Apuntes de Clase-Teología Fund-F Michael Moore

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TBOLOGIA FUNDAMENTAL Memoria lesu 6. ACCESO HISTORICO A JESUS: MEMORIA IESU a hay dos cuestiones que deben aclararse previamente, porgie condicionan y determinan dicha reconstruccién. En primer lugar, es necesario averiguar con qué fuentes contamos. En segundo lugar, hay que establecer una serie de eriterios para saber cual es el grado de fiabilidad de dichas fuentes. En el caso de Jestis sélo contamos con fuentes lterarias, aunque las aportaciones de la arqueologia y de la antropologia pueden ser de gran utilidad para completar la imagen que percibimos a través de los textos. Consecuentemente, los criterios que debemos utilizar para establecer su grado de fiabilidad deben tener muy en cuenta la naturaleza propia de’estos textos. ‘Las{fuentes'Jiterarias sobre Jesiis pueden agruparse en tres grandes bloques: a) Escritos eristianos incluidos en el canon del NTI: son los més antiguos y los que més informaciones contienen acerca de Jess. Los evangelios son la fuente més importante para reconstruir la vida de Jestis; y de ellos, los tres primeros, llamados sindpticos por las semejanzas que guardan entre si, son Jos que tradicionalmente han sido considerados como la fuente historica mas fiable, Estos evangelios, como veremos, son el resultado de un largo proceso de elaboracién, cuya reconstruccién es fundamental para acceder a las tradiciones més antiguas sobre Jestis contenidas en ellos. b) Eseritos eristianos no incluidos en el canon: algunos autores cristianos antiguos recogen en sus esetitos dichos de Jesés 0 recuerdos sobre Fl, pero la informacién més relevante se encuentra en los Hamados, “evangelios apécrifos”, un grupo de escritos de naturaleza muy variada, que imitan el género literario de los evangelios candnicos y contienen algunos recuerdos sobre Jests. En general son escritos tardios, pero hay algunos de ellos que son relativamente tempranos y podrian contener recuerdos sobre Jests. El més importante de todos es el llamado Evangelio de Tomas: 6) Referencias en autores no eristianos: se trata de menciones esporédicas, y en general muy breves, acerca de Jests en los autores griegos 0 romanos. El més importante de todos es, sin duda, el Hamado TTestimonium Flavianu, wna referencia relativamente extensa del historiador judio Flavio Josefo, que es posible recuperar a pesar de algunos retoques introducidos posteriormente por autores cristianos. Este rapido recorrido revela que Ia mayoria de las fuentes con que contamos para reconstruir la historia de Jestis proceden de seguidores suyos. Este hecho ha arrojado sobre ellas un manto de escepticismo, que se traduce en una serie de preguntas: ZEs posible recuperar al Jestis historico s6lo a través de estos testimonios interesados? {Cémo podemos fiamos de lo que nos dicen sus seguidores si no podemos contrastarlo con otros puntos de vista? A favor de estas fuentes, sin embargo, hay que decir que en ellas se encuentran testimonios muy variados e independientes entre si; que a veces sus noticias contrastan lamativamente con los desarrollos posteriores en el Cristianismo; y sobre todo que Tos primeros cristianos, estuvieron muy intetesados en transmitir con fidelidad datos histéricos sobre la vida de Jest. En todo caso, la naturaleza de las fuentes més importantes y el escepticismo sobre su valor histérico han propiciado el desarrollo de una serie de criterios de historicidad que someten a dichas fuentes a una disciptina que la historiografia no ha utilizado nunca para reconstruir la vida de ningiin otto personaje 196 ‘TeOLOGlA FUNDAMENTAL Memoria lesu . Bl primer paso consiste en establecer las fuentes de los evangelios actuales. Después se identifican las pequefias unidades literarias que se transmitieron de forma independiente en la tradicién oral durante los affos inmediatamente posteriores a la muerte de Jests, Y finalmente se determina si cada una de estas, unidades procede de Jestis, 0 fue creada por las comunidades eristianas. Es en este tiltimo paso donde los “eriterios de historicidad” desempefian un papel més importante, El problema es el de la relacién que existe entre el Cristo de los evangelios, confesado como Mesfas, Sefior e Hijo de Dios, y Jestis de Nazaret, el profeta seguido por las gentes entusiasmadas y Inego rechazado y condenado por los jefes de su nacién. Si es verdad que no tenemos acceso a Jestis més que por el testimonio de lis primeras comunidades cristianas, es igualmente cierto que el Jestis que presentan los evangelios comesponde substancialmente a la realidad histérica de Jestis de Nazaret? Es posible establecer que la interpretacién eclesial de Jestis es fiel al sentido que Jesiis dio y manifest en su existencia? Qué caminos debemos recorrer, a partir de los textos, para llegar hasta el mensaje, los gestos y Ia persona de Jestis? Si el cristianismo no puede definir su relacién con Jesis, como lugar de la intervencién decisiva de Dios en Ia historia, el discurso de la fees inti y se ve amenazado por la ideologia 6.1. HISTORICIDAD DE LOS EVANGELIOS 6.1.1. De Jestis a los evangelios Los evangelios despiertan un gran interés, porque hablan de Jestis. Se leen para conocer quién era Jestis, qué hizo, qué dijo, cémo fue su vida... Pero zquién nos garantiza que lo que leemos en los evangelios €5 lo que dijo ¢ hizo Jesis? {Cémo han llegado hasta nosotros esos evangelios? ,Son un buen camino para acceder a Jestis?™ De los veinte siglos que nos separan de Jestis, diecinueve pueden recorrerse con seguridad y rapidez con la ayuda de la critica textual, que se encarga de reconstruir el texto més antiguo de los evangelios, a través de una comparacién minuciosa de las diversas familias de papiros y cédices. Esta reconstruceién del texto original es la que sirve de base para las traducciones a las lenguas modemnas. Asi pues, las traducciones ‘modemas de los evangelios reproducen con bastante seguridad el texto de los evangelios compuestos en el ‘iltimo tercio del siglo primero. El problema esté en reconstruir lo que sucedié en los aflos que pasaron entre la muerte de Jesis y la redaccién final de los evangelios. Jesiis comenzé su actividad piblica en tomo al afio 27 de nuestra era, pero los evangelios se escribieron entre los afios 70 y 90. Entre la predicacién de Jestis y la redaccién de los cevangelios pasaron al menos cuarenta afios. {Qué ocurrié en este lapso? {Cémo se transmitieron las palabras y los recuerdos sobre Jesiis durante aquel tiempo? ;Podemos fiamos de lo que nos cuentan los evangelios? Para responder a estas preguntas es necesario conocer cémo nacieron y se transmitieron los recuerdos sobre Jestis en el grupo de sus discipulos y en las comunidades cristianas. En a historia de los origenes del cristianismo pueden distinguirse claramente tres fases: a) la vida de Jestis (6 aC-30 dC); b) la generacién apostélica (30-70 dC.); "A modo de inroiuceiin puede verse R, Aguitre, “El acceso ertion a a figura de Jess", Iglesia viva 105/106 (1983) 247-264 * Un buena y sintétiea introducci6n a estas euestiones puede verse en J. Fitzmyer, Cateciomo evstoligico. Respuestas del nuevo testamento, Salamanca 1984, 13-32; R. Aguire Monasterio - A.Rodriguez. Carmona, Evangelios sindptcos y Hechor de lot ‘Apésioles, Navarra 1994, 13-98. 197 TBOLOGIA FUNDAMENTAL Memoria Iesu ©) la segunda generacién cristiana (70-110 dC). La muerte y resurreecién de Jesis marca el paso de la primera a la segunda; con ella termina el ministerio pliblico de Jesis y comienza la andadura de las primeras comunidades cristianas. El paso de la segunda a la tercera viene determinado pot dos acontecimientos que afectaron mucho a la vida de las comunidades cristianas: la muerte de los que habian conocido a Jesiis,y la destruceién de Jerusalén. Al morir los testigos oculares de los signos y palabras de Jestis, comienza una nueva generacién, que tiene gran interés ‘en conservar fielmente la tradicién recibida, Por otro lado, la destruccién de Jerusalén produjo unos cambios ‘muy notables dentro del judaismo, que afectaron también a la vida de las primeras comunidades crstianas. Estas tres fases corresponden a tres etapas en la formacién de los evangelios. En los éiltimos afios de la vida de Jestis fue naciendo la tradicion evangética; durante la generacién apostéica, esta tradicién se fue conservando y transmitiendo de forma oral primero, y por escrito después. Finalmente, la redaccién de los evangelios tuvo lugar durante la segunda generacién, debido en gran medida a las nuevas circunstancias que vivian las comunidades cristianas. Asi define sintéticamente la Det Verbum la historicidad de los evangelios y sus etapas: DV 19 La Santa Madre Iglesia firme y constantemente ha creido y cree que los cuatro referidos Evangelios, ccuya historicidad afirma sin vacilar, comunican ficimente lo que Jesis Hijo de Dios, viviendo entre los hombres, hizo y ensefé realmente para la salvacién de ellos, hasta el dia que fue levantado al cielo (ef. Heeh 1, 1.2), Los Apéstoles, ciertamente, después de la ascensién del Sefior, predicaron a sus oyentes lo que El habia dicho y obrado, con aquella erecida inteligencia de que ellos gozaban, amacstrados por los acontecimientos sloriosos de Cristo (ef. Jn 14, 26; 16, 13) y por Ia uz del Espirit de verdad (ef. In 2, 2; 12, 16; of: 14, 26; 16, 12-13; 7, 39). Los autores sagrados escribieron los cuatro Evangelios escogiendo algunas casas de las muchas ue ya se trasmitian de palabra o por escrito, sintetizando otras, o explicdndolas atendiendo a le condicién de las Iglesias, reteniendo por fin Ja forma de proclamacién de manera que siempre nos comunicaban Ta verdad sincera acerea de Jesis. Escribieron, pues, sacéndolo ya de su memoria o recuerdos, ya del testimonio de uienes “desde el principio fueron testigos oculares y ministros de la palabra” para que conozcamos “la verdad” de las palabras que nos ensedan (ct. Le 1,24). ¥ Ops 6.1.1.1. Primera etapa: el origen de la tradicién evangélica DV 19: La Santa Madre Iglesia firme y constantemente ha creido y eree que los cuatro referidos Evangelios, cuya historicidad afirma sin vacllar, comunican fielmente lo que Jestis Hijo de Dios, viviendo entre los hombres, hizo y ensefé realmente para la salvacién de ellos, hasta el dia que fue levantado al cielo (cf Hech 1, 12) 6.1.1.1.1, Jestis y sus disefpulos (27-30) Jesiis no escribi6 sus ensefianzas. Tampoco sus discipulos fueron tomando nota de sus palabras 0 de los signos que realizaba. Sin embargo, el origen de los evangelios se encuentra en Jestis yen el grupo de os, diseipulos que lo acompaiiaban, porque la tradicién evangélica hunde sus raices en las palabras y signos de Jesiis, de las que fueron testigos los discipulos, a los que lamé para que estuvieran con El y para enviarlos a predicar (Me 3,14). Las palabras y Jos signos de Jestis despertaban Ta admiracién de la gente (Mt 4,24; Me 1,28). Sus enseflanzas eran ficiles de recordar, porque hablaban de realidades coneretas y de situaciones de Ia vida cotidiana, y ademés Jestis las repetia utiizando esquemas muy seneillos. Lo mismo ocurria con sus signos; «ran parecidos a los que realizaban los profetas y casi siempre tenfan una intencionalidad conereta. 198 ‘Memoria lesu Estos signos y ensefianzas, que eran conocides por muchos contempordneos de Jesis, quedaron especialmente grabados Ia mente y el corazn del pequefio grupo de sus discipulos. Con ellos Jesiis establecié una relacién muy especial. La llamada de Jests supuso un cambio radical en sus vidas: lo dejaron todo para seguitlo y compartir su estilo de vida y hasta su destino (Me 1,16-20; 10,28-30). Jestis les enseflaba con sus palabras y con su forma de actuar, y les dedicaba una atencién especial, explicéndoles el sentido de sus palabras y ayudindolos a profundizar en su mensaje (Me 4,34; 9,30-31), con la intencién de enviarlos, después a predicar la buena noticia que El anunciaba (Mc 6,7-13; Le 10, 1-12). 6.1.1.1.2. Los comienzos de la tradicién sobre Jesiis La estrecha vinculacién entre Jestis y sus disefpulos, y el envio de los mismos antes de la pascua, son los pilares mas firmes de la tradicién evangélica, ‘Cuando se habla de la relacién de Jestis con sus diseipulos hay que tener en cuenta la importancia que tenia la memoria en la antigledad, sobre todo entre los judios. Nosotros vivimos en una sociedad en Ia que los medios para almacenar informacién se han desarrollado enormemente, y en la que la inmensa ‘mayoria de la gente es capaz de acceder a dicha informacién, porque sabe leer. Sin embargo, las sociedades en las que Ia escritura era muy cara (los papiros y pergaminos eran casi un Iujo), y ademas eran muy pocos Jos que sabian leer y escribir, desarrollaron prodigiosamente la memoria’. Otro elemento importante a tener en cuenta es el hecho de que Jestis no s6lo Hlamara a sus discipulos para seguirle, sino que ademés los enviara a anunciar el mismo mensaje que El anunciaba. Este envio supone tun aprendizaje previo del mensaje que debfan transmitir, lo cual refuerza la importancia que la memorizacién tuvo en el grupo de los diseipulos de Jess. sf pues, el origen de la tradicién evangética se encuentra en los discipulos, que habian escuchado ‘muchas veces las enseflanzas de Jess y habfan sido testigos de sus signos, y ademés habfan sido enviados para anunciar el mismo mensaje de Jes 6.1.1.1.3, La tradicién més antigua Lo dicho hasta ahora muestra que las rafces de la tradicién evangélica estén en Jestis y en el grupo de sus diseipulos. Hubo una tradicién pre-pascual, aunque no contenfa todo lo que hoy podemos encontrar en. los evangelios. EI niicleo mas antiguo de la tradicién Jo constituyen los dichos de Jesis, que al principio se transmitieron desprovistos de una ambientacién narrativa. Piénsese, por ejemplo en las parébolas, que tienen claramente una ambientacién artificial en los evangelios. Los discipulos de Jesis aprendieron de memoria sus pardbolas, sus sentencias ritmicas, sus refranes y proverbios, pero no tuvieron tanto cuidado en recordar Jas cineunstancias exactas en que Jestis las pronuncid, probablemente porque Io hizo en diversas circunstancias. ° Es proverbial la importancia que la tradicién biblica da a la memoria, sobre todo Ta tradicidn sapiencal, en la que el maestro ensefaba asus diseipulos méximnasy adverteclas para que las wprendiera de memoria, En tempos de Jess, la instruceién tenia tes ‘imbitos: a casa, la snagoga y la escuela, y en los tres el medio de vansensién de la ensedanza era la memoria, El padre enscfaba 3 sus hijos las tradiciones familiares yreligioas; en la sinagoga se aprendian de memoria las principales oaciones y algunos textos importantes de las esritras; Finalmente, sungue no todos tenfan acceso a la eseuela, esta institucién estaba muy extendida, y estaba basada en la memorizacién, En este contexto cs fieil entender gue la relacién que Jess establece eon sus disepulos implica Ia rmemorizacin de sus palabras y ensefianzas 199 TEOLOGIA FUNDAMENTAL Memoria Tesu Los dichos de Jesiis tenian varias formas, Muchos de ellos eran breves y agudes, como los de los maestros de sabiduria; son los dichos sapienciales. Otros se parecen mas a los dichos de los profetas, porque anuncian y denuncian, Las parabolas, por su aparte, son una de las formas mas caracteristicas y geniales del modo de hablar de Jesis, cuya intencidn era provocar la reflexién y la reaccién de los oyentes. 6. cristianas 2. Segunda etapa: la transmisién de los recuerdos sobre Jesiis en las comunidades DV 19: Los Apéstoles,ciertamente, después de la ascensién del Ser, predicaron a sus oyentes lo que El haba dicho y obrado, com aquella crecida inteligencis de que ellos gozaban, amaestrados por los acontecimientos loriosos de Cristo (ef Jn 14,26; 16,13) y por la luz del Espirit de verdad (ef. Jn 2,22; 12,16; ef. 14,26; 1612-13; 7,39). 6.1.1.2.1, La generacién apostélica (30-70) La vida de Jestis termin6 trégicamente. La cruz parecfa el final, pero no fue ast. Sus disefpulos to vieron después de morir. Habfa resucitado, Fue una experiencia que les hizo recordar con una luz nueva todo el camino que habian hecho junto a El. Sus palabras y sus signos fueron adquiriendo poco a poco un sentido mds profundo, més auténtico, Eran las palabras y los signos del Hijo de Dios. Esta etapa de la historia del cristianismo se caracteriza por la répida expansién del mensaje cristiano, que dio lugar al nacimiento de las comunidades cristianas. El libro de los Hechos describe las principales tapas de este proceso de expansidn: Samaria (Hech 8,4-28), la regién costera de Palestina (Hech 11,19-30), Asia Menor y Grecia (Hech 13-20), y Roma (Hech 28,11-31). En el afio 50, a s6lo veinte afios de la muerte de Jesis, el cristianismo se habia extendido por foda la parte oriental del imperio. La difusién del evangelio fue obra de diversos grupos cristianos que tenfan talantes y acentos distintos. La comunidad de Jerusalén, presidida por el grupo de los apéstoles, estaba més ligada a sus raices judias. En Galilea y en Siria las comunidades cristianas no se sentian tan vinculadas a Jerusalén y sus tradiciones, sino a las ensefianzas de Jestis, que conservaron muy cuidadosamente, Por su parte, el grupo de los helenistas, compuesto por judfos procedentes de fuera de Judea, proclamaba que la novedad cristiana habia roto las fronteras del judaismo. Este grupo fue el que apoyé la misién de Pablo a los paganos desde Antioquia. El didlogo entre estas diversas formas de entender el ctistianismo no fue siempre fécil (ef. Hech 15; Gal 2,11-16), pero contribuy6 a ir dibujando los contemos propios de la iglesia cristiana. Los recuerdos sobre Jesis se fueron transmitiendo y conservando en los diversos Ambitos de la vida de las comunidades: la predicacién, la catequesis y Ia celebracién. Los misioneros cristianos que iban anunciando Ia buena noticia, ilustraban su predicacién contando los signos que Jests habia realizado; repetian sus pardbolas y enseflanzas, y trataban de mostrar que en Jesés se habian cumplido las promesas del Antiguo Testamento, En las comunidades todos deseaban saber més sobre Jestis; querfan conocer con detalle 10 que habfa hecho y dicho, cémo habian sido los tiltimos dias de st vida... Reunidos en tomo a la mesa de la Eucaristia, recordaban sin cesar aquellas ensefianzas y aquellos signos. Las palabras y los signos de Jest, confrontados con nuevas situaciones y nuevos ambientes, fueron manifestando toda Su riqueza. 61 En el perfodo apostélico se fue consolidando la tradicién de los diehos de Jess nacida antes de la pascua, Algunos de estos dichos se fueron agrupando por su semejanza en la forma (p.j. Le 6,20-22.24-26) © el contenido, A otros se les afiadié un escueto marco narrativo y adquirieron la forma de anéedotas ejemplares (p.e}. Le 9,57-62). Estas palabras de Jestis eran ya para las comunidades cristianas una tradicién as tradiciones evangélicas 200 TEOLOGIA FUNDAMENTAL Memoria lesu sagrada, y por eso las comentaron y las adaptaron a las situaciones que ellos vivian, utilizando técnicas que cen el judafsmo se usaban para comentar las escrituras. Asi, por ejemplo, el anuncio con que comienza la predicacién de Jesiss en Marcos y en Mateo (Mc 1, 15; Mt 4,17) se ha convertido en Lucas en un relato mucho més amplio (Le 4,16-30), en el gue dicho anuncio se encuentra situado en un relato que explica su sentido para la comunidad de Lucas. En esta época comenzs también la tradicién de los hechos de Jesiis. Los que le habian conocido y hablan sido testigos de ellos, se Jos contaban a los que no lo habfan conocido. Asi nacieron los relatos de vocacién, los relatos de milagros, el micleo de los relatos de la pasién, Las diversas circunstancias en que vivian las comunidades cristianas hacfan que algunos ambientes fueran més propicios para recordar uno y otto tipo de relatos. Asi, por ejemplo, en tas comunidades helenisticas se recordaron mis los relatos de milagros, porque estos signos eran muy valorados en el ambiente en que ellos vivian Otro elemento importantisimo de la tradicién evangélica en esta época fue el recurso al Antiguo ‘Testamento. No debemos olvidar que la mayor parte de los primeros destinatarios del evangelio conocian las Escrituras, y que la expansién y consolidacién del eristiani judafsmo, La mayor parte de las cartas de Pablo reflejan ‘comunidades fundadas por ellos se vieron en la necesidad de mostrar que en las Escrituras estaba anunciada la muerte y resurreceién de Jests (1 Cor 15,33), y trataron de relacionar los acontecimientos de su pasién y de su vida con las Escrituras, valigndose de las mismas téenicas que utilizaban los judlos. Finalmente, hay que situar en esta época la creacién de las primeras colecciones de dichos, milagros, controversias de Jestis. Se empiezan a formar pequetias colecciones de pardbolas (Mc 4), controversias (Mc 2,1-3,6), 0 milagros (Mc 5). ¥ también comienzan a crearse pequefias unidades narrativas, como el relato de Ia pasién, Estas coleceiones eran mas dificiles de memorizar, y por esta razén -y por la importancia que el hecho de la pasién tenfa en si-empezaron a ponerse por escrito" 6.1.1.2.3. Una transmisién fiel Durante la época apostélica la autoridad que garantiza la fidelidad de las tradiciones era “el Sefior” (1 Cor 7,10; 11,23). La autenticidad de las palabras de Jestis y de sus signos era algo que preocupaba a los primeros cristianos, porque eran conscientes de transmitir una tradicién sagrada, que no podia alterarse a capricho. Un ejemplo de esta preocupacién se encuentra en la forma en que Pablo transmite la tradicién de la lltima cena: “Yo recibi del Sefior la tradicién que os he transmitido” (1 Cor 11,23). Pablo utiliza aqui dos verbos (“recibir” y “transmitir”) que se usaban en las escuelas rabinicas para referirse a una tradicién fiel y contrastada, Este hecho revela dos cosas: que los primeros cristianos consideraban los recuerdos sobre Jestis una tradicign sagrada, y que se esforzaban en transmitirla con fidelidad’ “ De todas estas colecciones la mas importante es Ia coleccin de dichos de Jess conocida como “Fuente Q” (el alemén Quelle= fuente). Aunque dicha fuente no se ha encontrado on ningin manuscrto las eoincidencias verbales entre Mateo y Lucas en texios {que no se encuentran en Mareos, have pensar que ambos tuvieron delante una fuente comin, que contenia dichos y pardbolas de Jess. Sera un documento muy parecdo als evangelio apcrfos de dichos en su etadio més antigo, Este documento servi como punto de referencia a algunas comunidades cristinas de Galilea en toro al ao 50 d.C, y tal vez-no era lana coleccidn de este tipo que cireulab por las comunidades. * Esta misma terminologi se encuentra en | Cor 15,2, intoduciendo Ia radicin sobre la muerte y resutecei de Jest 201 TEOLOGIA FUNDAMENTAL Memoria lesu 6.1.1.3. Tercera etapa: la redaccién de los evangelios DV 19: Los autores sagrados escribieron los cuatro Evangelios escogiendo algunas cosas de las muchas que ya se trasmitian de palabra 0 por escrito, sinttizando otras, o explicdndolas atendiendo a la condicién de jas Iglesias, reteniendo por fin la forma de proclamacién de manera que siempre nos comunicaban la verdad sincera acerca de Jesis. Escribieron, pues, sacéndolo ya de su memoria o recuerdos, ya del testimonio de quienes “desde el principio fueron testigos oculares y ministros de Ia palabra” para que conozcamos “la verdad” (ef. Le 1,2-4) de las palabras que nos ensefian. 6.1.1.3.1, La segunda generacién cristiana (70-110) Con la destruccién del templo de Jerusalén se produjo una situacién nueva dentro del judaismo, que afect6 a las comunidades cristianas. Al desaparecer el templo y la clase sacerdotal, el judaismo se replegé en torno a la ley, y nacié una nueva ortodoxia vigilada por los fariseos y los maestros de la ley, cuya intolerancia acrecenté las tensiones entre la iglesia cristiana y la sinagoga judia, hasta Megar a una abierta ruptura y al enfrentamiento, que se percibe claramente en algunos esctitos del Nuevo Testamento de esta época (Mateo y Juan). Este hecho favorecié ta identificacién de la iglesia como algo distinto del judafsmo. Al mismo tiempo, ta actitud de las comunidades cristianas hacia la cultura helenfstica y hacia el imperio romano era en esta época de didlogo e integracién (Lucas y Hechos). Hacia dentro, las comunidades eristianas se enffentaban en esta época a una crisis de maduracién, Habjan desaparecido ya los impetus iniciales y resultaba dificil vivir la radicalidad del evangelio. La tentacién de acomodarse al mundo era grande y la perseverancia dificil, Por eso se hacfa necesario recuperar la radicalidad de vida de Jests contenida en las tradiciones evangélicas. La desapaticién de los apéstoles que habian conocido a Jests es otra caracteristica de esta nueva situacién, Ya nadie podia decir: “Yo lo vi" y por eso se hacia més urgente conservar de forma fidedigna las tradiciones recibidas. Nacen asi diversas tradiciones vinculadas a los principales apéstoles de la primera generacién (Pedro, Santiago, Juan y Pablo), y relacionadas con las diversas reas de implantacién del cristianismo, La tradiciOn petrina tenia su centro en Antioquia, la de Santiago en Jerusalén, la de Juan en las zonas rurales de Transjordania, y la de Pablo, que era la mas extendida, en las regiones de Asia Menor, Grecia y Roma. En esta época el cristianismo, habia legado también a Egipto y a otros Iugares, donde florecieron otras tradiciones vineuladas a otros apéstoles o personajes importantes (Tomés, Maria Magdalena). Estos datos dan una idea de la complejidad y diversidad del cristianismo en esta época. Sin embargo, durante esta segunda generacién se inicié un proceso de unificacién de las diversas tradiciones en tomo a las dos més importantes: la petrina y la paulina, que se convirtieron en norma y medida de las demés. 6.1.1.3.2. El papel de los evangelistas Los evangelios son el tltimo eslabén de este proceso de unificacién de las diversas tradiciones que se habjan transmitido en diversos grupos cristianos, en diversos ambitos de la vida de las comunidades y en diversos géneros literarios. El papel de los evangelistas consistié en integrar estas tradiciones, algunas de las cuales constaban ya por escrito, ¢ insertarlas dentro de un marco narrative. Su labor no consistié sélo en juntar estas tradiciones, sino que Hevaron a cabo una importante labor redaccional, que consistié en seleccionar los materiales recibidos y situarlos dentro del marco narrativo de sus obras, abrevidndolos o amplidndotos, para iluminar las ‘nuevas circunstancias que vivian sus comunidades. Estos procedimientos se perciben muy bien estudiando el uso que Mateo y Lucas hacen de Marcos. 202 ‘TEOLOGIA FUNDAMENTAL Memoria Iesu Los evangelistas contaron ciertamente con fuentes, pero la mayoria de ellas no se conocen. El tinico hecho demostrable es que Mateo y Lucas utilizaron el evangelio de Marcos. Es también muy probable que ambos evangelistas utilizaran la Fuente de dichos (Q). Ademés de estas dos fuentes, ambos evangelistas contaron con tradiciones propias (M= material propio de Mateo; L= material propio de Lucas), orales 0 escritas, que incluyeron en sus evangelios. Estos datos han dado lugar a la hipétesis de las dos fuentes (Me y (Q) que trata de explicar las relaciones entre los evangelios sinépticos. Marcos es, pues, el evangelio més antiguo. En la composicién de su relato utiliz6 seguramente tradiciones y colecciones anteriores (pardbolas, controversias, milagros, relato de la pasién). Su tarea no consistié simplemente en reunir todas estas tradiciones, sino que las actualizé y las organizé siguiendo un squema que los misioneros cristianos utilizaban para contar los principales acontecimientos de la vida de Jestis (cf. Hech 10, 37-41). Mateo y Lucas no s6lo siguieron el trazado bésico de Marcos, sino que incluyeron en sus relatos la mayor parte de dicho evangelio, aunque con importantes modificaciones, que tratan de aplicar los diversos pasajes @ las situaciones de sus respectivas comunidades. En el trazado de Marcos ineluyeron las tradiciones procedentes de la Fuente de dichos (Q) y otras tradiciones propias, en un claro intento de completar la obra de Marcos, que habja descuidado importantes tradiciones conservadas en las comunidades. Ambos evangelios suponen, pues, un paso més en el proceso de integracién de las tradiciones cristianas iniciado por Mareos. EE evangelio de Juan tiene su propia historia, Sus coincidencias con los sinépticos son muy pocas, porque sus fuentes fueron distintas, y sélo en contadas ocasiones (p.ej. en el relato de la pasién) se encuentran relatos procedentes de una tradicién comtin, 6.1.1.3.3. Fidelidad a la tradicién recibida La preocupacién por mantener la fidelidad a las tradiciones recibidas se acrecenté durante la segunda generacién ctistiana. Hay, sin embargo, un cambio importante con respecto a la generacién apostélica: el garante de las tradiciones no es ya “el Seftor” (I Cor 7,10; 11,23-26), sino los apéstoles, cuyos recuerdos adquieren un cardcter de tradicién sagrada, En el prélogo de su evangelio, Lucas habla de una cadena de transmisi6n formada por los testigos ‘cculares, los ministros de la palabra y los redactores de los evangelios, entre los que se incluye él mismo (Le 1,1-3). Nétese que quienes forman esta cadena de transmisién son siempre personas que pueden dar testimonio por su propia experiencia (los testigos oculares), o porque han recibido el encargo de conservar ficlmente esta tradicién (ministros de la palabra). La tarea de estos ministros de la palabra se describe en un pasaje de las cartas pastorales asf: “lo que has ofdo de mi en presencia de muchos testigos, confialo a hombres fieles, que a su vez sepan ensefiar a otros” (2 Tim 2,2). Lo cual indica que durante el proceso de la formacién de los evangelios hubo una proocupacién explicita por ser fieles a las tradiciones recibidas, y que dicha transmisién fue confiada a personas encargadas de conservarlas y transmitirselas a otros. 6.1.1.3.4. ;Por qué se escribieron los evangelios? Durante cuarenta afos las comunidades cristianas vivieron sin los evangelios. Sin embargo, en los primeros afios de Ia segunda generacién eristiana, y en un corto espacio de tiempo se escribieron, al menos, los cuatro evangelios candnicos. ;Cudles fueron las circunstancias y las motivaciones que motivaron la redaccién de los evangelios? 203 TeOLOGiA FUNDAMENTAL Memoria Iesu Un acontecimiento determinante fue la muerte de los que habian acompafiado a Jestis. Antes de que ‘su testimonio se olvidara era necesario ponerlo por escrito, La desaparicién de los testigos oculares hacia ‘més dificil distinguir entre tas diversas interpretaciones que empezaban a circular acerca de Jesis y su ‘mensaje. Algunos sostenfan que lo Gnico importante eran sus ensefianzas, no su vida. Los evangelios se escribieron, en parte, para contrarrestar esta opinién y dejar claro que la historia de Jestis, su encarnacién, pertenece a la esencia de la fe cristiana, Al comienzo de la segunda generacién cristiana la iglesia adquirié una fisonomia propia frente a la sinagoga judia. Algunas comunidades (Mateo, Juan) necesitaban orientaciones para contrarrestar las objeciones de sus vecinos judios y un manual de vida cristiana para independizarse del magisterio de la sinagoga. Otros grupos cristianos necesitaban tener un relato seguido de las acciones y ensefianzas de Jesis, como carta de presentacién en el mundo culto de la época. Esta es una motivacién que se percibe sobre todo cen Lucas, que dedica su obra al “ilustre Te6filo” (Le 1,3). Finalmente, todos los evangelios tienen detrés una motivacién pastoral, Las comunidades de la segunda generacién cristiana tenfan necesidad de escuchar el mensaje de Jestis en toda su radicalidad, porque cl paso del tiempo habia hecho mucho mas real el peligro de acomodarse al mundo. Los evangelios les ofrecian la oportunidad de recuperar esta radicalidad, 6.1.2. Las Escuelas Criticas® Entre los principales aportes de la Critica de las fuentes figura la demostracién de a prioridad de Marcos, la identificacién de Q y de la utilizacién de ambas por Mt y Le. Pero la Critica de las fuentes no podia ir mucho més lejos, ya que estaba reducida, por definicin, a los textos disponibles. Los investigadores se plantearon, entonces, una nueva cuestién: zes posible Megar més alla de los textos, al periodo que media entre los acontecimientos y su primera puesta por escrito, al periodo de la predicacién, que desembocé luego en los evanigelios (alrededor de los afios 30 a 70)? Esta es una de las finalidades de la Critica de las Formas: “intenta investigar y analizar la etapa pre-literaria, esto es, la etapa anterior a la puesta por escrito de los evangelios, que esté en la base de nuestros evangetios. 6.1.2.1, Escuela de la historia de las formas (Formgeschichte = FG) Surge en el perfodo entre las dos Guerras Mundiales, pero alcanza su apogeo después de la Segunda Guerra Mundial. Si bien se encuentran grandes investigadores, se destaca la figura descollante de Rudolf Bultmann, Al analizar el trabajo de esta escuela hay que atender a dos aspectos: el método de investigacién, la téonica que desarroltan para encarar los textos; y el sistema de pensamiento, es decir, todos los presupuestos filos6fico-teol6gicos de los investigadores, sus “aprioris” doctrinales y racionales. 6.1.2.1.1, Método Su metodotogta de trabajo parte de dos prineipios, a los que considera indiscutibles: += No hay autor de los evangelios en sentido estricto, sino meros recopiladores {Qué significa esto? Que consideran nuestros Evangelios no como una obra monolitica pensada y escrita por un autor, con un objetivo especifico, sino como una mera recopilacién, una coleccién mas 0 ‘ Presentamos en este punto y el siguiente la sintsis de C, Mendoza, Introduccién al Nuevo Testamento, San Antonio de Padus 1998, [epantes de clase), 204 TEOLOGIA FUNDAMENTAL Memoria Iesu menos arbitraria de unidades literarias menores (Ilamadas pericopas), simplemente yuxtapuestas en forma més o menos arbitraria, sin orden cronolégico sino de acuerdo a las necesidades de la predicacién, Estas pericopas, que contenfan parabolas, relatos de milagros, dichos de Jest, disputas con adversarios diversos, etc, circulaban independientemente unas de otras por las comunidades, y simplemente fueron coleccionadas, sin atender al orden real de los acontecimientos. La premisa fundamental de esta escuela de investigadores es pues, que los evangelios son una especie de mosaico armado con pericopas diversas que circulaban en las, comunidades cristianas como unidades independientes, Qué quieren investigar? No los evangelios sino las pericopas. Cuando se comparan las pericopas entre sf se perciben grandes semejanzas externas, formales, a tal punto que incluso es posible clasificar las distintas pericopas sobre la base de estas semejanzas formales. Se detectan numerosos esquemas fijos, algo asi como “moldes” literarios que se van repitiendo: polémicas, relato-de-milagro, pardibola, relato-ejemplar, discurso, etc., y To que va Variando en cada caso es el contenido, no la “forma”. La Historia de las formas quiere estudiar estos moldes literarios, estas formas fijes por medio de las que se va transmitiendo el mensaje; las trata de identificar, describir y clasificar. Pero también se esfuerza por echar el puente que una esa forma literaria especifica con ef ambiente vital eclesial que Ia ha hecho nacer: {Cuéles son en la comunidad eclesial las situaciones concretas en que pudo nacer, desarrollarse y transmititse dicho relato en el curso de la tradicién? gQué interés vital ev6 a la iglesia a conservar ese recuerdo particular? gla liturgia?, la catequesis?, gla misién?, zla polémica?, gla predicacién? Busca determinar cual es la situacién vital de Ta iglesia que acabé por imprimir la forma final al mensaje, tal cual la conocemos hoy. Como dicen estos investigadores, el Sitz im Leben, el contexto vital que hizo nacer a cada forma, en el que la forma alcanza su pleno significado. Les interesa pues no el evangelio en su totalidad, que es una mera coleccién de formas individuales y desconexas en sf, sino la historia de cada forma individual, Su proyecto pues, es trazar toda la historia de la tradicién evangélica, desde el evangelio oral hasta el evangelio escrito. * Todas estas unidades literarias son creadas por la comunidad cristiana primitiva, Su contenido es mitolégico. Qué significa esto? Significa que al leer el evangelio no nos encontramos directamente con la enseffanza de Jess sino con la ensefianza de la Iglesia acerca de Jess, a tal punto que consideran imposible acceder a Jestis por los evangelios’. La comunidad primitiva es responsable de todo el proceso de formacién de la tradicién evangélica. Asi, tienen una actitud completamente escéptica con respecto al conocimiento que se puede obtener de los hechos y dichos de Jestis. Pero esto no oeurre tanto por el método de estudio sino por Jos principios, los presupuestos teol6gicos y filoséficos que han inspirado a los representantes de la escuela. 6.1.2.1.2. Presupuestos * Nocidn de fe “Sola fides” del luteranismo, Una fe que, para asegurar su relacién vertical con Dios necesita romper sus vinculos con la historia. El eristianismo comenz6 con el Cristo predicado (el kerygma), y no hay que 7 ste tipo de afrmaciones se realizan desde un horizonte de pensamiento muy determinado, donde “vo suensn tan mal”, Para poder comprender mejor este segundo presupuesto metodoldgico es convenient tener presente enionees los presupuesios flos6ficos y teoldgicos de los investigadores de esta escuela (ver, al respoct, el pronunciamiento del magisterio de la Iglesia en relacién at método de Ia historia de ls formas, en la Instruccién Santa Mater Ecclesia de la Pontificia Comisién Bibica dol 21 de abril de 1964) 205 TEOLOGIA FUNDAMENTAL Memoria lesu buscar una base histérica para creer. La fe como compromiso de toda la persona tiene que librarse de la precariedad de la investigacién hist6rica. La fe auténtica nada tiene que ver con nuestros conocimientos histéricos’, En un contexto de teologia Iuterana, no se pretende conocer el mundo de lo divino. La razén hhumana es incapaz de conocerlo. La naturaleza humana, corrompida tras el pecado, no puede conocer la verdad. {Qué es la fe, entonces? Un acto de confianza en Dios (fe fiducial), y no una forma de conocer. * Racionalismo Si bien Ja escuela/Siurge tomo una reaccién al racionalismo exacerbado de los investigadores del S. XIX que, en su affin por encontrarle a todo una explicacién racional, llegaron incluso a negar la existencia de ‘Jestis, conserva sin embargo, cierto racionalismo. Pretenden hacer comprensible el mensaje evangélico al hombre de hoy, que ~cerrado a la hipétesis de una intervencién de Dios en la historia~ no puede creer en milagros, apariciones, demonios, concepcién virginal, ete. Seria un sacrificium intellectus (Bultmann). Estos elementos son simplemente una forma de lenguaje religioso, es decir, una forma simbélica, mitol6gica, de expresar verdades de otro tipo, que hay que descubrir Entienden que lo sobrenatural no tiene espacio en el mundo de hoy, donde es fundamental la relacién entre causa y efecto; Los evangelios expresan verdades en lenguaje mitoldgico, en el sentido cientifico de término, es decir, en el sentido que expresa una cierta inteligencia de ta existencia humana, dindole @ ta realidad trascendente una objetividad inmanente © intramundana, atribuyendo una objetividad mundana a aquello que es no-mundano. La tarea por hacer, segtin, ellos, es descubrir el significado profundo que permanece oculto bajo el velo de la mitologia. Si es ast, se deben abandonar las concepciones mitolégicas, precisamente para conservar su significado més profundo. A. este método de interpretacién del NT, que trata de redescubrir el significado més profundo oculto tras las concepeiones mitolégicas, Bultmann lo llama ‘desmitologizar”. No se trata de eliminar los enunciados mitolégicos sino de reinterpretarlos.(La resurreccién, por ejemplo, significa la posibilidad de una vida auténtica que se le concede al hombre que, por la obediencia de la fe, acepta morir a si mismo, a si autosuficienci * Existencialismo {Qué valor tiene, pues, el evangelio? No el de narrar cosas que hizo y dijo Jestis, sino el de transmitimos, en lenguaje mitol6gico, lo que la comunidad primitiva creia de Jests, es decir, su experiencia de fe, Pero esa experiencia de fe no pasa por “saber” que era Hijo de Dios o que hacia milagros sino en tomar una decision ante el Dios que me interpela en Cristo. A través de la Escritura, Dios nos interpela para que tomemos una decision de fe, y hagamos la transicién desde una existencia in-auténtica ilusoria, sometida a la falsa seguridad de un mundo perecedero, {@.una existencia auténtica, un don de Dios que se logra abandonando la adhesién al mundo y abriéndonos a 1a Palabra de gracia que perdona, Lo que transmite es, en realidad, una concepeién del hombre, un cuestionamiento existencial, para provocar un cambio en la vida de cada uno. Dios me interpela para que tome una decisién de fe, transformando mi existencia de acuerdo a su Palabra interpelante. No es un mensaje acerca de Dios o de Jesits (una “teologia”) sino un mensaje acerca del hombre (una “antropologia”), para que este pueda hacer el paso hacia una existen * Bsto es inacepable park nosotros, ys que la inervencién de Cristo fie claramente histérca, ‘padeeiS bajo Pancio Pilato”. No ‘reemos en una idea sino en un acontecimiento histéico en el que se raliza el misterio de la salvacoa, 206 a ‘TeOLOGIA FUNDAMENTAL Memoria Iesu 6.1.2.1.3. Evaluacién: aspectos positivos y negativos’ © La instruccién de la Comisién Biblica de abril de 1964 invita a los exegetas a utilizar los elementos positives de la FG. ;Cudles son esos aspectos positivos? La instruccién no lo dice, pero podemos intentar rescatar algunos elementos. = Pone de relieve toda la importancia de la tradicién oral El evangelio fue predicado antes de ser escritura: durante los treinta primeros afios, la "materia de Jos evangelios fue predicada en la Iglesia; sirvi6 para la misién, la catequesis, para el culto, para la polémica, De todo esto se sigue que este material se vio empapado de toda la vida de fa Iglesia, que Ileva la sefial de la actualizacién y de la interpretacién teolégica de 1a comunidad. Los evangetios son los testigos privilegiados de esta tradicién, ya que estén inspirados, pero la tradicién continia también después de los evangelios. La teologia protestante otorgaba hasta entonces, la primacia absoluta a la Escritura, = Demuestra defintivamente que los evangelios no tienen que ver con el género literario “biografia”. * Aplica el principio del género literaio no sélo alos evangelios en su globalidad sino incluso a cada pericopa en particular” * Muestra un interés no puramente literario por las diversas formas sino que las valoran més en cuanto reveladoras de la vida misma de la Iglesia primitival’, * EI mayor mérito de la FG ha sido el de proporcionarnos un riguroso andlisis literario de Jos evangelios y un medio de llegar, por el estudio de los textos, a los ambientes de vida que les vieron nacer. © Pero no olvidemos que también hay aspectos negatives, ya sean silencios verdaderas, deficiencias graves. * La atencién recae exclusivamente en la comunidad primitiva, Para Bultmann, por ejemplo, el tinico problema del cristianismo primitivo es la reconstruceién de la vida de esa comunidad, iluminada por su fe en Cristo, El conocimiento de Jestis como fuente real e histérica de esa comunidad esté privado de interés. Bultmann ve incluso una discontinuidad radical entre la comunidad prepascual de Jestis y sus discipulos, y la comunidad postpascual de la Iglesia primitiva, La fe, el anuncio (kerigma), nada tienen que ver con el historiador. Exageran asf la ruptura entre Jestis y Cristo, entre la comunidad prepascual y Ias comunidades postpascuales. * Tienden a exagerar Ia fuerza creadora de esa comunidad, asimildndola a las fuerzas esponténeas, a los fermentos de cultura de donde nacen los mitos, las leyendas, el folklore. Silencian asi, y de forma injustificada, la presencia en la Iglesia primitiva de los apéstoles y testigos de Jest, deformando de este ‘modo la imagen de la Iglesia, sus convicciones fundamentales que inspiran su conducta, su fidelidad a Jesis. ‘= En esta linea, queda también inffavalorado el papel de los evangelistas, consideréndolos simples recopiladores de unidades preexistentes * Tomado de R. Latourele, A Jes ef Cristo por ls Evangelios, Salamanca 1982, 141-151 "© Han hecho en cierto modo, un inventario completo de ls géneros y subgéneros de las diversas unidades que componen nuestros evangelios: ene el_ material narativo distinguen: paradigms, sumarios relatos de milagros,leyendas, mios, relatos dela pasién Entre el material doctrinal, alegorias, pardbolas, relatos ejemplares, sentencias de tipo sapioncial, polémicas 0 controvesis, profecla,apocaliptica, nonmas disciplines, frases en que Jets habla desi mismo. "Hay una interacein, un juego continuo entre el texto el ambiente, Un sermén, una ern totalmente diferentes, y deltan el ambiente que los produ. politica, una earta de negocios son 207 ‘TeOLOGIA FUNDAMENTAL. Memoria lesu + Su terminologia al clasificar las formas implica ya muchas veces a priori un juicio de historicidad, ppor ¢j., cuando clasifica parte del material evangélico como mito o leyenda, Extrapola las cosas muy fécilmente, cuando de una mera clasificacién literaria salta a un juicio histérico. Sobrestima los criterios literarios en detrimento de los criterios histricos. 6.1.2.2, Escuela de la historia de la redaccion (Redaktionsgeschichte = RG) ‘Se la puede considerar como reaccién al primer presupuesto metodoligico de la FG. En efecto, si la FG sostenia que los evangelistas no son verdaderos autores sino meros recopiladores de un material preexistente, estos investigadores buscar mostrar lo contrario, es decir, que detrés de los evangelios, hay tun verdadero autor, y si bien es verdad que ulilizan materiales preexistentes que reciben de la iglesia, no se limitan tan s6lo a recopilarlo sino que Io elaboran en funcién de un pensamiento, de un proyecto teolégico, ‘No ven al evangelio como una simple coleccién de unidades menores, arbitrariamente reunidas, sino como una obra elaborada, estructurada sobre la base de una intencién teolégica particular. ‘Asi, para detectar esa intencién teolégica de cada uno de los evangelists, es importante detenerse en las diferencias que hay entre uno y otto evangelio, qué cambia y por qué, por qué eligen ubicarlos en los contextos en los cuales aparecen, cules son los aportes redaccionales de cada evangelista, etc. Todo esto revelaré la presencia de un verdadero pensamiento teolégico detrés de cada uno de los evangelios, y, con ello, demostraré que no se los puede considerar simplemente como una coleceién arbitraria de pericopas. Los primeros investigadores de esta escuela fueron H. Conzelmann (Lucas), W. Marxen (Marcos), W. Trilling (Mateo). 6.1.2.3, Escuela de la historia de la tradicién (Traditionsgeschichte = TG) Se la puede considerar como reaccién al segundo presupuesto metodologico de la FG. En efecto, la FG consideraba que en los evangetios encontramos solamente la ensefianza de la Iglesia, expresién de su fe en el Sefior Resucitado, sin que haya ningin tipo de nexo entre esta ensefianza y el Jesis terreno. Pero, apuede ser que en los evangelios no haya rastro alguno de Jest, que todo sea producto de la fe de la comunidad? Si bien se admite que los textos fueron elaborados por la comunidad primitiva de acuerdo con sus propias preocupaciones teolégicas, esto no significa que la ensefianza no pueda remontarse al mismo Jestis, que no se conserven elementos que reflejen la situacién vital de Jestis y que se hayan recibidos a través de la tradicién, es decir, elementos que provengan del mismo Jess. Los trabajos mas conocidos de esta escuela son los del protestante Joaquim Jeremias”? y los del P. Xavier Leon Dufour". Su objetivo no es legar a restaurar el mensaje tal cual salié de boca de Jestis sino demostrar que la fe de la Iglesia se apoya, en tltima instancia, en el mismo Jestis y no en un mito de la iglesia primitiva " Por ejemplo, en sus estudio scera de las palabras de Jess en los evangcios, tendentes a reconsruilas en arameo, tal como pdieron haber slid de su boca. Ente sus obras mas conocidas mencionamnos: La ina cena Palabras de Jess, Maid. 1980; La Interpretacin dela Pardboas, Pamplona 1971 "Por ciemplo, en sus estudios acerea de fos relatos evangios, tratando de descbrir en ellos aquellos elementos que no comesponden al contexto de Ia iglesia prinitiva sino al judaismo de la époce de esis. Entre sus obras més importantes rmencionamos: La fracelin del pan, Maid 1983; Estudios de Bvangelio, Madsid 1982. 208 THOLOGIA FUNDAMENTAL Memoria Iesu 6.1.3. El Magisterio de la Iglesia sobre el tema “Evangelios” Nos citcunscribiremos a analizar tres intervenciones del Magisterio de la Tglesia con relacién al tema de la composicién de los evangelios. 6.1.3.1. Pronunciamientos de la PCB" de 1911/1912 ‘S6lo los tendremos en cuenta por su valor histérico, ya que, a la luz de las nuevas investigaciones, no tienen mas vigencia, y, por lo tanto, han perdido su caricter de obligatoriedad'®. En un comienzo se limitaba a dar respuestas afirmativas 0 negativas a las diversas cuestiones que se le preguntaban, En la actualidad, los documentos son més largos, elaborados y precisos, donde se suelen pronunciar conforme al estado actual de las investigaciones (es decir, no en forma tan categérica, sino dejando las puertas abiertas a Jos nuevos descubrimientos que puedan surgit). Estas respuestas de las que nos ocuparemos fueron dadas antes que nacieran las diversas escuelas criticas, en un tiempo en que se planteaban los problemas de manera distinta y mareados por el conflicto “modemnista”, donde, por ejemplo, afirmar que un libro fue eserito después que ocurrieron los hechos era casi lo mismo que decir que era inventado. Asi, se afirmaba que el Pentateuco habia sido escrito por Moisés, y pas6 largo tiempo hasta que la cuestién pudiera encararse de otra ‘manera en el dmbito catblico, ‘Veamos algunos ejemplos: = Si las razones con que algunos criticos pretenden demostrar que los doce ditimos versfculos del Evangelio de Marcos (Me. 16,9-20) no fueron escritas por el mismo Marcos, sino adicionades de mano ajena, son tales {que den derecho a afirmar que no se han de admitir como inspirados y canénicos, o demuecstran al menos que Mareos no es autor de dichos versiculos Resp, Negativamente alas dos partes. Sies Ifito, en cuanto al onden cronol6gico de los Evangelios upartarse de aquella sentencia que, fundada en cl antiguisimo y constante testimonio de la tradicién, atestigua que después de Mateo, que escribié su [Evangelio el primero de todos en su lengua nativa, escribi6 el segundo Marcos y el tereero Lucas; 0 se ha de Juzgar que va contra este sentir la opinién que afirma que el segundo y el tercer Evangelio fueron compuestos antes que la versin griega del primer Evangelio Resp. Negativamente alas dos parts, m Si se ha de juzgar que guardan los precedentes decretos aquellos que, sin fundarse en testimonio alguno de Ja tradicién ni en argumentos histéricos, ficiImente abrazan la hipétesis vulgarmente llamada de las dos fuentes, que pretende explicar la composicién del Evangelio griego de Mateo y del Evangelio de Lucas prineipalmente por la dependencia de entrambos del Evangelio de Marcos y de la coleecién Tlamada de los sermones del Sefor y si pueden, por tanto, defenderta libremente. Resp. Negatvament alas dos pares 6.1.3.2. Instruceién Sancta mater ecclesia sobre la verdad historica de los evangelios Este estudio fue encomendado por el Papa Juan XXIII a la PCB a fines de 1962. Se terminé en abril de 1964, bajo el Pontificado de Pablo VI. La instruccién comienza animando la labor de la exégesis, la cual, ™ La Pontificia Comision Biblia asesora al Papa en cuestiones de Sagrada Eseritura. Fue undada por el Papa Lesn XII et 30 de octubre de 1902 con sus Letras Apostéicas Viglantiae (ef. . Mufoz Iglesias, Doctrina Pontificia , Documentos Bibicos, Madsid 1954, 246 - 255), con el objetivo de defender Ia ortodoxia y de fomentar el estudio cientifco de la Sagrada Escritura entre los cxblioos 1 En una carta diigia al Cardenal Suhard, arzabispo de Parts, en enero de 1948, sobre la fecha de las fuentes del Pentateuco y sobze el wénero Tterario de Tos once capitulos del Gnesi, Ia misma comisién inealea un esprit nuevo de lestura de los Pronunciamientos anteriores, surgidos en pleno conflict “antimoderist” pero que, ahora, clmadas las aguas, se puede volver a una, ‘mayor libertad de oping entre Ios estudiososcatdlicas 209 TEOLOGIA FUNDAMENTAL Memoria lesu sin desfallecer, debe procurar hacer cada vez més claro el sentido genuino de las Escrituras. Se anima al estudioso catélico a aprovechar todos los resultados conseguidos en los afios precedentes, los nuevos métodos de exégesis, “especialmente los oftecidos por el método histérico universalmente reconocido”, que estudia con atencidn las fuentes, define su naturaleza y valor sirviéndose de la critica del texto, de la critica fiteraria y del conocimiento de las lenguas. Un parrafo especialmente sorprendente es el dedicado al método de Ia Escuela de Ia historia de las formas: donde convenga le ser Ifito al exegeta examinar los eventuales elementos postivos offecides por el 'método de la historia de las formas Pero, inmediatamente aclara: to hard, sin embargo, con cautela, pues, con frecuencia, el mencionado método esta implicado con principios filos6ficos y teol6gicos no admisibles, que vieian muchas veces tanto el métode mismo como sus conclusiones cen materia literaria, El punto més importante lo constituye la ensefianza positiva acerca del tema de la composicién de los evangelios: se destaca la importancia de los tres momentos basicos que atravesaron la vida y la doctrina de Cristo antes de llegar hasta nosotros. 1° Cristo El documento pone el punto de partida de la tradicién evangélica en el Sefior: esto implica una clara toma de postura frente a quienes pretenden hacer comenzar todo en la comunidad primitiva. Cristo elige discipulos: es decir, la vida, obra y ensefianza del Seffor no acontecié en la penumbra y 1 anonimato, sino que hubo testigos de cuanto hizo y ensefi6. Y, al ensefiar, lo hacia en la forma corriente de la época, buscando que sus palabras quedaran grabadas en los oyentes, con frases fciles de retener, para que, luego, pudieran recordar con facilidad lo que les iba enseitando. 2° Los apéstoles Anunciaron, ante todo, la muerte y la resurteccién del Seftor (el kerygma). A esto se fueron incorporando Iuego otros elementos. Pero los apéstoles no se limitaron a repetir lo que vieron y escucharon, sino que, con el tiempo y a la luz del misterio pascual, tuvieron cada vez una mayor comprensi de lo que habia sucedido realmente, incluso cosas que ellos mismos, antes de la resurreccién, no alcanzaban a entender (Cf, pj, In 2, 225 12, 16; 11, 51-52). Esto no los Ilevé a transformar al Sefior en una “persona mitica” ni a deformar su ensefianza, sino a cexpresar, con la ayuda de sus categorfasreligiosas, la verdad profunda de los acontecimientos, descubierta a la luz de ta fe pascual. Esto no rompe ta conexidn entre Jesiis de Nazaret y el Cristo confesado por la falesia primitiva, sino, por el contrario, se presenta a la persona del Sefior sobre In base de la més profunda inteligencia de los acontecimientos que gozaron tras la Resurreccién y Pentecostés, y adaptindose a las cexigencias de los diversos auditorios. 3° Los eseritores sagrados Se refiere a los autores sagrados, que tuvieron la tarea de poner por escrito los Evangelios. Su labor ‘comprendi la seleccién del material, la sintesis de algunos elementos, el desarrollo de otros, la adaptacién a Jas nuevas exigencias de la Iglesia, En definitiva, actuando como verdaderos autores de los textos. Y todo esto no fe hecho sélo para conservar el recuerdo sino para predicar, para condueir a la fe, para offecer a la Talesia la base de la fe y las costumbres, 210 TEOLOGIA FUNDAMENTAL Memoria lesu 6.1.3.3. Constitucién Dei Verbum 18-19 En estos prrafos de la DV encontramos reasumida la parte central de la Sancta Mater Ecclesia. Se recalca el origen apostilico de los cuatro evangelios: es decir, ya no se discute acerea del autor, sino que se segura el origen apostilico de la ensefianza, A su vez, se sefiala el cardcter salvifico de los acontecimientos narrados, lo cual supone una diversidad de niveles de historicidad en el texto. Es decir, que el relato pretende ir mucho més alld de Ia narracién bruta de los hechos, alcanzando la dimensién salvifica, que slo a la luz de la fe es posible comprender. ——», (©) 62. CRITERIOS DE AUTENTICIDAD HISTORICA 6.2.1. Importancia y limites Los criterios de historicidad sirven para seleccionar de entre los testimonios que tenemos sobre Jests, aquellos que tienen més probabilidad de ser historicos. Esta seleccién restrictiva viene impuesta por el problema fundamental con el que se encuentra el estudio histérico sobre Jesis: el hecho de que casi todos los ‘estimonios antiguos que poseemos han sido transmitidos por la tradicién cristiana y por tanto cabe sospechar que hayan sido creados 0 modificados para servir a una praxis o doctrina religiosa. Dado que los Evangelios estin saturados de la fe pascual de la Iglesia primitiva y fueron eseritos de cuarenta a setenta affos después de fos acontecimientos narrados, nos vemos en la necesidad de preguntarnos: c6mo podemos distinguir lo que tiene su origen en Jestis (etapa 1, aproximadamente 28-30 d.c.) de lo que procede de la tradicién oral de Ia Iglesia Primitiva (etapa 2, aproximadamente 30-70 d.c.) y de lo que es producto de la labor redaceional de Ios evangelistas (etapa 3, aproximadamente 70-100 d.c.)? En otros términos, no basta con demostrar que hubo desde los origenes una transmisién fiel y activa de las palabras y de las acciones de Jestis por parte de la iglesia primitiva y de los evangelistas; es preciso (1% establecer que esta fidelidad pertenece al orden de los hechod y que es posible verificarla; en otras palabras, be que los escritos y la realidad se corresponden entre si; Esta ultima Verificacién se leva a cabo apelando a los criterios de autenticidad histérica, dejando que la critica literaria ceda el paso a la critica historica. En efecto, [ie eriticaTiterarit, aun cuando Megue a las formas més antiguas de la tradicién, no esta autorizada en cuanto ‘ala concluir a favor de fa historicidad del contenido de un relato 0 de un logion' Teniendo en cuenta la indole de la historia antigua en general y de los Evangelios en particular, los criterios de historicidad producirin normalmente juicios con un grado de certeza més 0 menos elevado: raramente se podré alcanzar la certeza absoluta. De hecho, como en la bisqueda del Jstshistrico casi todo es posible, cs permitir el paso desde lo simplemente posible, a lo realmente _Probable, para estudiar varias probabilidades ¥ decidir qué candidato es el més probable. De ordinario, esto €8 todo lo que se puede esperar de los criterios"”. Como ha seflado més de un investigador, el uso de criterios validos tiene més de.arte que de ciencia y tequiere sensibilidad para el caso individual en vez de una aplicacién mecénica. Nunca se insistiré ) demasiado en que tal arte suele proporeionar tan sélo diversos grados de posibilidad, no certezas absolutas. \W"" Pero los juicios de probabilidad son corrientes en toda investigacién historica antigua, y la bisqueda del “Jestis historico no es la excepcin a este respecto. Dado que la certeza moral no es sino un alto grado de "© CER Latourelle, 4 Jest... 202 "CE. Meier, Un judio marginal. 183, 2u1 TEOLOGIA FUNDAMENTAL Memoria Iesu probabilidad y puesto que nosotros, en la vida, la mayor parte de las veces actuamos y hacemos nuestros Juicios te6ricos y practices sobre la base de la certeza moral, no tenemos por qué pensar que los resultados de nuestra investigacién vayan a ser de muy poca solidez.y seguridad. No resultardn menos sdlidos y seguros que muchas otras partes de nuestra vida", 6.2.2. Clasificacién Son miiltiples las clasificaciones de los criterios que se han hecho desde mediados del siglo pasado a esta parte, Desde comienzos de los afios'80 se ha ido desarrollando una nueva tendencia en la investigacién del Jesiishistérico conocida como Third quest. Metodolégicamente se rechaza Ia forma en que la exégesis, anterior aplicé el ctiterio de desemejanza. La propuesta altemativa mejor sistematizada es el criterio de plausibilidad historica de Gerd Theissen””. 6.2.2.1. Criterio global: plausibilidad histriea Aquella informacién sobre Jesis que es plausible en el contexto judio y permite comprender la génesis del Cristianismo primitivo, puede ser histérica. Es una aplicacién particular del tipo de explicacién causal que utiliza la ciencia histérica: considera la figura de Jestis como el eslabén hist6rico necesario para entender ef nacimiento del Cristianismo a partir del Judatsmo del S. I. Este es el criterio general, Ia idea rectora de toda investigacién, que debe ayudar a explicar por qué Jestis suscité tanta atencién sobre sf mismo y pot qué fue rechazado, ejecutado y considerado como Mesfas y venerado como Dios. Este criterio de explicacién suficiente, pone de relieve a la vez el enraizamiento de Jestis en Israel y a la vez su orientacién hacia la restauracién. plena de Israel”. 6.2.2.2. Criterios parciales o derivados * Criterio de Dificultad (= contradiccién) Se centra en acciones 0 dichos de Jestis que habrian desconcertado o creado dificultades a la Iglesia Primitiva, Lo esencial de este criterio es que dificilmente la Iglesia Primitiva se habria molestado en crear un material tnicamente susceptible de dejarla en una posicién dificil o debilitada en la disputa con sus oponentes. Por el contrario, el material embarazoso,procedente de Jesis habria sido suprimido o suavizado en etapas posteriores de la tradicién evangélica, y frecuentemente seria posible seguir la pista de esa progresiva supresién o adaptacién a través de los cuatro evangelios. Un buen ejemplo es el Bautismo de Tesi * Criterio de desemejanza (= discontinuidad, de originalidad, de irreductibilidad dual) Estrechamente relacionado con el criterio anterior, se centra en las palabras o hechos de Jestss que no pueden detivarse del judaismo de su época ni de ta Iglesia Primitiva posterior a él. Ejemplos que se suelen dar al respecto son su radical prohibicién de todo juramento (Mt 5,34-37), su rechazo del ayuno voluntario para sus discfpulos (Mc 2,18-22). Este criterio es el més prometedor y el més erizado de problemas. Es el criterio fundamental, la base de todas las reconstrucciones, porque nos proporciona un minimo asegurado de ‘material con el que trabajar. Pero a la vez presupon® lo que no poseemos: un conocimiento seguro y completo de cémo eran el judaismo en la época de Jess y el cristianismo inmediatamente posterior a él, y de "CF.J. Meier, Un judo marginal... 199. "Cf G.theissen-A.Merz, El Jes histrice, Salamanca 2000, 139-143 * Cf, $, PiéNinot, La Teologia fundamental, 352. 212 site TEOLOGIA FUNDAMENTAL Memoria lesu Jo que ambos podian decir 0 no decir. También es objetable que acabe ofreciéndonos una caricatura de Jestis al divorciarlo del judafsmo que influyé en él y en la Iglesia, como si Jess hubiera estado completamente fuera de la historia, * Criterio de testimonio multiple El ctiterio de testimonio miltiple se centra en aquellos dichos y hechos de Jestis que estén (testiguadios.en mas de una fuente lteraria independiente (p.ej. Marcos, “Q”™", Pablo, Juan) y/o en més de una forma 6 género literario (p.ej. parabola, relato de controversia, relato de milagro, profecia, aforismo). La fuerza de este criterio aumenta si un determinado motivo o tema se halla tanto en fuentes como en formas literarias diferentes. Una razén por la que los eriticos no dudan en afirmar que Jesiis hablé en algtin sentido (= de referencias cruzadas) del Reino de Dios es la frase que se encuentra en Marcos, en Q, en la tradicién mateana especial, en la / “Yradici6n lucana especial y en Juan, con ecos en Pablo, a pesar de que Reino de Dios no es una expresién preferida del Apéstol. Esta expresién se encuentra al mismo tiempo en varios géneros literarios (p.j. parabola, bienaventuranza, oracién, aforismo, relato de milagro). Dada esta gran cantidad de testimonios de diferentes fuentes y géneros que provienen en gran parte de la primera generacién cristiana, resulta cextremadamente diffeil pretender que ese material sea mero creacién dela Iglesia. 6.3, ETAPAS DE LA INVESTIGACION HISTORICA SOBRE JESUS El estudio de la vida de Jests con criterios histéricos comenz6 en la época de Ja-tlustracién. Antes no se habia planteado la necesidad de una investigacién critica sobre El, porque se creia que los evangelios eran testimonios fidedignos de lo que habfa dicho y hecho. Ni siquiera los estudiosos renacentistas o los reformadores, que conocian las incoherencias de los evangelios, pensaron en ello. El primero en plantearse marus, un profesor de lenguas orientales que vivid en Hamburgo en el S. XVIII. Con comienza una de las empresas mas apasionantes de la investigacién histérica modema: la bisqueda del Jesis de la historia”, Conviene precisar desde el principio que el Jesis histérico 0 el Jesiis de la historia no puede {dentificarse con el Jests real, ni siquiera con el Jesis terreno, El Jestis hist6rico es el Jestis que podemos recobrar utilizando los recursos y la metodologia de Ia investigacién histérica, Se trata, pues, de una Teconstruccién moderna, necesariamente fimitada, como todo conocimiento histérico. De hecho, la historia de la investigacién sobre la vida de Jestis ¢s un reflejo de la evolucién que ha experimentado la historiografia, en los dos siltimos siglos, lo cual explica que nuestro conocimiento de Jesiis haya ido progresando en la ‘medida que los estudiosos han podido disponer de nuevos datos y de nuevas herramientas metodol6gicas. La investigacién sobre el Jesits de Ia historia ha sido un tema central en los estudios neotestamentarios de los titimos doscientos afios. A. Schweitzer, en su aguda evaluacién del primer tramo de esta historia, afirmaba a comienzos del S. XX, que la hazafia mds grandiosa de la teologfa alemana es el estudio de la vida de Jestis. Y cincuenta afios més tarde, después de un largo periodo de indiferencia con respecto a este problema, J. Jeremias, se atrevia a decir que el esfuerzo por llegar al Jesiis historico y a su 2 sq” (la abreviaura del slemén Quelle, “fuente") es ef nombre que los expertos han dado a Ja fuente hipotéica que podtia contener el material evangélien (no encontrado en Marcos) que Mateo ¥ Lucas tienen en comin, ® Una buena sintesis e(R. Aguify, “Estado actual de los estudios sobre Jess historico después de Bultmann”, Estudios biblicas 54 (1996) 433-463; 1. Birolomé; “La basqueda del lestshistrieo, Una exéniea", tudor bblicoe 59 (2001) 179-242; J, Lois, *Fstado actual de Ia investigacin histica sobre Jess en hlip//www.sericioskeinoniaom/tela/245 him (version mis completa en itp mmercaba ong/FICHASIIESUS/ensevos OT hin). at so TEOLOGLA FUNDAMENTAL Memoria Iesu ‘mensaje no es una tarea marginal de la investigacién neotestamentaria... sino que es la tarea central de la investigacién acerea del Nuevo Testamento. Se trata, efectivamente, de un tema central para una disciplina que quiere dialogar con la cultura en la_que vive; y es evidente que la cultura occidental ha ido integrando como uno de sus rasgos mas “ caracteristicos una aguda sensibilidad hacia lo historico. En este sentido, la investigacién sobre el Jess de la historia revela el deseo de un didlogo abierto entre la fe y la cultura ero también es un tema central por razones internas a la misma/reflexign teol6gica) pues el estudio del Jests hist6rico tiene que ver con un dato nuclear de la fe cristiana: su historicidad: A diferencia de lo que ‘cure con otras religiones, el fundamento del Cristianismo no es un mito, sino un acontecimiento historico, que constituye el centro del kerigma anunciado por los primeros cristianos. Por eso, quien renuncia a la historia de Jestis, cae ficiimente en un docetismo que coloca en segundo plano el dato fundamental de su encarnacién. Sintetizando el doble problema sobre el Jestis de la historia, podemos formularlo ast: 2 = qué certeza histérica podemos tener de lo que pretendié ser y de lo que, de acuerdo a ello, dijo ¢ hizo; * qué importancia teol6gica puede tener esa certeza histérica sobre Jest, 6.3.1. Old quest (1778-1901) La primera etapa en la investigacién sobre la vida de Jesis comenzé a mediados del S. XVIII con los trabajos de H. Reimarus, y puede decirse que concluye en los primeros afios del S. XX con la publicacién del libro de W. Wredg sobre el secreto mesidnico en los evangelios. H, Reimarus (1694-1768) fue un aguerrido defensor de la religién de la razin frente a la fe eclesidstica, y sobre este tema publicé varios escritos durante su vida, Sin embargo, la obra capital en la que fundamentaba sus opiniones solamente circulé entre sus amigos y conocidos. Fue uno de ellos, G. Lessing, quien algunos afios después de su muerte publics siete fragmentos de las cuatro mil paginas que habia dejado escritas, El iltimo, publicado el aiio 1778 con el titulo Sobre los objetivos de Jesis y sus discipulos, sefala el comienzo de la investigacién critica sobre Ia vida de Jest discipulos persiguieron objetivos distintos. Jesis fue un Mesias politico, que anuncié la llegada del reinado _de Dios y fracas6; pero sus diseipulos, que no estaban preparados para ello, decidieron continuar aquella forma de vida e inventaron el mensaje de su resurreccién y de su segunda venida. En consecuencia, no podemos fiamos de lo que los apéstoles nos dicen sobre Jests, porque su testimonio acerca de EI no Tesponde a lo que dijo y ensef en su vida. Reimarus establece asf una distincién entre el dogma y la historia, que serd basica en la investigacién sobre la vida de Jests. a tesis de Reimarus era que Jesis y sus EI mérito de Reimarus consiste en haber planteado una cuestién de fondo a partir de una lectura critica de los evangelios. Su planteamiento es el de un historiador, no el de un teélogo, pero los tedlogos comprendieron enseguida el alcance de su intuici6n, En el tiltimo tercio del S, XVIILy en el primero del XIX aparecieron diversas vidas de Jesis escritas con un talante racionalista, que reflejan el espiritu de la Tlustracién y proclaman su consigna: jliberémonos-deldogma y volvamos al hombre Jestis! Esta etapa culmina con la publicacién de la primera vida extensa de Jests. La escribié un filésofo y tedlogo llamado David(Straus’) que habia sido discipulo de Baur y de Hegel. La obra, que aparecié entre 1835 y 1836 en tres voliienes, aplicé a los evangelios una categoria que ya se habfa utilizado en el estudio del Antiguo Testamento: el mito, Es evidente que los evangelios son relatos miticos, pues poseen elementos que contradicen las leyes de la naturaleza, Estos elementos no-histéricos no son fruto del engafio, como 214 TeOLOGIA FUNDAMENTAL. \ Memoria lesu pensaba Reimarus, sino de 14 imaginacién mific&, que crea esponténeamente para transmitir una idea, Por 0, el revestimiento mitico no afectaal-nicteo de Ja fe cristiana, que segin Strauss era la idea de la hhumanidad de Dios, realizada histéricamente en Jestis. La vida de Jesis escrita por Strauss integeé las conclusiones de su maestro Baur acerca de la prioridad de los sinépticos sobre el evangelio de Juan, pero ajin_pensaba que Mateo y Lucas eran los, evangelios més antiguos. Esta forma de entender las relaciones entre los evangelios cambiaria enseguida. En el aiio 1838, Weisse y Wilke propusieron de forma independiente una nueva hipétesis que estaria llamada a _ tener una gran fortuna: el evangelio de Marcos no era un resumen de los otros dos, sino el que les habia servido de fuente. Esta hipétesis se basaba en la observacién de que Mateo y Lucas coinciden entre si en ell ‘orden s6lo cuando coinciden con Marcos. Weisse postulé ademés ta existencia de una fuente de dichos comin a Mateo y a Lucas, poniendo asf las bases de la hipdtesis de las dos fuentes) que ha determinado el estudio de los evangelios hasta hoy. > We+Q El descubrimiento de la prioridad de Marcos abrié una nueva etapa en la investigacién sobre la vida de Jestis, $i Marcos era el evangelio més antiguo, entonces tenfa que ser también el mas fiable desde el punto de vista histético. Contemplados desde esta nueva perspectiva, los detalles pintorescos y aparentemente innecesarios de Marcos aparecieron ante los ojos de os estudiosos liberales como una confirmacién de su cercanfa a los acontecimientos. El evangelio de Marcos se convirtié asi en el nuevo paradigma de las vidas de Jestis, Después de una primera etapa en Galilea marcada por el éxito, Jestis experiment6 un momento de crisis reflejado en el episodio de Cesarea de Filipo (Me 8,27-30), el cual dio lugar a una nueva conciencia de su misién, que le Hevarfa hasta Jerusalén, Este es el tono de las vidas de Jests liberales, que se publicaron en Ja segunda mitad del S. XIX. ‘Sin embargo, un nuevo paso en la investigacién de los evangelios quebraria este optimismo basado en la prioridad de Marcos, Fue en 1901, justo al comenzar el nuevo siglo, cuando W. Wrede>publicé su estudio sobre el secreto mesignico en los evangelios. Este libro puso de mani ‘motivaciones teolégicas de Marcos, y en consecuencia su caricter tendencioso. dl de Marcos no es una orénica de la vida de Jestis, sino que proyecta en ella la condicin de Mesias que le fue airibuida posteriormente por sus diseipulos. El hecho de imponer silencio a quienes le reconocen como ‘Mesias 0 Hijo de Dios seria, segrin Wrede, un recurso de Marcos para explicar por qué muchos dise{pulos de Jestis no sabfan nada acerca de su mesianismo, Lo que habia sucedido, en realidad, es que Jestis no se habia presentado a si mismo como Mesfas. La obra de Wrede Hevé la investigacién sobre la vida de Jesis a un callején sin salida, Primero se habia descartado el evangetio de Juan como fuente histérica menos fiable (Baur, Strauss). Después se habia, establecido la prioridad de Marcos sobre los otros dos sinépticos (Weisse, Wilke). Y ahora se demostraba que también Marcos estaba mediatizado por intereses teoldgicos. La primera bisqueda del Jestis histérico terminé con una sensacién de impasse, que se acentud con la publicacién en 1906 de la Historia de la investigactén sobre la vida de Jestis de A. Schweitz®s, En su aguda presentacién de las obras publicadas desde Reimarus, Schweitzer(emostr@)que los autores de las vidas de Jests habian proyectado sobre El Io __que cada uno consideraba el ideal ético supremo, En su intento por liberaise de las ataduras del dogma hhabian caido en los lazos de las modas filoséficas. Con todo, el balance de estos esfuerzos no es negativo. La primera biisqueda del Jestis historico puso sobre el tapete una setie de problemas a los que no supo dar una respuesta satisfactoria, pero también intuyé que dicha respuesta sélo podia encontrarse por el camino que abria el estudio eritico de los evangelios. Por él volverin a caminar, después de un paréntesis de casi medio siglo, los disefpulos de Bultmann, Fue un (ce TEOLOGIA FUNDAMENTAL Memoria lesu paréntesis presidido por el escepticismo, en el que sin embargo se fueron poniendo las bases para un caminar Inds firme y seguro 6.3.2, No quest (1901-1953) El periodo que se cerr6 con la publicacién de la obra de Wrede estuvo protagonizado por partidarios 4e la Teologia liberal, que se esforzaron por rescatar al Jestis de Ia historia de los estrechos corsés del dogma eclesidstico, La reaccién de la Teologia positva frente a este intento fue casi siempre de cardcter defensivo. Sélo en 1892 pas6 a la ofensiva con una obra de Martin Killer, que en cierto modo se adelant6 a su tiempo. LLlevaba un titulo bien pensado, cuyos matices no se pereiben bien en castellano: Der sogenannte historische A i lei Jesus uncl der geschichitiche, biblische Christus” Kthit plante6 una alterativa entre dos visiones de Jesis: {Ja del Jesiis del pasado reconstruido por los historiadores)(historisch), y la del Cristo existencialmente historic) (geschichtich) de la predicacién de la Iglesia. Sein Kuhler nosotros s6lo podemos acceder al segundo, es decir al Cristo biblico, que es el tinico que tiene un valor permanente, pues solo el Cristo de los evangelios evoca en nosotros una sensacién de realidad. La propuesta de Khler no fue escuchada en su tiempo, pero la semilla sembrada por él daria frutoafios mis tarde, cuando R. Bultmann retomé, desde otra perspectiva, su intuicién fundamental. La figura de Rudolf Bultmann (1884-1976), como escritor y como maestro, presi paréntesis de escepticismo que se extiende a lo largo de Ia primera n este gran del S. XX. Una de las claves para entender su postura hacia el problema del Jesishistérico se encuentra en los descubrimientos realizados por a Eseuela de la Historia de las Formas con respecto a los evangelios. Entre 1919 y 1921 aparecieron tres ‘obras fundamentales, que sentaron las.bases para entender de una forma completamente nueva Ia historia de {° la formacién de los evangelios. KSGchmidt descubrié que los evangelios habfan sido compuestos a partir de \ pequeias unidades independientes y que el mar fue creado secundariamente por los evangelistas 'M. Dibellus, y el propio R. Bultmann, confirmaron y completaron el descubrimiento de Schmidt, mostrando que incluso esas pequefias unidades literarias estaban impregnadas de la fe comunitaria, pues se habfan | a \ transmitido en diversos contextos de la vida eolesial, Este descubrimiento situé el estudio eritico de los qos oP > evangelios en un escenario completamente nuevo, Se pas6 del estudio de las fuentes, que tanto influyé en la ce primera busqueda, al estudio de las tradiciones. Ante los ojos de los estudiosos apareeia poco a poco tin Tuevo periodo en la formacién de los evangelios: el que va desde 1a pascua hasta la elaboracién de las fuentes més antiguas. En este periodo las tradiciones sobre Jesiis fueron cristalizando en formas literati fijas que contribuyeron a su conservacién, pero también a su homogeneizacién. En este nuevo escenario la tarea de quien quisiera reconstruir la vida de Jesis se haba hecho mucho J, 1/7 ‘mds compleja, pues ahora habia que situar cada una de las unidades de la tradici6n oral en el contexto de ta | (y! vida de Jess. Bultmann y sus compafieras de escuela pensaron que esto era imposible, y que lo més que podia hacerse era siiuarlas en la vida de las comunidades que fas transmitieron. Més ain, estaban convencidos de que muchas de estas tradiciones no habfan tenido su origen en Jest, sino que habfan sido creadas después de la pascua para responder a diversas situaciones de la vida comunitaria, Itmann consistié en atrincherarse en el baluarte de la predicacién, Si muchas de) estas tradiciones son posteriores a la pascua, y todas ellas estén teffidas por la experiencia de fe de las comunidades, entonces la tarea de recuperar la vida de Jess resulta casi imposible. Hay continuidad material entre el Jesis histrico y el Cristo de la fe pero discontinuidad teol6gica. Es verdad que podemos averiguar ® Gonzilez Favs taduce el titulo de esta confeencia “El Jesis que lamsmos histrico y ef Cristo de la verdadera histori: el / Diblico"s J. Gonzi Faus, La humanidad nueva. Ensayo de Cristologa, Santander 1984, 22. 216 TsOLOGiA FUNDAMENTAL Memoria lesu muchas cosas acerca de lo que hizo y dijo, pero no podemos reconstruir su vida, Y ain en el caso de que pudigramos hacerlo, afirma Bultmann, no encontrariamos nada que sea relevante para la fe, porque Jestis pertenece a la esfera del Judaismo, no del Cristianismo. El Cristianismo comienza propiamente con el anuncio sobre El, y por tanto el tinico fundamento de la fe es el kerigma predicado por los primeros cristianos. Fiel a este postulado, Bultmann considers la predicacién de Jesiis como la antesala de la teologia cristiana, y en consecuencia le dedica un brevisimo espacio en su monumental Teologia del Nuevo Testamento, El te6logo protestante mantuvo este punto de vista incluso cuando sus discipulos se habian lanzado de nuevo a la bisqueda del Jestis de la histori, y esta actitud revela que su postura se basaba no sélo en los resultados de su estudio literario de los evangelios, sino en conviceiones més profundas, que hay que buscar en los postulados de la teologfa dialéctica: fundanentar la fe en la predicacién y no en la historia era una manera de reivindicar la primacia de la sola fides frente a la razén o a cualquier tipo de evidencia. Segiin esta filosofia existencialista, el ser humano cobra su “autenticidad” en la decisién, y ésta no se basa en argumentos objetivables (como es la ciencia histérica); ese acto decisorio consiste en la respuesta a la Hamada que Dios hace en el kerigma de la cruz (= condena del mundo) y la resurreccién ( posibilidad de una ‘vida auténtica mediante la obediencia de Ia fe) de Cristo (= instrumento de Dios); el hombre responde uriendo y viviendo existencialmente con Cristo. E] influjo de Bultmann fue tan extraordinario, que la primera mitad del S. XX ha sido definida, en lo que se refiere al Jess histérico, como un periodo de “No bisqueda” (no-quest). Aungue tal vez la expresién sea exagerada, porque a lo largo de estos afios no faltaron quienes seguian empefiados en abrir caminos hacia Jestis. El autor mas representativo de esta tendencia es Joachim Jeremias, que vivi6 durante muchos afios en Palestina, y nunca renuncié a llegar al Jesis del que le hablaban a cada paso los lugares y las costumbres que conocia bien. Su estudio sobre la invocacién Abba, 0 sobre las pardbolas, y sobre todo su teologia del NT, son un excelente exponente de este intento perseguido durante toda una vida. 6.3.3. New quest (1953-1980) El punto de partida de ta segunda etapa en la investigacién sobre el Jesiis histérico fue una conferencia pronunciada por E, Kaseiang el 20 de Octubre de 1953 en una reunién de antiguos alumnos de Bultmann, Kasemann comenz6 levantando acta de la situaci6n con estas palabras: “una de las caracteristicas de Ia revolucién que se ha producido en nuestra época es que el antiguo problema del Jesis histérico ha pasado a ocupar en la Gitima generacién un plano relativamente muy secundario en los trabajos alemanes sobre el Nuevo Testamento”, A pesar de ello, reconoce Késemann, este problema ha constituido el centro de Ja disciplina y ha sido el que la ha hecho progresar. Se impone, por tanto, revisar esta situacién y replantear Ja vieja cuestin de la teologfa liberal en una situacién nueva, Esta necesidad nace de la misma naturaleza del kerigma cristiano, que ident tun asunto central para la fe cristiana. I Cristo resueitado con el Jesis terreno, haciendo asi del Jesis de la historia La propuesta de Kitsemann fue escuchada, y a su ensayo programético siguieron otros de sus colegas, que fueron explicitando sus consecuencias. Su influjo fue decisivo en las tres décadas siguientes, aunque las publicaciones sobre Jesis fueron més bien escasas. La obra mas representativa es, sin duda, el Jesiis de Nazaret de G. Bornkamm, publicado en 1956. La autores de esta nueva bisqueda, que en su mayoria eran alemanes y disefpulos de Bultmann, tomaron en serio los hallazgos de la Formgeschichte sobre la naturaleza creyente de Ia tradicién evangélica, Pero al mismo tiempo tenian la conviceién de que los primeros cristianos quisieron evocar la historia de, “Tess en su testimonio de fe. Esta intencionalidad historica de los testimonios de fe hacia posible recuperar 217 TOLOGLA FUNDAMENTAL. Memoria lesu criticamente un minimo de tradicién sobre Jess anterior a la pascua. Bastaba con descartar en las tradiciones evangélicas todos aquellos elementos derivados de Judaismo o del Cristianismo primitivo, Guiados por esta, conviccién, y partiendo de los postulados de la Eseuela de la Historia de las Religiones, los discipulos de Bultmann elaboraron un criterio de historicidad, que constituye la piedra angular de esta primera fase de la nueva bisquedé el eriterio dé desemejatiza. Segtin dicho criterio, puede considerarse histérico todo aquello que no proveda del Judaismo anterior a Jestis, ni del Cristianismo posterior a El. Un ejemplo: la invitacién de Jestis a sus primeros diseipulos para que se conviertan en “pescadores de hombres” puede atribuirse a Jesti, porque ni se encuentra en el Judafsmo, ni la Iglesia posterior la utiiz6 para designar el ministerio pastoral Con este criterio como instrumento bésico, Ia nueva bisqueda fue elaborando una “base de datos” de aquellos elementos, principalmente palabras de Jestis, que podian considerarse historicos. Estos elementos mas seguros podian utilizarse después como canon para evaluar otros menos claros, dando lugar asi a un criterio secundarioel de cofierenciay A este segundo criterio se aftadian otros, pero todos ellos pivotaban sobre el criterio de desemejaniza, que era el fundamental. La aplicacién de este criterio dio como resultado tuna imagen de Jestis desvinculada de sus rafces judias, que en tiltima instancia trataba de corregir la visién unilateral de Bultmann sobre su relevancia para el Cristianismo. Este es, sin duda el rasgo més caracteristico del Jestis reconstruido por los diseipulos de Bultmann, un Jestis recuperado de la trastienda judia a la que lo habia relegado su maestro, un Jest cuya vida y predicacién sf era relevante para la fe cristiana, 6.3.4. Third quest (1980...) El impulso de Kasemann, cristalizado en sus propias publicaciones y en las de sus compaiteros de escuela, llega hasta finales de la década de los setenta. Hacia 1980 comienza una nueva etapa en la investigacién sobre el Jests histérico, que fue propiciada por diversos factores. Uno muy importante, fue la aparicién de nuevas perspectivas metodolégicas que intentan comprender mejor Ios textos del Nuevo Testamento reconstruyendo su contexto con ayuda de las ciencias sociales, Esta nueva perspectiva metodolégica coincidié con un Gnejor_conocimiento de los text0s cristianos antiguos,, tanto canénicos (Documento Q), como apdcrifos (Evangetio de Tomés); con un notable desarrollo de los estudios sobre Ja obra de Flavio Josefo y sobre los escritos de Qumrén, y con importantes aportaciones procedentes del campo de la arqueologia. Estos y otros factores han contribuido a un conocimiento mas preciso y diferenciado del Judaismo del S. 1 dC, que serd decisivo en esta nueva etapa. Todos estos factores coin Centroeuropa hacia Norteamérica, cuyas universidades se han convertido en los élkimos veinte affos en el hogar de la investigacién sobre el Jestis histérico, Este nuevo contexto vital ha contribuido notablemente a que los estudios sobre el Jestis de la historia hayan dejado de ser un patrimonio de la teologia protestante alemana, El cftculo de los estudiosos se ha abierto para abarcar otras disciplinas (Ia antropologia o la arqueologia), otras confesiones y religiones (catélicos y judios), y otras nacionalidades (sobre todo norteamericanos), La nueva bisqueda se ha vuelto interdiseiplinar, interconfesional, intereligiosa, & ional; y los planteamientos tipicamente teoldgicos, protestantes y alemanes estén menos presentes “que en toda fa investigacin precedente, Entre los nombres mas destacados citamos a E.P. Sanders, R. Funk y J. Crossan (fundadores del Jesus Seminar); J. Meier y G. Theissen. feron con un desplazamiento de la investigacién biblica desde La coincidencia de todos estos elementos ha propiciado una revisién a fondo de los resultados de la inyestigacién llevada a cabo por los discipulos de Bultmann, Una de las principales claves de este cambio de perspectiva ha sido el mejor conocimiento del Judaismo antiguo, que ha ido madurando a partir de la segunda guerra mundial. El Judaismo del S.1 no fue una realidad homogénea sino plural, y dentro de esta pluralidad Jestis puede ser comprendido como un judio de su tiempo. Este descubrimiento cuestiond la 218 wl ‘TEOLOGIA FUNDAMENTAL Memoria Iesu primacia del criterio de desemejanza, y puso en su lugar un nuevo criterio de historicidad: el llamado criterio de plausibilidad historica, Segiin este critetio, es histéricamente plausible todo aquello que revele, al mismo tiempo, una relacién de continuidad y discontinuidad con respecto al Judaismo anterior a Jesis, y con respecto al Cristianismo naciente. Un ejemplo: la actitud de Jestis hacia la ley fue de aceptacién y de eritica al mismo tiempo. Por un lado, esta actitud responde a un debate interno que el Judaismo sostenia en aquella época, y revela una cierta novedad con respecto a él. Por otro lado, es una actitud que explica por qué los diversos cristianismos posteriores se enfrentaron a causa de este tema 6.4 HACIA UNA IMAGEN DE JESUS DE NAZARET 6.4.1. Diversas imagenes de Jestis en la investigacién reciente* La investigacién reciente sobre Jestis se caracteriza, sobre todo, por la diversidad de sus resultados. ‘Aunque los autores que han publicado sobre el tema en estos iltimos veinte afios comparten una serie de presupuestos metodolégicos y un mejor conocimiento de los textos antiguos, de los datos de Ia arqueologia y en general del Judaism del S.1, sus puntos de partida son con frecuenciadhuy diversoSy en consecuencia lo son también las imagenes de Jests que presentan, Para mostrar esta diversidad sefialaremos cuatfo image de Jests que son, en algunos aspectos, contradictorias: I del maestro de sabiduria al estilo de los filésofos cfnicos que propone el Jesus Seminar y J. D. Crossan; la del profeta escatoldgico judo que emerge en la obra de E.P, Sanders; la del carismético habitado por el Espiritu que aparece en la obra de M. J. Borg; y Ia del promotor del cambio social, que presentan R. A. Horsley 0 G. Theissen, 6.4.1.1. Maestro de sabiduria Una de las imagenes més sugerentes y novedosas de la investigacién reciente es la que presenta a Jesis como maestro de sabiduria, Es también una de las més difundidas, debido a la intensa actividad medidtica del Jesus Seminar, y al impacto de la obra de J. D. Crossan, El Jesus Seminar es un grupo de estudiosos que comenz6 a reunirse en 1985 para discutir y evaluar la historicidad de las tradiciones sobre Jess. Su presidente y promotor R. Funk, que es un prestigioso académico, no ha querido sin embargo Vincularlo a ninguna universidad nia ninguna de las asociaciones de biblistas profesionales, sino a un Instituto ereado ad hoc, el Westar Institute de Sonoma, California, donde tiene su sede, La forma de tbajo del JS revela que uno de sus principales objetivos es combatir, en su propio medio, el tremendo inflyjo de los telepredicadores y su visién fideista de Jess. Por eso, las reuniones de estudio en que se presentan los resultados de la investigacién van seguidas de una Hamativa votacion a base de colores, cuyos resultados se anuncian en concurridas ruedas de prensa, J. D.Crossaiies el co-presidente del grupo y la figura mas conocida debido a sus publicaciones sobre Jest, que reflejan la mayor parte de los postulados del JS y la imagen de Testis que emerge de la evaluacién que este grupo hace de las fuentes, Estos autores devaliian el aspecto profético-apocaliptico de Jesiis, para presentarle como sabio cinico, diestro en formular paradojas y experiencias contraculturales, como filésofo de la vida, més griego que judio, autor de sentencias luminosas sobre la banalidad del mundo, Mas que una redencién mesidnica, » Uina presentacin sintética con otras imégenes de Jests puede verse en A, Paprasam, “La bisqueda del Jess histrico en los studios contemporineos" Selecciones dereologia 154 (2000) 109-115, Para un estudio mais amplio y documentado, ver G, Thessen A. Merz, El Jess hstrico, 213-448, ID. Crossan, Jess. Vida de un campesino judio, Barcsiona 1994 (original de 1991; resumen en Jess: biografia revalucionaria, Barelona 1996 219 TEOLOGIA FUNDAMENTAL Memoria lesu buscé el despliegue interior y no violento de los hombres, de manera que su gesto nos permite dialogar con Jos sabios del tao o del budismo. Para Crossan y el JS Jestis fue un campesino galileo, que vivi6 en una situacién tensa, motivada por el proceso de helenizacién a que estaba sometida entonces Palestina. Con sus méximas de sabiduria agudas ¢ ingeniosas y con su comportamiento provocativo quiso transmitir un mensaje social innovador que acabara con las estructuras patriarcales y de patronazgo sobre las que se sustentaban las desigualdades de aquella sociedad. Sus ensefianzas no contenfan ninguna referencia a las expectativas apocalipticas judias, sino que reflejaban una sabidurfa de carécter universal basada en la experiencia de la vida y de la naturaleza, Su comportamiento, sobre todo sus sanaciones, exorcismos y comidas, revelaban la intencién de transformar el orden establecido, Era un sabio itinerante, muy parecido a los filésofos cinicos, que por entonces recorrian el imperio. Libre de todo respeto humano y de un proyecto a largo plazo, actuaba con enormne libertad, y nunca tuvo intencién de reunir un grupo de disefpulos. Al final de su vida subié a Jerusalén y alli murié abandonado por todos; lo mas probable es que después de su muerte su cuerpo acabara en una fosa comin y fuera devorado pot los perros. Sus discipulos, sin embargo, interpretaron su muerte a la Iuz de las profectas del AT y crearon el relato de la pasion y la leyenda de su resurreceién. Esta reconstruccién de la vida de Jesis se asienta sobre una seleccién de las fuentes, y sobre unos criterios desde los que se evalia su historicidad. Entre las fuentes ocupan un lugar privilegiado los apécrifos, especialmente el Evangelio de Tomés (de ahi su inclusién como quinto evangelio en la publicacién sobre los dichos de Jestis). También conceden una importancia excepcional a 1a Fuente Q en su etapa redaccional més antigua, que es de cardcter sapiencial. Estas dos fuentes basicas de las palabras de Jestis son evaluadas con ayuda del criterio de atestacién miitipfe, segin el cual pueden considerarse histéricas las palabras y acciones de Jesis que se encuentran en los documentos ms antiguos de forma independiente. El problema consiste en determinar la antigfledad e independencia de la fuentes. En todo caso, estos presupuestos metodolégicos han dado como resultado una imagen muy particular de Jestis, que en contra de lo que suele pensarse no es representativa de la investigacién de los iltimos afios, sobre todo por la ruptura que establece entre Jest y el Judaismo de su tiempo. 6.4.1.2. Profeta escatolégico Muy distinta es la imagen de Jess como profeta eseatogico que predica la restauracién de Irae, Ha sido propuesta por E. P, Sanders*, especialista en el Judafsmo antiguo y en ta literatura talmidica. Sanders trata de explicar histéricamente dos hechos fundamentales: la crucifixién de Jestis y el nacimiento de un movimiento judfo que reivindicaba su herencia, Su punto de partida es un extenso andlisis de la accién del templo (Mc 11,15-19), que considera un acontecimiento clave. La expulsién de los mercaderes del templo de Jerusalén no fue un gesto de purificacién, ni tampoco la condenacién moral de un comercio abusivo (estas son interpretaciones cristianas), sino el gesto que se esperaba del Mesfas: una destruccién simbélica del templo que anunciaba Ia restauracién escatolégica del pueblo de Dios. Entendido asi, este gesto, explica la muerte de Jesiis y el nacimiento, después de El, de un movimiento judio, que reivindica su nombre y su proyecto. En contra de los sacerdotes, los profetas escatolégicos no sacralizan lo que existe, ni rechazan en principio toda ley social, pero sitéan sobre ella la accién inminente de Dios, vinculada al despliegue y salvacién del hombre E.R, Sander, Jens ye udaismo, Maid 2002 (original de 1985; resumen en La figura istrca de Jes, Estella 2001). 220 TEOLOGIA FUNDAMENTAL Memoria Iesu ara Sanders, por tanto, Jesis fue un profeta judio, profundamente insertado en las tradiciones de Israel, que anuneié la restauracién del pueblo santo, y expresé simbdlicamente esta restauracién en el gesto del templo, Jesis tenia conciencia de vivir un momento decisivo y de ser el tltimo enviado de Dios, y por eso sus palabras y sus acciones revelan una individualidad irreductible, que hace de El un persona Su predicacién consisti6 en preparar y reunir al pueblo santo para la venida definitiva de Dios (el Reinado de Dios). Sus milagros y su relacién con los pecadores deben contemplarse desde este dato fundamental. Y to mismo ocurre con su muerte, que se explica mucho mds fcilmente cuando se ve en El a un profeta que va ‘ganando popularidad y que resulta incémodo para las autoridades. Con su predicacién y su actuacién, Jesés desencaden6 un contlicto en el interior del Judafsmo que le costé la vida. Sus discfpulos continuaron después de su muerte su predicacién escatol6gica, pero poco a poco fueron orientando su anuncio hacia la misma figura de Jests, que acab6 convirtiéndose en el contenido central de dicho anuncio. La gran aportacién de Sanders ha consistido en situar a JeS{is'en el contexto de los movimientos judios de su tiempo, y en vineularlo profundamente a ellos. No le interesan tanto el contexto social ni la situacién politica de Palestina, sino las corrientes de pensamiento. Con su obra se cierra un paréntesis dominado por el ctiterio de desemejanza, que habia producido una visién de Jesis sin relacién con el Judaismo. En su ugar, Sanders privilegia el criterio de necesidad histérica, que coloca en primer plano todo quello que contribuya a explicar los hechos indiscutibles de la vida de Jestis, principalmente su muerte en la cru, 6.4.1.3. Carismatico espiritual La imagen de Jestis como carismatico espiritual ha ido emergiendo en los tltimos vei éngulos diversos. Sus origenes pueden buscarse en los trabajos de dos autores briténe. ‘Vermes”) y otro cristiano (J. Dunn”), que en la década de los setenta publicaron sendos trabajos sobre Jestis. Aunque la perspectiva de estos dos autores es diversa, resulta evidente su influjo en la obra de M. (Borg~probablemente el autor més representativo de esta vision de Jesiis, Después de él otros autores han insistido de diversas formas en la importancia que tuvo la experiencia del Espiritu en la vida de Jesis, y en la centralidad de sus sanaciones y exorcismos. ~ a ” El Jesiis de M. Borg es un catismiético judio, cuya actuacién se inscribe en una antigua tradicién de hombres santos que acttian bajo la accién del espiritu divino. Desde una perspectiva histética, Jestis era una persona Ilena del Espiritu en la corriente carismética del Judaismo. Esta es la clave para comprender lo que fue en cuanto figura histérica. La existencia de este tipo de carismticos esta documentada en el Judaismo del tiempo de Jesits (G. Vermes habia estudiado dos de ellos: Honi y Hannina ben Dosa). El mensaje de Jesis, como el de estos carisméticos, no poseia tintes escatolégicos, sino que estaba centrado en a experiencia de Dios, un Dios cercano a su pueblo, que manifestaba su solicitud a través de los milagros de estos hombres santos. En esta visién de Jess los dichos apocalipticos son eliminados o transferidos a la época pospascual. La presentacién de Jesiis que hace Borg est motivada por intereses pastorales. De ahi que haga todo {0 posible por evitar el sonrojo que provoca en la sociedad actual un Jestis apocaliptico (en esto se parece al Jestis de Crossan y del JS) para convertirlo en un maestro espiritual culturalmente correcto, De ella podemos retener, sin embargo, dos intuiciones que en realidad son anteriores a este autor: la importancia de la experiencia espiritual en la vida de Jesis (J. Dunn, y antes que é1 J. Jeremias), y su relacién con otros 7°, Vermes, Jess, ef judio, Barcelona 1977; Id, La religion de Jess, ef judo, Madrid 1995. D. G. Dunn, Jess ye! Espirit Santo, Salamanea 1975; La llamada de Jess hstrico, Santander 1992, TEOLOGIA FUNDAMENTAL Memoria Tesu carisméticos espirituales del Judaismo pre-rabinico (Vermes). Como efecto colateral, esta visién de Jestis ‘mis centrada en su actuacién que en sti mensaje, ha contribuido a revalorizar la tradicién de los milagros, tan ‘marginada por la mayor parte de los estudios recientes, 6.4.1 4, Reformador social Bajo esta etigueta pueden situarse algunos estudios, que proponen entender a Jests en el marco de la situacién social y politica de fa Palestina romana, Los autores que coinciden en esta visi6n, evidentemente con matices diversos, han intentado aplicar Ia historia social o la antropologia cultural a dicha situacién para comprenderle mejor. Aqui pueden incluirse los trabajos de R. Horsley”, G. Theissen”” y B, Malina”. Estos, dos iltimos autores han promovido recientemente un encuentro de estudiosos europeos y norteamericanos de sus respectivas escuelas para dialogar sobre la aportacién de las ciencias sociales al estudio del Jesiss histérico. Estos autores presentan a Jestis como un militante del cambio social. Su vida y su predicacién deben centenderse en el marco, conereto de la sociedad galilea del S.I, Desde el punto de vista econémico, social y politico, Galilea vivia bajo la expfotacién de las clases gobernantes, que acumulaban tierras y ejerefan una enorme presién con sus impuestos. Esta situacién explica que en aquel tiempo surgieran en Palestina diversos movimientos de renovacién social. El de Jesis fue uno de ellos, y su objetivo fue promover una renovacién radical de las relaciones sociales. Horsley, Theissen y Malina podrian estar de acuerdo en estos rasgos generales de la imagen de Jes, pero differen en la forma de entender su estrategia. Horsley insiste en el protagonismo de las comunidades campesinas, Jesis quiso promover a través de ellas una ética radical basada en el amor a los enemigos, el perdén de las deudas y la supresién de las estructuras patriarcales. Sus ensefianzas trataban de producir una revolucién desde abajo cuyo objetivo era la transformacién de las estructuras sociales. Theissen, por su parte, concede gran importancia al grupo de los discipulos mis cercanos a Jesis, y parte de las tradiciones que revelan la existencia de este grupo de profetas itinerantes radicales. Este grupo cercano Llevaba un estilo de vida que se caracterizaba por la renuncia a la familia, a las posesiones e incluso a la autodefensa, y anunciaban un mensaje coherente con dicho estilo de vida. Junto a ellos existia en las comunidades locales un cfreulo de simpatizantes que apoyaban el movimiento con su hospitalidad y sus bienes; ambos grupos promovian un proyecto de transformacién social, del que ha quedado constancia en la tradicién de los dichos de Jesis. Finalmente, Malina sia el anuncio del reinado de Dios y la actuacién de Jestis en el marco de la religién potftica, como una respuesta a Ia situacién social generada por la actuacién de la aristocracia local. A diferencia de lo que ocurrié en otros lugares del Imperio, en Palestina la aristocracia local desatendi6 la obtigacién de proporcionar su patronazgo al resto de la poblacién y se dedicé a acumular tierras y posesiones. Fl anuncio de Jestis, que presenta a Dios como Padre-patrén de su pueblo, es la respuesta a esta in conereta, y trata de suscitar en el pueblo la esperanza ante la llegada inminente de dicho reinado de Esta visién de Jests tiene el gran valor de ambientar su vida y su predicacin en la situacién politica y social de Galiea, y esté basada en un mejor conocimiento de los movimientos intrajudios de reforma social RA. Horsley, Jesus andthe Spiral of Violence, San Franciseo 1987. ®G.Theissen y A. Merz, fess histrico, Salamanca 1999, 21, Malina, EY mundo del NT: Perspectivas desde la aniropologia cultural, Estella 1995, CF también RK. Aguime, La mesa compartia. Estudios de! NT deste las ciencias sociales, Santander 1994; F. Tous6n del P, “Comer con Jess. Su signitiacion escatolgca y eucaristca LI", RETSS (1995) 285-329; 429-486, 222 TEOLOGIA FUNDAMENTAL Memoria lesu de aquel tiempo. La imagen de una Palestina pacificada y tranquila durante el reinado de Tiberio parece no responder a la realidad cuando ésta se mira mas de cerca. Esto es precisamente lo que nos han ayudado a hacer Jos autores que han insistido en la dimensién social de la predicacién y las acciones de Jesis. Sin embargo, como las demds, esta es también una imagen parcial, que deberia completarse teniendo en cuenta la experiencia rligiosa de Jestis, que no se deja reducir fécilmente a factores sociales. 6.4.2, Datos sobre la historia de Jesiis a partir de los evangelios Teniendo en cuenta la investigacién hist6rico-critica de los evangelios y con la ayuda de los eriterios de historicidad, podemos tener acceso a la imagen de Jesiis de Nazaret como personaje histérico. Una vez realizada esta “reconstruccién”, estaremos en condiciones de preguntamnos por el misterio que encierra su. 2 AA persona’ 1 = Jestis fue un galileo de Nazaret que anunciaba el reino de Dios 2- Jestis fixe bautizado por Juan el Bautista 3+ Jestis convoe6 discipulos y constituy6 un grupo de doce 4- Jess fue taumaturgo 5- Jestis se relacionaba préximamente con Dios-Abba 6- Jesis tuvo una relacién ritica con el templo y sus sacerdotes 7- Jestis realiz6 una cena de despedida con sus disefpulos 8: Jesiis fe erucifi ido como rey de los judios por los romanos 9- Jesiis fue atestiguado como vencedor de la muerte 10- los disé ulos de Jestis continvaron como movimiento, llamado “nazarenos” (.. cristianos) 6.5. BALANCE DEL ESTUDIO HISTORICO™ 6.5.1. Puntos de convergencia Luego de recorrer este “sinuoso” camino de critica histériea, podemos sefialar algunos puntos que puieden considerarse firmes: 1. Nuestros evangelios fueron objeto, durante el periodo de tradicién oral que precedis a los primeros esctitos, de un proceso de formacién a la vez largo y complejo, Son el término de una historia movida que se extendié por varias décadas 2. No es posible escribir una biografia completa de Jest en el sentido modemo de la palabra o en el espiritu de la Leben-Jesu-Forschung del siglo XIX. ® Obvianos aqu ls datos provenientes de testimonis extracistanos éstos pueden verse en S,Pid-Ninot, La Toologia fundamental, 357-372 » Tomado de R. Latourette, A Jess... 85-97 23 TeOLOGLA FUNDAMENTAL Memoria lesu 3. Los evangelios quieren demostrar que Jestis de Nazaret es el Mesfas, el Cristo resucitado, el Hijo de Dios y, correlativamente, que el resucitado y el glorificado de hoy es el crucificado de ayer. En el sentido positivo de la palabra tienen, por consiguiente, una finalidad apologética. 4, En los evangeli jos encontramos formas y géneros lterarios diferentes. Asf, la historicidad que califica el relato de la pasién no se aplica univocamente a Jos relatos de la infancia. 5, Podemos distinguir en Ia tradicién tres niveles: el de los evangelists, el de la comunidad primitiva, el de Jests, Cada uno de estos niveles representa una aproximacin teolégica especifica 6. La exégesis catélica no admite sin embargo que la comunidad primitiva haya ejercido en 2) || | scontecimiento Jests -vida y mensaje- una aceién ereadora y deformante, hasta el punto de constitu ura {| { (especie de pantalla opaca que impida todo acceso a la realidad de Jesis. Opina por el contario que Hy \\ | disponemos de criterios validos, criticamente elaborados, que nos permiten escuchar, sino los ipsissima | | | verba Jesu (obsesiGn del S, XIX), al menos el mensaje auténtico de Jestis y aleanzar unos hechos “sucedidos ' de verdad” que pertenecen a Jestis de Nazaret. 7. El punto més importante concieme a la actitud del historiador frente a los evangelios. Este es perfectamente consciente de que no se encuentra como crefa la escuela liberal ante unas fuentes “hist6ricamente puras”, sino ante una historia kerigmatizada, La tradicién, al mismo tiempo que recuerda unos hechos y unas palabras, los interpreta y actualiza para las necesidades de auditorio. El texto actual representa la sedimentacién de capas miltiples, unas més recientes y otras més antiguas. La tarea del historiador se convierte por ello en algo mas delicado y més arduo, pero no desespera de saber quién era Jesiis, Puesto que se encuentra ante un caso especial, su método exige cierta adaptacién ¢ iniciacién. Para apreciar la histoticidad de los evangelios, el historiador de oficio, formado en los métodos de la literaria clésica, tiene que superar sus limites y agilizar sus procedimientos de investigacién, Para abordar correctamente los evangelios, tiene que iniciarse en todo un conjunto de problemas especificos: génesis de los textos (su historia redaceional y sus formas literarias), vida de las comunidades en donde se compusieron, funciones que realizaban esos textos (conjuntos de textos 0 unidades que los componen) en las primeras ‘comunidades cristianas. La critica histrica tiene que ir acompaftada de un s6lido aprendizaje de los métodos de exégesis biblica™ 6.5.2, Distancia entre texto y acontecimiento Los progresos realizados en los tltimos setenta afios han tenido como consecuencia menifestar la debitidad de la posicién tradicional sobre la relacién Jests-evangelios, asi como la razén de esta debilidad. Esta posicién se apoyaba en el testimonio de las iglesias del siglo Il, especialmente el de san Ireneo, y en el prologo de Lucas (Le 1, 1-4). El prélogo propone los siguientes elementos: a) se han producido ciertos acontecimientos durante la vida de Jestis que conocieron su «eumplimiento» con el nacimiento de la iglesia; b) hay testigos oculares de estos hechos; c) estos testigos oculares, después de pascua, se han hecho setvidores de la palabra; d) esta predicacién apostélica ha dado origen a varios relatos, unos orales y otros cescritos; e) después de otros, también Lucas ha emprendido fa tarea de escribirlos; se ha informado de los testigos que todavia viven, ha utilizado las fuentes escritas (sobre todo el evangelio de Marcos) y finalmente ha redactado su evangelio. Por otra parte el testimonio de Ireneo constituye, sino una reduccién, al menos Como hemos visto, estas posciones en lo exencial, han quedadoraifcadss por Ia inseuccin de Ia PCB eh 1964, por la Const dogmdtica Det Vrbum en 1965 pre disuso de Pablo VI alos miembros de a Comision bic en 197 224 TeoLoGiA FUNDAMENTAL Memoria lesu luna estilizacién extrema de Ja realidad: Mateo -dice- escribié su evangelio en arameo, Marcos puso por escrito la predicacién de Pedro, el evangelio de Lucas contiene la predicacién de Pablo y, por fin, Juan compuso su evangelio mientras estaba en Efes0. En esta perspectiva no hay distancia entre el texto y el acontecimiento Jestis. El problema de la autenticidad historica de los evangelios coincide précticamente con el de ta investigacién sobre la autenticidad del autor. La argumentacién “clésica”, apoyéndose en el origen apostélico de los evangelios, razona de la siguiente manera: nuestros evangelios tienen pleno valor histérico, ya que tienen por autores a ‘unos hombres sinceros y bien informados, a saber, unos apSstoles (Mateo y Juan) y unos disefpulos de los apéstoles (Marcos, discipulo de Pedro y de Pablo, y Lucas, discipulo de Pablo). Esta nocién de autor tiene trascendentales consecuencias para la exégesis. En efecto, si los evangelios emanan directa o indirectamente de testigos oculares, investidos de una autoridad apostélica, es Iogico que todo lo que nos refieren nos pone en presencia del mismo Jests, El texto reproduce el acontecimiento y el peso de la prueba recae sobre el que ponga en duda su historicidad. En estas posturas, si bien no se han olvidado los eriterios internos, pasan a un segundo plano. La prueba descansa ante todo en Ia eritica externa, a saber, la que establece la autenticidad del autor. Pues bien, esta perspectiva ha sido objeto en los tiltimos lustros de un cambio radical, que puede atribuirse a los tres factores 1. Un examen més critico de los testimonios del siglo II y del tejido mismo de los evangelios ha revelado que la nocién moderna de autor no puede aplicarse de manera univoca a los autores de nuestros evangelios. Esta nocién comprende una realidad muy compleja. Los redactores de los evangelios se vineulan con fa iglesia primitiva y con Jesis a través de una tradicién oral y escrita de la que son portavoces, intérpretes y tedlogos al mismo tiempo. Entre Jesés y el texto actual hay varias capas y varias mediaciones cuya contribucién respectiva es preciso valorar. 2. En segundo lugar, la posicién cldsica o tradicional concebia la nocién de testimonio de manera demasiado elemental, Identificaba el testimonio de los evangelios con el testimonio ocular profano, en el que el testigo dice lo que vio y oyé con la mayor objetividad posible. Pues bien, esta nocién de testimonio, aplicada a los evangelios, es incompleta. En efecto, los apdstoles son testigos (oculares y auriculares) de toda 1 vida 4 surreecion (Hech | Dal sentido profundo de su existencia terrena, es decir, la salvacion ia (Hech 10, 42-43), iguan unos hechos significant sentido religioso de unas cosas vistas y ofdas. Por eso mismo el testimonio factual y el testimonio de fe son inseparables. Juan rs cl bautismo ala 4 juan vio correr agua y sangre, pero tet autr-on, atestigua el valor salvifico de la muerte de Jess en la cruz (Jn 19, 35). La posicién clisica habia '*-Nmenix précticamente confundido el testimonio biblico con el testimonio profano. 3. En tercer lugar, la posicidn clasiea ignoraba précticamente el papel de la tradici6n oral en la formacién de los evangelios. Ignoraba el hecho de que entre Jestis y los evangelios se inserta una tradicién que tiene su propia historia. Durante tres 0 cuatro décadas Ia buena nueva fe predicada, comentada, actualizada, segin los ambientes de vida y segiin los problemas de esos ambientes. Si es verdad que la ‘materia de los evangelios fue predicada de este modo en la iglesia primitiva y que sirvié a la eatequesis, al culto, ala polémica, a la misién, se sigue que esta materia se vio coloreada por la vida de la iglesia y lleva la ‘marea de la interpretacién teoldgica de esta comunidad. La actividad de la iglesia, que actualiza e interpreta la vida y el mensaje de Jesiis constituye entonces uno de los rasgos que componen el perfil de autor propio de los evangelios. Ha sido un mérito de ta escuela de las formas haber estudiado este momento de la tradicién 225 TEOLOGIA FUNDAMENTAL Memoria Iesu Pero al querer subrayar el papel de la tradicién oral en los evangelios en contra de los excesos de la Quellenkritik, la escuela ha subestimado ef papel de los evangelistas y los ha reducido a simples recopiladores de una tradicén ya existent bajo ta forma de unidades Iitearias de poquea dimension, La escuela de la Redaktionsgeschichte reaceiond contra este nuevo exceso mostrando que fad und de os io tiene su proyect a teoldgica, sino también su lenguaje y sus provedimientos, EI descubrimiento de esta doble mediacién, que es el fruto de las investigaciones de la Formgeschichte y de la Redaktionsgeschichte, es ahora un hecho adquirido. La nocién de autor de los evangelios se ve entonces profundamente modificada. En efecto, si en la nocién de autor intervienen como «elementos las interpretaciones sucesivas de los apéstoles, de la predicacién eclesial primitiva en sus diversos ambientes de vida y finalmente de los evangelistas, no basta ya con invocar la autoridad de Marcos © de Laucas para establecer la autenticidad histérica del contenido del evangelio actual. Hay que distinguir 1a contribucién respectiva de Jesis, de la comunidad primitiva del evangelista, y mostrar la continuidad orgénica que vincula al texto presente con el acontecimiento Jestis. (65.3) Tres niveles de la Traditionsgeschichte La critica evangélica, para ser flel a la realidad misma de los evangelios y al proceso real de su formacién se ha visto levada a distinguir un triple nivel de profundidad, que corresponde a tres momentos de latradicién y a tres contextos diferentes de su historia. 1. El primer nivel es el del propio acontecimiento: la ensefianza, los gestos y las actitudes de Jesis; ‘su comunidad de vida con los diseipulos; su encuentro con el medio ambiental; su toma de posicién ante ese ambiente y reaccién de ese ambiente ante Jess. Por nivel del acontecimiento entendemos no solamente el nivel de la erénica, sino el nivel del acontecimiento del sentido que reviste para Jesis, en su misma vida. Este primer nivel corresponde al Sitz im Leben de Jess. 2. El segundo nivel es el de la comunidad primitiva después de la pascua. El ambiente de la predicacién apostélica y eclesial se diversific® rapidamenté, Pronto hubo que distinguir un ambiente judio, tn ambiente griego, un ambiente romano, EI regionalismo de las comunidades significa una diversidad de mentalidades, d& culturas, de preocupacioné’, de problemas, que la predicacién debfa tener en cuenta. ‘Ademés, esta predicacién no tiene nada que ver con una actividad de reporiaje o de erénica. Evoca Tas, acciones y la enseflanza de Jess, pero a la luz de la pascua y de toda la historia de la salvacién, con esa plenitud y profundidad de percepcién que le viene del Espiritu. La iglesia esta convencida de que esta libertad le pertenece, ya que el acontecimiento de la resurreccién ha hecho explotar la verdadera identidad de Jesis y proyecta una luz nueva sobre su carrera en la tierra, Cuanto més progresa la tradicién en el tiempo, més profundiza en el sentido del pasado. De este modo, Juan representa una profundizacién de la tradicién sinéptica. Asi pues, la predicacién primitiva fue la primera inteligencia teoligica de Ia vida de Jess. Fue también ta primera actualizacién de su mensaje. Mostré como ese mensaje puede iluminar las nuevas situaciones, los problemas que estaban atin inéditos en tiempos de Jess. Los evangelios son entonces el espejo de la predicacién y de la vida de la iglesia. La investigacién de la Formgeschichte se sittia en este seguitdo nivel 3. El tercer nivel es el de la redaceién de los evangelios, el de a historia contada, el de la historiografia: es el nivel de la Redaktionsgeschichiee. La Dei Verbum ha formulado de esta manera los aspectos de este trabajo redaccional, Los evangelistas han sometido el material evangélico a una operacién de seleccién, de sintesis (que es visible sobre todo en el evangelio de Mateo) y de adaptacién a las necesidades y condiciones de sus lectores {EI género literario adoptado es el de un evangelio, es decir, el de 226 TeOLOGLA FUNDAMENTAL Memoria lesu Ja proclamacién de una buena noticia, y no el de una crénica seguida, Los evangelios son obras kerigmaticas y catequéticas. Su finalidad manifiesta es suscitar la fe en Jesus, Mesias e Hijo de Dios, aunque dentro de la fidelidad a la verdad de Jess. Asi, después de varios siglos de critica, resulta que la exégesis, para ser fiel al proceso total de la formacién de los evangelios 0 de la Traditionsgeschichte, tiene que recorrer el siguiente itinerario: * después de la etapa preliminar de la critica textual (variantes del texto para llegar a establecer con 1a mayor fidelidad posible el texto original) = estudia el texto en su forma actual (estructura, unidad, teologia). Es el nivel de la Redaktionsgeschichte; * a continuacién estudia la etapa durante 1a cual se fueron formando las tradiciones que dieron origen a los primeros relatos, los ambientes de vida de esas tradiciones, as{ como sus preocupaciones. Es el nivel de la Formgeschichte; * Finalmente busca -esta vez a nivel de la historicidad propiamente dicha y con la ayuda de criterios bien demostrados~ determinar no solamente lo que dice el texto, sino lo que ocurrié, Es la investigacién del nivel Jestis y del sentido del propio acontecimiento (y no sélo de la interpretacién que presenta el autor del acontecimiento narrado). En la realidad lo primero es el acontecimiento; pero en exégesis hay que seguir evidentemente el trayecto contrario, ya que el texto es lo primero que se conoce. ‘Ademés, para ser fieles al movimiento de la tradici6n, los exegetas tienen que verificar no s6lo la contribucién respectiva de cada una de estas tres etapas (Jestis, la comunidad primitiva, el evangelista) sino que debe mostrar ademés la continuidad orgdnica que va de Jest al texto actual. En concreto esto significa ue hay que considerar el acontecimiento original en el contexto de la vida de Jestis y con el sentido que reviste en este contexto: cristolégico, mesidnico, escatologico. Se descubre entonces que el acontecimiento, en este nivel, pose muchas veces una profundidad de sentido que va mucho mds alla de las explicaciones que luego conocis. A continuacién hay que indicar cémo fue lefdo y comprendido el acontecimiento por la iglesia primitiva. Asi, por ejemplo, en la multiplicacién de los panes, ésta vio un signo anticipado del banquete eucaristico, significacién que se hace evidente por el hecho de que utiliza los mismos términos de la Gltima cena para describir 1a accién de Jestis sobre el pan. Se cuenta el acontecimiento, pero actualizéndolo, Finalmente hay que reconocer y apreciar Ia actividad redaccional del evangelist: interpretaciones y retoques literarios. En el milagro de los panes, Marcos ha subrayado el aspecto mesidnico del milagro, asi como su alcance cristol6gico, al proponer a Jestis como el pastor de su pueblo, Si la exégesis llega de este modo a trazar toda la historia de la tradicion y a verificar que no hay ruptura entre el Jesis terreno y el Cristo de los evangelios, sino més bien una continuidad viva y orgénica, “na profundizacién en la conformidad con el mensaje o con el acontecimiento originales, deja perfectamente Satisfecha 1a exigencia esencial de la critica evangélica,) Afladamos que ha respondido también a las exigencias de la teologia catdlica, para la que la revelacién no esté solamente en el mensaje de Jesis (posicién de Jeremias), ni solamente en el Kkerigma de la iglesia (posicién de Bultmann), sino al mismo tiempo y de forma unida en los gestos y dichos de Jestis junto con la interpretacién apostélica consignada en la Escritura{Concretamente, para nosotros, el objeto de fe, el depésito de la fe, es Jesis interpretado por Jos apéstoles. Se trata siempre de la misma realidad, pero identifieada y mejor comprendida. Hay una continuidad’y una profundizacién, | 227 TEOLOGIA FUNDAMENTAL Memoria lesu 6.5.4. Ejes de la investigacién post-CV IT El concilio Vaticano II ha sido para Ia exégesis catélica un momento privilegiado, ya que ha permitido poner las cosas en su sitio; pero ha sido también por suerte para todos, la ocasién de un nuevo caminar. De este modo, lejos de declinar el interés por la cuestién del Jest histérico, se ha incrementado considerablemente en las dltimas décadas. La investigacién contemporénea es consciente de que este problema no es un feudo de la exégesis, sino que estd en el corazin de todas las disc Négicas: de la Teologia fundamental sin duda, pero también de la Dogmitica, especialmente en Cristologia, en Eclesiologfa. Indiquemos algunos de los problemas principales que ocupan la atencién de la investiga actual. (ff) Bxiste una conciencia mucho mas clara que antafio de las dificultades con que tropieza inevitablemente toda investigacién sobre el Jestis prepascual. Estas dificultades afectan al Contenido, a la formna y a la interpretacién de la tradicién..A nivel de contenido, sabemos que la tradicién oral y luego la escrita llevaron a cabo una seleccién en los materiales relativos a Jesis. De ab el cardeter fragmentario de ‘nuestra informacién y consiguientemente la fragilidad y la complejidad de toda reconstruccién de la vida y

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