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El término empleabilidad se utiliza cada vez más para
señalar la deseabilidad de un candidato particular en un
mercado laboral específico.

Vamos por partes: el candidato es la persona que busca

empleo, tenga o no uno mientras lo hace, mientras que
el mercado laboral específico es el sector, área o tipo de
actividad en la que esa persona puede desempeñarse, y
la deseabilidad hace referencia a qué tanto ese mercado
está dispuesto a vincularlo, de tal manera que tener
alta empleabilidad significa que si la persona busca un
empleo lo encontrará muy fácilmente y podrá vincularse
rápidamente con otra empresa en caso de quedar
desempleado; en el caso contrario, esto es, si la persona
se demora mucho para ser nuevamente vinculada, se dice
que tiene poca empleabilidad.

La empleabilidad depende de múltiples factores, entre

los que se encuentran la experiencia, los conocimientos y
las habilidades específicas que tengas, las personas que
te conozcan en tu trabajo, y algunas competencias muy
apetecidas actualmente por las empresas del mundo
entero, como flexibilidad, iniciativa y aprendizaje continuo.

Dicho de otra manera, la empleabilidad depende de la

coincidencia entre las competencias que posees y las
necesidades del mercado en el cual estás buscando
trabajo, y por eso es importante que antes de buscar un
empleo hagas un análisis sincero de las cualidades que
puedes demostrar en un proceso de selección y que son
deseables para la empresa a la que vas a presentarte.

El segundo paso consiste en preguntarte si conoces el

mercado de trabajo y los mecanismos para lograr un
empleo en él. ¿Conoces personas que se desempeñen en
ese entorno? ¿Sabes cómo llegaron ahí? ¿Puedes tú seguir
el mismo camino o uno parecido?