Está en la página 1de 2

Alumno: Fustamante Irigoin Luis Fernando INGENIERIA CIVIL

CURSO: Cultura y Realidad Nacional

Esbozo de una crítica de la razón colonial

Lumbreras ¿en qué momento se jodió el Perú?

A finales del siglo XX hay una visible quiebra entre el país formal y el real, lo que se dice no es
lo que tiene que hacerse y lo que se hace no tiene que sujetarse a ningún otro juicio que el de
las circunstancias y sus actores, no existen reglas del juego establecidas y las que existen están
sujetas a obediencia necesaria.

Definir al Perú finisecular deberá decir que asistimos una grave crisis económica que ha
provocado el colapso la producción y la reducción del consumo, crisis del sistema jurídico
político tendrá que precisar que vivimos en estado de guerra interna no convencional, tendrá
que decir que nunca hubo en nuestra historia tantos muertos por causas políticas como lo que
se ha venido dando en la década del 80 ,que la coima es pauta normal relación entre los
servicios estatales y los usuarios civiles ,que se ha roto todo principio autoridad que está
debilitado la solidaridad, que no hay seguridad y que los derechos se reconocen de modo
selectivo y arbitrario.

No cabe duda que hay puntos de nuestra historia reciente que tuvieron un papel destacado en
la agudización de la crisis. La administración aprista ha sido desastrosa, sendero luminoso en la
vida nacional opaco el ostentoso proyecto de restauración oligárquica, el gobierno de Velasco
apareció como respuesta los alzamientos populares de la década del 60, conduciendo un
programa de reformas que permitieran resolver las demandas de cambio.

En la década de los sesenta El Perú no era un país democrático progresista sino todo lo
contrario. La democracia estaba restringida la participación de las gentes en los procesos
electorales, los periodos democráticos nunca fueron consecutivos ni estables pues cada vez
que el ascenso popular en democracia ponía en peligro los intereses del proyecto oligárquico,
aparecen los militares para cambiar las reglas de juego para proceder a restaurar las de las
debilitadas consignas de orden establecido.

Este signo de nuestro tiempo comenzó a fines del siglo pasado. Lo primero fue la banca o sea
el sistema financiero, antes de crear un mercado interno. En la medida que has ingresamos a
las relaciones capitalistas internacionales nuestro cupo del progreso consiste en producir
insumos para exportación. De esa manera organizamos nuestra producción en función del
mercado externo y no de las necesidades de consumo nuestras. Por esta causa tenemos
Igualmente una estructura de clases sociales.

Este es el punto de conflagración critica el país: la incapacidad manifiesta de producir nuestro


propio sustento y la consecuente alienación a la oferta y la demanda del exterior.

La secuela es la racionalidad colonial, la razón colonial decide nuestro destino y en ella radica
la fuente donde brotan los conflictos más graves del país en ella se nutre el racismo. La razón
colonial nació con una matriz genocida y etnicida con la dogmática condición de ser la razón
única y verdadera. Estas impuso sobre razón nacional que habían forjado los pueblos a lo largo
de su historia.

En la Colonia los testaferros que vivían acá eran torpes instalando así con tozudez la razón
colonial para vivir como España. desde entonces los peruanos comenzamos a considerar que
sin pan de trigo no podemos vivir, que si leche nos moriremos, que sin carne de vacuno de
cerdo no podemos estar, nuestro consumo se rige por pautas nacidas en la razón colonial.

Hay sectores de la población que sin embargo se han resistido, donde no pudo establecerse la
política colonial y a estás los calificamos de “atrasadas” llamadas usualmente indígenas. Nos
rasgamos las vestiduras coloniales echándole la culpa de su atraso exigiendo su incorporación
a la modernidad.

Desde el siglo XVI, pero más intensamente desde el XVIII, en el Perú se acabó la creatividad y el
raciocinio nativo, el que existía era sofocado y liquidado. Todos juntos, nosotros y ellos
decidimos que sólo debemos apostar por el desarrollo de los paradigmas coloniales, aún
cuando deberíamos habernos dado cuenta que nada estamos haciendo por nosotros.

Podría decirse que en el siglo XVI, comenzó a descomponerse el Perú, pero es sólo el inicio de
una cadena que llega hasta nuestros días . En eso estamos, nuestros conflictos tienen raíz
colonial que regulan nuestros actos y afecta nuestra conciencia colectiva. Si esta hipótesis es
válida, si el Perú se ha quebrado por la naturaleza progresivamente intensificada de un
proyecto colonial, Sólo queda la liberación nacional como remedio, Qué es abrir las puertas a
un replanteamiento del proceso productivo en las relaciones de producción y consumo.

Parece un simple proyecto Liberación no es así hay 500 años de hábitos e intereses
acumulados.

También podría gustarte