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Marcha hemiparética. Este tipo de marcha se origina por una lesión de la vía
piramidal.
Marcha en puntillas. El paciente camina sobre las puntas de los dedos
(«marcha digitada o en puntillas»). Se relaciona con situaciones diversas:
lesión piramidal, lesiones medulares, miopatías con retracción del tendón de
Aquiles (distrofia muscular tipo Becker, por ejemplo); en la paraplejía
espástica, la contractura de los extensores obliga a caminar sobre los dedos y,
por aproximación de los muslos, al avanzar, las rodillas rozan entre sí por su
cara interna («marcha en tijeras»).
Marcha atáxica. La ataxia se define como una alteración de la coordinación
de los movimientos voluntarios y del equilibrio. Este tipo de marcha se origina
por alteraciones que pueden asentar a diversos niveles: cerebelo, vías
cerebelo-vestíbulo-espinales, cordones posteriores.
Marcha parkinsoniana. El parkinsonismo es un síndrome hipocinético-
hipertónico en relación con una lesión del paleoestriado; en esta marcha, el
paciente camina envarado, con el cuerpo inclinado hacia delante, con pasos
cortos y rápidos (como si persiguiera su centro de gravedad).
Marcha estepante («steppage»). El paciente muestra una dificultad para
realizar la flexión dorsal del pie por lo que, para no arrastrarlo durante la
marcha, levanta exageradamente la rodilla y al apoyar el pie lo hace tocando
primero el suelo con la punta. Se produce por afectación del grupo muscular
inervado por el nervio ciático poplíteo externo ( las originadas postinyección
son las más habituales).
Marcha miopática, balanceante. En este tipo de marcha el paciente, por
afectación de los músculos de la cintura pélvica, camina balanceando el
cuerpo (hacia uno y otro lado), con exageración de la lordosis lumbar
(«marcha de pato»). Este tipo de marcha puede ser de aparición aguda, con
abolición, no constante, de los reflejos rotulianos, como sucede en una
polirraculoneuritis o, sin abolición de los reflejos, en una polimiositis.
Estado de conciencia.
Coma: Este es un estado de conciencia como el sueño. El paciente no
responde o no puede ser despertado mediante ningún estímulo, como la
voz, un toque ligero o el dolor.
Alteraciones cromáticas.
Uñas amarillentas: la placa se vuelve amarilla. Puede aparecer en una o varias
uñas. La causa principal es el tabaquismo.
Leuconiquia punteada o estriada: son manchas o estrías blancas, se debe
principalmente a traumatismos reiterados. Parece ser que se produce una
queratinización incompleta, de forma que quedan retenidos gránulos de
queratohialina que se eliminan por el borde libre con el crecimiento ungueal.
Alteraciones cromáticas patológicas.
Leuconiquia total: toda la lámina se vuelve blanca. Se da por cirrosis o síndrome
nefrótico.
Nicroniquia: son manchas negras o castaño oscuro. Las causas más frecuentes
son por: tumor benigno (nevus) o maligno (melanoma) o traumatismos.
Síndrome de la uñas amarillas: color amarillo verdoso en la lámina ungueal, se
muestra engrosada y con curvatura marcada. Las personas con Sida o tratados
con penicilina comúnmente tienen este síndrome.
Uñas azul plateadas: es la tinción azulada del lecho ungueal, especialmente en la
lúnula. Se da por medicamentos que contienen plata o insuficiencia
cardiovascular.
Alteraciones periungueales.
Alteraciones periungueales no patológicas.
Padrastros: son filamentos de epidermis córnea que aparecen y desaparecen en
los tejidos periungueales. Son triangulares, con base adherente y extremo distal
puntiagudo. La base puede estar inflamada ocasionando dolor.
Alteraciones periungueales patológicas.
Panadizo o paroniquia: el pliegue periungueal se presenta inflamado tras la
destrucción de la cutícula. Aparece rojo, hinchado y es muy doloroso.
Ocasionalmente con pus.
Onicocriptosis: la uña penetra en la carne provocando inflamación y dolor.
Existen dos tipos; lateral y distal (hacia delante). Presenta dolor en la palpación e
incluso al caminar. Muchas veces se acompaña de absceso (inflamación con pus)
por infección estreptocócica.
Las uñas «en vidrio de reloj» (o dedos «en palillo de tambor»; o clubbing, en
inglés) se caracterizan por el agrandamiento de los segmentos terminales de los
dedos de las manos o de los pies como resultado de la proliferación de tejido
conectivo entre la matriz ungueal y la falange distal. Las causas más frecuentes
son las idiopáticas y las de origen respiratorio: bronquiectasias, absceso de
pulmón, carcinoma de pulmón, y fibrosis pulmonares. Entre las causas no
pulmonares destacan las cardiopatías congénitas, las endocarditis infecciosas,
cirrosis hepática, colitis ulcerosa, mucoviscidosis. Como se puede ver las
acropaquias se dan en una multitud de patologías por lo que se dice que es un
signo poco específico y cabe destacar que la causa más frecuente es desconocida
o hereditaria.