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DESAFÍOS DE LOS MUSEOS EN PLENO SIGLO XXI

Desde la edad antigua la idea de museo se daba por ciertas características como:
atesorar o guardar reliquias muy valiosas con el fin de demostrar poder, claro
está que en esta época hasta la edad media e inicios de la edad renacentista se
demostró el intento de tener algo público pero no se realizó en su totalidad, ya
que con el paso del tiempo en la edad moderna hasta la contemporánea se logró
establecer una definición clara de museo, la cual permitía dejar lo privado en el
pasado y lo publicó en el presente. De acuerdo a esta innovación el museo se
logró categorizar según la ICOM (consejo internacional de museos) como una
institución de carácter permanente que adquiere, conserva, investiga, comunica
y exhibe para fines de estudio, educación y contemplación conjuntos y
colecciones de valor histórico, artístico, científico y técnico o de cualquier otra
naturaleza cultural.

Teniendo en cuenta todos los cambios que ha tenido el museo a lo largo de la


historia, en pleno siglo XXI se logra identificar ciertos desafíos que se dan por
intentar mantener esa idea de una edificación distinguida, un carácter público
en su totalidad vinculado a la situación sanitaria, que es resultado de la
pandemia establecida en el presente.

Los museos se destacan en en su forma, a pesar que en el pasado se inició con


gabinetes y cosas más privadas, pasó a identificarse como museo en medio de la
edad renacentistas un ejemplo de esto es el museo Bargello (1886 y 1865), con el
cual empieza a notarse una entidad museológica y museográfica con la finalidad
de clasificar un recinto como museo y así poder exponer colecciones, retratos,
esculturas, libros y arte histórico. Sin embargo, aunque esta idea ya estaba
plasmada lo que resalta inicialmente en relación arquitectónica es su
monumentalidad o bien jerarquía pues estas edificaciones eran
desproporcionadas al tamaño del hombre pero se demostraba así con el fin de
contar también la historia ya que entre más grande daba la idea de que era más
poderoso quien atesoraba las reliquias.

Así transcurre la idea de museo, una edificación caracterizada por su estructura


pero si tenemos en cuenta las situaciones presentes, como lo es la pandemia
vivida llamada covid-19 impide variadas actividades pues la emergencia sanitaria
ha puesto en jaque a los museos y su habitual funcionamiento. El confinamiento
ha supuesto el cierre de sus salas, pero no de sus colecciones, que se siguen
disfrutando a través de tours virtuales, conferencias, concursos, programas de
radio, etc. Ahora que la situación obliga a buscar nuevas formas de contemplar y
experimentar el arte, parece el momento justo para pensar en el futuro de los
museos; centros de exhibición pero también templos de conocimiento. Así se ve
influenciado el museo del Prado para el cual todavía pasarán meses para que se
vuelvan a ver colas para su ingreso, pero por ello mismo la solución más
inmediata ha sido incrementar las actividades online en las redes sociales y
demás canales digitales, así mismo el Museo Reina Sofía también ha
incrementado notablemente sus contenidos digitales y el material audiovisual en
su web. Un esfuerzo que el público está agradeciendo, como demuestra el
aumento de interacciones en los perfiles institucionales. Si como decía Einstein
“sin crisis no hay méritos, porque sin crisis todo viento es caricia”, por eso los
museos se encuentran desarrollando todas sus actividades mediante videos a la
población.

Con estas ideas frente a la problemática el museo tiene como objetivo seguir
estando presente en la mente de los ciudadanos como referencia artística y
cultural. Las puertas físicas están cerradas, pero la tecnología y sobre todo la
voluntad de seguir construyendo en torno a la cultura siguen intactas. A medio
plazo, hay que ver cómo se va a reorganizar todo el entramado de museos del
mundo, con los préstamos, los proyectos conjuntos y el calendario de
exposiciones; por otro lado a largo plazo Falomir director del museo del prado
no alberga dudas pues el mismo establece que: “El arte nunca ha sido una isla,
sino un refugio, y estamos sometidos a la incertidumbre. Al final, este siempre ha
prevalecido porque es valioso en sí mismo y esa es la percepción que
seguramente esta crisis fortalecerá. En el siglo XXI el arte seguirá siendo el
espejo en el que las sociedades buscarán su reflejo y su identidad; seguramente
debamos reforzar la idea de valores compartidos que superan las fronteras entre
países”.

Uno de los principales retos en estos momentos es, por un lado, planificar
cuándo y cómo se reanudará la programación, y de qué manera se va a producir
esa vuelta a la normalidad que, intuimos, será de forma progresiva. El
confinamiento va a suponer un revulsivo en las prácticas museísticas. Se tendrá
que recapacitar sobre las repercusiones que esta gran crisis está teniendo y va a
tener en el sector. Quizá habrá que plantear las exposiciones de otra manera,
centrar más las cosas en otros aspectos en los que no se ha reparado hasta ahora
y entender la visita del público y su experiencia estética de forma muy distinta.
Probablemente, deberemos afrontar otros modelos museísticos buscando
nuevas sinergias y nuevos canales de colaboración entre las diferentes
instituciones, tal vez la unión de varios museos que realicen una gran exposición
ayudaría a que las personas se integren directamente en estos espacios y así
seguirán viviendo los museos.

Como conclusión, los museos trascienden la actividad de investigar el


patrimonio que albergan desarrollando proyectos que traspasan la misión
tradicional y asumen nuevos compromisos de transformación social, abiertos a
las demandas de las comunidades. Por esta razón se hace necesario desarrollar
una mirada integral que incorpore las iniciativas sobre patrimonio intangible y
natural. Sus adaptaciones innovadoras seguirán dando reconocimiento a estos
espacios y así mismo cuando se vuelva a hacer el reintegro en las instituciones
podrá tener espacios distintos que darán respuesta a la forma con su contenido
que tendrán un carácter muy valioso y no solo para un tipo específico de
población sino para todos en si.

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