acercs hastaella sin lamarlaatencién. Nadie podiasospechar que una adolescente deaspecto agradable pudie~ ra cometer un atentado. Al llegar a su altu~ ralamé a la confidente por su nombre para confirmar su identidad y cuando esta se giré lediountiromortalaquemarropa. Cometido elasesinatoselectivo, Freddie sealejé conto- tal diserecién del lugar de los hechos. La traumdtica experiencia fue asumida porlajoven comounaaecién deguerraden- tro de la lucha emprendida por los patriotas neerlandeses para recuperar la libertad Inspiradas por el ejemplo de Freddie, su hermanay su amiga decidieron unirseaella para cazar nazis. Para ello decidieron ser- virse de su juventud y atractivo fi contactar con sus confiadas viet Las tres jévenes empezaron a acudir a aquellos sitios en los que los alemanes y colaboracionistas se reunian para divertir~ se. Con su simpatia no tardaban en hacer amistad con oficiales y soldados del Reich que en un ambiente distendido no podian imaginar que las chicas que les coqueteaban en realidad querian asesinarlos. Seducidos por sus encantos, aceptaban la invitacion para irse con ellas a.un sitio apartado, casi siempre una zona boscosa cercana al barrio de Haarlem, donde les tendian la trampa Los alemanes pensaban que iban a pasar un buen rato junto a una chica guapa cuando en ese preciso momento sus acompafan- tes sacaban un arma y los mataban sin dar- les tiempo para ser conscientes de lo que en ¥ verdad estaba ocurriendo. Los asesinatos E selectivos cometidos por las tres jévenes se annie Schaft (1820-1945) Eta oven nerlandesa, junto asus amigas Tus y Fede Oversteegen, sem el panico entre las ‘eras de ocupacon alemanas. Fue torturada yeectada, convirtieron en un quebradero de cabeza para lasautoridadesalemanas de ocupacién, que montaron diversas operaciones para capturarlas. Actuando desde el anonimato, Hannie Schaft era la mds reconocible por su cabellera roja. Identificada como un miem- bro peligroso de la resistencia, fue detenida porla Gestapoen un control rutinariomien- tras repartia propaganda antinazi. Después de un brutal interrogatorio en el que no ex- puso a sus compaferas, fue ejecutada el 17 de abril de 1945, Cuentan quelos disparosde Jos verdugos que la fusilaron la dejaron mal- herida y que cuando se acercé el oficial para rematarla ella le grit6: “jYo disparo mejor!”. Apenas 18 dias después, Paises Bajos fue li berado por losaliados. Las hermanas Oversteegen sobrevivieron ala guerra e intentaron llevar una existencia discreta y tranquila que les permitiera recu~ perar sus vidas; aunque nunca pudieron ol- vidar sus experiencias durante la ocupacién. alemana. Déeadas después su historia fue recuperada por varios periodistas. En una de esas entrevistas, Truus Oversteegen recono - cid que resulté por demés dit papel porque nunca se consideré a si misma comoasesina, Cuandole preguntaronacuan- tos enemigos habia matado, ella respondid al reportero que no se habria atrevido a plan- tearle tal cuestionamientoa unsoldado, © I asumir su it 27 MNES ELA SEGUNDM GUERRA NUN COMBATIENTES NAZIS Y FASCISTAS*** ENELEJEDEL 7 eee ees nBelsen (Alemania) en 198. Paraddjicamente, en un régimen cuyas politicas se volcaron en convertir a la mujer alemana en el ideal tradicional de esposa y madre, miles de ellas terminaron sumandose al servicio en los ejércitos para cumplir roles considerados masculinos, en un ntimero mayor al de sociedades mas abiertas. Por Miguel Félix Gomez Trillo nas 500,000 mujeres alemanas sirvieron en la Wehrmacht (fuerzas armadas) y en las SS como helferinnen (au- xiliares) durante la Se~ gunda Guerra Mundial, Antes del inicio del conflicto y de la ereacion de estos cuerposauxiliares, elafin de Hitler porsituara Alemania como una potencia mi- litaracarred la movilizacién de enormes can tidades de hombres parael servicio militar, lo que provocs que servicios tradicionalmente masculinos, como el postal oe! de bomberos, incorporaran por primera vez mano de obra femenina para funcionar. A pesar de que la Ley de servicio militar de 1935 establecia la obligacién de la mujer de servira Alemaniaen tiempos deguerra, elré- gimen nazi no lo habfa implementado. Sélo cuando elavance de suejércitolollevéaocu- par una amplia extensién de territorios, la tarea de administrarlos oblig6 ala Wehrma- cht a reclutar mujeres como auxiliares para desarrollar estos trabajos y liberar al mayor mimero de hombres para serviren el frente. Las helferinnen La extraccién social de estas auxiliares fue ensu mayor partelaclase media. Aunque fa~ natieas nazis se sumarona las filas del servi- cio militar auxiliar y colaboraron de manera activa en el horror que provocd el nazismo, también podemos hablar de “victimas” en esta historia: hacerlo noessituarse en el lado del horror nijustificarlo. Muchas fueron vie~ timas de la propaganda nazi la quelajuven- tud alemana fue sometida durante los afios, que Hitler detent6 el poder y de la presién social y politica que directamenteeliminaba al cludadano disidente. Asf, sin contar con g una fuerte conviecién nacionalsocialista, a es Sccnaceaa atlig delepeicito pare defender a su pais y otras nada més lo hicie~ & ronalserreclutadas contra su voluntad. La incorporacién de mujeres auxiliares al ejército alem4n se inicié en el Heer (Ejérci- to de Tierra) en el verano de 1940, cuando se autorizé la movilizacién de personal fe- menino para desarrollar tareas adminis- trativas. Las primeras movilizadas fueron asistentes de la Cruz Roja y jévenes traba- jadoras del Pflichtjahr, un servicio anual obligatorio que afectabaa todas las mujeres menores de 25 afios que no hubieran mili- tado en ninguna organizacién juvenil del partido. Ahi, las jovenes se ocupaban de realizar tareas agricolas, pero también se formaban en trabajos relacionados con su futuro rol como amas de casa. En 1941, la Luftwaffe (Fuerza Aérea) co- menz6, con un mayor interés y entusiasmo que otras ramas del ejército, a reclutar per~ sonal femenino procedente del Reichs beitsdienst, una agencia estatal creada para mitigar los efectos del desempleo, militari- zara fuerza laboral y adoctrinarasus miem- bros en la ideologia nazi. A este personal se le adjudicaron tareas administrativas y de colaboracién con la defensaaérea. La Kriegsmarine (Marina de Guerra), por su parte, tards en reclutar a auxiliares fe- meninas, que fueron destinadasa tareasad- ministrativas y al servicio de alerta contra ataquesaéreos, El protagonismo de las mujeres en el ejér- citoaumenté traseldesastrede lacampafia rusa durante el invierno de 1942 a 1943. A partirdeentoncessedispuso que los solda- dos encuadrados en los cuarteles generales fueran sustituidos por mujeres siguiendo el criterio de “cuatro mujeres por cada tres soldados”. Al mismo tiempo se les asigna- ron nuevas labores, tales como las de regu- laciéndeltrafico, traduccién, conductoras, mecinieas, ete. La incorporacién progresiva de la mu- jer llev6 a que a finales de 1944 el nime- ro de helferinnen se situara en torno a las 300,000. La grave falta de efectivos propi- > = MH © 29 MUJERES EN LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL Guardianas det horror. lustacion (querecea ana SS-Auscherianen Uunformada,Fueron supenisoraso| asitntes en los campos de concerracon femeninos durante 1 Holocausto (1959-1985). << ci6 queen diciembre de 1944 se iniciara una campaiia para reclutar a todas las mujeres mayoresde 18 aftos parael Wehrmachthelfe- rinnen-Korps, un nuevo cuerpode volunta- ras que se diferenciaria del servicio auxiliar por su caracter més militar. A pesar de que desde septiembre de 1944 las auxiliares fueron paulatinamente eva cuadas a territorio alemin, muchas queda- ron aisladas en la desbandada del ejército en algunas zonas. La peor parte la sufrieron aquellas hechas prisioneras en el Frente Oriental: unas 25,000 fueron internadas en, la Unidn Sovietica, donde realizaron traba- jos forzados durante aftosy séloalrededorde 5,000 volvieron a casaen la década de los 50. Alfinal de la guerra, las helferinnen habian realizado miiltiples trabajos que las llevaron a ejercer roles considerados exclusivamente ‘masculinos. Asi, en la Luftwaffe las mecini- cas llegarona representar untercio del total También en la Luftwaffe, como encargadas de reflectores para seftalamiento de objeti- vos aéreos y como auxiliares en la dotacién de baterfas antiaéreas, su trabajo llegé a ser asimilable al delos hombres. Estatus subordinado El alistamiento de estas j6venes fue moti- vado por razones tan diversas como servir alla patria, obtener reconocimiento social, tener oportunidad de conocerelextran- jero, vivir experiencias o simplemen- te vestir un atractivo uniforme. Por otro lado, el estatus de las helferinnen nunca fue equiparado al del perso- nal militar: eran civiles uniformadas destinadas aactividades subsidiarias, cuyo trabajo estuvo dirigido y supervisado por hombres y que no tuvieron mando sobre personal masculino, Las auiliares estaban a su vez bajo la supervision de una mujer que ejerefa de lider en las diferentes unidades. Estas Fahrerin- hen eran elegidas para el cargo por su compromiso con el Partido Nazi y sus tareas se limitaban a la organizaciény diseiplina en las residencias femeninas, a 30° MHL [Mujeres en fas fabricas. Una obreraalerana ajusta un panel de instumentos en una fabric de aviones durante la Segunda Guerra Mund. Ja asignacién de tareas comunes y al aseso- ramiento del mando en asuntos de mujeres, Respecto al prestigio social de servir como auxiliares, la Wehrmacht nunca vio con buenos ojos la incorporacién de la mujer a sus ilas, La tinica excepcién fue la Luftwaffe, debido a su endémica falta de recursos hu- manos. A los soldados, la mayor presencia de mujeres en sus unidades les incomodaba, pues indicaba que pronto serfan enviadosal frente. En sus relaciones, el ejército siempre estuvo vigilante para evitar las conductas inapropiadas entre auxiliares ysoldados, ya que podrian amenazar la imagen dela mujer alemana. A ellas se les prohibié fumar, be bery bailar vistiendo de uniforme, asi como maquillarse o lucir joyas. Siestuvieron per mitidas las conocidas como veladas sociales (kamaradschaftabende), donde soldados y auxiliares podian relacionarse; sin embargo, enocasionesesos encuentros desembocaron en fiestas con sexo y alcohol como protago- tas. Aquellos ejemplos particulares tras- cendieron a la sociedad alemana haciendo dafo en la imagen de lasauxiliares, que fue ron estigmatizadas de manera general como mujeres de mala reputacién. Las helferinnen tuvieron prohibido el uso de armas. £1 régimen nazi consider que no se podia traspasar el limite de permitira las mujeres disparar contra hombres, aunque esto cambié de forma casi aneedética en los tiltimos meses de la guerra. Las auxiliares destacadas en las baterias antiaéreas tam— bién tenian prohibido accionar los meca~ nismos de disparo, a pesar de que levaban a cabo todas las demas tareas en esas piezas, Guardianas del infierno: $S-Aufseherinnen Las Schutzstaffel (SSo escuadrones de pro- teccién), como se dijo, también incorpo- raron a helferinnen en sus filas. Fue su ala politico-policial, la Allgemeine-SS, encar- gada de la custodia de los campos de con- centracién y responsable de llevar a cabo el exterminio de millones de personas, la que comenzé en 1939 el reclutamiento de auxi- liares femeninas para cubrir los puestos de guardianas en dichos campos. En enero de 1945 mas de 3,500 mujeres trabajaban para lasSS como guardianas. El primer campode concentracién femenino que abrié la puer- taa laadmisidn de estas SS-Aufseherinnen fue el de Ravensbritck. Las reclutadas que- daron bajo la jurisdiccién de las SS, pero no fueron consideradas miembros formales de la organizacién y nose les permitié usar la insignia de las runas y lacalavera. Elpersonal femenino de las SS tuvo opor- tunidad de promocionar y Hegar a ocupar puestos de supervisién, aunque el cargo de comandante de campo siempre estuvo re- servado alos hombres. A pesar de esta cir cunstancia, ejercieron poder directo sobre las reclusas como responsables de imponer castigos, organizar los equipos para traba- jos forzados o elaborar las listas de conde~ nadasa la camara de gas. Las $S reclutaron mujeres de 21 a 45 aftos sin exigirles habilidades profesionales previas 0 un nivel de estudios determina~ do, causando que, de manera general, las SS-Aufseherinnen provinieran de las eapas bajasde la sociedad alemana y que no falta ran voluntarias, pueselsueldo doblabaal de una trabajadora fabril. Ser guardiana en los campos no fue considerado un mal trabajo, una vez.que las jévenessuperaban losescrti- pulos que pudieran albergar. Precisamente, el objetivo durante su formacién era trans- formarlas para que realizaran sus cometidos sin tener reparosa la hora de usar la violen- cia verbal o fisica contra las prisioneras. Hasta mediados del afio 1941, Ravens- briick fue el inicocampo de concentracién femenino, peroel inicio dela guerracontra la Unién Soviética y las consiguientes de- portaciones masivas de mujeres judias pro vocaron queal final del conflictohubiera 13 de ellosen funcionamiento, Las helferinnen o auxiliares nazis no eran personal militar, sino civiles uniformadas. La violencia ejercida por las guardianas s campos aleanz6 su elimax de ensa- Aamiento contra las internas a finales de 1942, con la implementacién de la Solu- cidn Final para el exterminio total de los judios europeos y el comienzo del declive del poderio nazi en el campo de batalla. La prolongacién de la guerra dificultaria el re- clutamiento de nuevas SS-Aufseherinnen, por lo que al final de la contienda el régi men oblig6a realizar estos trabajosamuje- resdesempleadas El avance aliado y la liberacién de los campos llevaron a la detencién de ci tos de guardianas; los soviéticos ejecuta- ron directamente a muchas de ellas en los propios campos. Sin embargo, muy pocas mujeres de las SS fueron juzgadas por los aliados: la violencia ejercida por ellas fue considerada “una desviacién” y su inves tigaci6n causé condena. Este hecho, unido aque nose les consideré parte activa en el Holocausto, provocé que muchas se salva- randela prisién ola horea. > enk n= tas “dca, rolampago”. En aimagen, dos heterinen dels Schutstatel (5), tas que elamarta ‘Blitzen (chicas las unidades de inteligencia de Wehrmacht yas Watlen-Ss— que levaban en la manga el uniforme 0 en cobata, Mite 31 ‘uniliaresitallanas. Miembros del Seno ‘usiliario Femme (SAP, cuerpo de mujeres voluntaras creado pare apoyer alec, desfian or una alle de una Ciudad del Pamonte ensepiombre de 1844, El régimen nazi logré que mujeres ordinarias se convirtieran en monstruos criminales. La nazi que mataba a patadas. Fotogatia de ermine Braurstinr, "Ta Yegua", mada en i967 Esta sadicaguardiana de Ravensbricky Majdane ea temida or dar paadas hasta Tamuere Eores iudiciales a dearon We y reo vida en Estados Unidos, peo fue descubierta, edraditada y condenada a cadena Derpetua en 1981 El régimen nazi consiguié que mujeres or dinarias se convirtieran en monstruos ca~ paces de cometer los més horribles de los erimenes sin sentir remordimientos. Cente nares de testimonios de supervivientes se alan que hubo guardianas que disfrutaron levando a cabo sus atrocidades y que inclu. so, en los casos mas enfermizos, sintieron placer sexual al hacerlo. El grado de inhu- ‘manidad al que Hegaron mujeres como Irma Grese (“la Bella Bestia”) en Auschwitzo Her mine Braunsteiner (apodada “la Yegua” por las palizasa patadas hasta la muerte que pro- pinaba a las rechisas) en Majdanek no puede describirse con palabras. enel ejército fascista Aunque en la Italia fascista el mundo fe menino habfa tenido cierta militarizacién a través de organizaciones juveniles como la Academia Femenina de Educacién Fisica, el régimen de Mussolini promovié los roles con que por tradici6n se habia identifieadoel modo en que hombres y mujeres afrontaban. la guerra: ellos acudiendo ala llamada de las armas en el frente y ellas permaneciendo en casa al cuidado del hogar Elavance de laguerray laausencia de hom. bres provocé que muchas mujeres pasaran a desempefiar trabajos masculinos en el ser vicio postal o conduciendo tranvias, lo que aumenté el protagonismo de la mujer en la sociedad italiana. Pero a pesar de eso y de las derrotas sufridas por Italiaen Africay losBal- canes con la pérdida de miles de efectivos, el Partido Nacional Fascista (PNF) no autoriz6 incorporar mujeres al ejército. El e cambié cuando los aliados iniciaron la inva sién de la isla de Sicilia en julio de 1943. La presenciaaliadaen territorioitaliano precipi t6lacafda de Mussolini y a rendiei6n italiana €18 de septiembre de ese afto. El sur del pais pas6.a estar controlado por las fuerzas aliadas yelnorte fue ocupado porla Wehrmacht, que establecié un gobierno titere de Berlin, lade- nominada Reptiblica Social Italiana (RSI). El 12de septiembre, tropas alemanas liberaron a Mussolini de su cautiverioy este fue nom. brado por Hitler liderde la nueva Reptiblica cenario El Servizio Ausiliario Femminile (SAF) La rendicidn italiana en el sur y la falta de efectivosen el norte provocd que finalmente ‘Mussolini aprobara en abril de 1944 la crea- cién de un cuerpo auxiliar de mujeres vo- luntarias para apoyar al ejército: el Servizio Ausiliario Femminile (SAF). El alistamien- to en el mismo se abrié a todas las mujeres mayoresde 18 afios y menoresde 45 que de mostraran buena condueta y compromiso con el régimen. Debian superar una prueba fisica y al menos poser estudios primarios. Ninguna mujer podia enrolarse sin el per- miso de su padre o su marido. Al final de la guerra unas 6,000 mujeres se habfan su- mado a este cuerpo, prestando sus servicios indistintamente en los ejércitos, la Guardia Nacional y las Brigadas Negras Al contrario que en la Wehrmacht alema~ na, el SAF adopto para el personal femeni- no el sistema de rangos propio del ejército italiano. Las tareas encomendadas fueron basicamente administrativas, pero también cubrieron puestos considerados técnicos como los de operadoras de radio, traducto- ras o telegrafistas Aunque se trataba de un servicio desarmado, se las instruyé en el uso dearmamento personal. Desde el inicio del periodo de formacién, las integrantes del SAF estaban sometidas ala disciplina militar. Recibian uniforme y pasaban a vivir encuarteladas, siempre se paradas de las tropas masculinas. Tenfan prohibido el uso de maquillaje vistiendo de uniforme yaceptar invitaciones individua- les paraasistira fiestas o comidas. Al finalizar la guerra, las que peor parte se evaron fueron aquellas que cayeronen ma- nos de los partisanos, La mayoria sufrieron escarnio pubblico y algunas padecieron tor- turas y fueron ejecutadas. Las apresadas por los aliadosterminaron internadas en campos de prisioneros y fueron liberadas, en su gran mayorla, en 1946. Servicio femenino en la Decima Flottiglia M.A.S. La Decima Flottiglia M.A.S. (Motoscafo g Armato Silurante) fue una unidad de élite 2 perteneciente a la Armada italiana com- puesta por buzos de combate y responsa- 8 ble de varias intrépidas incursiones contra las Brigate Nere (Brigadas Negras) Lurgleron como una milciaparamilitar tras la constitucién de a RSI, rmilicia 2 la que se unieron los més acérrimos militantesfascsta. ‘Su funci6n era proporcionar seguridad a los miembros del partido, ‘aunque también colaboraron con la Wehrmacht en operaciones de contrainsurgencla levando a cabo brutales aciones de represalia. De esos episodios de brutalidad también fueron cémplices mujeres perteneclentes a esta mila, como Maria Concetta Zucco. Conocida como "la Mujer del Velo" por esconder su rostrocon una capucha y unas gafas oscuras para ocultarse ante sus victimas, se convir- tid en el terror de los partisanos capturados debido ala extrema crueldad de sus torturas. Las mujeres condena~ das por estos crimenes apenas cumplieron unos cuantos aos de prisién Aebido a las diferentes amnistias promulgadas por el gobierno italian. hecho de juzgar a oni oar Cee ey ‘mujeres resultaba incémodo para gran parte de a sociedad italiana, Incapaz de asumir que ellas hubleran podido perpetrar tales horrores, ireunstandia que salvé a muchas de la cércel. buques ¢ instalaciones navales aliadas en el Mediterréneo. Tras la proclamacién de la RSI, sus miembros estacionadosen el norte del pais se unieron a las tropas alemanas. A pesar de ser un cuerpo de operaciones especiales, la Decima permitié la incorpo- racién de mujeres en sus filas, eredndose un pequefio cuerpo auxiliar femenino en marzo de 1944, A los cursos de formacién asistieron alrededor de 200 voluntarias. Las mujeres de la Decima no dependian organi- camente del SAF, sino que se integraron en la jerarquia de esta unidad funcionando de manera auténomaa la del resto del servicio auxiliar femenino del ejército faseista. En contra de lo esperado, dada su condi- cidn de auxiliares, algunas de estas muje- res combatieron en primera linea de fuego, como les ocurrid a varias integrantes de la Decima durante el desembarco aliado en Anzio, el 22de enero de 1944. @ cartel ropagandistico fascista con un mie des ‘Brgate Nere ya leyends Ponder, gg damani a ‘combattimento per nore daa (ists ‘aye, boy y manana paraluchar pore, honor de ai). Mit 33 MAJERES ELA SERUNDA ERA MUNDIAL PRIMERAS DAMAS DE LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL ptEVAa ELEANOR Aunque suelen quedar marginadas en los libros de historia, las mujeres que amaron a Churchill, Hitler o Mussolini fueron también piezas clave para el devenir de la contienda. Por Manuel P. Villatoro va, Clara, Clementine. La historia, a veces injus- ta, ha invisibilizado a estas mujeres y ha hecho que sea necesario citar su apellido para ubicarlas en un mo- mento conereto del pasado. Algo queno ha sucedido con sus maridos, los Adolf, Benito y Winston de rigor. Sin em- bargo, la realidad es que ellas también exis- tieron; que su contribucién fue clave para el destino de la Segunda Guerra Mundial y que, a pesar de que se suele obviar su papel, al- gunas superaron las aportaciones desus res~ pectivos maridos. Los dos amores de Hitler Del interminable elenco de personajes 1i gados a la Segunda Guerra Mundial, exis: te uno que destaca sobre el resto: Adolf Hitler. Sobra citar su maldad, pero hasta este Satanas nazi conté varios amorios. Una de sus primeras relaciones fue con Angela Maria “Geli” Raubal, 19 afios menor que él hija de su hermanastra. Mas alld de la obsesién que se generé entre ambos -el futuro dictador declaré que la amaba y que se reservaba “el derecho a vigilar sus relaciones maseuli- , suele dejarse a un lado que esta joven ar mas del arquetipo de mujer aria, pues era morena y bajita, tenia un ea racter rudo y adoraba presentarse en socie- dad conlas piernasalaire. Su “tio Af", como le llamaba, le destruyé la vida: le impi cursar estudios de canto, evit6 que se viera con otros hombres y controlé todos sus ac~ tos. Al final, se suicidé cuando sumaba poco masde 20 afiosde edad. Poco le duré la solteria a Hitler después de esta desgracia. En 1929, el entonces li- der del Partido Nazi conocié a la que fue su. compatiera durante el resto de su vida: Eva Anna Paula Braun, Ambos se vieron por pri- meravez.en el taller fotografico de Heinrich Hoffmann y, segiin narré la joven en una cartaa un familiar, quedé enamorada de ese “seflordecierta edad con un gracioso bigoti- to”. Pero jquién era aquella chica de apenas 17 afios que trabajaba por un sueldo misera- ble? Seguin historiadores como Nerin E. Gun, erala “aria perfecta” graciasa su pelodorado y su complexion atlética. Ademis, las ulti- mas biografias -una de ellas, elaborada por > MH © 35 h Z, as mujeres de Fier, rib asx ter cons ned arn Ge, con en sono ua ete ya rela hasta el sciio de ola on 1951 Ala derecha, va Braun 1n12- 194), fograta ysecretaria con aque se cas 29 de ari de 1945, Abajo, a paeja con sus perros en su vila de Bergh, junto a Berchtesgaden. < Heike Gortemaker~alejan su imagen de lade una “rubia tonta” una personalidad fuerte y sabia hacerse res Todo lo contrario: tenia petar por los jerarcas del Reich ‘Su resolucién, que no obsesién, era de tal | calibre que intenté suicidarse en dos ocasio 5» para la 1 la atencién de Hitler. Y lo cierto es que nes, Seguin algunos historiadoi m consiguié lo que queria, yaque su amadoen tendid que debia ocuparse deaquella “pobre ceriatura para 1935 era unsecreto conocido portodos que Eva se habfa convertidoen uno delos pilares principales del Tercer Reich, asi como en la seftora de Berghof, la casa alpina del ya Pihrer, Pero era mucho mas: amaba elcine, la moda, el jazz, leia las obras de Os car Wildea pesar de que habia sido prohibido porsu pareja, adoraba viajar y practicaba de portes hasta la extenuacién. Quiz por ello solia desesperarse durante las largas estan ciasen los Alpesbivaros, puesentre aquellos murossesentfa comoun pajaroencerradoen a jaula de marti Eva tampoco carecia de cardcter. Era la jue se atrevia a cortar los largos mo nélogos de Hitler durante las interminables sobremesas. A veces, le valfa con una senet lla pregunta (* zqué hora es?”) para que este entendiera que se excedia en sus palabras. Ademés, preferia dedicar el tiempo a los chismes de la época. Asi lo confirmé Baldur von Schirach, quien visitéa la pareja muchas veces hasta 1943: “Se pasaba horas parlo teando sobre los tiltimos chismes del mundo Eva Braun era la “aria perfecta” (rubia y atlética) y tenia, ademés, una fuerte personalidad. del cine. Si no intervenia con sus historias chismos: fa la aburrida y se quejaba de migrafias’ seguidora de Hitler y se mantuvo a En todo caso, fue la més fiel su lado hasta el final, cuando, tras convencerla para contraer matrimonio enel binkerde la Can cilleria, decidi6 por propia voluntad suici darse con él Una donna y una ragazza A unos pocos cientos de kilémetros de Alemania se hallaba la Italia de Benito Mussolini, dictadory maestro del fascismo, de eso no hay duda, pero cuyas relaciones con las mujeres no podian diferir mas de las que habia ma juventud hasta que fue colgado boca abajo en 194 enido Hitler. Desde su amé a un minimo de cinco damas, eso sin contar la infinidad de jovenes con las quese encams durante su etapa al frente de Italia (aunque esa es otra historia). En lo que respecta al matrimonio, su primera espo- sa fue Ida Irene Dalser, una joven que habia estudiado medicina estética, disponia de un salén de belleza en Milan y lo mant econémicamente durante su juventud. Su romance se extendié hasta 19 cuando el > Las esposas de los edecanes del diablo relacién que Adolf Hitler y Eva Braun sellaron con Oy Cee aed Meese eed Dee mn Rm ere CACO eer a en DE ee Joseph Goebbels, ministro de Propaganda del Tercer Reich, tuvo también una rela ra a eT Rn Pe ee nt tubia con las mujeres debido a su Poe CL) eee ec ‘rénica, Al inal, contrajo matrimonio con Magda, con quien tuvo ses hijas. Con todo, alrededor de esa feliz pareja siempre sobrevol6 Po ee etn ree o més que una Pree ee ett ey Ce cn en ae eee TT Re eee eee Pee ee ts eee eT ee Oren Mere a eee cI) Se ee ee ae) a Pee ea Eee ce ee Coen EE em eg ee ee eae ee Ri) it © 37 MUJERES EN LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL Laprimera esposa. Enlaimagen, tomada hacia 1815, Ida rene Dake, primera mer de Musson con el hijo ‘deambos, Benito Aino, Las cnstates infidetidades det Duce y, sobre todo, la aparicdn de Rachele Guid acabaron con a pareja. os +, < futuro dictador encontré a su nueva media naranja: Rachele Guidi. Rachele fue la verdadera sefiora Mussolini, aquella que aguanté sus aventuras durante aitos y, a pesar de todo, to quiso (aunque no la que decidié morir con él). Los expertos la definen comounamujersevera, autoritariay quenosedoblegaba anteel Duce. Ella misma expresé quesu esposo “pareefa un leén, pero en realidad era un pobre hombre”. El histo- riador Alvaro Lozano afirma también que no estaba interesada en la politica y que, como era habitual en la época, se dedieé por ente- 10 au casa ya los cinco hijos que alumbré, Al final, las continuas aventuras sexuales de su marido y su marcha a Roma ~ciudad que ella odiaba- hicieron que se distanciaran. A partir de entonces se dedicda la costura y el cine, sus grandesaficiones. Si Rachele fue la donna (mujer), la ragazza (muchacha) y la amante fue la famosa Cla- ra Petacci, aquella que loacompaiié frente a los fusiles de los partisanos. Esta chica, ca! 30 aftos mis joven que él, se obsesioné con la figura del Duce cuando apenas superaba Jos14 veranos. Ambosseconocieronen1932, mientras condueian, y quedaron encandi- lados el uno del otro. Antes, la muchacha ya le habfa enviado varias cartas solicitan- do una audiencia privada. Lo suyo sf fue una Eleanor Roosevelt, tras enviudar de Franklin, participo en la elaboracion de la Carta de Derechos Humanos. 386 MH obsesi6n, pues habia sido educada en el cul- toal lider desde su juventud. Siempre supo que su adorado Ben era insaciable a nivel sexual y que no le era fiel. Lo odiaba por es0, pero se lo perdonaba por amor. Eleanor y los derechos humanos Por parte aliada, unade las mujeres que més se adelanté a su tiempo fue Anna Eleanor Roosevelt. En una era, los afios 40, en la que el rol masculino prevaleeia a todos los nive~ les, la que fuera la esposa del 32° presidente de Estados Unidos consiguié destrozar los arquetipos y convertirse en una luchadora incansable en favor de los derechos sociales. Y no la tuvo fécil. Nacida en 1884, esta neo- yorquina pasé una infancia mareada por la temprana muerte de sus padres. Huérfana, fue acogida por un familiar primero, y en viadaa un internado de Londres después, De regresoa su tierranatal contrajomatrimonio con su primo, Franklin, A partir de este punto faltan I{neas para narrar sus proezas, Durante la Primera Gue- 1a Mundial, por ejemplo, ingresé en la Cruz Roja y apoyé a diferentes organizaciones como la Liga de Mujeres Votantes. Y, apenas unos afios después, en la década de los 20, colaboré con media docena de sindicatos similares. Aquello la curtié y, para cuando su esposo alcanz6 la silla presidencial, Elea~ nor se habia convertido en una conocida \9 1 (lareta. si lamaba Mussolini a su amante, Clara Pac aa que leva 29 aos. Fuerondetenidos y ‘ecutados por los partsanos al inal de a gue. activista que defendia la igualdad salarial de las mujeres 0 los derechos de la comunidad afroamericana. Quiz4 por ello no quiso asu- mirel papel testimonial que, hastaentonces, habjan tenido las primerasdamasde Estados Unidos y aposté por utilizar el cargo paradar a conocer sus creencias. La posterior enfer- medad de Franklin, en silla de ruedas, le dio incluso mis relevaneia. Su curriculum es interminable. Pasé de escribir articulos sobre igualdad en una co- lumna titulada “My Day” a liderar todo tipo de comisiones sociales. Sin embargo, no fue hasta despuésde la muerte de su esposo, su- cedida el 12 de abril de 1945, cuando se gané un hueco en las paginas de la historia. Tras, unos meses, Eleanor fue nombrada delega- da en las Naciones Unidas por Truman y se convirtié en la primera presidenta de la Co- misién de Derechos Humanos. “Mitarea y la de mi equipo fue redactar un borrador de la declaracién universal de derechos”, explicé en sus memorias. La labor no fue sencilla yle demostrélodiferentes que podian serlos Es~ tados entre si. “Hubo momentosen los que casi me volv{ loca. (...) Tuvimos problemas, por ejemplo, con los representantes rusos, que querian incluir la ideologia comunista en todos losarticulos g En sus iiltimos aos trabajé sin deseanso. 1 viaj6 por todo el globo, intent6 normalizar las relaciones con la Unién Soviétiea, im- ® partié conferencias... “Daremos la vuelta al mundo” le dijo asu secretaria en 1952, y casi lo consiguié. Con todo, siempre tuvo unos minutos para escribir “My Day”. Su tiltimo, articulo lo publicé en septiembre de 1962, pocoantes dedejareste mundo, yen élderro- chaba ese espiritu combativo de su juventud: “El problema de la integraciénen las escuelas puiblicas es mucho mas que la mera mezcla de nifios blaneos y negtos. Un programa de integracién eficaz también debe preocupar- se por las aulas pobres y abarrotadas, por la preparacién de los profesores y por los planes de estudio”, La tuberculosis se la Ilev6 el 7 de noviembre. “Su ausencia se har sentir entre aquellos queadmiraron su infatigable idealis- mo” ,afirmé el presidente Kennedy. Eterna protectora Eleanor Roosevelt fue un caso extrafio dentro del selecto grupo de las esposas de los grandes lideres de la Segunda Guerra Mundial. En los afios 30 y 40, porel contra- rio, lo habitual era que los maximos digna- tarios oscurecieran a sus mujeres. Este fue el caso de Clementine Hozier, compafiera, sustento y contrapeso de Winston Churchill durante nada menos que 58 aftos; pero tam- bién una figura obviada por los expertos. Su vida arrancé en el Londres de 1885. De pa- ternidad dudosae infancia turbia, esta brit nica de prominentes cejas habia pasado por todo tipo de estrecheces antes de conocer a su marido, 12 primaveras mayor. Hasta tal > La familia de leanor. En imagen, un todavia joven Fankin Delano Roosevelt consu hia ‘de 14 aos, Anna, en lacasa deverano de [afar ena isle de Campobelo (Canad). Heanor, su mer, era también su prima, y fue a primera dana, mas pia. Mit #39 MUJERES EN LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL Compaierade — < punto que, cuando empez6 a coquetear con Hones =* el futuro primer ministro, impartia clases de 977), a esposa de francés a menos de treschelinesla hora ysolo aioe podia mantener uno de sus vestidos limpio, ddscretay tendente El matrimonio supuso para ella una boca- Ingeenbosen® nada de aire, pero no la cambié. Clementine tunaco decampata-—-—fue siempre una mujer cabal e inteligente Cecloralentendres que insistié, por ejemplo, en pasar las vaca~ clones alejada de su esposo para evitar que el cardeter apabullante de Winston terminara por quemar la relacién. A su vez, a lo largo de toda la contienda se convirtiéen la prin- cipal ministra de su controvertido marido, Ala sombra del emperador al que escuchaba con atencién, aconsejaba en cualquier ambito (desde el militar hasta el politico) y reeriminaba cuando debfa. Por desgracia, fue también un almaatormentada ala que tragedias como un aborto inespera- doo elsuicidiode su hermano hicieron pasar por largos periodos depresivos. En este sen- tido, uno de los momentos que mas la turbé fue la muerte de su pequefia Marigold a causa deuna septicemia de garganta. Jamésse per doné no haber podido ver los sintomas antes, Pero superados aquellos nales, era una mujer resuelta que también luch6, aunque en menor medida que Elea~ nor, en favordel voto femenino, Lo hizo, por ejemplo, con unacartaque envida The Times “Lo que esta en el candelero parece no con- sistir ya en responder a esta pregunta: ghan de poder votar las mujeres?, sino en satis~ facer esta otra: ino resultara preciso abolir por completo a las féminas?”. Su marido no podia estar mas en contra, como repitié con sorna en muchas ocasiones: “La verdad es que ya tenemos suficientes votantes igno- rantes, no necesitamos mds”. Clementine era, ademés, una mujer inquieta que adora- ba la apicultura, el tenis y el esqui. Fallecis endiciembrede 1977, doceafios después que Winston, trassufrir un ataqueal corazén. baches emocio- 1 Japén, la libertad con la que algunos lideres como Mussolini trataban sus deberes marital era vista con rechazo La relacién de respeto yfidelidad que mantuvieron el emperador Hirohito y su esposa, Nagako, aslo demuestra, aunque esos mismos valores fueron los Aue hicieron que ela fuera totalmente obviada por una sociedad patriarcal hasta el extremo, Nacida en 1903 en el seno de tun clan venido a menos 2 nivel econémico, la princesa apenas pudo vera su futuro es- oso nueve veces en sete aos, y nunca a solas. Dos primaveras después de contraer matrimonio ascend hasta la sila imperial junto a su mario y cumplié con sus debe- res de acuerdo con la tradcién. Segtn ella mismo eveld, la etapa mas dura que vivié fue la Segunda Guerra Mundial: "Ese fue el momento més diff de mi vida". Puede «que la barbarie cambiara su perspectiva ya 40° MH ‘que, tras la derrota de Japén a manos de {os aliados, quiso adquitir més relevancia a nivel internacional. Asi, en las siguientes décadas fue presidenta honoraria de la ruz Roja nipona, visité de forma recurren- te. familias damnificadas por el conflicto ysse convirtié en la primera emperatriz en viajar fuera del pais. Es famoso, entre ‘otros tantos, el encuentro que mantuvo ‘on Richard Nixon en 1971 en Estados Unidos. También viit6 Gran Bretafa, Bélgica, Alemania Occidental, Patses Bajos, Dinamarca,Francla y Sula. Su rostro cexpresivo cautivé a medio mundo, hasta tal punto que no tardé en ser apodada “la cemperatriz sonriente”. Aquella mueca de felicidad sélo se apage con la muerte de Hirohito, acaecida en 1989. Tas ese golpe, Nagako, ya anciana y achacosa, se ale de {os focos hasta que fallecié el 16 de junio de 2000. Peon Loney rt é Durante la guerra, Clementine Hozier fue la principal consejera de Winston Churchill, su marido. La discrecion de “tia Yvonne” E19denoviembrede1979, unos pocos parra- fosen The New York Times informaronal mun— do de una triste noticia: “Yvonne de Gaulle hamuertoenel hospital militar”. El textoera breve, aunque fue publicadoal comienzo del diario. Enel easodealgunos periddicosespa- foles como ABC, la noticia se desplazé hasta la pagina 34. De lo que podemos estar segu~ roses deque laesposade Charles de Gaulle, e1 general que lideré la resistencia gala contra el Tercer Reich, habria agradecido no copar las portadas de la prensa internacional. La “tfa Ywonne”, como era conocida en Francia por su amabilidad, su cercania y su caracter sencillo, nunca fue carne de focos o de papel cuché. Sus maximas fueron siempre la dis~ crecién y la modestia. Wonne Charlotte Anne Marie Vendroux habia nacido 79 afios antes en el seno de una familia de clase alta de Calais. Su linaje era el de la burguesia trabajadora, lo que explica la estricta educacién a la que fue sometida y el recato que mantuvo hasta el final de sus dias. La historiadora Frédérique Neau-Dufour, una de sus bidgrafas, la define como una jo- ven “monétona, tradicional y humilde”, aunque también decidida, Asilo demuestra Ia frase que espeté a sus padres cuando, a los 20 afos, conociéa un veterano dela Primera Guerra Mundial llamado Charles de Gaulle: “Sera él o nadie”. Vaya si fue él. Poco des pués, el 6deabril de 1921, ambos contrajeron matrimonio en su ciudad natal. A partir de entonces comenzé una historia de amor que se extendié durante cinco décadas. Alo largo de ese extenso lapso de tiempo, Yvonne, morena y de modestaestatura, hizo de su matrimonio el centro de su vida. Fue laesposa que la sociedad de la 6poca desea ba, aunque no por deber, sino por convic~ cion, Se entregé a Charles, vel6 por su salud, le animé a eseribir sus memorias y cuidé a los tres hijos que alumbraron (una de ellas, la pequefia Anne, nacida con sindrome de Down yfallecida poco después). La peoreta- pa que pasé fureron sus10 afios como primera dama, entre 1958 y 1969, Ella misma explicé que odiaba ser reconocida por la calle y que preteria los pienies familiares y dedicarse a Ja que fue su gran aficién: guisar. En losafios 70, su sobrino incidié en que adoraba pasar la tardeen la cocina para preparar recetas de las quesesentia orgullosa, comosus famosos huevoscon mayonesa. “La tinica distracci6n que puede permitir- se una mujer casada es bordar para su mari- do y hacer punto para sus hijos”, repetia. Lo que se suele obviar es que también fue una mujer estoica. El mejor ejemplo de ello se dio en 1962, cuando el coche en el que via- jaba junto a Charles fue ametrallado en un atentado, Tras salira escape, y con la escol- ta resoplando, la buena de Yvonne bajé del vehiculo con absoluta calma. Sélo hizo una pregunta: “Qué tal estan mis gallinas?”. Se referfa a los pollos que llevaba en el malete- ro para la cena, Fue también una mujer de férreas convieciones catélicas que combatié contra las minifaldas, odiaba el divoreio y se negé a participar en las decisiones politicas. Solo encontré la tranquilidad en 1970, con la muerte de su esposo. Ese afio se retiré a una residencia desde la que dirigié la Fundacion Anne deGaulle, dedicada aayudaralos nifios con sindrome de Down y asus familias. @ ‘Wadiconal Yvonne, ‘Ala jer de De Gaulle (arriba, ambos en su casa de campo) ‘oe gutaban los eflectores nila vida publica, sino dears 2a faiia, el hogar ylacocna tos franceses a apodaron "ta Wwonne” por su sence ybanera. = . : J Pianeta es a Brier ar trrtr AWG aN ab'ac) NURSE CORPS Si bien es cierto que el acceso femenino a‘los campos de batalla estadounidenses se remonta al siglo XVIII, la entrada del pais en la Segunda Guerra Mundial impulsé su incorporacion definitiva al ejército. Segun datos oficiales, entre 1941 y 1945 mas de 150,000 mujeres'se alistaron para realizar tareas tradicionalmente reservadas a los hombres. Gracias a ello, el esfuerzo de guerra norteamericano.experimenté un notable empuje que contribuy6 a la victoria final aliada. Por Pere Cardona ra Fy 5 8 A a Pare ace ca Rpmentasrrom ureters nee Rian em Wy eee) Sete teak a Ce ee las Puerzas Atmadas Sere Mer labores acordes a.su “correspondiente rol Pre eae Reno Creams ea acer ca Porveron a acu naca gcot) Sree ete Gere ee re ete Serene nent ees Pree et ees saree te Perey ea tert teaeett a Renew tes Mis adelante, durante la Guerra Civil (1861 1865), 400 mujeres adoptaron identidades Specie ica conser Tomas tandose el pelo) para luchar comosoldados, re eee Stole ce) rrr eon tcc ete Yee Tea eared . ‘Trasla Guerra Hispanoamericana, el Con- Pesos Ret ran acento ion C Una te eu Mee eno eee eerat eee arate Pee ue etch cement eee Pore eke een runs un ty Peasant en ener POM EN ere ech antretn tat Deets Caer cn em eee telegrafia terrestre, seflalizacién, telefonia, Soeenen renee tet eke tne eee Lee Rot Len ic i rete) Pree pce aed ac cs carey MUJERES EN LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL Enfermeras en accion, Taso taque japonés ala base de Peal Harbor (derecha) 17 de debe de 1981, ochentay ds enfermeras del Yala aos herids (oquier da, dos de elias Irgando el oo de un soldad), Me < Mundial impuls6 la incorporacién femenina al ejército. Gracias a ello, las sucesivas eam- pafias de reclutamiento permitieron desti- har un gran numerode hombres al frente. Army Nurse Corps: los angeles de la guarda £17 de diciembre de 1941, fecha del ataque japonés a la base de Pearl Harbor, el Army Nurse Corps ~Cuerpo de Enfermeras del Ejército~ no alcanzaba el millar de miem- bros, mientras que el United States Navy Nurse Corps, su homdélogo de la Armada, contaba con sélo 700 sanitarias en sus filas. En Haw4i, foco de la accién, 82 profesionales distribuidasen treshospitalesse enfrentaron ala tragedia como pudieron. A lo largo del dia, el Tripler Army Medical Center vio des- bordadas sus capacidades. Con las escaleras principales cubiertas de sangre y los pasillos abarrotados de heridos, las instalaciones re~ flejaron una urgente falta de personal y ma- terial sanitario, Esta carencia se evidencié sobre todo en los quiréfanos, donde los ciru- janos compartian el instrumental, operaban sin guantes y utilizaban trapos de limpieza como improvisadas mascarillas quirtrgicas. La entrada en el conflieto incentive el re- clutamiento de enfermeras hasta aleanzar las 12,000 sanitarias a mitad de 1942. Al in- gresar, las mujeres superaban una forma- cién de cuatro semanas en la que adquirian conocimientos sobre organizaci6n militar, sanidad, defensa contra ataques aéreos, quimicos y mecanizados, administracién de personal y vida castrense, entre otras mate- rias. De todas lasespecialidades disponibles, las de anestesista ~cuya formacionse exten- ia a lo largo de seis meses- y profesional psiquiatrica fueron las mas demandadas. Las atractivas campafias de alistamiento cum- plieron el objetivo trazado y, en diciembre de 1943, cuarenta mil enfermeras forma- ban parte de las Fuerzas Armadas. En aquel momento, con las necesidades cubiertas, el Departamento de Guerra suspendi6 el re- clutamiento. No obstante, a finales de abril de 1944, la planifieacién del desembarco de Normandia recomends la incorporacién de otras 10,000 enfermeras. El trabajo de las nurses comenzaba en los hospitales de campaita, donde recibian alos heridosdemanodecamillerosy conductores deambulancias. Por lo general, estos reein- tosalbergabana 1Senfermerasencargadasde atendera un niimero maximo de150 pacien- tes. Los hospitales de evacuacién, mucho més completos, contaban con 53 sanitarias para asistir a una media de 750 heridos. En el caso de los trenes hospitalarios, formados por 32 vagones, una profesional velaba por los heridos en cada coche, Una proporcién idéntica alaexistenteen losavionesmedica~ lizados, donde la enfermera recibfa una for- macién especial de supervivencia en lugares como desiertos, junglaso el Artico y también de afectacién de lasalturasa los pacientes. Altérmino del conflicto se caleulé que al- rededor de 59,000 enfermeras estadouni- denses sirvieron durante la Segunda Guerra Mundial. Sucoraje yentrega las hizo merece- doras de 1,619 condecoraciones y menciones especiales, Por desgracia, 201 sanitariasfalle cierondurante el servicio, 16 porfuego direc to del enemigo y otras 17 a causa de derribos aéreos oaccidentesdevuelo. Women’s Army Auxiliary Corps En mayo de 1941, Edith Nourse Rogers, eon gresista por Massachusetts, presenté un proyecto de ley destinado a la creacién del WAAC -Women’s Army Auxiliary Corps, 0 Cuerpo Auxiliar de Mujeres del Ejército-.Su experiencia como veterana de la Cruz Roja durante la Primera Guerra Mundial motivé su peticién para equipararlosderechos entre ambos sexos en el seno del ejército. Antes, las condiciones obtenidas por la voluntarias alistadas en 1914 distaron mucho de las per- cibidas por sus compafieros masculinos des~ tacados en el extranjero; obligadas a pagarse clalojamientoy la manutencién, careciande proteccién juridica y sanitaria, asi como de prestaciones por invalidez y pensiones una ver finalizado el conflicto. “Nuestras muje- res no volverian a servir en el ejército sin la misma proteccién que los hombres” afirmé Rogers con total raz6n. Decidida a conseguirlo, la congresista jus~ tified la aparicién del WAAC con base en dos premisas: aliviar la falta de hombres sanos y “responder a una demanda innegable de as mujeres estadounidenses para servira su pais”. En su camino, Rogers recabé apoyos tan importantes como el del general George Marshall. El jefe del Estado Mayor opinaba que el ejército no debia malgastar recursos en formar a soldados para realizar labores asumibles por mujeres capacitadas, Cubrir plazasdesecretariado, operadores deradioo conductores con personal femenino permi- tiriadestinar mas hombresal frente. E114 de mayo de 1942, tras la celebracion de intensos debates y previa comparecencia del propio Marshall, el Congreso estadou- nidense aprobé el proyecto de ley por 249 Al final del conflicto se calculé que unas 59,000 enfermeras ; estadounidenses £ prestaron servicio. votos a favor y 89 en contra, Una victoria trabajada que supers la férrea oposicién de representantes surefios como Clare Hoff- man, congresista por Michigan: “ Quiénco- cinard, lavard y realizars las humildes tareas hogarefasa las que cada mujer se ha dedica- do? :Quién cuidaré a los niftos?”. El Senado también albergé acalorados discursos como el pronunciado por Francis T. Maloney, re- presentante por Connecticut, para quien el proyecto “ensombrecia la santidad del ho- gar estadounidense”. La cerrada votacin arrojé un resultado final de 38 votos a favor y 27 en contra y permitié que el presidente Franklin D. Roosevelt firmase la ley el 15 de mayo, estableciéndose un limite de 25,000 alistamientos durante el primerafio. EI Women’s Army Auxiliary Corps inicié su andadura con Oveta C. Hobby al frente del cuerpo. Editora de prensa, relaciones puiblicas y experta en politica nacional, la recién nombrada directora afronté el retode difundir la filosofia WAAC a lo largo y aneho del pais. Su exitosa campafia de alistamien- to, inieiada el 27 de mayo de 1942, superé las previsiones més optimistas y obligé a ofertar 125,000 plazas adicionales. Aquel dia, cien- tos de aspirantes se personaron en las esta ciones de reclutamiento. Las jovenes debian El general Marshall ‘apoy6 a ceacin del ‘meramenteuitaros aportar estudios de grado secundario, > nomalgsar recursos. MUJERES EN LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL Ovetac. Hobby. nla sracin, cocnel ura su cargo primera dretore el WAAC ante os generals Myron G Cramer y George Marshall 16 de mayo de 1982, en Washington DG no tener familiares dependientes a su car- go, una edad comprendida entre los 21 y 45, afios, una altura minima de 1.50 metros yun peso maximo de 50 kg. En pocos dias, mas de 35,000 solicitudes sobrepasaron el millar de plazas disponibles y el 20 de julio de 1942 las primeras 440 candidatasa oficiales iniciaron una formacién de seis semanas en Fort Des Moines. De todas ellas, 40 mujeres negras fueron segregadas a una seccién separada. Y aunque compartieron espacios comunes como el comedor o las aulas, no pudieron accederalos salones de belleza, clubesotea- trosinstalados, La llegada de las jévenes acaparé la aten- cién de una prensa vida de detalles y los reporteros desplazados esbozaron su perfil medio: 25 afios de edad, estudios universi tarios y experiencia laboral como docenteso administrativas. En cuantoa su mo! siguiendo la maxima “liberar a un hom- bre para el combate”, la mayoria se enrolé para reducir la estancia de algtin familiar en el frente. En palabras de una entrevis~ tada, “cuantos mas hombres luchen, antes ganaremos la guerra”. A las pocas horas, la presién ejercida por los cronistas amenaz6 con interferir su formacién por lo que, tras Ja primera jornada, los periodistas abando- naron las instalaciones. Una vez alejados, el programa discurrié con absolutanormalidad hasta el 17 de agosto, cuando ingresé la pri- mera promocion de laescala auxiliar. Eneste caso, el cursillo seacorté hasta las cuatro se ‘manas y, a diferencia del grado superior, no sdlodescendié el promediode edad, sino que 46° MH Primera promocién de oficiales. as afortunadas que superaron ls pruebas posan en formacin. El to dela Campata de aistamienta obliga abrir 125,000 plazas adiconales alas planeadas en un nico Jas candidatas aportaron estudios secunda- rios y una escasa experiencia laboral. Pesea ello, todas deseaban contribuir al esfuerzo de guerra como sus antecesoras. Las primeras graduadas sirvieron en esta- ciones del Servicio de Alerta de Aeronaves (AWS) situadas en la costa este, donde vi- gilaron posibles incursiones aéreas enemi- gas. Una tarea insipida y tediosa dominada por largas jornadas dedicadas a la espera A partir de la segunda camada, las mujeres desarrollaron funciones de secretariado, mecanogratfa 0 conduccién, pero al poco tiempo las plazas ofertadas incluyeron mis de 200 especialidades: delineantes, mees- nicas, electricistas, operadoras de radio en buques hospital, operadoras de centrales telefonicas, criptégrafas, analistas fotogra— ficas, topdgrafas, técnicas de laboratorio 0 inspectoras de suministros, entre otras. En total, el 40% de las WAAC desarrollaron su carrera en las Fuerzas Aéreas, mientras que el resto presté servicio en otros destinos como el Cuerpo de Transporte, el Servicio de Guerra Quimica 0 el Cuerpo de Sefales, entre otros. En cuanto a las localizaciones, cubrieron todos los frentes: Mediterrineo, norte de Africa, Europa, Pacifico y Medio Cuarenta mujeres negras fueron segregadas a una seccion separada, aunque compartieron el comedor y las aulas. Oriente. Las jévenes mostraron especial in- terés por los destinos situados en el extran- jero, aunque sélo las mejores calificaciones obtuvieron una plaza. En noviembrede 1942, el general Dwight D. Eisenhower solicité cinco WAAC en el norte de Africa. El futuro comandante en jefe quedé tan satisfecho que no se desprendié de ellas hasta finalizar la guerra. Un afto més tarde, en julio de1943, el primer batallén WAAC aterriz6 en Londres. > WAFS y WASP, las avispas de la Fuerza Aérea La conquista det alr, Cinco mujeres piltos de WAFS posan 1 de octubre de 1342 Son, de izquierda a derecha, Gertude Meserve, Catherine Scum, Nancy Harkness Love, Ala Scharry Barbara Toe, inicio dela guerra en Europa Fes ala pilotoestadounidense Jacqueline Cochran trastadando avio~ ‘nes militares desde EUA hasta Inglaterra. ‘te trabajo, realizado por una organiza~ ‘6a Gi, le permits a Alto Mando dela Fuerza Aéteabriténialiberar un mayor nimero de tipulaciones masculinas para el combate, En septiembre de 1939, preocupada ante la posible patipaciin ‘estadounidense en el conflict, Cochran sugii a Eleanor Roosevelt adoptar, en «as0 de emergencia nacional, el exitoso modelo inglés. No obstante, no seria hasta septiembre de 1942 cuando el genera de {a Fuerza Aétea Henry H. Amold autorizara {a creacin del WAFS (Servicio Aur ‘de Mujeres Transports) y el WFTD Abestacamento de Entenamiento de Vuelo ara Mujeres) La campaiia de recuta- ‘miento,diigida a jovenes con edades ‘comprendias entre los 21 los 35 aos, ‘xig6 una experiencia previa deal menos 200 horas de wuelo. Unas cites revisadas ‘con postrioridad a la baja: 18 aos de ‘edad y 35 horas de welo demostrables. Superada la seleccién, las aspirants aco ‘metieron un programa de 23 semanas que induyé 115 hors de prdcticasy sustuys Jas acrobacias, el vuelo en formacion y las cts de tro por tavests los mands de cazasy bombarders. En agosto de 1943, la sn de estas os entidades on la WASP (Women Aloce Servic lots). igi pola propia Cochran, la organizacién resultante gestioné un total de 25,000 solicitudes. Tas las descates, 1,830 mujeres iniiaron una formacién superada por 1,074 de ellas con éxito. Una vez capacitadas, las WASP transportaron aeronaves, volaron: como ingenieras de pruebas, remokaren planeadoresy objetivo para pricticas de artileriaeincusoejereron como instrucoras de vuelo, Una labor que, por desgraca, top6 con I intansgenda de determinados secores. Finalmente, en 194, las presionesejercdas en su conta yuna mayor dispanbilidad de pilotos masculinos preptaron su dislucén en diciembre de aque! mismo aio. Una vez concluida a guerta, en junio de 1948, el Congreso aprobé la creaién dela WAR, el cuerpo femenino de la Fuerza Aéte, con limitaciones (300 oftialesy 4,000 miembros). No obstante, como sucediera en el caso de las WAAC, nabria que esperar hasta la década dels ais 70 para con- seguir su pena integracén en el entorno militar estadounidense. MUJERES EN LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL Sus mentores. Ennoviembre de 1082, ol general Dwight D. Eisenhower (aa) salts cinco WAAC aa sus uerzas ene norte de Alia yqued sorprendid de su eficada, Ala derecha, elsecretario de Guera de Roosevelt Henry Stimson, _ < Laauxiliares trabajaron de administrativas, operadoras telefénicas y choferes mien tras que las oficiales desempenaron labores, como criptégrafas, secretarias ejecutivas y analistas de imagenes. En enero de 1944, las primeras mujeres destinadas al Frente del Pacifico arribaron a Nueva Caledonia. A partir de su Hegada, otras WAAC prestaron servicio en Hollandia, Nueva Guinea, Leyte yManila (Filipinas). Seismeses méstarde,en julio de 1944, cuarenta y nueve especialis. tas en comunicaciones desembarcaron tras, las tropas aliadas en las playas normandas. Aquel mismo mes, y a 8,000 kilémetros de distancia, 400 mujeres se desplegaron por la zona de China-Birmania-India, donde sirvieron como taquigrafas, mecandgrafas y operadoras telef6nicas para la Fuerza Aérea Acceso a las Fuerzas Armadas Aprincipios de 1943 una agresiva campaf medisttica socav6 el prestigio de las WAAC, provocando una drastica reduccién del re- clutamiento, Laincorporacién femenina al mundocastrense alteré los roles defendidos por corrientestradicionalistasy provocé su virulenta reaccién, Las mentiras difundi- das por periodistas como John O'Donnell, A principios de 1943, una agresiva campafia mediatica socavo el prestigio de las WAAC y el reclutamiento bajo. 48° MH que afirm6 que “el Departamentode Estado autorizé la distribucién de preservativos a todas las WAAC antes de ser enviadas al extranjero”, las estigmatizaron ante la opinién piiblica. El revuelo causado por su articulo provocé los desmentidos oficia les de la primera dama Eleanor Roosevelt y del secretario de Guerra Henry L. Stimson Acorralado, O’Donnell reconocié la false dad, pero el dafio estaba hecho. Familiares y amigos de las voluntarias afrontaron los rumores insidiosos que cuestionaban su moralidad, como los que afirmaban que el 90% de las mujeres ejercian la prostitucién oqueun 40% de ellas estabanembarazadas. ElCongreso intervinoy solicitéestadisticas sobre gestaciones y bajas causadas por en- fermedades venéreas a la directora Hobby. La prictica inexistencia de las mismas pro vocé el respaldo de la Cimara alas WAACy €13 de julio de 1943 se aprobs Ia ley que las reconvirtié.a WAC (Women’s Army Corps), integrandolasen el ejército como miembros de pleno derecho, lo cual puso a las muje resante una encrueljada: solicitar su ingre so en las Fuerzas Armadas o regresar a sus hogares; una opcién, esta tiltima, ejercida por una cuarta parte del total. Las que op: taron por continuar, adaptaron sus rangos a la jerarquia castrense y consiguieron la tan ansiada equiparacion. Oveta C. Hobby obtuvo los galones de coronel, mientras que los primeros, segundos y terceros oficiales pasaron a ser capitanes, primeros y segun dos tenientes. Las directoras de personal y WAVES, presencia femenina en la Marina 2s gestionesinicadas en 194 por Edith N. Rogers no resultaron ajenas a 91a Marina estadounidense. El almirante Chester Nimitz, su responsable de personal, impuls6 la propuesta entre varios colabo~ radoresy el contraalmirante Randall Jacobs ordend la creacién del Consejo Asesor de Mujeres. Este organismo, compuesto de educadorasy oficiales navales, desarollé ln programa destinado a mujeres reser- vistas, Frank Knox, el secretaro de Marina, otorge alas futuribles un estatus superior al de WAAC, puesto que su manejo de informacién confidencial asi lo aconsejaba. Debido a ello, tras su fichaje mantuvieron aluvidn de solicitudes. Las muchachas, con dads comprendidas entre os 18 ylos ‘3Safios de edad, estudios secundarios y tuna minima experiencia labora optaban al escalafén basico. En el caso de oficiales, la edad minima ef ene las 20 ls 50 afios, una titulacién universitaria (0 dos: cursos de carrera fnaizados y experiencia laboral demostable Tras el preceptivo entrenamiento, las recién graduadas ocuparon sus nuevos destinos: unas plazas aleadas de buques © aeronaves de combate ystuadas en teni~ torio continental. No seria sino hasta el fi- nal del conflicto cuando algunas prestaran servicio en Alaska y Hawai. Aparte de realizar funciones bisica de conductors, administrativas, secretarias 0 archivistas, las WAVES asumieon treasespeciali- zadas como labores de comunicaciones, intligncia, ciptografia, mantenimiento de aeronaves, controladoras de trafico aéreo, meteorbiogase incluso instrucoras de navegantes, entre ora. En 1948, una v2 fnalizadala gue, Harry S. Truman firmé la Ley de Integracién de Mujeres dentro de ls Fueras Armadas Su aprobacién comporté la desaparicién de Jas WAVES y su inclusién con estatus perma mente en la US NAN idéntico rango y calficaciones que sus compaiieros masculinos. Previo paso por el Congreso el 14 de julio. dde 1942, Franklin D. Roosevelt promulg la Ley de Reserva de Mujeres dela Armada y, 2 los pocos dias, Mildred McAfee, presidenta del Wellesley College, se convité en su primera oficial al asumir la dreccién del WAVES -Women Accepted for Volunteer Emergency Service~ con el rango de teniente comandante, Este nombramiento abrié paso a fas cerca de 90,000 mujeres (20,000 de ellas oficiales) alistadas en la Marina hasta el final de la guerra. Al poco tiempo, las ofcinas de reclutamiento recibieron un teatro de operaciones se reconvirtieron en teniente coronel; y en cuanto a las auxilia~ tes, estas recibieron rangos comprendidos entre sargentos, cabos y soldados rasos Valela pena destacar que esta remodelacién no afect6 al Army Nurse Corps. Las enfer- meras, si bien alcanzaron la oficialidad y beneficios por jubilacién, no obtuvieron idéntico salario y asignaciones como sus contrapartes mascullinas sino hasta 19.44. En mayo de 1945, el final de la guerra en el escenario europeo arraneé el proceso que devolvié a la practica totalidad de las WAG ala vida civil. El ejército reconocié su valia y servicio otorgandoles diversas condeco- raciones: la directora Oveta C. Hobby, que solicité su salida del cuerpo por motivos personales, recibié la Medallla de Servicios Distinguidos. Junto a ella, otras 62 oficiales y auxiliares recibieron la Legién al Mérito, eee eee Pi reeererte ence 10 la Medalla del Soldado, tres la Medalla del Aire, 16 el Corazon Purpura y 565 la Estrella de Bronce. En total, 657 WAC recibieron me- dallas o menciones por los servicios presta- dosdurante el conflicto bélico. Elproceso de desmovilizacion se realiz6 de forma gradual y dependia de los jefeszonales mantener una parte del personal especia- lizado en activo. A finales de 1946 restaban nada més 10,000 WAC deseosas de continuar enactivo. E112 de junio de 1948, el Congre- so aprobé una ley que anulé la temporali- dad del cuerpo y lo convirtié en un servicio permanente dentro de las Fuerzas Armadas. Tendrian que pasar 33 afios hasta que el pre~ sidente Jimmy Carter firmara la ley que di- solvié el WAC e integré a sus miembrosen el ejército. Dos aftos mas tarde 16,000 licen- ciadas del cuerpo percibirfan sus derechos como veteranas. @) Mit + 49 MUJERES EN LA CONTIENDA EN PRIMERA LINEA DE COMBATE an Ellas también lucharon. Las mujeres combatientes no fueron una excepcidn en la Segunda Guerra Mundial: se contaron por cientos de miles en las filas del Ejército Rojo y desempefiaron un rol decisivo en otras tropas y organizaciones de resistencia. Por Alberto de Frutos MUJERES EN LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL ‘Auniliary Territorial Service nla imagen, mujeres de dstintos pabes de la Commormelth enoladasen el ANS britnico recien instrvcon norma. © es ningtin secreto que las mujeres empufiaron el fusil durante la Se- gunda Guerra Mundial. Aunque es cierto que no siempre asumieron un papel protagénico y, en sus compafieros masculinos las diseriminaron en raz6n de su género, no cabe duda de que sus misiones trascendieron lasugestién dela propaganda. 2C6mo, sino, se explican las 717 bajas que la Commonwealth War Graves tiene registra das enel seno del Auxiliary Territorial Service (ATS) de Gran Bretafa? En el momento dlgi- dode la contienda, mas de 200,000 oficiales y auxiliares servian en la rama femenina del ejército britanico, muchas de ellas en el Co- mando Antiaéreo. La futura reina Isabel Il la hija mas joven de Winston Churchill, Mary, aportaron su granito de arena al ATS aunque, oficialmente, ninguna de sus miembros dis paré un solo tiro. Fue una exigencia del go- bierno con la que los generales estuvieron de acuerdo. Sir Frederick Rosier, comandante en jefe de la Defensa Adrea, pensaba que las da- doras de vida no podian arrebatarlas. Como haya sido, gracias a ellas muchos soldados se libraron de una muerte segura: en Norman- dia, los “ruisenores voladores”, un grupo de enfermeras de la unidad de Ambulancias del Aire de la Royal Air Force, tomaron tierra en las playas de Normandia y, en medio de una uvia de balas, evacuaron a los heridos hacia los hospitales britanicos. Su aliado transatkintico, Estados Unidos, no tard6 en mirarse en su espejo. Alrededor de 350,000 mujeres se enfundaron el unifor- ‘me, tanto dentro como fuera desusfronteras. muchos casos, soe mi Vitals en Normandia, Ls risefores voladores, un grupo de enfermeras, saaron muchas vidas al (en a imagen, dl 12 de {uno de 184, los médicosadmiistran plasma aun hero), El Women’s Army Corps (WAC), creado en 1942, edité un manual para que las reclutas estuvieran en buena forma fisica, con una significativaexhortaci6n: “Su trabajo: reem- plazar a los hombres. Esté lista para asumir el control”, si bien tal posibilidad fue siem- pre una quimera. No faltaron mujeres reser vistas en la Marina (WAVES), voluntarias en Ja Guardia Costera y hasta una organizacién de mujeres piloto “Women Airforce Service Pilots (WASP), en la que se curtieron mas de 1,000-, pero su esfuerzo se concreté tras las, bambalinas, lo que no quiere decir que fue 1a menos relevante o que no sufrieran bajas, particularmente en los cuerpos de enferme- ras, pero también en el aire. Cornelia Fort, testigoprivilegiado delataquea Pearl Harbor, fuela primera pilotoestadounidense caidaen servicio activo, en 1943, Entre las historias mas emocionantes sobresale la del Six Triple Eight, unbatallén de mujeresafroamericanas que, en 1945, gestioné mis de 17 millones de cartas en el Viejo Continente. Y, entre las mis curiosas, que dos espafiolas, Cecilia Corcuera Berasategui y Carmen Arabia i Gironés, fue- rondestinadasal WAC trasalistarse enel Fjér- cito deTierra de Estados Unidos. Laentrada de BUA en la guerra dio airea los nacionalistas y comunistas chinos que, des- de 1937, llevaban librando una salvaje guerra contra el Imperio del Sol Naciente. La firme- za de la Repiiblica china se sustenté en una eficaz guerra de guerrillas donde las mujeres jugaron un papel primordial. Su sufrimiento, subestimado por buena parte de la historio- grafia actual, mostré el camino que seguirian millones de mujeres entodo el globo. Las resistencias de Yugoslavia, Grecia y Polonia fueron mas efectivas que Francia y contaron con mujeres. Damas de la resistencia 2Y qué decir de Francia? Tras la caida de Paris enjuniode1940y lacreaci6n del Estadotitere de Vichy, la Resistencia se presenté como la Liltima esperanza para los oprimidos y, como es légico, cientos de mujeres se involuera- ron en sus redes (entre 15 y 20% del total). Sin minimizar el heroismo individual de sus miembros, que se desgrana en otro articulo deeste ntimero, suimpacto fuemss limitado de lo que algunos escribas han pretendido. A su vez, In Legion Francesa, con gran predica- mento enel norte de Africa, asistié a la proe~ za de la enfermera briténica Susan Travers, quien enla batalla de Bir Hakeim se negé.a ser evacuada, burlando a la muerte durante dos semanasen las que salvé a docenas de hom bres en su ambulancia, como narra en sus memorias Tomorrow to Be Brave. Lo cierto es que el movimiento partisano en Yugoslavia, las fuerzas del Ejército Popu- larde Liberacién Nacional de Grecia (ELAS) 0 el Armia Krajowa polaco fueron mucho mis efectivos que la Resistencia gala. Y¥, en todos ellos, las mujeres se distinguieron por suar dorguerrero, Enel primer caso, el Partido Co- munista arm6 una poderosa resistenciaa base de brigadas y divisiones proletarias apenas tres meses despues de la rendicién del Ejér- cito Real Yugoslavo, en abrilde 1941. Tras tuna primeraetapa.en que las mujeres fueron asig nadas, sobre todo a tareas de enfermeria, la direccién del partido les dio la bienvenida en lasunidades de combate y,alfinalizareleon flicto,alrededorde 2,000 habian sido promo vidas al rango de oficial. Josip Broz, Tito, a la saz6n comandante en jefe de los partisanos, reconocid su importaneia: “Los pueblos de Yugoslavia deberfan sentirse honradosdete ner tales hijas. Me enorgullece ser el lider de un ejército que incluye una enorme cantidad de mujeres”. Las motivaciones de estas eran diversas: luchaban por la liberacién de su pais, desde luego, pero también para colmar un ideal revolucionario que abanderaba la igualdad de los sexos. En total, 100,000 mu jeres formaron parte del Ejéreito Popular de Liberacién de Yugoslavia. Dependiente del Frente de Liberacion Na cional (EAM), el Ejército Popular de Libera cién Nacional deGrecia encarné la resistencia helenaalasfuerzasdel Eje, que izaronla suis tica en la Acropolis el 27 de abril de 1941. En una sociedad eminentemente patriarcal, el EAM procuré desde su fundacién el empode ramiento de la mujer, lo que en 1946 se tra dujo en la masiva incorporacién de ellas alas filas del Ejército Democritico, forjado por los ‘comunistas para plantar caraal gobiernocon servador sustentado porel bloque occidental, enlosinicios de a Guerra Fria. El apoyo de las griegas a la resistencia fue generalizado. Si al principio se limitaron a onganizar bancos de alimentos 0 promover huelgas, mas tarde partieiparon en actos de sabotaje y acabaron luchando contra el ene migo en el mismo campo de batalla. En Las mujeres de la resistencia (1994), Tasoula Ver venioti evocaba su coraje en estos términos: “Ninguna era pusilanime. Todas se mantu vieron firmes en sus posiciones”. La cruzada contra el fascismo se mezcl6, también aqui, conlasansias de emaneipacion. Elretrato ro bot de las resistentes nos muestra a mujeres de clase media, abogadas, profesoras y estu diantes, muchas deellasafiliadasala Organi zacién Panhelénica Unida dela Juventud. > En ambos lados del Atlimtico, Estados ‘Unidos emir en el ejemplo de Ingatera para crear el Women’s ‘Army Corps (WAC). Sobre esas nea, dos de Kohima, el lamadoSalingsado delaras entrenadas por sldadosen as para abso como operadores teeonicas fe los bilcosobseraronavaras le alia. A, la general de brigada Pera Galteschi Fondelli hizo realidad su suefio. einsrura cerca de 6,000 voluntarias, “ermanas de los combatientes". Pr iti- mo, Finlandia, alada de Alemania durante buena parte del conficto, dispuso de una organiza paratar de mujeres, Lotta Suid, que se enfent ala Unién Sovitica durante la Guerra de Inviemo. Entre otras mmisione, sus voluntaras manejaron una bate antiagrea en Helsinki: ue la nica nidad militar femenina armada del pat. ‘Memorial En este lugar, conocido como las Foss 0 Cuevas ‘Ardeatins (oma), seprodyjo en 1944 by rmatanza de 355 cles itaianos en represala por un atertado patsano que cosé lavida a2 soldados MUJERES EN LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL ‘Uda Paice, la que ele atbuyeron mas de 300 muerte, Ala deecha, un grupo de mujeres plotos Dritica del ATA (ir Transport Aula) en i940 El bolchevismo habia dinamitado los ro- les de género 0, al menos, habia hecho me~ Maen ellos. Trasla Revolucion de 1917, entre 73,000 y 80,000 mujeres sirvieron en el bando bolcheviquedurantela Guerra Givil Mujeres como Nadezhda Kriipskaya, espo- sade Lenin, o Aleksandra Kolontai, habfan avivado la Hama de Octubre y, aunque si- lenciadas mas tarde por el regimen estali- nista, su espiritu parecia sobrevivir en las artilleras, aviadoras, francotiradoras, tan- quistaso jefas de batallon que rechazaronal enemigo a las puertas. Lyuba Vinogradova ha estudiado a fondo el papel delas aviadoras y las franeotirado— ras en Las brujas de la noche y Angeles venga- dores, respectivamente (Pasado y Presente, 2016 y 2017). El nombre de Marina Raskova irrumpe unay otra vez al hablar de las pri- meras, Fue ella la impulsora de tres regi- mientos ~el 586” de Combate Aéreo, €1 587° Aéreo de Bombarderos y el 588° de Bom- bardeo Nocturno, esquejes del 122” Grupo Aéreo Femenino-, que ejecutaron miles de misiones en el Frente Oriental “¢Me preguntas como lanzamos las bom- bas? -leemos en la carta de una de sus in tegrantes-. Diriges tuavidn hacia el blanco y aprietas el botén que las libera. Enton— ces la bomba se libera para ira caer sobre las cabezas de esos detestables alemanes” EI Regimiento 588° fue el mas afamado de los tres ~participé en mas de 23,000 mi- siones- y sus miembros fueron conocidas como “lasbrujas dela noche”. Para adiestrarse, sobrevolaban el campo de maniobras de madrugada y afinaban la punteria lanzando una bengala que trata ban dealcanzarcon una bomba de cemen- to. No eta lo que se dice coser y cantar: en una sola noche, la del 31 de julio de 1943, cuatro tripulaciones cayeron bajo fuego enemigo, tres victimas de los cazas y la liltima por las defensas antiaéreas. :Valia la pena correr el riesgo? Los alemanes co nocian mejor que nadie la respuesta: el 25 de octubrede 1942, “las brujas dela noche” atacaron el aerédromo de Armavir y des- truyeron siete bombarderos Junkers Ju 88 y Heinkel HE 111 tras atinarle a una de sus bombas enel depésito decombustible. Con toda justicia, los nombres de varias aviadoras se inscribieron en el panteén de as heroinas soviéticas. Marina Raskova murié enaccién en 1943, asi como la legen- daria Lidia Litviak, la rosa de Stalingrado, que se anoté 12 victorias en solitario y mu- id, a la edad de 21 aftos, ante los mandos de un Ilyushin [1-2 en la batalla de Kursk Katia Buddnova, otra as de la aviacién, 0 la aguerrida Yekaterina Zelenko, que embis- tid su bombardero ligero Sukhoi-2 contra unodelos Messerschmitt que laasediaban, también merecieron ese honor. En general, las mujeres que lucharon en la guerra no obtuvieron el reconocimiento que merecian. 56° MH Francotiradoras y tanquistas Tal vez la propaganda extremara las haza~ fas de unas (y de otros). Asf pasa siempre en las guerras, A la francotiradora Liudmila Pavlichenko se le atribuyeron mas de 300 muertes pero, en Angeles vengadores, lacitada Vinogradova sostiene que su historia resulta “extrafia” y apunta que sus memorias “pare- cen mésuna novela” Su ensayo, no obstante, deja muy claro el valor de este cuerpo de élite que se forjé en la Academia Central de Francotiradoras de Veshniakt, a las afueras de Moscui, Inspirada en los cursos que habia disefiado Nora Che- godayeva, una combatiente de la guerra de Espafia, la Academia forméa tres promocio- nes de muchachas entre los 18 y los 26 aftos Ast exigente formacién le seguia el dia dia en los distintos frentes, mareados porel frio, elhambre y la escasez. Las burlas de los ofi- ciales -“]Me han asignado unas mufiecas! 2Qué clase de escuela de baile es esta?”, fue lateaccién del comandante de la Division de Fusileros N°72, coronel Borodkin- notarda~ ban en enmudecer ante el buen pulso de las recién llegadas con el fusil Mosin-Nagant y ante su buen ojo, que acaparaban los titula~ tes de boletines y periédicos militares. Roza Shanina, muerta en servicio en 1945, liquidé a 59 enemigos y se gané la Orden de la Gloria, ya Aliya Moldagulova, caida encombate en 1944, se le atribuyeron 91 decesos. “De la guerra regresé con ca~ nas, Tenia 21 afios y la cabeza toda blanea”, resumiria otra francotiradora, la sargento Klavdia Grigorievna Krojina, en unaentre~ vista publicada en el libro La guerra no tiene rostro de mujer (Debate, 2015), de Svetlana Alexiévich. Las soviéticas aleanzaron también hitos muy notables en las unidades de defensa antiaérea, como atestiguan los Escritos de mujeres desde el sitio de Leningrado (La uta rota, 2014), ¢ incluso como tanquistas. Ma~ ria Oktidbrskaya fue la mds popular en este “oficio”: se pagé su propio tanque, un T-34, y para vengarse de los “perros fas habfan matado a su marido soli tinada al frente y pilotearlo ella misma. Su “Compaiiera de Armas”, como bautiz6 a su tanque, la sobrevivi6, puesto que otros com- & patriotas le pusieron en homenaje el mi mo nombre a los suyos. Aleksandra Boiko la respuesta judia ‘ientras las fabricas de la muerte exterminaban a millones de judios en Europ lejos de as alambradas os supenvientesamemetin oni los, criminales nazis en diversas unidades de resistencia que maniobraban en Franca, Bg, Ucaia Biborsia,Utania o Poli Gertrude Boyarski era una veinteafiera cuando los nazis invadieron su ciudad natal, Dziarecyn, en Polonia (hoy, Bielorrusia). Comoquiera que su padre, pana~ ‘dero y pintor, fue considerado un trabajador itil, la familia se instalé en una casa ala entrada del gueto hasta que ls auoridadestodestranearon,emprendien- do la matanza sistematica de sus 3,000 habitantes. Gertrude y su familia huyeron a un bosque con varias decenas de judios y entraron en contacto con un grupo de partisanos liderado por el comandante tus Pavel Blak En venganza porla matanza de Daeg, la patida onan una incursién contra la comisaria de la localidad para robar armas y matar a los Policias que la custodiaban. Unos meses después el padre, madre y hermanos de Gertrude fueron asesinadas por colaboradores locales de los nazis. A partir de -entonces, la chica se comprometié atin mas con la banda de Bulak. En cierta oca- ‘sidn, para celebrar el Dia Nacional de la Mujer, quemé con una amiga un puente de madera utiliza por los nas, sivindose para ello de querosenoy pala sn que los disparos de los soldados las amedrentaran. Su accién obstaculizé durante casi un mes los movimientos del enemigo y a ellas les valid la condecoracién de a Orden de Lenin. Terminada la guerra, la joven se cas6 con su primo (abajo, {fotografia de la boda) y se fueron a vivir a Estados Unidos en 1949. también se financié su propio tanque ycom- batié con élen la ofensiva de Riga, mientras que Aleksandra Samusenko se convirtié en la tinica mujer en las filasdel Primer Ejército de ‘Tanquesde la Guardia, A pesar de todos estos logros, la élite mi- litar les cerré el paso, estimsé que su pre- sencia en primera linea de combate debfa ser temporal y, en 1944, las excluyé en de- finitiva de su flamante escuela de cadetes de Suvoroy. Para ser sinceros, el reconoci- miento que obtuvieron fue por demas infe- rior a la reputacién que habian aleanzado, ademas de que la posguerra no tardé en echar paladas de arena sobre su memoria. Asi pasala gloriadel mundo. © Mit 57

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