Está en la página 1de 1

El modelo capitalista

El capitalismo se basa en un proceso simple, el dinero se invierte para generar más dinero.
Por ejemplo, cuando una empresa utiliza sus ganancias para contratar más personal o abrir
nuevos locales, y así obtener más ganancias, el dinero está funcionando como capital. El
incremento de capital se traduce en acumulación, que es la fuerza motriz de la economía.
El capitalismo como sistema mundial ha fracasado. El hombre en su prometeico intento de
dominación ha ido paulatinamente consumiendo su propia vida y auspiciando el deterioro de
la tierra. Es un sistema que a lo largo de la historia ha ido alejando al hombre de su
naturaleza, de su esencia espiritual y de su calidad como ser humano. Este sistema dentro de
su manifestación política y cultural, presenta un rostro agradable y atractivo, dando la
impresión de ser la única alternativa que encaja perfectamente con los rasgos de la
modernidad de masas. Se presenta como algo “fancy”, de moda, que va de la mano con el
progreso.
El capitalismo es una especie de monstruo amable, que se adhiere cómodamente a nuestro
entorno. Más que un sistema, es un estilo de vida impuesto en nuestra sociedad, que nos
mantiene sumergidos en una especie de régimen nocivo, controlado y mecanizado. Una
dominación múltiple que abarca el ámbito económico, político, social, cultural, religioso y
militar. Se sustenta por medio de acumulación incesante de capital, manipulación de las
masas, destrucción del ambiente, enriquecimiento de pocos, a cuesta del empobrecimiento de
muchos. Las empresas sociales y la economía circular buscan dar una solución innovadora y
disruptiva a estos problemas sociales y ambientales usando la fuerza del mercado. Estas
organizaciones creen en una nueva economía más consciente, equitativa y verde; y ven al
capitalismo como un medio para solucionar problemas, y no como fuente de ellos.
Debemos repensar los fundamentos del capitalismo y construir un terreno fértil para que el
emprendimiento social constituya una verdadera alternativa para el capitalismo y sus
consecuencias nefastas. Es tiempo de dejar de confundir dinero con riqueza.

También podría gustarte